Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Autora:
Sánchez Monrroy
Anais Alejandra
C.I: 28.810.203
Ambiente II Policial
Proceso I 2020
2
Edad Media la ética cristiana predominó en el mundo occidental, expandiéndose
posteriormente a buena parte del mundo. Más adelante filósofos como Descartes,
Hume o Kant recuperarían ideas de los maestros griegos y contribuirían de forma
clave a la concepción de la ética de los siglos siguientes.
Por otro lado, la moral se define como el conjunto de normas que rigen el
comportamiento de las personas que forman parte de una sociedad determinada,
de modo que puedan contribuir al mantenimiento de la estabilidad y de la
estructura social. Se suele relacionar el concepto de moral con la conformidad con
las leyes implícitas y explícitas de un grupo social, que se transmiten a los
individuos dentro del proceso de socialización al que se someten a lo largo de su
desarrollo. En este sentido, la moral parte de las tradiciones y los valores del
contexto en que nos criamos. La moral surgió con toda probabilidad como una
consecuencia natural de la organización de los seres humanos en grupos.
Al complejizarse las sociedades, las normas de interacción que las
estructuraban se habrían transformado progresivamente en reglas morales y en
leyes explícitas, especialmente con la aparición de la escritura. Las religiones han
tenido un gran peso histórico en el establecimiento de códigos morales. Mientras
que en el mundo occidental el judaísmo y el cristianismo han determinado en
buena parte las normas sociales, en Asia lo han hecho sobre todo el budismo y el
confucianismo. Muchas personas opinan que hoy en día los conceptos ‘moral’ y
‘ética’ significan básicamente lo mismo, al menos desde el punto de vista del
lenguaje coloquial. Sin embargo, desde un punto de vista teórico e histórico
podemos encontrar varias diferencias entre estos dos términos
Conceptualización de Deontología
La deontología es una disciplina que radica en el estudio y observación de los
deberes y de los valores mandados por la moral. El precursor de esta conducta fue
Jeremy Benhtam, un filósofo británico que puso en circulación estos
conocimientos. La deontología viene siendo una ética normativa, un tipo de
filosofía que muestra lo que debe considerarse como bueno y qué se debe apreciar
como malo. Esto indica claramente que cada ámbito, labor o profesión puede
poseer su propia deontología que demuestre cuál es la obligación de cada
3
individuo. La mayoría de las profesiones tienen y usan un código deontológico, lo
que viene siendo un manual que resume los deberes morales que deben respetar
las personas que practican una labor.
Es importante mencionar que la deontología cumple con el análisis de las
obligaciones internas del individuo, es decir, aquello que debe impedir o hacer
según lo que establece su conciencia. Los valores usuales y aprobados por la ética
son acopiados por los códigos deontológicos. Por lo tanto, todo profesional está y
debe estar sujeto a observaciones sociales duras que accedan a pedir compromisos
de muy diferente índole en vinculación con sus hechos, de ahí nace la necesidad
de fundar unos principios éticos. Aparte de la propia conciencia, que
correspondiera ser quién más presidiera el acatamiento de los códigos morales,
también está la imagen de las corporaciones profesionales para originar, conservar
y proteger la deontología. Éstos alertan el cumplimiento de los niveles de
capacidad, disposición y requerimiento en el servicio del trabajo de sus afiliados.
Esta disciplina es de suma importancia e interés para lo que respecta al mundo
profesional y para profesiones que admiten una eminente responsabilidad social
(psicólogos, abogados, psicopedagogos, periodistas, docentes, médicos
contadores, entre otros). Esa moralidad intenta que se logre un equilibrio entre un
nivel valioso de profesionalidad científica-técnica y una condición de vida. Esta
doble extensión debe tratarse con moderación y armonía para que exista un mayor
vilipendio de cualquier acción laboral.
A lo largo de la historia, el comportamiento del hombre ha sido un motivo de
reflexión profunda. En efecto, basta con retrotraernos a la antigüedad, momento
en el que es posible evidenciar el surgimiento de la ética como forma de
meditación acerca de la cualidad moral en el hombre. En particular, fue en la
Grecia clásica en donde surgió una gran coexistencia de visiones sistemáticas al
respecto. Estas discrepaban en los fundamentos del accionar del hombre,
poniendo como la motivación última de la ética al placer o a la felicidad. La
deontología se aleja en parte de estos planteamientos, poniendo al deber como
mero móvil del accionar ético del hombre. La misma implica que el obrar humano
debe dejar de lado la búsqueda de la felicidad o del placer para realizar una
actividad moralmente correcta; esta se debe fundar ante todo en el hecho de que
4
tal accionar se podría concebir como una ley general.
Bibliografía
Apel, k.o.: «Teoría de la verdad y ética del discurso». Barcelona, Paidós, 1991.
Buxarrais, M.R., Martínez, M., Puig, J.M. Y Trilla, J.: «La educación moral en
primaria y en secundaria». Madrid, MEC-Edelvives, 1995.