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UNIVERSIDAD INTERNACIONAL SAN

ISIDRO LABRADOR

Carrera: BACHILLERATO EN CIENCIAS DE


LA EDUCACIÓN I Y II CICLOS

Sede: Quepos

Curso: Introducción a la Educación

Código: EDU-01

Cuatrimestre: II

Fecha de entrega: 07-07-2023

Alumno: Josué Quesada Castiglioni


Profesora: Lcda. Rosmery Aguirre Sánchez.
¿Qué es la educación para usted?

La educación es un aspecto crucial del desarrollo humano y desempeña un

papel importante en la formación de la vida de las personas. La disciplina positiva es un

enfoque de la educación que hace énfasis en la importancia de enseñar a los niños

autodisciplina y habilidades para resolver problemas, en lugar de limitarse a castigarlos

por su mal comportamiento. En este ensayo, exploramos lo que significa la educación

desde la perspectiva de la disciplina positiva.

En esencia, la educación es el proceso de adquisición de conocimientos,

habilidades, valores y actitudes que permiten a un individuo vivir una vida plena. La

disciplina positiva considera la educación como un proceso continuo que comienza en

la primera infancia y continúa a lo largo de toda la vida. Reconoce que la educación no

consiste sólo en adquirir conocimientos académicos, sino también en desarrollar

habilidades sociales y emocionales que permitan a las personas interactuar

positivamente con los demás y afrontar los retos de la vida.

Desde la perspectiva de la disciplina positiva, la educación consiste en capacitar

a los niños para que se conviertan en personas responsables, respetuosas y

resilientes, capaces de tomar decisiones positivas y de contribuir a la sociedad. Se trata

de ayudar a los niños a desarrollar un sentido de autoestima y confianza que les

permita asumir riesgos y aprender de sus errores.


Uno de los principios clave de la disciplina positiva es que los niños aprenden

mejor cuando se sienten seguros, queridos y respetados. Esto significa que los

educadores deben crear un entorno de apoyo y cariño que anime a los niños a sentirse

cómodos expresándose y asumiendo riesgos. También significa que los educadores

deben modelar un comportamiento positivo y una disciplina firme pero justa. La

disciplina positiva también reconoce que los niños tienen diferentes estilos y

preferencias de aprendizaje. Algunos aprenden mejor mediante actividades prácticas,

mientras que otros prefieren leer o escuchar conferencias. Los educadores deben ser

conscientes de estas diferencias y proporcionar una gama de estrategias de enseñanza

que se adapten a los diferentes estilos de aprendizaje.

Otro principio importante de la disciplina positiva es que la educación debe

centrarse en promover el comportamiento positivo en lugar de castigar el

comportamiento negativo. El castigo puede hacer que un niño deje de portarse mal a

corto plazo, pero no le enseña a comportarse adecuadamente en el futuro. En su lugar,

los educadores deben centrarse en enseñar a los niños habilidades para resolver

problemas y ofrecerles oportunidades para practicar un comportamiento positivo.

Por ejemplo, si un niño interrumpe en clase, un educador podría trabajar con él

para identificar la causa subyacente de su comportamiento. A continuación, puede

enseñar al niño estrategias para gestionar sus emociones y comportamientos de forma

más positiva. El educador también puede ofrecer al niño oportunidades de practicar un

comportamiento positivo, por ejemplo dándole un papel de liderazgo en un proyecto de

grupo. La disciplina positiva también se enfoca en la importancia de establecer

relaciones positivas entre educadores y alumnos. Cuando los alumnos sienten que sus
educadores se preocupan por ellos y se interesan por su éxito, es más probable que se

comprometan y motiven en su aprendizaje. Esto significa que los educadores deben

dedicar tiempo a conocer a sus alumnos, comprender sus necesidades e intereses y

mostrar interés por sus vidas fuera de la escuela.

Por último, la disciplina positiva reconoce que la educación no se produce en el vacío.

En ella influyen una amplia gama de factores sociales, culturales y económicos que

pueden afectar a la capacidad del niño para aprender y tener éxito. Por ejemplo, los

niños de familias con bajos ingresos pueden enfrentarse a retos adicionales que

pueden repercutir en su éxito académico. Los educadores deben ser conscientes de

estos factores y trabajar para crear un entorno de aprendizaje inclusivo y equitativo que

satisfaga las necesidades de todos los alumnos.

En conclusión, la educación desde una perspectiva de disciplina positiva

consiste en capacitar a los niños para que se conviertan en individuos responsables,

respetuosos y resilientes, capaces de tomar decisiones positivas y de contribuir a la

sociedad. Se trata de crear un entorno propicio y enriquecedor que anime a los niños a

sentirse seguros, queridos y respetados. Se trata de promover un comportamiento

positivo a través de la resolución de problemas y de proporcionar oportunidades para

que los niños practiquen un comportamiento positivo. Se trata de establecer relaciones

positivas entre educadores y alumnos y de crear un entorno de aprendizaje inclusivo y

equitativo que satisfaga las necesidades de todos los alumnos. Adoptando un enfoque

de disciplina positiva en la educación, podemos ayudar a los niños a desarrollar las

habilidades y actitudes que necesitan para tener éxito en la escuela y en la vida.

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