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Unidad 1

“El Trabajo analítico y la búsqueda de identidad” Estrada.

Lo que espero es que trabajando algunas ideas que me preocupan y en las que pienso
respecto del psicoanálisis, podamos intercambiar juntos algunos problemas del trabajo
clínico, que creo es lo que nos reúne: la posibilidad de entender a nuestros pacientes.
Voy a trabajar ahora, una posición de desconocido, donde el analista se sitúa como
alguien que no sabe qué va a pasar, que tampoco sabe qué ha pasado, cuando hay un
proceso y que entonces esto requiere de investigación. Este titulo del trabajo se
transformó en el título de esta conferencia: “El trabajo analítico como búsqueda de
identidad”. Conversando con Avila Espada, surge una nueva idea de esto, que es la
búsqueda de identidad mutua, no solamente para el paciente, sino también para el
analista. Una posición del investigador y del trabajador científico desde lo imprevisible,
desde lo complejo; lo que Piera Aulagnier llama “lo imprevisto”, el trabajo con lo
imprevisto. Los clínicos permanentemente estamos sometidos al trabajo de lo imprevisto,
cada sesión es un imprevisto; entonces duelo, narcisismo y problemática identificatoria,
que en mi experiencia de consulta estoy observando cada vez más, aparecen como
conceptos que voy recogiendo y que he centralizado en este abordaje, en relación a la
problemática identificatoria.
Este asunto de la cura psicoanalítica se originó en mi a partir de un paciente que durante
ocho años se había analizado y de pronto, es como si yo hubiera mirado hacia atrás de
ese proceso y me hubiera empezado a preguntar ¿qué es lo que había trabajado? ¿qué
había pasado en ese proceso? Además, ¿qué le había pasado al paciente conmigo y qué
había pasado en relación a la cura? El paciente ¿estaba mejor? Y además, si estaba
mejor ¿en qué estaba mejor? Entonces, este punto acerca del resultado deseable de una
cura y acerca de lo deseable de una cura nos puede llevar a una búsqueda en el trabajo
con el proceso del paciente, y así encontrar cuestiones teóricas y clínicas contradictorias
y/o coherentes entre la teoría y la práctica.
En esta experiencia de búsqueda veo que hay una disociación entre los planteos teóricos
y los planteos técnicos, los planteos técnicos reales en el trabajo con el paciente. Este
apartamiento entre la teoría y la práctica necesita reafirmarse ya que no es posible
entender la teoría sin la clínica ni a ésta sin teoría. Sin embargo, estas disociaciones
juegan en nuestra profesión.
Otra idea que me preocupa es esta cuestión de reflexionar acerca de los objetivos del
análisis y de los ideales que se ponen en juego. El analista cuando trabaja pone en juego
sus ideales, su historia personal, su historia de formación, etc.
Gabel Joseph sostiene que hay que hacer del hombre un sujeto, una persona que pueda
ser lo mejor que ese sujeto puede ser, no lo mejor como una especie de rótulo, aún
psicopatológico, sino lo mejor que ese sujeto quiere y puede ser.
El concepto de sublimación también se podría conectar con el acceso a lo simbolico, y
ambos, con el objetivo de la cura.
El psicoanálisis actualmente está lleno de contradicciones y de teorías y por ende hay que
trabajar con estas condiciones y contradicciones.
Hay que tener una posición intersubjetiva, esta requiere de compromiso, supone la
participación del analista en el proceso, el analista está totalmente comprometido en el
proceso, sus cuestiones fundamentales, una nueva mirada: la contratransferencia, tal vez
muy atacada desde algunos modelos teóricos pero que siempre es imposible de eludir.
Entonces hay que reconocer en este sentido que actualmente la clínica tiene, y esto se lo
debemos a Lacan en mucho, una posición intersubjetiva, es decir, este compromiso del
analista donde va su propia análisis personal y todas las cuestiones fundamentales.
Hay que rescatar el concepto de que la psique está íntimamente involucrada con lo social,
es decir, que el sistema social deja marcas, deja improntas en la psiquis de cada uno de
nosotros en relación a algo más que la teoría del trauma. El tema del trauma compromete
el contexto social, la guerra, la violencia, las drogas, atender adolescentes ver el sentido
que para cada uno de ellos tiene la droga, como ve cada uno, incluso para el que no se
droga, como en realidad el psiquismo de cada uno es un enigma, esto tiene que ver con
que hay un contexto con cuestione muy concretas que no podemos eludir.
Otro tema es que el diagnóstico por estructura impide la creatividad en la clínica, me
gustaría tomar a Piera Aulagnier con su término “potencialidad psicótica” que son esas
marcas primitivas, muy primitivas, a veces puestas en el cuerpo que tiene que ver con el
pictograma y que luego pro alguna cuestión traumática en un puno de la vida resurgen
como psicosis, pero que tiene que ver con estos puntos.

“Historia. Núcleo conceptual y controversias epistemológicas del modelo psicodinámico”

1. Introducción: Los tratamientos psicoterapéuticos antes del psicoanálisis

A Finales del siglo XVIII, estaban las concepciones del tratamiento moral. En el último
cuarto del siglo XIX, aparece la hipnosis como alternativa de futuro en los testimonios
clínicos con los pacientes histéricos, aportador por Charcot y Gilles de la Tourette. Freud
entrará en contacto con estas propuestas, pero irá más allá de la hipnosis, al desvelar sus
insuficiencias, sentando las bases de un nuevo territorio terapéutico que denominó como
psicoanálisis. Este ámbito pasará a ser el eje conceptual de los demás tratamientos
psicodinámicos, los cuales se irán derivando, bien como desarrollos del psicoanálisis, bien
por diferencia con él. En este capitulo situaremos las bases conceptuales del
Psicoanálisis, sus controversias epistemológicas y sus principales líneas de desarrollo
ulterior, hasta el esbozo de sus orientaciones contemporáneas.

2. Historia del Modelo Psicodinámico. Los orígenes del psicoanálisis y de la técnica


psicoanalítica y su repercusión en la psicoterapia

Freud fue el iniciador, catalizador y renovador de las teorías y procedimientos de análisis


de los síntomas físicos, y los conflictos y procesos psicológicos asociados vigentes hasta
ese momento. Esta nueva psicoterapia promueve la resolución o curación de los síntomas
y procesos psicológicos alterados por procedimientos diferentes de los de la medicina,
principalmente mediante el uso de la palabra, el recuerdo, la asociación y también a
través de la relación terapéutica.
A partir de la publicación del libro “Estudios sobre la Histeria (1895)”, escrito por Freud y
Breuer, se considera el punto de arranque de la psicoterapia contemporánea.
Freud trató a sus primeros pacientes basándose en las técnicas de sugestión hipnótica. El
primer sistema de psicoterapia freudiana aparece ya en los “Estudios sobre la Histeria” en
el que Freud sigue una adaptación del método catártico de Breuer, quien a su vez tomó
de Pierre Janet. Cuando Breuer aplicó la técnica hipnótica en el caso Anna O,
completándola con estrategias asociativas y una particular manera de implicación en la
relación terapéutica, ya nos encontramos ante la nueva forma de tratamiento: la
Psicoterapia. Se considera a Breuer como el iniciador de la psicoterapia contemporánea.
Freud que además de sus dudas sobre la utilidad de la hipnosis, tenia dificultades para
hacerla, pedía a sus pacientes que cerraran los ojos, se concentraran y relajaran, y en
ocasiones colocaba una mano sobre la frente de los pacientes para asegurar la evocación
de los recuerdos olvidados. En esa época y trabajando de la manera descrita, Freud
observaba una intensificación del os síntomas cuando la evocación se acercaba al núcleo
patógeno y detectaba la resistencia por la lentitud o parada de las asociaciones libres,
resistencia que consideró posiblemente causada tanto por aspectos internos como
externos (técnica o actitud del terapeuta).
En 1904 Freud describe su método terapéutico: el paciente se reclina en un diván pero ya
no cierra los ojos; el terapeuta se sienta detrás y no frente a él (para no inducirle), y ya no
le pone la mano en la frente (para minimizar el efecto de la sugestión). El método de la
asociación libre estaba ya claramente formulado: El paciente debía decir todo aquello que
le viniese a la mente, sin importar lo absurdo, inmoral o penoso que pareciera. Freud en
ese momento analizaba la resistencia mediante las lagunas y distorsiones del material, y
empezaba a considerar objeto de interpretación las parapraxias, los actos sintomáticos y
los sueños. Luego se topó con la transferencia en el Caso dora, y en 1910 se explaya
sobre la contra transferencia. Desarrolla el concepto de transferencia distinguiendo entre
transferencia positiva, negativa y ambivalente, Freud reconoce la transferencia como un
fenómeno de la vida diaria, que se intensifica en el proceso del análisis.
En 1912 introduce el principio de la atención flotante, por la que el analista debe confiarse
a su memoria inconsciente y avanzar en la exploración de los contenidos mentales del
paciente sin una dirección pre-definida.
En 1914 describió el proceso de la neurosis de transferencia, en la que todos los síntomas
han reemplazado su significado previo dentro de una enfermedad artificial, la neurosis de
transferencia la cual incluye tanto lo que dice el paciente como su conducta, una neurosis
que puede ser curada.
En 1919, publica la regla de abstinencia, criticando que los psicoanalistas se dedicasen a
educar a los pacientes o a intervenir en temas que tocan los valores.
En 1920, publica Más allá del principio de placer, donde reinterpreta el significado de la
transferencia como la manifestación de la compulsión a la repetición. La formulación de la
teoría de las pulsiones de vida y muerte (Eros y Tánatos) introducirá modificaciones en la
técnica. El énfasis en el Yo hará girar el método de la exploración del Inconsciente a la de
las defensas del Yo. En este esquema el Yo siente los impulsos inconscientes como
amenazas, experimenta angustia y se protege mediante un sistema defensivo. En su
ultima etapa Freud acepto que la angustia no podía ser eliminada por completo, y el
análisis empezó a tener un papel mas funcional a l proceso de adaptación, como
utilización de un sistema de defensas mas adecuado y maduro frente a la angustia.
En 1937, Freud se muestra pesimista con el psicoanálisis en cuanto método terapéutico,
considerándolo fundamentalmente una ciencia del inconsciente. Las posibilidades de la
terapia psicoanalítica estaría limitada por muchos factores.
El primer modelo psicoanalítico de curación consiste en hacer consciente lo inconsciente,
el segundo, en el que se le da mayor relevancia a la maduración y mejor estructuración
psicológica y capacidad funcional del individuo (a través del concepto de Yo) así como a
una seria de variantes que se desarrollan en las diferentes escuelas psicoanalíticas.

3. Núcleo Conceptual del Psicoanálisis

Freud deja claro que para él 1) el psicoanálisis es un método psicológico de investigación


clínico; 2) un tratamiento para un determinado grupo de trastornos mentales, las neurosis
y 3) que el psicoanálisis tiene aspiraciones de tener un estatuto científico. Y indica que los
pilares de la teoría psicoanalítica son: el supuesto de que existen procesos anímicos
inconscientes; la admisión de la doctrina de la resistencia y de la represión; la apreciación
de la sexualidad y el complejo de Edipo.

4. Controversias Epistemológicas

El psicoanálisis ha despertado muchas dificultades epistemológicas que podemos resumir


afirmando que la controversia básica en cuanto a la consideración del mismo como
ciencia es la oposición entre la línea positivas y la línea hermenéutica.
Críticas Positivistas: Eyseneck hizo una crítica clínica, sosteniendo que no había nada en
cuanto a evaluación rigurosa de la eficacia terapéutica y en lo poco que se disponía
existía bastante confusión. Mientras que Skinner hace una critica de una calidad
epistemológica superior a la de Eyseneck la lleva a cabo desde el punto de vista de la
psicología científica, la psicología del aprendizaje. El centro de su critica lo constituye su
propio cambio radical de enfoque, su punto de partida, radicalmente distinto al de Freud, a
la hora de estudiar la conducta, enmarca su critica desde la posición apriorística de que el
positivismo es el único saber científico, y con esa base doctrinal, y reduccionista, llevo a
cabo su critica dando por hecha la validez de su propio sistema.
Criticas Hermenéutica: Propuesta por Grunbaum donde le importa demostrar las
credenciales del psicoanálisis para arrogarse como ciencia natural.

5. Principales líneas de desarrollo: Evolución del Modelo Psicodinámico a lo largo del


Siglo XX

Tras la muerte de Freud en 1939, hay una evolución en la que jugara un papel destacado
la primera institución psicoanalítica, la IPA, que se crea en 1910, con el fin de ser una
institución garante de la integridad de la teoría y la practica del psicoanálisis. Entre sus
objetivos estaba el decidir lo que era psicoanálisis y lo que no era, y también seleccionar
entre los aspirantes al ingreso a la asociación, aquellos que cumplían los requisitos
establecidos. Además de los beneficios de toda asociación, para sus miembros constituia
una especie de mecanismo asegurador contra las disidencias como por ejemplo la de
Adler.
La IPA actualmente es una macro-asociación que cuenta con asociaciones componentes
en la mayoría de los países desarrollados, aunque las normas de control y admisión
tienen algunas variantes según las zonas. La IPA viene representando la salvaguarda de
la ortodoxia freudiana.

5.1 ¿Un psicoanálisis o muchos?

El psicoanálisis contemporáneo está organizado en torno a tres direcciones principales:

1- Los autores, que en esencia, pretenden mantenerse freudianos aunque estén


efectuando aportaciones destacadas a la teoría clásica. No cuestionan ninguno de
los elementos nucleares del psicoanálisis freudiano: teoría pulsional, papel de la
sexualidad infantil, complejo de Edipo como aglutinador estructural, teoría del
conflicto pulsión-defensa y respetan la dinámica derivada de la primera y segunda
tópicas como modelos de funcionamiento mental. Lacan y Green pueden ser
adecuados exponentes de esta perspectiva.
2- Los autores que sin cuestionar directamente a Freud, van más allá de estos
conceptos, sorteando las carencias o debilidades de parte del modelo, y
proponiendo conceptos y técnicas que permiten ensanchar el horizonte de
explicación y aplicación del psicoanálisis freudiano. En esta categoría se
encuentran quienes desarrollan la teoría de las relaciones objetales y le dan al
lenguaje y/o al ambiente relacional un papel determinante en la estructuración del
a subjetividad, en el origen de la patología, o en la explicación del cambio. Son
exponentes de esta perspectiva Otto Kernberg, Schafer y Bollas
3- Los autores que rompen abiertamente con la metapsicología freudiana, no usan la
teoría pulsional, ni le conceden centralidad al complejo de Edipo. También
reconsideran el edifico completo del psicoanálisis en base a la matriz relacional de
la que deriva la subjetividad, y consideran el psicoanálisis un proceso de
acompañamiento de la autoconstrucción de un sujeto agente de su experiencia,
exponentes son Mitchell y Stolorow.

“¿Qué es Psicoterapia? Alejandro Ávila Espada

El término psicoterapia abarca formas muy diversas de intervención, tales como la


psicoterapia de grupo, la terapia familiar, la terapia de juego, el psicodrama, además de
las psicoterapias individuales mas conocidas. Tienen una naturaleza esencialmente
verbal.
El ejercicio de la practica de la psicoterapia ha quedado claramente reconocida entre las
competencias de psicólogos clínicos y psiquiatras. Existe una naturaleza multidisciplinar
en su práctica e interdisciplinar en cuanto a su objeto. En casi todos los supuestos de
intervención en el ámbito de la salud y el bienestar social pueden aplicarse variantes o
modalidades de la psicoterapia.
Por otra parte el propio psicoanálisis ha iniciado hace dos décadas un movimiento de
separación y deslindamiento de la psicoterapia. Desde los planteamientos de la Escuela
Inglesa a la llamada “vuelta a Freud” en Lacan, el psicoanálisis en cuanto tal ha dejado de
ser visto como un mero tratamiento reformulándose como una experiencia personal de
búsqueda de significado para el Sujeto, con la mediación del Analista. Concebido de esta
manera el psicoanálisis no es una psicoterapia, ya que no promueve el logro de cambios
objetivables, ni necesariamente los espera como objetivo. Permanecen en el campo de la
psicoterapia las formas de tratamiento psicológico orientas psicoanalíticamente, como la
psicoterapia psicoanalítica de larga duración la psicoterapia breve y focal y la psicoterapia
de apoyo, modalidades que serán delimitadas en el capitulo siguiente.
En su vertiente profesional, podemos definir la psicoterapia como una relación profesional
en la que un experto ofrece un servicio a una persona que lo necesita, de la cual recibe en
contraprestación unos honorarios o un salario de la entidad que lo emplea y ofrece los
servicios.
Esta relación profesional presta especial atención al marco ético en el que se desarrolla.
El psicoterapeuta ejerce sus tareas con honestidad e independencia, asegurándole al
cliente privacidad, confidencialidad y neutralidad moral; le presta atención de acuerdo a
las exigencias técnicas de su que hacer profesional; y especialmente pone buen cuidado
en no manipularle, ni en beneficio propio ni en el de terceros, para satisfacer necesidades
económicas, sexuales, de poder o ideológicas. El terapeuta sirve al objeto general de
facilitar el desarrollo del bienestar, autonomía y competencia personal del paciente, y a los
objetivos específicos que se derivan de los síntomas, malestar y trastornos concretos que
sufre.
El papel del terapeuta radica en conocer los limites e implicaciones de su actuación, para
que la relación terapéutica sirva a sus objetivos. La relación es, sin embargo, un aspecto
determinante por naturaleza: por una parte, configura el contexto interpersonal en el que
se da la psicoterapia, lo que ha hecho que la relación sea uno de los tópicos de
investigación que mas interés suscita en la actualidad; por otra, a través de la relación con
el paciente el terapeuta adquiere buena parte de su competencia.
Bastine, ha delimitado la psicoterapia respecto de otras formas de tratamiento, en base a
tres aspectos:

a- La psicoterapia utiliza medios psicológicos que se refieren al saber psicológico


b- La utilización de estos medios se hace de forma profesional, es decir, por personal
científicamente formado que procede de forma intencional y persiguiendo un ifn, y
que se justifica y evalua su actividad de manera científica
c- Se trata a personas psíquicamente trastornadas.

LA esencia de la psicoterapia radica en la producción de cambios respecto de estados


disfuncionales o patológicos constatables a priori. Los demandantes de la intervención
psicoterapéutica, configuran una existencia de atención que prima sobre los beneficios de
la prevención.

II. PERSPECTIVAS DE LA DEFINICION DE LA PSICOTERAPIA

II.I Ejes para la definición

a- La psicoterapia definida por sus objetivos, en la que la psicoterapia es vista como


un método de tratamiento que intenta aliviar los trastornos de naturaleza
psicológica
b- La psicoterapia definida por sus procedimientos. Se trata de describir la
psicoterapia como una serie de procedimientos psicológicos, generalmente
estructurados en torno a la comunicación verbal como método para la modificación
de los desajustes de la personalidad.
c- La psicoterapia definida por características de los profesionales que la ejercen
d- La psicoterapia definida por la relación. La psicoterapia es identificada como una
clase especial de relación interpersonal en la que se dan experiencias únicas de
aprendizaje social, interacciones y activaciones emocionales singulares,
experiencias de crecimiento personal, etc.

II.2 Psicoterapia: insight versus cambio conductual

El insight no es el fín ultimo de una psicoterapia, sino que han de darse cambios en la
conducta. Tales cambios no van a cifrarse sólo en expresiones de conductas concretas
(excesos o defectos) referidas como síntomas, sino en la capacidad para resolver
problemas presentes o futuros o en la evolución hacia una manera de vivir mas
gratificante y abierta a las posibilidades. El cambio pasa asi a ser enunciado como el
objetivo último.
Cambio no debe considerarse equivalente a cura, la psicoterapia es un procedimiento de
ayuda, no un procedimiento de curación; es un conjunto de medios para facilitar el
desarrollo del cambio deseado mas que el camino para conseguir un cambio total y
permanente.

II.3 La psicoterapia definida por su proceso y efectos

Huber destaca que la psicoterapia no se puede definir de forma estática sino que es
imprescindible hacer referencia a las características de la situación terapéutica y a los
elementos de su proceso. Establecer las condiciones para el cambio terapéutico ha sido
frecuentemente el medio utilizado para describir los procesos terapéuticos generales,
aquellos que caracterizan a toda intervención psicoterapéutica. Un acercamiento posible
al concepto de qué es psicoterapia puede basarse en la identificación de estos factores
generales o comunes. Strupp concreta en tres las condiciones esenciales para el cambio
a través de psicoterapia:

1- Creación y mantenimiento por el terapeuta de una relación de ayuda,


caracterizada por el respeto, el tacto, el interés, y la convicción genuina de ser
capaz de prestar ayuda
2- Utilización de técnicas mediante las cuales el terapeuta influye al paciente
3- Capacidad del paciente de aprovechase de la experiencia de la terapia.

III. Clasificación de las psicoterapias

Tanto nuestra experiencia como las propuestas de los epistmeologos de la clincia


convergen en apuntar que la psicoterapia contemporánea discurre principalmente por
cuatro ejes conceptuales:
a- La psicoterapia psicoanalítica, especialmente potenciada en los modelos
derivados de la investigación de la psicoterapia breve y focal
b- La terapia de conducta basada en la teoría del aprendizaje social, incluyendo la
utilización de técnicas cognitivas
c- Los modelos de la terapia cognitiva que van logrando solidez conceptual
(principalmente el constructivismo y la terapia cognitiva-interpersonal)
d- Los esfuerzos por estructuras una psicoterapia integradora, posición que intenta
organizar a nivel teórico una versión actual del eclectisismo

IV. ¿Qué es la psicoterapia?

Es un conjunto de sistemas teóricos-técnicos aplicados, de carácter interdisciplinar en


cuanto a sus objetivos y multiprofesional en su práctica, derivados de modelos teóricos y
de investigación de diferentes ciencias, y que tiene como finalidad principal la resolución
por medios psicológicos de los trastornos del comportamiento y/o la inducción de cambios
estables en los diferentes niveles de expresión de la conducta en orden al logro del
bienestar biopsicosocial de los individuos en sociedad.
Unidad 2

“Los Innovadores del psicoanálisis contemporáneo: Más allá de Freud; Psicoanálisis


relacional y teoría intersubjetiva”

1. Introducción: Los innovadores del psicoanálisis contemporáneo

El psicoanálisis tradicional se ha visto abocado a reconsideraciones que, sin atentar


contra lo esencial, la ambición de comprender y explicar lo específicamente humano, la
subjetividad, cuestionan algunas de sus hipótesis históricamente centrales.
Desde la mitad del siglo XX y, muy especialmente en las dos últimas décadas, una amplia
variedad de autores, que podríamos denominar los innovadores del psicoanálisis, han ido
más allá de estos “principios irrefutables”. Algunos cuestionando su necesidad, otros
sorteándolos o reformulándolos, de manera que puedan saltearse algunos de los
obstáculos que plantea mantener el edificio teórico freudiano rígidamente inalterable e
insensible al desarrollo del conocimiento. Este psicoanálisis contemporáneo toma
principalmente tres direcciones a) Quienes sin cuestionar directamente a Freud, van más
allá de sus propuestas; entre ellos están quienes le dan al lenguaje o al ambiente
relacional un papel determinante en la estructuración de la subjetividad, en el origen de la
patología, o en la explicación del cambio b) Quienes proponen dejar de lado la
metapsicología freudiana, y en consecuencia por innecesaria la teoría pulsional,
desarrollando un psicoanálisis de la matriz relacional de la que deriva la subjetividad,
conocidos como perspectiva relacional y teoría intersubjetiva c) Quienes establecen un
diálogo entre el psicoanálisis, la psicología cognitiva, y los planteamientos integradores de
ésta y de la perspectiva interpersonal.

2. El Psicoanálisis más allá de Freud

Muchos de los innovadores del psicoanálisis contemporáneo han asumido esta tarea, ir
más allá de Freud, sin cuestionar directamente los conceptos freudianos, pero
aprovechando las aportaciones que se han venido desarrollando desde dentro del
movimiento psicoanalítico en un siglo de historia.

- 2.1: Otto F. Kernberg: La integración del pensamiento freudiano, kleiniano y la


psicología del Yo evolutiva

Ha sido el gran sistematizador conceptual del psicoanálisis contemporáneo, donde ha


abordado la mayoría de los campos (Desarrollos en la teoría y en la técnica, aplicación
clínica a las patologías mas graves o inaccesibles al psicoanálisis como trastornos limites
y narcisistas, la investigación sistemática de los procesos y efectos del psicoanálisis y la
psicoterapia psicoanalítica) y ha efectuado lúcidas integraciones y revisiones de la mayor
parte de las propuestas psicoanalíticas. Kernberg ha logrado articular el respeto a la
teoría pulsional freudiana con los desarrollos de la teoría estructural, la teoría de las
relaciones de objeto de Klein, así como la perspectiva de la psicología evolutiva del Yo,
basada en Mahler y las propuestas de Jacobson sobre las formas patológicas de las
identificaciones tempranas.
Logra que el psicoanálisis alcance una articulación racional mas ordenada. Se atiene a las
fases del desarrollo propuestas por Freud, situando la genitalidad de la fase edípica como
el ideal de desarrollo a alcanzar, en la que se logra canalizar los impulsos instintivos,
maximizando su satisfacción y controlando las pulsiones agresivas en su expresión
antisocial. Toma de Jacobson las fases de organización del sentido de mismidad
individual, a partir de un estado de indiferenciación psicológica en simbiosis con la madre.
El sujeto emerge de un proceso de individuación-separación (Mahler) en el que va
articulando la maduración de sus capacidades de autonomía. Sobre estas ideas Kernberg
va a delinear un proceso de diferenciación progresiva de las representaciones del Sí
mismo y los Otros, al tiempo que se opera con la escisión de los aspectos buenos y
malos, hasta lograr la integración de representaciones de objeto total. De forma que se
alcanza al final del proceso la integración de las imágenes del Objeto y de las imágenes
del Self, ambos tanto en sus aspectos buenos y malos, amados yo diados. Las
dificultades o fracasos que tienen lugar en esos procesos de diferenciación e integración
de la identidad se relacionan con formas específicas que se manifiestan en la
psicopatología, la cual es esencialmente descrita desde esta propuesta de Kernberg,
como una patología de la maduración de las relaciones de objeto.
Kernberg mantiene las pulsiones sexuales y agresivas como los vectores principales que
explican la dinámica humana y considera que la herida narcisista, puede superarse a
través de la interpretación de la hostilidad dirigida al analista, si en la relacion con él
estructura relaciones de objeto más maduras e integradas.
Cree en la interpretación al a hora de alcanzar un cambio significativo en la estructura de
la personalidad del paciente, diseño un modelo de tratamiento para los trastornos limites
donde se “trabaja con” pero no se interpreta la transferencia y al que se incorporan
algunos matices en el encuadre (encuadre flexible y rígido). Crea el método de
Psicoterapia focalizada en la transferencia que está siendo considerado actualmente
como tratamiento de elección con el paciente con trastorno límite de la personalidad.
Para Kernberg hay tres niveles cualitativamente diferentes de organización estructural de
la personalidad, en cuanto a la calidad de la identidad personal alcanzada y su capacidad
funcional en el entorno. Hay 3 niveles de organización estructural:

Criterios Organización Organización Límite Organización


Estructurales Neurótica Psicótica
Integración de la Firme delimitación Firme delimitación Las
Personalidad de las de las representaciones
representaciones representaciones del Sí mismo y de
del Si mismo y de del Sí mismo y de los objetos están
los objetos. los objetos. mal delimitadas o
Identidad Integrada: Difusión de bien hay identidad
Las imágenes Identidad: Los delirante.
contradictorias del aspectos Difusión de
Sí mismo y los otros contradictorios del Identidad: Los
se integran en Sí mismo y los otros aspectos
concepciones están mal contradictorios del
globales. integrados y se Sí mismo y los otros
mantienen están mal
separados. integrados y se
mantienen
separados.
Operaciones Represión y Escision y defensas Escision y defensas
Defensivas defensas de alto de bajo nivel: de bajo nivel:
nivel: Formación idealización Idealización
Reactiva, primitiva, primitiva,
aislamiento, identificación identificación
anulación, proyectiva, proyectiva,
racionalización, negación, negación,
intelectualización. omnipotencia, omnipotencia,
Las defensas devaluación. Las devaluación. Las
protegen al sujeto defensas van a defensas protegen
del conflicto proteger al sujeto de la desintegración
intrapsíquico. La del conflicto y la fusión Sí
interpretación intrapsíquico. La mismo-Objeto. La
mejora el interpretación interpretación
funcionamiento del mejora el produce regresión
sujeto. funcionamiento del
sujeto
Juicio de Realidad Se conserva la Se conserva la Se pierde la
capacidad para capacidad para capacidad de
comprobar la comprobar la comprobar la
realidad, diferenciar realidad, diferenciar realidad. Hay
entre el Sí mismo y entre el Si mismo y alteraciones de la
el Mundo en lo el Mundo en lo relación con la
intrapsíquico, intrapsiquico realidad y también
respecto al origen respecto al origen de las sensaciones
externo de externo de de realidad.
estímulos y estímulos y
percepciones. El percepciones.
sujeto tiene Hay alteraciones de
capacidad para la relación con la
evaluarse a Si realidad y también
mismo y a los de las sensaciones
demás en de realidad
profundidad y de
forma realista.

- 2.2: Roy Schafer: El psicoanálisis como narrativa

Propone una teoría de la acción sustituyendo a la teoría de la líbido. Schafer emprende en


primer lugar un análisis de contenido y redefinición de la terminología freudiana, y
posteriormente, una crítica del lenguaje del psicoanálisis, para la que se basa en
Wittgenstein y Ryle, y de la que deriva importantes consecuencias clínicas. Finalmente, se
alinea con la visión europea propuesta por Ricouer de la justificación hermenéutica del
psicoanálisis proponiendo que se use el concepto de narrativas para comprender el
discurso psicoanalítico.
Una de las ideas centrales del pensamiento de Schafer es el desarrollo del concepto de
agencia, intento redefinir los conceptos básicos del psicoanálisis reestableciendo a la
persona como agente de su experiencia, reconstruyendo al sujeto que el psicoanálisis
precedente había dispersado. Schafer optó por un nuevo lenguaje, tanto para los
procesos del sujeto como para el escenario del análisis. Para Schafer, la transformación
esencial que sucede en un proceso analítico es que el sujeto asume gradualmente su
agencia respecto de lo que vive en su experiencia, pasando, de operar con una
interpretación de la misma en la que los hechos son vistos como objetivos y externos, a
tomar consciencia de que los crea y distorsiona en función de sus necesidades y deseos,
como forma de obtener inconscientemente placer de sus experiencias. Es decir, es
agente de su mundo, e intérprete de su experiencia en él, lo cual le da la opción de
transformarlo.
Propone “Un nuevo lenguaje para el psicoanálisis (1976)” que sustituye las limitaciones e
imprecisiones del freudiano, anclado en el fisicalismo, biologicismo e internalismo de
principios del siglo XX.
En su obra “La actitud analítica (1983)” formula una propuesta cuya aceptación ha tenido
mucho mayor impacto: el concepto de narrativa. La mente está generada y organizada
mediante narrativas, y los modelos y conceptos psicoanalíticos son “guiones
interpretativos” y no principios científicos. El sujeto pasa así, de ser visto como un agente
de sus acciones, a ser considerado un narrador de historias. Desde esta perspectiva,
Schafer ha reubicado las innovaciones clínicas de la psicología del Self, en el marco
freudiano y también las de la teoría kleiniana. Logra así una revisión de los conceptos y
lenguajes psicoanalítico desde un cuestionamiento filosófico y clínico, recontextualizando
el análisis freudiano desde una visión hermenéutica contemporánea, que le da al análisis
una mayor potencialidad.

- 2.3: Hans Loewald: La subjetividad se construye a partir del lenguaje y la


interacción

Loewald hará una relectura de la obra de Freud desde diferentes ángulos, pero siempre
respetuosa y creativa en la que será eje central el papel del lenguaje en la construcción
de la subjetividad.
Loewald considera que los comienzos del lenguaje no son una traducción a partir de la
experiencia sensorial, sino una forma en sí de experiencia sensorial. Loewald distingue
entre la experiencia de un lenguaje primario, interno, oculto, de proceso primario, de un
lenguaje generalizable y diferenciado de proceso secundario, subrayando que lo esencial
es si hay o no conexión entre ambos modos de experiencia.
Si el lenguaje de proceso secundario queda desconectado del de proceso primario,
surgen estructuras psicopatológicas. La salud mental es contingente con la riqueza de la
experiencia que se genera cuando ambos lenguajes están en conexión, y pueden, por
tanto, utilizarse niveles de pensamiento primitivo y sofisticado; formas de organización
intelectual de nivel inferior y superior, sensuales y abstractas, de fantasía y en contacto
con la realidad, orientadas al pasado y al presente. El desarrollo saludable se caracteriza
por el diálogo e interdeterminacion entre estas diferentes formas de experiencia.
Loewald propone que tanto, el bebé como sus cuidadores, constituyen una unidad como
punto de partida para el desarrollo psicológico. Al principio no hay distinción entre el Si
mismo y los Otros, el Yo y la realidad externa, entre pulsiones y objetos de las mismas,
sino que todo ello constituye una especia de unidad originaria donde no hay nada que sea
original y único del bebé. Todo lo que surge en el bebé es producto de la interaccion. De
esta forma, Loewald se aleja bastante de Freud y se sitúa en la línea del psicoanálisis
relacional e intersubjetivo, aunque defiende que ésta es la línea en la que evolucionaba el
pensamiento de Freud, que quedó inacabado y que de manera natural hubiera llegado a
plantear el origen del psiquismo en su contexto natural interactivo. Para Loewald la
adquisición del símbolo es a la vez la creación de una experiencia nueva, donde el
símbolo da una nueva vida a lo simbolizado, mientras que las pulsiones son vistas como
estos de integraciones interpersonales precedentes, que derivan de las relaciones vividas
en la experiencia anterior, y que sirven en el presente como estímulos de las nuevas
experiencias interactivas que serán simbolizadas.

- 2.4: Jacques Lacan: El inconsciente como lenguaje

Retoma planteamientos saussureanos, proponiendo su famosa formula “El inconsciente


está estructurado como un lenguaje”, lo que quiere decir que en su formación, el lenguaje
y el inconsciente freudiano se rigen por los mismos mecanismos. La adquisición del
lenguaje, de la gramática, por un niño es un fenómeno en gran medida inconsciente.
Estos mecanismos serían los mismos que están en la base de la gestación del síntoma
neurótico, los chistes, los lapsus, y los sueños. Incluso la creación literaria y poética
usarían los mismos procedimientos.
Para Lacan se trata de ver si se pueden describir los mecanismos de funcionamiento del
inconsciente descubiertos y expuestos por Freud (la condensación y el desplazamiento,
propios del proceso primario), a través de figuras lingüísticas, lo que consigue con el uso
de la metáfora y la metonimia, para cuyas definiciones se apoya en Jakobson. Dichas
figuras de la retórica estarían en la base misma de formación del inconsciente.
Lacan organiza en tres categorías la estructura psíquica. Son tres registros solidarios, que
para el ser hablante se presentan inseparables y el modelo del nudo borromeo intenta
indicar la indisolubilidad de los tres registros que están continuamente entrelazados:

- Lo real, es lo que hay antes del lenguaje, durante el periodo de la vida en que el
niño es todavía infans, un real primitivo, no simbolizado, este mundo exterior que
rodea al infans. Son formas alternantes, presencia sobre un fondo de ausencia,
cuya aparición y desaparición conducirá al niño al juego del símbolo y al inicio dd
las primeras palabras, como el Fort Da. La presencia y ausencia de la madre no es
la única alternancia que produce lo real, también están el sueño y la vigilia, la
noche y día, el espacio y tiempo kantianos. Lo real está hecho de imposible,
también la interioridad del cuerpo constituye otra forma de lo real (el cuerpo de la
madre en particular), el cuerpo propio (lo constitutivo, lo biológico), las formas de la
naturaleza, el sol, la luna. Real y realidad no son lo mismo para Lacan. La realidad
es un montaje entre lo simbólico y lo imaginario. Lo real esta allí desde siempre.
- Lo simbólico, que es el registro del lenguaje, el mundo de las leyes, los códigos.
Un momento determinado de esta adquisición para Lacan es la culminación del
Edipo y la formación del SuperYo, una estructura simbólica como también lo es el
Ideal del Yo. La palabra es la representación de lo simbólico. Lo simbólico es la
realidad del lenguaje, y de ahí su importancia en lo que se refiere a la psicoterapia
psicoanalítica.
- Lo imaginario se instala a partir del narcisismo, cuya presentación óptica es lo que
intentó Lacan con su estadio del espejo. Como su nombre indica, tiene que ver
con las imágenes. Es la relación fundamental de un sujeto con otro. Se instala a
partir de esa relación dual primaria del niño con su semejante – ya sea otro niño, la
madre o la imagen que le devuelve el espejo- y que aún no proporciona
subjetividad mientras se mantenga la fusión yo-imagen. El niño no ve en el otro
más que un semejante con el que se confunde y se identifica (identificación
imaginaria, narcisista). En el mundo humano adulto, el dominio de lo imaginario, se
encuentra en las fantasias diurnas, las ensoñaciones, los sueños. En la
psicoterapia es particularmente importante que el sujeto se apropie
simbólicamente de sus fantasias, las integre, lo que en muchos casos de neurosis
es la mayor fuente de resistencias por parte del paciente.

La aportación mas original de Lacan fue el estadio del espejo. Se trata de un momento
del desarrollo del infans, entre los 6 y los 18 meses, confirmado por los experimentos
con monos de los psicólogos de la Gestal y significa un momento esencial del acto de
inteligencia. De este momento privilegiado se pueden entresacar nociones importantes
para la teoría psicoanalítica de la identificación.
En primer lugar la Identificación primaria narcisista, dual, imaginaria. Origen de todas
las identificaciones posteriores. Llena el vacío entre los dos términos de una relación
(cuerpo e imagen). Es alienante porque el niño no tiene ninguna distancia frente a ella,
es su doble (imagen del espejo o niño-otro). Confunde su cuerpo con el de su
semejante. Es la relacion en la que Lacan coloca de forma más genuina el origen de la
agresividad, que no se deriva de las frustraciones, sino del narcisismo. Aquí se da el
primer drama de la existencia, un momento esencial a conseguir: el advenimiento de
la primera experiencia de unidad y localización del cuerpo. Pero también determina
una relación alienante, la sujeción del niño a su imagen, a sus semejantes, a su
madre, al deseo de su madre, es la fijación psicótica. Luego tendrá lugar la
Identificación secundaria o paterna, el orden simbólico que coincidiría con la
instauración definitiva del SuperYo freudiano, y las relaciones triangulares, familiares y
sociales.
En nuestra opinión, es posible que tengan que pasar algunos años para poder valorar
con mayor precisión las auténticas aportaciones de Lacan, separándolas de la
ornamentación de su obra. Para Lacan su retórica y estilo eran muy importantes (el
estilo es el hombre) pues Lacan siempre fue consciente de su barroquismo. Llegó a
afirmar sin rubor que comprenderle llevaba su tiempo y exigía un proceso de
elaboración ya que lo que tenia que decir estaba inserto en su estilo. La aportación de
Lacan consistió, sobre todo, en el intento de una ordenación retórica y epistemológica
de los escritos freudianos, si bien, como se ha señalado en mas de una ocasión, ha
cometido algunos abusos.
- 2.5: Cristopher Bollas: Lo sabido no pensado

Pertenece a la Sociedad Psicoanalítica Británica, es la figura actual mas representativa en


el grupo de los Independientes. Ubicado dentro del marco epistemológico general del
psicoanálisis, privilegia el estudio de la experiencia subjetiva como fuente de conocimiento
del Otro en el marco de la relación terapéutica, y en especial, del fenómeno de la
identificación proyectiva.
Bollas se inscribe en la línea de los analistas de la Escuela Británica que hacían escucha
de las relaciones de objeto, concebida interpersonalmente, y apela a su propia
experiencia como terapeuta de niños autistas y esquizofrénicos para explicar su posición
en la escena clínica. Estos niños incapaces de decir/narrar s experiencia, nos la pueden
mostrar (hacer vivir) – si el clínico admite ser usado como un objeto y guiado a través de
su propio mundo interno por entre la memoria que el sujeto guarda de sus relaciones de
objeto-. Bollas critica que ni la concepción psicoanalítica clásica ni lacaniana aborden el
drama del sujeto y el otro en la transferencia ni tampoco el carácter de aquella parte de la
psique vive en el mundo sin palabras.
Para Bollas, el ser humano posee desde el nacimiento un potencial de propio ser que
tiende a realizarse e instalarse como sujeto en el mundo. Para ello ha de contar con un
ambiente facilitador y usar los objetos a su disposición. Bollas define al Yo como aquellos
procesos organizadores inconscientes determinados por una estructura mental, que se
desenvuelve a partir de la disposición heredada del infante y de la dialéctica entre, este
carácter intrínseco del niño y la lógica del sistema parental de cuidado. El Yo precede en
mucho el advenimiento del sujeto. Cada individuo posee una tendencia estructuran
interior. La persona se irá formando en una dialéctica entre las disposiciones heredadas y
el ambiente. El objeto materno es concebido como proceso transformacional, en el que
destacan más los ritmos, que los contenidos. De ahí se derivan unas reglas de existir y
vincularse que son la interiorización de la lógica de cuidados maternos. Su posición es
compatible con las actuales formulaciones osbre las disposiciones una memoria no
narrativa (de experiencia9 que se aproxima a las actuales concepciones sobre memoria
procedimental en el proceso de aprendizaje. El trastorno psíquico se derivaría de la
insuficiente o inadecuada sintonización entre las necesidades del niño y la sensibilidad y
atención maternas, ya que quedan huellas, sombras y memorias no narrativas de tales
experiencias. El analista provee un entorno que facilita y sugiere la regresión, se ofrece a
sí mismo para ser usado como objeto a fin de promover el desarrollo del self genuino.
Bollas propone una apertura al nivel de la comunicación inconsciente que el paciente
hace de aspectos o fragmentos de s mundo interno, creando un ambiente en la escena
clínica. Este ambiente se irá conformando a través de los denominados talantes, pero
también de cualquier otro modo de expresión, mientras el paciente recrea su vida infantil
en la transferencia, lo que forzará el analista a revivir tales vivencias
contratransferencialmente. A partir de este presupuesto, el autor plantea sus propuestas
de modificación técnica. En el trabajo Usos expresivos de la contratransferencia comienza
afirmando que “me parece crucial que los clínicos encuentren la manera de poner sus
estados psíquicos subjetivos, como objetivos del análisis, a disposición del paciente y de
ellos mismos, aunque todavía desconozcan el sentido de estos estados. Para ello ha de
darse en el analista una predisposición contratransferencial, lo cual quiere decir que, lejos
de evitar los sentimientos, ideas y sensaciones que nos produce el paciente en aras de ua
supuesta neutralidad, Bollas nos propone crear un espacio interior que dé opción a que
tales fenómenos se expresen, considerando que son producto de la asociación libre que,
a través nuestro, hace el paciente. Aceptar que el estado contratransferencial más común
es un no-saber-pero-vivenciar, implica tolerar la incertidumbre que el paciente nos crea,
consintiendo que éste nos manipule a través del uso transferencial, hasta darnos una
identidad de objeto (uso del analista-terapeuta como el objeto del paciente).
El analista debe estar dispuesto a ser usado y a través de tal uso, podrá entender la
huella de los primeros objetos que marcaron al paciente. Cómo usar, a su vez, lo que del
paciente recibe es lo que le lleva a proponer modificaciones de la técnica tradicional.
Estas se basan, esencialmente, en un mayor desvelamiento de la subjetividad del
analista.
Pero no se limita a proponer revelar al paciente sensaciones o intuiciones antes de que s
formulación interpretativa tenga posibilidad de decirse.

- 2.6 Andre Green

Green es uno de los autores del psicoanálisis actual de mayor relevancia. Pretende
integrar una teoría del lenguaje y de la representación sin reducir el psicoanálisis a un
juego de significantes lingüísticos. A partir de una detallada relectura de Freud, sin dejar
de revisar ni reelaborar ningún rincón de su obra, Green integra la propuesta lingüística de
Lacan con la elaboración de la relación objetal en Winicott. Pero fundando todo ello en la
teoría pulsional freudiana.
Green fue coherente desde el primer momento dada su posición teorica futura entre el
cuerpo y la psique pura entre Bion, Winicott y Lacan, entre la clincia arcaica y la
metapsicología mas freudiana, entre la madre objeto de la locura primaria y el padre
garante del triangulo edipico.
Green ha sabido mantenerse en contacto fecundo con las corrientes psicoanalíticas
opuestas.
Los principales conceptos son:

- Lo negativo: Es a partir de los casos limite o muy difíciles que el autor va


desarrollando teóricamente lo que se dado en llamar clínica del vacío o de lo
negativo. Podemos acercarnos a la comprensión de la teoría de lo negativo a partir
del análisis que hace Green sobre la polisemia lingüística de lo negativo, análisis
en el que registra cuatro sentidos: 1) sentido de lo negativo como oposición a algo
positivo, como resistencia a una entidad distinta, lo que puede conllevar la
destrucción 2) indica la relación simétrica sin lucha, simple contrario de valor
equivalente 3) remite al estado de una cosa que contrariamente a las apariencias,
continua existiendo incluso cuando ya no es perceptible por los sentidos; no
solamente en el mundo exterior sino en el interior. Remite a la noción de ausencia
y de latencia, y es por tanto, el que mas interesa al psicoanálisis. El psicoanálisis
se interesa por este sentido de lo latente, lo que no debe ser hecho presente, que
incluso debe haber sido olvidado, es decir, privado de cualquier fuerza de
representación y borrado 4) entender lo negativo como aquello que falta, que está
ausente, el lugar vacio de lo que fue e, incluso, aquello cuya existencia se niega o
se ignora.
Green confiere al trabajo de lo negativo un sentido tanto estructurante como
desestructurante. La falta (de satisfacción de una necesidad, de objeto) puede dar
lugar a una estructura positiva que garantice la continuidad del desarrollo como
ocurre con la creación del objeto transicional que formulo Winicott: aquí lo negativo
es estructurante. Pero si la falta es tal que no se puede elaborar y se intenta
evacuar, expulsar, tenemos una negatividad de lo negativo, que se perpetúa en un
sentido desestructurante. Nada puede construirse en esa especie de agujero
negro.
Green investiga el trabajo de lo negativo en dos ámbitos: uno, en aquellos
aspectos inherentes a la actividad psíquica mas general que define como la
negativización de un exceso (lo pulsional), cuyas manifestaciones serían la
represión, la identificación y la sublimación. Otro, en aquellos aspectos que tienen
en común la desorganización: el narcisismo negativo, al reacción terapéutica
negativa, la alucinación negativa.
- Revision de la pulsión de muerte: Retoma la pulsión de muerte, para explorar si es
un concepto útil, incluso el valor del mismo concepto de pulsión. En la misma
dirección que Freud, Green sostiene la hipótesis de que la función autodestructiva
cumple un papel correspondiente para la pulsión de muerte al que cumple la
función sexual para el Eros. Difiere del maestro en que no cree que tal función
autodestructiva se exprese de manera primitiva, espontanea o automática.
- Alucinación negativa: La sitúa en el mismo origen que el narcisismo primario. Se
da cuando no se constituye suficientemente el espacio vacío en que se inscriben
las representaciones. El psicótico estará abocado a una continua alucinación
negativa de s pensamiento, una especie de evacuación continua por una continua
invasión. Aquí es donde la alucinación negativa se instala al servicio de la pulsión
de muerte, y el intento de cura es el delirio o la alucinación positiva
- Psicosis Blanca: Ha influido mucho en el psicoanálisis contemporáneo. Es
clínicamente una estructura psicótica en estado latente, invisible, en negativo,
núcleo en si de la psicosis antes de una eventual repliegue sobre si (como
Hebefrenia o Autismo) o una intento de curación delirante (psicosis delirante). Su
concepción de la psicosis blanca clínicamente asintomatica pero que expresa en
definitiva la acción de la pulsión de muerte. Acá no hay triangulación edipica,
discriminación de función paterna y materna. Solo existe por un lado, lo bueno y lo
malo, por otro la no presencia (o pérdida) y la presencia invasora.

Green habría sido el primero en entender que no se puede prescindir de una teoría del
lenguaje y de la representación, pero que tampoco se puede reducir el psicoanálisis a un
juego de significantes lingüisticos como hizo Lacan. Establece también tres tipos de
discursos del paciente en función de su tonalidad afectiva. En el primer tipo el afecto
invade el discurso, lo densifica y compacta en exceso. En el segundo tipo el torrente
asociativo oculta el afecto y la transferencia. En el tercer tipo el ideal, silencio y discurso
se articulan y el afecto alimenta el tejido asociativo sin interrumpirlo. Ambos tipos de
afecto, primario y secundario, son en realidad indisociables, extremos polares de un
continuo.
Su concepción psicoanalítica del lenguaje parte de un supuesto “si el lenguaje es
mediación hacia el inconsciente, entonces hay que someter la palabra y sus condiciones
de producción a una modificación tal que la función mediadora se vuelva audible. En este
sentido destaca tres aspectos de los parámetros aludidos propios del encuadre:
privativos, coactivos y aumentativos. Conforma así el encuadre un dispositivo
psicoanalítico destinado a transformar hasta lo posible el aparato psíquico en aparato del
lenguaje. El encuadre guardian del análisis al modo en que el sueño lo es del dormir,
favorece la aparición de esos objetos de tercer orden, linguisticos, que sustituyen a los
objetos de la realidad psíquica y material. La función del encuadre es lograr una
metaforizacion polisémica: metáfora del sueño (constancia, restricción motriz, etc)
disminución de las barreras entre las realidades material y psíquica, vectorizacion de la
representacion de objeto hacia la representación de palabra en presencia del Otro. Este
dispositivo psicoanalítico permite que sobrevenga el otro del objeto, poniendo en juego la
teoría de la triangulación generalizada con tercero sustituible.

- 3.1 Stephen Mitchell: El psicoanálisis relacional

Da una perspectiva que resulta de integrar las diferentes tendencias interpersonales,


evolutivas, culturales e interaccionales en el ámbito del psicoanálisis, principalmente de
Sullivan y que adquiere una suficiente diferenciación de otras posiciones cercanas a fines
del siglo XX.
Para Mitchell (1993) el psicoanálisis relacional implica un cambio de paradigma sobre la
mente, a la que redefine como un “modelo de transacciones y estructuras internas
derivadas de un campo interactivo e interpersonal”. El concepto central del modelo es la
Matriz relacional que Mitchell propone para superar la dicotomía entre lo interpersonal y lo
intrapsíquico, “matriz de relaciones con los demás, en la cual estuviéramos inscritos de
manera inevitable luchando simultáneamente por conservar nuestros lazos con los demás
y por diferenciarnos con ellos”.
Por tanto la unidad de estudio es un campo de interacciones dentro del cual surge el
individuo y pugna por relacionarse y expresarse. La persona sólo es inteligible dentro de
la trama de sus relaciones pasadas y presentes, donde son laves las experiencias pre-
verbales vividas en momentos clave del proceso de desarrollo, que influirán en el futuro
las relaciones adultas. El trabajo analítico implica descubrimiento, la participación, la
observación, y la transformación de estas relaciones y de sus representaciones internas.
Para Mitchell los esquemas repetitivos de la experiencia humana se derivan de una
tendencia general a conservar la continuidad, las conexiones y la familiaridad del mundo
personal e interactivo. Las configuraciones relaciones básicas tienen tres dimensiones: el
Self, el Otro y el espacio entre ambos. Cómo fueron las primeras relaciones
estructurantes (escenarios obviamente pre-edípicos) determina las estructuras de relacion
objetal que organizan la experiencia de las relaciones actuales, incluida la relacion
analítica, lo cual puede ser utilizado como escenario para el cambio. Este escenario de
cambio potencial implica el encuentro entre un modelo del paciente, como un niño incapaz
de encarar ciertos aspectos de la realiad, en oposición a ser un adulto con la capacidad
para encarar la realidad displacentera tal como se presenta, y una ideal del analista como
objeto parental protector, En el espacio relacional, que ambos comparten, se ponen en
juego percepciones inconscientes sobre lo que el paciente percibe de la mente del
analista, y lo que el analista percibe de la mente del paciente. Si hay sintonía afectiva, no
verbal, existe la posibilidad de que el tipo de nueva relacion que se establece entre ambos
desconfirme los patrones arcaicos de relacion que determinan la patología.

- 3.2 Robert Stolorow: La teoría intersubjetiva

La teoría intersubjetiva implica una redefinición de los conceptos teóricos clásicos del
psicoanálisis que ahora son ubicados en un nuevo marco: el sistema paciente-terapeuta.
La metáfora central es el sistema o campo intersubjetivo, siempre cambiante en el que la
experiencia se conforma continuamente de manera recíproca, tanto a lo largo del
desarrollo, como en la situación terapéutica.
La metáfora central es el sistema o campo intersubjetivo, siempre cambiante en el que la
experiencia se conforma continuamente de manera recíproca, tanto a lo largo del
desarrollo, como en la situación terapéutica. Dentro de este campo se formula un léxico
que describe las subjetividades que interactúan en sintonía o mala sintonía. Así, se habla
de conjunciones y disyunciones. Hay conjunción intersubjetiva cuando los principios
organizadores de la experiencia del terapeuta sirven para aproximarse empáticamente a
los que rigen la experiencia del paciente, y disyunción cuando alteran de forma
fundamental la experiencia del paciente.
Otro concepto básico es el de principios organizador inconscientes, son la alternativa
motivacional a las pulsiones. Stolorow los define como los patrones recurrentes de las
transacciones intersubjetivas que se dan en el sistema niño-cuidadores lo que da lugar a
la creación de principios invariables que organizan inconscientemente la experiencia del
niño.
La resistencia se concibe, no sólo como la activación en primer plano de estados afectivos
defensivos propios del paciente, sino también como una respuesta al funcionamiento del
terapeuta. La transferencia se redefine como la experiencia del paciente de su relacion
con el terapeuta debida a los propios principios organizadores y a la activad del terapeuta.
Y la contratransferencia, como la experiencia del terapeuta de su relacion con el paciente
debida a sus principios organizadores y a la actividad del paciente.
Habla de impasse, entendido como una situación de estancamiento debida a una
disyunción que se prolonga en el tiempo: un malentendido sostenido e insidioso entre
paciente y terapeuta. El análisis del impasse es la via regia hacia la aceptacion de la
inevitabilidad de pensar en términos intersubjetivos ya que se pone de manifiesto en
primer plano la experimentación de una misma situación de dos formas contrapuesta,
debido a la diferente organización de los mundos subjetivos de paciente y terapeuta. De
esta forma, ocurre con el impasse lo que pasó anteriormente con la resistencia y la
contratransferencia, que pasaron de ser obstáculo a la buena marcha de la terapia a
constituirse en oportunidades para el progreso terapéutico, tras pasar por un proceso de
esclarecimiento y análisis.
Si todos los conceptos cambian al inscribirse en un marco intersubjetivo, lo que se
mantiene y hereda de la psicología del Self. Es el método de investigación empático-
introspectivo. Se investigan los principios organizadores de la experiencia del paciente a
través de la empatía, los principios organizadores de la experiencia del terapeuta, a través
de la introspección y por ultimo el campo psicológico formado por la interrelacion entre
ambos.

“Psicoterapia Psicoanalítica: Principios Conceptuales” Ávila Espada

1. Introducción: ¿Es lo mismo Psicoanálisis que Psicoterapia Psicoanalítica?

En este capítulo vamos a efectuar una síntesis de los principales aspectos técnicos que
caracterizan al psicoanálisis y a las psicoterapias psicoanalíticas que de él se derivan.

1.1 El método psicoanalítico

El método psicoanalítico surge para poder investigar la realidad psíquica inconsciente. A


su vez, el descubrimiento progresivo del método va haciendo posible la definición y
conformación del psiquismo inconsciente. Es análisis, separación, disgregación de lo que
está imaginaria, rígida y tal vez patológicamente conjuntado. Pues bien, el método
psicoanalítico pretende descoser, descoser, desmontar (analizar) ese burdo remiendo
para que se ponga de manifiesto lo inconsciente del Sujeto. Si el método analítico
pretende desmantelar las construcciones patologizantes, para hacerlo, instrumentaliza
determinadas operaciones que adquieren así el valor de técnicas. Por ejemplo: la
interpretación, el uso del diván que favorezca un discurso menos confrontado con el otro y
en donde el sujeto se escuche más; el manejo de ciertos silencios como momentos en
que se pueda poner en cuestión el sentido o sinsentido de lo dicho.
El análisis está al servicio del descubrimiento, y que como tal su finalidad no es curativa,
sino de apertura, búsqueda, colision, descubrimiento con lo que pueda tener de potencial
transformador, pero sin buscar un fin predefinido. Entendido así, en estado puro el
psicoanálisis es hermenéutica y construcción de la subjetividad, que inevitablemente
provocará transformaciones, pero que no las busca como propósito clínico.

1.2 El método de la psicoterapia

Psicoterapia es sinónimo de tratamiento psicológico. Los fines de la psicoterapia están


pues orientados por la contribución al bienestar subjetivo y social. El objeto de la
psicoterapia está cerca de la realidad vital y relacional del sujeto de sus conflictos no sólo
presentes y pasados, sino presentes y futuros; de las consecuencias que pueden tener
sus conductas; de los déficits de capacidades yoicas de todo tipo para manejar los
problemas.
La psicoterapia psicoanalítica habrá de usar las técnicas que le permitan atender
simultánea o sucesivamente a dos fines: logro de cambios con relevancia clínica y
producción de subjetividad, sin renunciar a ninguno de ellos pero sin ignorar que el logro
de los cambios es la respuesta que el sujeto demanda a sus necesidades.

2. PSICOTERAPIA PSICOANALÍTICA: PRINCIPIOS CONCEPTUALES


2.1 La evolución de la técnica psicoanalítica

Freud que primero arranca con el método hipnótico, luego se desilusiona y se decanta por
introducir nuevas ideas, hilvanadas en su relación con Breuer, y al hilo de las reflexiones
plasmadas en los Estudios de la Histeria. La cura por la palabra que ya se perfila en el
método que Breuer usaba con Anna O, va a ser desarrollada por Freud en sus intentos de
establecer una teoría que explique la neurosis y por ende, su terapéutica.
Frente a la catarsis, liberadora de emociones traumáticas, pero en la que no hay lugar
para la elaboración, y al a hipnosis sugestiva, en la que, si bien traía a la consciencia lo
olvidado, el paciente dormido dependía de la reiterada actividad y control del terapeuta,
Freud va a optar por un paciente despierto. En esta situación el paciente descubre como
traer a su consciencia material reprimido, a través de la asociación espontánea. Ello
sucederá en el marco de una relación especial con el terapeuta que se ve teñida por la
transferencia. Desde 1896 Freud da primacía en su método a la llamada asociación libre
del paciente, correspondida con una atención parejamente flotante en el terapeuta.
El cambio estructural devendría del combate con lo reprimido del conflicto neurótico y sus
resistencias, en el terreno de la transferencia, mediante el desarrollo en el análisis de una
neurosis de transferencia. Freud roza en esa época la problemática de la
contratransferencia, y ya hacia 1915 ya están claramente establecidas las normas de
accesibilidad al análisis, la iniciación y el encuadre, también los instrumentos de trabajo.
El fin inmediato era la toma de consciencia del significado de los deseos inconscientes
conflictivos, para, tras ello, acceder a la meta mas lejana de la cura que se alcanzaría se
si se daban los oportunos cambios metapsicológicos en dichos conflictos y en el aparato
mental.

2.2 La demanda. Las situaciones y los encuadres analíticos

La demanda tiene diferentes planos de manifestación:

- Hay una demanda explicita, observable en el análisis de contenido del material


(comportamiento verbal y no verbal del sujeto que consulta expresado en el
contexto de la relación con el clínico)
- La demanda ha de ser valorada en sus dimensiones latentes (no directamente
observables pero inferibles por el clínico) que remiten a procesos estructurales
relativos a la organización e integración de la identidad de sujeto.
- La demanda es implícita en cuanto que es una inferencia del clínico que la usa
como hipótesis de trabajo
LA DEMANDA

Explícita vs Implícita
Manifiesta vs Latente
Sintomática vs Estructural
Proceso de la demanda: Propuesta de Encuadre
Expresión-Clarificación-Respuesta Derivación
Rechazo por inconsistencia
El trabajo de la demanda permite pasar:
De la posición de objeto a sujeto, agente de la Demanda (Mediado por
los procesos de comunicación social en la sesión)
Una vez valoradas las características del sujeto y su demanda, la propuesta de un
encuadre de trabajo es la herramienta del clínico para la iniciación del tratamiento.

2.3 Reglas y Condiciones que contiene el encuadre


- Estabilidad y continuidad temporal: La duración de la sesión ha de ser estable 45 o
50 minutos. El horario está fijado de antemano, la frecuencia de sesiones es
también estable (1 o 2 sesiones por semana para sicoterapia psicoanalítica y 3 o4
para psicoanálisis).
- Constancia espacial e intimidad segura, aunque distanciada. Se construye un
espacio privado, ocupado solo por el analista-terapeuta y el paciente
- Relación de carácter profesional: Hay pago por el analizado al analista de sus
honorarios profesionales (prefijados) o en su caso pago institucional subsidiado
explicito
- Abstinencia: el analista usa la relación y la comunicación con el analizado al
servicio de las necesidades del proceso analítico, evitando satisfacer las suyas
propias. Todo ello en el marco de los límites éticos y legales.
- Tarea analítica: El contexto de la sesión deviene así en espacio potencial de auto
y hetero-observacion con el material de todos los planos de comunicación y
secretos existentes en la relación, en aras de su comprensión. La comunicación
que se da en la relación terapéutica es comunicación, autentica, si bien es
asimétrica, reflejando la asimetría del deseo, necesidad y dependencia que existe
entre ambos participantes.

2.4 Acuerdo de tratamiento, alianza de trabajo o terapéutica. Motivación de


Tratamiento

La activación de la alianza terapéutica implica que se pasa gradualmente de la


efectuación implícita del acuerdo de tratamiento, a su integración experiencia, vivencial,
en un compromiso intersubjetivo paciente-terapeuta. En este marco definimos la
motivación de tratamiento como la motivación de cambio que se activa en el paciente, en
sus dimensiones cognitivas y emocionales, caracterizada por la presencia de tres
componentes.

- El sujeto tiene cierto grado de reconocimiento de su necesidad de recibir ayuda, y


por ello facilita que se le pueda prestar ayuda
- El sujeto dispone de cierta categorización consciente sobre su problema
- El sujeto tiene disponibilidad afectiva para recibir ayuda, derivada de vínculos
precoces o precedentes al tratamiento que permiten que se de en cierto grado la
confianza básica paciente-terapeuta para que le tratamiento sea posible.

Los sujetos que demandan tratamiento no necesariamente tienen activada su motivación


de tratamiento, y por ello el terapeuta ha de ocuparse a la vez que diagnostica la
demanda, y las capacidades estructurales del sujeto, de activar o facilitar dicha motivación
de tratamiento.
2.5 El Proceso psicoanalítico. Sus modelos. Sus fases

En Freud hay tres modelos implícitos sobre como se logra el cambio

A- Lo formuló y usó en la etapa fundacional del psicoanálisis y podemos establecerlo


en torno a la propuesta de hacer consciente lo inconsciente. Primer mediante la
hipnosis y después con la ya propiamente analítica asociación libre, se logra una
liberación de contenidos del inconsciente y de los afectos reprimidos asociados,
que pasan a la consciencia e hipotéticamente dejan de determinar los síntomas.
B- El modelo anterior fue juzgado insuficiente por el propio Freud, que en las décadas
en las que elabora sus principales escritos técnicos lo complementa con un
modelo de Traslaboracion del conflicto. Lo que significa que en la situación
analítica se activan fenómenos de transferencia y resistencia en torno a los
conflictos, y que estos conflictos pueden ser interpretados y elaborados en
sucesivas y repetidas ocasiones, hasta su resolución
C- En 1920 Freud sostiene que “Donde había Ello que haya Yo, donde pone el
énfasis en la reconstrucción del Yo y el ajuste de sus mecanismos de adaptación

3. ELEMENTOS TÉCNICOS
3.1 Las técnicas de las que se diferencia la psicoterapia psicoanalítica

La descripción de la técnica psicoanalítica, mencionaremos aquellas que están


frecuentemente presentes en la psicoterapia psicoanalítica y psicoanálisis, aunque se
matice su utilidad o su interferencia. Nos referimos a la catarsis, la sugestión, la
persuasión, los consejos e instrucciones, las preguntas y la actividad del paciente a través
del juego, la escena, el dibujo u otras tareas expresivas.
La técnica analítica se propone como una evolución y superación del método catártico. De
igual manera la técnica analítica va más allá de la mera sugestion, de la persuasión
racional a través de la argumentación lógica, de la actividad pedagógica que aporta
consejos e instrucciones para el aprendizaje y la práctica.

3.2 Los instrumentos específicos de la psicoterapia psicoanalítica

Se trata de:

- Regla de Asociación Libre: La regla fundamental, se invita a que el paciente se


deje influir libremente sus asociaciones, verbalizando todas las ocurrencias,
recuerdos, ideas que se le presenten sin poner restricción alguna. Todo puede ser
útil aunque parezca inapropiado, sea relato de experiencia vida, sueño o fantasia.
Es un cambio de dirección en el estilo de verbalización del sujeto, donde se deja
llevar progresivamente por la verbalización espontánea de sus pensamientos y
ocurrencias. En este procesos representarán resistencias, que habrán de ser
trabajadas con el paciente.
- Atención Parejamente Flotante: Es la actitud complementaria del analista con la
escucha del paciente que asocia, donde no se presta especial mayor atención al
hilo lógico del discurso o se da preferencia a unos temas sobre otros, sino que
permanece a la escucha de los efectos del inconsciente sobre el lenguaje y toam
toda la producción como digna de interés.
- Regla de Abstinencia: Se refiere a que el terapeuta se atiene a su papel, un papel
que ya viene limitado por la ética profesional en el que se abstiene de hacerse
presente como persona real en la relacion con el paciente, el terapeuta procura no
hacerse presente como persona que muestra o actúa sus sentimientos u
opiniones, evitando además ofrecer al paciente satisfacciones sustitutivas de sus
deseos y necesidades, así como dar consejos o mantener una actitud pedagógica.

Hay herramientas como las preguntas; los señalamientos; clarificación, confrontación


y las cuasi-interpretaciones

3.3 Fenómenos característicos de las fases inicial e intermedia del tratamiento.


Transferencia, contratransferencia y resistencia

El tratamiento puede ser descrito en cuatro fases: inicial, intermedia, avanzada y final. Y
hay fenómenos característicos en cada una de ellas.
La fase inicial, es un período que comprende el primer periodo de entrevistas desde que
comienzan los contactos clínicos hasta que terapeuta y paciente perciben que están ya de
hecho trabajando conjuntamente mediante una interdeterminacion de procesos, que
permite valorar que el proceso terapéutico que conducirá potencialmente al cambio se ha
activad y ahí encontramos:

- Transferencia: Es un fenómeno natural en todas las relaciones humanas,


especialmente en las que comportan cierta asimetría funcional o de rol. En la
transferencia los deseos inconscientes relativos a otras relaciones u objetos
pasadas o actuales se repiten en el marco de una relación actual, especialmente
en la relación terapéutica y con la persona del terapeuta o analista. Freud la
categorizo en positiva y negativa y subdividió a la primera en sentimientos tiernos
y ansiosos; y por otro lado sentimientos sexuales; en cuanto a la negativa implica
sentimientos hostiles.
- Contratransferencia: Este fenómeno se refiere al conjunto de manifestaciones del
inconsciente del analista-terapeuta relacionadas con las manifestaciones de
transferencia del paciente. Este concepto ha evolucionado desde ser considerado
un obstáculo a ser considerado especialmente valioso para el trabajo terapéutico
- Resistencia: Conjunto de reacciones del paciente que obstaculizan el desarrollo
del tratamiento y puede derivar de defensas, resistencias al cambio, amenaza
contra la identidad, transferencia.

3.4 Fenómenos característicos de las fases avanzada y final del tratamiento

Los fenómenos son:

- Traslaboración: o secuencia reiterada una y otra vez de la aparición de una mezcla


de material inconsciente y comportamientos actuales, en el marco de la
transferencia, que son objeto de confrontación, clarificación e interpretación,
seguida de la experiencia de insight o toma de consciencia de significados, a nivel
tanto de su dimensión cognitiva como emocional
- Acting Out: Es el paso al acto, describe una actuación no consciente del paciente
determinada por el proceso analítico que tiene lugar fuera de los límites del
encuadre, o desplazada desde el marco del tratamiento al escenario de la vida y
las relaciones del paciente, con los riesgos que ello comporta. El acting out es
inevitable, pero requiere ser interpretado y puesto bajo control consciente del
paciente, así como reconducido al análisis de la transferencia. En torno a este
fenómeno, cabria hablar de Acting out del terapeuta cuando se dan fenómenos de
resonancia contratransferencial en los que el terapeuta actúa sin control sus
propios conflictos o puntos ciegos, lo cual ha de ser detectado precozmente, y
resuelto con ayuda de la supervisión del análisis del terapeuta.
- Reacción terapéutica negativa: Boicotea los esfuerzos de cambio actual, e incluso
puede implicar que un tratamiento que evoluciona muy favorablemente se
estanque e invierta su tendencia. Es una especie de reacción paradójica, en la que
tras lograr los cambios esperados, el proceso se invierte, como una reacción de
miedo ante el éxito que se transforma en fracaso
- Impasse: Es otro de los fenómenos característicos de la fase avanzada que
implica una detención insidiosa del proceso terapéutico, un estancamiento crónico,
que tiende a perpetuarse como una situación de falta de sintonía entra paciente y
terapeuta: para el paciente todo está bien en el tratamiento, para el terapeuta es
clara la sensación de estancamiento, de que no se logra avanzar más allá.
- Ansiedad de separación: Se da mas críticamente cuando el paciente empieza a
vislumbrar que el tratamiento está avanzado y que habrá una terminación. Este
fenómeno se conoce como ansiedad de terminación, la cual está asociada a
algunos fenómenos característicos, como la huida del paciente para evitar tener
que enfrentar la separación y los ya descritos de reacción terapéutica.

UNIDAD 3
“Diagnóstico y Evaluación para la Psicoterapia Psicoanalítica” Pilar Ortiz Quintana

1. La evaluación previa a la psicoterapia y psicoanalítica

Entre los psicoanalistas, podemos encontrar respuestas a favor de la realización de un


psicodiagnóstico previo al comienzo del tratamiento porque permitirá una mejor
orientación para la elección terapéutica, o bien respuestas en contra considerando el
diagnostico innecesario e incluso, un obstáculo.
El psicodiagnóstico permite una indicación terapéutica mas certera y personalizada y una
predicción de las posibles vicisitudes del proceso. Alerta sobre los aspectos patológicos
que pueden haber quedado encubiertos en la entrevista

2. Analizabilidad

Con este término nos referimos a las indicaciones y limitaciones de la psicoterapia


analítica.
Paz (1980) elabora un esquema de analizabilidad según el cual es necesario tener en
cuenta tres áreas que considera codeterminantes del proceso analítico: área del paciente,
área del analista y área del ambiente familiar
Para Paz, el paso inicial para determinar la analizabilidad de un paciente lo constituye un
estudio psicológico, ya que el psicodiagnostico permite verificar y confirmar predicciones
surgidas de las primeras entrevistas que por si solas, al menos en algunos casos pueden
dar lugar a planteamientos terapéuticos

3. Proceso Psicodiagnóstico

El proceso psicodiagnóstico será e contexto en el que se realizan las tareas necesarias


para el conocimiento del caso. Las fases son:

A- Fase inicial: Comprende el primer contacto y las entrevistas iniciales con el


paciente
B- Fase de Exploracion: Corresponde a la dministracion de tests, elección de las
pruebas se hara en base a las que se consideren mas adecuadas para el caso
C- Cierre del Proceso: Comprende la entrevista de devolución al paciente, y cuando
sea necesario, el informe escrito al profesional que derivo el caso

Las técnicas a utilizar son:

- Entrevista: Cumple la función de recogida de información acerca del sujeto y


permite establecer una relacion entre el psicólogo y el entrevistado que nos dará
información acerca de cómo el sujeto podrá enfrentarse a una relación terapéutica.
Tiene un campo, lo que indica que entre los participantes se estructura una
relacion de la cual depende todo lo que ella acontece; este campo tiene que ser
configurado por el entrevistado, para permitirle hablar; para ello también debemos
tener un encuadre fijo.
Con la entrevista podremos: detectar el grado de tolerancia del paciente frente a la
dependencia terapéutica; detectar el grado de plasticidad o rigidez; cambios en las
características del vinculo paciente-terapeuta durante las fases; estimar el
ingrediente afectivo y/o negativo; detectar el nivel intelectual; detectar el grado de
interés del paciente más allá de finalidades terapéuticas; evaluación de las
posibilidades sublimatorias.

- Técnicas Proyectivas: Quieren investigar el papel de todas las funciones y


procesos psicológicos, que actúan en la personalidad total enfatizando la unicidad
e interaccion de los interés, conflictos y estilos de organización que caracterizan a
cada individuo.
El psicodiagnostico adopta la actitud de neutralidad característica del psicoanálisis
y entre ambos, psicodiagnosticador y sujeto, se establece una relacion
transferencial mas o menos manifiesta y mas o menos breve que puede estimular
las producciones del sujeto o bloquearlas.

“12: La iniciación del tratamiento” Mitjavila Garcia

1. La Demanda Terapéutica

La demanda constituye el primer encuentro entre el terapeuta y el paciente dentro de la


situación clínica, acá se ponen en juego el modo de pensar y proceder terapéuticos,
porque ya desde el inicio se da la relacion y con ella la transferencia.

1.1 El análisis de la demanda: la demanda como expresión de conflicto

El análisis de la demanda supone escuchar los aspectos explícitos y comprender los


aspectos implícitos y/o inconscientes y asimismo diferenciar entre las expectativas
neuróticas y sanas, realistas e idealizadas que la misma puede comportar. En el primer
encuentro, no solo nos explica algo de su conflicto e historia, sino que también está
actuando en directo.
Responder a cualquier demanda conlleva el riesgo de caer en una pura actuación (acting
out), o entrar en colusión con la patología del paciente. Ahí nos podríamos encontrar que
estamos respondiendo a una demanda de tipo sadomasoquista, adictiva, erotizada,
obsesiva, etc.

1.2 Las condiciones para una buena demanda terapéutica


- Que exista consciencia de sufrimiento (motivo mas legitimo y eficaz que impulsa la
demanda)
- Que el paciente situé su problemática o conflicto en el terreno psicológico
- Que tenga deseo de cambiar
- Que se sienta en alguna medida sujeto activo de su situación
- Que acceda voluntariamente a la consulta

2. Las entrevistas iniciales


Considerar el inicio del proceso terapéutico en las primeras entrevistas es situar una
frontera en lo puramente observable y esta frontera es válida a efectos pragmáticos
siempre que tengamos en cuenta que en realidad algo concerniente a la futura relación
terapéutica se pone ya en marcha antes del primer encuentro formal.

2.1 Función y objetivo de las primeras entrevistas

Lo podríamos resumir en tres puntos a) confirmar o precisar la indicación de tratamiento,


esto incluye también una tarea diagnóstica b) atender lo que se expresa en ella ya que
puede ser indicativo del curso futuro, tendrá por tanto una dimensión retrospectiva y una
cierta dimensión anticipativa c) informar al paciente acerca de las condiciones del trabajo
terapéutico.
La función esencial de las primeras entrevistas es la de precisar la indicación terapéutica
a partir de la demanda y características del paciente.

2.2 Aspectos Técnicos y otras peculiaridades

Desde el punto de vista técnico, las primeras entrevistas tienden a ser algo más directivas
que las sesiones dentro del curso terapéutico, el terapeuta puede preguntar mas (aunque
nunca convertir la entrevista en cuestionario). Pensamos en un criterio de primeras
entrevistas minimas necesarias para poder aclarar ciertos puntos referidos al diagnostico,
indicación y acuerdo o compromiso de trabajo. Alargarlas conduce a la instauración de la
transferencia que no podrá abordarse plenamente.
Creo que es mejor evitar entrevistarnos con los consultantes cuando estamos seguros de
que no tendremos posibilidad de atenderlos. A veces, la experiencia demuestra que no
sólo al paciente le puede resultar difícil renunciar al primer profesional que lo ha recibido,
sino que también al mismo terapeuta le puede costar renunciar al caso.

2.3 Actitudes del Paciente en las Primeras Entrevistas

El paciente nos puede explicitar claramente sus dudas, y hay que agradecer su franqueza
y nunca debemos dejarnos sorprender cuando la ambivalencia, la oposición o el rechazo
aparezcan.
Se considera un signo positiva cuando el paciente nos cuenta en la segunda entrevista
algo que sintió durante la primera entrevista.

3. El encuadre y el contrato terapéutico

Las condiciones formales donde se va a desarrollar el proceso terapéutico. Estas


condiciones tienden a ser constantes (espacio, tiempo, uso del diván). La aceptación de
estas condiciones y el compromiso libremente aceptado entre el terapeuta y el paciente,
se llama contrato terapéutico.
No hay terapeuta sin encuadre, no hay paciente sin encudre, luego tampoco hay proceso
terapéutico sin encuadre.

3.1 Elementos que constituyen el encuadre y su función


Lo primero que el paciente percibe en su trato con el terapeuta es el contexto o encuadre.
Se divide en: Espacio (es recomendable que no delate nada de la intimidad del terapeuta
para ser coherente con su actitud de neutralidad ya que el lugar físico representa el
espacio interno mental del terapeuta)
Tiempo (se ha de mantener con absoluta rigurosidad, evitando cambios e
improvisaciones)
El Divan
El acuerdo económico

3.2 Justificación del Encuadre

Cuanto más estable sea el marco donde se desarrolla el proceso terapéutico, mas fácil
será observar las variaciones que aporta el paciente

3.3 Conflictos que moviliza en el paciente y cómo se manifiestan

En la rebelión del paciente seguramente hay algo de conflicto infantil inconsciente que se
expresa mas o menos revestido de formas o sutilezas adultas.
La prescripción estricta del espacio y tiempo que le corresponden, puede desvelar el
sentimiento de carencia, de querer o necesitar más e lo que concede el terapeuta; de
rechazo en cuanto a sentir que necesita menos o nada del terapeuta; puede asimismo,
movilizar aspectos de curiosidad infantil (edípica).
El factor tiempo moviliza también las dificultades relacionadas con la separación y el
reencuentro. Aca vemos los fallos en la asistencia, a las sesiones o el retraso. Mientras
que las de espacio vemos al paciente situado en el umbral de la sala de espera
controlando entradas y salidas.
El diván tiende a despertar angustia relacionada con la pérdida de control e indefensión,
sobre todo por el hecho de que el paciente no puede ver al terapeuta y en cambio se
siente observado de él.
El acuerdo económico puede constituir desde la perspectiva mas infantil o neurotica una
especie de herida narcisista para el paciente aunque como adulto entiende que ha de
pagar y lo hace. Los deseos infantiles desearían borrar la frontera de lo profesional y
mezclarlo con lo amistoso, afectuoso o erótico. Se ve en retrasar los pagos o no pagar.

3.4 El manejo terapéutico del conflicto frente al encuadre

Tratar de comprender el conflicto que nos está expresando inconscientemente a través


de la transgresión e interpretarla en base a este conflicto. El terapeuta se verá trabajando
con el instrumento –contexto en este caso- que sea capaz de construirse. Cada paciente
obliga a una cierta reconstrucción y cuestionamiento del encuadre y no sólo en el sentido
negativo que apuntábamos antes sino también en el sentido positivo

3.5 El uso defensivo del Encuadre

El uso defensivo se da cuando el encuadre en lugar de garantizar las condiciones de


trabajo se pone al servicio de proteger intereses no terapéuticos del terapeuta, este último
abusa del poder que le da su rol. Detrás de esto el terapeuta puede ocultar inseguridad,
miedo, ignorancia, agresividad, incompetencia y hasta su propia neurosis.

4. Características de la relación terapéutica, la actitud de neutralidad

Implica que el terapeuta aun siendo un elemento implicado vivamente en la relación, no


puede manifestar sus sentimientos ni opiniones ni nada que sea transmitir algo de su vida
personal. Debe inhibir aspectos espontáneos de su conducta y expresividad.

4.1 Diferencias entre neutralidad, directividad y apoyo

La directividad es propia de los modelos conductuales, donde le da al paciente una


respuesta muy concreta que incide directamente sobre su conducta o lo que debe hacer.
El apoyo como estrategia terapéutica supone reconfortar al paciente ofreciendose como
recipiente catártico.

4.2 Conflictos que moviliza en el paciente y manejo técnico

Como en cualquier relación vinculante, los deseos de conocer al otro para hacerlo más
familiar, o tranquilizador, emergen inevitablemente en este contexto, pero estos deseos
expresados a través de la curiosidad en relación a la persona del terapeuta, no pueden
ser satisfechos.
Sabemos que este conflicto responde a un patrón relacional primario e inconsciente. El
paciente lo expresa en términos actuales pero el prototipo primitivo debe situarse en los
primeros límites que los padres imponen a los deseos y curiosidad infantil.
El manejo terapéutico adecuado consiste en mantener la misma actitud de neutralidad,
que define nuestro rol señalando o interpretando los aspectos de conflicto y los móviles
inconscientes que llevaron a reclamar determinada información. Responder a las
preguntas u otras demandas que el paciente puede plantear para romper nuestro
anonimato, serivirian tan solo para impedir la emergencia del conflicto. Con las respuestas
directas a las preguntas directas, cerramos interrogantes y puertas de acceso al
conocimiento de los determinantes primario y regresivos

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