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obtener el mayor retorno esperado. El modelo que ayuda a las compañías a alcanzar dicho
objetivo es el CAPM (Capital Asset Pricing Model). Llamado también "modelo principal
de valoración de activos", "es utilizado para calcular la rentabilidad que un inversionista
debe exigir al realizar una inversión en un activo financiero en función del riesgo que está
asumiendo". Así lo indica Arturo García Villacorta, docente del Diploma Internacional en
Finanzas Corporativas de ESAN. Los beneficios de aplicar el CAPM en las finanzas son los
siguientes:
Retorno sin riesgo (Rrf). La tasa de rendimiento libre de riesgo es el valor asignado
a una inversión que garantiza un rendimiento con cero riesgos.
Prima de riesgo de mercado (Rm - Rrf). Es el rendimiento esperado que un inversor
recibe (o espera recibir en el futuro) al tener una cartera cargada de riesgo en lugar
de activos libres de riesgo.
Beta (Βa). Es la medida que calcula la volatilidad de una acción respecto al mercado
en general. Beta indica las fluctuaciones que se causarán en las acciones debido a un
cambio en las condiciones del mercado.
"El coeficiente beta mide, entonces, el riesgo de mercado de un activo financiero y su valor
va de 0 a más de 1", detalla el especialista. "Los activos con beta mayor a 1 son
considerados activos riesgosos, pues amplifican los movimientos del mercado. Activos con
betas menores a 0.5 son considerados de bajo riesgo, pues su comportamiento es menos que
proporcional al del mercado", añade.
La fórmula CAPM es la tasa de rendimiento libre de riesgo, agregada a la beta del valor o
cartera que a su vez es multiplicada por la rentabilidad esperada del mercado, menos la
tasa de rendimiento libre de riesgo, como se muestra en la siguiente imagen:
Juntas, las fórmulas SML y CAPM son útiles para determinar si una seguridad que se
considera para una inversión ofrece un rendimiento esperado razonable por la cantidad de
riesgo asumido. Si el rendimiento esperado de un valor frente a su beta se traza por
encima de la línea de mercado de seguridad, se infravalora dado el intercambio de riesgo-
retorno. Por el contrario, si el rendimiento esperado de un valor frente a su riesgo
sistemático se traza debajo del SML, está sobrevaluado porque el inversor aceptaría un
rendimiento menor por la cantidad de riesgo sistemático asociado.
Por ejemplo, supongamos que un analista traza el SML. La tasa libre de riesgo es del 1% y
el rendimiento esperado del mercado es del 11%. La versión beta del stock ABC es 2.2, lo
que significa que conlleva más volatilidad y riesgo más sistemático. El rendimiento
esperado del stock ABC es del 23%. Si el rendimiento actual de las acciones de ABC es del
33%, está infravalorado, porque los inversores esperan un rendimiento menor dado el
mismo nivel de riesgo sistemático y se está obteniendo más. Por el contrario, supongamos
que el rendimiento esperado del stock XYZ es del 11%, y el rendimiento actual es del 8% y
está por debajo del SML. La acción está sobrevaluada: los inversores están aceptando un
menor rendimiento por la cantidad dada de riesgo, lo cual es una mala compensación entre
riesgo y rendimiento.