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El ministro

II Timoteo 2
Pablo le da a Timoteo siete retratos de lo que la vida de un ministro consiste. Pablo exhorta a Timoteo, sabiendo que un
pastor necesita una doble porción de la gracia de Dios para seguir adelante.

El ministro es mayordomo – 2 Ti. 2:1-2


El ministerio no es para él, sino él para el ministerio.
El ministro es mayordomo del tesoro espiritual que ha sido puesto a su encargo.
Tiene responsabilidad de guardar el depósito e invertirlo en las vidas de otros.
Necesita gracia para enseñar la Palabra – 1 Co. 15:10; 1 Ti. 3:2; 2 Ti. 2:24
Necesita gracia para estudiar la Palabra – 1 Co. 3:10-23; Pr. 2:1-10; 3:13-15
El ministro es soldado – 2 Ti. 3:3-4, 8-13
Pablo da una descripción en como ser un buen soldado.
Sufre penalidades – v. 3; Ef. 6:10
La gente piensa que es trabajo fácil, para perezosos.
No se enreda en los negocios de la vida – v. 4
Debe tener cuidado de eso que lo quita de los negocios de la iglesia.
Magnifica a Jesucristo vs. 8-9; He. 2:10; Sal. 147:15; Hch. 12:24
Piensa de todo el ejército – v. 10
Los escogidos – 2 Ts. 2:13-14
Confía en su Capitán – vs. 11-13; l Jn. 5:4; Ro. 6
No quiere perder su recompensa – Mt. 10:33
Aunque fuéramos infieles, Él permanece fiel – v. 13
J. Hudson Taylor dijo; “No es porque tratamos de ser fieles, sino que miramos al que es fiel, que nos da la victoria”.
El ministro es atleta – 2a Ti. 2:5
Pablo usa la ilustración del deporte, porque los romanos y los griegos le ponían mucho énfasis.
Pablo le amonesta a que obedezca las reglas para ganar sin perder su corona. 1 Ti. 4:7-8
Los atletas de estos días debían ser ciudadanos.
Los atletas debían tener buen nombre entre la comunidad.
Los atletas seguían ciertas normas – si fallaban en una, aunque ganaran, les quitaban la corona (trofeo).
La lucha del siervo de Dios debe ser hecha para honra y gloria de Dios – no para tener fama entre el hombre. 1 Co.
10:31; Mt. 5:16
El ministro es labrador – 2 Ti. 2:6-7
Debe trabajar – Pr. 24:30-34
Necesita paciencia – Stg. 5:7
Debe participar de los frutos – 2:6; 1 Co. 9:7-14; 1 Ti. 5:18
El ministro es obrero – 2 Ti. 2:14-18
Aprobado – no uno de vergüenza
Estudia y aplica a su propia vida
No malgasta su tiempo
Se opone a falsa doctrina
Martín Lutero dijo; “El estudio, la oración y los sufrimientos hacen un pastor”.
El ministro es utensilio – 2 Ti. 2:19-22
Hay que limpiarse – Nm. 16:5; Ef. 1:4
Hay utensilios de honra y de deshonra – 1 Ti. 6:11-12
El ministro es siervo – 2 Ti. 2:23-26
Es esclavo de Cristo (voluntariamente) Ro. 1:1; Fil. 1:1; Ro. 6:16

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