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SEÑOR JUEZ DE TUTELA (REPARTO)

E. S. D.

Yo, MARIA YURIS EBRATT NUÑEZ, identificado(a) con cédula de ciudadanía N°


36.665.247 de Santa Marta; con todo respeto manifiesto a usted que en ejercicio del
derecho de tutela consagrado en el artículo 86 de la Constitución Política y
reglamentado por el Decreto 2591 de 1.991, por medio del presente escrito formulo
contra JUSTICIA Y PAZ, por vulneración al derecho de petición y debido proceso
bajo los siguientes:

HECHOS

1. Mi hermana, MALVIS DEL CARMEN EBRATT GARIZTIZABAL


identificada con la cedula de ciudadana Nº 57.443.247 de Santa Marta, reportó el
HOMICIDIO de mí también hermano JOSE RAMON EBRATT NUÑEZ por
BLOQUE DE RESISTENCIA TAYRONA de la autodefensas aceptado por
EDGAR ANTONIO OCHOA BALLESTEROS, alias “MORROCOLLO”, en
versión libre ante el Despacho 09 de Justicia Transicional Barranquilla de fecha de
30 de junio del 2008
2. El 8 de agosto del 2016, la Fiscalía certifico el postulado por el cual le da vía para
que se le reconozca la calidad de víctima.
3. Fue registrado en el sistema de información de justicia y paz bajo el aume10 de
SIJYP 320121.
4. El 1 de junio del presente año, presente un derecho de petición ante JUSTICIA Y
PAZ para que se me reconociera en calidad de víctima y poder tener la
indemnización por la muerte de mi hermano por parte de un grupo armado.

PRETENSIONES
Antes los hechos enunciados anteriormente solicito ante usted Señor Juez.
1. Solicito que ustedes que se me reconozca la calidad de víctima por el
HOMICIDIO de mi hermano JOSE RAMON EBRATT NUÑEZ cometido por
por EDGAR ANTONIO OCHOA BALLESTEROS, quién perteneció al
BLOQUE DE RESISTENCIA TAYRONA.
2. Se me reconozca la indemnización por muerte de mi hermano JOSE RAMON
EBRATT NUÑEZ.
3. En caso de no acceder a lo solicitado, se señalen las razones de hecho y derecho
que fundan la negativa.

DERECHO FUNDAMENTAL VIOLADO

Partiendo del artículo 3 de la Ley 1448 del 2011 en el cual define como víctima como “…
aquellas personas que individual o colectivamente hayan sufrido un daño por hechos ocurridos
a partir del 1º de enero de 1985, como consecuencia de infracciones al Derecho Internacional
Humanitario o de violaciones graves y manifiestas a las normas internacionales de Derechos
Humanos, ocurridas con ocasión del conflicto armado interno”
Lo anterior, se reafirma en la Sentencia C-250/12 al decir: “que debe tenerse como víctima o
perjudicado de un delito penal a la persona ha sufrido un daño real, concreto y específico,
cualquiera sea la naturaleza de éste y el delito que lo ocasionó”. La misma disposición de la
Corte señala que se tratará de medidas que harían posible para estas víctimas, el goce efectivo
de sus derechos a la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición, para así
reconocer su condición de víctimas, su derecho a la dignidad humana y la materialización de sus
derechos constitucionales (Art. 1).

En la Sentencia T-584/17 se estableció como aspectos característicos de la definición de víctima


que los hechos victimizantes: (i) hayan ocurrido a partir del 1 de enero de 1985; (ii) se deriven
de una infracción al DIH o de una violación grave y manifiesta a las normas internacionales de
derechos humanos; y (iii) se hayan originado con ocasión del conflicto armado. Y en cuanto al
Registro Único de Victima hace una analogía con la sentencia T-478 de 2017 al decir que “la
jurisprudencia constitucional ha establecido las siguientes reglas en relación con la inscripción
en el Registro Único de Víctimas, a saber: (i) la falta de inscripción en el RUV de una persona
que cumple con los requisitos necesarios para su inclusión, no solo afecta su derecho
fundamental a ser reconocido como víctima, sino que además implica la violación de una
multiplicidad de derechos fundamentales como el mínimo vital, la unidad familiar, la
alimentación, la salud, la educación, la vivienda, entre otros; (ii) los funcionarios encargados
del registro deben suministrar información pronta, completa y oportuna sobre los derechos
involucrados y el trámite que debe surtirse para exigirlos; (iii) para la inscripción en el RUV
únicamente pueden solicitarse los requisitos expresamente previstos por la ley; (iv) las
declaraciones y pruebas aportadas deben tenerse como ciertas en razón del principio de buena
fe, salvo que se pruebe lo contrario; y (v) la evaluación debe tener en cuenta las condiciones de
violencia propias de cada caso y aplicar el principio de favorabilidad, con arreglo al deber de
interpretación pro homine”.

Teniendo en cuenta, la Sentencia T-274/18 que reafirma el Art 5 de la Ley 1448 de 2011 al
decir “El Estado presumirá la buena fe de las víctimas de que trata la presente ley. La víctima
podrá acreditar el daño sufrido, por cualquier medio legalmente aceptado. En consecuencia,
bastará a la víctima probar de manera sumaria el daño sufrido ante la autoridad
administrativa, para que esta proceda a relevarla de la carga de la prueba. En los procesos en
los que se resuelvan medidas de reparación administrativa, las autoridades deberán acudir a
reglas de prueba que faciliten a las víctimas la demostración del daño sufrido y aplicarán
siempre el principio de buena fe a favor de estas”.

Por ende, basándonos Artículo 23 de la Constitución Política “Toda persona tiene derecho a
presentar peticiones respetuosas a las autoridades por motivos de interés general o particular y
a obtener pronta resolución. El legislador podrá reglamentar su ejercicio ante organizaciones
privadas para garantizar los derechos fundamentales”, ley 1755 del 2015 en su artículo 13
“Toda persona tiene derecho a presentar peticiones respetuosas a las autoridades, en los
términos señalados en este código, por motivos de interés general o particular, y a obtener
pronta resolución completa y de fondo sobre la misma…. Mediante él, entre otras actuaciones,
se podrá solicitar: el reconocimiento de un derecho, la intervención de una entidad o
funcionario, la resolución de una situación jurídica, la prestación de un servicio, requerir
información, consultar, examinar y requerir copias de documentos, formular consultas, quejas,
denuncias y reclamos e interponer recursos.”, articulo 1156 y 1558 de la ley 1448 del 2011
establecen que “las actuaciones que se adelanten en relación con el registro de las víctimas se
tramitarán de acuerdo con los principios y el procedimiento establecido en el Código
Contencioso Administrativo. En particular, se deberá garantizar el principio constitucional del
debido proceso, buena fe y favorabilidad. Las pruebas requeridas serán sumarias.” y el
artículo 12 del Decreto 4800 de 2011 en cual define al RUV como “una herramienta
administrativa que soporta el procedimiento de registro de las víctimas”; el procedimiento a
seguir es la realización de un derecho de petición por vía administrativa para sea reconocida su
calidad de víctima del conflicto.

Entonces, si bien en el Concepto 2362 de 2018 Consejo de Estado - Sala de Consulta y Servicio
Civil la noción de "Justicia Transicional" se fundamenta en la protección efectiva de los
derechos humanos y la dignidad humana, no puede desconocerse que en ella está inmersa una
"tensión entre el objetivo social de lograr un tránsito efectivo hacia la paz o la democracia, y
los derechos de las víctimas a que las violaciones de derechos sean investigadas, enjuiciadas y
castigadas por el Estado, y a que se logre una efectiva reparación". Por lo anterior, la Corte
Interamericana de Derechos Humanos ha fijado a través de varias sentencias algunos estándares
mínimos en materia de justicia, no repetición, verdad y reparación de las víctimas que los
Estados deben atender en los procesos que adelanten para lograr la paz, dentro de los cuales vale
la pena citar: "(i) el de la obligación estatal de prevenir los graves atentados contra los
derechos humanos, de investigarlos cuando ocurran, procesar y sancionar a los responsables, y
lograr la reparación de las víctimas; (. . .) (iii) el del derecho de acceso a la justicia de las
víctimas de las graves violaciones de derechos humanos y la relación de este derecho con la
razonabilidad de los plazos dentro de los cuales deben adoptarse las decisiones judiciales;
(. . .) (v) el de los aspectos comprendidos en el deber de reparación de los graves atentados
contra los derechos humanos; (vi) el de los aspectos involucrados en el derecho de los
familiares y de la sociedad en general a conocer la verdad ... ".

De igual forma, la citada Corte ha advertido la necesidad de que los gobiernos que adelanten
procesos para lograr el cese del conflicto armado y alcanzar la reconciliación y la paz,
garanticen el derecho a las víctimas y sus familiares a la justicia a través de un proceso judicial
efectivo mediante el cual se investiguen y sancionen las violaciones de los derechos humanos.
Así mismo, al sentir de la citada Corte resulta imperativo reconocer el derecho de las víctimas
de tales violaciones a obtener una reparación, la cual "en la medida de lo posible debía ser
plena, es decir debía consistir en el restablecimiento de la situación anterior a la violación" o, en
su defecto, adoptar "otras medidas de reparación, entre ellas el pago de una indemnización
compensatoria" y en todo caso "el otorgamiento de garantías de no repetición".

Acorde con los anteriores lineamientos, los procesos para alcanzar la paz en las naciones se
deben fundamentar en los derechos de las víctimas a la justicia, la verdad y la reparación.

I. PROCEDENCIA Y LEGITIMIDAD

Esta acción de tutela es procedente de conformidad con lo establecido en los artículos 1,


2, 5 y 9 del Decreto 2591 de 1.991, por lo que se pretende es que se garantice el derecho
el derecho al debido proceso, a la salud, mínimo vital, vida digna y libre escogencia de
la entidad promotora de salud u otros que se ven vulnerados; y toda vez que la petición
consiste en una orden para que aquél respecto de quien se solicita la tutela actúe o se
abstenga dé hacerlo según el inciso 2° art. 86 de la C.P.: siendo únicamente aceptables
como otros medios de defensa judicial para los fines de exclusión de la acción de tutela,
aquellos que resulten aptos para hacer efectivo el derecho es decir que no tienen tal
carácter los mecanismos que carezcan de conducencia y eficacia jurídica para la real
garantía del derecho. La existencia de otro medio de defensa ha sido reiteradamente
explicada por la Corte Constitucional, en el sentido de que no siempre que se presentan
varios mecanismos de defensa, la tutela resulta improcedente. Es necesario además una
ponderación de eficacia de los mismos a partir de la cual se concluya que alguno de los
otros medios existentes, es tan eficaz para la protección del derecho fundamental como
la acción de tutela misma y en tal sentido en la Sentencia T-526 del 18 de septiembre de
1.992 Sala Primera de Revisión, manifestó: Es claro entonces que el otro medio de
defensa judicial a que alude el artículo 86 debe poseer necesariamente, cuando menos,
la misma eficacia en materia de protección inmediata de derechos constitucionales
fundamentales que, por naturaleza, tiene la acción de tutela.

De no ser así, se estaría haciendo simplemente una burda y mecánica exégesis de la


norma, en abierta contratación con los principios vigentes en materia de efectividad de
los derechos y con desconocimiento absoluto del querer expreso del constituyente."
Para los efectos de que trata los artículos 37 y 38 del Decreto 2591 de 1.991, manifiesto
bajo juramento que, con anterioridad a esta acción no he promovido acción similar por
los mismos hechos.

CASO EN CONCRETO

Teniendo en cuenta, me encuentro con la legitimidad para actuar para que se me


reconozca primeramente como víctima de homicidio por parte del Bloque Tayrona, en
el cual falleció mi hermano JOSE RAMONN EBRATT NUÑEZ y así posteriormente,
se me haga entrega de la indización por muerte.

PRUEBAS
Téngase como pruebas las siguientes:
 Copia de la cedula de ciudadanía
 Certificado de la Fiscalía que le atribuye el hecho victimizante al Grupo Armado
Organizado al Margen de la Ley “Bloque Resistencia Tayrona.
 Registro civil de nacimiento de MARIA YURIS EBRATT NUÑEZ
 Registro civil de nacimiento de JOSE RAMON EBRATT NUÑEZ
 Copia del derecho de petición presentado el 1 de junio del 2022, debidamente
entregado.

5. NOTIFICACIONES
Su respuesta y demás notificaciones se deberá hacer en el la calle 29 Carrera 30 Nº 30-
127 Santana de la ciudad de Santa Marta, con teléfonos 3106163724 - 3145869724 y
autorizo a que se me notifique vía correo electrónico a la siguiente dirección:
kellyospino23@gmail.com - imebola.2709@gmail.com

Cordialmente,

MARIA YURIS EBRATT NUÑEZ


C.C Nº 36.665.247

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