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Contra-

transferencia

Psicoterapia I

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Contratransferencia

Freud (1912/1991) consideró importante que el terapeuta pueda ocultar su


vida personal al paciente. Bajo esta concepción, el terapeuta debe
funcionar como un vidrio opaco frente al analizado,como un espejo que le
devuelve al paciente su propia imagen. Esta idea guarda cierta relación con
la relativa al espacio del encuadre: Freud hacía algunas recomendaciones
respecto del espacio de consulta (por ejemplo, que sea impersonal, que no
dé indicios sobre la vida particular del terapeuta), en pos de fomentar las
asociaciones libres del paciente y la neutralidad del terapeuta.

Ahora bien, en la realidad puede ocurrir que el terapeuta responda a los


estímulos del paciente con fenómenos irracionales que tienen su origen en
conflictos de su propia infancia. Sin embargo, esto constituye un material
que pertenece al terapeuta y, por lo tanto, contamina el material que el
paciente trae a la sesión.

Figura 1: La contratransferencia no analizada puede contaminar el


material del paciente.

Fuente: Kidworks LLC,2012,https://goo.gl/F5oP9j

El concepto de transferencia ha sido uno de los pilares del psicoanálisis


desde su descubrimiento y a lo largo de todas sus obras. Con este término,
Freud identificaba aquellos sentimientos del paciente que pertenecían a su
pasado, pero que eran actualizados en la situación analítica presente y en
la figura del terapeuta.

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En 1910, Freud (1991) llama la atención sobre un nuevo fenómeno que
observa en los tratamientos clínicos con sus pacientes, la
contratransferencia, y lo explica de la siguiente manera:

[Hay una] “contratransferencia” que se instala en el médico


por el influjo que el paciente ejerce sobre su sentir
inconsciente, y no estamos lejos de exigirle que la discierna
dentro de sí y la domine... cada psicoanalista sólo llega hasta
donde se lo permiten sus propios complejos y resistencias
interiores. (P. 136).

Sandler, Darey Holder (1986) definen la contratransferencia como


“aquellos problemas y conflictos no resueltos que surgen en el
psicoanalista durante el curso de su trabajo con el paciente y que
consecuentemente obstaculizan su eficacia” (p. 55). Así como Freud
reconocía la transferencia desde el lado del paciente como una resistencia
que obstaculizabael desarrollo de la terapia, entendía,a su vez,que la
contratransferencia era un obstáculo impuesto desde el lado del terapeuta.
En consecuencia, reconocía la necesidad de realizar un autoanálisis como
requisito para remover este obstáculo y para poder ayudar a sus
pacientes(Freud, 1912/1991)

El autoanálisis consiste en una investigación realizada por el terapeuta


sobre sí mismo, de forma sistemática, utilizando las técnicas de trabajo
propias del procedimiento psicoanalítico (por ejemplo, interpretación del
comportamiento, asociaciones libres, análisis de los sueños, etc.). Freud
utilizó mucho este método de investigación a lo largo de su vida
profesional:todos los días, le dedicaba un momento a su autoanálisis que,
junto con el análisis de sus pacientes, le permitió desarrollar toda su teoría
psicoanalítica.Unos años más tarde, propondría la realización del análisis
didácticocomo una solución paraeliminar la contratransferencia de la
situación analítica (Freud, 1912/1991). El análisis didáctico—también
conocido como análisis de control oanálisis supervisado—es llevado a cabo
por un terapeuta en formación y es supervisado de forma periódica por un
analista experimentado, quien va guiando el trabajo terapéutico. Este tipo
de análisis permite al terapeuta en formación tomar conciencia de su
contratransferencia.

En 1937 Freud (1991) propone que los analistas deben realizarse un análisis
cada cinco años para eliminar el obstáculo de la contratransferencia de sus
tratamientos con pacientes.

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Todas estas recomendaciones de Freud obedecían a la idea de que la
contratransferencia tenía relación con cierta incapacidad del terapeuta
para tratar aquellos aspectos del comportamiento y de la personalidad del
paciente que influían en sus propios conflictos personales:“a
contratransferencia fue vista como una especie de ‘resistencia’ del
psicoanalista hacia su paciente, debida a conflictos inconscientes que han
sido despertados en el analista por lo que dice, hace o representa el
paciente para él” (Sandler et al., 1986, p. 54).

Si bien Freud consideró la transferencia del paciente como un obstáculo


para el tratamiento, también vio su utilidad para lograr la cura. En el caso
de la contratransferencia, no ocurrió lo mismo, ya que el fundador del
psicoanálisis no avanzó en su estudio más allá de esto.

Para comprender el origen del término, Etchegoyen (1993) explica que lo


que ordena los fenómenos de transferencia y de contratransferencia es el
encuadre, ya que es lo que determina la relación asimétrica entre el
paciente y el terapeuta:el analizado relata sus vivencias y el analista
responde a estas desde sus conocimientos y su preparación profesional.
Esto explica la denominación de ambos conceptos de acuerdo con la
dirección desde la que opera cada uno, donde la contratransferencia es
una respuesta a la transferencia del paciente en una situación analítica.Es
importante la funcionalidad del encuadre en este punto, ya que, al
determinar la relación asimétrica entre ambas partes (el contrato
terapéutico), obliga al analista a mantener un mayor equilibrio que el del
paciente.

Como vimos, la mayoría de los terapeutas piensa, como Freud, que la


contratransferencia surge en el inconciente del analista como resultado de
la transferencia del paciente. Pero otros autores —como Michael Balint, un
psicoanalista de origen húngaro—generalizaron el concepto a todos los
aspectos que circunscriben la relación terapéutica: no solo las actitudes y
los comportamientos del analista, sino también cuestiones del encuadre
(por ejemplo, disposición de los muebles en el consultorio, elementos de la
decoración, etc.)(como se cita en Sandler et al., 1986).

Figura 2: La contratransferencia puede ser una herramienta útil para


comprender el discurso del paciente.

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Fuente: Solinas,2013,https://goo.gl/42rq9Y

Un desarrollo importante sobre la contratransferencia es su consideración


como un fenómeno que permite al terapeuta comprender el contenido
oculto en el material del paciente. Esta es la idea que exponía Freud
cuando presentaba su técnica de atención libremente flotante, que hacía
referencia a la escucha particular que debe mantener el terapeuta en la
situación analítica. Heimann afirma que “el inconciente del analista
comprende el de su paciente. Esta relación en un nivel profundo llega a la
superficie en forma de sentimientos que el analista nota en su respuesta al
paciente, en su contratransferencia”(como se cita en Sandler et al., 1986,
p. 57). Con esto se refiere a que, en la situación analítica, el terapeuta
puede comprender y apreciar de modo inconciente ciertas cuestiones que
están ocurriendo en el paciente. Si logra atender a estas asociaciones o
pensamientos que le surgen durante la escucha, puede hacer conciente esa
comprensión que le permitirá descubrir significados ocultos en el discurso
del paciente. De esta forma, la contratransferencia se presenta como una
herramienta clave para comprender al paciente.

Esta extensión de la noción de contratransferencia propuesta por Heimann


es similar al giro que dio Freud, cuando pasó de considerar la transferencia
del paciente como un obstáculo a conceptualizarla como una herramienta
para la cura del paciente.

Con el correr del tiempo, lateoría sobre la contratransferencia se fue


ampliando hasta sobrepasar los límites de la situación
psicoanalítica:apareceen cualquier relación médica o entre terapeuta y
paciente; incluso,abarca las reacciones que tienenlos diferentes miembros
de un equipo médico hacia el paciente.

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Referencias
Etchegoyen, H. (1993) Los fundamentos de la técnica psicoanalítica. Buenos Aires:
Amorrortu.

Freud, S. (1910/1991). Las perspectivas futuras de la terapia psicoanalítica. En J. L.


Etcheverry (Traduc.), Obras Completas(pp. 129-142). Buenos Aires: Amorrortu.

Freud, S. (1912/1991). Consejos al médico sobre el tratamiento psicoanalítico . En


J. L. Etcheverry (Traduc.), Obras Completas (pp. 107-120). Buenos Aires:
Amorrortu.

Freud, S. (1937/1991). Análisis terminable e interminable. En J. L. Etcheverry


(Traduc.), Obras Completas (pp. 211-454). Buenos Aires: Amorrortu.

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Sandler, J., Dare, Ch. y Holder, A. (1986). La alianza terapéutica. En El Paciente y


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