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SOCIEDADES PARTE GENERAL

1. Concepto de sociedad
Una sociedad se forma cuando dos o más personas acuerdan colaborar mediante
aportes de dinero, bienes o trabajo, con el propósito de llevar a cabo una
actividad económica legal para obtener ganancias que se repartirán entre ellos.
En caso de que el emprendimiento fracase y genere pérdidas, todos los
involucrados se comprometen a compartirlas (Vanasco).
La existencia de una sociedad se determina por los hechos, independientemente
de si los integrantes son conscientes de haberla constituido, ya que la
calificación de un negocio jurídico depende de lo que establece la ley y no de
las creencias o acuerdos de las partes.
Por lo tanto, cuando se cumplen las circunstancias mencionadas, nos
encontramos frente a una sociedad, sin importar el ámbito o medio en el que se
desarrolle. Si alguno de estos elementos estuviera ausente, estaríamos ante un
fenómeno diferente y, por lo tanto, fuera del alcance de este trabajo.
Vítolo explica que la ley 19550, con las reformas introducidas por la ley 26.994,
define en su artículo 1° a la sociedad como:
a. Una asociación de dos o más personas, en principio, o un sujeto individual
surgido de la declaración unilateral de otro sujeto, en casos excepcionales.
b. Dicha asociación se organiza de acuerdo a uno de los tipos previstos por la
ley o incluso fuera de ellos.
c. Los miembros de la sociedad realizan aportes, es decir, se unen al grupo
social proporcionando los elementos necesarios para llevar a cabo la función
grupal en un contexto limitado.
d. El propósito de la sociedad es la producción o intercambio de bienes y
servicios, limitado a la existencia de una empresa.
e. Los participantes comparten los beneficios y asumen las pérdidas, que son las
reglas de responsabilidad interna del grupo.
2. Elementos del contrato de sociedad o de la declaración de voluntad
unilateral
Los elementos comunes a todo contrato o a toda declaración unilateral de
voluntad:
 Sujetos:
Capacidad de las personas humanos para constituir sociedades
Las sociedades pueden constituirse según las siguientes reglas:
(i) Las personas mayores de 18 años pueden constituir sociedades por sí
mismas, de acuerdo con el artículo 25 del Código Civil y Comercial.
(ii) Si las personas son menores de 18 años pero están emancipadas, y siempre
que se trate de tipos sociales que no impliquen responsabilidad ilimitada y
solidaria para los socios, también pueden constituir sociedades según el artículo
28 de la Ley 19.550.
(iii) Si una persona es menor de edad pero posee un título profesional
habilitante, puede participar en sociedades realizando aportes de bienes
adquiridos con los ingresos de su profesión. Sin embargo, esta participación
solo está permitida en tipos sociales que no involucren responsabilidad ilimitada
y solidaria para los socios, según el artículo 30 del Código Civil y Comercial.
(iv) En el caso de una sociedad constituida con bienes sujetos al régimen de
indivisión forzosa hereditaria, los herederos que sean menores de edad,
incapaces o con capacidad restringida solo pueden ser socios en tipos sociales
que tengan responsabilidad limitada.
Capacidad de las personas jurídicas para constituir sociedades
Las sociedades tienen la capacidad de adquirir derechos y asumir obligaciones
para cumplir con su objeto y fines de creación, según el artículo 41 del Código
Civil y Comercial. Sin embargo, existen ciertas limitaciones:
(i) Según el artículo 31 de la Ley 19.550, las sociedades tienen limitada su
capacidad para constituir o participar en otras sociedades. Esta restricción busca
evitar que los administradores desvíen los recursos de la sociedad hacia
actividades ajenas al objeto social mediante la creación de otras sociedades.
(ii) El artículo 30 de la Ley 19.550 establece que las sociedades por acciones y
las sociedades en comandita por acciones solo pueden participar en sociedades
por acciones o sociedades de responsabilidad limitada. Si estas limitaciones se
violan, la sociedad perderá los efectos propios de su tipo y, en consecuencia,
estará regulada por las normas aplicables a las sociedades libres o simples,
según lo establecido en la Sección IV de la Ley 19.550.
Corredores y martilleros
Los corredores inmobiliarios tienen la facultad de formar sociedades de
cualquier tipo, a excepción de los tipos societarios contemplados en el artículo
118 y siguientes de la Ley 19.550.
En cambio, la actividad de los martilleros se encuentra regulada por la ley
20.266. Según los artículos 15 y 16 de dicha ley, los martilleros tienen la
posibilidad de constituir sociedades compuestas exclusivamente por martilleros,
con el objetivo único de llevar a cabo la actividad de martilleros, es decir, la
realización de subastas.
 El objeto del contrato de sociedad o de la declaración de voluntad
unilateral
De acuerdo con el artículo 279 del Código Civil y Comercial, el objeto de los
actos jurídicos debe cumplir ciertos requisitos. En primer lugar, no debe ser un
hecho imposible o prohibido por la ley. Además, el objeto no debe ser contrario
a la moral, a las buenas costumbres, al orden público o perjudicial para los
derechos de terceros o la dignidad humana. Estos criterios son fundamentales
para garantizar la validez y la legalidad de los actos jurídicos.
 Causa del contrato o de la declaración de voluntad unilateral
La causa del contrato o de la declaración de voluntad unilateral se refiere a la
finalidad o propósito que llevó al contratante a celebrar el contrato. Es la
intención que subyace en la celebración del contrato y el objetivo que se
persigue con su realización (Vítolo). En el caso de las sociedades, la causa fin se
relaciona con la distribución de las ganancias generadas por el uso de los
aportes realizados por los socios. Esta distribución de lucro es lo que da sentido
y proyección a la sociedad.
Por lo tanto, si los participantes no tienen como finalidad principal obtener
ganancias para repartirlas, no se estaría configurando una sociedad, sino más
bien otro tipo de agrupamiento o asociación diferente (Vanasco).
 Forma del contrato de sociedad o de la declaración de voluntad unilateral
La forma del contrato de sociedad o de la declaración de voluntad unilateral es
el conjunto de requisitos que establece la ley en relación a las formalidades que
deben cumplirse al momento de la creación de los actos jurídicos. En el ámbito
de las sociedades, la Ley 19.550 establece la exigencia de forma escrita (artículo
4). En términos generales, el contrato que constituya o modifique una sociedad
puede ser otorgado mediante un instrumento público o privado, a elección de las
partes. Sin embargo, en el caso de las sociedades por acciones, es obligatorio
que el acto de constitución o modificación se realice mediante un instrumento
público (artículo 165 Ley 19.550).
Elementos comunes a todo contrato de sociedad (requisitos no tipificantes):
Están listados en el artículo 11 de la ley 19.550. Se los denomina elementos o
requisitos no tipificantes porque resultan comunes a todos los tipos societarios
previstos en la ley. Antes de la reforma de ley 26.994, la ausencia de algún
requisito previsto en el artículo 11 ocasionaba la posibilidad de declarar nulo el
contrato constitutivo. La ley 26.994 modificó sustancialmente el régimen
anterior: La omisión de alguno de estos requisitos no implica la anulabilidad del
contrato de sociedad ni de la sociedad, misma, sino que derivará el tratamiento
de la sociedad a las normas de la Sección IV (sociedades libres, simples y
residuales) (Vítolo). Los elementos que exige el artículo 11 Ley 19.550 son:
 Individualización de los socios
En el contrato deben figurar el nombre, edad, estado civil, nacionalidad,
profesión, domicilio y número de documento de los socios (inc. 1). Cuando hay
socios que son personas jurídicas, hay que identificarla con los datos registrales
y con los datos del representante legal.
 Denominación de la sociedad
Cumple la función de identificarla. Según el tipo social, puede estar conformado
por “una razón social” o por una “denominación social”, dependiendo de que
haya o no socios con responsabilidad personal ilimitada. La razón social se
compone con el nombre de uno o más socios de la sociedad que tengan
responsabilidad ilimitada, subsidiaria y solidaria por las obligaciones sociales,
con el agregado del tipo social correspondiente. La denominación social se
compone de un nombre de fantasía junto con la sigla identificatoria del tipo
social
 Domicilio y sede social
Los artículos 152 y 153 del Código Civil y Comercial regulan el domicilio y la
sede social de las personas jurídicas. El domicilio es el lugar que la sociedad
debe establecer legalmente, donde se realizarán las notificaciones válidas y
vinculantes (artículo 11 inciso 2 de la Ley 19.550 y artículos 74 y 152 del
Código Civil y Comercial). El domicilio puede ser una dirección específica o
simplemente una localidad. En este último caso, se debe indicar una sede social
(dirección específica dentro de esa localidad) que se registra junto con el
contrato social, pero no forma parte de este. Esta opción es la más común por
razones de practicidad, ya que, si la sociedad se muda dentro de la misma
localidad, no implica modificar el contrato social, solo es necesario registrar la
nueva sede social en el Registro Público.
 Objeto social
El objeto social se refiere a la actividad económica seleccionada por los socios
con el fin de generar ganancias. Puede consistir en la producción, intercambio o
intermediación de bienes y servicios. El objeto social cumple tres funciones
principales según la doctrina clásica: delimitar la actividad de la sociedad,
establecer límites a la inversión del capital social y limitar la competencia de los
órganos de la sociedad.
La Inspección General de Justicia establece que el objeto social debe ser único y
estar descrito de manera precisa y determinada, especificando las actividades
que contribuirán a su logro. Sin embargo, también permite la inclusión de
actividades conexas, accesorias o complementarias al objeto social principal,
siempre y cuando estén claramente definidas y guarden una relación razonable
con el capital social.
Algunos expertos cuestionan la exigencia de unicidad del objeto social y
argumentan que una sociedad puede contemplar en sus estatutos la realización
de diversas categorías de actos, siempre y cuando los objetos sociales estén
detallados de manera precisa.
Recientemente, la Inspección General de Justicia ha modificado su criterio,
estableciendo que el objeto social debe ser expuesto de forma precisa y
determinada, describiendo las actividades concretas que se llevarán a cabo para
alcanzarlo. Esta modificación indica que la Ley General de Sociedades solo
exige que el objeto sea preciso y determinado, y no necesariamente único, a
menos que otras normas legales establezcan lo contrario.
 Capital social
El patrimonio es la diferencia entre los activos y los pasivos de una persona,
fluctuando según el desempeño de sus negocios. Por otro lado, el capital social
está compuesto por el valor de los aportes realizados por los socios y está
estrechamente relacionado con el ejercicio de los derechos políticos y
económicos de los aportantes. A diferencia del patrimonio, el capital social de
una sociedad se mantiene estable y fijo, cumpliendo una función administrativa
y jurídica (Balbín).
Tradicionalmente, se reconocen tres funciones del capital social:
(i) Productividad: el capital se utiliza como un fondo patrimonial para obtener
beneficios a través de la actividad empresarial.
(ii) Medición: se utiliza para calcular matemáticamente la participación de cada
socio en la sociedad.
(iii) Garantía: esta función brinda a terceros el derecho de exigir que los socios
completen sus aportes como último recurso para cumplir con las obligaciones
de la entidad. Además, el capital social está estrechamente relacionado con el
objeto social, ya que los fondos deben ser adecuados para llevar a cabo dicho
objeto. En resumen, el capital social debe ajustarse al objeto social.
 Plazo de duración
El contrato constitutivo debe establecer el plazo de duración de la sociedad (inc.
5). La Ley 19.550 no fija plazos máximos ni mínimos, solo exige que el plazo
de duración esté determinado. Este inciso 5 constituye un supuesto de excepción
de la norma general contenida en el artículo 155 Cód. Civ. y Com., que señala
que la duración de la persona jurídica es ilimitada en el tiempo, excepto que la
ley o el estatuto dispongan lo contrario. En el caso de las sociedades, este plazo
de duración está impuesto por la propia ley.
 Organización y tipicidad
El contrato constitutivo de una sociedad debe establecer cómo funcionarán los
órganos de la sociedad y cómo se llevarán a cabo las reuniones de los socios.
Dependiendo del tipo de sociedad, también se debe definir en el contrato la
forma de organización de la fiscalización. Aunque existen normas rígidas
establecidas por el legislador, los socios tienen cierta libertad para elegir
opciones en cuanto a la administración, fiscalización y reuniones de socios. Por
ejemplo, en una Sociedad Anónima (SA), se puede determinar el número de
miembros del directorio, la duración del cargo de los directores o si se
establecerá una sindicatura, entre otros aspectos.
 Reglas para distribuir las utilidades y soportar las pérdidas
Las reglas para distribuir las utilidades y soportar las pérdidas también deben
figurar en el contrato constitutivo. Si se prevé solamente la forma de distribuir
las utilidades, se aplicará también para soportar las pérdidas y viceversa. En
caso de silencio, será en proporción a los aportes efectuados (inc. 7).
 Derechos y obligaciones de los socios:
Es fundamental que el contrato de sociedad contenga las cláusulas necesarias
para establecer de manera precisa los derechos y obligaciones de los socios
tanto entre ellos como frente a terceros. Esto permite determinar el momento a
partir del cual las obligaciones son exigibles y los derechos pueden ser ejercidos
por los socios. También se establecen los alcances de las prestaciones que
conforman los aportes y su forma de ejecución. Estas disposiciones son
relevantes para garantizar el cumplimiento de los compromisos y la adecuada
relación entre los socios en el contexto de la sociedad (Vítolo).
 Funcionamiento, disolución y liquidación:
El contrato constitutivo de una sociedad puede incluir causales de resolución
parcial y de disolución que no estén contempladas en la ley, según lo establece
el artículo 89 de la Ley 19.550. Además de las disposiciones específicas en los
artículos 94 a 112 de esta ley, el Código Civil y Comercial también establece
normas sobre disolución y liquidación de personas jurídicas, las cuales se
aplican de manera supletoria en caso de que la ley especial (Ley 19.550) no las
contemple o haya lagunas en ella. Estas normas son relevantes para regular el
funcionamiento de la sociedad, así como los procedimientos para su disolución
y liquidación en caso de ser necesario.

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