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Formación online/a distancia.

“MÁSTER EN PSICOTERAPIA BREVE DINÁMICA”

MÓDULO I. HISTORIA DE LA PSICOTERAPIA BREVE Y CONCEPTO DE


SALUD

TEMA I. HISTORIA DE LA PSICOTERAPIA BREVE

INUPSI
28044-Madrid
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www.inupsi.com

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Antecedentes Históricos de la Psicoterapia breve dinámica

La historia de la psicoterapia de duración limitada está fuertemente articulada con la


historia del psicoanálisis. La mayoría de los análisis dirigidos por Freud en sus primeros
años podrían, de acuerdo con los estándares actuales, describirse como de corta
duración. No obstante, coincidiendo con el cambio de siglo, los tratamientos se amplían
a varios meses o varios años. Es significativo que el propio Freud tiende a disculparse
por la duración del análisis, incluso cuando duraba tan solo unos cuantos meses. En
1920, algunos colaboradores de Freud, principalmente Rank y Ferenczi, comienzan a
estudiar la posibilidad de acortar el tratamiento analítico de su típica duración de varios
años. Sus recomendaciones fueron expuestas en una monografía que aparece a
mediados de los años 21.

Aunque inicialmente simpatizó con esos esfuerzos, Freud pronto cambio de opinión y
los consideró imprudentes. En el centro de estas consideraciones, tanto antes como
ahora, ha habido preocupaciones teóricas y prácticas. En 1918, Freud estuvo
considerando la forma de que el psicoanálisis fuese accesible a un amplio sector de
pacientes; esto es, a personas menos acaudaladas ya que pensaba que deberían tener
el mismo derecho a los beneficios obtenibles del psicoanálisis. La solución propuesta
por él se expresa en la frase: “El oro puro del análisis (puede ser aleado libremente)
con el cobre de la sugestión dirigida”.

Los primeros intentos de Breuer y Freud de tratar los pacientes histéricos, les llevaron
a la teoría de que los sentimientos eran la fuerza conductora en la sintomatología
histérica y que sus pacientes sufrían por sus reminiscencias, esto es por los recuerdos
traumáticos que acompañaban a los efectos que habían sido reprimidos. Se pensaba
que la mejoría resultaría de volver a experimentar esos efectos dolorosos bajo
hipnosis. Los trabajos posteriores de Freud llevaban, por supuesto, a una mayor
valoración de los conflictos de la infancia y del papel de la sexualidad infantil en la
producción de síntomas y problemas que perturban a los pacientes en su vida adulta.
Consecuentemente, se abandona la hipnosis como técnica terapéutica y es sustituida
por la asociación libre. El análisis de la transferencia y la resistencia, diseñado para
describir la neurosis infantil se convierte en la principal estrategia de la terapia. La
búsqueda y reconstrucción de los antecedentes infantiles en la neurosis del paciente
eran factores que contribuían en la forma de alargar la duración del psicoanálisis.
Todavía se sigue considerando preeminente el volver a experimentar los conflictos de
la infancia en presencia del analista. Como señala Thompson, Freud a menudo estuvo
insatisfecho con los resultados terapéuticos.

Tal y como aparecen en sus escritos, Freud siempre fue muy conservador a la hora de
valorar los resultados terapéuticos del psicoanálisis. Incluso podría decirse que a lo
largo de su vida mantuvo una ambivalencia al respecto.

También era consciente de que muchos de sus famosos casos no fueron éxito
rotundo. Durante su última etapa (particularmente hacia el final de su vida), vio un
gran futuro para el psicoanálisis, más como instrumento de estudio de los procesos
intrapsíquicos que como herramienta terapéutica.

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En todo caso, los modelos de terapia breve surgieron esencialmente en respuesta al
problema asistencial planteado por una masa cada vez mayor de la población
consultante en centros hospitalarios, de salud mental, público y privado. En ese sentido
se tuvo que incorporar el uso de psicofármacos y terapias grupales, pues el número de
profesionales requeridos era insuficiente para cubrir la demanda. Otros factores que
influyeron en la emergencia de las terapias de corto plazo fueron las limitaciones
económicas de los que solicitaban ayuda, la edad avanzada que presentaban. Este
planteamiento de acortar el proceso terapéutico ya lo mencionaba Freud en 1919,
como ya hemos comentado anteriormente. Además, agregaba que era necesario que el
Estado implementara un servicio de salud pública que incluyera el tratamiento
psicoterapéutico. Lo interesante de su planteamiento es que consideraba que la labor
terapéutica no solo se centra en la resolución de problemas, sino que tienen una labor
pedagógica, pues orienta, educa, reeduca, además de tener una labor ortopédica
temporal, es decir, el terapeuta cumple una función más activa, auxiliar del yo del
paciente, considerando la situación externa que afecta al paciente.

Por tanto, la primera referencia que hay que buscar es la de Freud. Desde el punto de
vista teórico podemos marcar un texto de referencia: “Estudios sobre la histeria de
Freud y Breuer (1895)”.

Si consideramos la duración de algunas de sus intervenciones en pacientes,


encontramos casos de psicoterapia breve. Por ejemplo, el de Bruno Walter en 1906, un
paciente que acudió a Freud por una parálisis en el brazo y con el que solo tuvo seis
sesiones al parecer con éxito.

Un tratamiento de referencia fue el caso Catalina que sólo duró una tarde. Las
técnicas que utilizó Freud sirvieron, una vez depuradas, como herramientas en la
práctica de las terapias breves. No fue un tratamiento muy estructurado pues Freud
estaba de vacaciones en los Alpes suizos, sin embargo, puso su empeño en ayudar a
Catalina.

En un primer momento, somete a Catalina a una breve entrevista diagnóstica de


carácter sintomático con lo que pone en juego una técnica activa y una elección de un
foco centralizador. Freud utiliza preguntas concretas acerca de los síntomas que le
permiten aislar el foco en el que centrarse. Catalina comenta que cuando le dan
ataques ve siempre una cara horrorosa que le mira con ojos terribles y Freud comenta:
“Este detalle ofrecía quizá el camino para llegar más rápidamente al nódulo de la
cuestión”

Freud realiza intervenciones que podemos considerar como:

- Empatía. Se muestra empático ofreciendo su apoyo.

- Interpretación de prueba. Ejemplo: “Puesto que usted no lo sabe, voy a decirle de


donde creo yo que provienen sus ataques”. Le interpreta que algo que vio u oyó
hubiera preferido no verlo u oído. La paciente acepta la interpretación mostrando una
buena disposición para el cambio.

- Criterios de inclusión. Freud va identificando las características que hacen que la


paciente pueda ser tratada brevemente. Aquí está la base de lo que serán después los

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requisitos, elaborados por los teóricos, para la inclusión de los pacientes en
psicoterapia breve: fuerza yoica, ausencia de fuertes resistencias y colaboración.

- Atención a los pequeños cambios. En psicoterapia breve, en muchas ocasiones el


terapeuta no tiene tiempo de observar los cambios de una forma clara. Es por ello que
debe estar pendiente de los pequeños cambios.

El fallo del objetivo terapéutico que Freud se planteaba consistía en que los síntomas
desaparecían momentáneamente, pero si no se fortalece el yo o se reestructura la
personalidad, estos vuelven a aparecer. Esto es lo que originó el debate (todavía hoy
en día vigente) entre defensores de intervenciones terapéuticas estructurales y
prolongadas frente a las intervenciones breves.

En 1937, Freud fue claro en su posicionamiento contrario a las terapias breves por
convencimiento. Para él, la duración de un análisis nada tiene que ver con su
terminación.

Serán otros autores los que abordarán la necesidad de acortar las terapias. Aunque
para algunos autores marcar un número limitado de sesiones de antemano se
considere una elección arriesgada y artificiosa, su utilidad ha sido defendida por
diversos autores entre los que podemos encontrar aquellos que abogan por un número
de sesiones que van desde hasta 5 como Bellack y Small (1965) y Alexander y French,
hasta 20 sesiones en Sifneos.

Pero no es sólo una cuestión de tiempo la que imprime la diferencia entre el


psicoanálisis clásico y las psicoterapias breves. Un cambio en la extensión de las
sesiones pasa necesariamente por modificaciones en otros niveles que afectan a la
técnica, a la forma de trabajar con los conflictos, al cambio en la postura del terapeuta,
a la manera de relacionarse del mismo con los pacientes, y a la construcción de la
actividad conjunta.

Ferenczi, Rank y Stekel realizaron los primeros posicionamientos en la línea de una


psicoterapia breve siguiendo los postulados psicoanalíticos.

Ferenczi da los primeros pasos para la introducción de la nueva técnica activa. La


evolución técnica de Ferenczi fue pasando por diversos periodos diferenciados. Según
Villamarzo (2002), desde un periodo de técnica clásica (1910-1921) a una etapa activa
de carácter frustrante (1921-1927) para concluir en una etapa gratificante entre 1927
y 1933.

De la etapa activa, habría que destacar la conferencia pronunciada en la Haya en


1919, conferencia que originó un escrito en 1920: “Prolongaciones de la técnica activa
en Psicoanálisis”. En la conferencia dice:

“En el análisis es raro conseguir el final sin intervenciones activas o consignas que el
paciente deba cumplir además de la regla fundamental. Citaré como tales fijar un
término de análisis, empujar al paciente a tomar una decisión visiblemente madura ya,
pero diferida por resistencia.”

Lo que pretende el terapeuta con este tipo de intervenciones es forzar el surgimiento


de impulsos que estaban reprimidos y cuyos correlatos comportamentales expresados

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ayudaban a mantener cerrado este tipo de material. Se utilizan órdenes y prohibiciones
que pueden ir tanto en la dirección de elaborar pensamientos como de disuadir de los
mismos.

Ferenczi tuvo severas críticas y él mismo admitió alguna de ellas. Ello le llevó a
escribir “Contraindicaciones de la técnica activa” donde advierte que la técnica puede
producir tensiones que favorecen la resistencia y pueden destruir la herramienta de
trabajo fundamental como es la transferencia. Paulatinamente abandonó ciertas
intervenciones como las prohibiciones y renunció a la limitación temporal del
tratamiento.

Por su parte, Otto Rank incide en la idea del brusco cambio que experimenta el bebé
en su paso de la vida intrauterina a la vida extrauterina y el trauma del nacimiento.
Piensa que la angustia vivida marca por completo al sujeto durante toda la vida y
concluye que muchos análisis no terminan adecuadamente precisamente por no haber
podido analizar ese trauma fundamental.

Desde estos supuestos, propone que la psicoterapia se estructure como si fuera un


parto. Durará los nueve meses de embarazo, supondrá un parto elaborativo, más o
menos doloroso y surgirá el nacimiento de un nuevo ser.

En 1938, Stekel propone una psicoterapia que puede acortarse a tres meses y
estructura una serie de revolucionarias técnicas específicas:

1- Posibilidad de combinar el diván con el “cara a cara” siempre que el analista lo


considere oportuno.

2- Flexibilización de las reglas y no insistir en la libre asociación y mayor permisividad


con el acting out.

3- Flexibilización de los factores terapéuticos. Ello implica regresiones menos


profundas, transferencia de menor calidad, menos interpretaciones psicogenéticas y
elaboraciones puntuales menores.

4- Posibilidad de provocar shocks analíticos. El fin es movilizar y activar el análisis.


Para ello utilizará seis tácticas:

- Amenaza de interrupción provocando un reto en el analizado con resistencias.

- Modulación de los tonos. Se puede intervenir con tonos irónicos, autoritarios,


afectivos, etc. En realidad, Stekel está poniendo en entredicho la neutralidad del
analista y utilizando la seducción.

- Potenciar las fantasías. Se trata de potenciar y estimular la fantasía.

- Diario escrito de sueños que el paciente puede llevar a psicoterapia.

- Detección de complejos. Con esta idea se acerca a la psicología de los complejos de


Carl Gustav Jung. Si el analista detecta algún complejo no consciente en el paciente, se
le puede animar de forma directa a que lea un libro que tenga que ver con el tema, o

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visionar una película, etc. Con ello se pretende desencadenar la excitación del
complejo.

- Método peripatético, influenciado por la filosofía clásica. Plantea una especie de


Liceo aristotélico. Se trata de una forma de psicoterapia que podría realizarse
discutiendo por las galerías como hacían los peripatéticos. Es decir, plantea que la
sesión podría darse sin diván y sin despacho, en cualquier sitio, incluso paseando por
un parque.

Estos tres autores que hemos recorrido configuran el germen psicoanalítico de la


intervención breve. Más adelante, hacia 1946 podemos encontrar a F. Alexander y T.M.
French que retoman las ideas de Ferenczi y Rank de una forma más sistematizada.
Insisten en la importancia de colocar las intervenciones de la terapeuta una vez
establecida la transferencia y colocan como eje fundamental de la cura la “experiencia
emocional correctora”.
Según sus palabras:

“El hecho de que el paciente pueda expresar su agresividad hacia el terapeuta sin ser
castigado, puede afirmar su propia personalidad sin ser censurado. Esta experiencia
emocional es necesaria antes de que el paciente conquiste la percepción emocional de
que ya no es un niño frente a un padre omnipotente. Llamamos “experiencia emocional
correctora” a este tipo de experiencia emocional, tal como se presenta durante el
tratamiento y la consideramos como el factor más importante en todos los tipos de
terapia en profundidad.”

El simple hecho de que las respuestas que da el analista al paciente difieren


claramente a la de los padres, hace que las defensas preconstituidas para la
adaptación sintomática del paciente se replanteen en ese nuevo contexto, con una
vivencia distinta.

En todo caso, lo que les convierte en pioneros de las psicoterapias dinámicas breves,
es la aportación de variantes técnicas frente al psicoanálisis clásico. Planteaban una
mayor flexibilidad y por ejemplo consideraban innecesaria e injustificada la insistencia
en sesiones diarias en algunos casos.

En 1958 French intenta sistematizar este modelo terapéutico e introduce los términos
de conflicto nuclear y conflicto focal. El conflicto nuclear sería el verdadero conflicto
psicoanalítico, el que surge en los primeros años del desarrollo. El conflicto focal es
aquel conflicto preconsciente o consciente, derivado de los conflictos nucleares pero
que responde con defensas más elaboradas por el sujeto. Realmente French lo que
hace es repetir la diferenciación ente psicoterapia de apoyo y psicoterapia profunda,
pero intentando darle un mayor rigor en cuanto a sistematización.

Podríamos decir que los autores estudiados hasta ahora constituyen los precursores
de la terapia breve. La verdadera sistematización de lo que es una psicoterapia breve
dinámica la encontramos en autores como David Malan, Peter Sifneos, James Mann y
Habib Davanloo.

David Malan estuvo muy influenciado por Balint y el grupo de psicoanalistas que
trabajó en el grupo de investigación de la prestigiosa Tavistock Clinic. Allí surge la idea
y la metodología de lo que posteriormente se denominaría terapia focal que modifica el

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análisis clásico, pero siempre intentando mantener un rigor teórico y práctico. La idea
es que la terapia focal complementara el análisis clásico, no que se opusiera.

A mediados de los 50, Sifneos desarrolla su modelo de psicoterapia dinámica breve.


Se centra en la ansiedad y la angustia como motor terapéutico y el número de
sesiones, en principio sin fijación previa de límite temporal, oscila alrededor de quince.
Su técnica se llamó “Psicoterapia breve con provocación de angustia”.

Fue su práctica la que le llevó al mundo de la psicoterapia breve, debido al


tratamiento de un paciente fóbico que necesitaba resultados rápidos ya que
abandonaba la ciudad con la idea de casarse en tres meses. El resultado fue exitoso en
seis sesiones y se destaca la motivación del paciente, la fuerza yoica y la actividad del
terapeuta centrado exclusivamente en un foco de manera intensa.

En 1965 Bellak y Small publican Psicoterapia Breve y de Urgencia en N. York, entre


sus temas destacan: el enfoque del tratamiento a la luz de la psicología psicoanalítica
del yo, la aplicación de la teoría del aprendizaje, el insight y la elaboración.

En 1973, James Mann (Universidad de Boston) propone su propio modelo de


psicoterapia dinámica breve. Muy influenciado por el pensamiento existencialista y
humanista, Mann pone el acento en que la terapia dispone de un tiempo limitado.
Propone doce sesiones o doce horas terapéuticas cuyo objetivo sería la individuación
del paciente y la potencialidad de su autonomía. Define el aspecto focal como algo más
que la simple formulación psicodinámica por parte del terapeuta, sino como la
formulación que hace el terapeuta del sufrimiento presente y crónicamente perdurable
del paciente.

En lo referente a la elección de pacientes, Mann es mucho menos estricto que Sifneos.


Por ejemplo, apenas da importancia a la motivación para el cambio por parte del
paciente. Considera que el simple hecho de que el paciente acuda a consulta ya da la
suficiente motivación. Tampoco considera que sea necesario un conocimiento
exhaustivo de la historia del paciente. Amplía la psicoterapia breve a pacientes agudos,
que necesitan ayuda inmediata y cuyo objetivo es la desaparición o relegación de los
síntomas.

Terminaremos este recorrido en la figura de Habib Davanloo. Propone un rol de


terapeuta muy activo que trata de descubrir los temas que molestan al paciente. La
investigación de estos aspectos despierta en el paciente sentimientos de ira y molestia
por lo que las defensas actúan de inmediato. La interpretación del terapeuta refuerza la
alianza terapéutica de tal manera que el paciente siente que puede depositar en él
cualquier cosa. El terapeuta va a trabajar con las dos transferencias: positiva y
negativa, buscando una ira terapéutica. Ello origina que paciente debe tener muy claro
que cuando el terapeuta amenaza una defensa lo que hace es un ataque a la misma y
no a su persona.

Limitaciones de la terapia breve

Teniendo en cuenta el análisis realizado a la propuesta psicoterapeuta hecha por


Sifneos es significativo observar como él parece buscar pacientes prácticamente

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“sanos” psicológicamente o con un yo “estable”. Ello parece limitar considerablemente
la aplicación a muchos sujetos.

Por otro lado Malan plantea que el terapeuta evaluador debe poseer una preparación
rigurosa, combinada con su experiencia y sabiduría, frente a los diversos conflictos y
mecanismos de defensa experimentados por el paciente; convirtiéndose esta en una
gran pretensión para los profesionales y estudiantes de este contexto social, debido a
que el evaluador tiene que tener un pensamiento con intención psiquiátrica (o sea que
debe tener conocimientos en psiquiatría), un pensamiento con intención psicodinámica
(debe tener conocimientos psicodinámicos), un pensamiento con intención práctica,
además debe atender a la entrevista y al mismo tiempo debe cuidar al paciente (ósea
que debe tener una gran experiencia y sabiduría de sí mismo y de los demás).

Ello implica también limitaciones para muchos terapeutas. En todo caso, el desarrollo
de la psicoterapia breve sigue puliendo estos aspectos limitantes.

Ventajas de la terapia breve

La psicoterapia dinámica breve es una buena técnica terapéutica en el sentido en que


propone una actividad focalizada, con una meta prevista, circunscrita, cálidamente
mantenida y además de acción orientadora, la cual aporta cambios psicológicos
significativos en un tiempo menor que el requerido con los métodos clásicos. Se facilita
así una mayor accesibilidad a personas de bajos recursos y/o de tiempos limitados a
participar de este tipo de terapias.

Se ve también como la actividad del terapeuta debe ser muy activa y marcada, pues
en esta la meta de la terapia consiste en ayudar al paciente a reelaborar los
sentimientos que una falta les ha producido. El terapeuta nunca puede resarcir a sus
pacientes de lo que sufrieron en el pasado, pero si puede repetir el fracaso en la
situación de calidez terapéutica y luego compartir con ellos los sentimientos que ese
fracaso les produce y ayudarlos a reelaborarlos. Este es quizás el aspecto más
importante de lograr brevemente un cambio psicosocial.

Concepto de psicoterapia breve dinámica y psicoanalítica

En base a estas aportaciones de diversos autores, podemos intentar definir la terapia


breve como un modelo de psicoterapia que busca solucionar los problemas de la
manera más rápida, eficiente y menos dolorosa. Busca atacar el problema que
determine el paciente como el causante de su conflicto "Aquí y Ahora", en
contraposición al Psicoanálisis tradicional,

La Terapia Breve es dinámica y flexible, en donde se identifican los problemas y la


gama de posibles soluciones, de igual forma se analizan los intentos de solución
pasados, para fijar metas y alcances del tratamiento y diseñar las intervenciones
adecuadas a cada caso. Esto convierte al proceso de terapia en un esquema totalmente
interactivo entre terapeuta y paciente.

Una característica peculiar de la Terapia Breve es frecuentemente el trabajo en


equipo, esto significa que aunque a cada caso se le asigna un terapeuta principal,

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existe un grupo adicional de terapeutas. El trabajar en equipo agiliza el proceso de
terapia y recorta el tiempo de tratamiento ya que el paciente cuenta con varios
enfoques y puntos de vista respecto a su caso particular.

Una consideración aparte merece el término psicoanalítico aplicado a la terapia breve:


Psicoterapia breve psicoanalítica. Antonio Pérez Sánchez nos ayuda en ello desde su
texto: “Psicoterapia breve psicoanalítica”.

Al revisar las expresiones utilizadas por diferentes autores, en especial anglosajones


que han practicado más este tipo de psicoterapia, y durante la primera época del
desarrollo de las terapias breves, encontramos que no se empleaba el adjetivo
psicoanalítico, a pesar de que la mayoría de ellas han surgido o se fundamentan en
muchos de los principios psicoanalíticos. Veamos algunas de los autores más
representativos: Psicoterapia Breve (Malan, 1963; Bellak y Small, 1965; Guilleron,
1987); Psicoterapia limitada en el tiempo, (Time-Limited Psychotherapy, Mann, 1973);
Psicoterapia corta en el tiempo (Short-Term Psychotherapy Provoking Anxiety, Sifneos,
1972; y Short-Term Dynamic Psychotherapy, Davanloo) y Psicoterapia focal (M. Balint,
1972). Posteriormente, sí encontramos que lo psicoanalítico se ha incluido para
denominar esta técnica. Por ejemplo, Braier (1987): Psicoterapia breve de orientación
psicoanalítica; Farré, Hernández y Martínez: Psicoterapia psicoanalítica focal y breve
(1992).

Ante ese hecho inicial, cabe pensar que predominó un interés en resaltar el factor
limitación del tiempo. Sólo en dos autores se añade alguna precisión más. Sifneos, por
ejemplo, aporta algún dato específico a su psicoterapia con la expresión «provocadora
de ansiedad». Davanloo califica su técnica de «dinámica», que, como se sabe, es el
término abreviado de «psicodinámico», es decir, de la psicología derivada del
psicoanálisis, que muchos autores utilizan para indicar que aunque proveniente de
aquel se diferencia del mismo. Una revisión sobre esto la realiza E. Guilleron (1987).

Parece, pues, que la limitación en el tiempo y la no utilización del adjetivo


psicoanalítico como una manera de establecer la diferencia respecto del psicoanálisis
propiamente, es lo que caracteriza estas denominaciones. Pero se tiene la impresión,
en algunos casos, que se ha priorizado tanto el factor tiempo en detrimento de lo
psicodinámico, que han derivado en una preocupación por otras «dinámicas» de la
conducta que poco tienen que ver con lo psicoanalítico. Es el caso de Sifneos y
Davanloo, no obstante, lo cual se les sigue incluyendo entre los autores que comparten
el terreno psicoanalítico, como hace Guilleron (1987), por ejemplo.

Según Antonio Pérez Sánchez parece lícito recuperar el adjetivo psicoanalítico para
toda modalidad psicoterapéutica que, con un mínimo de rigor, trate de aplicar ciertos
principios del psicoanálisis. Así es que hablamos de psicoterapia psicoanalítica en la
individual. Pero cuando se trata de otras modalidades, en función del tiempo (breve) o
del número de pacientes (grupal) o del ámbito de intervención (familiar o institucional)
parece más clarificador anteponer el adjetivo que especifique la misma.

La teoría psicoanalítica ofrece un conjunto de principios, conocimientos y datos


elaborados que, aunque extraídos fundamentalmente de la práctica clínica
psicoanalítica pueden ser aplicados a otros campos de la actividad humana. Desde esta
perspectiva, cabe considerar la psicoterapia breve y toda psicoterapia de orientación
psicoanalítica como una aplicación de la teoría psicoanalítica.

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En base a las consideraciones que hemos señalado, establecemos un recorrido del


Máster que incluye principios psicoanalíticos necesarios como la dinámica intrapsíquica
y las estructuras de la personalidad, un estudio de lo que es psicoterapia y
psicoanálisis, y consideraciones sobre el contexto social actual y sus implicaciones en
psicoterapia. Ello nos dará una base para elaborar mejor los temas específicos de los
modelos en psicoterapia breve dinámica, así como la técnica y aplicación.

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CUESTIONES A TRABAJAR

1- Comentario personal sobre Freud y su influencia en el desarrollo de la psicoterapia


breve.

2- Aspectos destacables de la historia de la psicoterapia breve.

3- Modelo de Stekel ¿Cuáles fueron sus técnicas novedosas?

3- Después de lo leído, elabora un concepto de psicoterapia breve

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