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TEMA 3.

METAFÍSICA Y CONCEPCIONES FILOSÓFICO-CIENTÍFICAS


SOBRE LA REALIDAD
1. LA EXPLICACIÓN METAFÍSICA DE LA REALIDAD

1.1. Antecedentes de la metafísica


Se suele tomar a Aristóteles como fundador de la metafísica. Sin embargo, en su Metafísica sitúa
el origen de este saber en Parménides y Platón, quizás el primer gran pensador metafísico por su
defensa de un mundo más allá del sensible. Aún así, los grandes temas de la metafísica (el origen
del mundo, la inmortalidad del alma y la divinidad) aparecen ya esbozados en las religiones y
mitos preracionales.

A. La metafísica como reflexión acerca del origen de las cosas


Los primeros pensadores griegos desarrollaron 3 problemáticas metafísicas:
• La oposición ser/apariencia. La distinción entre lo que las cosas parecen ser y lo que
realmente son. Plantea, pues, la existencia de algo «más allá» de la mera apariencia de los sentidos,
que sería su fundamento o verdad última.
• El origen del mundo. Los presocráticos buscaban el arjé (principio o causa) de la nauraleza.
Algunos propusieron un principio material, los monistas uno (jonios) y los dualistas varios
(Empédocles y atomistas); otros un principio formal (Pitágoras).
• La oposición ser/devenir. Los presocráticos también trataron de explicar el constante cambio
de las cosas. Esta oposición la simbolizan:
• Heráclito. Defiende el incesante devenir de las cosas mediante una lucha (polemos)
continua y la imposibilidad de encontrar una realidad inmutable.
• Parménides. En su poema Sobre la naturaleza distingue la vía de la opinión (la de los
sentidos) y la vía de la verdad (la razón), que nos muestra que el ser (la realidad) es único,
eterno e inmóvil.

1.2. Origen, definición y significados de «metafísica»


El término «metafísica» fue acuñado por el filósofo Andrónico de Rodas en el s. I a.C, cuando
recopiló los libros de Aristóteles y los situó «después de la Física». Para Aristóteles la metafísica -que
él llama filosofía primera- era una «ciencia», pero la entendía de varias maneras:
• Como ciencia primera: es la ciencia que estudia las conexiones entre todas las ciencias,
estableciendo sus fundamentos y principios básicos. Reflexión metacientífica
• Como ciencia sobre el ser: En este sentido la metafísica estudia el «ser en cuanto ser», así
como sus propiedades y causas. En la actualidad se llama ontología.
• Como teología o ciencia de lo divino: Aristóteles también relacionó esta ciencia con la idea de
un ser perfecto: el primer motor inmóvil de todas las cosas.
1.3. Objeciones críticas a la metafísica
La metafísica como saber racional sobre lo trascendente ha sido muy criticada:

A. Crítica gnoseológica
Hume críticará la validez de los conceptos de la metafísica (Dios, alma...). En su teoría del
conocimiento, Hume distingue entre impresiones (percepcion inmediata, viva e intensa) e ideas
(copia mental de una impresion). Para que una idea tenga significado debe corresponderle una
impresión. Es decir, la validez del conocimiento dependen de las impresiones de los sentidos. Y
puesto que los conceptos de la metafísica no se basan en ninguna impresión, la metafísica no tiene
validez como saber.

B. Crítica ético-moral
Para Nietzsche la metafísica y la religión son la historia de un gran error, que comienza con la
división metafisica platónica entre el mundo real y el aparente y se acentúa con el cristianismo.
La metafísica comete dos errores:
 Niega el mundo cambiante y finito de los sentidos, e inventa un falso mundo trascendente,
inmutable, eterno y racional, que sería el verdadero.
• Establece unos falsos valores morales contrarios a la vida: humildad, castidad...
Nietzsche defenderá el mundo supuestamente aparente, el de los sentidos, basado en una realidad
en continuo cambio (Heráclito) y una nueva moral, con unos valores que dicen «sí» a la vida y a lo
natural: pasiones, instintos, voluntad de poder.

C. Crítica histórico-política
Según el marxismo la metafísica es una explicación errónea de la realidad, ya que se basa en un
pensamiento idealista (abstracto) y antidialéctico (cree en un orden inmutable). Además, la
metafísica es un producto ideológico, es decir, una visión deformada de la realidad, que sirve para
defender los intereses de la clase dominante en detrimento de la clase trabajadora.
La metafísica será superarada gracias a la praxis revolucionaria del materialismo histórico, que
se centra en las condiciones materiales (no ideales) de vida.

1.5. Reformulación contemporánea de la metafísica


En el siglo XX se ha producido una rehabilitación de la metafísica, no ya como saber teórico sobre
la realidad, sino como una actitud práctica de reflexión sobre lo que Karl Jaspers denominó
«situaciones-límite»: la muerte, la soledad, el sentido de la vida, la libertad. Dentro de este contexto
de la nueva metafísica cobran especial relevancia las filosofías vitalistas y existencialistas (Sartre).

1.5.1. La metafísica de la libertad de Sartre


Para Sartre, a diferencia del resto de seres, lo singular en el ser humano es la ausencia de una
esencia fija que determine lo que es. Es en su desarrollo existencial en el que el hombre construye su
esencia. Sartre distingue 2 niveles de ser:
• Ser-en-sí. Es el ser de las cosas, de la realidad no humana. Su característica principal es que
tiene una esencia fija que determina lo que es, sin posibilidad de modificarse a si mismo. Es
también increado y está aislado.
• Ser-para-sí. Se refiere a la persona en lo que tiene de ser humano libre y no de realidad
"cosificada" (cuerpo). El ser humano tiene la dimensión de «cosa» u objeto porque tenemos cuerpo,
pasado, una situación que nos condiciona, y somos mortales. Sartre concluye que la dimensión
fundamental del «para-sí» es la libertad. El hombre no tiene un ser fijo, por lo que tiene que
hacerse a si mismo con sus decisiones libres ("la existencia precede a la esencia"). La libertad
absoluta del ser humano da lugar a los sentimientos de angustia y desesperación, pero también
conduce a la autenticidad (si asumimos la responsabilidad del propio proyecto).

2. METAFÍSICA COMO ESTUDIO DE DIOS

2.1. Evolución de las formas religiosas


A lo largo de la historia la idea de divinidad ha ido evolucionando de formas más simples a otras
más complejas:
 El animismo. Según Taylor es la primera forma religiosa. Se otorga vitalidad y poder a los
elementos de la naturaleza, que pueden actuar según su voluntad.
 El fetichismo. En algunas tribus el fetiche (o tótem) es un objeto sagrado que va unido a la
divinidad y, por tanto, posee poderes mágicos.
 El politeísmo. Es un sistema religioso representado por varios dioses con forma humana
(antropomorfos) que por sus hazañas se convierten en divinos. Estos dioses personifican las
fuerzas naturales, y están organizados en una jerarquía o panteón. Por ejemplo, las antiguas
religiones egipcia, griega, romana o nórdica.
 El monoteísmo. Es el último grado de evolución religiosa. El enfrentamiento de las diversas
deidades politeístas lleva a una única divinidad y asi surgen las tres grandes religiones
monoteístas: judaísmo, cristianismo e islamismo.

2.2. Posturas ante la existencia de Dios


 Ateísmo. Niega la existencia de Dios. Podemos distinguir entre el ateísmo teórico (que teoriza
sobre la inexistencia de Dios) y el ateísmo práctico (que vive al margen de la divinidad, sin
plantear el problema de su existencia).
 Agnosticismo. No niega ni afirma la existencia de Dios. Considera que ni la razón ni la
experiencia son capaces de demostrar su existencia o inexistencia. Desde el punto de vista
ético, ese vacío de Dios se suele llenar con una actitud humanista.
 Panteísmo. Defiende la existencia de una realidad divina, pero que no está en un mundo más
allá de este, sino que se identifica con la propia realidad física.
 Teísmo. Defiende la existencia de un Dios, creador del mundo, todopoderoso e infinito y
preocupado por el destino humano.
 Deísmo. Como el teísmo, afirma que hay una realidad divina trascendente y causante del
mundo, cognoscible solo por la razón y ajena a las cuestiones humanas.

2.3. Pruebas de la existencia de Dios


A lo largo de la historia se han ofrecido varios argumentos para defender la existencia de Dios.
Estas pruebas se pueden clasificar en:
 Pruebas de tipo ontológico. Sus máximo exponente es Anselmo de Canterbury, con su célebre
«argumento ontológico»: en nuestra mente encontramos la idea de «ser perfecto». La idea de
perfección exige su existencia porque, de lo contrario, ya no sería perfecto. Kant lo criticará
distinguiendo entre el concepto de una cosa y su existencia.
 Pruebas de tipo causal. Son las denominadas «cinco vías» de Tomás de Aquino. Todas tienen
la misma estructura:
o Punto de partida. Se parte de un hecho de experiencia: el movimiento, la causalidad, la
contingencia, los grados de perfección o el orden del universo.
o Recorrido. Se aplica el principio de causalidad (que afirma que nada sucede sin causa) y se
afirma la imposibilidad de una cadena infinita de causas, pues esta no explicaría como comenzó
la cadena.
o Punto de llegada. Cada una de ellas lleva a Dios, como primer motor, causa incausada, ser
necesario, ser perfecto o inteligencia suprema.
Kant critica también estas vías tomistas: recurren a la experiencia, pero luego la abandonan. Según
Kant, Dios no puede ser objeto del mundo fenoménico (de la experiencia sensible) y por ello está
más allá del ámbito científico.

3. METAFÍSICA COMO ESTUDIO DEL “SER” DE LAS COSAS


La ontología es la parte central de la metafísica. Leibniz la define como «ciencia de lo que es y de
la nada, del ente y del no ente, de la sustancia y del accidente».
3.1. Definición de «ser»
El concepto «ser» es central en metafísica. Aristóteles afirmaba que «el ser se dice de muchas
maneras». Esto significa que no tiene un sentido unívoco ni totalmente equívoco; sino que es un
término análogo. Podemos distinguir dos usos de «ser»:
 Uso predicativo. Según este uso, atribuimos al sujeto de una proposición una determinada
cualidad, por ejemplo, «Sócrates es hombre».
 Uso existencial. Con él expresamos la existencia de un objeto. P. ejemplo, cuando afimamos
que «Sócrates es». De la existencia dependen todas las cualidades de ese ser.

3.2. La sustancia y los accidentes del ser y las causas del devenir
 «Sustancia» es aquello que "existe por si mismo" y permanece inalterado a pesar de los
cambios. Etimologicamente deriva del verbo latino sub-stare, que quiere decir «estar debajo» o «ser
soporte de algo» (de los accidentes). La sustancia es «lo que un ser es», es decir, aquello que
identifica a algo como tal y lo diferencia de lo demás. Para Aristóteles, la sustancia se identifica con
la esencia de las cosas.
 Los accidentes son aquellas características de los objetos que no son fundamentales para la
configuración del objeto y que desaparecen con los cambios que sufren esos objetos. Los
accidentes necesitan de la sustancia, pues no tienen consistencia por sí mismos, es decir, tienen que
estar «en otro».
El propio Aristóteles habla de dos tipos de sustancias:
 La sustancia primera. Es el individuo o sujeto del que se predican varias cosas. La sustancia
(«Pedro») soporta esos predicados («alto»), pero los sujetos no están soportados por nada, pues son
irreductibles a otra cosa.
 La sustancia segunda. También se predica de la sustancia primera, pero a diferencia de los
accidentes, indica algo esencial. Por ejemplo, cuando decimos que «Andrés» es «hombre», eso no
es algo accidental, sino esencial, indica que pertenece a la especie humana. Por tanto, «hombre» es
una sustancia segunda, ya que esta también puede soportar accidentes.
En el pensamiento moderno, se define la sustancia como «aquella cosa que existe de tal manera
que no necesita de otra para existir». En sentido estricto, solo Dios podría serlo. Descartes admite
otras dos: el alma (res cogitans) y el mundo de los cuerpos (res extensa). Sin embargo, Spinoza
defiende que solo puede existir una única sustancia, que él denomina «Dios-Naturaleza» (Deus sive
Natura).

4. COSMOVISIONES FILOSÓFICO-CIENTÍFICAS SOBRE LA REALIDAD


Según el filósofo W. Dilthey (s. XX), una cosmovisión es el conjunto de principios o creencias
teóricas y prácticas desde la cual una determinada cultura interpreta la realidad en su conjunto.
Desde este punto de vista, tanto las religiones o los sistemas filosóficos como las teorías científicas
pueden constituirse en cosmovisiones.
4.1. Concepción griega: la diversidad sobre el cosmos
Los primeros esbozos de una perspectiva global acerca de la realidad física los encontramos en los
filósofos presocráticos. Ellos consideraban el universo como un cosmos, un todo ordenado e
inteligible. Asimismo, plantearon las primeras hipótesis sobre el origen de la realidad en su
conjunto (el arjé), las causas del devenir, etc.
A pesar de esta explicación de tipo naturalista, encontramos en el mundo griego dos perspectivas
contrapuestas:
 Una explicación de tipo cualitativo. Defendida por Platón y Aristóteles.
 Una explicación cuantitativa. Defendida por los atomistas y por Epicuro.
Prevalecerá la concepción platónico-aristotélica (de corte teleológico) sobre la concepción
materialista de los atomistas.

A. Sobre la realidad
Para la concepción cualitativa, la realidad es un todo orgánico, ordenado bajo una perspectiva
teleológica: todo tiende a alcanzar su fin natural, el azar no existe ya que la naturaleza no hace
«nada en vano». Aristóteles recoge la imagen de la naturaleza como una gran obra de arte, sugerida
en el Timeo de Platón: los seres vivos muestran la misma finalidad y constitución armónica que en
el cielo los movimientos de los astros. No obstante, los atomistas defienden una perspectiva
mecanicista: el origen determina el desarrollo de las cosas y no su finalidad.

B.Sobre el universo
La concepción de los antiguos griegos se basaba en las siguientes creencias:
 La esfericidad de la Tierra, la defendieron Platón, Aristóteles y los pitagóricos, gracias a las
observaciones realizadas al alejarse un barco en la costa y a los eclipses lunares en los que la Tierra
proyecta su sombra sobre la Luna.
 El geocentrismo. Se considera que la Tierra es el centro del universo. Pero ya Aristarco de
Samos apunta un sistema heliocéntrico.
 La existencia de dos mundos diametralmente opuestos. Envueltos en esferas, la Luna actúa
como frontera entre ambos:
o El mundo supralunar. Se caracteriza por el movimiento regular y circular, (que es el
movimiento perfecto) y está compuesto por un quinto elemento (el éter, que es incorruptible, eterno
y divino). Esta constituido por esferas fijas, concéntricas, en las que se insertan la Luna, el Sol y los 5
planetas conocidos. Más allá se sitúa el primer motor inmóvil, que hace que gire la primera esfera
(la de las estrellas fijas) y esta transmite el movimiento hacia el centro del universo, la Tierra.
o El mundo sublunar. Constituido por una Tierra inmóvil y por el movimiento rectilíneo
vertical, debido a que los cuatro elementos constitutivos buscan su lugar natural: el fuego y el aire
se mueven de manera natural hacia arriba, mientras que el agua y la tierra lo hacen hacia abajo.
Esta perspectiva de los dos mundos será replanteada por Ptolomeo, quien mantiene el principio
básico de la circularidad de las esferas e introduce ligeros cambios con la idea de los epiciclos y
ecuantes.

4.2. Concepción medieval: el cosmos divino


Con el advenimiento del cristianismo se eclipsó la visión griega del cosmos. Se perdió el sentido
material de la physis, y los padres de la Iglesia designaron con el término «naturaleza» al conjunto
de las cosas creadas por Dios.
Tras siglos perdidas, a través de la cultura árabe se recuperó la física aristotélica. En el siglo
XIII, Tomás de Aquino intenta conciliar la doctrina aristotélica de la eternidad del mundo con la
idea de creación divina.

4.3. Concepción moderna: el universo-máquina


Durante los siglos XVI y XVII se producen una serie de cambios radicales respecto a las
cosmovisiones griega y medieval que darán lugar a una la revolución científica.
Esa revolución científica arranca con la publicación del libro De revolutionibus orbium
coelestium (1543), de Nicolás Copérnico. Para predecir con mayor exactitud los movimientos de
los planetas, Copérnico propone un modelo heliocéntrico. Además considera los tres movimientos de
la Tierra: rotación, traslación y declinación.
Tycho Brahe fue un gran observador de los movimientos del firmamento. Los datos que recogió
le sirvieron a Johannes Kepler para eliminar la idea de las esferas y de la circularidad de las órbitas
planetarias y formula matemáticamente el movimiento planetario bajo tres leyes.
Galileo Galilei consolidó el nuevo modelo astronómico gracias a sus observaciones con el
telescopio. Observa manchas solares y los cráteres lunares (con lo que el universo no es perfecto ni
inmutable) y los satélites de Júpiter (con lo que no todos los astros giran alrededor de la Tierra).

En 1687 Isaac Newton publica Principia mathematica philosophia naturalis, obra en la que
desarrolla la ley de gravitación universal y con la que se pueden explicar tanto los movimientos
terrestres como los celestes. Se elimina así la distinción aristotélica entre el mundo sublunar y
supralunar, y se consolida la idea de uniformidad en el cosmos. De ese modo, el modelo newtoniano
se convierte en el ideal de la nueva ciencia por su carácter de universalidad y capacidad predictiva.
Además, quedan establecidos los rasgos de la nueva cosmovisión moderna:
 Mecanicismo. Las leyes científicas (universales y eternas) explican con exactitud matemática
los movimientos del universo. Este es concebido como una gran máquina comparable a un
mecanismo de relojería.
 Determinismo. El universo se convierte en una realidad teóricamente predecible en su
totalidad a partir de la obtención de datos exactos.
 Reubicación del ser humano en el cosmos. No siendo ya el centro, sino una mota en la
inmensidad del cosmos, aun mantiene algo de su grandeza gracias a su capacidad racional, con la
cual ha descubierto la estructura y las leyes del universo.
 Crisis de los conceptos de la metafísica tradicional (aristotélico-tomista). En especial,
respecto a la idea de Dios y a la idea de alma (redefinida como res cogitans).

4.4. Concepción contemporánea: crisis y caos


A principios del siglo XX se producen una serie de descubrimientos científicos que conducen a
una nueva concepción del mundo basada en los siguientes principios:
 El derrumbe del antropocentrismo y la crisis de la separación griega entre el saber teórico de
la ciencia y los saberes «prácticos» (morales) y «productivos» (técnica)
.

 Alejamiento respecto al sentido común, extendiendo el campo experiencial a lo que Pascal ya


había intuido como los dos infinitos entre los que se mueve el ser humano: el mundo macrocósmico
y el subatómico.
 Quiebra del ingenuo determinismo científico al reconocerse la imposibilidad de separar
«sujeto» y «objeto», y al romperse la idea de causalidad objetiva entre los fenómenos, admitiéndose
que solo es posible aproximar la probabilidad de los enunciados sobre la realidad.
Los descubrimientos científicos que han dado lugar a esta cosmovisión contemporánea son:
 La teoría de la evolución de Darwin. Defiende la mutabilidad de las especies y su evolución
a partir de organismos anteriores más simples, a través de procesos de adaptación y selección
natural.
 Desde las ciencias sociales, pensadores como Durkheim y Marx descubren la importancia
de los modos de vida social a la hora de conformar nuestras creencias individuales. Igualmente,
Freud derrumba la creencia en el dominio de la razón sobre las pasiones (o emociones) y descubre
las motivaciones inconscientes en nuestras creencias y comportamientos.
 La búsqueda de los fundamentos de la matemática provocó una grave crisis teórica cuya
expresión más conocida fue denominada «paradoja de Russell».
 En el ámbito de la física se produjeron cambios revolucionarios desde el punto de vista del
macrocosmos (el espacio intergaláctico). En 1905 Albert Einstein formula su teoría de la
relatividad. En ella introduce la idea de la interrelación entre la materia y el espacio-tiempo (que
conforman una cuarta dimensión), la constancia universal de la máxima velocidad absoluta (la de la
luz), la relatividad del espacio-tiempo según la velocidad del observador, la curvatura del espacio y
la expansión del universo (hipótesis que demostró Edmund Hubble, que descubrió además la
existencia de infinidad de galaxias más allá de la Vía Láctea).
 Se abren también nuevos horizontes desde el punto de vista del microcosmos (el mundo
subatómico). Con Einstein y Max Planck, la física cuántica destruye la oposición entre materia
(a priori, realidad corpuscular) y energía (a priori, de naturaleza ondulatoria), hecho paradójico, ya
que las propiedades corpusculares y ondulatorias son incompatibles. Desde esta nueva
física, Heisenberg enuncia el principio de incertidumbre (no podemos observar una realidad sin
modificarla) y Schrödinger formula sus paradójicas ecuaciones. Por último en la teoría del caos
se descubre (frente al determinismo de la física moderna) el carácter no-lineal de los
comportamientos de la naturaleza, esto es, la imposibilidad de predecir dentro de un mismo
contexto teórico las consecuencias de un fenómeno cuando se introducen ínfimas diferencias en las
condiciones de su estado inicial. Destacan tres hitos en la evolución de esta teoría:
o El cuestionamiento de Henri Poincaré de la perfección de las órbitas planetarias al plantear
una atracción gravitatoria múltiple.
o El análisis de Konrad Lorenz sobre los cambios del tiempo meteorológico, conocido como
«efecto mariposa».
o El desarrollo de la geometría fractal y la lógica borrosa de Bart Kosko, quien afirma que
«cuanto más de cerca se mira un problema en el mundo real, tanto más borrosa se vuelve su
solución».
Desde esta perspectiva, se abren nuevas formas de indagación sobre la realidad y sobre el puesto
del ser humano en el cosmos.

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