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FLORIBEL LÓPEZ SALAZAR.

JUICIO DE NULIDAD: 3672/22-17-02-2

C.C. MGDOS. DE LA SEGUNDA SALA


REGIONAL METROPOLITANA DEL TRIBUNAL
FEDERAL DE JUSTICIA FISCAL Y ADMINISTRATIVA
CON RESIDENCIA EN LA CIUDAD DE MÉXICO.
PRESENTE

FLORIBEL LÓPEZ SALAZAR, por propio derecho, personalidad que tengo


debidamente acreditada en autos, ante Ustedes, con el debido respeto comparezco y
expongo:
Por medio del presente escrito, vengo a manifestarme en relación a que me sea otorgada la
suspensión provisional y en su momento, en caso de ser procedente, la suspensión
definitiva; en virtud de que se pague el mínimo vital de subsistencia hasta que se resuelva el
presente juicio, se me siga otorgando la atención medica por parte del Instituto de
Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado y se siga cubriendo el
seguro de Gastos Médicos Mayores, en los términos siguientes:
El derecho al mínimo vital: equivalente al salario, sueldo o ingreso mínimo de
subsistencia que garantice cubrir en forma satisfactoria aquellas necesidades que permitan
la subsistencia personal y del hogar. De esta manera, al decretarse la suspensión provisional
se me garantizaría su derecho al ingreso mínimo para su subsistencia, al determinarse
simultáneamente que se cubrirá una suma pecuniaria en el monto que asegure la
satisfacción de las necesidades básicas a efecto de garantizar una vida digna, derecho está
previsto en los artículos 1o., 3o., 4o., 6o., 13, 14, 16, 17, 27, 31 y 123 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como los numerales 8 y 25 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos.
Asimismo, resulta aplicable el criterio siguiente:
Suprema Corte de Justicia de la Nación
Registro digital: 159820
Instancia: Pleno
Décima Época
Materias(s): Constitucional, Administrativa
Tesis: P. VII/2013 (9a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 1, Diciembre de 2013, Tomo
I, página 136
Tipo: Aislada

DERECHO AL MÍNIMO VITAL. SU CONTENIDO TRASCIENDE A TODOS LOS


ÁMBITOS QUE PREVEAN MEDIDAS ESTATALES QUE PERMITAN RESPETAR
LA DIGNIDAD HUMANA. Esta Suprema Corte de Justicia de la Nación ha reconocido que
desde una óptica tributaria, el derecho al mínimo vital tiene fundamento en el artículo 31,
fracción IV, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, como un derecho

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de los gobernados en lo general, independientemente de la manera en la que obtengan sus
ingresos o de la prerrogativa establecida en el artículo 123 constitucional para la clase
trabajadora, consistente en que se exceptúa de embargo, compensación o descuento el salario
mínimo; pero también reconoce que el derecho al mínimo vital trasciende tanto a la materia
fiscal como a la laboral, y abarca un conjunto de medidas estatales de diversa índole
(acciones positivas y negativas) que permiten respetar la dignidad humana en las condiciones
prescritas por el artículo 25 constitucional, tomando en cuenta que ese derecho no sólo se
refiere a un mínimo para la supervivencia económica, sino también para la existencia libre y
digna descrita en la parte dogmática de la Constitución Federal, lo cual en términos de su
artículo 1o., resulta concordante con los instrumentos internacionales que son fundamento de
los derechos humanos reconocidos por la Ley Suprema. En ese sentido, si el derecho al
mínimo vital trasciende a lo propiamente tributario y se proyecta sobre la necesidad de que el
Estado garantice la disponibilidad de ciertas prestaciones en materia de procura existencial o
asistencia vital, éste deberá asumir la tarea de remover los obstáculos de orden económico y
social que impidan el pleno desarrollo de la persona y la efectiva participación de todos los
ciudadanos en la organización política, económica, cultural y social del país.

Por lo tanto, al no existir un perjuicio al interés social o contravención de disposiciones del


orden público; el otorgamiento de la suspensión se adecua a la situación de los servidores
públicos privados de sus salarios que de acuerdo con los postulados constitucionales estos
operan en su favor en tanto se resuelve la materia de fondo del Juicio de Nulidad al rubro
citado.
Sirve como sustento la jurisprudencia siguiente:
Suprema Corte de Justicia de la Nación
Registro digital: 2009367
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Décima Época
Materias(s): Constitucional, Administrativa, Común
Tesis: IV.1o.A. J/8 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 19, Junio de 2015,
Tomo II, página 1768
Tipo: Jurisprudencia

SALARIO. AL SER UN DERECHO FUNDAMENTAL ESTABLECIDO EN LOS


ARTÍCULOS 5o. Y 123, APARTADO B, FRACCIÓN VI, DE LA CONSTITUCIÓN
POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, LA RETENCIÓN EN EL
PAGO, ES SUSCEPTIBLE DE SUSPENSIÓN. El pago del salario es un derecho
fundamental, acorde a lo dispuesto en los artículos 5o. y 123, apartado B, fracción VI, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pues nadie puede ser privado del
producto de su trabajo sino por resolución judicial y sólo podrá retenerse el salario en los
supuestos previstos en la ley. En esa medida, su retención es susceptible de suspensión, dado
que podría causar daños y perjuicios de difícil reparación, porque se dejaría a los gobernados
en un estado de vulnerabilidad económica que puede ocasionar la no respuesta a las
necesidades básicas de subsistencia y de sus dependientes económicos. Más aún, si en autos
no obran elementos que permitan determinar que es justificada la retención del salario.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL CUARTO
CIRCUITO.

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Por otro lado, y aunado a las argumentaciones de hecho y de derecho antes plasmadas, se
solicita de igual manera y con la misma importancia, que el mínimo vital, la prestación de
los servicios médicos de salud proporcionados por el Instituto de Seguridad y Servicios
Sociales para los Trabajadores del Estado.

De tal modo, que no se necesita de una percepción económica mínima y suficiente para
sostener una vida digna y sustentable, sino que para poder lograr dicho fin al que hace
alusión nuestro articulo 1 en su primer párrafo, así como el numeral 4 en su cuarto párrafo,
ambos de nuestra carta Magna; puesto que es de vital importancia la prestación de los
servicios médicos vigentes correspondientes, por cuenta de la institución de salud aludida
hace la hoy promovente, en tal sentido de generar certeza jurídica en aras de hacer valer mi
derecho de acceso a la salud.

Ahora bien, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha reiterado que el derecho a la


vida es un derecho humano fundamental cuyo goce pleno constituye una condición para
el ejercicio de todos los derechos; ya que la integridad personal es esencial para el disfrute
de la vida humana, esto a su vez, los derechos a la vida y a la integridad personal se hallan
directa e inmediatamente vinculados con la atención de la salud humana. Asimismo, el
Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales establece que toda persona tiene derecho a
la salud, entendida como el disfrute del más alto nivel de bienestar físico, mental y
social, e indica que la salud es un bien público.

La Corte ha estimado que los Estados son responsables de regular y fiscalizar la


prestación de los servicios de salud para lograr una efectiva protección de los derechos
a la vida y la integridad personal. Para todo ello, se requiere de la formación de un orden
normativo que respete y garantice efectivamente el ejercicio de sus derechos, y la
supervisión eficaz y constante sobre la prestación de los servicios de los que dependen la
vida y la integridad de las personas.

En el mismo tenor de ideas, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha señalado, que el


derecho a la protección de la salud previsto en el artículo 4° de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, garantiza el disfrute de servicios de salud y de
asistencia social que satisfagan las necesidades de los habitantes de nuestro país, y que un
servicio de salud conlleva acciones de protección, promoción y restauración a la salud de la
persona y de la colectividad; en relación al razonamiento que antecede se le otorgo al
derecho de acceso a la salud, los estándares más altos para lograr el disfrute de un nivel de
bienestar físico, mental y social; por lo que es de suma importancia proteger y respetar
dicho derecho del que hoy la presente carece al igual que sus derechohabientes.

Al respecto, el derecho a la salud es compatible con diversos ordenamientos de carácter


internacional en materia de derechos humanos, entre los que destacan:

- Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Artículo 25.

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1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le
asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la
alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los
servicios sociales necesarios; tiene, asimismo, derecho a los seguros
en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros
casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias
independientes de su voluntad.

- Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.


Artículo 12.
1. Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda
persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y
mental.

- Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos


Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
“Protocolo de San Salvador”.

Artículo 10
Derecho a la Salud
1. Toda persona tiene derecho a la salud, entendida como el disfrute del
más alto nivel de bienestar físico, mental y social.
2. Con el fin de hacer efectivo el derecho a la salud los Estados partes se
comprometen a reconocer la salud como un bien público y
particularmente a adoptar las siguientes medidas para garantizar este
derecho:
a. la atención primaria de la salud, entendiendo como tal la
asistencia sanitaria esencial.
puesta al alcance de todos los individuos y familiares de la
comunidad;
b. la extensión de los beneficios de los servicios de salud a todos los
individuos sujetos
a la jurisdicción del Estado;
c. la total inmunización contra las principales enfermedades
infecciosas;
d. la prevención y el tratamiento de las enfermedades endémicas,
profesionales y de
otra índole;
e. la educación de la población sobre la prevención y tratamiento de
los problemas de salud, y

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f. la satisfacción de las necesidades de salud de los grupos de más
alto riesgo y que
por sus condiciones de pobreza sean más vulnerables.

Lo que se concluye de los instrumentos internacionales anteriores, es que el


derecho a la salud debe entenderse como una garantía fundamental e
indispensable para el ejercicio de los demás derechos humanos y no solo como
el derecho a estar sano; siendo que, el derecho a la salud implica derechos y
libertades.
El derecho a la salud, relativo al caso en particular que nos ocupa, debe
entenderse como un derecho, en lo que respecta a las facilidades, bienes,
servicios y condiciones necesarias para alcanzar el más alto nivel posible de
salud.
Al hablar de la protección del derecho a la salud se hace referencia, a que el
estado tiene la obligación de adoptar leyes y en su caso otras medidas que
pudieran no estar establecidas en los ordenamientos legales con la finalidad de
proteger el acceso a la atención de la salud y con ello a los servicios que se
deriven.
Para reforzar lo que en comento se manifiesta, se cita a continuación el siguiente criterio de
tesis emitido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación:

Registro digital: 169316


Instancia: Primera Sala
Novena Época
Materia(s): Constitucional, Administrativa
Tesis: 1a. LXV/2008
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.
Tomo XXVIII, Julio de 2008, página 457
Tipo: Aislada

“DERECHO A LA SALUD. SU REGULACIÓN EN EL ARTÍCULO 4o.


DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS Y SU COMPLEMENTARIEDAD CON LOS TRATADOS
INTERNACIONALES EN MATERIA DE DERECHOS HUMANOS.
Este Alto Tribunal ha señalado que el derecho a la protección de la salud
previsto en el citado precepto constitucional tiene, entre otras finalidades, la
de garantizar el disfrute de servicios de salud y de asistencia social que
satisfagan las necesidades de la población, y que por servicios de salud se
entienden las acciones dirigidas a proteger, promover y restaurar la salud de la
persona y de la colectividad. Así, lo anterior es compatible con varios
instrumentos internacionales de derechos humanos, entre los que destacan el

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apartado 1 del artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, que señala que toda persona tiene derecho a un nivel de vida
adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar y en
especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los
servicios sociales necesarios; el artículo 12 del Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que alude al derecho de toda
persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental, y refiere
que los Estados deben adoptar medidas para asegurar la plena efectividad de
este derecho; y el artículo 10 del Protocolo Adicional a la Convención
Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales "Protocolo de San Salvador", según el cual toda persona
tiene derecho a la salud, entendida como el disfrute del más alto nivel de
bienestar físico, mental y social. En ese sentido y en congruencia con lo
establecido por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de
las Naciones Unidas, el derecho a la salud debe entenderse como una garantía
fundamental e indispensable para el ejercicio de los demás derechos humanos
y no sólo como el derecho a estar sano. Así, el derecho a la salud entraña
libertades y derechos, entre las primeras, la relativa a controlar la salud y el
cuerpo, con inclusión de la libertad sexual y genésica, y el derecho a no
padecer injerencias, torturas, tratamientos o experimentos médicos no
consensuales; y entre los derechos, el relativo a un sistema de protección de la
salud que brinde a las personas oportunidades iguales para disfrutar del más
alto nivel posible de salud. Asimismo, la protección del derecho a la salud
incluye, entre otras, las obligaciones de adoptar leyes u otras medidas para
velar por el acceso igual a la atención de la salud y los servicios relacionados
con ella; vigilar que la privatización del sector de la salud no represente una
amenaza para la disponibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y calidad de los
servicios; controlar la comercialización de equipo médico y medicamentos por
terceros, y asegurar que los facultativos y otros profesionales de la salud
reúnan las condiciones necesarias de educación y experiencia; de ahí que el
derecho a la salud debe entenderse como un derecho al disfrute de toda una
gama de facilidades, bienes, servicios y condiciones necesarios para alcanzar
el más alto nivel posible de salud.”

Así como también, y en relación con el criterio que antecede, lo complementa la


tesis emitida por nuestro máximo Tribunal de Justicia, que dice:

“DERECHO A LA SALUD. NO SE LIMITA AL ASPECTO FÍSICO,


SINO QUE SE TRADUCE EN LA OBTENCIÓN DE UN
DETERMINADO BIENESTAR GENERAL.
El referido derecho, contenido en el artículo 4o. de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos y reconocido en diversos tratados
internacionales suscritos por México, no se limita a la salud física del
individuo, es decir, a no padecer, o bien, a prevenir y tratar una enfermedad,

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sino que atento a la propia naturaleza humana, va más allá, en tanto
comprende aspectos externos e internos, como el buen estado mental y
emocional del individuo. De ahí que el derecho a la salud se traduzca en la
obtención de un determinado bienestar general integrado por el estado físico,
mental, emocional y social de la persona, del que deriva un derecho
fundamental más, consistente en el derecho a la integridad físico-
psicológica.”

Registro digital: 165826, Instancia: Pleno, Novena Época,


Materia(s): Constitucional, Tesis: P. LXVIII/2009, Fuente: Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta., Tomo XXX, Diciembre de 2009, página 6,
Tipo: Aislada

De lo anteriormente expuesto, a fin de respetar y proteger el derecho fundamental a la


percepción económica concedida por el mínimo vital, asi como de suma importancia el
acceso a la salud digna y de calidad brindados por parte del ISSSTE hasta en tanto, no haya
un pronunciamiento de fondo en relación con una causa debidamente funda y motivada que
originó la separación del cargo de la hoy promovente, me permito ante ustedes:
Solicitar, que de no existir inconveniente, se decrete la suspensión a mi favor en torno al
salario, para efecto de que se cubra en cubra en la totalidad los emolumentos a que tengo
derecho, hasta en tanto no quede firme la supresión de la plaza en la Institución; asimismo,
el giro de oficios a la Institución de salud correspondiente que de conformidad con la
legislación aplicable prestara servicios médicos de calidad a la hoy actora, a fin de que se
me proporcionen los mismos, así como a mis derechohabientes afiliados.
Por lo anteriormente expuesto, a Ustedes C.C Magistrados, atentamente solicito:

ÚNICO: Tenerme por presentada en términos del presente ocurso.

Ciudad de México, a 3 de marzo de 2022


PROTESTO LO NECESARIO

FLORIBEL LÓPEZ SALAZAR.

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