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Ensayo

Ética, probidad y valores

“La importancia de la escuela en la formación valórica y ética”

Nombre: Ámbar Valdés Verdugo

Profesor: Patricio Bahamondes Becerra


La importancia de la escuela en la formación valórica y ética

La escuela como institución posee un rol invaluable en la sociedad, ya que no solo es un


espacio en el cual se entregan conocimientos, y desarrollan habilidades cognitivas, sino
también es de suma importancia en el desarrollo integral de los niños y jóvenes. Este
desarrollo integral le otorga a la escuela una función socializadora y transformadora, lo que
implica el aprendizaje de valores, comportamientos, normas, los que van de la mano con la
cultura social dominante, el contexto político y económico al que pertenece.

En la actualidad la función socializadora de la escuela ha perdido importancia, ya que se ha


visto superada por otros actores como los medios de comunicación, las redes sociales, a eso
se puede sumar la poca atención que prestan las familias a fomentar los aspectos valóricos.

La pregunta es ¿La escuela está cumpliendo con su rol de lograr el desarrollo integral de los
estudiantes?

Para lograr este desarrollo integral del estudiante, y desarrollar la función transformadora y
social es necesario que las instituciones escolares fomenten en conjunto un comportamiento
ético, no valen los esfuerzos individuales del docente. El transmitir valores no se realiza
solo mediante contenidos, sino que requiere de acción, mediante situaciones que pongan en
práctica principios como la libertad, la justicia, el respeto al otro, el actuar éticamente.

“No hay educación sin ética. Aquello que distingue la educación del adoctrinamiento es
precisamente que la primera tiene ineludiblemente un componente ético” (Melich, 2002,51)

De la afirmación de Melich se interpreta que puede existir acción educativa si esta tiene
como finalidad el logro de objetivos de valor, que sean atendidos de forma ética por todos
los actores involucrados en el proceso educativo. De esta forma la educación no puede
prescindir de los valores, ya que en cada acción educativa realizada se transmiten actitudes,
valores, preferencias, costumbres las que se relacionan con la cultura y sociedad en las que
está inserta la escuela, por lo tanto, la formación ética forma parte esencial del individuo y
contribuye de forma positiva en la formación de los estudiantes.
Ahondando en los fines de la educación Alfred North Whitehead matemático y filosofo
inglés plantea lo siguiente:

“La finalidad de la educación es infundir sabiduría, la cual consiste en saber usar bien
nuestros conocimientos y habilidades. Tener sabiduría es tener cultura y la cultura es la
actividad del pensamiento que nos permite estar abiertos a la belleza y a los sentimientos
humanitarios.”

Whitehead defiende la importancia de impartir sabiduría, cultura, como uno de los fines de
la educación, el considera que centrar la función educación solo en la instrucción favorece
las ideas inertes, el conjunto de pensamientos que la mente recibe, pero no utiliza. Por lo
tanto, una sociedad que da lugar a ideas muertas debilita los ideales educativos, los
perjudica.

Lo planteado por Whitehead sobre el sentido v con el que se debe emprender la teoría y la
práctica educativa encuentra fortaleza en nuestros días con los argumentos de Delors
(1996), donde expresa que los sistemas educativos formales pretenden dar prioridad a la
adquisición de información, en detrimento de otras formas de aprendizaje, por lo que es
necesario concebir la educación como un todo que implica aprender a conocer, aprender a
hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser.

La escuela no es el único agente responsable de la educación integral de los niños y


jóvenes, también lo son instituciones como la familia y el Estado, sin embargo, es la
escuela la que ha asumido de manera mas formal dicha función, por lo tanto, es necesario
que se cumpla de la mejor manera posible, ya que cualquier descuido provocará daños
irreparables en el individuo, lo que influirá negativamente en la sociedad en que esté
inserto.

Frente a este escenario es importante que la escuela centre su atención en su Proyecto


educativo institucional, en el cual se plantea entre otras cosas ¿Qué queremos lograr?, ¿Qué
valores nos guiarán?, ¿Cuál es el perfil de estudiante que queremos entregar a la sociedad?
El centrar el foco en las metas institucionales, permitirá la formación de hábitos en los
estudiantes, los que al realizar de forma sistemática se materializarán en la forma de actuar
de estos. Para ello se debe trabajar en conjunto entre cada integrante de la institución, ya
que con intenciones planificadas se materializará el entregar un estudiante al finalizar el
proceso educativo que encarne la misión y visión planteada en el proyecto educativo. Así
que dar atención a las cuestiones éticas en las instituciones educativas es necesario y puede
ser muy ventajoso, es necesario entonces preguntarse por la meta de las organizaciones y
los medios que se están aplicando para conseguirlas.

Se requiere de docentes que sean una influencia positiva en los estudiantes a los que
enseñan, esto implica no solo construir y entregar conocimientos académicos sino también
la formación valórica, moral y ética de este. La enseñanza que entrega el docente a sus
alumnos sobre todo en los primeros años de escolaridad marcará positivamente en la forma
en que este se desenvolverá a futuro, por lo tanto, es vital que este entregue lo mejor de sí,
sea el mejor ejemplo, todos los actos que se realicen deber ser actos lícitos y deseados.

En el contexto social actual, se debe fortalecer el rol de la escuela y volver a posicionarse


en su función formadora, incorporar a las familias, ya que en muchos casos estás dejan de
lado la formación valórica entregando la total responsabilidad de ello a la escuela. El
formar en valores es favorecedor para el fortalecimiento de las relaciones humanas, y la
sana convivencia tanto en las escuelas como en el entorno social y familiar.

La escuela como institución pública, está sometida constantemente a los cambios sociales y
políticos que se producen, por lo tanto, debe estar atenta a estos cambios y saber dar
respuesta a los nuevos requerimientos y necesidades que surgen, aportando y dando
soluciones a dichas problemáticas y adaptándose además a ellas. Dicha labor puede resultar
desalentadora muchas veces, pero no por eso se claudicará en seguir ejerciendo la
importante labor.

El inculcar valores es fundamental para hacer del ser humano mejores personas,
comprometidas con su entorno, respetuosos por el otro y consigo mismos. Los valores son
los conceptos que influyen en la forma en la que las personas actúan y se comportan al
tiempo que los hacen mejoras personas y facilitan que haya certidumbre en la forma en la
que se desenvuelve la vida cotidiana. Los valores son la base de referencia para las
decisiones que cada persona toma día a día y reconocer el valor de la contribución de cada
persona a la sociedad, lo que finalmente hace del individuo una mejor persona.
Referencias bibliográficas

Carballido, F. A. H. (2004). Los fines de la educación: Educar para la sabiduría: propuesta


de Alfred North Whitehead.

León, A. R. (2012). Los fines de la educación. Orbis: revista de Ciencias Humanas, 9(23),
4-50.

Brito, R. P., & Barrionuevo, M. L. (2006). Ética y valores en las instituciones educativas. In
XIII Jornadas de Investigación y Segundo Encuentro de Investigadores en Psicología del
Mercosur. Facultad de Psicología-Universidad de Buenos Aires.

Ruiz, P. O. (2018). Ética y educación: una propuesta educativa. Boletín Redipe, 7(8), 30-45.

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