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Santa Catalina, 23 enero de 2023

Señores:
UNIDAD DE ATENCIÓN Y REPARACIÓN INTEGRAL A LAS
VÍCTIMAS (UARIV)
BOGOTÁ D.C.

REF: DERECHO DE PETICIÓN. GARANTIA DEL DERECHO DE


PETICIÓN Y DE LA PROTECCIÓN ESPECIAL A LAS VÍCTIMAS DE
LA VIOLENCIA Y DEL DESPLAZAMIENTO FORZADO POR EL
CONFLICTO ARMADO

DELCY DEL CARMEN IMITOLA ZABALETA, identificada con la


C.C.N° 23.136.919 de Santa Catalina Bolívar, residente en el municipio
de Santa Catalina y con teléfono celular N°: 3184610737, de
generalidades procesales y con mi acostumbrado respeto y en ejercicio
del Derecho de Petición consagrado en el art. 23 de la Constitución
Política de Colombia y con el lleno de los requisitos del art. 5 del Código
Contencioso Administrativo, me dirijo ante ustedes, con el fin de que se
me reconozca mi calidad de víctima y se me haga acreedor(a) a todos
los beneficios, ayudas y estímulos que consagra la Ley 1448 de 2011 y
sus decretos reglamentarios con fundamento en los siguientes hechos
victimizantes, de las cuales he sido excluida de manera discriminatoria,
sucesiva, sin previo aviso, sin el debido proceso, desconociendo mis
circunstancias y vulnerando mis derechos fundamentales:
CONSIDERACIONES

HECHOS

1.- Soy víctima DIRECTA del conflicto armado interno por el hecho
victimizantes DESPLAZAMIENTO FORZADO en los términos de lo
estipulado en el artículo 3° de la ley 1448 de 2011.

2.- La Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Victimas me


incluyó a mí y mis dos hijas dentro del Registro Único de Victimas (RUV)
por el hecho victimizante HOMICIDIO y de victima DESPLAZAMIENTO
FORZADO.

3.- Mi grupo familiar nos encontramos en una situación económica de


vulnerabilidad aún más difícil, y no cuento con renta ni trabajo para
sufragar la subsistencia de mi hogar por lo que requiero de su asistencia
para atender las obligaciones básicas. La ley 1448 de 2011 dispone de
manera expresa, que atendiendo mi condición de víctima del conflicto
armado en los términos del artículo 3°, tengo derecho al
reconocimiento y que nos brinden una atención inmediata a las
necesidades básicas de todos los miembros de la familia y no lo contrario.

4.- Que, por lo anterior, en los registros técnicos de sus bases de datos,
aparezco como JEFE DE HOGAR Y VINCULADA.

7.- Que La UARIV NO ME HA NOTIFICADO del resultado de la ejecución


de la nueva vigencia desde el 2021.

FUNDAMENTOS JURIDICOS.

LOS DERECHOS A LA AYUDA HUMANITARIA Y A LA


REPARACIÓN ADMINISTRATIVA DE LAS VÍCTIMAS DEL
CONFLICTO ARMADO INTERNO
a. Fundamento constitucional de la ayuda humanitaria

1. La ayuda humanitaria tiene una clara relación con distintos derechos


fundamentales, tales como la vida (artículo 13 de la CP), la salud (artículo 49
de la CP) y el mínimo vital (artículos 48, 49 y 53 de la CP), en la medida en que
tiene como propósito garantizar un mínimo de subsistencia a personas que no
están en condiciones de procurárselo por sus propios medios. Con base en este
argumento, la Corte ha considerado que existen ciertos “derechos mínimos” que
deben satisfacerse en cualquier circunstancia a las personas víctimas de
desplazamiento forzado, uno de los cuales es la “subsistencia mínima como
expresión del derecho fundamental a la vida”1, lo cual explica la importancia
de la ayuda humanitaria y su relación con los derechos fundamentales de los
desplazados. En efecto, como se señaló en la sentencia T-025 de 2004, “es a
través de la provisión de asistencia humanitaria que las autoridades satisfacen
este deber mínimo en relación con la subsistencia digna de los desplazados”.
Nótese que, aunque estos argumentos son relacionados con personas víctimas
de desplazamiento forzado, la ayuda humanitaria también puede ser
indispensable respecto de personas que han sufrido otras violaciones graves de
derechos humanos, que las han puesto en una situación que amenaza su
subsistencia, su salud o su integridad.

2. Adicionalmente, como lo ha reconocido la jurisprudencia constitucional,


la ayuda humanitaria encuentra un sólido fundamento en el derecho
internacional2. Éste señala que los Estados deben reconocerla en distintas
circunstancias: con relación a circunstancias de subdesarrollo o con relación a
catástrofes, sean estas ocasionadas por acaecimientos naturales o por conflictos
armados.

3. La ayuda humanitaria por conflictos armados internos se encuentra


regulada en el derecho internacional humanitario 3. Al respecto, el Convenio IV
de Ginebra establece el deber de los Estados de socorrer a la población civil
enemiga que está en su poder, y, en caso de no poder hacerlo, a permitir que
terceros lo hagan4. Por su parte, el Protocolo I adicional a los Convenios de
Ginebra del 12 de agosto de 1949, relativo a la protección de las víctimas de los

1
Corte Constitucional, sentencia T-025/04.
2
Lo que sigue se basa principalmente en el Anexo III del Auto 099/13.
3
Ruth Abril Stoffels, “La regulación jurídica de la asistencia humanitaria en los conflictos armados: logros y
lagunas”, en Revista Internacional de la Cruz Roja, 2004, Vol. 86 No 855, pp. 5 a 7.
4
Artículos 23, 38 y 39 del Convenio de Ginebra del 12 de Agosto de 1944, relative a la protección debida a las
personas civiles en tiempo de guerra.
conflictos armados internacionales agrega regulaciones específicas sobre
socorros en favor de la población civil5. Ahora bien, con relación al
otorgamiento de ayuda humanitaria en el marco de conflictos armados internos,
el Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra no contiene una regulación
específica, pero en todo caso encuentra fundamento en el artículo 3 común a los
Convenios de Ginebra, en particular en lo relacionado con el respeto a la vida
de las personas. Además de estas disposiciones, la Corte Constitucional ha
considerado que la asistencia humanitaria tiene fundamento en los principios de
distinción y de trato humanitario, previstos en los tratados internacionales sobre
derecho internacional humanitario6.

4. Además del derecho internacional humanitario, también del derecho


internacional de los derechos humanos se desprende la obligación de los
Estados de asistir a las personas afectadas por conflictos armados. Al respecto,
en el Auto 099 de 2013 indicó la Corte Constitucional lo siguiente:

“la asistencia humanitaria es una institución que se nutre tanto del DIH como de los
DDHH, por mantener una estrecha relación con otros derechos como la vida y la
integridad física y moral, razón por la cual, en las consideraciones relativas al derecho
a la asistencia humanitaria se mezclan necesariamente la protección de los DDHH y el
respeto por el DIH. Ambos sistemas comparten el derecho que tiene el individuo a un
trato humanitario, que se refleja en el respeto por su vida, su integridad física y moral,
y por los atributos inseparables de la personalidad”7.

5. En casos de desplazamiento forzado, el derecho internacional


humanitario establece el deber del Estado de tomar “todas las medidas posibles
para que la población civil sea acogida en condiciones satisfactorias de
alojamiento, salubridad, higiene, seguridad y alimentación”8. Señala también
que cuando la población esté padeciendo privaciones extremas por la falta de
estos suministros indispensables para su supervivencia se emprenderán, “con el
consentimiento de la Alta Parte contratante interesada, acciones de socorro de
carácter exclusivamente humanitario e imparcial y realizadas sin distinción
alguna de carácter desfavorable”9.

5
Sección II del Título IV.
6
Corte Constitucional, auto 099/13.
7
En el mismo sentido, ver Corte Constitucional, sentencia C-255/03.
8
Artículo 17 del Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949.
9
Artículo 18 Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949.
6. Como se observa, la jurisprudencia constitucional ha sostenido que la
ayuda humanitaria se encuentra fundada en dos fuentes normativas distintas.
Por un lado, el derecho internacional humanitario hace referencia a él en normas
específicas y también en principios generales que lo inspiran. Por otro lado, la
ayuda humanitaria tiene una relación estrecha con derechos fundamentales
como la vida, la salud o la vivienda, consagrados expresamente en la
Constitución Política y en tratados internacionales que forman parte del bloque
de constitucionalidad.

b. Marco legal de la ayuda humanitaria

7. La ayuda humanitaria fue consagrada por primera vez en la Ley 387 de


1997. Esta norma la concibió como un mecanismo para atender a la población
víctima de desplazamiento forzado. De acuerdo con el artículo 15 de la citada
ley, una vez se produjera el desplazamiento, el Gobierno nacional debía iniciar
las acciones inmediatas tendientes a garantizar la ayuda humanitaria de
emergencia, la cual tendría como finalidad “socorrer, asistir y proteger a la
población desplazada y atender sus necesidades de alimentación, aseo
personal, manejo de abastecimientos, utensilios de cocina, atención médica y
psicológica, transporte de emergencia y alojamiento transitorio en condiciones
dignas”.

8. El parágrafo de esta norma mencionaba que se tendría derecho a la ayuda


humanitaria de emergencia máximo por tres meses, prorrogables
excepcionalmente hasta por tres meses más. Ambos límites temporales fueron
declarados inexequibles por la sentencia C-278 de 2007, con base en la siguiente
ratio decidendi:

“La Corte estima que la ayuda humanitaria no puede estar sujeta a


un plazo fijo inexorable. Si bien es conveniente que la referencia
temporal exista, debe ser flexible, sometida a que la reparación sea
real y los medios eficaces y continuos, de acuerdo a las
particularidades del caso, hasta salir de la vulnerabilidad que
atosiga a la población afectada, particularmente en esa primera
etapa de atención, en la cual se les debe garantizar condiciones de
vida digna que hagan viable parar el agravio, en tránsito hacia una
solución definitiva mediante la ejecución de programas serios y
continuados de estabilización económica y social”10.
10
En el mismo sentido, ver Corte Constitucional, auto 099 de 2012.
9. De acuerdo con lo anterior, la finalidad de la ayuda humanitaria se opone
al establecimiento de plazos estrictos y fatales que limiten las veces en las que
ella debe otorgarse. A la vez, esta misma finalidad explica su vocación de
transitoriedad, pues se espera que las personas víctimas de desplazamiento
forzado, con la ayuda de la política pública del Estado, puedan superar la
situación de especial vulnerabilidad producida por el desarraigo.

PRETENSIONES

Por todo lo anterior, y en virtud de lo que consagra la ley y de los


derechos que me amparan, solicito a esta entidad lo siguiente:

A. Que se haga efectiva la respuesta al derecho de petición y como


parte del catálogo de derechos mínimos que tiene la población
desplazada por la violencia, y de las obligaciones básicas del
Estado frente a estas víctimas, OTORGAR la parte que me
corresponde como medida indemnizatoria, como garantía mínima
para mi subsistencia, asistencia que constituye un derecho
fundamental, al proteger el mínimo vital y la dignidad humana de
las personas en situación de desplazamiento. Por su naturaleza e
importancia como derecho fundamental, su finalidad de cubrir
necesidades básicas asociadas al mínimo vital y a la subsistencia
de la población desplazada, y dada la condición de extrema
vulnerabilidad y debilidad manifiesta en que me encuentro en la
actualidad para esta ayuda humanitaria en sus diferentes fases y
etapas, de manera oportuna, pronta, sin dilaciones, y en forma
íntegra y efectiva.

ANEXOS:
 Copia de CEDULA DE CIUDADANÍA.

NOTIFICACIONES:
Correo electrónico: delcyimiza64@hotmail.com

DELCY DEL CARMEN IMITOLA ZABALETA


C.C.N° 23.136.919 de Santa Catalina Bolívar

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