Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
I
Sólo una economía estaba industrializada efec-
tivamente en 1848, la británica, y, como conse-
cuencia, dominaba al mundo. Probablemente en-
tre 1840 y 1850, los Estados U·n idos y una gran
parte de la Europa central, habían cruzado o es-
taban ya en el u·m bral de la revolución industrial.
Ya era casi seguro que -como pensaba Richard
Cobden hacia 1835 ª- en veinte años los Estados
Unidos serían considerados como el más serio
~ompetidor de los ingleses, y que los alemanes
Página 108.
Hacia un mundo industrial
Las revoluciones burguesas
300 mismo en Inglaterra, en donde la mayor catástn.).
apuntaban también a un rápido avance induS t ri~l. roe del período inicial del industrialismo ocurri6
Pero los pronósticos no son realizaciones, -~or.
0 entre 1839 y 1842 por razones puramente «moder-
que en la década 1840-1850 la transforrnacion m- as» coincidentes con una baja de precios de los
~ere~les. El vértice de espontánea combustión so-
dustrial del mundo que no hablaba inglés era, muy
modesta todavía. ·P or ejemplo, en 1850 habia un cial en Inglaterra se alcanzó ·e n la huelga general,
total de poco más de doscientos kilómet~os ~e no planeada, de los cartistas, que estalló en el ve-
• El triunfo mundial del sector indu st rial tendía una 5 El primer censo británico se hizo en 1801, pero el pri-
vez más a hacerlo converger, aunque de manera diferente. mero verdaderamente bien hecho fue el de 1831.
Hacia un mundo industrial 303
302
Las revoluciones burguesas
Este notable aumento de población estimulaba
des zonas sin utilizar como Rusia) en las regiones mucho, como es natural, la economía, aunque de-
más avanzadas económicamente. La población de bemos considerar esto como una consecuencia
los Estados Unidos (acrecida por la inmigración más que como una causa exógena de la revolució~
que estimulaban los ilimitados espacios y recursos económica, pues sin ella no se hubiera mantenido
de un continente) aumentó casi seis veces des· un ritmo tan rápido de crecimiento de población
de 1790 hasta 1850, pasando de cuatro a veintit~és más que durante un período limitado. (En efecto,
millones de almas. La población del Reino l!n~d~
1a,
rna e.te ,J >OiW ( cop1--do ó.c los trencesca '1 1ol ifl&lei-
q- düdt' 112, u~aba de Ber'ttn • ltqde-,
burp m qu~ horas en ve-~ de e, dN 4lAI 7
N debié, en a.ran parte. a th me)ol"a.t a !..n lfM...-.,.
p!il!l"tH y tamb"n. desde tuep,, a la fflC )C)flil ~
ral m la eficacia del IP,btfftM>' y b acbl'~f'>
,ned.o El t:errocarriJ y el brillante m ~-to CS. a_~ eión ( v. cap. X ).
wut HíU .(!~ ta, tt.nfas posta.l~i c-n lUt ( p f f f ~ El ttr"1" rn..n cambk> fue. bulUM u ~
udc) ·OOD u u,vcndón de los sen os adhni~ nwntt", el 1ra.n aunwneo ·" - Co.tr.iéffw y m~-...
m ,..,1 ) mulUplic:ó )0$ oon-cos; ~ ro 1.eic.h uo &nW$ awi-q_
u e oo '"º
todu parre,, Po:ir ._,i«m,~.
ao tta,
• amboi htYelUOI, ., ·a l paises m<"OOS ~iutados pruebas de que los campuJno, de la C.~t,u-y o b
que tn,1a,ten"'&. h&bian aa,uncn tado ~bo: . ft- Apu11a ft~lffU pr-eiparatto. ,..,.. fflrir:r-.r. 1\1 . .
rn l&ln 1 1t t O f'l n~to de c_artu enY'J.da\anuaJ.. el conjunto de product o s ~ aualmcttie ~ b
GM'AW m Frand:A subió d~s.de M ~ k ma l.noa. sraaferia de- Nkjnj No.-,ored ~ .f # T • ~ ~ ~
Lot bueoa GG '6k> uao mis , clOCH 'I liel,UEO&. DtDte • . Pe:ro aomando aJ tmmdo • ta . . . N-
.mo que t-amhitn w c•pacidad de carp en voludóo como UD lodo. r-t ~ r o • ~
.
- .--,o,-
. .--. • . y produc-1os letl.ia et imp,ru et., u •~ b.-
'"' 1116 y 11:50. w,m noeo ffl.llloMI. ék ~
H p A, ~ . f:.t,_. l i t. . . . . ~ .._,_. f'
z1x.xx V•hA•. •• ~ .-._ ~ • ..,, ,._."""'
JIUlto • ~ ...... .,_, ...., . . • ,.ltíiif, a J.111ttirm
1 Blwa lo,~ f;Jli/l ,-_._, • ~ ,._ ?i1
Hacia un mundo industrial 30~
308
Las revoluciones burguesas
para emprender la peligrosa hazaña de construir
za 1' y casi seis millones de toneladas de produc- segadoras mecánicas, y quizá más difícil aún con-
ció~ de carbón ( cerca de tres veces más ·q ue vencer a los granjeros de la conveniencia de segar
en 1830). En 1830 no había compañías mineras ,en con ellas sus espigas o, por lo menos, de que mi-
Bélgica; en 1841 casi la mitad del carbón extra1do 11
rasen con buenos ojos la novedad» • Significó la
pertenecía a tales empresas. . sistemática creación de los ferrocarriles y las in-
Sería monótono citar datos análogos en Fran;1ª, dustrias pesadas de Europa, e incidentalmente,
los Estados germánicos, Austria y los otros paises
dujo hasta después de 1848. El pe_ríodo 1_830-1848 Como en Inglaterra, los artículos de consumo
señala el nacimiento de las zonas mdustnales, de -generalmente los textiles, pero también algunas
los famosos centros y firmas cuyos nombres se han veces los alimenticios- guiaban aquellos brotes de
hecho familiares al mundo desde entonces, aunque industrialización; pero los productos principales
sólo más tarde alcanzarían su adolescencia y su -hierro, acero, carbón, etc.- eran ya más impor-
madurez. Mirando a aquellos años, comprendemos tantes que en la primitiva revolución industrial in-
lo ·q ue significó aquella at1:11ósf_era de excitantes glesa: en 1846, el 17 por 100 de los empleos indus-
experimentos técnicos, de mqmetantes empres~s triales en Bélgica estaban en esas graneles indus-
innovadoras. Significó la apertura del Oeste ~e~10 trias, contra un 8,5 por 100 en Inglaterra. En 1850
americano, aunque la primera sega_dora mecamc~ tres cuartas partes de toda la fuerza de vapor in-
de Cyrus •M cCormick (1834) y los primeros dos mil dustrial de Bélgica se utilizaban en la minería y
quinientos litros de trigo enviados, hac~a. el Este en la metalurgia 1". En cambio, en Inglaterra, la
desde Chicago en 1838 sólo tendnan sitio en la proporción de nuevos establecimientos industria-
historia a causa de lo que significaron después les -fábrica, fragua o mina- era más bien peque-
de 1850. En 1846 la factoría que se arriesgó a fa- ña, rodeada por una maleza de trabajo subcontra-
bricar cien segadoras mecánicas fue_ ~1:1Y felicitada
por su audacia: «Era realmente ~1~1~Il encontr~r 15 Citado en S. Giedion: Mechanisation Takes Com-
socios con suficiente arrojo, dec1s1on Y energia mand, 1948, pág. 152.
18 R. E. Cameron: op. cit., págs. 115 y sigs.
11 R. E. Cameron: op. cit., pág. 347; w.. Hoffmann: The
14 R. E. Cameron: op. cit., pág. 347. Growth of Industrial Economies, 1958, pág. 71.
Hacia un mundo industrial 307
Las revoluciones burguesas
306
so~revivieron mucho al fin de las guerras, que pro-
abandonaron sus países natales ( casi cuatro quf~- duJ o una gran crisis en todas partes. Todo el perío-
tas partes de ellos para trasladarse a las ~e~i- do 1815-1830 fue de retroceso o al menos de lenta
cas ), y dentro de los propios países las corrientes r~cuperación. Los Estados pusieron en orden sus
de migración interna eran mayores aún. Entre 178~ f~anzas, generalmente por una rigurosa defla-
y 1840 el comercio internacional del mundo occi- c10n. (Los rusos fueron los últimos en efectuarla
dental en su conjunto se triplicó; entre 1780 Y 18SO en 1841.) Las industrias se tambalearon bajo los
\ , ', u ' " ' ·' , ,,, h' ,k :,,~,,, ,\ü , \" \\\ h'' '"'~ "'~ \\\\ \l\i \~ ,h'
\\\\\' ~\-" ~, ,,\\ \H \\N \t\\ ~'\
·H
l ; l ¡,.u , .\h ' \n, \11 , 111.,l
1~
~\' í h '
\hh h\ , h\\ \h\ t'" h\~\~t-?:\"t,a \.'\:.
, ., 1¡,1 1'.h \11, d ,• 1•d , 1, ~ \
1 ,\ l. , , 111 \1 ' , ,\ \. \ ):' '
i,l \ l\ 1\ 111 1" • ,·\ , , , , ,
~ . de lnf3t ak1 ;a _com o una e íiM ►amfa m.de pen- h ~ & ~ al Oes R ~ R t.H fb--
~ de Ca!'. .sz!i _p!hi@ i:S'.Jha lDll.'J"
"
,!ew k; d Sm- {que htlf•J it taha poeo s. de aqud
lus ~ Le 1'. ~
,,e .
.¡--¡. -
tec:w:SJ&.) er3. 1mS. HitWME+®ia tipic¡111"•
dc¡sc n- ~ la IWDf'R~ .m:sa btadJa. tm poca ~
Hacia un mu ndo ind ust ria l 321