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Cartas Pastorales

Profesor

ALERS MARTIR, ERNESTO

Ensayo de

II Timoteo

practicada en la congregación
El autor de esta carta es el Apóstol Pablo según II Timoteo 1:1 y

dirigida personalmente a Timoteo su hijo amado.

Timoteo es la única persona en el Nuevo Testamento que recibió

dos cartas individuales de Pablo.

Escrita aproximadamente entre el 64 y el 67 d.C., (Según varios

autores) justo antes de la muerte de Pablo bajo el emperador

romano Nerón. Por esta razón se cree que esta fue la última carta

escrita por Pablo, ya que en ella habla sobre su muerte inminente.

Esta carta fue escrita en algún momento después de que se les

culpara a los cristianos por los incendios que ocurrieron en Roma

durante el 64 d.C.

Pablo comienza dando gracias a Dios, al cual sirve con limpia

conciencia. Que hermoso poder ver y expresar lo que Cristo hizo

en nuestra vidas, quitando todo peso del pasado y mirando hacia

adelante.

Timoteo era de Listra, la actual Turquía. Tenía padre griego y

madre judía. La madre de Timoteo, Eunice, y la abuela, Loida,

también eran creyentes (II Timoteo 1:5).

En Hechos 16:1–5 se nos dice que los creyentes de Listra e Iconio

hablaban bien de Timoteo. Pablo quería llevarse a Timoteo

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durante su viaje misionero, pero Timoteo no estaba circuncidado.

Esta fue la razón por la que Pablo decidió circuncidarlo, para que

pudieran tener menos problemas durante sus viajes y el

ministerio.

Evidentemente Timoteo estaba viviendo circunstancias adversas y

Pablo lo anima a que avive el fuego del Don que hay en él,

confirmado por la imposición de sus manos, y le aclara que Dios

no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de

dominio propio. (II Timoteo 1:6-7)

Que importante es estar atentos a lo que sucede con los lideres,

con los que están llevando alguna actividad adelante, porque

pueden estar pasando por situaciones adversas y el diablo se

aprovecha de esas situaciones. Inclusive los pastores tenemos que

ser monitoreados y guiados, para poder hablar las cosas que nos

pasan y así realizar la tarea de una manera efectiva.

También se menciona que Timoteo estuvo con Pablo durante su

primer encarcelamiento en Roma (Colosenses 1:1; Filemón 1:1,

22–25).

Pablo quería que Timoteo volviera, es decir, que dejara Éfeso y

volviera con Pablo a Roma. No se sabe si Timoteo llegó a visitarlo.

Sin embargo, Timoteo también cumplió al menos un tiempo en la

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cárcel debido a su fe, aunque luego fue liberado, pero no sabemos

cuándo (Hebreos 13:23).

Pablo se centra en el carácter de la persona que sirve a Cristo y se

nos presentan varias características de estas personas,

principalmente a través de ejemplos y símbolos.

Estos incluyen:

1. El ejemplo de Pablo (II Timoteo 2:1–2), Que importante ser

integro en nuestro caminar con Cristo para que las personas

que discipulamos, nos vean como a Cristo mismo.

2. Un soldado (II Timoteo 2:3–4)

3. Un atleta (II Timoteo 2:5)

4. Un agricultor (II Timoteo 2:6–7)

5. Jesús (II Timoteo 2:8–13)

6. Un trabajador (II Timoteo 2:14–19)

7. Un recipiente (II Timoteo 2:20–23)

8. Un siervo (II Timoteo 2:24–26).

Comparte varias advertencias con Timoteo. La primera habla

sobre la apostasía (II Timoteo 3:1–9), contra la cual se le advierte

fuertemente a Timoteo. Y se puede ver en estos tiempos, como los

enojos dominas a las personas, y son ministradas, pero quieren

seguir con el enojo, muchos matrimonios sin acuerdos, y todo por

la falta de afecto natural.

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La segunda advertencia se relaciona con las formas de derrotar o

vencer la apostasía y las falsas enseñanzas (II Timoteo 3:10–17).

También desarrolla la importancia de predicar la Palabra de Dios

(II Timoteo 4:1–5) y luego ofrece algunos pensamientos finales (II

Timoteo 4:6–22).

Pablo habla sobre su perspectiva sobre el final de su vida (II

Timoteo 4:6–7), su futuro con Cristo (II Timoteo 4:8) y sus amigos

en este mundo (II Timoteo 4:9–18).

A esto le siguen las palabras finales, y Pablo le pide a Timoteo que

vuelva con él (II Timoteo 4:21).

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