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Introducción
1. El cristianismo de los primeros siglos en cuanto a escatología
2. Algunos autores a través de los siglos
Victorino, obispo de Pettan
Efraín de Nisbis
Joseph Mede
Morgan Edwards
John Gill
3.Consideraciones y comentarios de Mateo 24ss
La abominación desoladora y la desaparición de la Iglesia
A) La segunda venida en Mateo 24
Un rapto que no es el Rapto
4. Israel es la clave
5. Principales diferencias entre el Arrebatamiento y la Segunda Venida
6. Concluyendo
Introducción
"No te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz,
sino la raíz a ti. Pues las ramas, dirás, fueron desgajadas para que yo fuese
injertado. Bien; por su incredulidad fueron desgajadas, pero tú por la fe estás
en pie. No te ensoberbezcas, sino teme. Porque si Dios no perdonó a las
ramas naturales, a ti tampoco te perdonará. Mira, pues, la bondad y la
severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la
bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú
también serás cortado. Y aun ellos, si no permanecieren en incredulidad, serán
injertados, pues poderoso es Dios para volverlos a injertar. Porque si tú fuiste
cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y contra naturaleza fuiste
injertado en el buen olivo, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales,
serán injertados en su propio olivo?" (Romanos 11:18-24)
Premilenarista, ya que creían que el Señor regresará glorioso a esta tierra para
instaurar el reino milenial prometido a Israel (Is. 2:1-3; Hch. 1:6), reino este
todavía no establecido en este mundo el cual sigue bajo el maligno (1 Jn. 5:19).
Pretribulacionista, porque la Iglesia necesariamente tendrá que ser sacada de
aquí antes del advenimiento de la Bestia y de su breve periodo de nefasto
gobierno mundial, así como antes de que todo Israel sea salvo (Ro. 11:25-26).
En cuanto a los segundo, la Iglesia primitiva creía que Dios iba a obrar en
relación a Israel para su salvación, pero el Espíritu Santo por medio del apóstol
Pablo, se anticipó al hecho de que la iglesia gentil se olvidaría de esa promesa,
como así fue, de ahí la admonición del apóstol Pablo de que nosotros, los
gentiles, no debíamos ser arrogantes en cuanto a nosotros mismos, sino
proceder sin jactancia en la pura bondad de Dios.
Los creyentes de los tres primeros siglos habían recibido la doctrina apostólica,
y conocían acerca de estas cosas.
Esa doctrina, parte del entendimiento católico romano, y para sí es una de sus
dos teatrales columnas, el llamado "poder temporal". Como decimos, esto partió
de Agustín de Hipona, llamado comúnmente San Agustín, en el siglo V.
Efraín de Nisbis
Es evidente que esa confusión que llenará el mundo a la que se refiere Efraín el
Sirio no puede ser sino la que traerá el gobierno infame de la Bestia Anticristo y
sus consecuencias.
Joseph Mede
Morgan Edwards
"Los santos muertos serán levantados, y los santos vivos serán transformados
en el momento en que Cristo aparezca en el aire (1 Ts. 4:17); y esto acontecerá
como tres años y medio antes del Milenio, como veremos a continuación: pero
¿Estarán él y ellos todo el tiempo en el aire? No: Ellos ascenderán al paraíso, o
a alguna de las muchas moradas de la casa del Padre, y así desaparecerán
durante el consabido periodo de tiempo. La razón de esa retirada y la
desaparición será para juzgar a los resucitados y transformados santos..."
¿Dónde irá la Iglesia resucitada y transformada? Pues la Palabra nos lo dice con
claridad:
"...juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares
celestiales con Cristo Jesús" (Efesios 2:6)
John Gill
Cuarenta años antes del escrito de Morgan Edwards, el famoso teólogo bautista
de ese siglo XVIII, John Gill, publicó su comentario del Nuevo Testamento en el
año 1748.
El hecho de estar el Señor en el aire (1 Ts. 4:17) para recoger Su Iglesia, implica
que será visto de todos, (o todos podrán ver algo fuera de lo normal), lo cual no
contradice Mateo 24: 30, que describe su venida gloriosa, donde leemos que
todos "verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y
gran gloria". Por tanto en ambos eventos de aproximación, el Señor y todo lo que
conlleva dichos eventos, será visto por todos, como no puede ser de otro modo,
dadas las circunstancias absolutamente espectaculares.
Lo que los hombres verán, no será un hombre o figura humana o similar, sino
¡una llama de fuego! Y por supuesto, todo ojo le verá.
"Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus discípulos para
mostrarle los edificios del templo. 2 Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto?
De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea
derribada. 3 Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se
le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal
habrá de tu venida, y del fin del siglo?" (Mt. 24:1-3)
Varias señales comentó antes del fin (entendiendo por fin, el fin de esta
dispensación de la gracia): guerras, rumores de guerras, levantamientos
naciones contra naciones, enfermedades, pandemias, hambruna, terremotos.
Todo ello diciendo sería principio de dolores de parto.
Una de las señales claras y específicas, la vemos en v. 15, donde nos habla del
lugar santo, y en él la abominación desoladora, de la cual habló Daniel. Esto es
clave. En el año 168 a. C. Antíoco Epífanes hizo quitar el sacrificio continuo, e
hizo sacrificar una cerda en el lugar Santísimo del templo de Jerusalén
(ver Daniel 11: 31). Esto mismo, o similar deberá volver a ocurrir, como lo
predijo el Señor.
Ahora bien, el templo ya hace siglos que no existe, no obstante Israel volvió a ser
de nuevo nación, y ¡en un solo día! (Is. 66:8). Sólo es menester que pase poco
tiempo antes que levanten de nuevo el templo.
En Daniel 9:27 vemos que una vez empezada la última shabúa (la última
semana de años: siete años), a la mitad de ese tiempo, se producirá de nuevo la
abominación desoladora. Este es el evento predicho por el Señor en Mateo
24:15, y obviamente va dirigido a los judíos que creerán en él en aquel tiempo.
¿Por qué el Señor se está dirigiendo ahora en Mt. 24 al Israel creyente en él y no
a la Iglesia como tal? Pues porque en el tiempo de la abominación desoladora, la
Iglesia ya no estará.
Déjenme decirles algo que es importante: no puede coexistir en la tierra en este
tiempo de gracia, por una parte la Iglesia, y por otra parte el Israel salvo (Ro.
11:25-26).
Sólo los residentes en Jerusalén pueden huir a los montes de Judea, los
judíos.
En invierno hace frío en Israel (no en la república del Salvador, por
ejemplo)
El guardar el sábado sólo lo han de hacer los judíos.
Pero volviendo al relato de Mateo 24:29ss, ahí vemos que el Señor nos está
hablando de Su segunda venida, la gloriosa, la cual se producirá después de la
Tribulación: "E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días...",
con las señales que ocurrirán en los cielos (V. 29,30)
Un rapto que no es el Rapto
"Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos,
de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro" (Mateo 24:31)
En ese evento, la Iglesia hará algún tiempo que habrá sido glorificada y reinará
juntamente con Cristo. Luego desciende con él Mt. 25:31 (*) para juzgar a las
gentes que hayan quedado en esta tierra después de los horrores de la
Tribulación.
(*) La versión Reina Valera traduce la palabra en griego por "ángeles", pero
su traducción también es "enviados".
Lo primero que hará el Señor será reunir ante él a todos sus escogidos. Nótese
que no dice Su Iglesia, sino "sus escogidos". Esos escogidos serán los salvos
vivos de la Tribulación, los cuales pondrá a su derecha, para que hereden el
reino milenial (Mt. 25:32,34). Los escogidos en ese contexto, son los santos de la
tribulación, también se les llama el resto de la descendencia de la mujer de Ap.
12:17.
4. Israel es la clave
Ese tiempo de siete años que restan de los 483 ya cumplidos (Dn. 9:24-26)
coincide con el tiempo de la tribulación que ha de venir, y que empezará con la
confirmación del pacto con muchos (Israel y sus vecinos), que ha de realizar el
que visiblemente llegue a ser la Bestia Anticristo (Dn. 9:27).
A la mitad de esos siete años, empezará la Gran Tribulación, y durará tres años y
medio (la segunda mitad de esos años).
Por tanto, una de las razones principales del Arrebatamiento previo a los
últimos siete años relatados, es justamente para que Dios se ocupe de Israel,
como prometió iba a hacer.
El Arrebatamiento tendrá lugar antes del día de la ira. La segunda venida será al
final de ese día.
6. Concluyendo
Los que niegan el Rapto pretribulacional argumentan diciendo que esa doctrina
hace que los creyentes no se preparen para pasar por la Gran Tribulación... pero
yo les digo lo siguiente: ¿Cómo habría uno que prepararse para pasar por la
Gran Tribulación? ¿De qué estamos hablando?
Lo único que pueden esos inicuos hacer ahora mismo al respecto, es hacernos
dudar de la Bendita Esperanza, y no amar la venida del Señor, para de ese modo
intentar que no seamos dignos de escapar de las cosas que han de venir (Lc.
21:36)
Una cosa es clara: hasta que el poder del Espíritu Santo no sea llevado de nuevo
al cielo, no se puede levantar el Anticristo (2 Ts. 2:7-8), con la consiguiente
Tribulación. La pregunta entonces es simple, amado fiel a Cristo, ¿Se puede
imaginar usted en este mundo sin la llenura y el poder del Espíritu Santo? Pues
según los detractores del Rapto usted y yo seremos desposeídos de la presencia
poderosa del Espíritu Santo para que se pueda manifestar el Inicuo... ¡menudo
sin sentido!
¡Lo que Dios nos dio, no nos lo va a quitar, y esto es el poder del Espíritu Santo!
(Hch. 1:8)
Dios ha dicho cosa muy diferente: la Iglesia nada tiene que ver con el Anticristo,
sino con Cristo, y ¡él viene a por Su amada! ¿Está preparado?
FIN
Bibliografía:
EL ARREBATAMIENTO DE LA IGLESIA
(ADOPTADA POR EL PRESBITERIO GENERAL EN SESIÓN EL 14 DE AGOSTO
DEL 1979)
Etimología[editar]
El versículo citado de la Primera epístola a los tesalonicenses, originalmente escrita en
griego común o helenístico (koiné), utiliza la palabra ἁρπαγησόμεθα (harpaguesómeza),
que podría traducirse como ‘seremos arrebatados’, ‘seremos llevados’ o frases
parecidas.5 La palabra es una conjugación del verbo ἁρπάζω (harpadsō), que significa
‘arrebatar’, ‘tomar’, ‘llevar, ‘raptar’ y verbos similares.6
En la Vulgata, ἁρπαγησόμεθα (harpaguesómeza) se traduce al latín como rapiemur,7 de
significado similar, que proviene del verbo rapio (‘raptar’, ‘arrebatar’, ‘llevar’ ‘tomar
por la fuerza’ o verbos similares).
Principios[editar]
1. Aquellos que estén vivos y permanezcan hasta la
Venida del Señor no precederán a los que están
muertos. (1 Tes 4:15)
2. Los muertos en Cristo resucitarán primero. (1 Tes
4:16)
3. Los vivos y los muertos resucitados serán llevados
juntos en las nubes para encontrarse con el Señor en el
aire. (1 Tes 4:17)
4. El arrebatamiento ocurrirá durante la Parusía. "los que
están vivos y permanecen hasta la Venida del Señor
(Parousia en griego), serán arrebatados juntamente con
ellos [los muertos resucitados] en las nubes para recibir
al Señor en el aire" (1 Tes 4:17)
5. La reunión con el Señor será permanente. "Y así
estaremos siempre con el Señor" (1 Tes. 4:17)
Tiempo[editar]
Según 1 Tesalonicenses 4: 16-17 y Mateo 24: 37-40, el arrebatamiento ocurriría en
la Parusía del Señor, donde se usa la palabra griega "Parousia" para describir los
eventos:
15
Conforme a lo dicho por el Señor, afirmamos 37
La venida del Hijo del hombre (παρουσία
que nosotros, los que estemos vivos y hayamos
Parousia)9 será como en tiempos de
quedado hasta la venida del Señor (παρουσία
Noé. 38Porque en los días antes del diluvio
Parousia)8, de ninguna manera nos adelantaremos
comían, bebían y se casaban y daban en
a los que hayan muerto. 16 El Señor mismo
casamiento, hasta el día en que Noé entró en el
descenderá del cielo con voz de mando, con voz
arca; 39y no supieron nada de lo que sucedería
de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos
hasta que llegó el diluvio y se los llevó a todos.
en Cristo resucitarán primero. 17 Luego los que
Así será en la venida del Hijo del hombre.
estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos
(παρουσία Parousia)10 40Estarán dos hombres
arrebatados junto con ellos en las nubes para
en el campo: uno será llevado y el otro será
encontrarnos con el Señor en el aire. Y así
dejado.
estaremos con el Señor para siempre.
Interpretaciones[editar]
Existen tres corrientes teológicas en cuanto a la interpretación de los pasajes bíblicos
relacionados con el rapto. Se debe tener en cuenta que estas, a su vez, se subdividen en
otras y no son propias de denominaciones particulares:
Amilenaristas. Rechazan la creencia de que Jesús tendrá
un reinado físico de mil años literales en la tierra.
Sostienen que los mil años mencionados en Apocalipsis 20
es un número figurativo, no una descripción literal,
interpretado como un tiempo indefinido entre la fundación
de la Iglesia y la segunda venida de Cristo, 12 y que Jesús
reina ya desde el Cielo junto con sus santos a través de su
Iglesia. Los amilenaristas no suelen usar el término rapto o
arrebatamiento para referirse al evento del encuentro de
ellos con Jesús en el Cielo, para ellos este suceso sucederá
en un mismo evento con la Segunda Venida de Cristo,
durante la cual tendrá lugar la resurrección general y el
juicio final, donde todos (justos e injustos), luego de haber
sido resucitados, serán juzgados según sus obras, los justos
serían llevados (raptados) al cielo y los malvados serían
llevados al infierno. Entre estos figuran la Iglesia católica y
algunos grupos protestantes tradicionales.13
la biblia sobre esto?
Este tema creo que es muy importante tocarlo, ya que la enseñanza y lo que
cree la mayoría del cristianism es que no hay de que preocuparnos ya que
por el solo hecho de ser cristianos cuando los tiempos del fin lleguen junto
con una Gran Tribulación la iglesia sera “raptada” y llevada a las nubes y
desde arriba verán toda la tribulación al resto del mundo, al tener esta
enseñanza lo que genera es confianza y confort y es como decirle a u chico
de escuela que no tiene que estudiar para el examen final ya que el examen
no lo tiene que presentar, que hace el chico? pues no estudia.
.
Que enseña la teología del
RAPTO?
El rapto es aquel tiempo cuando los cristianos fieles de repente serán
arrebatados de este mundo para estar con el Señor Jesucristo. Una fracción
de segundo antes del rapto de los cristianos vivos será la resurrección de
aquellos cristianos que han “muerto en Cristo.” En el cielo ó en la
atmósfera de la tierra ó en el espacio, ellos serán juzgados ante el tribunal
de Cristo para ser recompensado por sus actos (2 Corintios 5:10; 1
Corintios 3:10-15). Durante ese tiempo por siete años los que quedan en la
tierra serán sometidos a la prueba más tremenda de sus vidas en aquel
periodo más fatal de toda la historia de la humanidad, el tiempo de “la gran
tribulación” (Mateo 24:29).
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Versículos
Luk 17:30 Así es como será en el día que el hijo del hombre sea
revelado. 31 En ese día si alguno está en la azotea, con sus pertenencias en
su casa, no debe bajar a llevárselas. Asimismo, si alguno está en el
campo, no puede devolverse. 32 ¡Recuerden a la mujer de Lot! 33 Todo
aquel que procure salvar su vida, la perderá; pero todo el que pierda su
vida, permanecerá vivo. 34 Les digo, en esa noche estarán dos personas en
una cama; una será llevada, y la otra será dejada atrás. 35 Estarán dos
mujeres moliendo granos juntas; una será llevada, y la otra será dejada
atrás.” 36 Dos hombres estarán en el campo; uno será llevado, y el otro
será dejado atrás. 37 Ellos le preguntaron: “¿Dónde Adón?” El
respondió: “Donde quiera que haya un cuerpo muerto, allí es donde se
juntarán los buitres.”
Es el mismo contexto de Mateo 24, no esta hablando de que sera llevado al
cielo, si no esta hablando de Juicio, que mucho tiene que ver este contexto:
Mat 25:31 Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, con todos sus
ángeles, se sentará en su trono glorioso. 32 Todas las naciones se
reunirán delante de él, y él separará a unos de otros, como separa el
pastor las ovejas de las cabras. 33 Pondrá las ovejas a su derecha, y las
cabras a su izquierda. 34 »Entonces dirá el Rey a los que estén a su
derecha: “Vengan ustedes, a quienes mi Padre ha bendecido; reciban su
herencia, el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo.
35 Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me
dieron de beber; fui forastero, y me dieron alojamiento; 36 necesité ropa,
y me vistieron; estuve enfermo, y me atendieron; estuve en la cárcel, y me
visitaron.”
Este tema creo que es muy importante tocarlo, ya que la enseñanza y lo que
cree la mayoría del cristianismo es que no hay de que preocuparnos ya que
por el solo hecho de ser cristianos cuando los tiempos del fin lleguen junto
con una Gran Tribulación la iglesia sera “raptada” y llevada a las nubes y
desde arriba verán toda la tribulación al resto del mundo, al tener esta
enseñanza lo que genera es confianza y confort y es como decirle a u chico
de escuela que no tiene que estudiar para el examen final ya que el examen
no lo tiene que presentar, que hace el chico? pues no estudia.
.
Que enseña la teología del
RAPTO?
El rapto es aquel tiempo cuando los cristianos fieles de repente serán
arrebatados de este mundo para estar con el Señor Jesucristo. Una fracción
de segundo antes del rapto de los cristianos vivos será la resurrección de
aquellos cristianos que han “muerto en Cristo.” En el cielo ó en la
atmósfera de la tierra ó en el espacio, ellos serán juzgados ante el tribunal
de Cristo para ser recompensado por sus actos (2 Corintios 5:10; 1
Corintios 3:10-15). Durante ese tiempo por siete años los que quedan en la
tierra serán sometidos a la prueba más tremenda de sus vidas en aquel
periodo más fatal de toda la historia de la humanidad, el tiempo de “la gran
tribulación” (Mateo 24:29).
Mat 25:31 Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, con todos sus
ángeles, se sentará en su trono glorioso. 32 Todas las naciones se
reunirán delante de él, y él separará a unos de otros, como separa el
pastor las ovejas de las cabras. 33 Pondrá las ovejas a su derecha, y las
cabras a su izquierda. 34 »Entonces dirá el Rey a los que estén a su
derecha: “Vengan ustedes, a quienes mi Padre ha bendecido; reciban su
herencia, el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo.
35 Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me
dieron de beber; fui forastero, y me dieron alojamiento; 36 necesité ropa,
y me vistieron; estuve enfermo, y me atendieron; estuve en la cárcel, y me
visitaron.”
1. Introducción
2. El rapto de la iglesia
3. Una explicación acerca del rapto de la iglesia
4. Rapto: ¿qué quiere decir?
5. ¿Cuándo tendrá lugar el rapto de la iglesia?
6. Esperar el rapto antes de la gran tribulación no es idea nueva
Introducción
El libro de Apocalipsis comienza con la visión del Cristo Glorificado (1:18-19). Dicha visión
constituye una especie de preludio que introduce las cartas o mensajes a las siete iglesias
del Asia Menor (caps. 2 y 3). De igual manera, la visión del «trono» y el «rollo» en los
capítulos 4 y 5 son preparatorios de las cosas que han de ocurrir en la tierra posteriormente.
La visión del trono del Dios creador del universo y del rollo sellado con siete sellos,
destacan un cuadro de juicio. La escena que aparece en los capítulos 4 y 5 está claramente
relacionada con Daniel 7:9-14 y 22:27, pero Apocalipsis 4 y 5 la presenta desde la
perspectiva de la iglesia, mientras que Daniel 7 la presenta desde la óptica de Israel.
Apocalipsis 4 y 5 descorre el telón del escenario celestial y permite que Juan contemple el
glorioso cuadro de la preparación divina para la intervención del Dios Soberano en los
asuntos del hombre. Los capítulos 4 y 5 son preparatorios para el comienzo del «día de
Jehová» o «día del Señor». El hombre ha tenido su día. El humanismo secular y filosófico
proclama que Dios no es necesario para el progreso humano. El hombre, dicen los
humanistas, puede vivir sin Dios. Pero la Palabra de Dios enseña lo contrario (Juan 15:5).
El rapto de la iglesia
«Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera
voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te
mostraré las cosa que sucederán después de estas. Y al instante yo estaba en
el Espíritu» 4:1-2a
A. Sube acá:
1. [Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la
primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y
yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas] 4:1
No fue coincidencia que lo primero que sucedió después que Juan describiera a las siete
iglesias (que, como vimos, no representan solo el mensaje a cada iglesia en particular sino
también a los siete periodos de historia de la iglesia), que ascendiera a los cielos. Como
Juan era el último apóstol que quedaba y era miembro de la iglesia universal, su elevación a
los cielos es figura del «rapto de la iglesia» antes que comience la gran tribulación. También
conviene mencionar que la invitación proviene de Cristo mismo, el primero que le habló
con «voz fuerte, como de trompeta» (1:10).
a. «Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo»
(Metá taúta eídon, kaí idoú thyra eineoigménei ei en tói ouranói), mejor «después de estas
cosas vi y he aquí una puerta que había sido abierta y permanecía abierta en el cielo». La
expresión «después de estas cosas» tiene que ver con el contenido de los capítulos 2 y 3, es
decir, después de las cuestiones relacionadas con la iglesia.
«Miré, y he aquí»
El verbo «miré» (eídon) es el aoristo segundo, modo indicativo, voz activa de (horáo), que
significa «ver», «mirar». El aoristo sugiere una acción puntual y el modo indicativo señala
la realidad del acontecimiento. «He aquí» (idoú) es una exclamación enfática usada para
llamar la atención. Juan ha estado tratando con cuestiones que suceden en la tierra. Ahora,
en los capítulos 4, 5, el escenario descrito es celestial.
«Una puerta abierta en el cielo»
(Thyra eineoigménei en toí ouranói). La expresión «abierta» es un participio perfecto, voz
pasiva. El tiempo perfecto sugiere una acción completada con resultados permanentes.
Dicho participio sugiere que «la puerta ha sido abierta y dejada así para la llegada de
Juan». No se menciona en el texto ni cómo ni cuándo la puerta fue abierta, pero el hecho es
incuestionable. La puerta abierta permite la entrada personal de Juan para recibir la
revelación que aparece en la escena celestial.
b. «Y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo»
Seguramente se refiere a «la voz» mencionada en (1:10). De ser así, la referencia es al Señor
Jesucristo (véase Ap. 1:11-18). La voz es la de una persona, pero el efecto es el de una
trompeta. La trompeta se usaba:
1) Para anunciar convocaciones públicas, Neh. 4:20
2) Para preparar un juicio, Jl. 2:1
3) Para producir reverencia y temor, Éx. 19:16
El sonido de la trompeta se usa aquí metafóricamente para destacar la autoridad de la voz
del Señor Soberano que habla con Juan. La expresión «hablando conmigo» (laloúseis met"
emoú) sugiere un mensaje o instrucción dirigido personalmente a Juan.
c. «Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas»
(Anába hóde, keí deíxo soi há deí genésthai metá tauta).
El verbo «sube» (anába) es el segundo aoristo imperativo, voz activa de (anabaíno). Esta
forma verbal sugiere acción urgente. El apóstol recibe un mandato urgente de subir y,
evidentemente, entrar por la puerta que le ha sido abierta en el cielo con el fin de recibir la
revelación de parte del Señor.
El verbo «mostraré» (deíxo) es el futuro indicativo, voz activa de (deíknumi), que
significa «mostrar», «exhibir». El comentarista Robert L. Thomas observa: [La promesa de
(deíxo soi) («yo te mostraré») es en ejecución del plan de Dios el Padre al otorgar a Cristo
la responsabilidad de transmitir el (apokálypsis) («revelación») a las iglesias (véase
deíxai [mostrar], 1:1). Su acción, que cumple esta promesa, comienza en Apocalipsis 6:1,
donde el Cordero inicia el proceso de romper los sellos del rollo sellado con siete sellos].
El Señor promete mostrar a Juan «las cosas que sucederán después de estas». El
texto griego dice: «las cosas que necesariamente sucederán después de estas». Esa
declaración pone de relieve el hecho de la certeza del cumplimiento, y no habrá acción
humana ni fuerza satánica que pueda impedirlo.
Esta frase completa la tercera división del bosquejo del libro que aparece en Apocalipsis
1:19. La referencia es a los acontecimientos que se describen en el resto del libro, es decir,
desde el capítulo 4 hasta el 22. En esos capítulos se describe lo relacionado con «el día del
Señor», que abarca los juicios de la gran tribulación, la venida en gloria del Rey – Mesías, el
reino mesiánico y la creación de los nuevos cielos y la nueva tierra.
2. [Y al instante yo estaba en el Espíritu] 4:2a
(Enthéos egenómein en pneúmati), mejor «inmediatamente me hallé yo mismo en
espíritu». El texto griego omite la conjunción «y» lo que hace que la frase sea más
dramática. También debe notarse que aunque la Reina – Valera 1960 sugiere que «en el
Espíritu» se refiere al Espíritu Santo, es mejor tomar la expresión «en pneúmati como una
alusión al espíritu de Juan. Tal como sucede en Apocalipsis 1:10, Juan es transportado
espiritualmente hasta el mismo cielo, donde pudo contemplar las cosas que le fueron
reveladas. Experimentó un segundo éxtasis que le permitió ser trasladado en su espíritu
para recibir la visión que le fue dada.
Fíjese la similitud que existe en este suceso y la promesa que nuestro Señor les hizo a sus
discípulos cerca del final de su vida, en cuanto a llevarlos a la casa de su Padre
«En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy,
pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez,
y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis». (Jn. 14:2-3).
Todos saben que Cristo está en el cielo, y Jesús ascendió a los cielos adonde se encuentra
sentado a la diestra de Dios. Pablo nos dice que al morir, su espíritu y su alma «partirían
para estar con Cristo» (Filipenses 1:23). También dijo: «Aunque estoy físicamente ausente,
los acompaño en espíritu» (Col. 2:5). Por lo tanto, es indudable que cuando un cristiano
muere, su alma y su espíritu van a estar con Cristo en la casa del Padre, es decir, se van al
cielo. Su cuerpo, por supuesto, queda en la tumba hasta la resurrección, que para los
cristianos será de la era de la iglesia, justo antes de la gran tribulación (1 Ts. 4:16-17). Es por
eso que ubicamos al rapto a esta altura en el devenir de los acontecimientos del libro de
Apocalipsis.
Existen por lo menos cuatro razones para situarlo aquí:
1) La ubicación es adecuada para el rapto. Los capítulos 4 y 5 presentan una visión del
cielo y el capítulo 6 introduce el período de la gran tribulación. Juan, uno de los
primeros miembros verdaderos de la iglesia de Jesucristo, es un símbolo perfecto para
representar a la iglesia que sale de este mundo antes de que comience la gran
tribulación, tal como lo prometió nuestro Señor:
«Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora
de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la
tierra» (Ap. 3:10).
2) El no mencionar a la iglesia en el resto del libro de Apocalipsis indica que no se
encuentra en la tierra durante la tribulación. Existen dieciséis referencias a la iglesia en
los capítulos 2 y 3 de Apocalipsis, mientras que en los capítulos del 6 al 18, que hablan
de la gran tribulación, no se menciona ni una sola vez. La conclusión natural que
sacamos es que la iglesia que fue tan prominente durante sus dos mil años de historia
(como se predice en los capítulos 2 y 3) no se menciona en los capítulos 4-18 porque en
ellos se describe la gran tribulación, período que ella no tendrá que soportar.
3) El profuso uso de términos y símbolos del Antiguo Testamento en los capítulos 4-18
nos habla de Israel, no de la iglesia. Esto es comprensible, ya que la era de la iglesia es el
tiempo de los gentiles, mientras que la gran tribulación es el tiempo de sufrimiento de
Jacob o de las setenta semanas de Daniel, que Dios determinó para tratar con Israel.
Algunos de estos símbolos del Antiguo Testamento son el tabernáculo, el arca del Pacto,
el altar, los ancianos, los incensarios, los querubines, los sellos, las trompetas y las
plagas.
4) Existe mucha similitud entre los acontecimientos de Apocalipsis 4:1-2 y otras
enseñanzas de las Escrituras sobre el rapto, tales como 1 Tesalonicenses 3:13-18.
Ninguna de las cuatro razones expresadas con anterioridad es suficiente para insistir en que
Apocalipsis 4:1-2 se refiere al rapto de la iglesia. Sin embargo, cuando se consideran todas
juntas, nos sentimos inclinados a creer que esta deducción puede ser correcta.
El versículo 2 nos indica que Juan fue trasladado de la tierra, al cielo y lo que él describe en
los capítulos 4 – 5 del Apocalipsis son cosas que él vio en el cielo. En este arrebatamiento de
Juan podemos ver un tipo del levantamiento de la iglesia, y aquí está el lugar en el libro
donde el rapto de la iglesia acontece, es decir, al final de la historia de la iglesia, y antes de
que acontezcan los juicios de Dios. La verdadera iglesia no estará en la tierra cuando llegue
el tiempo de la indignación divina (3:10). La iglesia desaparece de vista al final del capítulo
3, y no se menciona otra vez hasta el fin de la gran tribulación en el capítulo 19, donde se ve
en el cielo, y sus bodas con el cordero se anuncian (19:7-9). Después de que la iglesia
desaparece, Dios otra vez comienza a tratar con Israel:
1) Enoc, es un tipo de la iglesia; al ser salvado del juicio del diluvio (la iglesia no
pasará la gran tribulación). Génesis 5:24
2) Noé, es un tipo de Israel; pues fue salvado a través del juicio del diluvio (Israel
pasará por la gran tribulación). Génesis 5:29
En Apocalipsis 4 no se enseña explícitamente acerca del rapto de la iglesia, pero en
definitiva, aparece aquí en orden cronológico al final de la era de la iglesia y antes de la gran
tribulación. Considerando otros pasajes de las Escrituras que tratan específicamente acerca
del rapto para poder informarnos con claridad lo que la Biblia enseña al respecto.
Lo primero que sucede en esta visión del futuro (después de que Jesús presenta su
revelación de la era de la iglesia en los capítulos 2-3) es el llamado que se le hace a Juan
para que suba a la casa del Padre en los cielos; este hecho nos enseña algo. Ciertamente,
Juan representa a la iglesia, y como la apertura de la puerta del cielo y la invitación
personal que hace el mismo Cristo al decir «sube acá», son paralelos a otros pasajes
proféticos (1 Tesalonicenses 4:16-18), todos estos factores detallan el rapto de la iglesia.
La mayoría de los especialistas en profecía se muestran renuentes a decir que Apocalipsis
4:1-2 representa una enseñanza directa acerca del rapto porque no concreta o porque no
nos da detalles adicionales acerca de este acontecimiento. Sin embargo, como Juan es el
que tiene la visión, y se encuentra escribiendo sobre los sucesos futuros, ¿Qué mejor
manera de referirse al rapto en el momento preciso, situado después de la descripción de la
era de la iglesia en los capítulos 2 y 3, y antes de la revelación del anticristo en el capítulo 6
y el comienzo de la gran tribulación?
Para apreciar el contraste entre este acontecimiento y la gloriosa venida al final de la gran
tribulación, debemos leer la descripción que hace el propio Señor de este suceso en Mateo
24:27-31
«Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será
también la venida del Hijo del Hombre. Porque dondequiera que estuviere el cuerpo
muerto, allí se juntarán las águilas. E inmediatamente después de la tribulación de
aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán
del cielo y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del
Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al
Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviará
sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntará a sus escogidos, de los cuatro vientos,
desde un extremo del cielo hasta el otro».
No se sorprenda si no puede relacionar estas dos etapas de la segunda venida del Señor.
Son sucesos diferentes. Y cuando añadimos otros sucesos del rapto como los que se
describen en 1 Corintios 15:51-55 y Apocalipsis 19:11-16, a la única conclusión que llegamos
es que no describen el mismo acontecimiento. Es más, descubrí quince diferencias entre el
rapto antes de la gran tribulación y la posterior gloriosa venida.
Los cristianos van a la casa del Padre Los santos que resucitan no ven la casa Padre
Al momento del rapto no hay juicio en la tierra Cristo juzga a los habitantes de la tierra
El rapto es inminente: puede suceder en cualquier La gloriosa venida no puede tener lugar por lo menos
momento dentro de siete años
El trono del juicio de Cristo No hay un tiempo ni un lugar para el trono juicio