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Revisión Bibliográfica

Rotura del
Tendón de Aquiles y su rehabilitación

Joaquín Jara Cortez


Ignacio Contreras Vallebona
Universidad de Tarapacá
Profesor Gonzalo Sana
Kinesiología y Rehabilitación - 2do año
Arica - Chile
09 de diciembre del 2022
Índice

 Introducción______________________________3
 Material y método_________________________3
 Objetivos de la revisión Bibliográfica_________3
 Definición_______________________________4
 Etiología________________________________4
 Fisiopatología___________________________4
 Biomecánica____________________________4
 incidencia deportiva en la rotura del tendón de Aquiles___5
 Cuadro clínico_________________________________6
 Exámenes complementarios______________________7
 Tipos de tratamientos________________________7-8
 Intervención del Kinesiólogo_______________9
 Comparación entre tratamiento quirúrgico y Conservador_____10-14
 Conclusión________________________________14
 Bibliografía_______________________________15
Introducción:
La ruptura de tendón de Aquiles (RTA) es una lesión común y frecuentemente producida por la
actividad física y deportes cómo el fútbol y baloncesto. Existen varios factores de riesgo en la
RTA, cómo la degeneración del tendón, una pobre vascularización, uso de corticoides,
fluoroquinolona y previas rupturas de dicho tendón. En cuanto a su Tratamiento este puede
ser conservadora o quirúrgico, lo cual va a depender de la gravedad y del contexto de la lesión.
En este documento discutiremos acerca del tratamiento, compararemos las opciones,
analizaremos sus contraindicaciones, ventajas y desventajas y llegaremos a la conclusión de
cuál es el más óptimo para recuperar la funcionalidad de la zona afectada y para la
reintegración a la vida cotidiana y para el deporte.
También explicaremos su Cuadro clínico, Etiología y detallaremos lo que ocurre
Fisiopatológicamente, Biomecánicamente y Psicológicamente. Veremos sus efectos
musculares y cómo esta puede aportar estabilidad y fuerza para la recuperación.
Además enfocaremos la mayor parte del trabajo en cómo el Kinesiólogo puede intervenir y
ayudar en la rehabilitación de esta lesión.

Material y Método:
La revisión bibliográfica se realizó principalmente en las bases de datos de la Biblioteca de la
Universidad de Tarapacá, en donde ocupamos principalmente la fuente de “Proquest”y en el
buscador Google Académico.
En donde centramos nuestra búsqueda en relación a la rotura del tendón de aquiles con el
deporte y rehabilitación.
Limitamos nuestra búsqueda a que los artículos más antiguos a buscar sean solo del 2015
hasta la fecha presente, para así tener información más actualizada y consideramos idioma en
inglés y español.
Las palabras claves para nuestra investigación fueron: Rotura de tendón de aquiles, Tendón de
aquiles, Rehabilitación kinésica para Rotura de tendón de Aquiles, Tratamiento conservador y
quirúrgico para tendón de aquiles.

Objetivos de la revisión bibliográfica:

1. Definir la rotura del tendón de Aquiles.


2. Describir la etiología de la rotura del tendón de Aquiles.
3. Describir Fisiopatología de la rotura del tendón de Aquiles.
4. Describir afecciones biomecánicas de la rotura de tendón de Aquiles.
5. Mencionar factores sistémicos, factores biomecánicos y la incidencia deportiva en la
rotura del tendón de Aquiles.
6. Describir cuadro clínico y/o semiología de la rotura del tendón de Aquiles.
7. Definir exámenes complementarios para diagnosticar la rotura del tendón de Aquiles.
8. Tipos de tratamientos que se realizan ante una rotura de tendón de Aquiles.
9. Intervención del Kinesiólogo en la rehabilitación de una rotura de Tendón de Aquiles.
10. Comparación entre efectividad post tratamiento conservador versus quirúrgico.
11. Seleccionar tratamiento más eficaz para la no reincidencia de la rotura del tendón de
Aquiles.
Desarrollo

1. Definición de rotura del tendón de Aquiles.

Una rotura del tendón de Aquiles es un rasgado total o parcial que ocurre cuando el tendón es
estirado excediendo su capacidad. Un salto o pivoteo forzado, o aceleraciones repentinas al
correr, pueden dar lugar a un estiramiento excesivo del tendón y causar una rasgadura. Una
caída o tropiezo también pueden causar lesiones en el tendón.
La ruptura del tendón de Aquiles generalmente tiende a ocurrir de dos a cuatro cm por
encima de la inserción del tendón en el calcáneo

2. Descripción etiológica de la rotura del tendón de Aquiles.

Las causas son multifactoriales y puede ser producido por fuerzas intrínsecas como
extrínsecas. Entre las que destacan, traumatismo directo, tendinopatía de larga duración y
afecciones degenerativas.
Pero las causas más comunes son las relacionadas con el deporte, en donde se incluyen el
fútbol , tenis, carrera, voley, entre otros.
Los factores de riesgo para una ruptura del tendón de Aquiles incluyen un mal
acondicionamiento antes del ejercicio, el uso prolongado de corticosteroides, el sobreesfuerzo
y el uso de antibióticos de quinolona.

3. Descripción Fisiopatológica de la rotura del tendón de aquiles.

“La neovascularización se observa con frecuencia en el tendón degenerado, que también se


asocia con dolor. La ruptura del tendón suele ser el evento terminal durante el proceso de
degeneración. Después de la ruptura, el colágeno tipo 111 parece ser el principal colágeno
fabricado, lo que sugiere que el proceso de reparación está incompleto. Los estudios en
animales muestran que si hay más del 8% de estiramiento de su longitud original, lo más
probable es que se rompa el tendón.”
(Dreyer, 2022)

4. Descripción de afecciones biomecánicas de la rotura de tendón de aquiles.

El gastrocnemio y el sóleo actúan como los principales flexores plantares del tobillo durante la
marcha. Ambos se activan durante el 80% del ciclo de la marcha y tienen su rol principal en la
propulsión y el balanceo. El sóleo, en concreto tiene función estabilizadora, y juega un papel
muy importante en el balanceo resistiendo la fuerza reactiva del suelo en la pierna de apoyo.
En dicha fase permite mover la extremidad hacia atrás, dando lugar al momento de
dorsiflexión. Las fuerzas de estabilización permiten mantener la postura gracias a la fuerza de
empuje, iniciando así el ciclo de la marca tras haber realizado una máxima dorsiflexión como
consecuencia de una flexión plantar del tobillo.
5. Factores sistémicos, factores anatómicos y la incidencia deportiva en la rotura del
tendón de Aquiles.

Factores Sistémicos: Las enfermedades sistémicas que pueden estar asociadas con lesiones del
tendón de Aquiles incluyen las siguientes:

● Insuficiencia renal crónica.


● Deficiencia de colágeno.
● Diabetes mellitus.
● Infecciones.
● Lupus.
● Trastornos paratiroideos.
● Artritis reumatoide.
● Trastornos de la tiroides.

Factores anatómicos: Los problemas en los pies que aumentan el riesgo de lesiones del tendón
de Aquiles incluyen los siguientes:

● Pie cavo.
● Flexibilidad y fuerza insuficientes del gastrosoleo.
● capacidad limitada para realizar la dorsiflexión del tobillo.
● Tibia vara.
● Alineación de Varus con hiperpronación funcional.

Dentro de las estadísticas según la actividad deportiva está:


61.2% se lesionaron al practicar deporte y 16.3% por ruptura espontánea. El lado más afectado
fue el tendón izquierdo en 57.1%. En el 75.5% la lesión fue aguda: el tiempo de enfermedad
osciló entre cero y una semana. De 30 pacientes (61.2%), la lesión más frecuente ocurrió
durante el fútbol con 38.8%, seguido de deportes como carrera y voleibol, (8.2 y 6.1%
respectivamente) (Barrios, n.d.)
(Estadísticas de una investigación realizada en un hospital de lima durante el año 2019.)

6. Cuadro clínico y/o semiología de la rotura del tendón de Aquiles.

Los síntomas relacionados con esta lesión van ligados con un gran dolor agudo en la
zona de la pantorrilla - tobillo y la mayoría de las personas logran oír un chasquido,
además va acompañado de una inflamación y hematoma, entre las consecuencias que
pueden sufrir las personas con esta lesión son:
.-Flexión plantar contra resistencia imposible
.-Imposibilidad para colocarse de puntillas
.-Marcha afectada
.-Falta de continuidad en el tendón
.-Prueba de Thompson:
“El examinador realiza la prueba de Thompson para evaluar la continuidad del tendón
de Aquiles en el contexto de sospecha de ruptura. El examinador coloca al paciente en
decúbito prono con la rodilla ipsilateral flexionada a unos 90 grados. El pie/tobillo
están en posición de descanso. Al apretar la pantorrilla, el examinador observa la
presencia y el grado de flexión plantar en el pie/tobillo.” (Dreyer, 2022)

Síntomas y signos en la ruptura de tendón de Aquiles.

7. Exámenes complementarios para diagnosticar la rotura del tendón de Aquiles.

Los exámenes complementarios son muy necesarios para diagnosticar esta lesión.
Dentro de los exámenes complementarios están:

I.Radiografía: Será usada principalmente en caso de traumatismo, para ver si hay alguna
fractura u otra lesión en el hueso. (imagen 1)

II.Resonancia magnética: De esta manera se ve realmente la lesión, ya que nos permite


ver las partes blandas, nos servirá para clasificar la gravedad y su estado.( imagen 2)

III.La ecografía sigue siendo una alternativa más barata y disponible a la resonancia
magnética.
Imagen 1 Imagen 2

8. Tipos de tratamientos que se realizan ante una rotura de tendón de Aquiles.

El tratamiento busca restaurar la longitud, fuerza, tensión y función anatómica del


tendón.
Entre los tratamientos existentes está el conservador y quirúrgico.

Tratamiento Conservador

Las dos opciones principales para el manejo no quirúrgico son la inmovilización con
yeso y la ortesis funcional con rehabilitación temprana, es muy común que los
pacientes prefieren la ortesis funcional a la inmovilización con yeso ya que se asocia
con una mayor dorsiflexión y un retorno más temprano a las actividades.

El método conservador está enfocado para roturas parciales del tendón, en personas
de avanzada edad, con poca actividad y en personas con problemas médicos
subyacentes.

Las ventajas y desventajas del método conservador son las siguientes:

Ventajas: menor posibilidad de infecciones y ausencia de anestesia total


Inconvenientes: mayor riesgo de segunda rotura, no es posible ponerse de puntillas
antes de los 5 o 6 meses, proceso de rehabilitación más largo, disminución de la fuerza
del tendón
En caso de que sea una rotura total y no exista ninguna causa que lo desaconseje se
debe utilizar la cirugía. En profesionales del deporte es necesario ya que el proceso es
más corto que el método conservador.

Tratamiento quirúrgico

Ventajas: incorporación más rápida a la vida cotidiana, menor posibilidad de volver a


romperse, mayor recuperación de la fuerza del tendón
Inconvenientes: mayor posibilidad de infecciones, hipertrofia del tendón y problemas
derivados de la anestesia local.
Después de la operación, los pacientes pueden soportar peso según lo permita la
comodidad con el uso de muletas de codo. Sin embargo, es importante mantener la
pierna operada lo más elevada posible en casa durante las primeras 2 semanas
postoperatorias. El yeso se retira después de 2 semanas.
Los pacientes pueden pasar a soportar todo el peso tan pronto como la comodidad lo
permita, aunque rara vez ocurre la carga total debido a dificultades de equilibrio.
En comparación con las reparaciones abiertas, las técnicas mínimamente invasivas
demostraron una mayor susceptibilidad a la elongación temprana de la reparación,
pero la resistencia final de las cuatro reparaciones en términos de ciclos hasta el
fracaso fue comparable.

Anteriormente, el tratamiento no quirúrgico de las roturas agudas se utilizaba


principalmente en aquellos pacientes que no eran buenos candidatos para la cirugía.
Sin embargo, la literatura reciente ha demostrado consistentemente que el
tratamiento no quirúrgico con rehabilitación funcional temprana produce resultados
aceptables y, por lo tanto, es una opción de tratamiento razonable en aquellos centros
equipados para brindarlo.
“En un metaanálisis más reciente de diez estudios que compararon tratamientos
quirúrgicos y conservadores, encontró de manera similar que la cirugía redujo el riesgo
de nueva ruptura en un 8,8 % en comparación con el tratamiento no quirúrgico sin
rehabilitación funcional. Sin embargo, si se implementó un protocolo de rehabilitación
funcional con rango de movimiento temprano como parte del tratamiento
conservador, las tasas de reruptura fueron equivalentes a aquellas sometidas a una
intervención quirúrgica. También se encontró una reducción del riesgo del 15,8 % de
otras complicaciones como infección, formación de adherencias y lesión del nervio
sural en el grupo no quirúrgico.” (Berkowitz, 2017)
9. Intervención del Kinesiólogo en la rehabilitación de una rotura de Tendón de
Aquiles.

La intervención kinésica en la rehabilitación es muy importante para que el paciente


pueda volver a la funcionalidad de la mejor manera posible y para la más pronta
reintegración al deporte.

En la recuperación funcional es importante la recuperación muscular y del rango de


movimiento, por lo tanto, se debe realizar movilizaciones pasivas y activas, incluyendo
ejercicios de resistencia progresiva. Estos se realizan hacia la flexión dorsal y plantar y
también hacia la prono-supinación. Los estiramientos del tendón se deben de hacer
muy lentamente, incluyendo un masaje para toda la zona trasera de la pierna.
También TENS, ultrasonidos y láser.

Además se debe considerar realizar contracción isométrica del complejo


gastrocnemio-sóleo y contracción concéntrica suave de los músculos de la pantorrilla y
supervisar los ejercicios de propiocepción y los ejercicios de estiramiento y
fortalecimiento graduales.

Dentro de los Objetivos específicos están:

1.- Fortalecer musculatura.

2.- Aumentar el rango de movimiento.

3.- Reeducar marcha.

4.- Recuperar fuerza.

5.- Reducir dolor.

6.- Manejo de la cicatriz.


10. Comparación entre efectividad post tratamiento conservador versus quirúrgico.

Los siguientes cuadros comparativos se realizaron a partir de tres meta-análisis desarrollados


por María Carrera Sánchez en su publicación Comparación del tratamiento conservador y
quirúrgico en la rotura aguda del tendón de Aquiles.

I. Meta-análisis de Jiang y col.

En el meta-análisis de Jiang y col.(7), se trabajó con 894 pacientes con diagnóstico definitivo:
pérdida de fuerza a la flexión plantar, test de Thomson positivo y presencia de hueco palpable.
Una media de edad de 40,74 los que fueron tratados quirúrgicamente y 41,14 los tratados
conservadoramente. Tuvieron un seguimiento de 0,5 a 5 años.

Además este no tomó en cuenta la movilidad y carga de peso posterior al tratamiento médico.

Pacientes totales 894. Tratamiento conservador 453 Tratamiento quirúrgico 441


pacientes. pacientes.

Edad media. 41,14 años. 40,74 años.

Tiempo de seguimiento. 0,5 a 5 años. 0,5 a 5 años.

Nuevas roturas n° personas. 44 de 453 personas. 19 de 441 personas.

Nuevas roturas en %. 9,71% de 453 personas. 4,31% de 441 personas.

Complicaciones. 7,19% de 453 personas. 26,6% de 441 personas.

Tiempo de recuperación. Más largo Más corto.

Diferencias en la reincorporación No significativa. No significativa.


deportiva.

Complicaciones según Meta-análisis de Jiang y col.


Complicaciones como infección superficial, la Presentes en pacientes intervenidos de forma
adherencia de la cicatriz y la alteración de la quirúrgica.
sensibilidad.

Complicaciones como alargamiento extremo del En estas complicaciones no se presentaron


tendón de Aquiles, la TVP (trombosis venosa diferencias significativas.
profunda) y la infección profunda.

Evaluación funcional. Los pacientes operados tuvieron más dificultad


para calzarse por la rigidez del tobillo.

Evaluación a los seis meses. Los pacientes tratados quirúrgicamente tienen


mejores resultados en pruebas de función
muscular cuando se hace la revisión a los 6
meses.

Evaluación al año. Los pacientes quirúrgicos tenían menos atrofia


de la pantorrilla, mejor movimiento de tobillo y
menos quejas, mayor funcionalidad muscular
en elevación de talón.

Resultados evitando complicaciones. No hay diferencia significativa.

Observación: No hubo consenso en cuanto a la recuperación funcional final según meta-


análisis de Jiang y col.

II. Meta-análisis de Soroceanu y col.

En el meta-análisis de Soroceanu y col., se trabajó con 826 pacientes cuya media de edad fue
39,8 años. 408 pacientes fueron tratados con medidas conservadoras y 418 con medidas
quirúrgicas. Todos estaban diagnosticados con presencia de hueco palpable y test de
Thompson positivo. En caso de error en el examen clínico, la ecografía o resonancia magnética
se usaron para confirmar el diagnóstico.

En este meta-análisis se realiza un protocolo de rehabilitación funcional con un rango de


movimiento temprano.
Pacientes totales 826. Tratamiento conservador 408 Tratamiento quirúrgico 418
pacientes. pacientes.

Edad media. 39,8 años. 39,8 años.

Diferencia entre nuevas roturas. 5,5% más incidencia. diferencia no significativa.

Protocolo de rehabilitación Hay igualdad entre resultados. Hay igualdad entre resultados.
funcional con un rango de
movimiento temprano.

Tiempo medio de baja por Mayor tiempo hasta 95%. Menor tiempo.
enfermedad.

Análisis de la fuerza. No hay diferencias significativas. No hay diferencias significativas.

Diferencias funcionales. No hubo diferencias significativas. No hubo diferencias significativas.

Complicaciones: tres estudios reportaron el rango de movimiento del tobillo como la


diferencia en la flexión plantar (en grados), comparado con el miembro contralateral. También
expresaron la diferencia de circunferencia de la pantorrilla (en centímetros), comparado con el
lado contralateral. El análisis demostró que la flexión plantar activa fue 1,07º menor en los
pacientes intervenidos conservadoramente (IC 95%, 0,17º a 1,96º). Pero aunque veamos datos
estadísticos relevantes, en clínica no lo son. Y en cuanto al estudio de la circunferencia de la
pantorrilla, no hubo diferencias.

III. Meta-análisis de van der Eng. Y col.

En el meta-análisis de van der Eng. Y col., incluyeron 576 pacientes, de los cuales 290 fueron
tratados quirúrgicamente y 286 con tratamiento conservador. Lo que caracteriza a este
estudio es el posterior protocolo de rehabilitación. Se definió peso inicial como peso dentro de
las primeras 4 semanas después del tratamiento. El periodo de seguimiento fue de al menos 1
año.
Pacientes totales 576. Tratamiento conservador 286 Tratamiento quirúrgico 290
pacientes. pacientes.

Estudios con inicio de carga No hay diferencias significativas No hay diferencias significativas
dentro de las 4 semanas en reincidencia. en reincidencia.
posteriores al tratamiento.

Estudios que autorizaron la carga No hay diferencias significativas No hay diferencias significativas
después de las cuatro semanas en reincidencia. en reincidencia.
después del tratamiento.

Reincidencia de ambos grupos No hay diferencias significativas No hay diferencias significativas


unidos. en reincidencia. en reincidencia.

Complicaciones menores 15 de 286 pacientes es decir 5%. 33 de 290 pacientes es decir 11%.
postoperatorias.

Complicaciones menores inicio de Menor tasa de complicaciones. Mayor tasa de complicaciones.


carga antes 4 semanas.

Complicaciones menores inicio de No hubo complicaciones. Hubo complicaciones pero


carga posterior a 4 semanas. menores a inicio de carga antes
de 4 semanas.

Complicaciones mayores. 7 de 286 pacientes es decir 2%. 16 de 290 pacientes es decir 6%.
(Sánchez, 2019)

● En este estudio entendieron como complicaciones menores la infección superficial de


la herida, cicatrices dolorosas o hipertróficas, y dolor transitorio.
● Se entiende por complicaciones mayores la trombosis venosa profunda, la embolia
pulmonar, la infección profunda y la lesión del nervio sural.

11. Seleccionar tratamiento médico más eficaz para la no reincidencia de la rotura del
tendón de Aquiles.

En el meta-análisis de van der Eng. y col, no se encontraron diferencias significativas en la tasa


de nueva rotura en los pacientes tratados quirúrgicamente y en los pacientes tratados de
forma conservadora después de la carga temprana ni de la carga a las 4 semanas del
tratamiento. No se observaron diferencias en la incidencia de complicaciones menores o
mayores después de la carga temprana. Sin embargo, para el grupo total de pacientes, la
cirugía produjo más complicaciones.

Una de las limitaciones del meta-análisis fue la heterogeneidad al analizar complicaciones


menores, principalmente causada por la inclusión de un estudio. En este estudio la tasa de
complicaciones en el grupo tratado conservadoramente fue mayor que en el grupo tratado
con cirugía, en contraste con el resto de estudios. Los problemas relacionados con la piel por el
uso de ortesis fueron los responsables del alto número de complicaciones, ya que los pacientes
no tenían permitido quitarse la férula. Si se excluyera este estudio, el RR pasaría de 3,54 a
8,96. Además, la tasa de complicaciones menores en pacientes de carga temprana, sería
bastante significativa. Hay diferencias significativas entre ambos tratamientos en cuanto a la
adhesión de la cicatriz, la alteración de la sensibilidad y la infección superficial, pero no
encuentran diferencias en cuanto a la infección profunda, la TVP y el estiramiento extremo del
tendón.

La revisión de Soroceanu y col, mostró que la reparación quirúrgica redujo la tasa de nueva
rotura. En cambio, los resultados mostraron que cuando se practicaba un rango de
movimiento temprano, el tratamiento quirúrgico y no quirúrgico era equivalente con respecto
a la tasa de nueva rotura. Esto sugiere que la intervención quirúrgica no contribuye a la
reducción del riesgo si se usa este protocolo de rehabilitación. Tener en cuenta que, el
enfoque en esta revisión es el movimiento temprano, que no es lo mismo que carga temprana,
como en el meta-análisis de van der Eng. Y col. Hay un estudio en el que trataron a todos los
pacientes con férula funcional y carga dentro del período de la cuarta semana. Encontraron
una tasa de nueva rotura sorprendentemente baja de 2,8%. La tasa de nueva rotura en el
grupo de carga temprana versus tardía fue más o menos la misma. En consecuencia, no se
encontró evidencia de que la carga temprana fuese insegura. Los días de baja por enfermedad
fueron menos en los pacientes tratados quirúrgicamente, teniendo en cuenta que en los
estudios no especificaron los criterios que hubo para permitir al paciente reanudar la
actividad.

Desde el principio se encontró relación entre la cirugía abierta y complicaciones, por eso se
cree que si cambiaran las técnicas, podrían cambiar los resultados. Las técnicas de reparación
percutánea se han adoptado como procedimientos quirúrgicos que intentan reducir las
complicaciones causadas por la cirugía abierta y han mostrado buena eficacia.Un meta-análisis
reciente afirma que la técnica de reparación mínimamente invasiva reduce el tiempo
operatorio, la longitud de la cicatriz, disminuye la lesión del nervio sural y disminuye las
complicaciones de la herida.

No hubo diferencias en los tratamientos en cuanto a la circunferencia de la pantorrilla, la


fuerza y los resultados funcionales. Se demostró que cuando las intervenciones incluían
rehabilitación, la incidencia de nueva rotura era similar. La intervención conservadora podría
ser de elección en los centros que ofrecen rehabilitación funcional y rango de movimiento
temprano porque la intervención quirúrgica no mostró una disminución significativa en la
incidencia de nueva rotura, pero sí una mayor incidencia de complicaciones. La intervención
quirúrgica podría ser una opción en los centros donde no realizan un rango de movimiento
temprano. Muestra un alto riesgo de complicaciones, pero reduce el riesgo de nueva rotura.

12. Conclusión
Tras la investigación realizada y las comparaciones que hicimos con los distintos textos
y autores que hablaban del tema, se concluye que la rotura de tendón es una lesión
con buen pronóstico.
Esta lesión es común en los deportistas, sobre todo en los jugadores de fútbol, es
multifactorial y presenta un cuadro clínico relacionado con dolor en la zona y afección
en la marcha y movilidad del pie.
El gastrocnemio y el sóleo son los músculos principalmente afectados.
Para llegar a la recuperación ideal, habrá que evaluar la gravedad de la lesión y el
contexto en el cual se presenta.
Se determinó que el uso quirúrgico y conservador son los posibles tratamientos,
ambos presentan sus ventajas y desventajas.
Aunque hay documentos, encuestas y estudios para poder investigar no hay las
suficientes como para tener la respuesta a cuál tratamiento es el más indicado, Sin
embargo creemos que ambas son importantes y ninguna es mejor o peor que otra,
sólo depende del contexto.
Ambas cumplen su funcionalidad y evitan una re-rotura siempre y cuando se haga
movilidad temprana y trabajo con pesos ligeros.
Por ejemplo, en el caso de un deportista, creemos que es mejor el tratamiento
quirúrgico ya que este permite reintegrarse a la actividad antes que el conservador.
En el caso de que se prefiera un tratamiento conservador, estamos más de acuerdo
con la idea del uso de ortesis funcional antes que el del yeso, creemos que inmovilizar
la zona es muy negativo para el músculo y que de hecho atrasaría más el proceso de
recuperación.
Sea el tratamiento que sea, el post tratamiento debe ser supervisado por un
kinesiólogo, el cual se encargará de la rehabilitación funcional del segmento lesionado,
en donde cumplirá muchos objetivos específicos y sobre todo reforzará la
musculatura.

Bibliografía

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en la rotura aguda del tendón de Aquiles. Revista Internacional de Ciencias
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Comparación del tratamiento conservador y quirúrgico en la rotura aguda del
tendón de Aquiles | Revista Internacional de Ciencias Podológicas (ucm.es)

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