Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
LA ÉTICA DE LA RESPONSABILIDAD
Estudió filología clásica, medicina y astronomía en Tartu y San Petersburgo. En 1905 llegó
a Marburgo y tomó contacto con Paul Natorp y Hermann Cohen. Sus primeros trabajos son
sobre filosofía antigua y ciencia: El comienzo filosófico de la matemática de Proclo el
sucesor (1909), La lógica del ser de Platón (1909) y Cuestiones fundamentales filosóficas de
la biología, (1912). Aun cuando Nicolai Hartmann ha influido fuertemente en la Filosofía
actual, fue, no obstante, un conservador.
Fue un hombre de una austeridad proverbial: dormía sobre un sofá, costumbre que le venía
de su casa paterna cuando era un niño o un adolescente y como único adorno de su cuarto de
trabajo tenía colgado en la pared un cuadro de su ciudad natal, Riga, capital de Letonia.
Si el mundo es de algún modo igual en esencia del hombre (y esto lo admiten todas las
teologías hasta hoy), si el destino del hombre está predeterminado por el plan de Dios
entonces el hombre no es un ser libre, no es responsable de sus actos, queda aniquilada la
peculiaridad del hombre en su posición cósmica, queda el hombre privado de sus derechos.
Así como Nietzsche exclamó “Dios ha muerto”. Dios no puede estar muerto a no ser que el
superhombre viva. Así también Hartmann sostiene que los predicados de Dios
(predeterminación y providencia) deben ser referidos al hombre. Pero, bien entendido, no
como en Comte a la humanidad sino a la persona, a aquella persona que posee el máximum
de voluntad responsable, de plenitud, de pureza, comprensión y fuerza. La humanidad, los
pueblos, la historia de las grandes civilizaciones, todos éstos son aquí simples rodeos para
llegar a esa especie de persona, cuyo valor, cuyo brillo descansan en ella misma.
Hartmann instala a la persona autónoma y responsable de sus actos en el reino del mecanismo
real del mundo, la persona animada por su logos vivo espiritual y su voluntad personal se
proyecta al reino libre de los valores e ideas objetivos, que ningún logos vivo espiritual ha
establecido. En su empeño de introducir en el curso del cosmos un sentido y un valor
suficiente está el hombre solo. El hombre solo sin ayuda de un ser trascendente ha introducido
en el cosmos un sentido y un valor suficiente. No puede para ello apoyar en nada su
pensamiento y voluntad sino en una causalidad personal. No sobre una divinidad que le
comunique lo que debe o no debe hacer, ni sobre los deleznables harapos ideológicos de
viejas metafísicas deístas como son “la evolución”, la “tendencia al progreso del mundo” o
de la historia, ni tampoco sobre unidades colectivas de voluntad.
prosigue con gran profundidad mis esfuerzos en pro de una ética de los valores sin
formalismo, representa el desarrollo filosófico más riguroso y puro de la citada idea.
En estas obras se manifiesta un ateísmo nuevo, imposible de comparar con ningún otro
ateísmo occidental anterior a Nietzsche; ese ateísmo constituye la base para la nueva idea del
hombre. Yo suelo llamarle “ateísmo postulativo de la seriedad y responsabilidad”. ¿Qué
quiere decir esto? En todo el ateísmo hasta ahora conocido (en su más amplio sentido), en el
de los materialistas, positivistas, etc., la existencia de un Dios era considerada como algo
deseable, pero que no podía ser demostrado, o no podía (directamente o indirectamente) ser
concebido, o, en fin, era refutado por el curso cósmico. Kant, que creía haber aniquilado las
pruebas de la existencia de Dios, consideró empero, la existencia de un objeto
correspondiente a la idea racional de “Dios” como un postulado, universalmente válido, de
la razón práctica”.
En cambio, esta nueva doctrina dice: puede ser que en sentido teorético exista algo así como
un fundamento del mundo, un ens a se (ya sea esta x teísta o panteísta, racional o irracional);
pero nada sabemos. Más independientemente de que sepamos o no sepamos de ello, lo
decisivo es que no puede, ni debe existir un Dios para servir de escudo a la
responsabilidad, a la libertad, a la misión; en suma, al sentido de la existencia humana.
Convencido que el éxito comienza con la voluntad invito al lector a retomar, interpretar,
sentir hondo y profundo la palabra del Dr. Christian Barnard y actuar a la luz y calor vital de
dicho mensaje:
2.- ¿Qué entiendes por el ateísmo postulativo y la afirmación del hombre autónomo y
responsable de sus actos según Nicolai Hartmann?
Dé una verbigracia del ateísmo postulativo y del hombre autónomo responsable de sus
actos
Interpreta lo siguiente:
5.- Lee, interpreta y elabora un resumen de lo entendido del poema a la acción del Doctor
Barnard.