Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
de estudios
Unidad didáctica 3: Técnicas centradas en los pensamientos psicológicos formación
Ahora vamos a ver una serie de historietas en las que diferentes niños, frente a la misma situación,
experimentan emociones distintas. Me gustaría que las leyeras con atención y que pensaras por
qué motivo esto es así.
Historia 1
Martes por la mañana. Clase de matemáticas. El profesor deja a Bartolo sin recreo por entregar los
deberes a medias.
ANGUSTIAS: «Madre mía, que no me los pida a mí, yo tampoco los he terminado», y se asusta.
ROQUE: «Pero ¿qué se ha creído ese tío? Ser profesor no le da derecho a tratar así a los alumnos. ¡Es un
dictador!», y se enfada.
JUSTO: «Hace muy bien el profe, Bartolo es un vago redomado, tiene una jeta que se la pisa», y se alegra.
PIEDAD: «¡Qué pena! El profesor le ha cogido manía, con lo simpático que es Tolín», y se entristece.
Historia 2
Sábado tarde. Final de fútbol sala. El árbitro muestra tarjeta roja directa y expulsa al portero.
EL CAPITÁN DEL EQUIPO: «Parece idiota, ¿por qué hace esa tontería delante de las narices del árbi-
tro?», y se enfada.
EL DEFENSA CENTRAL: «Mira que el sustituto es malo con ganas, a partir de ahora nuestra portería
será un coladero», y se echa a temblar.
EL PICHICHI: «¿De qué sirve que marque goles, si terminaremos perdiendo el partido?», y se desanima.
Fíjate, la situación es la misma pero cada uno de estos chicos siente emociones diferentes, ¿por
qué?… Efectivamente, cada uno piensa cosas diferentes. Un pensamiento es algo que nos deci-
mos a nosotros mismos, es un diálogo con nosotros mismos.
1. Adaptado de: MÉNDEZ, F. X. (2011). El niño que no sonríe. Estrategias para superar la tristeza y la depresión infantil.
Madrid: Ediciones Pirámide.
A veces pensamos cosas que nos hacen sentir bien, por ejemplo: «He sacado un 8, ¡qué bien!»; y en
ocasiones, cosas que nos hacen sentir mal, por ejemplo cuando has hecho algo mal y piensas o te
dices a ti mismo: «Soy un desastre. No sirvo para nada».
Lo que piensas o te dices a ti mismo ante una determinada situación o persona influye en cómo
te sientes y en cómo actúas; por ejemplo, si después de suspender un examen piensas: «Bueno, la
próxima vez debo intentar preguntar más en clase y estudiar con más tiempo», probablemente te sen-
tirás más motivado para estudiar y prepararte el examen, y tendrás más probabilidades de aprobar
que si piensas: «Nunca aprobaré».
Vemos, pues, que pensar de forma positiva nos ayuda a alcanzar nuestras metas y que los pensa-
mientos negativos nos hacen sentir mal y son un obstáculo para nuestros objetivos. Por ello es im-
portante saber detectar cuáles son los pensamientos negativos que nos hacen sentir mal y saber
cómo convertirlos en otros más positivos para sentirnos mejor y más a gusto con nosotros mismos.