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Introducción
En los últimos años, América Latina y el Caribe han utilizado varios programas de protección social
para enfrentar problemas de inseguridad alimentaria y vulnerabilidad. En este texto, presentan una
experiencia con prácticas exitosas y otras no tanto, de la utilización de diversas metodologías de
formulación, seguimiento, evaluación y análisis de impacto. A partir de ellas, es posible extraer
lecciones que permiten no sólo reorientar los programas en ejecución, sino también acumular un
conocimiento que permitirá sustentar las opciones de gestión de los programas futuros.
Con esto pretende contribuir a aumentar el conocimiento disponible sobre lo que funciona y lo que
no ha funcionado en las áreas de seguimiento, evaluación y análisis de impacto en los programas
basados en alimentos.
La tipología que se expone busca diferenciar los instrumentos de política utilizados en la región con
propósitos de asistencia alimentaria y nutricional. Los criterios empleados consideran los objetivos
de los programas, sus poblaciones-objetivo, los instrumentos utilizados, su alcance geográfico y la
institucionalidad que los sustenta.
De acuerdo a estos criterios, los programas de protección social basados en alimentos pueden
clasificarse en: Programas de alimentación escolar, programas de alimentación materno - infantil,
programas de alimentación a grupos vulnerables, programas de transferencias condicionada y
programas de apoyo a la oferta de alimentos
Suelen ser ejecutados por los Ministerios de Educación o por entidades vinculadas a éstos, teniendo
alcance nacional y el objetivo de estos programas no es exclusivamente de tipo alimentario y
nutricional.
● La entrega de alimentos en la escuela fomenta la matrícula y la asistencia escolar, por lo
tanto, constituye un incentivo para que las familias escolaricen a sus niños.
● Contribuye al mejoramiento del aprendizaje, dado que los niños desnutridos no tienen el
mismo potencial de aprendizaje que los niños con buena nutrición.
Los programas de alimentación escolar consideran la entrega de raciones (desayuno, merienda, cena
y/o refrigerio) a NNyA de escuelas públicas y privadas de todos los niveles de educación. Estas
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raciones no varían según la edad y el nivel de pobreza. Aunque, hay programas que entregan
raciones más calóricas y proteicas ya que están dirigidas a escuelas más vulnerables.
Las raciones proporcionadas suelen cubrir parcialmente las necesidades nutricionales de los niños,
oscilando entre el 11% y el 100% de las necesidades de nutrición.
En Argentina también existe el Programa Materno Infantil (PMI) que tiene como propósitos reducir
la mortalidad materno–infantil, disminuir la incidencia de la anemia y mejorar la situación nutricional
de las embarazadas y el desarrollo de los niños de 0 – 5 años.
Este objetivo se cumple mediante la ampliación de los servicios proporcionados en los centros
ambulatorios del Ministerio de Salud, agregando a las prestaciones habituales de salud primaria. De
este modo, se puede apreciar que los programas alimentarios madre- hijo operados desde los
sistemas de salud, habitualmente vinculan objetivos de promoción y prevención de salud con
propósitos nutricionales.
Son intervenciones tradicionales en América Latina y Caribe, tienen alcance nacional e incluye los
comedores comunitarios y las intervenciones de cuidado sustituto de preescolares.
Está conformado por intervenciones que entregan alimentos a una amplia variedad de poblaciones
altamente vulnerables como preescolares y madres embarazadas y gestantes, alumnos de
establecimientos de educación inicial, adolescentes en riesgo social, adultos mayores y
discapacitados, personas que viven en la calle, poblaciones indígenas y familias en condiciones de
pobreza estructural o afectadas por crisis económicas.
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En Argentina, se constituyeron los comedores de Fondo Participativo de Inversión Social (FOPAR)
para enfrentar la crisis económica, y también establecieron programas destinados a adultos
mayores, como el ASOMA.
Los programas de este tipo muestran considerable heterogeneidad desde el punto de vista de sus
objetivos, es decir que no son solo objetivos nutricionales. Las iniciativas de alimentación
complementaria desarrolladas en los servicios públicos de salud suelen combinar propósitos
nutricionales y de salud. En los hogares de cuidado sustituto, las metas nutricionales coexisten con
acciones para fomentar el desarrollo infantil y facilitar la incorporación de las mujeres al mercado
laboral. En los comedores, la alimentación suele acompañarse de acciones para promover el capital
social y la organización comunitaria. También hay iniciativas que tienen propósitos exclusivamente
alimentarios, especialmente las que atienden a adultos mayores, discapacitados y personas de calle.
Hay programas que condicionan la entrega de alimentos a la asistencia a controles de salud. Así
sucede con el Plan Más Vida, implementado en la provincia de Buenos Aires, Argentina. Esta
iniciativa atiende a familias extremadamente pobres, con embarazadas, nodrizas y niños de 0-5
años, que proporciona intervenciones de complementación alimentaria, controles de salud,
vigilancia nutricional y capacitación.
Estos programas comenzaron a implementarse en los 90, y por medio de estas intervenciones se
proporcionan transferencia de alimentos o monetarias, condicionadas a que los beneficiarios se
orienten a la acumulación de capital o creen activos comunitarios o familiares.
Las modalidades existentes son la entrega de alimentos por trabajo (APT), la administración de
alimentos por educación (APE) y las transferencias en efectivo, vinculadas a educación, salud y
nutrición.
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Los tickets y cupones de alimentos suelen suplementar los ingresos de las familias más vulnerables,
para que puedan comprar alimentos en el mercado. Muchos fueron creados como instrumentos
temporales ante situaciones de crisis, y algunos han sido mantenidos después de finalizada la
contracción económica.
Los programas de tickets de alimentos ofrecen una lista de alimentos, priorizando de acuerdo a su
contenido nutricional, en cantidades no restringidas y a precios de mercado. En cambio, los cupones
sólo dan acceso a una lista más limitada, en cantidades especificadas y a precios subsidiados.
Este tipo de programas busca incrementar la oferta de alimentos, disminuyendo así sus precios de
venta. Procuran incrementar el acceso a bienes alimentarios básicos en la canasta de las familias
más pobres, mediante su venta a precios subsidiados. Los más recientes van en apoyo de la
pequeña producción agrícola (créditos, apoyo técnico y entrega de insumos básicos como semillas)
y a la formación de unidades para la producción de alimentos para el autoconsumo. También se
han desarrollado acciones para recuperar alimentos desechados por la producción comercial.
Los subsidios a los alimentos, entendidos como la venta a precios menores a los de mercado de
alimentos básicos en la canasta de los más pobres, no constituyen en la actualidad un instrumento
muy utilizado en los países de la región, debido a los problemas de focalización y a los efectos
perversos que han generado.
Definiciones y conceptos
Se presentan definiciones y se analizan conceptos que resultan cruciales para las políticas,
programas y proyectos de protección social y, sobre todo, para el seguimiento y la evaluación de los
mismos.
Los proyectos son una unidad organizada de gestión que busca solucionar un problema.
Un programa social es el conjunto de proyectos que persiguen el mismo objetivo, aunque difieren
en otros aspectos, por ejemplo, en las diferentes poblaciones a las que están destinados, o en las
estrategias de intervención que utilizan.
En definitiva, la política social establece las orientaciones más generales, así por ejemplo identifica
los problemas que la sociedad debe enfrentarse y fija prioridad de implementación al asignar
recursos para determinadas líneas de acción, que se llevarán a cabo mediante programas y
proyectos.
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Un proyecto social está constituido por el conjunto de intervenciones que se llevan a cabo para
enfrentar una situación de carencia o déficit que afecta a un grupo poblacional determinado. En él
se pretende cambiar una “situación actual” percibida como indeseable por quienes toman las
decisiones, y alcanzar otra “situación deseada”, en la que el problema haya sido eliminado o
modificado.
El éxito de un proyecto se mide por el impacto que ha alcanzado en función de los objetivos
perseguidos.
2. SEGUIMIENTO
1) Errores de diseño: Mala o poca claridad en la organización de los procesos y/o actividades.
Falta de relación entre las actividades programadas.
2) Fallas de implementación: Falta de cumplimiento de lo programado (procesos, actividades,
estructura) por parte de quienes están a cargo.
3) Factores externos: Incumplimiento de los supuestos o surgimiento impredecibles que
modifican el escenario en que se implementa el proyecto.
Las actividades del seguimiento deben programarse con anterioridad a la ejecución y operación,
para minimizar las dificultades prácticas y maximizar su utilidad:
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- Actores externos: Pertenecen a las instituciones en las que está inserto el programa y a
quienes se les debe rendir cuenta por razones contractuales, financieras o de dependencia
jerárquica (Ministerios, Bancos, Contraloría, Fundaciones).
- Población objetivo: Se debe obtener una información sobre su funcionamiento y para poder
canalizar sus problemas, propuestas y necesidades y así contribuir a los objetivos
perseguidos.
- Sociedad civil: Demandan conocer sobre la gestión de los programas sociales.
b. Los indicadores:
Es central en el seguimiento y debe elegirse estrictamente para que sea de fácil medición y al mismo
tiempo confiable y que garantice la información requerida para la toma de decisiones. Para ello, hay
que identificar las actividades críticas de los procesos programados y las necesidades específicas de
los destinatarios de la información. Siempre debe disponerse de indicadores sobre cobertura,
focalización, eficacia, eficiencia, calidad, y avance físico-financiero.
c. Los instrumentos:
Para que la información sea útil, debe ser confiable y oportuna. Por ello los instrumentos de
recolección son claves. Cualquiera sea el origen de la información es necesario saber de quien o
quienes se hicieron cargo de la recolección. También es importante establecer qué información se
requiere y cuándo.
3. EVALUACIÓN DE IMPACTO
La evaluación se realiza comparando una “línea de base” donde representa el estado inicial de la
población objetivo con una “línea de comparación” que muestra la condición de la población
transcurrido un tiempo de las operaciones del proyecto.
4. METODOLOGÍA DE EVALUACIÓN
La evaluación compara información para la toma de decisiones, por lo que requiere investigar, medir
y comparar. Existen diferentes metodologías de evaluación, para evaluar distintas cosas y tener
distintos alcances.
FOCALIZACIÓN
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Es el proceso mediante el cual se selecciona a las poblaciones que serán asistidas. Se informa a
través de las evaluaciones de necesidades y los objetivos del programa. Un sistema de focalización
comprende mecanismos para definir a los grupos meta, métodos de focalización y criterios de
selección; identifica la elegibilidad de comunidades, hogares e individuos; y da seguimiento de los
resultados de las decisiones de focalización.
Esto presenta problemas complejos debido a que la inseguridad alimentaria es inobservable y, por
tanto, hay que utilizar indicadores imperfectos para identificar a las poblaciones que requieren
asistencia, el transporte y la distribución de alimentos son procesos lentos y costosos que pueden
crear problemas de logística, que suelen conducir a errores de focalización.
Este tipo de programas han utilizado criterios de focalización basados en el ciclo de vida, utilizando
en algunos casos la condición de pobreza como segunda priorización de asignación. En algunas
ocasiones, se entrega cobertura universal, lo que implica asistir a los controles en los servicios de
salud. La imposición de contraprestación incrementa el costo de oportunidad.
En Argentina, el Programa Nacional Materno Infantil (PMI) no es focalizado pero atiende a las
mujeres y niños que acuden voluntariamente a servicios de salud del sector público y no cuentan
con una cobertura adecuada de salud.
Para la focalización de este grupo que incluye mujeres embarazadas y en lactancia, preescolares y
adultos mayores, se han utilizado estrategias de selección geográfica, comprobación de medios, de
autoselección y de focalización comunitaria.
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En el Plan Nacional de Emergencia Alimentaria (PEA) de Argentina se comienza utilizando
indicadores de necesidades básicas insatisfechas (NBI), línea de pobreza y mortalidad infantil entre
otros (a nivel provincial).
El FOPAR, programa en respuesta a situaciones de crisis, utilizan focalización a nivel geográfica con
criterios referidos a vulnerabilidad y riesgo alimentario.
Existen iniciativas que emplean procedimientos de autoselección. Por ejemplo, el Programa Nacional
Materno Infantil (PMI) de Argentina, que no es un programa focalizado, sino que lo utilizan mujeres
y niños que acuden voluntariamente a los servicios de salud del sector público que no cuentan con
una cobertura de salud adecuada.
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● En programas con focalización basada en autoselección, provoca que gran parte quede
fuera.
● Los programas de focalización comunitaria basados en la demanda o que adjudican poderes
discrecionales a los municipios no han funcionado bien ya que presentan alta filtración y
errores de exclusión.
- Bajo costo
- Trade off con el impacto - No funciona
- Adecuación en situaciones de crisis y
Auto – focalización adecuadamente cuando hay un exceso
cuando hay baja capacidad institucional
de demanda
de respuesta
Toda política pública Lo que trae consigo la Aun así, ante recursos
se origina de un movilización de una serie y medios escasos, el
reconocimiento de un de recursos políticos y principal rol del gobierno
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problema público, por económicos en orden de radicaría en la priorización
parte del gobierno. satisfacer las necesidades estratégica de dichas
detectadas mediante necesidades públicas,
diversos instrumentos, dando paso a las políticas.
entre ellos, la Inversión
Pública.
En este contexto, toda inversión pública debe estar enmarcada de manera coherente dentro de una
política pública, como cursos de acción relacionados con un objetivo público previamente definido
en forma democrática constituyendo entonces una conducta general a la que el gobierno aspira,
guiando su proceso de toma de decisiones.
El proceso de puesta en marcha de la política pública está dividido en varias fases, dependiendo del
autor y el enfoque. Los ciclos de política pública varían en su número de etapas, pero se pueden
identificar 5 etapas claves:
RETROALIMENTACIÓN
Para que una política pública sea de calidad incluirá orientaciones o contenidos, instrumentos o
mecanismos, definiciones o modificaciones institucionales, y la predicción de sus resultados, por lo
tanto la operacionalización de una política debe traducirse en acciones y esfuerzos que incluyan
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variables técnicas, estrategias, plazos, mediciones y resultados, los cuales deben retroalimentar y
potenciar la formación y el despliegue de la política en planes, programas y proyectos.
Una vez asignadas las responsabilidades institucionales, es necesario realizar una agenda de
compromisos, propuestas, instrumentos, actividades que conformarán la política, dando paso a los
programas.
Para una correcta ejecución de la política pública, es necesario tener en cuenta a dicha comunidad
política o red de actores que se vinculan, ya que esto favorecerá el uso efectivo de los recursos y
evitará la duplicidad y dispersión de iniciativas.
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Ejemplo de medidas de política de SAN para remediar los problemas
Las medidas de política SAN deben ser diseñadas en función de los problemas prevalecientes en el
país. Se deben enfocar en las condiciones que todavía no se han sometido desde el punto de vista
técnico, para así, garantizar el derecho a la alimentación.
Política: Mejorar el acceso con medidas que permitan a las personas y hogares afectados por la
inseguridad alimentaria obtener los alimentos que necesitan.
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Política: Mejorar la utilización, asegurando que las personas tengan la capacidad de preparar los
alimentos de manera inocua, que mantengan la calidad nutritiva y facilite la absorción completa
de los nutrientes. Mejorar el acceso al agua y servicios de salud.
Política: Estabilizar los suministros, por ejemplo mediante provisiones oportunas que aseguren la
presencia de alimentos suficientes durante todo el año y en diferentes desastres.
Los tipos de política pública que se pueden diseñar para mejorar cada una de las cuatro
dimensiones de la SAN, son:
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Una de las medidas más comunes para la mejora de condiciones productivas es la construcción y/o
mejoramiento de infraestructura productiva. En este aspecto, se destaca la preocupación que
mantienen los gobiernos frente al recurso hídrico: buena parte de las inversiones corresponden a
sistemas de riego, acueductos y otras estructuras para garantizar el acceso a agua en los predios
productivos.
Una de las políticas más importantes de fomento a la producción se refiere al acceso a insumos
productivos. Estas medidas se hacen efectivas con la entrega directa de insumos a los productores o
por la venta a precios subsidiados. En algunos países se entregan tarjetas para que los beneficiarios
puedan adquirir los insumos en locales establecidos.
Medidas post-productivas
En los últimos años, los esquemas públicos han sido importantes como forma de apoyar a los
productores nacionales en la compra de las cosechas. Algunos
países mantienen instituciones específicas para realizar compras y mantener
stocks de alimentos, mientras otros crean normativas para entregar preferencias a la producción
nacional, particularmente la proveniente de la pequeña agricultura.
El problema de acceso tiene vínculos estrechos con la pobreza, y afecta a todos los hogares por
debajo de la línea de pobreza, por lo que las medidas están orientadas a la reducción de la pobreza.
También debe tomarse en cuenta que los problemas de acceso pueden ser físicos, con respecto a la
infraestructura y geografía; y sociales, como la discriminación por
razones de sexo o cultura.
Durante los últimos veinte años la lenta reducción de la pobreza, ha convertido a la seguridad
alimentaria y nutricional en un tema prioritario en la agenda política y social de los países. En el
ámbito rural una de cada dos personas es pobre, y una de cada tres viven en condiciones de pobreza
extrema.
La pobreza rural además creció de forma heterogéneo, de modo que no solo se distinguen los
campesinos de subsistencia, sino que incluye diversas estrategias de vida (asalariados, temporeros,
emigrantes). En este sentido, la región aún enfrenta el desafío de implementar esquemas de
seguridad social y empleo decente acordes con las especificidades del ámbito rural.
La integralidad de este tipo de medidas, por una parte favorecen el acceso a alimentos y por otra
impulsan una mejor nutrición de la población beneficiaria de intervenciones. La experiencia regional
en este ámbito, presenta los siguientes programas:
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- Programas de transferencias monetarias condicionadas
Las políticas y estrategias nacionales de seguridad alimentaria y nutricional se han ido incorporando
paulatinamente a los sistemas de protección social como componentes clave para fortalecer el
acceso a los alimentos y servicios de salud y educación.
Los programas de alimentación escolar (PAE) están presentes en prácticamente todos los
países de América Latina y el Caribe. Tienen el doble propósito de fortalecer la nutrición
y la educación alimentaria de los menores de edad, constituyendo en muchos casos su
principal fuente de alimentos. Asegurar el derecho a la educación es el objetivo principal de la mayor
parte de los PAE implementados.
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- Programas de ayuda alimentaria
El nivel en que se encuentren los precios de los alimentos y bienes básicos tendrá siempre un
importante impacto en el consumo de la población. Un nivel alto de precios, representa distintos
desafíos para productores y consumidores.
En una economía de mercado, los precios pueden estar determinados por la dinámica de
la oferta y demanda; sin embargo, los niveles elevados de inflación hacen que la política
monetaria se convierta en un mecanismo que contribuye a asegurar la estabilidad de
precios (la inflación es otra variante que determina el precio del producto y la política monetaria
debería contribuir a su estabilidad).
- Medidas Tributarias
Las acciones que han tomado los países, relativas a política tributaria, están orientadas
a disminuir los precios internos, y por lo relacionadas a la reducción de impuestos. En Argentina, se
dio la exención temporal de obligaciones contributivas (liberación de impuestos) para los afectados
por la erupción volcánica del “Cordón Caulle”.
Uno de los aspectos importantes relacionados con el acceso a los alimentos consiste
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en asegurar que los mercados domésticos ofrezcan una oferta variada y accesible de
productos, sobre todo cuando el alza de precios incrementa el riesgo de que los alimentos
se tornen inaccesibles para la población más vulnerable.
La malnutrición incluye por una parte la desnutrición por falta de alimentos en cantidad y calidad y
por otra parte, está la obesidad y el sobrepeso por el consumo excesivo de alimentos (ECNT)
Por otra parte, en los últimos años se experimentaron cambios en los patrones
alimentarios, las dietas tradicionales basadas en alimentos frescos preparados en el hogar cambian
hacia un consumo cada vez mayor de ultraprocesados con baja densidad de nutrientes pero altos
contenidos de azúcar, sodio y grasa. Esto está generando un incremento en la prevalencia del
sobrepeso y obesidad, que afecta a toda la población sin importar su condición económica y social.
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afectando sus capacidades normales
para el aprovechamiento biológico
En los últimos años se han incrementado los esfuerzos a promover la alimentación saludable por dos
vías principales: políticas enfocadas en el consumo de alimentos saludables, y políticas destinadas a
la modificación de la oferta de alimentos.
En este apartado se mencionan las iniciativas que buscan modificar las dietas a través de la
promoción, estímulo y adopción de dietas saludables, estas son:
- GABAS
Las guías alimentarias son útiles para la formulación de políticas de alimentación, nutrición,
agricultura, etc. Pretenden ser una herramienta educativa para promover una alimentación
saludable. En su mayoría, estas iniciativas nacen en los ministerios de Salud, pero cuentan con el
respaldo de los ministerios de Educación y de Agricultura.
Entre los desafíos que presenta esta iniciativa para la promoción de dietas saludables
se encuentran: potenciar su uso como referencia en programas sectoriales; mejorar sus
medios de difusión; e, implementar mecanismos periódicos de monitoreo y evaluación.
- Impuestos
Este tipo de impuestos generan estímulos para disminuir la compra de alimentos poco saludables,
especialmente en la población con pocos recursos, que es la más propensa a cambiar sus hábitos
alimenticios.
Uno de los casos más relevantes, es el impuesto a bebidas azucaradas y a los productos
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ultraprocesados que implementó México en 2013 (pagar de más por litro de bebidas que contienen
azúcar añadida y/o muchas kilocalorías). Este caso demostró una disminución de las bebidas
azucaradas.
- Regularización de la publicidad
Este tipo de medida está orientada a controlar la publicidad utilizada por la industria para
promocionar los productos ultraprocesados. Especialmente orientada a menores de edad.
- Normas de etiquetado
Este tipo de medidas es una de las más eficientes para corregir deficiencias nutricionales, a través
del enriquecimiento de alimentos se pretende proveer los nutrientes esenciales que sean
deficitarios en grupos de la población, generalmente vulnerable. Se fortifican alimentos de consumo
masivo como sal, azúcar, harina, leche y aceite.
Existen ciertas recomendaciones hacia los países al elaborar estrategias específicas para una región o
país:
1) Dirigir las estrategias y medidas a los pobres, a fin de abordar los aspectos de la reducción de
la pobreza no vinculados al ingreso que están estrechamente relacionados con el desarrollo
humano y la formación de capital humano.
3) Mejorar las prácticas de atención de la salud materno infantil, con el objeto de reducir la
incidencia del bajo peso al nacer y de corregir los hábitos de alimentación del lactante,
mediante la promoción de la lactancia materna exclusiva y la introducción de alimentación
complementaria apropiada cuando corresponda.
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rural, el abastecimiento de agua y saneamiento, la protección social, la educación, el género
y el desarrollo impulsado por la comunidad.
Las políticas de seguridad alimentaria y nutricional tienen que considerar los eventos mencionados,
donde y cuando ocurren o son probables, como en áreas propensas a sequías, inundaciones o
terremotos y en países o regiones con conflictos políticos reales o latentes.
Las medidas que buscan garantizar el suministro interno se han orientado hacia una restricción de
las exportaciones en algunos casos, y en otros a rebajas en los aranceles de importación de ciertos
productos alimenticios. Las restricciones a las exportaciones se han dado en países con niveles
importantes de producción interna, sobre todo en productos básicos.
Adicionalmente, en algunos casos de pérdidas de las cosechas a raíz de factores climáticos, se han
otorgado permisos de importación de carácter temporal con arancel cero. Estas acciones que
procuran abaratar las importaciones tienen como objetivo aumentar la oferta doméstica de
alimentos y reducir los precios internos.
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Los Estados se suelen enfrentar a los desastres naturales mediante medidas de emergencia de
efecto inmediato, para luego enfrentar las consecuencias más complejas y de largo plazo que
provocan estos eventos. En cuanto al mediano plazo, los países en general se ven en la necesidad de
recuperar la infraestructura productiva afectada por los desastres, así como también mejorar y/o
construir nuevas instalaciones que permitan enfrentar de mejor forma estos fenómenos.
Relacionado con el clima, para salvaguardar el desarrollo en áreas afectadas por la variabilidad y el
cambio climático un enfoque aplicado es el gestionar los riesgos asociados a las amenazas climáticas.
El aumento del costo de las importaciones de alimentos y las incertidumbres en los mercados
globales agrícolas, han forzado a los países más vulnerables a las fluctuaciones de los precios a
buscar soluciones nuevas, entre las que se encuentra facilitar el comercio a nivel regional para
garantizar el abastecimiento interno.
En materia sanitaria y fitosanitaria algunos países de la región han tomado medidas que apuntan a la
normalización y cooperación con sus socios comerciales para reducir las barreras a la entrada de sus
productos en los mercados de destino. De igual manera, los países se han preocupado de proteger la
sanidad de plantas y la salud animal en los territorios nacionales, lo que ha derivado en restricciones
al ingreso de algunos productos.
El diseño de políticas de seguridad alimentaria requiere revisar las políticas existentes que tienen
impactos en este ámbito, para:
1) Averiguar en qué medida las políticas y estrategias macro y sectoriales existentes responden
(adecuadamente) a los problemas de la seguridad alimentaria.
2) Identificar vacíos de política en vista de los cuales es preciso incorporar temas de seguridad
alimentaria en políticas macro y sectoriales existentes, o elaborar una política de seguridad
alimentaria específica. Al revisar otras políticas vigentes en este contexto, se debe examinar
el marco de política existente desde la perspectiva de la SAN.
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Texto: Una evaluación crítica de los programas alimentarios en Argentina
Introducción
El presente trabajo tiene como objetivo reflexionar sobre los programas alimentarios del
Estado con alcance nacional que tienen como propósito contribuir a la seguridad alimentaria
de las familias más necesitadas y así poder formular propuestas para aproximar sus
resultados a ese propósito.
En Argentina, la dificultad de los hogares se encuentra en el acceso a los alimentos, por ello
es que el Estado está orientado a proveer un suplemento al ingreso de los hogares para
contribuir a satisfacer la necesidad de alimentos.
El Censo Nacional permitió estimar la magnitud y distribución de la pobreza del país por lo
que obligó al gobierno a dar una respuesta.
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Se multiplicaron las ollas y los comedores, y el núcleo de las políticas alimentarias del Estado
se sustentó en los programas de entrega de alimentos.
Ej: Programa Materno Infantil y Nutrición (PROMIN), Apoyo Solidario a los Mayores
(ASOMA), el Programa Promoción del Bienestar de los Mayores (PPB), el Fondo Participativo
de Inversión Social (FOPAR), el Programa Alimentario Nutricional Infantil (PRANI) y el
programa Unidos.
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Este programa depende del Ministerio de Desarrollo Social y de las propias provincias. Su
función es el suministro de diferentes tipos de prestaciones (desayuno, merienda, almuerzo,
refrigerios) en escuelas públicas. Las provincias reciben transferencias financieras para
adquirir alimentos.
4. ProHuerta
El desarrollo de los programas requiere una complejidad sistémica que sin una adecuada
supervisión, monitoreo, seguimiento y retroalimentación, rápidamente se desarticula y se
desvía del objetivo que le da origen. El monitoreo es parte de la propia gestión de los
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programas, provee información para reorientar las intervenciones con el fin de optimizar los
procesos, los resultados y el impacto. Por otra parte, la evaluación está firmemente anclada
en el conocimiento para la toma de decisiones sobre la continuidad o no de la intervención,
de su ampliación o de su modificación.
Los programas de entrega de leche fortificada han sido estrategias para enfrentar las
deficiencias de nutrientes, en particular, de hierro; sin embargo las barreras para que el
programa sea efectivo está en la falta de cobertura adecuada y la irregularidad en la entrega
del beneficio a las familias. Además, la entrega de leche fortificada no se acompaña con
educación a la familia en cuanto a su uso y mejor aprovechamiento.
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