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SINTESIS TRIBUTARIA

(Abril 08)
No. 44
“Aprender sin pensar es inútil. Pensar sin aprender es peligroso”.
Confucio

REMUNERACIONES SUJETAS AL IMPUESTO SOBRE LA RENTA

De acuerdo al ordenamiento jurídico tributario en Venezuela, las personas naturales que


prestan servicios bajo relación de dependencia, deben calcular el impuesto sobre los
enriquecimientos netos conforme al artículo 31 de la Ley de Impuesto Sobre La Renta que
dice:

Se consideran como enriquecimientos netos los sueldos, salarios,


emolumentos, dietas, pensiones, obvenciones y demás remuneraciones
similares, distintas de los viáticos, obtenidos por la prestación de servicios
personales bajo relación de dependencia. También se consideran como
enriquecimientos netos los intereses provenientes de préstamos y otros
créditos concedidos por las instituciones financieras constituidas en el
exterior y no domiciliadas en el país, así como las participaciones gravables
con impuestos proporcionales conforme a los términos de esta Ley (resaltado
nuestro)

La legislación impositiva consideró una amplísima base para determinar los ingresos
provenientes de una relación laboral, observando que el criterio utilizado guarda
correspondencia con lo que la doctrina del derecho laboral define como “salario integral”,
cuyo concepto está ampliamente descrito en el artículo 133 de la Ley Orgánica del Trabajo:

“ se entiende por salario la remuneración, provecho o ventaja,


cualquiera fuere su denominación o método de cálculo, siempre que
pueda evaluarse en efectivo, que corresponda al trabajador por la
prestación de su servicio y, entre otros, comprende las comisiones,
primas, gratificaciones, participación en los beneficios o utilidades,
sobresueldos, bono vacacional, así como recargos por días feriados,
horas extras o trabajo nocturno, alimentación y vivienda”.(resaltado
nuestro).

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De acuerdo al artículo 31 transcrito en Ley del Impuesto Sobre La Renta, las personas
naturales que prestan servicios bajo relación de dependencia deberán calcular los impuestos
con base en la totalidad percibida por concepto de sueldos, salarios y demás
remuneraciones similares, es decir por el salario integral. Ahora bien, en fecha 27 de
febrero de 2.007, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, dictó la sentencia
No 301 publicada en Gaceta Oficial No 38.635 de fecha 01 de Marzo de 2007, donde
concluyó que los conceptos que conforman el enriquecimiento neto de los trabajadores sólo
incluyan las remuneraciones otorgadas en forma regular y permanente (salario normal) tal
como lo dispone el parágrafo segundo del artículo 133 de la Ley Orgánica del Trabajo que
dice:

“A los fines de esta Ley, se entiende por salario normal la remuneración


devengada por el trabajador en forma regular y permanente por la
prestación de su servicio. Quedan por tanto excluidas del mismo las
percepciones de carácter accidental, las derivadas de la prestación de
antigüedad y la que esta Ley considere que no tiene carácter salarial”
(resaltado nuestro)

y adecuarse también a la letra y espíritu del parágrafo cuarto del artículo 133 de la Ley
Orgánica del Trabajo, donde indica que:

“cuando el patrono o el trabajador estén obligados a cancelar una


contribución, tasa o impuesto, se calculará considerando el salario normal
correspondiente al mes inmediatamente anterior a aquél en que se causó”
(resaltado nuestro)

En resumen, el enriquecimiento neto de los asalariados a los fines del impuesto sobre la
renta estará conformado por las remuneraciones otorgadas en forma regular y permanente
(salario normal) y no por la totalidad percibida (Salario Integral), debiendo excluirse los
beneficios remunerativos otorgados en forma accidental o eventual.

La decisión de la mencionada Sala se basó en la necesidad de adecuar la presión fiscal de


los trabajadores sobre las remuneraciones percibidas a su verdadera capacidad contributiva,
evitando el riesgo de configurarse un proceso confiscatorio, si se toma en cuenta que las
mencionadas remuneraciones se encuentran afectadas por una serie de contribuciones

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parafiscales tales como: seguro social, prestacional de empleo, vivienda y hábitat, Inces,
además con un impacto mayor, cuando el asalariado se ve obligado soportar el traslado del
gravamen al consumo (IVA).

Con base en lo antes expuesto, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia
acordó modificar el artículo 31 de la Ley de Impuesto Sobre La Renta en los siguientes
términos:

“ Se consideran como enriquecimientos netos los salarios devengados en


forma regular y permanente por la prestación de servicios personales bajo
relación de dependencia. También se consideran como enriquecimientos netos
los intereses provenientes de préstamos y otros créditos concedidos por las
instituciones financieras constituidas en el exterior y no domiciliadas en el país,
así como las participaciones gravables con impuestos proporcionales conforme
a los términos de esta Ley. A los efectos previstos en este artículo, quedan
excluidos del salario las percepciones de carácter accidental, las derivadas de
la prestación de antigüedad y las que la Ley considere que no tienen carácter
salarial” (resaltado nuestro).

Como resultado de la mencionada Sentencia, los Patronos responsable de efectuar las


retenciones de impuesto sobre la renta a los pagos por concepto de sueldos y salarios, han
tenido que adecuarse al nuevo contenido del artículo 31 de la mencionada Ley, surgiendo
las siguientes interrogantes:

1-¿De lo pagado al trabajador, qué se considera salario normal?

2- ¿A partir de qué fecha comienzo a retener sobre el salario normal ?

A continuación nuestras respuestas y comentarios

1-¿De lo pagado al trabajador, que se considera salario normal?

De acuerdo a diversas jurisprudencias y doctrinas en materia laboral, así como lo expuesto


en el artículo 133, parágrafo segundo de la Ley Orgánica del Trabajo, para que un salario
sea considerado “normal” debe cumplir por lo menos con las siguientes características: que
sea regular y permanente, exista certeza o seguridad en cuanto a su percepción y que sea

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recibido como retribución por el trabajo realizado durante la jornada ordinaria de trabajo, es
decir durante el tiempo que el trabajador se encuentre a disposición del patrono.

El primer elemento a precisar es verificar si la asignación recibida por el trabajador es


regular y permanente. Existe la falsa creencia de pensar que una remuneración tiene el
carácter regular y permanente si ésta es percibida de manera mensual, cuando la regularidad
y permanencia debe interpretarse si la percepción es constante y reiterada, sin importar la
frecuencia; es decir, una empresa puede otorgarle a una trabajador contraprestación y
bonificaciones bimensuales, trimestrales, semestrales o anuales, y si existe certeza o
seguridad en su pago, entonces dichos conceptos se considerarán salario normal y por ende
sujetos al pago del impuesto sobre la renta.

Algunos ejemplos de salario normal tenemos: salario fijo o básico, las comisiones, ajustes
de salario, descansos, días feriados y las bonificaciones donde exista la certeza y seguridad
de su pago (bono de transporte, bono fin de año, y otros similares). En los casos de las
horas extras, bono nocturnos, trabajo en descanso y feriado se considerarán salario normal
solo cuando se perciban con regularidad, en caso contrario, se considera una remuneración
de carácter accidental y por ende no sujeta al impuesto sobre la renta por tratarse de un
salario no calificado como normal. Para comprender mejor este criterio, supongamos que
un asalariado está trabajando su jornada normal y por una situación no habitual (pedidos
especiales, avería en los sistemas contables, despachos urgentes y otros similares) debe
prorrogarse dicha jornada, entonces las horas extras adicionales que se cancelen, no serán
tratadas como salario normal, caso contrario, si todos los días o una vez a la semana debe
laborar horas extras, estamos en presencia de una remuneración que perdió su carácter de
accidental y pasará a formar parte del salario normal.

Otro aspecto no menos importante son los pagos por concepto de viáticos y representación.
Algunas empresas cancelan de manera habitual estos conceptos sin que esté establecida la
obligación de rendición de cuenta; bajo estas circunstancias, dicho pago formará parte del
salario normal y por ende sujeto al impuesto sobre la renta.

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Existen jurisprudencias y doctrinas en materia laboral que han considerado a las horas
extras y bonos nocturnos (cuando se originan de manera accidental); así como el bono
vacacional, las utilidades y las gratificaciones esporádicas como salario de carácter
accidental y no salario normal, por lo que dichos conceptos no formarían parte de la base
sujeta al pago del impuesto sobre la renta.

En los casos de pagos por conceptos de bonificaciones es bueno evaluar cuando es


efectivamente accidental o tiene carácter regular y permanente. Consideramos que si dicho
bono está sujeto al desempeño o logro de objetivos, tiene naturaleza accidental, aunque su
pago sea regular en el tiempo, en virtud que no existe certeza de su percepción, toda vez
que está atado a un resultado y de no cumplirse, sencillamente no tendría derecho sobre el
mismo.

En fecha 09 de marzo del 2007, fue publicado en Gaceta Oficial No 38.646 de fecha 16 de
Marzo de 2007, la sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia No
390 de fecha 09 de Marzo de 2007 donde emitió una aclaratoria de la sentencia emitida el
27 de febrero de 2.007 expresando que los bonos y otras compensaciones no regulares y
permanentes no son pechables al no estar incluidas en el salario normal, mencionando
como ejemplo los bonos por productividad.

Sugerimos que los comprobantes de pagos emitidos a los trabajadores, sean lo


suficientemente explícito en cuanto al concepto de la remuneración para aquellos casos que
sean de carácter accidental y si se otorgan bonificaciones por objetivo, productividad u
otros similares, su determinación y forma de cálculo esté debidamente aprobado por la Alta
Gerencia o Junta Directiva y existan acuerdos o convenios escritos con los trabajadores.

2- ¿A partir de qué fecha comienzo a retener sobre el salario normal?

En aviso publicado en prensa nacional, diario Últimas Noticias, del días 20/01/2008, el
SENIAT emitió un comunicado donde indica que la vigencia del contenido de la sentencia
referente al artículo 31 de la Ley de Impuesto Sobre La Renta, será aplicable a partir del
ejercicio fiscal que se inicia el 01 de enero de 2008; en tal sentido, los trabajadores pueden

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determinar el porcentaje a retener por concepto de impuesto sobre la renta, completando la
planilla AR-I con base en las remuneraciones que estima a percibir en forma regular y
permanente durante el año 2008, excluyendo aquellos conceptos que califiquen como
accidental o extraordinarios.

Si para la fecha de emisión de esta Síntesis Tributaria, no se preparó el AR-I conforme al


nuevo criterio, el reglamento de retenciones contempla que la misma puede ser modificada
cuatro veces al año en los meses: Marzo, Junio, Septiembre y Diciembre.

Es bueno aclarar que de conformidad con lo establecido en el artículo 2 del reglamento de


retenciones de impuesto sobre la renta, todas las personas naturales residentes en Venezuela
que estiman obtener de uno o más deudores remuneraciones que excedan de 1.000 unidades
tributarias durante el año calendario, deberán presentar la planilla AR-I y estar sujeto a
retención del mencionado impuesto. Creemos que a la luz del cambio en el artículo 31 de la
Ley de Impuesto Sobre La Renta, para estimar las remuneraciones solo debe calcularse
sobre aquellos conceptos definidos como salario normal; no obstante, debido a la
responsabilidad que tienen las empresas de practicar la retención a cada trabajador que
cumpla con la condición antes expuesta, sugerimos solicitar la mencionada planilla a todos
los trabajadores, independientemente del monto de su remuneración anual, para que quede
constancia, de parte de ellos, que los ingresos estimados por concepto de remuneraciones
son únicamente los declarados en el AR-I y no existan salarios normales no declarados por
servicios prestados bajo relación de dependencia en otra empresa.

Los comentarios expuestos en esta Síntesis Tributaria lo ofrecemos como un aporte más
para que el lector cuente con herramientas de apoyo al momento de tomar decisiones.
Sugerimos que cualquier decisión que se adopte, sea previamente consultada con sus
asesores tributarios. Para cualquier información pueden hacerlo por los teléfonos 762.39.57
o (0416) 6333757 y gustosamente les atenderemos.

Miguel Ángel Pérez


Presidente

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