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EN EL VALLE DE SULA
CUENTA: 20192030576
FECHA: 16/03/23
Trastornos hidroelectrolíticos
1. Vasopresina: La vasopresina plasmática se torna detectable en sujetos
sanos euvolémicos con un umbral de ~285 mOsm/kg.
La excreción o la retención renal de agua sin electrólitos es modulada
por la AVP circulante. La AVP actúa sobre los receptores de tipo
V2 renales en la porción gruesa de la rama ascendente del asa de Henle
en las células principales del túbulo colector (CD), lo que incrementa las
concentraciones intracelulares de AMP cíclico y activa la fosforilación
dependiente de proteína cinasa A (PKA) de varias proteínas
transportadoras. La activación del transporte de sodio, cloruro y potasio
que depende de AVP y de PKA y que realiza la rama ascendente del asa
de Henle (TALH), es un elemento esencial del mecanismo de
contracorriente. Este último también intensifica al final la osmolalidad
intersticial en la zona de la médula interna del riñón e impulsa la
absorción de agua a través del conducto colector del riñón. Sin embargo,
el transporte de agua, sodio y soluto por los segmentos proximal y distal
de la nefrona participa en el mecanismo de concentración renal.
De ese modo, interviene el transporte de agua a través de los conductos
hídricos de acuaporina-1 apicales y basolaterales en la rama ascendente
delgada del asa de Henle y también la absorción pasiva de sodio y
cloruro por la porción fina ascendente a través de los conductos de
cloruro CLC-K1 basolaterales (CLCN) y el transporte de sodio
paracelular. A su vez, el transporte renal de urea interviene de manera
importante en la generación del gradiente osmótico de la médula renal y
la capacidad de excretar agua sin solutos, en situaciones en que el
consumo de proteínas es
grande o pequeña.
En imagen: UT, transportador
de urea; AQP, acuaporina;
NKCC2, cotransportador de
J Larry Jameson. Harrison Principios de Medicina Interna. 20th ed., vol. 2, Mcgraw-