Está en la página 1de 9

CURSO:

Anatomía Humana
TEMA:
Ruptura aguda en la porción intermedia del tendón calcáneo izquierdo
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ........................................................................................................ 2

JUSTIFICACIÓN ......................................................................................................... 3

OBJETIVOS ................................................................................................................. 3

Objetivo general........................................................................................................ 3

Objetivos específicos ................................................................................................ 3

TERMINOLOGÍA ANATÓMICA .............................................................................. 4

PRESENTACIÓN DEL CASO CLÍNICO................................................................... 4

MARCO TEÓRICO ..................................................................................................... 4

HIPÓTESIS .................................................................................................................. 6

ANÁLISIS .................................................................................................................... 6

DISCUSIÓN ................................................................................................................. 6

CONCLUSIONES ........................................................................................................ 7

BIBLIOGRAFÍA .......................................................................................................... 7
INTRODUCCIÓN
Desde tiempos antiguos la rotura del tendón de Aquiles ha sido muy conocida, siendo
Ambroise Pare el primero en realizar su descripción en 1575. Los tendones de los músculos
gastrocnemios y el musculo soleo se unen para fijarse en el talón, para así formar el tendón de
Aquiles cuya función principal es flexionar la planta del pie. El tendón de Aquiles es el tendón
más fuerte y el más grande del cuerpo humano, con una capacidad de resistencia a la tracción
de 50-100 N/mm. Es la tercera rotura espontanea tendinosa más frecuente a pesar de su
fortaleza. Esta rotura se relaciona en un área que se encuentra entre 2 a 6 cm de su inserción
calcánea.

Este tipo de lesión afecta mayormente a pacientes de 30 a 60 años de edad, donde los
hombres son los más afectados, la cual está relacionado a actividades deportivas. El 75% de
rupturas ocurren en actividades recreativas en hombres de 30 a 40 años, en particular el
futbol, tenis, baloncesto y squash. Sin embargo, el 25% de las rupturas ocurre en pacientes
sedentarios incluido las mujeres.

La ruptura del tendón de Aquiles por un traumatismo directo es muy rara y sucede cuando
el tendón recibe el impacto en su máxima tensión. De manera que hay tres mecanismos de
traumatismos diferentes: siendo más frecuente, el que se produce al momento de apoyar con
fuerza sobre el antepíe con la rodilla extendida y ocurre al iniciar un sprint o a la realización de
un salto. El segundo es por una dorsiflexión repentina del tobillo al momento de bajar una
escalera, o al dar una mala pisada. Por ultimo ocurre por una brusca y violenta dorsiflexión o
flexión plantar del pie al sufrir una caída de una altura.

Para los médicos experimentados las roturas de tendones de Aquiles, generalmente no son
difíciles de diagnosticar, pero más del 20 % de lesiones agudas se diagnostican erróneamente,
la cual lleva a una rotura crónica. La rotura crónica se define como una ruptura con retraso en
su diagnóstico o tratamiento por más de 6 semanas. La reparación de rupturas crónicas es más
exigente que las reparaciones primarias de rupturas agudas, porque normalmente ambos
extremos del tendón suelen retraerse y el estado de los tejidos blandos que circundan hace
difícil su reparación. Por tanto, la reparación primaria no es posible debido al aumento de la
brecha entre ambos extremos del tendón.

Por tanto, en relación al tratamiento de roturas agudas del tendón de Aquiles ciertos
cirujanos prefieren el manejo ortopédico, es decir mediante su inmovilización con
rehabilitación exhaustiva posterior y quienes optan la reparación quirúrgica. Para la mayoría
de los cirujanos, resulta un gran desafío el manejo de una rotura del tendón de Aquiles.
También existe una controversia cuando se considera una rotura como crónica, siendo
frecuente más de 4 semanas. Para la reparación de la rotura es mejor opción una sutura
directa, la cual es complicado realizarlo en roturas crónicas. Hay muchas técnicas para la
reparación de su longitud, así mismo de su fuerza tras la lesión. Donde la mayoría de cirujanos
optan por técnicas de aumento; como uno o dos colgajos de aponeurosis, transferencias
locales de tendones y aloinjertos para prevenir posibles nuevas roturas. Pero las principales
preocupaciones son las complicaciones como heridas e infecciones relacionadas a su escaza
vascularización de los tejidos blandos y pueden requerir procedimientos quirúrgicos plásticos
para reparar sus defectos.
La presencia de otras lesiones relacionadas a la rotura del tendón de Aquiles, suele hacer
complicado su tratamiento. Se encuentra al menos 6 asociaciones diferentes a esta rotura del
tendón Aquiles: maléolo tibial, maléolo peroneal, fractura del cuello astragalino, fractura
abierta de tobillo, lesión del retináculo peroneal y avulsión del ligamento calcaneoperoneal.

JUSTIFICACIÓN
Las rupturas del tendón de Aquiles mayormente suelen ocurrir en la vida deportiva, así
como la vida sedentaria, la cual conlleva a la detención de la vida diaria e inclusive la actividad
deportiva alterna. Por ello debido a su gran importancia del tendón de Aquiles en prácticas
deportivas, su ruptura se ha considerado muy grave, la cual requiere un diagnóstico y
tratamiento urgente, conciso y duradero. Aquí consideramos la importancia de conocer
evidencia científica para conocer y tratar las consecuencias de dicha patología. Restableciendo
al paciente a su vida diaria y recreativa.

Por tanto, el presente trabajo se centra especialmente en la necesidad de ubicación de


dicho tendón, así como su inserción, la acción que genera, vascularización e inervación. Por
tanto, conociendo todo ello vamos a identificar los obstáculos que nos dará en el día a día la
ruptura este tendón.

OBJETIVOS
Objetivo general
Analizar y determinar el diagnóstico correcto en el desarrollo del caso clínico.

Objetivos específicos
Determinar las estructuras y segmentos afectadas para un correcto diagnóstico

Valorar la clasificación de fracturas y conocer las variedades de tipos de fracturas.


TERMINOLOGÍA ANATÓMICA
Chasquido:

Para denominar un ruido seco, breve, súbito y producido en algún órgano.

Deformidad:

Alteración de la forma natural y/o de la disposición armónica de las partes.

Dolor:

Es una señal del sistema nervioso de que algo no anda bien. Es una sensación desagradable,
como un pinchazo, hormigueo, picadura, ardor o molestia. Es “una experiencia desagradable,
sensorial y emocional, asociada a una lesión real o potencial, que se describe como daño”
(Baltasar, 2016, p. 10).

PRESENTACIÓN DEL CASO CLÍNICO


Un Varón de 42 años es llevado a emergencia de hospital Regional E.G. B.
quejándose de un dolor intenso en la pantorrilla y el tobillo izquierdos. Había entrado en un
torneo de fulbito en su barrio donde él es arquero, y estando en pleno juego, afirma que
mientras se lanzaba después de un tiro al arco, escuchó un "chasquido", cayó a la cancha con
un dolor tremendo y no podía caminar. En el examen el médico aprecia la pantorrilla izquierda
está sensible e indurada, con una masa irregular en la parte posterior de la zona media de la
pantorrilla.

MARCO TEÓRICO
Los músculos de la pierna están cubiertos por la fascia crural o fascia de la pierna. La cual
emite 3 tabiques los cuales son: el tabique interóseo Anterior, tabique interóseo posterior y
tabique interóseo transverso. Estos tabiques junto a la membrana interósea separan a los
músculos de la pierna en tres compartimentos los cuales son anterior, posterior y lateral.
(Rouviere, 2005, p.438)
En el compartimiento anterior se encuentran los músculos: tibial anterior, extensor largo
del dedo gordo, extensor largo de los dedos y tercer peroneo. Mientras que en el
compartimiento lateral se encuentran los músculos peroneo corto y peroneo largo. Por otro
lado, el compartimiento posterior está dividido por el tabique intermuscular transverso en un
plano profundo y un plano superficial. (Rouviere, 2005, p.438)
En el plano profundo se encuentran el músculo poplíteo, flexor largo de los dedos, tibial
posterior y flexor largo del dedo gordo. Mientras que en el plano superficial se encuentra el
tríceps sural y plantar. (Rouviere, 2005, p.444)
El tendón de Aquiles o tendón calcáneo está formado por tres masas musculares: la cabeza
lateral y medial del músculo gastrocnemio, y el músculo sóleo; estos se insertan en el calcáneo
por medio de un tendón común. Estos tres músculos forman al tríceps sural. (Rouviere, 2005,
p.437)
El músculo sóleo; se llama de este modo debido a que tiene forma de suela de zapato, se
caracteriza por ser voluminoso y ancho; situado en el plato superficial del grupo posterior.
Recorre desde los huesos de la pierna hasta el calcáneo. El sóleo presenta 2 fascículos, uno
proveniente del peroné, la cual se inserta en la parte posterointerna de la cabeza del peroné,
en la mitad posterior de su borde externo y en el cuerpo superior de su cara posterior; Por
medio de aponeurosis las fibras cartilaginosas se insertan en el peroné. (Testut, 1986, p.1162)

Además, otro proveniente del tibial, presenta inserciones en el labio inferior de la línea
oblicua de la tibia, en el tercio medio de su borde interno; por medio de una ancha
aponeurosis los fascículos carnosos se insertan en el hueso tibia. Los 2 fascículos se unen y de
esta unión se forma el arco tendinoso del músculo sóleo, por el cual pasa por encima la vena y
arteria poplítea y el nervio ciático poplíteo interno (Testut, 1986, p.1163)
El músculo gastrocnemio; se caracteriza por tener forma ovalada, ser ancho, grueso y
aplanado. Este músculo presenta 2 cabezas; una cabeza medial la cual se inserta una depresión
que se encuentra sobre el cóndilo medial del fémur, inferior y posterior al tubérculo aductor,
otra inserción en el tubérculo supracondíleo medial y en el casquete condíleo medial; también
presenta una cabeza lateral la cual se inserta en la fosita que se encuentra posterior al
epicóndilo lateral del fémur y en el casquete condíleo lateral.
(Rouviere, 2005, p.450)
La cabeza lateral del gastrocnemio; anteriormente está en relación con el cóndilo externo y
con el plantar, posteriormente esta relación con el bíceps crural el cual lo cruza oblicuamente.
La cabeza medial del gastrocnemio; anteriormente está en relación con el cóndilo medial y
posteriormente con el semimembranoso. (Testut, 1986, p.1160)
Los gastrocnemios después de unirse su cara anterior cubre el paquete neurovascular de la
región poplítea, el músculo poplíteo, el tendón del plantar y el sóleo. mientras que su cara
posterior está en relación con la aponeurosis de la pierna. En la unión de las dos cabezas se
encuentra un surco longitudinal, por donde pasan la vena safena y el nervio safeno externo.
(Testut, 1986, p.1161)
Estos 2 músculos se unen para formar el tendón calcáneo, el cual es el tendón más
voluminoso y más fuerte del cuerpo humano. Tiene una longitud aproximada de 5 a 6 cm, en el
nivel de la articulación tibiotarsiana tiene una anchura de 12 a 15 mm y un espesor de 5 a 6
mm en su punto más estrecho. (Testut, 1986, p.1160)
Este tendón desciende verticalmente, pasa por detrás de la articulación tibiotarsiana para
que finalmente se inserte en la pared inferior de la cara posterior del calcáneo. Su origen este
tendón es ancho, pero a medida que va descendiendo empieza a estrechar, a nivel de la
articulación tibiotarsiana tiene su mínima altura ya que después empieza a ensanchar. (Testut,
1986, p.1160)
Posteriormente el tendón calcáneo está relacionado con la aponeurosis y la piel.
Anteriormente está en relación con la cara posterior de la articulación tibiotarsiana, con la
aponeurosis que cubre a los tendones de los flexores y con un paquete voluminoso
celuloadiposo. Inferiormente el tendón de Aquiles está separado del hueso calcáneo por la
bolsa serosa del tendón de Aquiles, la cual tiene forma de triángulo con la base superior; pared
posterior está relacionada directamente con el tendón, su pared anterior está relacionada con
la cara lisa posterosuperior del calcáneo y su pared superior está relacionada con el paquete
celuloadiposo. (Testut, 1986, p.1161)

Los músculos gastrocnemios están vascularizados por las arterias gemelas y por las ramas
de la poplítea. Está inervado por el nervio ciático poplíteo interno y por las ramas de
bifurcación del ciático mayor. La acción de este músculo ocasiona la extensión del pie sobre la
pierna y cuando la persona está en bipedestación eleva el talón. (Testut,
1986, p.1162)
El músculo sóleo está vascularizado superiormente por una rama de la arteria poplítea e
inferiormente por una rama de la arteria peronea. Está inervado posteriormente por una rama
nervio ciático poplíteo interno la cual penetra en su tercio superior y anteriormente por una
rama del nervio tibial posterior el cual penetra en su tercio medio. Este músculo al igual que el
gastrocnemios se encarga de extender el pie. (Testut, 1986, p.1164)

HIPÓTESIS
Ruptura aguda en la porción intermedia del tendón calcáneo izquierdo.

ANÁLISIS
Antes de la llegada del paciente a emergencia del hospital EGB, el paciente comenta que
escuchó un “chasquido”. En la revisión de distintos estudios, todos concuerdan, en que hubo
un “chasquido” audible ocasionado por la ruptura del tendón calcáneo.

Se ocasionó en la porción intermedia, debido a que, esta es la zona más frecuente de


ruptura del tendón calcáneo, siendo esta zona la más débil y estrecha de este tendón, ubicada
a 2-6cm de la inserción distal.

Dolor, chasquido y caída son la tríada sintomática de una ruptura del tendón calcáneo.

DISCUSIÓN
Según Sanz, Moreno y Rubio (2001) Las lesiones del tendón de Aquiles representan la
tercera lesión más común de tendones, luego de las lesiones en el manguito rotador y del
mecanismo extensor. Además, representa el 20% de las lesiones de los tendones largos. Pero a
pesar de ser una de las lesiones más frecuentes en el miembro inferior, existe un 25% en
donde los casos no son detectados en la primera inspección clínica.

En un estudio realizado por Delgado, Cristiani y Aspe (2003) en la cual participaron 55


pacientes entre edades de 22 y 50 años, se observó que el 92, 7% se presentó en pacientes
varones y el 7,2% en paciente mujeres. Además, Cobos et al. (2010), mencionan de manera
breve que la lesión del tendón de Alquiles, es una patología más frecuente en varones, siendo
más común el izquierdo que el derecho.

Según Delgado, Cristiano y Aspe (2003); y Caritat (s.f.), mencionan en ambos artículos,
aunque descrito de manera particular en cada trabajo, mencionan que, en momento en cual
ocurrió la ruptura de este tendón, el paciente percibió un “chasquido” en la región posterior
del tobillo.

Montalván y (2017) explica que la lesión del tendón de Aquiles ha incrementado en los
últimos tiempos debido a la incorporación cada vez mayor de las personas a actividades
deportivas y de recreación o individuos que realizan actividades físicas esporádica sin realizar
la calistenia previa, entendiéndose calistenia como comúnmente se llama a “calentamiento”.
Este “calentamiento” muscular es de suma importancia debido a que, Delgado, Cristiano y
Aspe (2003) menciona que, en el punto más débil anteriormente descrito, las propiedades
físicas y particularmente su elasticidad varían según su temperatura.
Caritat (s.f.) menciona que su desgarro ha sido observado en variadas oportunidades en el
cumplimiento de su función; desplegando esfuerzos enérgicos en la práctica de diversos
deportes para los cuales debe suponerse que el músculo se encuentra entrenado.

A la exploración física, la maniobra o test de Thompson consiste en la aparición de una


flexión plantar del pie al realizar presión en la región de la pantorrilla del miembro lesionado.
La maniobra nos ayudará a distinguir si existe una rotura completa o incompleta. En una
completa, no se percibe la flexión plantar por lo que se determinará un test positivo, por el
contrario, en una rotura incompleta es negativo viendo así movimientos normales de este, a
pesar de que se logré palpar y encontrar una deformidad en la zona (Sanz, Moreno y Rubio,
2001).

Según Enríquez et al. (2002) Incapacidad funcional, la marcha claudicante se presentó en el


100% de los pacientes. La incapacidad para la deambulación de puntas tuvo un encuentro
también en el 100%. Se produce una impotencia funcional moderada, asociada a la
incapacidad de ponerse de puntillas (Cid, 2017).

CONCLUSIONES
El diagnóstico acertado por los signos y síntomas del paciente en el caso clínico nos llevó a
una ruptura a nivel intermedio del tendón calcáneo de la pierna izquierda.

El tendón calcáneo es el más potente y voluminoso del cuerpo, tiene aproximadamente 15


centímetros de longitud y conecta los músculos del plano superficial de la región posterior de
la pierna con el hueso del talón, es decir, el hueso calcáneo. Los músculos del tríceps sural, es
decir, el músculo gastrocnemio y el músculo sóleo, participan en la conformación de este
tendón.

Se determinó, que la zona de la ruptura fue en la porción intermedia de este tendón,


debido a que, es la más frecuente, de 2 a 6 cm de la inserción distal, es la más débil y a esta
altura la más estrecha. Por otro lado, se trata de una de ruptura aguda del tendón calcáneo,
porque el paciente no tuvo en retraso en el diagnóstico.

La mayor frecuencia se da en eventos deportivos, cuando una persona no está preparada


físicamente y si es adulta con una vida sedentaria, tiene más probabilidades de que al ejercer
una fuerza brusca en el tobillo, se den estos casos de ruptura del tendón calcáneo.

BIBLIOGRAFÍA
1. Sanz, B., Moreno, A., & Rubio, L. (2001). Plastía del tendón de Aquiles en
lesiones inveteradas. Técnica modificada de Pérez Teuffer. Acta ortopédica
Mexicana, 28(1), 19-22. Disponible en
https://scielo.isciii.es/pdf/medif/v11n7/notacli1.pdf
2. Delgado, H., Cristiani, G., & Aspe, E. (2003). Rotura del tendón de Aquiles:
Incidencia y experiencia en su manejo. Acta ortopédica Mexicana, 17(5), 248-
252. Disponible en:
https://www.medigraphic.com/pdfs/ortope/or2003/or035j.pdf
3. Cobos, et al. (2010). Lesiones del Tendón de Aquiles. Diagnóstico por imagen.
Revista Internacional de Ciencias Podológicas. 5(2), 35-45. Disponible en:
https://revistas.ucm.es/index.php/RICP/article/download/36709/35548
4. Enríquez, et al. (2002). Tratamiento de las rupturas crónicas del tendón de
Aquiles con plastía de Christensen-Silverskjiold utilizando el tejido fibroso como
puente. Revista Mexicana de Ortopedia y Traumatología. 16(3), 119-123. Disponible
en: https://www.medigraphic.com/pdfs/ortope/or-2002/or023b.pdf
5. Cid, D. (2017). Tratamiento quirúrgico versus conservador en rotura aguda del
tendón de Aquiles. Trabajo de fin de grado en E. U. de Enfermería y Fisioterapia.
Universidad de Salamanca.
6. Caritat, R. (s.f.). Rupturas traumáticas del tendón de Aquiles. Boletín de la
sociedad de cirugía de Montevideo. 11-25. Disponible en:
https://revista.scu.org.uy/index.php/cir_urug/article/download/408/340/
7. Montalván, G. (2017). Valoración funcional del talón con la escala de la
sociedad americana de pie y tobillo (AOFAS) en pacientes de 30 – 65 años con ruptura
de tendón de Aquiles intervenidos quirúrgicamente con técnica percutánea o abierta
de plastia de tendón de Aquiles más sistema de anclaje en calcáneo (anchor) en el
servicio de ortopedia y traumatología del hospital de especialidades N° 1 de las fuerzas
armadas de Quito durante el periodo comprendido entre enero 2014 a octubre 2016.
Informe final de investigación en la especialidad de Ortopedia y Traumatología.
Universidad Central del Ecuador. Disponible en:
http://www.dspace.uce.edu.ec/handle/25000/10776

8. González, M., et al. (2016). Tratamiento conservador de rotura crónica de


tendón de Aquiles: reporte de caso. Acta Ortopédica Mexicana, 30(6), 323-325.
Disponible en: https://www.medigraphic.com/pdfs/ortope/or-2016/or166k.pdf
9. Sánchez, R., Rodríguez, J. & Fú, Y. (2020). Ruptura crónica del tendón de
Aquiles reconstruida con el tendón peroneo corto. Revista Cubana de Ortopedia y
Traumatología, 34(1), 1-12. Disponible en:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-
215X2020000100011Lara, R. & Carpio, G. (2015). Manejo quirúrgico de la ruptura aguda
del tendón de Aquiles mediante la técnica percutánea de Maffulli. Revista Medico-
Científica "Luz y Vida", 6(1), 26-30. Disponible en:
https://www.redalyc.org/pdf/3250/325055935006.pdf
10. Lara, R. & Carpio, G. (2015). Manejo quirúrgico de la ruptura aguda del tendón
de Aquiles mediante la técnica percutánea de Maffulli. Revista Medico-
Científica "Luz y Vida”, 6(1), 26-30. Disponible en:
https://www.redalyc.org/pdf/3250/325055935006.pdf
11. Maffulli, N., Giai, A. & Oliva, F. (2017). Chronic Achilles Tendon Rupture. The
Open Orthopaedics Journal, 11(4), 660-669. Disponible en:
file:///C:/Users/Yuri_/Downloads/cad33f2a-d77b-45dc-8521-ec4bebb89641.pdf
12. Catalán S. & García, J. (2019). Amigo y J. R. García Medina. Rotura crónica del
tendón de Aquiles asociada a rotura del tendón peroneus brevis. Caso clínico. Revista
Especializada en Cirugía, Ortopedia y Traumatología, 63(5), 376-379. Disponible en:
https://www.elsevier.es/es-revista-revista-espanola-cirugiaortopedica traumatologia-
129-pdf-S1888441518300705
13. Baltasar, F. (2016). Dolor y sufrimiento en medicina. Revista Uruguaya de
Cardiología, 31(1), 10-14. Disponible en:
http://www.scielo.edu.uy/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1688-
04202016000100005
14. Testut, Latarjet. 1988. Anatomía Humana. España, D.F.: Editorial Salvat.
15. Rouviere, Delmas. 2005. Anatomía Humana descriptiva, topográfica y funcional
(11 ed). España, D.F.: Editorial Masson.

También podría gustarte