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Misión Jesús para todos

Pastor André Teixeira

1 - INTRODUCCIÓN
"Esta enseñanza es verdadera: si alguien desea mucho ser un LÍDER en la Iglesia, está
deseando un trabajo excelente". (I Timoteo 3:1- NLH)

Este cuaderno de contenido simplificado tiene como objetivo proporcionar a todos los que
aspiran a entrar como líderes, la información básica que les permitirá realizar actividades
relacionadas con el ministerio de manera que contribuyan al crecimiento del Reino de

Dios entre los hombres, y para la edificación de la Iglesia - el Cuerpo de Cristo (Efesios
4:15,15).

En la raíz de la palabra OBRERO está la máxima designación de la vida cristiana, "TRABAJO"


(del latín opera = trabajo). En el Diccionario Aurelio encontramos la traducción "El que
colabora en

realización de una idea, plan, campaña o misión".

Desde que Dios creó al hombre, ha demostrado la necesidad de que su pueblo sea

Dirigidos por líderes (Gen. 1:26-30). A pesar de la debilidad del hombre y del fracaso de
algunos, la verdad bíblica sobre el propósito de Dios no puede ser anulada.

La Iglesia vista como un organismo compuesto por miembros con diversas funciones (dones) y
necesidades, requiere una administración creativa que permita la expresión de estas
funciones, así como la creación de mecanismos, donde cada necesidad de ese cuerpo de
creyentes pueda ser suplida. Con esto, las almas perdidas tendrán una oportunidad válida de
conocer el plan de salvación.

La creación de departamentos y/o ministerios específicos en la Iglesia, destinados a dar

La oportunidad de que cada cristiano ejerza un tipo de trabajo eficiente según sus talentos es
una forma dinámica, bíblica y probada, de funcionamiento de la Iglesia, que, de hecho,
glorifica a Dios prioritariamente, y como consecuencia, suple las necesidades del cuerpo. Al
mismo tiempo, crean un sano sentido de realización personal en el servicio sagrado, en cuanto
a la vocación de cada creyente ante Dios. Lo mejor de todo es que Dios es grandemente
glorificado a través de un número creciente de almas salvadas, acompañadas y edificadas en
un discipulado serio y constante.
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EL TRABAJADOR Y LA LLAMADA AL MINISTERIO

2.1- Tipos de llamada - en todos los asuntos del ministerio, la primera de todas las preguntas
que uno se hace, es si el trabajador ha sido realmente llamado por Dios al ministerio. Muchas
personas han experimentado el "caos espiritual" porque simplemente se han hecho
"trabajadores profesionales".

2.1.1 - Llamada universal - hay un sentido en el que todos los creyentes están llamados a la
obra, y esta llamada se caracteriza por el amor a las almas y por un intenso espíritu de
evangelización (Lucas 19:10; Marcos 15:16 y Romanos 10:18).

2.1.2 - Llamada específica - ciertas personas, sin embargo, son llamadas y elegidas por el Señor
para servir de manera definida y notable. Comparando la Iglesia del Señor como un gran
ejército, se necesita una variedad de ministerios, tales como: pastores, evangelistas,
misioneros, diáconos, intercesores, mantenedores, maestros, porteros, visitantes, líderes y
muchos otros, todos "trabajadores" en la obra de Dios. Cada creyente tiene su trabajo
"determinado por el Señor", y es un privilegio recibir la tarea específica dada por el Señor (Jn
15.16; Ef 4.15,16);

2.1.3 - Variedad de ministerios - así como un cuerpo necesita una variedad de miembros para
funcionar en armonía, la Iglesia del Señor, como cuerpo, mantiene el mismo principio (Rom
10.15; 12.4-8; Ef 4.8,11; ITm 3 y Ex 31.6);

2.1.4 - Falsos ministerios - concluimos que hay personas que eligen el ministerio como una
profesión (Lev. 10.1-3), para adquirir prestigio (Núm. 16.1-3), y por el simple placer de querer
serlo. (Is. 18:22; Ez. 3:3,6).

2.2 - Modo de la llamada: ¿cómo puede uno saber que está siendo llamado por Dios al
ministerio? Cómo evitar el error de Ahimaas "el corredor" (2Sam 18:19-33), Nadab y Abiu .

(Lev 10:1-2)? ¿Cómo no convertirse en un obstáculo para los demás? La llamada divina es

se caracteriza por los siguientes aspectos:

2.2.1 - Concepto espiritual - ICo 2.14; Is 30.21

2.2.2 Iniciativa divina - Juan 15:16; Isaías 19:19; Am. 7:14,15

2.2.3 - Dirección del Espíritu Santo - Hechos 16:6-10

2.2.4 - Aptitudes naturales: elocuencia, ingenio, etc.

2.2.5 - Sensibilidad espiritual - I Juan 3, 5

2.2.6. Reconocimiento por parte de los demás: colegas y líderes, etc.

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2.3 - Requisitos para la convocatoria

2.3.1 - Nuevo nacimiento - Jn. 3:3; 1 Cor. 2:14-16

2.3.2 - Potenciación - Lc. 24:47-49

2.3.3 - Caminar con Dios - Hechos 3:12

2:3.5 - Educación - Hechos 7, 22

2.3.4 - La escuela de la experiencia - I Juan 1:4,5

2.3.6 - Humildad - I Juan 1, 27-29

2.3.7 - Conocimiento bíblico - Mt 2, 7

2.4 - Requisitos de la convocatoria

2.4.1 - Calificaciones naturales

a) Valor - Hechos 19:30

b) Diligencia - Romanos 12:8,11; I Tim. 1:15

c) tacto - ITtim 4:1,2; ITm 5:1,2

d) Discreción - ITm 6:11

e) Cortesía - IPe 3:8

f) Cuidado - Mt. 5:37; Sant. 5:12

g) Puntualidad - Mat. 5:37

h) Responsabilidad - Jer. 48:10

2.4.2 - Calificaciones espirituales

a) Amor - Jn 15:12

b) Fe - Heb. 11:6

c) Santidad - Is. 52:11; Hebr. 12:14

d) Humildad - Mat. 11:29

e) Paciencia - Santiago 5:7

f) Espíritu perdonador - Lc. 23, 34

g) Distracciones - I Tim. 2, 4

2.5. El trabajador y su vida personal - Es imposible que un trabajador sea verdaderamente


espiritual en público y carnal en la vida privada (Hebreos 4:13).

2.5.1 Cuando está casado

a) Tener un hogar estándar - I Tim 3:4,5


b) Educar a los hijos a la luz de la Biblia - Ef. 6:6

c) Liderazgo y sujeción - Ef. 5, 22-30

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2.5.2 - Cuando es individual

a) Cuidar las cosas del Señor.

b) Ser ejemplo de los fieles.

c) Evitar la inmoralidad sexual.

3 - EL TRABAJADOR Y SUS ACTIVIDADES

3.1 - Obreros (I Tim 2:15) - son servidores elegidos según los criterios de la Palabra de Dios,
consagrados por el Ministerio de la Iglesia, mediante la aprobación previa del mismo.

Al igual que los líderes, como recomienda la Biblia, deben consagrarse al servicio de los
santos, siendo buenos colaboradores en la obra (I Juan 16.15,16), supliendo las necesidades
que surjan en cualquier área de la Iglesia que necesite de su trabajo (Juan 16.17). Los obreros
serán sometidos a un período de experiencia (I Tim 3:8-13), después del cual podrán ser
conducidos, o no, a ejercer efectivamente su cargo ministerial.

1 - Moral - de buena conducta (Hechos 6.3)

2 - Espiritual - lleno del Espíritu Santo (Hechos 6:3)

3 - Intelectual - lleno de sabiduría (Hechos 6.3)

‡ Según las normas del ITm 3.8-13, el trabajador debe ser:

(a) Conservador del misterio de la fe;

b) con experiencia;

c) Gobernar bien su casa;

d) irreprochable;

e) no codicioso de ganancias sórdidas;

f) No es un malintencionado;

g) Portador de una conciencia tranquila;

h) responsable;

i) ser un diezmo y una ofrenda

j) ser fiel en todo;

k) ser templado;
l) Sincero (de una palabra)

3.2 - Características básicas del trabajador - El trabajador será un asistente directo del Pastor
local, subordinado a un líder delegado por éste. Se esforzarán por cumplir fielmente las
órdenes emitidas por la dirección de la Iglesia, asistiendo al Pastor de la mejor manera posible

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la mejor manera posible para el pastor local en la conducción de la obra de Dios. Los
trabajadores también tendrán, entre otras funciones delegadas, las siguientes misiones.

3.3 - Deberes del trabajador:

a) Llegar antes del inicio del servicio para comprobar las condiciones y toda la estructura del
templo (sillas, luces, baños, ventiladores, sonido, disposición del púlpito, etc.), tomando todas
las medidas, dentro de su ámbito de responsabilidades, para que los trabajos puedan
comenzar a tiempo;

b) Estar en condiciones de iniciar el servicio, en el impedimento del Pastor local, o de la


persona designada por él; además de realizar oraciones, o traer una reflexión sobre la
Palabra de Dios, en ocasiones especiales;

c) Recibir, de forma cortés y alegre, a todos los hermanos y visitantes que entren en el
lugar del servicio;

d) Impedir la entrada de animales, personas en visible estado de embriaguez, personas


que muestren la clara intención de desviar la atención de los demás presentes o personas
que muestren explícitamente el deseo de perturbar el buen funcionamiento del servicio;

e) Contener a cualquier persona que pueda alterar el buen orden del servicio, procurando,
si es necesario, sacarla de la nave principal del templo, siempre de la forma más educada y
discreta;

f) Impedir de forma cordial pero enérgica que las personas que no tienen un motivo justificado
salgan del templo durante los oficios, especialmente aquellas que se presentan con una
conducta que deshonra su testimonio como cristiano;

g) Durante los momentos de oración, ya sea por los que se convierten, o por los miembros de
la Iglesia, deben dar la debida cobertura al que dirige la obra, imponiendo las manos al
público objetivo y conduciéndolo al lugar que se determine;
h) Deberán, al finalizar la reunión, supervisar y ayudar en el debido ordenamiento del
templo, así como en la guarda de cualquier material que deba ser recogido, contactando con
el responsable de los mismos;

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i) Ayudar a la administración de la Iglesia en el sentido de que haya la mayor economía posible


en los gastos de agua, electricidad, teléfono, así como contribuir activa y pasivamente con la
seguridad del templo;

j) Debe ser una persona con madurez espiritual, dispuesta a respetar y seguir las órdenes
del liderazgo superior.

k) Debe hacer un buen uso de la comunicación de la información;

l) Debe limitarse a tomar decisiones dentro del poder y el área que se le ha delegado, sin
crear conflictos con otros departamentos o con los propósitos explícitos de la Iglesia.

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4 - EL TRABAJADOR COMO LÍDER

4.1 - Principios específicos

4.1.1 - Planificación: trabajo

4.1.2 - Organización: tiempo y recursos

4.1.3 - Integración: tareas

4.1.4 - Motivación: equipo de trabajo

4.1.5 - Evaluación: resultados

4.1.6 - Metas: realistas para alcanzar los objetivos

4.2 - Características básicas

4.2.1 - Interés por los demás

4.2.2 - Identificación con los demás

4.2.3 - Perspectiva: visión de los problemas

4.2.4 - Prioridades: la importancia del trabajo

4.2.5 - Propósitos: establecer objetivos para su liderazgo

4.3 Perfil social

4.3.1 - Integridad: carácter recto y principios morales

4.3.2 - La convicción: los fundamentos de la fe en Dios para realizar su obra


4.3.3 - Lealtad: al Señor, a los superiores y a los seguidores;

4.3.4 - Estabilidad: fiabilidad y capacidad de controlar las circunstancias

4.3.5 - Discernimiento: conocimiento de los hechos, conciencia de lo que hay que hacer y
elaboración de un plan de acción

4.3.6 - Tacto: capacidad de tratar con los demás sin ofender

4.3.7 - Conocimiento: de la tarea, de nuestros puntos fuertes y débiles, buscando siempre


mejorar

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5 - TRABAJADORES Y ÉTICA MINISTERIAL

5.1 La ética en las relaciones con la Iglesia

5.1.2 - En relación con la Iglesia

a) permanecer leal o pedir ser despedido en caso de discordia (Romanos 14:22);

b) nunca lo critique públicamente (Juan 6:1-9);

c) esforzarse por promover su desarrollo (Hechos 2:41-47);

d) conocer su historia y sus principales objetivos

e) como miembro del Cuerpo de Cristo, trátalo con estima (Ef. 5:23)

f) no te dejes llevar por individuos o facciones (IP 5:1-3);

g) reconocer el momento adecuado para retirarse de su función cuando sienta la necesidad


de hacerlo (II Tim. 4:7);

h) no hacer maniobras políticas internas (I Cor. 10:23,31);

i) obedecer sus deliberaciones (I Pedro 5:2,3);

j) ser cuidadoso en su relación con las personas del sexo opuesto, revelando pureza en
sus gestos (Eccl. 9.8);

l) mantener el respeto hacia sus miembros (Santiago 3.2,8).

5.1.3 - En relación con su función

a) ser fiel a Dios en todo y en toda su obra (Ap. 2:11);

b) en los actos fuera de la Iglesia, comportarse con discreción y absoluta dignidad cristiana (I
Tim. 5:1-15);

c) no comentar con los familiares asuntos confidenciales cuya divulgación sería despectiva para
la obra del Señor 3.1-5); (ITm
d) cuidar el decoro del púlpito y su propia preparación (I Timoteo 2:15);

e) seguir las directrices y proyectos prioritarios de la Iglesia (Santiago 4:6).

5.2 - Ética en las actividades ministeriales

5.2.1 - En relación con los colegas

a) cuidar la reputación de sus colegas, no permitiendo comentarios indignos sobre ellos


(Juan 15:17);

b) no provocar la duda en el corazón de sus compañeros (Ef. 4:13);

c) cultivar, junto con sus colegas, el hábito de la franqueza, la amabilidad, la lealtad y


la cooperación (Romanos 12:9,17);

d) no dar falso testimonio contra un colega (Prov. 6:19);

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e) al dañar a un colega, devolver no sólo los bienes materiales, sino también los morales
y espirituales;

f) perdonar al colega ofensor, aunque tenga derecho a exigir la justificación del que le ofende
(Mt. 6:12).

6 - EL TRABAJADOR Y LAS ACTIVIDADES MINISTERIALES

6.1 - Culto

6.1.1 - La dirección del servicio (saludo inicial, lectura y oración);

6.1.2 - La palabra de la ofrenda (grupos familiares y reuniones extra);

6.1.3 - El Mensaje (salvación y edificación);

6.1.4 - La confesión de fe (decisión);

6.1.5 - Clausura (oración final y bendición apostólica).

6.2 - La Cena del Señor

6.3 - Bautismo en agua

6.4 - Otras ceremonias

6.4.1 - Matrimonio

6.4.2 - Presentación del niño

6.4.3 - Ritos funerarios

6.4.4 - Visitar a los enfermos


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7 - EL TRABAJADOR LA DECLARACIÓN DE FE DE COMBC

El vocabulario humano empleado en esta Declaración de Fe no es inspirado ni objeto de


discusión. No consideramos que contenga todas las verdades de la Biblia, sino que abarca las
verdades que esta institución considera fundamentales.

LA BIBLIA: Es la Palabra de Dios en lenguaje humano, Santa inspiración verbal inmutable, la


única Regla de fe infalible y normativa para la vida y el carácter cristianos, (II Tim 3:14-17; II Pet
1:20-21; I Pet 1:25;

Juan 17:17)

DIOS PADRE: El único Dios verdadero y vivo es espíritu personal, eterno, infinito e inmutable;
es omnipotente, omnisciente y omnipresente; es perfecto en santidad, justicia, verdad y amor.
En su Triunidad, el Dios eterno se revela como Padre, Hijo y Espíritu Santo, siendo tres
personas distintas pero sin división en su esencia. (Gn 1:1; Gn 1:26; Dt 6:4; 1 Jn 5:7).

JESUCRISTO: Se hizo hombre, fue engendrado por el Espíritu Santo, nació virginalmente, murió
en la cruz por nuestros pecados y resucitó al tercer día, ascendió al cielo victorioso y está
sentado a la derecha de Dios. Él es nuestro Abogado, nuestro Señor y nuestro Salvador (Ap.
1:8; Ap.

22:12-13; Co. 15:1-8; Is. 7:14; Rom. 8:34; Hechos 1:9)

ESPÍRITU SANTO: Es el "paráclito" de Cristo, derramado sobre los cristianos, siendo desde la
creación, habita en los que le obedecen. Estuvo sobre Jesús en su viaje terrenal y todavía hoy
concede a sus siervos Dones Espirituales para la edificación, exhortación y consuelo de la
Iglesia; es nuestro ayudante, consolador e intercesor con Cristo. La evidencia de su presencia
en la vida del cristiano es el fruto que produce (Gn 1,2; Rm 8,26; Jl 2,28; Lc 11,13; Mc 16,17;
Hch 2,4; Hch 5,32; Co.

5:32; Co. 12:1-11,31; 1 Cor. 14:40; Mat. 7:16-20)

DIABLO: Creemos que Satanás una vez disfrutó de los honores celestiales, pero, cayó y arrastró
a 1/3 de los ángeles;

Es el gran tentador del hombre, el enemigo de Dios, el acusador de los santos, pero está
destinado a

La derrota final a manos del Hijo de Dios y la justicia eterna en el infierno, el lugar preparado
para él y sus ángeles (Isaías 14:12-15; Ezequiel 28:14-17; Apocalipsis 12:9; Judas 6; II Pedro 2:4;
Ef 2:2; Juan 14:30; 1 Tesalonicenses 3:5; Mateo 4:1-3; Mateo 25:41).

25:41).
HOMBRE: El hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, compuesto de cuerpo, alma y
espíritu, poseyendo libre albedrío y por su desobediencia fue privado de la presencia de Dios,
muriendo física y espiritualmente. (1 Tes 5:23; Rom 6:23; Rom 3:23).

IGLESIA: Congregación local de personas regeneradas y bautizadas por la fe en Jesucristo.

Cristo. Es también la asamblea universal de los redimidos de todos los tiempos, establecida y
edificada por Jesucristo, que constituye el cuerpo espiritual del Señor, del que Él mismo es la
cabeza. Su unidad es de naturaleza espiritual y se expresa por el amor fraternal, la armonía y la
cooperación voluntaria en el cumplimiento de los propósitos comunes del reino de Dios.

4:17; I Tim 3:5; III Jn 1:18; I Cor 1:2,10; Mt 16:18; Col 1:18; Heb 12:22-24; Ef 1:22,23; 3:8-11;
4:1-16

5:22-32; Jn 10:16; Ap 21:2,3)

LIDERAZGO: Creemos, bíblicamente, en el sacerdocio universal de los creyentes, en el libre


examen de la Biblia y, por tanto, en el libre acceso a Dios, a través de Jesucristo. Rechazamos
el sacerdotalismo, el sacramentalismo, el ritualismo y la pretensión humana de interponerse
entre el creyente y Dios. Creemos que el Señor provee a los hombres para liderar/pastorear
sus iglesias, capacitándolos para predicar y enseñar la

Palabra, sin mezcla de error, sin distorsiones, con fidelidad, dedicación, sencillez y claridad.

Tm 4,2-4, Ef 4,11; I Cor 11,3).

SALVACIÓN: Es la liberación del yugo del pecado y de la muerte, y el restablecimiento de una


relación profunda con Dios. Se concede por gracia y mediante la fe en Jesucristo, no se obtiene
ni por méritos personales ni por buenas obras. Dios ofrece la salvación, no sólo para la vida
presente, sino

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también por la eternidad, a todos los que aceptan y permanecen (hasta el final) en Cristo Jesús
como Señor y Salvador. (Mc 13:13; Jn 15:2; Rom 6:18, 22-23; Ef 2:8-9; 1 Pe 1:4; Rom 8:21-23).

PECADO: Al errar y desobedecer a Dios, el hombre transmitió a su generación el pecado


original, necesitando la salvación, adquirida por la gracia y la fe en el sacrificio de Jesucristo,
única forma de reconectar al hombre con Dios. (Rom 3:22-24,28; Ef 2:8-10; Heb 7:25; 5:9; Juan
14:6).

Bautismo: Creemos en el bautismo en agua por inmersión, en el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo, como una necesidad absoluta para la publicación de su nuevo
nacimiento por
fe en Cristo y por la fuerza operante del Espíritu Santo y de la Palabra de Dios, para hacer al
hombre digno del reino de los cielos.

(Mt 28:19; Jn 3:3-8).

LA SEMANA DEL SEÑOR: Como un memorial de la muerte, resurrección y segunda venida de


Cristo, que debe ser ministrado a todos los que forman parte del Cuerpo de Cristo, a través de
la aceptación de Jesucristo como Señor y Salvador y la comunión con la Iglesia Local. Un
tiempo de reflexión, confesión y arrepentimiento propio de cada cristiano. (I Cor 11:23-30)

DIEZMO: Es la práctica bíblica de dar a Dios la décima parte de las ganancias. El diezmo y las
ofrendas son ordenanzas del antiguo pacto, pero bajo el nuevo pacto, son una expresión
voluntaria de adoración y sumisión. El diezmo es una muestra de adoración, fe y amor a Dios,
que es la Fuente de la salvación y el Dador de todos los bienes y de todo don perfecto (Lv
27:30; Mt 23:23);

Heb 7:4-14; 1 Cor 9:1-14)

VIDA CRISTIANA: Creemos en la necesidad y posibilidad que tenemos de vivir una vida santa a
partir de la Obra expiatoria y redentora de Jesús en el Calvario, mediante el poder regenerador
y santificador del Espíritu Santo, que nos capacita para vivir como testigos fieles del poder de
Cristo, mediante la separación del mundo. A los más débiles en la fe, una atención especial,
mediante la intercesión, la exhortación y, sobre todo, el ministerio de la Palabra de Dios, único
instrumento capaz de sanar el cuerpo, el alma y el espíritu del hombre, a través de la
confesión de los pecados, el arrepentimiento y la liberación del perdón a los demás. (II Cor.
5:17, Santiago 5:16; Heb. 9:14; Gál. 3:13-14; Jer. 31:29-30; Ez. 18:2; Rom. 14:1-2; II Cor.

9:22; 1 Pe 1:15:16).

FAMILIA: La familia, creada por Dios para el bien del hombre, es la primera institución de la
sociedad. Su base es el matrimonio monógamo y para toda la vida, que sólo puede disolverse
por muerte o por infidelidad conyugal continuada. El propósito inmediato de la familia es
glorificar a Dios y proveer a la satisfacción de las necesidades humanas de compañerismo,
educación, compañía, seguridad, preservación de la especie y el ajuste perfecto de la persona
humana en todas sus dimensiones.

33; 6:1-4; IC3:18-35; 1 Tim. 3:4-8; Heb. 13:4; 1 Pet. 3:1-7)

ETERNIDAD: Creemos en la vida eterna para los salvados y en el tormento eterno después del
juicio final para los que no han creído en Dios. (Juan 11:25-26; Apocalipsis 20:11-15).

USOS Y COSTUMBRES: Creemos que las costumbres varían según las personas, la raza, la
lengua, la cultura y la época, y por tanto no deben confundirse con la doctrina bíblica
inmutable. Hacer de la observancia de una costumbre una condición para salvarse es hacer
ineficaz la gracia de Dios. No guardamos los sábados, las fiestas y no nos abstenemos de
alimentos (excepto las bebidas alcohólicas) (Col. 2:20-23; Rom. 14:6- 2 Corintios 14:6- 3; Rom.
14:6).
10, I Tim 9-10; Mc 2,27; Jn 5,18; Col 2,16-18).

DONES: Creemos en todos los dones descritos en las Sagradas Escrituras y derramados por
el Espíritu Santo sobre los cristianos desde el período de la iglesia primitiva hasta el día de
hoy. Hay que buscarlos, buscarlos con celo y utilizarlos para la edificación, exhortación y
consuelo de la Iglesia. (1 Cor 14:1-33).

Esta afirmación tiene apoyo en textos expresados en la Santa Biblia, y todo lo que se ha
omitido lo remitimos a los principios y preceptos claramente expresados en las Escrituras.

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