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Señores:
UNIDAD PARA LA ATENCION Y REPARACION INTEGRAL A LAS VICTIMAS -
UARIV-
Dirección Territorial Huila-Caquetá
E. S. M.
CONSIDERACIONES
1.- Soy víctima del conflicto armado interno por el hecho victimizante de
DESPLAZAMIENTO FORZADO (29/06/2013), en los términos de lo estipulado en el
artículo 3° de la ley 1448 de 2011, desde la vereda San Rafael, del Municipio de
Garzón-Huila.
4.- Yo y mi familia (el anterior núcleo familiar) nos encontramos en una difícil situación
económica (grado extremo de vulnerabilidad), al no contar con renta fija ni trabajo para
sufragar la subsistencia de mi hogar por lo que requiero de su asistencia para atender
las obligaciones básicas, más ahora ante la actual situación de Emergencia
ocasionadas por las medidas sanitarias decretadas por el Gobierno Nacional por la
pandemia del COVID-19.
5.- La ley 1448 de 2011 dispone de manera expresa, que atendiendo mi condición de
víctima del conflicto armado en los términos del artículo 3°, tengo derecho al
reconocimiento y pago de medida Administrativa de Reparación Integral.
PETICION.
1.- Solicito se me informe sobre la ruta individual que para la reparación administrativa
por parte de la UARIV, ha tomado mi declaración juramentada para la solicitud de
inscripción en el Registro Único de Victima -RUV-, de mi núcleo familiar y el estado
actual en que se encuentra.
2.- Solicito se me informe sobre las rutas y los medios de acceso a la medida
establecida de Reparación a las Victimas, para la restitución por equivalente de
tierras, para acceder a terrenos de similares características y condiciones del
abandonado en otra ubicación o el reconocimiento de una compensación, de
conformidad con el Artículo 72 de la Ley 1448 de 2011.
3.- Se me indique de forma precisa el trámite que se desplegará para hacer efectivo
mi derecho a la Reparación administrativa.
Ahora bien, la Ley 1448 de 2011 “Por la cual se dictan medidas de atención,
asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto armado interno y se dictan
otras disposiciones”, regula de forma general el derecho a la reparación integral de las
víctimas del conflicto armado, incluyendo de manera especial a la población
desplazada por la violencia.
Sentencia T-370/13 del veintisiete (27) de junio de dos mil trece (2013).
Magistrado Ponente: JORGE IVÁN PALACIO PALACIO.
“La Corte ha sostenido que existen circunstancias en las cuales la protección de los
derechos fundamentales de los accionantes debe hacerse extensiva a otras personas
o ciudadanos que no han acudido a la acción de tutela o que habiendo acudido no son
demandantes dentro de los casos bajo estudio, pero que sin embargo, se encuentran
en situaciones de hecho o de derecho similares o análogas a las de los actores. En
estos casos, ha establecido esta Corporación que la acción de tutela no debe limitarse
a un mecanismo judicial subsidiario para evitar la vulneración o amenaza de derechos
fundamentales solamente de los accionantes y que la naturaleza y razón de ser de la
acción de amparo debe suponer también la fuerza vinculante suficiente para proteger
derechos fundamentales de quienes no han acudido directamente a este medio
judicial, siempre que (i) estas personas se encuentren en condiciones comunes,
similares o análogas a las de quienes sí hicieron uso de ella y (ii) cuando la orden de
protección dada por el juez de tutela repercuta, de manera directa e inmediata, en la
vulneración de derechos fundamentales de aquellos no tutelantes.”
En igual sentido, a través del Decreto 1377 de 2014 se reglamenta la ruta de atención,
asistencia y reparación integral, en particular en lo relacionado con la medida de
indemnización administrativa a víctimas de desplazamiento forzado, determinándose
como criterios de priorización para la entrega este tipo de indemnización: (i) el que se
hayan suplido sus carencias en materia de subsistencia mínima y se encuentre en
proceso de retorno o reubicación; (ii) no estar suplidas sus carencias en materia de
subsistencia mínima dada la situación de extrema urgencia y vulnerabilidad manifiesta
por la condición de discapacidad, edad o composición del hogar; y (iii) que pese a que
se han superado las carencias en materia de subsistencia mínima no se haya podido
llevar a cabo el retorno o reubicación por razones de seguridad.
Así las cosas, la población víctima del delito de desplazamiento forzado tiene derecho
a que el Estado garantice la entrega de la respectiva indemnización administrativa sin
desmejorar o complejizar la situación de esta población, razón por la cual esta Corte
ve con preocupación cómo se le atribuyen mayores cargas administrativas a los
desplazados como la necesidad de agotar todos los recursos legales o de acudir a
diferentes instituciones estatales para solicitar la ayuda, sin que reciban una respuesta
definitiva y eficaz sobre su situación. De hecho, esta Corporación ha expuesto que
“por el solo hecho de su situación, las personas sometidas a desarraigo pueden exigir
la atención del Estado, sin soportar cargas adicionales a la información de su propia
situación, como las que devienen de promover procesos dispendiosos y aguardar su
resolución”[24].
Por ello, cuando las personas víctimas de este tipo de hechos victimizantes acudan
ante las autoridades para solicitar su reconocimiento como víctimas, deberán ser
incluidas en el RUV, salvo que la UARIV desvirtúe que la relación fáctica no tiene
vinculación alguna con el conflicto armado. Asimismo, deberá la Unidad para la
Atención y Reparación Integral a las Víctimas asignar el respectivo turno GAC a las
personas que sean incluidas dentro del RUV con la finalidad de que les sea entregada
la indemnización administrativa a que tienen derecho”.
Sentencia T-028/18 del doce (12) de febrero de dos mil dieciocho (2018).
Magistrado ponente: CARLOS BERNAL PULIDO.
Es pertinente recordar esta distinción para delimitar, en cada caso, los alcances de
protección en sede de tutela, cuando esta se interpone para hacer efectivas estas
prestaciones económicas. Así, una cosa es la intervención del juez constitucional para
que se prodiguen asistencia mínima, medidas urgentes de subsistencia, estabilización
y garantías de retorno, en aras conjurar una situación específica de vulnerabilidad –
ayuda humanitaria–, y otra, totalmente distinta, aquella que busca garantizar la
reparación de perjuicios, que no es otra cosa que la respuesta a un hecho
victimizante, al daño sufrido por un bien jurídico tutelado específico en el marco del
conflicto. De allí que, consecuentemente, la acción de tutela para efectos del
reconocimiento de la indemnización administrativa, en atención a los fines puntuales
que persigue, sea excepcional y para casos límite[34].
21. Ocurre, sin embargo, con alguna frecuencia, que en una sola persona convergen,
a la vez, las condiciones de desplazado por la violencia y víctima del conflicto; de allí
que, bajo las condiciones específicas del actor, la solicitud de indemnización
administrativa tenga una finalidad más allá de la meramente resarcitoria. En palabras
de la Corte:
“Es cierto que la indemnización administrativa persigue fines distintos a aquellos que
busca la ayuda humanitaria, en tanto su propósito no consiste en satisfacer las
necesidades más inmediatas de las personas desplazadas, sino en restablecer su
dignidad, compensando económicamente el daño sufrido, para así fortalecer o
reconstruir su proyecto de vida. Por lo tanto, se podría argumentar que no es
pertinente, a partir de un análisis que se sustenta en la vulnerabilidad, mantener
abierto el recurso a la acción de tutela para, a través suyo, acceder a los recursos de
la indemnización administrativa. Bajo este argumento, las consecuencias de un
análisis de vulnerabilidad sólo serían relevantes en lo que concierne a la entrega de la
ayuda humanitaria.
Por estas razones, para esta Sala Especial es demasiado restrictivo impedirles a estas
personas que acudan a la acción de tutela para requerir la entrega inmediata de la
indemnización administrativa, ya que se trata de personas desplazadas en extremo
vulnerables, para quienes resulta desproporcionado exigirles que agoten todas las
etapas del procedimiento administrativo ordinario (ver supra. Secciones 4, 5 y 7); más
aún, si se tiene en cuenta el bloqueo institucional advertido en este pronunciamiento”
(Énfasis fuera del texto)[35].
Es, precisamente, por lo anterior, que el Decreto 1377 de 2014 reglamentó la ruta de
atención, asistencia y reparación integral, en particular, en lo relacionado con la
medida de indemnización administrativa a víctimas de desplazamiento forzado, y allí
determinó, como criterios de priorización para la entrega de este tipo de montos: (i) el
que se hayan suplido sus carencias en materia de subsistencia mínima y se
encuentren en proceso de retorno o reubicación; (ii) no estar suplidas sus carencias
en materia de subsistencia mínima dada la situación de extrema urgencia y
vulnerabilidad manifiesta por la condición de discapacidad, edad o composición del
hogar; y (iii) que pese a que se han superado las carencias en materia de subsistencia
mínima no se haya podido llevar a cabo el retorno o reubicación por razones de
seguridad[36].
PRUEBAS.
Cordialmente,