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Itinerario de aprendizaje

• Tema 1: Sociedades no constituidas con sujeción a los tipos previstos en el capítulo II de


la Ley General de Sociedades.

Aquí le proponemos el estudio del régimen aplicable a las sociedades no constituidas bajo los
tipos previstos en el capítulo II de la Ley Gral. De Sociedades.

Para poder lograr el aprendizaje de los contenidos es necesario que lea los materiales
indicados y consulte las dudas que le surjan durante su estudio con su tutora y con sus
compañeros mediante el correo electrónico, el foro de intercambio y consulta general (el que
se encuentra abierto durante la cursada de la asignatura), que nos provee el campus.

A través del estudio de este tema esperamos que usted, como alumno de esta asignatura, sea
capaz de:

· Identifique cuáles son las sociedades incluidas.

· Comprenda la estrecha relación entre esta unidad con la unidad N° 1.

A continuación, le presentamos un detalle de los contenidos que integran este itinerario de


aprendizaje. Usted deberá ir avanzando en el estudio y profundización de los diferentes temas,
realizando las lecturas requeridas.

¡Comencemos!

1. Sociedades no constituidas con sujeción a los tipos previstos en el capítulo II de


la Ley General de Sociedades

Sociedades incluidas:

Art. 21: “La sociedad que no se constituya con sujeción a los tipos del Capítulo II, que omita
requisitos esenciales o que incumpla con las formalidades exigidas por esta ley, se rige por lo
dispuesto por esta Sección”.

Bajo la vigencia de este artículo quedan comprendidas las sgtes. Sociedades: (Vítolo habla de
sociedades libres, simples o residuales)

Las sociedades atípicas, es decir aquellas sociedades que se hubieran constituido bajo
convenciones, estipulaciones o elementos que no respeten los tipos específicamente regulados
y contemplados en el capítulo II de la ley 19.550 – sociedad colectiva, sociedad de capital e
industria, sociedad en comandita simple, sociedad de responsabilidad limitada, sociedad
anónima, sociedad en comandita por acciones -

Las sociedades típicas en las cuales se hubiera omitido alguno de los elementos comunes a
todo contrato de sociedad o declaración unilateral de voluntad para la conformación del acto
constitutivo – elementos o requisitos esenciales no tipificantes, mencionados en el art. 11 de la
ley 19.550.

• Las sociedades típicas, que hubiesen cumplido con todos los contenidos del acto constitutivo
exigidos por la ley 19.550 en su art. 11, pero que hubieren omitido alguna formalidad, o
hubieren omitido o incurrido en violación de requisitos o exigencias de forma – lo que incluye
a las sociedades de hecho, que no cuenten con instrumento escrito y las sociedades irregulares
que no están inscriptas en el registro público; y

Las sociedades civiles existentes hasta el 31 de julio de 2015, en la medida en que ingresaron –
a partir de esa fecha – en el campo de la atipicidad. (con respecto a esto, no tener en cuenta ya
que se refiere al proceso de transición a la entrada en vigencia del Código Civil y Comercial que
hoy en día tenemos).

Abandono del régimen sancionatorio original

El CCyC (Ley 26.994 que es la ley por la cual se dicta el CCyC) abandonó definitivamente el
arbitrario régimen sancionatorio que contemplaba la Sección IV de la ley 19.550 para las
sociedades irregulares y de hecho con objeto comercial en su versión originaria, pues ha
flexibilizado los principios de tipicidad, formalidad y regularidad tan rígidos del régimen
anterior.

Régimen aplicable:

ARTICULO 22: “El contrato social puede ser invocado entre los socios. Es oponible a los
terceros sólo si se prueba que lo conocieron efectivamente al tiempo de la contratación o del
nacimiento de la relación obligatoria y también puede ser invocado por los terceros contra la
sociedad, los socios y los administradores”.

Conforme el texto legal:

El contrato social es plenamente oponible entre los socios – principio general del art. 22 de la
ley 19.550 y el art. 959 del CCyC, el cual establece que “…todo contrato válidamente celebrado
es obligatorio para las partes…”

La oponibilidad de dichas convenciones respecto de terceros dependerán del conocimiento


que dichos terceros pudieran tener de las mismas. Ante la existencia de conocimiento, el
contrato es plenamente oponible a quienes lo conocieron, congruente con las disposiciones del
art. 9 del CCyC mencionando el principio de buena fe.

El contrato o estatuto puede ser invocado por los terceros contra la sociedad, los socios y los
administradores – arts. 10 y 1067 CCyC -.

La norma derogó un importante aspecto del régimen sancionatorio relativo a la irregularidad


societaria, dispuesto por el texto originario de la ley 19.550 y morigerado por la reforma
introducida por el CCyC, de modo de construir un nuevo sistema societario en el cual:

La atipicidad deja de ser un supuesto de nulidad societaria;

La ausencia de algunos elementos o requisitos no tipificantes dejan de constituir una causal de


anulación de la sociedad; y

La falta de inscripción del contrato o el estatuto en el Registro Público (art. 7) deja de


constituir un mero supuesto de “no regularidad” y no tiene otra consecuencia que privar de
plena oponibilidad frente a terceros de las cláusulas contenidas en el contrato social o estatuto
no inscriptos, derivando los eventuales efectos a lo dispuesto en la Seccion IV del Capítulo I.

• REPRESENTACIÓN: ADMINISTRACIÓN Y GOBIERNO


ARTICULO 23: “Las cláusulas relativas a la representación, la administración y las demás que
disponen sobre la organización y gobierno de la sociedad pueden ser invocadas entre los
socios.

En las relaciones con terceros cualquiera de los socios representa a la sociedad exhibiendo el
contrato, pero la disposición del contrato social le puede ser opuesta si se prueba que los
terceros la conocieron efectivamente al tiempo del nacimiento de la relación jurídica.

Bienes registrables

Para adquirir bienes registrables la sociedad debe acreditar ante el Registro su existencia y las
facultades de su representante por un acto de reconocimiento de todos quienes afirman ser
sus socios. Este acto debe ser instrumentado en escritura pública o instrumento privado con
firma autenticada por escribano. El bien se inscribirá a nombre de la sociedad, debiéndose
indicar la proporción en que participan los socios en tal sociedad.

Prueba.

La existencia de la sociedad puede acreditarse por cualquier medio de prueba”.

Se dispone expresamente que en las sociedades sujetas a la sección IV – sociedades no


constituidas según los tipos del capítulo II y otros supuestos – los socios pueden hacer valer
entre ellos todas aquellas convenciones incluidas en el contrato que refieran a:

o Representación de la sociedad,
o Administración de la sociedad y,
o Gobierno de la sociedad.

Ello como consecuencia de la modificación introducida en el art. 22 de la Ley 19.550 que, en


consonancia con lo reglado en el art. 959 CCyC, hace oponible el contrato entre los socios.

El legislador ha dispuesto un mecanismo particular para la adquisición de bienes registrables


por parte de estas sociedades incluidas en la sección IV cuál es el siguiente:

1) La sociedad deberá acreditar ante el registro respectivo su existencia como tal.

2) Todos los socios que integren la sociedad deberán otorgar un instrumento público o un
instrumento privado – en este caso con firma certificada por escribano público – por el cual
deberán asegurar las facultades del representante de la sociedad para la realización del acto.

3) El bien se inscribirá en el Registro a nombre de la sociedad, pero deberá hacerse constar en


la inscripción respectiva la proporción en que participan los socios en la sociedad.

El CCyC ha mantenido el criterio que la Ley 19.550 – en su texto original – había señalado en el
art. 35, y establece que la existencia de la sociedad puede acreditarse por cualquier medio de
prueba, conformando una excepción a la norma contenida en el art. 1019, párra. 2° del CCyC, el
cual dispone que los contratos que sean de uso instrumentar – el de sociedades lo es – no
pueden ser probados exclusivamente por testigos.

RESPONSABILIDAD DE LOS SOCIOS

Responsabilidad de los socios en las sociedades de la Sección IV del Capítulo I


El Art. 24 establece: “ Los socios responden frente a los terceros como obligados simplemente
mancomunados y por partes iguales, salvo que la solidaridad con la sociedad o entre ellos, o
una distinta proporción, resulten:

1) De una estipulación expresa respecto de una relación o un conjunto de relaciones;

2) De una estipulación del contrato social, en los términos del artículo 22;

3) De las reglas comunes del tipo que manifestaron adoptar y respecto del cual se dejaron de
cumplir requisitos sustanciales o formales”.

La ley 19.550 establece como principio general, la responsabilidad mancomunada de los socios
frente a los terceros y por partes iguales.

De tal suerte, los socios deberán responder del modo en que lo regulan los arts. 825 y 826 del
CCyC, es decir que – como la obligación simplemente mancomunada es aquella en la que el
crédito o la deuda se fracciona en tantas relaciones particulares independientes entre sí como
acreedores o deudores haya, y las cuotas respectivas se consideran deudas o créditos distintos
los unos de los otros -, la deuda deberá ser dividida entre el número de socios – por partes
iguales - , y cada uno de ellos responderá por su parte, sin derecho de repetición respecto de
los otros socios por la obligación que cada uno de ellos satisficiere.

Sin embargo, en consonancia con la norma contenida en el art. 959 del CCyC – efecto
vinculante de los contratos - la ley admite que los socios puedan pactar otro modo de
responder.

Esta concepción en materia de responsabilidad en las sociedades incluidas en la Sección IV


está alineada con los arts. 958 – libertad de contratación - y 961 – buena fe – del CCyC y el art.
17 de la ley 19.550.

SUBSANACIÓN DE LAS SOCIEDADES DE LA SECCIÓN IV DEL CAPÍTULO I

ARTICULO 25: “En el caso de sociedades incluidas en esta Sección, la omisión de requisitos
esenciales, tipificantes o no tipificantes, la existencia de elementos incompatibles con el tipo
elegido o la omisión de cumplimiento de requisitos formales, pueden subsanarse a iniciativa de
la sociedad o de los socios en cualquier tiempo durante el plazo de la duración previsto en el
contrato. A falta de acuerdo unánime de los socios, la subsanación puede ser ordenada
judicialmente en procedimiento sumarísimo. En caso necesario, el juez puede suplir la falta de
acuerdo, sin imponer mayor responsabilidad a los socios que no lo consientan. El socio
disconforme podrá ejercer el derecho de receso dentro de los DIEZ (10) días de quedar firme
la decisión judicial, en los términos del artículo 92.

Disolución. Liquidación.

Cualquiera de los socios puede provocar la disolución de la sociedad cuando no media


estipulación escrita del pacto de duración, notificando fehacientemente tal decisión a todos los
socios. Sus efectos se producirán de pleno derecho entre los socios a los NOVENTA (90) días de
la última notificación. Los socios que deseen permanecer en la sociedad deben pagar a los
salientes su parte social. La liquidación se rige por las normas del contrato y de esta ley”.

El procedimiento subsanatorio funciona de la siguiente manera:

1) Tanto la sociedad – por sí misma – como los socios, sin indicación de tiempo y durante todo
el tiempo de duración de la sociedad, y sin necesidad de invocación de causa, pueden tomar la
iniciativa de promover la subsanación de la sociedad;
2) La decisión de subsanar las omisiones o defectos, debe ser tomada por unanimidad de
socios

3) A falta de acuerdo unánime, la subsanación no tendrá lugar, salvo que se la solicite


judicialmente

4) El trámite para el procedimiento es el juicio sumarísimo

5) El Juez puede, en su sentencia, suplir la falta de acuerdo y ordenar la “subsanación” de la


sociedad, con la limitación de que no puede imponer mayor responsabilidad a los socios que
no la consientan

6) Los socios disconformes podrán ejercer el derecho de receso dentro de los 10 días de
quedar firme la decisión judicial, en los términos del art. 92 de la ley - es decir que no es un
receso sino una “exclusión”.

Las normas reglamentarias de las autoridades de aplicación han dispuesto una serie de
requisitos para proceder a la inscripción de las sociedades subsanadas que conforman, un
procedimiento de regularización impropio, en opinión de Vítolo.

RELACIONES ENTRE LOS ACREEDORES SOCIALES Y LOS PARTICULARES DE LOS SOCIOS

ARTICULO 26: “Las relaciones entre los acreedores sociales y los acreedores particulares de
los socios, aun en caso de quiebra, se juzgarán como si se tratara de una sociedad de los tipos
previstos en el Capítulo II, incluso con respecto a los bienes registrables”.

Con respecto a este artículo, Vítolo explica que a diferencia de lo que establecía la Ley 19.550
en su texto original, respecto de que las relaciones entre los acreedores sociedades y los
acreedores particulares de los socios, aun en caso de quiebra, se juzgaría como si se tratara de
una sociedad “regular”, aunque la sociedad no fuera regular, AHORA el nuevo texto legal indica
que se tratarán como si fuesen sociedades “típicas” – lo que importa la oponibilidad de los
efectos del tipo escogido, pero con los alcances de las propias estipulaciones que deriven del
contrato o estatuto. Si bien se reemplaza la palabra “regular” por la expresión “una sociedad de
los tipos previstos en el Capítulo II” el sentido es el mismo, pues lo que se persigue es la
oponibilidad frente a terceros, tanto de la personalidad jurídica de las sociedades incluidas en
la Sección IV- diferente de la de los socios – como así también el régimen de responsabilidad
que pudiera caber a dichos socios en función del tipo social escogido, independientemente de
que el contrato o estatuto hubiera sido inscripto en el Registro Público en los términos del art.
7° de la Ley 19.550.

Adicionalmente con la entrada en vigor del CCyC se cambia radicalmente el criterio en relación
a los bienes registrables, pues la Ley 19.550 - en su texto original - disponía que estos bienes
quedaban exceptuados de la equiparación de estas sociedades al régimen de regularidad que
se extendía a las sociedades irregulares y de hecho con objeto comercial en esta situación. La
inaplicabilidad de defensas o derechos derivados del contrato de sociedad frente a terceros
por ausencia de registración inscriptoria de la sociedad privaba en este caso del beneficio de la
separación patrimonial al bien registrable en cuestión. A partir de la entrada en vigor del
nuevo CCyC, los bienes registrables no quedan exceptuados de la norma general y seguirán la
equiparación respecto del estatus que el art. 26 dispone.

DURACIÓN,DISOLUCIÓN Y LIQUIDACIÓN. ACREEDORES SOCIALES Y DE LOS SOCIOS.

Con respecto a este tema, en un artículo de la editorial “Rubinzal Culzoni” se expresa que, de
modo coherente con la admitida validez interna del contrato, va de suyo que en él puede
haberse establecido un plazo de duración. En rigor, el artículo 11, inciso 5°, exige este dato
como uno de los elementos substanciales del instrumento constitutivo. De haberse establecido
el plazo, los socios deberán estar al que se haya pactado, salvedad hecha de lo expuesto en
materia de subsanación. Dado que el plazo de duración puede no estar establecido, el tercer
párrafo del nuevo artículo 25 prevé que, notificación a todos los socios mediante, "cualquiera
de los socios puede provocar la disolución de la sociedad cuando no media estipulación escrita
del pacto de duración". Luego de la última notificación, los efectos de la disolución "se
producirán de pleno derecho entre los socios a los noventa días". Empero, la disolución no es
inexorable: "los socios que deseen permanecer en la sociedad deben pagar a los salientes su
parte social" y la sociedad continuar entre ellos. Es decir, en el nuevo régimen, a diferencia del
anterior, se admite la resolución parcial de la sociedad. Va de suyo que a la sociedad de la
Sección IV se le aplican las demás causales de disolución previstas en el artículo 94 de la LGS,
con más las que se hubieran agregado en el contrato social. También es aplicable el nuevo
artículo 94 bis, en cuanto dispone que "la reducción a uno del número de socios no es causal de
disolución". Debe recordarse que, no modificado el artículo 98, "la disolución de la sociedad se
encuentre o no constituida regularmente, sólo surte efecto respecto de terceros desde su
inscripción registral, previa publicación en su caso". Por fin, producida la disolución, en forma
coincidente con el último párrafo del artículo 22 derogado, "la liquidación se rige por las
normas del contrato y de esta ley" (art. 25 in fine).

RESOLUCIÓN PARCIAL: retiro, exclusión y muerte de un socio

Ya se señaló que de las reglas sobre la potestad de los socios para provocar la disolución de la
sociedad surge de que el nuevo ordenamiento acepta la resolución parcial de las sociedades de
la Sección IV. Recuérdese que, el inciso 1° del artículo 92 dispone que al saliente debe
pagársele una suma de dinero que represente el valor de su parte al tiempo de la invocación de
la exclusión (mutatis mutandis, de la fecha de cualquier otra causal de resolución parcial), y
que, si existen operaciones pendientes, el socio participa en los beneficios o soporta sus
pérdidas (incs. 1° y 2°).

En síntesis, en las sociedades regidas por la Sección IV los socios pueden ser excluidos, en los
términos de los artículos 91 y 92, y pueden retirarse en los términos del contrato, de un
acuerdo entre los socios o de las normas estudiadas. Debe señalarse que también alcanza a las
sociedades aquí en estudio lo dispuesto en el nuevo artículo 93, en cuanto al admitir la
exclusión de un socio en una sociedad de dos y permitir que el socio inocente continúe la
actividad asumiendo activo y pasivo. Para la sociedad de la Sección IV, "la reducción a uno del
número de socios no es causal de disolución". En otras palabras, puede continuar con un solo
socio, sin alteración de ninguna naturaleza.

En cuanto a la muerte de un socio, debe estarse a las previsiones del artículo 90, o sea que es
admisible cualquier previsión contractual que disponga la continuidad (con o sin
incorporación de los herederos) o la disolución, pero que en su defecto debe estarse al primer
párrafo que predica que "la muerte de un socio resuelve parcialmente el contrato".

• Llegados hasta aquí, le pedimos que tome contacto con las págs. 580/584 de la
bibliografía, tome como base la Ley 19.550 en los arts. 21/26 y utilice la guía que le
proporcionamos para profundizar el tema mencionado.

Lectura Requerida

- Vítolo, Daniel Roque “Manual de Derecho Comercial”. Edic. 1°. Edit. Estudio. Año 2016.

- Ley General de Sociedades 19.550.

Guía para la lectura


Le proponemos que oriente y focalice su lectura hacia la comprensión de los siguientes temas:

• Comprenda el procedimiento de subsanación de las sociedades no constituidas con sujeción a


los tipos previsto en el Capítulo II de la Ley 19.550.

• Identifique las sociedades incluidas.

Cierre del tema N° 1

En este tema N° 1 hemos desarrollado conceptos que le servirán para conocer y relacionar qué
pasa cuando una sociedad no cumple con los requisitos de constitución.

Le pedimos que reflexione sobre el régimen aplicable a este tipo de sociedades y las
responsabilidades que les caben a los socios; y cualquier duda/ inquietud puede compartirla
en el foro de intercambio y consulta general que nos provee el campus.

Como actividad de aprendizaje, responda en el espacio de actividad de aprendizaje,


dentro de la Unidad N° 3:

a) Explique cómo funciona el procedimiento subsanatorio.

b) ¿Qué derecho puede ejercer el socio disconforme con tal subsanación?

Como autoevaluación formativa, la cual se encuentra en el módulo llamado de la misma


manera, encontrará un espacio para reflexionar sobre lo aprendido durante esta
Unidad N° 3, lo invitamos a compartir junto a sus compañeros.

Recuerde que seguiremos comunicándonos por los medios que nos ofrece el campus.

¡Nos encontramos en las redes!

¡Felicitaciones! Ha terminado el tema N° 1 y con ello, culminamos la Unidad N° 3.

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