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-La política como realidad: la palabra política designa siempre un sector de la realidad humana. La
política como realidad humana, supone ante todo la existencia de seres humanos, hombres, que
conviven, esto es convivencia humana, vida social, seres humanos relacionados, interactuantes. Sin
seres humanos que conviven, no hay política. Sin embargo, no toda convivencia humana es convivencia
política, ni toda actividad del hombre es política. No obstante aún esa convivencia que se supone sin
contenido político está necesariamente anclada a la existencia de un contexto político en la cual se
desarrolla: sin sistema político –con sus ingredientes de actividad política y relación política- no hay
convivencia humana organizada y persistente.
La realidad política, es la relación de mando-obediencia entre los hombres.
Desde un punto de vista amplio podríamos decir que la política se traduce en el conjunto de actividades
destinadas a organizar la vida de un grupo a través de la discusión e implementación de un proyecto
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común de orden. Esto supone las acciones realizadas con la intención de influir, conservar o modificar el
poder y la organización necesaria para llevar adelante ese proyecto de orden. Desde este punto de
vista, la política es una actividad generalizada que tiene lugar en todos aquellos ámbitos en los que los
seres humanos se ocupan de producir y reproducir sus vidas en el marco de un fin común determinado.
Esta actividad puede suponer tanto enfrentamientos como cooperación, ya que pueden existir disputas
tanto sobre el proyecto en sí como sobre sus formas de implementación. El carácter común del orden
político se ha reflejado en la historia política, en la idea básica que la política se ocupa de los intereses
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generales compartidos por todos los integrantes de la comunidad, en las cuestiones públicas. Lo público
se refiere a aquel espacio de discusión de temas comunes, abiertos a todos. La política se refiere a lo
relativo a la “cosa pública” y al poder político ya que es allí el espacio organizativo de las cuestiones
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comunes, donde se discute e implementa el proyecto común de orden, el que adquiere las
características de ser vinculante y colectivo.
Desde otro punto de vista, estas actividades provocan conflicto porque representan líneas de acción que
se cruzan, por ello la política es tanto una fuente de conflicto como un modo de actividad que busca
resolverlos y promover ajustes en aquellas cuestiones comunes, compartidas por todos los miembros
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del grupo social. La política se presenta así como proceso de lucha y de movimiento de acomodamiento
y ajuste. Se evidencia la estabilidad y el cambio, el conflicto y el consenso.
-Caracteres: La realidad política (comprensiva, del sistema, la relación y la actividad política) ofrece
como sus más salientes manifestaciones la de ser; -múltiple, -polifacética, -variable, -simbólica,
-multirrelacionada, -compleja, -indivisa.
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-La política; realidad múltiple: Según el grado de generalidad que se tenga en cuenta, la realidad
política puede ser considerada en sentido lato, en sentido intermedio y en un sentido estricto. O lo que,
siguiendo a Bertrand de Jouvenel, denominaríamos “sentido formal”, “sentido material” y “sentido
material limitado”.
En un sentido formal, para que haya política en este sentido, basta que la actividad de un hombre o de
unos hombres en relación con otro u otros tienda a que el comportamiento de éste o éstos sea el que
aquél o aquéllos se proponen. En este sentido, la actividad es formalmente política si obedece a una
técnica para inclinar voluntades ajenas y regir sus comportamientos hacia metas propuestas. Ejemplos
en este sentido serían; una reunión de vecinos que se juntan para apagar un incendio, una banda de
delincuentes. En un sentido material, es necesario que la actividad humana se torne persistente. Esta
actividad debe estar dirigida como medio a construir, consolidar y conservar el agregado humano,
grupo, de que se trate. Por ejemplo, la creación y mantenimiento de una Sociedad Anónima, Iglesia,
Asociación, etc. La política en este sentido, se utiliza como sinónimo de sistema político en sentido
amplio. Ahora bien, pero si el agregado humano persistente de que se trata no es uno de los muchos y
diversos que existen con fines específicos, sino aquel, único, con el fin más abarcador, del cual
dependen los demás sin que él dependiera de ellos, es que estamos en presencia de la política en
sentido material restringido o del sistema político estricto sensu. Con este significado, la actividad y la
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a su vez, encontramos las 2 restantes; agonal y arquitectónica. En todo sistema político nos
encontramos con cargos, roles, en torno a los cuales se desenvuelve la actividad. Desde esta
perspectiva la política es lucha y conflicto, lo que supone la faz agonal de la política. Pero este
panorama quedaría incompleto si redujéramos la política a la lucha por el poder. Una vez poseído, o una
vez en él, es también un medio para construir para consolidar, consensuar la vida política, la
convivencia política. Todo ello con el fin de alcanzar objetivos, metas comunes. Este sentido constructor,
integrador, realizador de objetivos comunes del poder hace a su faz arquitectónica.
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-Política; realidad variable: esta realidad a la que llamamos política no fue siempre la misma, igual, ni
en el espacio, ni en el tiempo. Es por eso que aun cuando la realidad política tenga siempre las faces ya
señaladas, diferirá de un lugar a otro o de una época a la otra. Ejemplo; no es lo mismo la realidad de la
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polis en la antigüedad que la de los Estados modernos. En otro tipo de ejemplo podemos apreciar la
variabilidad comparando la realidad política de Ushuaia con la de Düsseldorf (Alemania).
-Política; realidad simbólica: la política es una realidad simbólica, así los fenómenos políticos no son
tales sino a través de los símbolos que le dan sentido. En la realidad política lo esencial no es el
fenómenos en sí mismo, sino lo que se ve de él, o como se cree verlo, como se lo siente. Lo esencial es
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la imagen, que en el universo político es creada por un conjunto de símbolos. La “ imagen” la dan los
oropeles, que consistentes a veces en tradiciones, normas, creencias, etc. En la actualidad juegan un
papel preponderante en esto los medios de comunicación con fines de propaganda. Un sector
importante de la realidad política consiste en crear la imagen y “venderla”.
-Política; realidad multirrelacionada: la política como realidad existencial, se encuentra relacionada
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con otras realidades. Pero algunas de esas realidades con las que se relacionan no son, en rigor, sino
manifestaciones o modalidades, elementos de ella misma. Así corresponde señalar que a más de
multirrelacionada es una realidad compleja e indivisa. Compleja por estar constituida por diversos
elementos; ideas, instituciones y vida política. Es también indivisa porque existencialmente, es una, sin
desmedro de la diversidad de sus elementos constitutivos y dejando en claro que ellos se
LA CIENCIA POLÍTICA
La palabra política se origina en las palabras griegas polis, politeia, política, politiké. Para los antiguos,
la política pragmateia es el estudio o el conocimiento de la vida en común de los hombres según la
estructura esencial de esta vida que es la constitución de la ciudad.
-La politología clásica: los griegos son los creadores de la política y de la ciencia política. Grecia le
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imprimió su carácter dominante; la ciencia. Arisóteles fue el principal promotor del conocimiento
científico. La clasificación aristotélica se apoya en la distinción de 3 operaciones del espíritu; saber
hacer y crear. Existen 3 grandes categorías de ciencias; las teóricas; matemáticas, la física y la
metafísica. Las prácticas; la ética, la economía y la política. Las poéticas; la lógica, la retórica y la
poética. La ética es la ciencia del comportamiento personal, el conocimiento de la conducta del
individuo, la moral. La economía es la ciencia de la familia. La política es la ciencia de la constitución y
de la conducta de la Ciudad Estado, ocupa la cúspide de la jerarquía porque su objeto, la ciudad-estado,
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engloba toda la organización estatal. La política domina teóricamente a las otras ciencias, porque regula
todas las actividades humanas.
-Objeto de estudio de la ciencia política: El politólogo se considera un investigador a través de todo lo
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social; lo que descubre es la realidad social. Si partimos de la palabra política, la ciencia política tiene un
objeto específico perfectamente distinguible, o sea la cosa política. Los esfuerzos se dirigieron a
enumerar aquello en lo que se interesaban, las instituciones y los hombres dedicados a su investigación
y a su enseñanza. Lista tipo de la UNESCO: engloba 4 ámbitos;
1) La teoría política; la teoría política y la historia de las ideas.
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revolución conductista. Hasta entonces la protociencia política había sido una laxa conjunción de áreas
de investigación sobre diferentes temas políticos. La revolución conductista impuso una rigurosidad
positivista para la ciencia política que conllevaba la obligatoriedad de diferenciarla claramente de las
ideologías y de las especulaciones filosóficas. Se aspiraba a llevar el ámbito de la política a cánones
exactos como las ciencias físicas. En síntesis la ciencia política puede dar explicaciones y hacer
predicciones según el modelo de las ciencias naturales y ofrecer en lugar de estudios descriptivos,
análisis sistemáticos con la guía de teorías que habrán de corroborar empíricamente. Los fenómenos
que puedan observarse habrán de ser el límite de la ciencia política. En vez de dedicarse a la
investigación pura, investigación aplicada. La ciencia política debe ser interdisciplinaria, debe utilizar un
lenguaje técnico. Se generaliza el método hipotético-deductivo, superando el empirismo ingenuo.
-Postura de Prelot: Aristóteles es el fundador de la ciencia política, ya que es él quien da el gran salto en
Grecia de la especulación metafísica al campo de lo empírico, realizando un estudio exhaustivo de más
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La ciencia política comienza en nuestro siglo, con el auge de las universidades. Duverger ha encontrado
en la entrada de la ciencia política en la Universidad el hecho decisivo para marcar y revisar su
nacimiento como verdadera ciencia. El origen de la ciencia política no ha sido simultáneo en todas
partes. El realiza la siguiente clasificación: PREHISTORIA; encontramos precursores que dieron o
crearon un método para elevar la política a la categoría de ciencia; -Aristóteles, -Maquiavelo, -Bodin,
-Montesquieu. -Intermedio, S. XIX, fundadores; -Tocqueville, que aporta el método de la observación
profunda. -Comte, con su método positivo. -Marx con un nuevo método de materialismo histórico.
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UNIDAD 2
GRECIA ANTIGUA
Pueden encontrarse en Atenas los precedentes de mayor impronta para el estudio de la política y los
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principales exponentes teóricos de la materia, a quienes se los identifica con el nacimiento de la ciencia
política y la primera sistematización de las ideas políticas. Es recién a partir del año 507 a.c. con las
reformas políticas establecidas por Clístenes, que se instaura un régimen de gobierno de naturaleza
democrática, transformando no sólo la práctica política sino generando una nueva cosmovisión
ciudadana en las participación política. Las Reformas de Clístenes tendieron a establecer entre todos
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autodeterminación suficiente para resolver por sí misma el desarrollo de su vida interna. Cada polis
constituye una unidad político-religiosa independiente de las demás. Otro elemento constitutivo de la
unidad de la polis, es el hecho de ser ésta el centro de la cultura y educación griegas.
-Grupos sociales: la antigua ciudad estado (polis) era pequeña en área como en población. Se aproxima
que habitaban algo así como 300.000 habitantes. Esta población estaba dividida en 3 clases principales,
política y jurídicamente distintas;
1) Esclavos: se encontraban en el grado más bajo de la escala social. Una tercera parte de los
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habitantes de Atenas eran esclavos, quienes no contaban políticamente en la polis.
Extranjeros residentes o metecos: en una ciudad comercial como Atenas, el número de tales
personas pudo llegar a ser muy considerable. No había forma de naturalización legal, y la residencia
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durante varias generaciones no convertía a los metecos en ciudadanos. El extranjero, como el esclavo,
no tomaba parte en la vida política de la ciudad, aunque era hombre libre y su exclusión no implicaba
discriminación social.
3) Ciudadanos: eran los miembros de la polis y tenían derecho a tomar parte en su vida política.
Este era un privilegio que se obtenía por nacimiento, pues el griego seguía siendo miembro de la polis a
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la que pertenecían sus padres. A lo que daba derecho la ciudadanía era a la participación en los
asuntos públicos. Esta participación podía ser mínima, o sea la asistencia a la Asamblea, o podía
comprender la capacidad de ser designado para una serie de cargos públicos. Para el griego, la
ciudadanía significaba siempre esa participación, fuera cual fuere su grado. La idea de ciudadanía era
un concepto social y político, era más íntima y menos jurídica que la actual, no era para conseguir
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derechos, sino asegurarse el lugar que les correspondía, descubrir el lugar que debía ocupar cada
especie de hombre en una sociedad constituida de tal modo que pudieran desarrollarse en ella todas las
formas de trabajo social. El ciudadano en la antigua Grecia no gozaba de un espectro de derechos
personales para ejercer contra el estado y sus demás pares, sino que en realidad su condición de
ciudadano estaba dada por un cierto número de prerrogativas y ventajas, de obligaciones y exigencias
que le diferenciaban de los no ciudadanos; los extranjeros, los esclavos y las mujeres. Estas
prerrogativas políticas, jurídicas, religiosas, sociales y obligaciones militares y fiscales procuraban una
unión y una vinculación directa e inmediata del ateniense para con sus pares y para con el estado,
resultado de ello una comunidad de ciudadanos unidos entre sí a partir de un ideal común de interacción
y participación. Así, la idea de ciudadanía estaba ligada a funciones deliberativas, legislativas,
ejecutivas, judiciales y bélicas, que demandaban una participación y un compromiso continuo,
determinando una interacción permanente entre los ciudadanos y para con el estado.
De todo esto se coligue lo que llamamos como COSMOVISIÓN IDEOLÓGICA DEL TODO PARTE o
ESTRUCTURA TODO PARTE que sustentaba la comunidad de vida ateniense de la democracia. Así la
democracia o isonomía, distaba de ser únicamente un sistema de organización político y social, sino
una forma de vida anclada y sustentada por la participación continua de todos los ciudadanos. El estado
como estructura organizativa de poder existía en la medida de participación continua de su ciudadanía,
-Las instituciones políticas: estas instituciones eran aquellas mediante las cuales se ejercía la
ciudadanía y conformaban la constitución democrática. Aquí encontramos;
a) La Asamblea: estaba formada por todos los ciudadanos mayores de 20 años. Se reunía 10
veces al año en sesiones ordinarias más las extraordinarias que pudiese pedir el Consejo. Sus actos
correspondían a las modernas leyes, era el órgano paradigmático como órgano legislativo. Dentro de
ella no se formulaba la política a seguir ni se discutían medidas a adoptar. Para el gobierno local, los
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atenienses se encontraban divididos en 100 demos que eran las unidades locales a las cuales se
pertenecía en forma hereditaria, no importando dónde se vivía efectivamente. No eran de estricta
representación local. Su función más importante era la de presentar candidatos para los diversos
cuerpos de gobierno. Se elegía por una combinación de elección y sorteo.
b) El Consejo de los 500: en todas las ciudades estado existía un consejo, en algunas como
Esparta, era de tipo aristocrático, no así en Atenas. Era el órgano ejecutivo y directivo de la Asamblea,
realizaba la tarea efectiva de gobernar, pero como 500 era un número elevado, cada una de las 10
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tribus en que estaba dividida Atenas, presentaba 50 miembros y éstos actuaban durante la décima parte
del ejercicio anual. Entre ellos se elegía, por sorteo, un presidente por cada día y ese honor sólo podía
corresponder una vez en la vida de un ciudadano. El Consejo debía proponer a la Asamblea las
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medidas que considerara oportuno tomar. Era el órgano ejecutivo central de gobierno, recibía a los
embajadores, vigilaba a los magistrados, podría actuar como tribunal, controlaba la hacienda pública, la
flota. El órgano de decisión supremos era la Asamblea, pero los decretos se aprobaban siempre en
nombre del Consejo y del pueblo.
c) Los Tribunales: éstos eran la clave del sistema democrático, ya que controlaban a los
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magistrados y la ley. Sentenciaban en los casos judiciales, tanto civiles como criminales, pero tenían
poderes mucho más amplios que los de los Tribunales modernos. Sus miembros eran nombrados por
los demos, los que hacían una lista de 6 mil ciudadanos cada año, que eran destinados por sorteo, a los
distintos Tribunales. Cualquier ciudadano, mayor de 30 años podría cumplir tal función. Los Tribunales
eran numerosos, tenían por lo general 501 miembros, los cuales eran jueces y jurados. Los Litigantes
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debían defender personalmente sus posiciones. El Tribunal votaba, primero sobre la culpabilidad, y
luego sobre la pena que debía imponerse, después de que cada parte expusiera lo que consideraba
justo. Ejercían el control de los magistrados de 3 maneras; en primer lugar, podrían examinar a los
candidatos a ocupar un cargo y entablar demanda contra ellos considerándolos no aptos. En segundo
lugar podían hacer que los funcionarios, al finalizar su mandato, se sometieron a la revisión de sus actos
y en tercer lugar, controlaban el manejo de los fondos públicos por parte de los funcionarios. Podían
también ejercer el control de la ley, cualquier ciudadano podía presentarse a un Tribunal e impugnar una
ley.
d) Magistrados: los cargos de magistrados no eran desempeñados por ciudadanos individualmente
considerados, sino por grupos de 10 ciudadanos, escogidos de modo que cada uno de ellos fuese
miembro de una de las tribus en que estaban divididos los ciudadanos. Sin embargo, la myor parte de
los magistrados tenían poco poder. Los 2 cuerpos que formaban la clave de control popular en Atenas
eran el Consejo de los 500 y los tribunales sus grandes jurados populares.
e) Generales Estrategas.
-Ideales políticos: como en todos los sistemas de gobierno, había, tras las instituciones, ciertas
concepciones acerca de lo que debían encarnar, ciertos ideales de una vida política valiosa de la que
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estancos y se centraban todos ellos en la ciudad. Su arte era un arte cívico. Su religión en la medida en
que no era cuestión familiar, era la religión de la ciudad y sus festivales religiosos eran celebridades
cívicas. Hasta sus medios de vida dependían del estadio con frecuencia mucho mayor de lo que sucede
en la vida moderna; pues para el griego la ciudad era, en efecto, una vida en común; su constitución,
como dijo Aristóteles, era un ―modo de vidaǁ más que una estructura jurídica; y, en consecuencia, el
pensamiento fundamental de toda la teoría política griega era la armonía de esta vida común. Se hacían
muy pocas distinciones entre sus diversos aspectos. En efecto, para los griegos la teoría de la polis era
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a la vez sociológica, ética y economía, así como política en el sentido moderno más estricto. La difusión
de esta vida común y el valor que le atribuían los atenienses están puestos de manifiesto aun en el
aspecto exterior de sus instituciones. La rotación en los cargos públicos, la designación de los
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magistrados por sorteo y la ampliación de los cuerpos gobernantes hasta el externo de hacer difícil su
funcionamiento, eran instituciones destinadas a dar participación en el gobierno a más ciudadanos. El
ateniense conocía también como cualquiera los argumentos contra todos estos artificios, pero estaba
dispuesto a aceptar los inconvenientes a cambio de las ventajas que en ellos se encontraba. Su
gobierno se llama democracia “porque la administración está en manos de la masa de ciudadanos, no
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de una minoría”. Así, pues, en la concepción ateniense, la ciudad era una comunidad en la que sus
miembros habían de llevar una vida común armónica, en la que había que permitir tomar parte activa a
tantos ciudadanos como fuera posible, sin discriminaciones basadas en el rango o la riqueza y en la que
encontrasen canalización espontánea y feliz las capacidades de todos y cada uno de sus miembros. Y
la Atenas de Pericles consiguió realizar este ideal en un grado considerable- probablemente en un
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derivan de la necesidad de realizar sus propias potencialidades. El riesgo estaba felizmente libre, tanto
de la ilusión de que tenía un derecho inherente a su personalidad de hacer lo que quisiera, como de la
pretensión de que su obligación era la ―firme hija de la voz de Diosǁ. Dentro del círculo así establecido
por la concepción de la armonía cívica y de una vida en común, el ideal ateniense encontró un lugar
para dos valores políticos fundamentales, siempre íntimamente conexos en la mente griega y que
formaban, como si dijéramos, los pilares del sistema. Era esto libertad y el respeto a la ley. Las
actividades de la polis se realizan con la cooperación voluntaria de los ciudadanos y el instrumento
principal de esta cooperación es la libre y plena discusión de la política en todos los aspectos. La
libertad del ciudadano deriva del hecho de que tienen capacidad racional para convencer y ser
convencido mediante el trato libre y sin trabas con sus semejantes. La libertad así concebida implica el
respeto a la ley. El ateniense no se imaginaba a sí mismo como totalmente exento de restricciones, sino
que trazaba una distinción tajante entre la restricción que es manera de sujeción a la voluntad arbitraria
-ORACIÓN FÚNEBRE: En la famosa Oración Fúnebre atribuida con fundamento a Pericles, que en
honor de los soldados caídos en el primer año de la gran guerra con Esparta probablemente no hay en
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la literatura histórica otra exposición de un ideal político que iguale a está. En todas y cada una de sus
líneas se transparentan el orgullo con el ateniense contemplaba su ciudad, el amor con que miraba su
participación en la vida cívica de aquella y la significación moral de la democracia ateniense. El
propósito principal del discurso de Pericles era evidentemente despertar en los espíritus de sus oyentes
la conciencia de la propia ciudad como supremo valor que poseían y como el más alto interés al que
podían dedicarse. La finalidad del discurso es una apelación patriótica y la ocasión un funeral, de modo
que podría esperarse que el orador se apoyase en la reverencia hacia la tradición y en la grandeza
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ancestral. Sin embargo, Pericles tiene poco que decir de la tradición o del pasado. Es de la gloria actual
de Atenas unida y armonía de lo que habla. Lo que pide de sus oyentes es que vean a Atenas tal como
es, que se den cuenta de lo que significa en las vidas de sus ciudadanos, como si fuese un amante de
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la suprema belleza y dignidad. la Oración Funebre expresa una idea perfectamente autentico de la vida
política griega. Esta vida tenía una intimidad que el hombre moderno encuentra muy difícil asociar con la
política. Los estados modernos son tan grandes, tan remotos tan impersonales que no pueden ocupar
en la vida moderna el lugar que tenia la polis en la vida de un griego. Los intereses atenienses estaban
menos divididos, no caían del mundo tajante que caen hoy en compartimentos estancos y se centraban
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todos ellos en la ciudad. Su arte era un arte cívico. Su religión en la medida en que no era cuestión
familiar, era la religión de la ciudad y sus festivales religiosos eran celebridades cívicas. Hasta sus
medios de vida dependían del estadio con frecuencia mucho mayor de lo que sucede en la vida
moderna; pues para el griego la ciudad era, en efecto, una vida en común; su constitución, como dijo
Aristóteles, era un ―modo de vidaǁ más que una estructura jurídica; y, en consecuencia, el pensamiento
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fundamental de toda la teoría política griega era la armonía de esta vida común. Se hacían muy pocas
distinciones entre sus diversos aspectos. En efecto, para los griegos la teoría de la polis era a la vez
sociológica, ética y economía, así como política en el sentido moderno más estricto. La difusión de esta
vida común y el valor que le atribuían los atenienses están puestos de manifiesto aun en el aspecto
exterior de sus instituciones. La rotación en los cargos públicos, la designación de los magistrados por
sorteo y la ampliación de los cuerpos gobernantes hasta el externo de hacer difícil su funcionamiento,
eran instituciones destinadas a dar participación en el gobierno a más ciudadanos. El ateniense conocía
también como cualquiera los argumentos contra todos estos artificios, pero estaba dispuesto a aceptar
los inconvenientes a cambio de las ventajas que en ellos se encontraba. Su gobierno se llama
democracia ―porque la administración está en manos de la masa de ciudadanos, no de una minoríaǁ.
Período humanista: Las ambiciones imperiales de Atenas perecieron con la guerra del Peloponeso
(431-404 a.C.), pero aún cuando cambió su papel, su influencia en Grecia -y, en el último término,
influencia en todo el mundo antiguo- no disminuyó en modo alguno. Después de perder su imperio se
fue convirtiendo, cada vez en mayor grado, en el centro educativo del mundo mediterráneo, posición
que conservó aún después de haberse desvanecido la independencia política y hasta bastante entrada
PLATÓN: Platón nació hacia el año 427 a. C. en el seno de una prominente familia ateniense. Muchos
comentaristas han atribuido una actitud crítica respecto a la democracia a su nacimiento aristocrático, y
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es cierto que uno de sus parientes desempeñó un papel muy importante en la revuelta oligárquica del
año 404. Pero el hecho puede explicarse perfectamente de otra manera; su desconfianza respecto a la
democracia no era mayor que la de Aristóteles, quien no era noble por nacimiento y ni siquiera era
ateniense. El hecho más importante del desarrollo intelectual de Platón fue el de que en su juventud fue
discípulo de Sócrates, de quien sacó el pensamiento que fue siempre lo fundamental de su filosofía
política: la idea de que la virtud es conocimiento. Dicho de otro modo, esto significa la creencia en que
existe objetivamente una vida buena, tanto para los individuos como para los estados, vida que puede
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ser objeto de estudio, a la que se puede definir mediante procesos intelectuales metódicos y que, por
consiguiente, es posible practicar de modo inteligente. En muchos de los diálogos platónicos se
estudian cuestiones más o menos conexas con la filosofía política, pero hay tres que se ocupan de
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modo principal del tema y es de esos tres de donde podemos sacar fundamentalmente sus teorías. Son
ellos la República, el Político, y Las leyes. La República fue escrita en la madurez de Platón, pero
cuando éste era aún relativamente joven, probablemente dentro de la primera década de la apertura de
su escuela. Por el contrario, Las leyes es obra de la senectud de Platón y, según la tradición, está
trabajando aún en ella al morir en el año 347. Por consiguiente, transcurrieron 30 años -y acaso más-
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entre la redacción de la República y de Las leyes. Puede verse en la primera de esas obras el
entusiasmo de los primeros tiempos de la madurez de Platón, de la época en que fundó la escuela, y en
la última la desilusión advenida con la edad, acentuada tal vez con el fracaso de su aventura de
Siracusa. El Político fue escrito entre los dos diálogos mencionados, pero probablemente más cerca de
Las leyes que de la República.
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La República es una obra que desafía todo intento de clasificación. No encaja en ninguna de las
categorías de los estudios sociales modernos ni de la ciencia moderna. En él se tocan y se desarrollan
prácticamente todos los aspectos de la filosofía platónica y el ámbito de sus temas es tal que puede
decirse que se ocupa de toda la vida humana. Se refiere al hombre bueno y a la vida buena, la cual
significaba para Platón la vida de un estado bueno, y a los medios de conocer cuáles serán esas cosas
y a los modos de lograrlas. El hombre bueno tenía que ser un buen ciudadano; difícilmente puede existir
salvo en un estado bueno; y resultaría ocioso discutir lo que era bueno para el hombre sin considerar
también lo que era bueno para la polis. Por esta razón era forzoso en lo que trataba de hacer Platón se
entretejida los problemas psicológicos y sociales y las consideraciones éticas y políticas. La idea
fundamental de la República la encontró Platón en la doctrina de su maestro de que la virtud es
conocimiento. Su desgraciada experiencia política personal reforzó en él esa idea que acabó por
cristalizar en la fundación de la Academia con la finalidad de inculcar el espíritu del verdadero
conocimiento como fundamento de un arte político filosófico. Pero la proposición de que la virtud es
conocimiento implica la existencia de un bien objetivo es posible conocer y que puede en realidad ser
conocido mediante la investigación racional o lógica más bien que por intuición y eliminación o suerte.
La asociación del hombre con el hombre en sociedad se basa en necesidades recíprocas y el
intercambio de mercancías y servicios resultante de ellas. En consecuencia, el título que tiene el filósofo
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nada de nada, como no sea el arte innoble de adular a la "gran bestia". Tras el desastroso resultado de
la guerra del Peloponeso, la generación durante la cual se escribió la República fue una época en la que
era oficialmente probable que los atenienses admiraran la seriedad y la disciplina Esparta. El análisis
que Platón introduce de modo tan sencillo y discreto en su construcción del estado ideal, es uno de los
más profundos descubrimientos que contiene su filosofía social. Debe concebirse la sociedad como un
sistema de servicios en el que todo hombre aporta algo y recibe algo. Lo que compete al estado es
regular este cambio mutuo, y lo que trata de arreglar es la satisfacción más adecuada de las
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necesidades y el intercambio más armónico de los servicios. Los hombres figuran en tal sistema como
realizadores de una tarea necesaria y su importancia social depende del valor del trabajo que realizan.
En consecuencia lo que el individuo posee es, en primer término y de modo parcial, un estatus dentro
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del cual tiene el privilegio de actuar y la libertad que el estado le asegura no es tanto para el ejercicio de
su libre voluntad como para la práctica de su vocación. El cambio de servicios implica otro principio de
importancia casi igual: la división del trabajo y la especialización de las tareas. En efecto, para que sea
posible satisfacer las necesidades mediante el cambio, cada uno tiene que tener más de lo que necesita
de la mercancía que ofrece, del mismo modo que tiene que tener menos de lo necesario de la que
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recibe. Por consiguiente, es a todas luces necesario que exista alguna especialización. Esto se basa,
según Platón, en los hechos fundamentales de la psicología humana, a saber: primero, que los
diferentes hombres tienen diferentes aptitudes y, por lo tanto algunos de ellos hacen mejor que otros
algunas clases de trabajo; y segundo, que sólo se consigue vicia aplicándose con firmeza a la obra para
la que sigue es naturalmente apto. En este breve, pero extraordinariamente penetrante análisis de la
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sociedad y de la naturaleza humana se basa la ulterior construcción del estado platónico. La división de
funciones se basa en la diferencia de aptitudes, las tres clases se basan en el hecho de que existen tres
especies de hombres: los que son por naturaleza para el trabajo, pero no para el gobierno, y los que son
aptos para gobernar, pero sólo bajo el control y la dirección de otros y, por último, los que son aptos
para los más altos deberes del hombre de estado, tales como la lección de más de medios y fines. Ésas
tres aptitudes están en el aspecto psicológico de facultades o "alma" vitales, a saber, lo que incluyen las
facultades apetitivas y nutritivas, que Platón supone que residen más bajo del diafragma, la ejecutiva o
"valerosa" para Platón encuentra en el pecho y, la que conoce o piensa, el alma racional, situada en la
cabeza. La sabiduría es excelencia del alma racional y la valentía la de la activa, pero Platón duda de si
la semblanza puede limitarse al alma nutritiva. La justicia es la interrelación propia de las tres funciones,
tanto si se trata de las clases del estado modelo facultades del individuo. -La Justicia: La arteria de
listado contenida en la República culmine la concepción de la justicia. La justicia es el vínculo que
mantiene unida a una sociedad, una unión armónica de individuos cada uno de los cuales ha
encontrado la ocupación de su vida con arreglo a su aptitud natural y su preparación. Es tanto una virtud
pública como privada, ya que por medio de ella se conserva el máximo bien tanto del estado como de
sus miembros. Nada es mejor para el hombre que tener su ocupación y ser apto para ella; nada es
mejor para los demás hombres y para toda la sociedad el hecho de que cada uno cumpla así los
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concepción del estado como institución únicamente educativa en la cual la mayoría de los ciudadanos
se encuentra en una situación de tutela permanente ejercida por el filósofo-rey. Las Leyes se escribió en
un intento por restaurar a la ley en el lugar que ocupaba en la estimación moral de los griegos y de
Platón había intentado desplazarla. La diferencia fundamental entre la teoría de la República y de Las
Leyes consiste en que el estado ideal de aquéllas un gobierno ejercido por los hombres especialmente
seleccionados y preparados, y la trata de ninguna norma general, en tanto que el estado que se
bosqueja en la última de estas obras es un gobierno en el que la ley suprema, y tanto el gobernante
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como él súbdito está sometidos a ella. El estado de la última teoría platónica ha de ser, pues, mantenido
unido por la "cuerda de oro de la ley" y esto implica que su principio ético de organización es distinto del
que opera en la República. La ley es ahora, por así decirlo, el sustituto de la razón que Platón había
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intentado hacer suprema en el estado ideal y que consideraba aún como la fuerza suprema de la
naturaleza. La principal virtud del estado ideal había sido, en consecuencia, la justicia-la división del
trabajo y la especialización de funciones que pone a cada hombre en su lugar adecuado y "dar a cada
uno lo suyo" en el sentido de que le permite llevar todas sus facultades al grado máximo de desarrollo y
utilizarlas del modo más completo posible. En el estado de Las leyes de la sabiduría ha cristalizado
LA
acaso pudiéramos decir que se ha congelado -en la ley; no es posible tal ajuste flexible del individuo al
estado, sino que se supone que, "en conjunto", las regulaciones hechas por la ley son las mejores
posibles. En consecuencia, la suprema virtud en tal estado de la templanza o dominio de sí, lo que
significa una disposición de ánimo favorable a la sumisión a la ley o un espíritu de respeto hacia las
instituciones del estado y en la buena voluntad para someterse a sus poderes legítimos. Es, pues,
FI
evidente que Platón necesita un principio de organización política destinado producir el resultado
deseado, principio que desempeñara en su teoría posterior el papel que habían desempeñado en la
República la división del trabajo y la división de los ciudadanos en tres clases. En realidad, descubrió un
principio que pasó a la historia posterior de la teoría política y consiguió la adhesión de la mayoría de los
pensadores que se ocuparon del problema de la organización política durante muchos siglos. Se trata
del principio de la forma "mixta" de gobierno, destinada a conseguir la armonía mediante un equilibrio de
fuerzas o una combinación de diversos principios de diferente tendencia, de tal modo que esas diversas
tendencias se contrapesen recíprocamente. La estabilidad es así una resultante de fuerzas políticas
opuestas. Este principio es antecesor de la famosa separación de poderes que había de redescubrir
Montesquieu muchos siglos más tarde como esencia de la sabiduría política encarnada en la
constitución inglesa. Con referencia a Platón se ha dicho que la forma mixta de gobierno bosquejada en
Las leyes es una combinación del principio monárquico de la sabiduría y el principio democrático de la
libertad. El análisis de las soluciones descritas en Las leyes demuestra que Platón no había
abandonado en realidad la división del trabajo postularán la República como el principio básico de toda
sociedad. No hacía sino ofrecer una nueva división del trabajo a las tres clases de ciudadanos de la
teoría anterior. La nueva división es más amplia en cuanto aplica a toda la población del estado, pero es
tan cerrada como la antigua. La agricultura queda como ocupación especial de los esclavos y el
OM
-Definición de la política: La política es el arte de gobernar a otros, de conducir a la sociedad humana.
Puede dirigirse a los hombres mediante la obligación y la violencia, pero también se lo puede conducir
mediante el consentimiento de su voluntad libre. El arte de gobernar por la fuerza se llamará tiranía. El
arte de gobernar persuadiendo a los hombres se llamará política. Esta vez llegamos a una noción
precisa y valedera; la política es el arte de gobernar a los hombres con su consentimiento.
-El poder arbitrario y totalitario: siendo la política el conocimiento supremo, se encuentra de modo
natural fuera de las reglas y de los límites ordinarios. En lenguaje moderno, es el ejercicio de un poder
.C
arbitrario y totalitario. El poder político es arbitrario porque el genio político está por encima de las leyes.
Para captar bien la posición de Platón es necesario saber que para él lo individual es superior a lo
general. Una regla única para todo el mundo y para todos los tiempos, no corresponde a las diferencias
DD
existentes entre los individuos y sus acciones. Lo individual no puede ser llevado sin mutilación a las
normas comunes. El poder político es también totalitario. Platón de ninguna manera considera al
individuo como finalidad. Los asuntos de la República dependen de la virtud de los ciudadanos,
practicada por ellos en vistas al bien del Estado. Platón sólo piensa en asegurar la felicidad del Estado
mediante la estabilidad y la paz y por ello quería ciudadanos virtuosos, ya que por ese medio reinaría a
LA
realmente versados en ciencia política. Esta consiste en la posesión de una ciencia o más bien de una
sabiduría, puesto que para merecer el título de político y por ello tener derecho al poder, hace falta no
solamente conocimiento sino un cierto temperamento. Aquellos que tienen un carácter moderado no
resultan convenientes para dirigir el Estado, ya que tiene una inclinación a vivir tranquilamente.
Tampoco los violentos son los mejores. Los medios sofocráticos de adquisición del poder, proceden
naturalmente. Para que el Estado sea bien gobernado, es necesario que los filósofos se hagan reyes o
que los reyes se hagan filósofos. Los medios sofocráticos de transmisión del poder son difíciles como
los llevados a cabo para la adquisición. Para asegurar la duración de la sofocracia, será necesario
reclutar hereditariamente una élite de sabios. De ahí que sea una organización menos constitucional
que social, puesto que el poder y su transmisión se deben a cualidades personales y no a instituciones.
Todo miembro del Estado debe desempeñar la función para la que resulte más apto y no otra. El
pertenecer a una clase depende de la naturaleza humana y está determinado por 3 elementos; la
razón, la irascibilidad y los apetitos sensuales. Quienes posean la razón por naturaleza estarán
destinados a gobernar la sociedad, serán magistrados (almas de oro). Los irascibles estarán
consagrados a la defensa y en ella emplearán su temperamento natural, serán guerreros (almas de
plata). Los que posean apetitos esencialmente sensuales están al servicio de la ciudad y en beneficio de
ella utilizarán su industria, serán cultivadores o artesanos (almas de bronce).
ARISTÓTELES: Aristóteles no era ateniense, sino natural de Estagira, ciudad de la Tracia, donde nació
en el año 384 a.C. La primera causa de que Aristóteles se sintiera atraído hacia la escuela de Platón
OM
fue, probablemente, la de que constituía el mejor centro de estudios avanzados en toda Grecia. En el
año 335, Aristóteles abrió en Atenas su escuela, la segunda de las cuatro escuelas filosóficas, y durante
los dos años siguientes escribió la mayor parte de sus libros.
Desde el punto de vista una constitución es, como dice Aristóteles, una organización de ciudadanos o,
como dice en otra parte, un modo de vida, y en la forma de gobierno es expresión del modo de vida que
el estado trata de fomentar. La naturaleza ética del estado no sólo domina, sino que, por así decirlo, se
sobrepone por entero a su naturaleza política y jurídica. De este modo concluye Aristóteles que un
.C
estado dura únicamente lo que dura su forma de gobierno, ya que un cambio en la forma de gobierno
significaría un cambio de constitución o del "modo de vida" lentamente que los ciudadanos estén
tratando de llevar a la práctica. Una constitución no es sólo un modo de vida de los ciudadanos, sino
DD
también una organización de magistrados para llevar adelante los negocios públicos y, en
consecuencia, no es posible identificar de golpe sus aspectos políticos con su finalidad ética. El mero
hecho de observar estas complejidades es percibir la dificultad de construcción de un estado ideal que
sirva de pauta para todos los estados.
-La política: La política es el arte o la ciencia de la conducta colectiva, engloba a la moral en la medida
LA
en que ésta es el arte o la ciencia de la conducta individual. Aristóteles considera que el hombre está
hecho para la felicidad, tal es el principio de su moral. La alcanza cuando es liberado de la contingencia
materiales y puede dedicarse libremente a los placeres espirituales. Pero tal posibilidad no existiría sino
en cuanto el hombre vive en sociedad o más exactamente en la ciudad. La Ciudad (polis) no designa
una villa, sino más bien, un pequeño Estado. El carácter propio de la Ciudad es ser “autárquica”, es
FI
decir, bastarse a sí misma. Bastarse a sí mismo constituye el fin de todo ser, quo el hombre alcanza por
medio de la Ciudad. El hombre es por naturaleza un animal cívico (zoon politikon), quien desconoce las
ventajas de la vida cívica y no acepta sus reglas es el peor de los animales. La naturaleza de los seres
resultante de sus fines, el estado de naturaleza, es el estado político. El fin de la Ciudad es asegurar a
los ciudadanos no solamente, el vivir, es decir la vida y su conservación, sino también el buen vivir. La
vida política guarda relación con la calidad y la perfección de la vida. Esa vida noble, esa actividad de
inteligencia, esa elevada contemplación, están en definitiva hechas para la Ciudad. Se necesitan
buenos ciudadanos para que la Ciudad sea buena y una buena ciudad para tener buenos ciudadanos.
El todo aventaja las partes y la naturaleza no busca en la parte sino la realización del todo. La Ciudad
de Aristóteles no es ni un estado militar ni un estado mercantil, la riqueza y la ganancia no hacen
tampoco la grandeza de la Ciudad. Ni para el individuo ni para el Estado debe ser un fin enriquecerse.
Si el Estado se basta a sí mismo, no tiene necesidad de ir más allá. El papel del Estado ha de ser,
formar ciudadanos en virtud. Su tarea por excelencia será la de educarlos para que actúen rectamente,
enseñarles a perseguir un fin noble en la vida y excantante hacia él con paso firme. El fin de la política,
por lo tanto, es la virtud colectiva. La integración del hombre en un conglomerado político, el hecho de
que pertenezca a una forma colectiva de vida, crea una situación bella, buena y deseable, esa
existencia participativa en la Ciudad, honra a la condición humana. Siendo la Ciudad una necesidad
OM
1) el gobierno de uno solo en beneficio de todos, realeza o monarquía.
2) el gobierno de un número reducido, es éste al mismo tiempo el gobierno de los mejores o
aristocracia.
3) el gobierno de un gran número en interés general, que Aristóteles denomina república.
B- Formas desviadas;
1) el gobierno de uno solo en su provecho, la tiranía.
2) el gobierno de un pequeño número en su propio interés, la oligarquía.
3)
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el gobierno de un gran número contra los ricos, la democracia.
-Las monarquías: el gobierno de uno solo se llama real o monárquico, en el sentido estricto de la
palabra, cuando es regular y está sometido a las leyes. El otro supuesto se llama tiranía. -Tipos,
DD
monarquía absoluta, concede todo el poder al rey, dueño de la cosa pública, como lo es, del cuerpo de
la nación o del pueblo. -monarquía heroica, es la de los tiempos y de los pueblos guerreros, consiste en
un generalato perpetuamente hereditario en un linaje que ejerce el mando supremo en la guerra, y
adempas el rey posee atribuciones de justicia y competencias políticas en el interior y exterior. -La
tiranía, no se diferencia respecto del número de la monarquía, cualitativamente tiene por característica
LA
que apartado de toda responsabilidad el tirano gobierna en su solo interés y sin tener para nada en
cuenta los intereses de las personas. La tiranía puede asemejarse a la realeza cuando observa las
leyes o cuando nace por la voluntad de los ciudadanos. Inversamente la realeza se parece a la tiranía
cuando su ejercicio es despótico y arbitrario.
-Las oligarquías: la oligarquía es el gobierno de varios. El número de gobernantes varía
FI
considerablemente desde unos pocos a un gran número. se distinguen 4 formas; -La poli tiranía o
dinastía, concentra el poder y la riqueza en pocas manos. -La segunda forma está basada sobre la
heredabilidad del gobierno, que pasa de padres a hijos. Ahí también existe concentración del poder en
cierto número de manos. Esta forma difiere de la anterior, en que está más diluida y en que la ley
interviene para regular las funciones. -Aumentamos aún más el número de los oligarcas, El censo
exigido para tomar parte en el gobierno sigue siendo elevado, pero el cuerpo de magistrados tiene el
derecho de reclutarse a sí mismo. Se pasa de la herencia a la cooptación. -Si seguimos aumentando el
número y reduciendo correlativamente el censo, de tal manera que el poder sea atribuido a quienes
gocen de una renta legal.
La oligarquía puede ser a su vez, clasificada cuantitativamente, donde la oligarquía se hace aristocracia.
La aristocracia puede adoptar 4 formas; -una primera especie de aristocracia, se inclina hacia el
principio oligárquico, pero esta vez no va cuanti sino cualitativamente. -Una segunda categoría de
aristocracia será aquella en que los magistrados se eligen de acuerdo a sus méritos, por lo menos tanto
como a su riqueza. -En una tercera forma, la virtud y la masa tienen derechos políticos. Se integra no
solo con la riqueza, proveniente de la oligarquía, sino con la muchedumbre que caracteriza a la
democracia. -La cuarta forma es el régimen que el estagirita denomina politeia, es decir constitución.
Este gobierno, representa, un sistema intermedio, según Aristóteles. Al igual que la República de Platón,
OM
un pequeño impuesto. -La segunda forma de democracia, es aquella en la que no se exige ninguna
condición de censo para ser electos pero sí requiere una pequeña fortuna para ser elegible, es decir que
hay un censo de electorado. -La tercera forma no impone censo de ninguna clase ni de electorado ni de
elegibilidad, siendo gratuitas las funciones. -La cuarta forma remunera las funciones públicas,
principalmente la participación en las Asambleas. En esta, el pueblo es un verdadero monarca, no como
en la realeza o en la tiranía, integradas por un solo individuo, sino en forma de mayoría que reina
corporativamente. Desde que el pueblo se convierte en monarca, pretende comportarse como tal,
.C
rechaza la norma y se hace déspota. Esta desviación se cumple bajo la influencia de los demagogos. A
esa forma de democracia se llama Demagogia.
-Método: La nueva concepción que toma Aristóteles consistía en unir la investigación empírica con la
DD
consideración, más especulativa de los ideales políticos. Los ideales morales-supremacía de la ley, la
libertad e igualdad de los ciudadanos, el gobierno con arreglo a derecho, el perfeccionamiento de los
hombres en vida civilizada- son siempre para Aristóteles los fines para los que debe existir el estado.
Los ideales tienen que existir, no como el paradigma celestial de Platón sino como fuerzas que operan
por medio de instrumentos en modo cómo algunos ideales.
LA
-Fracaso de la ciudad Estado: El destino de la ciudad estado no dependía de la sabiduría con la que
dirigiera sus asuntos internos, sino de sus interrelaciones con el resto del mundo griego y de las
relaciones de Grecia con Asia y con Cartago e Italia. El supuesto de que la ciudad estado podría elegir
su modo de vida sin tomar en cuenta los límites era falso. La ciudad estado griega se enfrenta desde
fecha muy temprana a un dilema político que nunca pudo superar; no podía alcanzar la autarquía ni en
FI
su economía ni en su política sin adoptar una política de aislamiento y no podía aislarse sin sufrir el
estancamiento en la misma cultura y civilización. La verdad es que los problemas sociales y políticos del
mundo griego no podían ser resueltos por las ciudades-estados.
-Las escuelas críticas y el debilitamiento del TODO/PARTE: La filosofía política de Platón y Aristóteles
no ejerció influencia en el terreno práctico ni teórico de forma inmediata. Aunque criticaban a la Ciudad
Estado, seguían creyendo en que en ésta se daban, de cierta manera, las condiciones necesarias para
una vida buena. El final de la guerra del Peloponeso (431-404 a.C.) resultó en la victoria de la Liga del
Peloponeso dirigida por Esparta, avanzando sobre Atenas y sus aliados, y provocando con ello una
inestabilidad generalizada que conduciría a su debilitamiento y crisis. El dominio espartano trajo consigo
un quiebre del modelo democrático ateniense, y con ello del ideal participativo que aconteció entre 507 y
431 a.C. Así, el desmedido crecimiento poblacional, la pérdida del dominio marítimo, el
empobrecimiento generalizado y la inestabilidad política trajeron consigo un debilitamiento del modelo
totalitario. Frente a ello, surgieron movimientos críticos que señalaban la insuficiencia de la ciudad
estado para atender a las necesidades de la persona, permitiendo develar una autarquía personal, una
preeminencia de la persona por sobre el modelo totalizador estatal que durante muchos años dominó en
Atenas. Así, aparecen numerosas corrientes, de las cuales los epicúreos, cínicos y estoicos ofrecen un
relato clarificador de la crisis y sus respuestas.
OM
-Epicúreos: los epicúreos querían llegar, al igual que todos luego de Aristóteles, a un estado de
autarquía individual. Para ello, el secreto de la buena vida es el placer, en su goce, pero interpretado
desde un punto de vista negativo, la felicidad consiste en evitar el dolor, la preocupación y la ansiedad.
Sostienen que el bien es un sentimiento que se goza privadamente y que los arreglos sociales están
justificados únicamente como artificios para conseguir el mayor bien privado que sea posible alcanzar.
En consecuencia, los estados se forman únicamente con el fin de conseguir seguridad, en especial
contra las depredaciones de otros hombres, ya que todos son egoístas y buscan su propio bien. El bien
.C
de cada uno se ve amenazado por la acción igualmente egoísta de los demás, siendo por ello que los
hombres llegan a un acuerdo tácito de no infligir daños los unos a otros. La mejor vida sería la que
permitiera hacer injusticias sin sufrirlas y lo peor sufrir injusticias sin ser capaz de hacerlas. De este
DD
modo el estado y el derecho nacen como un contrato encaminado para facilitar las relaciones entre los
hombres.
-Estoicos: La muerte de Aristóteles en el 322 a.c. y la de Alejando un año antes, señalan el comienzo de
una nueva era en la política y en la historia. Los hombres deben aprender a vivir solos como no lo
habían hecho antes y a vivir en una nueva forma de unión social, mucho más amplia e impersonal que
LA
la Ciudad Estado. Por ello se desarrollaron las formas de religión que hablaban de salvación personal.
El sentido de aislamiento e intimidad individual tuvo su contrario en una nueva forma de fraternidad
humana, la conciencia del hombre como ser humano, como miembro de la especie y cuya naturaleza
era más o menos idéntica en todas partes. Los estoicos comienzan como una rama del cinismo, pero
rompen con ellos por su crudeza e indecencia. El estoicismo tiene la finalidad primaria de dotar al
FI
CRISTIANISMO
Después del gran momento creativo de los griegos debieron pasar varios siglos hasta la aparición de un
pensamiento que llamaremos cristiano. En este contexto, llegando los últimos momentos del Imperio
Romano, transcurre la vida de San Agustín, considerado uno de los doctrinarios más importantes del
cristianismo y sobre cuya obra se edificaría la dualidad de poder presente en todo el medioevo. El
cristianismo constituye para el estudio de la ciencia política, un proceso revolucionario, de
reconfiguración del poder, permitiendo romper la unidad del todo/parte que ya las escuelas críticas
atenienses comenzaron a debilitar algunos siglos antes. A partir de dicho quiebre, con más el aporte
teórico que San Agustín haría con su obra “la ciudad de Dios” sobre el dualismo de gobierno
terrenal-espiritual, se delimitarían dos órdenes de poder que se mantendrían durante toda la edad media
en un proceso de enfrentamiento y tensión: El papa y el Emperador. El cristianismo, fundado en las
enseñanzas del propio JESUCRISTO, transmitidas y reproducidas luego por sus discípulos y seguidores
convertidos, permite una ruptura a partir de un nuevo clima espiritual: REEMPLAZA EL POLITEÍSMO
OM
todo lo anterior deviene la necesaria escisión entre un mundo terrenal, ligado al gobierno temporal, de
los hombres; y un reino celestial, que excede los intereses temporales. Así, de ello se desprendería la
diferencia de competencias entre la autoridad civil y la eclesiástica, llamados a fines diferentes y con
órdenes diferentes. De esta manera, el cristianismo ofrece una visión superadora del totalitarismo
antiguo, la idea de un estado absorbente de la persona humana, encuentra ahora un límite ligado a sus
funciones terrenales. Esto, resumido en la parábola del propio JESÚS “DAR AL CÉSAR LO QUE ES
DEL CÉSAR, Y A DIOS LO QUE ES DE DIOS”. De todo ello, se traduce una dualidad institucional
.C
producto de la separación de lo espiritual y lo temporal, reflejo de la doble naturaleza y destino del
hombre: una institución política y otra eclesiástica que se mantendrán separadas durante todo el
medioevo.
DD
La aparición de la Iglesia cristiana como institución distinta autorizada para gobernar los asuntos
espirituales de la humanidad con independencia del estado, puede considerarse, como el cambio más
revolucionario de la historia de la Europa occidental, tanto por lo que respecta a la ciencia política como
a la filosofía política. Los intereses que contribuyeron a la creación del cristianismo fueron intereses
religiosos y el cristianismo una doctrina de salvación. Las ideas de los ciristianos acerca de la filosofía y
LA
la teoría política no eran muy distintas a las sostenidas por los paganos. Los cristianos podían creer en
el derecho natural, el gobierno providencial del mundo y la igualdad de todos los hombres frente a los
ojos de Dios. Por lo que respecta al derecho natural, la igualdad humana y la necesidad de justicia en el
estado eran fundamentales. A su vez, la obligación de los cristianos de respetar la autoridad constituida
estaba profundamente arraigada en el cristianismo. San Pablo y otros autores del nuevo testamento
FI
subrayan la concepción de que la obediencia es un deber impuesto por Dios y este hecho da a la
doctrina cristiana un acento distinto del que había tenido la teoría constitucional romana, subrayada por
los juristas, de que la autoridad del gobernante deriva del pueblo. En un cierto sentido, la concepción
cristiana del gobierno implicó siempre una teoría del derecho divino, ya que el gobernante es ministro de
Dios. Para San Pablo y para todos los cristianos, el respeto se debía más bien al oficio que a quien lo
detentaba; las virtudes o vicios personales de un gobernante no tenían nada que ver con la cuestión. Un
mal gobernante es un castigo por los pecados y sin embargo, hay que obedecerle. Así pues, el respeto
a la autoridad legítima era un deber que todos los cristianos obedecían. Sin embargo, era un hecho de
la máxima importancia que el cristiano estaba inevitablemente obligado a cumplir un doble deber de un
alto tipo enteramente desconocido. No sólo tenía que dar al César lo que era del César, sino también a
Dios lo que era de Dios, y si se producía un conflicto entre los 2 deberes no podía caber duda de que el
cristiano tenía que obedecer a Dios antes que al hombre. El cristiano, que creía que su religión era una
verdad revelada por Dios para guiarle a una salvación muy superior a la de cualquier destino que
ofreciera el mundo, tenía que creer que esa religión le imponía deberes que ningún emperador podía
dispensarle. El principio, era antiguo, de que todo hombre es ciudadano de 2 estados, pero la aplicación
era nueva, ya que para el cristiano el mayor de esos estados no era la familia humana, sino un reino
espiritual, un verdadero reino de Dios, en el que el hombre conseguía la vida eterna y un destino que
OM
implicaba 2 clases de deberes, espirituales y seculares, que podían en ocasiones aparecer como
opuestos, pero que no podían ser irreconciliables. Análogamente implicaba 2 organizaciones
institucionales a las que se mantenía separadas, aunque cada una de ellas necesitaba y recibía el
apoyo y la ayuda de la otra.
SAN AGUSTÍN: (354-430 d.C.) Su gran libro, La ciudad de Dios, fue escrito por el fin del cristianismo
contra la acusación pagana de que aquél era responsable de la decadencia del poder de Roma y en
.C
particular el saqueo de la ciudad por Alarico en el año 410.
Él desarrolla la idea antigua de que el hombre es ciudadano de 2 ciudades, la ciudad de su nacimiento y
la ciudad de Dios. La naturaleza humana es doble: el hombre es espíritu y cuerpo y, por lo tanto, es
DD
ciudadano de este mundo y de la Ciudad Celestial. Sin embargo, San Agustín hizo de la distinción la
clave para la historia humana, que está y estará siempre dominada por la lucha entre las dos
sociedades. De un lado se encuentra la ciudad terrena, la sociedad fundada en los impulsos terrenos,
apetitos y posesivos de la naturaleza humana inferior; por otro, la ciudad de Dios, sociedad fundada en
las esperanzas de la paz celestial y la salvación espiritual. Sólo en la Ciudad celestial es posible la paz;
LA
sólo el reino espiritual es permanente. Esta es, pues, la interpretación agustiniana de la caída de Roma:
todos los reinos meramente terrenos tienen que desaparecer, ya que el poder terreno es por naturaleza
mudable e inestable; se basan aquellos aspectos de la naturaleza humana que produce necesariamente
la tierra y la sed de dominación. Lo que quería decir San Agustín no era que la ciudad terrena o la
ciudad de Dios pudieran identificarse de modo preciso con las instituciones humanas existentes. La
FI
Iglesia como organización humana visible no era para él lo mismo que el reino de Dios, y aún menos era
idéntico al gobierno secular de los poderes del mal.
-La naturaleza humana y la Ciudad: Para San Agustín el hombre no tiene en sí mismo ninguna
autoridad sobre los demás hombres. Los hombres, se alían entre sí, para gozar de paz y buscar
seguridad contra los peligros exteriores.
-La autoridad: esta concepción comunitaria del pueblo, unido en la Ciudad, deja de lado la noción de
autoridad, sin embargo, es una de las cuestiones más dedicadas por San Agustín. En la familia, la
autoridad recae sobre el mejor elemento, es decir el padre. La autoridad política emana así de la
autoridad familiar, se es autoridad por tener las cualidades necesarias para servir a los fines. La misión
de la autoridad es hacer reinar la justicia y con ese fin ha sido otorgado el poder al gobernante. La
justicia consiste en cumplir con su deber con la mayor exactitud, en dar a cada uno lo que le es debido,
sin fraude y sin favoritismo. Los deberes de la autoridad son resumidos por san agustín en 3 oficios; el
officium imperandi, es el servicio de gobierno, Quien está investido con él debe poder reponer su
voluntad. El officium providendi, es el de la previsión. Con él la autoridad asegura la tranquilidad y la
dicha. La obligación del jefe es ver y prever por quienes le están subordinados. Consiste en satisfacer
las exigencias de su pueblo. El officium consulandi otorga al jefe el papel de consejero de su pueblo y a
OM
periodo, marcado por la aparición de los componentes que a posteriori permitirían la aparición de los
estados modernos. La edad media está caracterizada por 3 cuestiones centrales, cuya comprensión
resulta de fundamental importancia:
1. La dualidad de poder entre el Papa y el Emperador, figuras de poder virtuales que carecían de
un poder territorial inmediato y efectivo.
2. Su organización política, social y económica fundada en un vínculo de vasallaje feudal.
3. La intermitencia, la desconcentración y la mediatez como características de dicho periodo
histórico.
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Así las cosas, la Edad Media se caracteriza por la supremacía de la Iglesia Católica y el teocentrismo
legado del Cristianismo como religión oficial del imperio a partir del edicto de Milán, una economía
DD
ruralizada, un reducido desarrollo comercial, una marcada desconcentración de los centros de poder
territoriales y una organización fuertemente jerarquizada en estamentos rígidos. El sistema económico
se basaba en la agricultura, bajo una forma feudal, vinculada a la titularidad de tierras en cabeza de la
nobleza y clero, cuyas extensiones estaban dadas por cuestiones honoríficas y dádivas graciables
propias de su estamento.
LA
Siglo V a X: Este período se caracteriza por la coexistencia de una realidad que nos muestra al antiguo
imperio fragmentado en distintos reinos germánicos y la búsqueda del restablecimiento del esplendor
imperial, ya que con el nuevo carácter que le imprime la posición de poder de la Iglesia y en ese marco,
la implícita lucha entre poder político y espiritual. Luego de la caída de Roma en el 476, se va
afianzando una reconfiguración del mapa político del antiguo Imperio, en una serie de reinos
FI
germánicos que se fueron estableciendo en diferentes zonas. A partir del año 751, con el advenimiento
de la dinastía carolingia y en el 800 con la coronación de Carlo Magno en Roma, se efectiviza el sueño
de la restauración imperial con el Imperium Christianum.
Siglos XI, XII Y XIII: el siglo XI inaugura para Occidente diversas transformaciones en la estructura de la
sociedad y en la organización del poder, mientras que en Oriente, el imperio se replegaba. En
Occidente, el régimen feudal, le confería al mapa político, un aspecto dividido y fragmentado. El dominio
efectivo del monarca alcanzaba muy poca extensión. La estructura social, interrelacionan al señor y al
vasallo haciendo depender al campesino de los nobles. Aunque eso no impidió que los burgueses se
dieran una libertad comunal que produce un renacimiento urbano. Cada señor gobernaba en sus
dominios: mantenían sus propias fuerzas militares, administraban justicia, percibían impuestos y
acuñaban monedas. Pero se carecía de una unidad homogénea de poder central y una demarcación
territorial permanente, provocando con ello la coexistencia de un sinnúmero de poderes locales, que a
su vez se compartían con la Iglesia. En este período, la fragmentación y disgregación del poder
temporal, permite la irrupción de la iglesia en una situación conflictiva con el poder temporal.
En el feudalismo, la tierra era la única fuente de riquezas, y todos los estratos sociales, desde el rey
hasta el siervo dependían de los productos del suelo. Sobre esta base estaba constituida la
organización feudal, que era fundamentalmente local. En una situación de desorden y sin
OM
una fuerte ofensiva sobre el poder temporal. Gregorio VII planteó reformas orientadas a establecer por
un lado la unidad de la iglesia occiedental, y por el otro, extirpar los vicios que asolaban a la Iglesia; la
simonía (compra de los cargos eclesiásticos), y el nicolaísmo (no cumplimiento del celibato). El
movimiento gregoriano continuó con los 2 Papas que le sucedieron; Inocencio II a Bonifacio VIII, quien
lo llevó a su momento de mayor expansión. Inocencio III comprendió que era imposible someter toda
autoridad al poder del Papa, sin embargo sostenía que el príncipe tenía un poder autónomo y derechos
propios pero insertos en un Estado que debía ser cristiano. Bonifacio VIII, se enfrentó con Felipe el
.C
Hermoso, defendiendo la inmunidad fiscal de los bienes eclesiásticos, así como el rey de Francia
tratando de ejercer su potestad de imponer tributos al clero francés.
DD
SANTO TOMÁS DE AQUINO: (1224-1274) la esencia de la filosofía de Santo Tomás consiste en un
intento de realizar un sistema omnicomprensivo, el Universo constituye una jerarquía desde Dios hasta
el más ínfimo de los seres creados. Todo ser actúa bajo las exigencias de su naturaleza, busca el bien o
la forma de perfección natural de su especie y encuentra su lugar en el orden ascendente. Ningún ser,
carece de valor porque tiene una posición, deberes y derechos. El hombre tiene un lugar de preferencia
LA
entre todos los seres creados porque está compuesto de materia y espíritu, ya que posee un alma
incorruptible e inmortal. Siguiendo a Aristóteles, describió a la sociedad como un cambio mutuo de
servicios encaminados a la buena vida, a la que contribuyen muchos aportes. La sociedad es una
multitud organizada bajo una ley de justicia consentida en interés común. El poder tiene su origen en
Dios, pero en Dios como creador de la naturaleza. Santo Tomás diferencia las diversas formas de
FI
con arreglo a la cual está ordenada toda la creación. Ley natural; puede describirse como el reflejo de la
razón divina en las cosas creadas. Se manifiesta en la inclinación a buscar el bien y evitar el mal. Ley
divina; es un don de la gracia de Dios, más que un descubrimiento de la razón humana. Ley humana;
ley destinada a los seres humanos. El hombre es un agente moral, sustancia y animal. Los últimos 2
pueden destruir a la humanidad, por ello el parámetro moral es fundamental y justifica la figura de la
autoridad, controlando los impulsos, centrándose en el orden. La justificación del poder es el bien
común.
Siglos XIV Y XV: en este período se comienza a gestar el proceso de reformulación de la estructura
histórico-social que dará lugar al surgimiento del Estado Moderno.
UNIDAD 3
QUIEBRA DEL ORDEN POLÍTICO MEDIEVAL
OM
monarca no podía mantener sus ordenaciones de modo ininterrumpido, debiendo contentarse con
intervenir esporádicamente para eliminar perturbaciones sumamente riesgosas. Mediato; forzosamente
dependía de la aquiescencia de los verdaderos factores de poder. Esto cambiará radicalmente en el
Renacimiento, pues encontraremos que para esta época el poder del monarca será único, permanente
e inmediato.
Múltiples y diversos factores coadyuvaron a esta transformación, pero principalmente consistió en que
los medios reales de autoridad y administración, que eran propiedad privada, se convirtieran en
.C
propiedad pública, y en que el poder de mando se expropia en beneficio del monarca absoluto. Por otra
parte, mediante la creación de un ejército permanente, cuya existencia depende del pago de una
soldada, el monarca se independiza del hecho aleatorio de la lealtad de sus feudatarios, estableciendo
DD
una unidad de poder del Estado en lo militar. Los gastos que imponía la nueva de las armas exigían la
organización centralizada de la adquisición de los medios necesarios para la guerra, lo que suponía una
reorganización de las finanzas. Así, la necesidad política de crear ejércitos permanentes dio lugar a una
transformación burocrática de la administración de las finanzas. Mediante la burocracia se eliminó la
mediatización feudal del poder del monarca y se hizo posible establecer el vínculo de súbdito con
LA
carácter general y unitario. Asimismo, debido a que tanto el ejército como la burocracia dependían del
sueldo para su subsistencia, se impuso también un sistema impositivo bien reglamentado a fin de
disponer de ingresos suficientes para el sostenimiento de ambas actividades.
Un segundo proceso es el que determina la aparición de la economía capitalista monetaria y está
ligado al anterior, pues la dependencia político-económica del monarca medieval respecto de los
FI
la guerra y mantener un número casi siempre elevado de personas ociosas a su alrededor. El excedente
de producción que llegaba a manos del señor feudal era relativamente grande. La idea de ganancia y la
posibilidad de realizar una utilidad eran incompatibles con la situación del terrateniente medieval. Como
no tenía medio alguno, por falta de mercados extranjeros, no se esforzaba de obtener de su gente y de
su tierra un excedente que sólo constituirá para él un estorbo. A su vez, la Iglesia influyó para que no
existiera esa idea de ganancia. En virtud de la política mercantilista que siguió el Estado, se fomenta de
modo consciente e intencionado el desarrollo capitalista a fin de fortalecer el poder político del monarca.
Por otra parte, es necesario considerar un tercer proceso, que es el que determina la aparición de la
burguesía y del sistema de estratificación social clasista, proceso que se encuentra unido a los otros 2
ya que la burguesía será el factor social en que se apoyará el monarca para imponerse a los nobles y
será el principal proveedor de los medios de pago que necesitaba el monarca para armar sus ejércitos.
En la Edad Media el sistema de estratificación se sustentaba en el linaje y en la tenencia de tierra. El
OM
La disgregación política del Imperio y de los territorios había acarreado una extraordinaria disgregación
jurídica y una intolerable inseguridad en el derecho. La unificación general para todo el territorio y la
regulación de toda la actividad relevante para el poder del Estado, requiere la existencia de un ius
certum válido para todo el territorio del Estado, un sistema de reglas unitario, cerrado y escrito. El
derecho hizo preciso encomendar la justicia a funcionarios especializados, formados en el Derecho
Romano en las universidades del norte de Italia. Apareció así una jurisdicción relativamente previsible, a
cargo de una clase especial de juristas que sentenciaban basándose en normas racionales. La
.C
codificación dispuesta por el príncipe y la burocratización de la función de aplicar y ejecutar el derecho
eliminaron el derecho del más fuerte e hicieron posible la concentración del ejercicio legítimo del poder
físico en el Estado, fenómeno que se señala como característica típica del Estado moderno. Sólo al
DD
aparecer las codificaciones oficiales y la jurisdicción burocrático-absoluta y al producirse la
emancipación del Estado como unidad de autoridad, hizo precisa una distinción entre derecho de
coordinación y subordinación, entre ley y contrato, etc. Sólo al surgir la unidad autónoma de poder del
Estado moderno se le pudo reclamar, con sentido, como un sujeto especial de derecho caracterizado
por su autoridad.
LA
Se llega así a fines del siglo XV y comienzos del XVI, período en el que encontramos la culminación de
un proceso que se desarrolla durante toda la Edad Media. Aparece así el monarca absoluto y con él, el
estado moderno. Este proceso no se logra de forma unitaria sino paulatina. Así, primero en Francia,
España e Inglaterra, luego en Portugal, y por último se verá cristalizado en Alemania y en Italia.
FI
NICOLAS MAQUIAVELO
Maquiavelo evoca una época; el Renacimiento. En el sentido estricto de la palabra, es un movimiento
intelectual que comienza a fines del siglo XV, se expande en el primer cuarto del Siglo XVI y trata de
sacudir las disciplinas intelectuales de la Edad Media, para volver a la antigüedad clásica. Pero el
Renacimiento, en el sentido amplio, es mucho más. Es este hecho considerable que la majestuosa
construcción medieval, que reposaba en la doble autoridad del Papa y del Emperador, se derrumba
definitivamente. En lo temporal se afirman los grandes estados monárquicos unificados; Francia,
Inglaterra, España. El descubrimiento de América y de la ruta de la India por el Cabo, va a trastornar la
economía mundial. En lo espiritual, la economía del espíritu humano es trastornada poco a poco por el
descubrimiento de la imprenta.
La situación política de Italia giraba en torno a cuatro ejes fijos; Roma, Venecia, Milán, Florencia. Había
una multitud de Estados proliferando, haciéndose, deshaciéndose, con ayuda de los extranjeros,
franceses y españoles que habían invadido Italia. Florencia había sido la más devastada por las
querellas de las facciones hasta que los Médicis, hubieron de alzarse al poder. La situación de
Maquiavelo, muy mal pagada, es mediocre. Vida de funcionario, de burócrata, que ejecuta órdenes y se
debate en medio de mezquinas intrigas de colegas y de preocupaciones de dinero.
OM
edificando todo un pequeño código de anexión.
Se presentan 4 maneras de adquirir el poder, a las cuales podrán corresponder diferentes maneras de
conservar o perder. Se adquiere por;
● Virtú: es decir, por la energía, empuje, resolución, talento, valor.
● Por fortuna:
● Perfidia, bello crimen
● Por el favor, el consentimiento de sus conciudadanos
.C
Maquiavelo se interesa, sobre todo, por los 2 primeros modos. La distinción entre la fortuna y la virtú le
es grata. El hombre debe y puede resistir a la fortuna, prepararle con su virtú duros obstáculos, hasta
conviene que se muestre frente a ella impetuosos. Pues ella “es mujer”, pronta a ceder a los que “usan
DD
de violencia” y la tratan duramente, a los jóvenes impetuosos, audaces, autoritarios.
Los que llegan a ser príncipes por su propia virtú y por sus propias armas conocen muchas dificultades
para instalarse en su principado, para arraigarse en él, pero más facilidades para conservarlo. La mayor
de estas dificultades del comienzo consiste en el establecimiento de instituciones nuevas. Es ésta una
empresa obligatoria para fundar el nuevo gobierno y la seguridad del nuevo príncipe pero llena de
LA
peligros y de incertidumbres. Para cuando los fundadores, sabiendo apoyarse a la fuerza, mantenedora
de las creencias, han conseguido atravesar estos obstáculos y superar dificultades extremas, entonces
permanecen poderosos, tranquilos, honrados y felices.
En cuanto a los principados nuevos adquiridos por las armas de otro, por tanto, por la fortuna, la regla
es inversa; facilidad en adquirir, dificultad en conservar. Las dificultades aparecen cuando han llegado ,
FI
dificultades tales que, éstos príncipes acabarán por perder su Estado. Dependen demasiado de la
voluntad y de la fortuna de quienes los erigieron; no disponen de fuerzas que les sean adictas y fieles.
Pero también se puede llegar a ser príncipe por perfidias. Esta tercera categoría Maquiavelo, la
desprecia un poco. El interés esencial del capítulo reside en la moral que Maquiavelo debe sacar de él
sobre el buen y el mal empleo de las crueldades para conservar un Estado usurpado. Las crueldades
bien practicadas si es que la palabra bien algunas vez puede ser aplicada a lo que es mal, son las
cometidas de una vez al comienzo del reinado a fin de proveer a la seguridad del príncipe nuevo. El
príncipe nuevo debe determinar cuidadosamente todas las crueldades que les sea útil cometer y
ejecutarlas en bloque para no tener que volver a ellas, pues las crueldades, las injurias menos
largamente sentidas parecen menos amargas, ofenden menos. Los beneficios a la inversa, deben
sucederse lentamente, escalonarse, para ser mejor saboreados. Las crueldades mal practicadas son,
por el contrario, las que se prolongan, se renuevan y se multiplican con el tiempo en lugar de cesar. Los
súbditos pierden, así, todo sentimiento de seguridad, son roídos por una perenne inquietud, el príncipe
no sólo puede contar con ellos sino que se ve obligado a tener siempre un cuchillo en la mano.
La adquisición de un principado por el favor de sus conciudadanos exige alguna fortuna y alguna virtú,
pero más bien una astucia afortunada. Por lo demás quien hace de esta manera un príncipe tan pronto
son los grandes como el pueblo. El pueblo hace un príncipe cuando, incapaz de resistir a los grandes,
OM
antigua, que deben su poder no al favor del príncipe sino a esa misma antigüedad, es fácil de adquirir.
Es, en cambio, difícil de conservar porque no hay posibilidad ni de contentar a todos los grandes ni de
extinguirlos a todos.
3. La República; que vivía libre bajo sus propias leyes es un tipo de Estado extraordinariamente
difícil de mantener bajo el yugo de un príncipe. Las liberalidades conducen a ganarle al príncipe muy
pocos individuos y a levantar contra él un número muy grande, a hacerle odioso a sus súbditos.
-Esencias (formas de no perder el poder): Se pueden resumir en 5 desafíos que se le plantean al
príncipe.
●
.C
Ser amado o ser temido: lo mejor sería ser uno y lo otro, pero esto es difícil. Entonces, es más
seguro ser temido. Hay varias razones para ello. En primer lugar, los hombres generalmente son
DD
ingratos, inconstantes, disimulados, cobardes ante los peligros y ávidos de ganancias, mientras los
favorecen, son adictos, en tanto el peligro sólo se presenta lejano, pero cuando se aproxima se desvían
rápidamente. En segundo lugar, los hombres reparan mucho menos en ofender al que se hace amar
que al que se hace temer, el lazo de amor lo rompen a medida de su interés, mientras que su temor
permanece sostenido por un miedo al castigo que no los abandona nunca. En fin, no depende del
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príncipe ser amado, los hombres aman a su gusto, pero depende de él ser temido, los hombres temen a
gusto del príncipe. Ser temido, de ninguna manera, significa ser odiado.
● Cumplir o no con su palabra y pactos; en materia de promesas, de compromisos, el príncipe
debe ser zorro, es decir, no observar la fe pactada, cuando su observancia se volviese contra él y
hubiesen desaparecido las razones que le habían hecho prometer. Los príncipes que mejor supieron
FI
obrar como zorros son los que más prosperaron. con una condición y es que hayan disfrazado bien esta
naturaleza de zorros, que hayan poseído el arte de simular y disimular. Debe tratar de ser a la vez zorro
y león; pues si es solo león no advertirá las trampas, y si no es más que zorro, no se defenderá contra
los lobos. Debe ser zorro para conocer las trampas y león para espantar a los lobos.
● Ser avaro o ser generoso: la mínima es el príncipe que lo es para enriquecerse a costa de sus
propios ciudadanos. La máxima es el hombre que olvida antes la muerte de su padre que la pérdida de
su patrimonio.
● Ser cruel en las condenas o perdonar: Maquiavelo cree en las penas para ejemplificar pero no
para generar rencor y sed de venganza.
● Ser o parecer: siempre parecer, nunca se debe mostrar tal cual uno es, es más fácil engañar.
REFORMA PROTESTANTE
La Reforma plantea un cisma, un quiebre en el modelo de Iglesia dominante. Se había gestado una
Iglesia Universal a cargo del Papa. Los reformistas, a la cabeza de Lutero, establecen la separación de
los ideales espirituales de la Iglesia. Su crítica se centra en 3 aspectos:
1- Las prácticas y el modelo de la Iglesia; la Iglesia del Papa se acomodaba en intereses económicos y
políticos. La simonía, el pago de una tarifa a cambio del perdón de los pecados fue fuertemente
criticada. La injerencia de la Iglesia en cuestiones civiles que degeneraba la misión espiritual. A su vez,
JUAN BODIN
Aparece en este contexto de tensión con el objetivo de poner orden y delimitar funciones. En su obra
Los 6 libros de la República, emerge, por primera vez, la idea y concepto de soberanía.
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Por República, el entiende a la manera antigua, la cosa pública, la comunidad política en general y no
una forma de gobierno opuesta a la Monarquía y al Imperio. A su vez, se ve enseguida que la familia
ocupa el puesto de honor; es el punto de partida, la célula madre y también la imagen modelo de la
comunidad política bien ordenada. Se ve, en fin, que la potestad soberana está considerada como
inherente a la noción misma de comunidad política. La República sin potestad soberana, no es
República. La soberanía es esa fuerza de cohesión, de unión de la comunidad política, sin la cual ésta
se dislocaría. Cristaliza ese trueque de “mando y obediencia” que la naturaleza de las cosas impone a
.C
todo grupo social que quiere vivir. Es la potestad absoluta y perpetua de una República. Perpetua, es
decir íntimamente ligada a la conciencia directriz de la sociedad bajo cualquier forma que ésta se
encarne. La soberanía también es absoluta, es menester que aquellos que son soberanos no estén en
DD
modo alguno sujetos al mando de otro y que puedan dar leyes a los súbditos y quebrantar o eliminar las
leyes inútiles para hacer otras. Por eso le dice que el príncipe está absuelto del poder de las leyes. El
príncipe soberano, exento de las leyes de sus predecesores, lo está también de las suyas propias.
Precisamente en la facultad de dar y anular la ley, es la primera y más importante de las pruebas de
soberanía. El primer signo del príncipe soberano es la potestad de darle a todos en general y a cada
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uno en particular sin el consentimiento del más grande ni de igual ni de menor que él. Los demás signos
de soberanía están comprendidos en decretar la guerra y tratar la paz; instituir los principales oficiales;
juzgar en última instancia; otorgar gracia a los condenados; acuñar moneda, recaudar tributos e
impuestos, etc.
-Formas de gobierno: Entre las 3 formas verdaderas de República (Estado), Bodin prefiere a la
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Monarquía, prefiere la forma de República, de “estado”, en que la soberanía absoluta yace en un sólo
príncipe por 3 razones principales; la primera se funda en que la Monarquía es el régimen mpas
conforme a la naturaleza. La familia, modelo de la República, no tiene más que un jefe. El cielo no tiene
más que un sol. El mundo no tiene más que un Dios soberano. La segunda razón, es que la soberanía
yace tanto en una multitud o en una minoría como en un sólo príncipe, pero en la práctica, sólo la
Monarquía encuentra esta soberanía, con sus indivisibles títulos, un órgano digno de ella, un apoyo
vigoroso; “Pero el principal punto de la República, que es el derecho de soberanía, no puede ser ni
subsistir, propiamente hablando, sino en la Monarquía, pues nadie puede ser soberano en una
República a no ser uno solo. Si son dos, o tres, o varios, ninguno es soberano, por cuanto ninguno
puede dar ni recibir ley de su compañero. Y no se puede imaginar que un cuerpo de varios señores, o
de un pueblo entero, ostente la soberanía sin que ésta tenga verdadero sujeto o apoyo, sin que tenga
un jefe con poder soberano para unir a los unos con los otros”. La tercera razón estriba en que la
elección de las competencias, en términos modernos, está mejor asegurada bajo la Monarquía. La
Monarquía que preconiza el jurista angevino no podría ser más que la Monarquía real o legítima, como
él la llama, "aquella en que los súbditos obedecen las leyes del monarca y el monarca las leyes de
naturaleza, conservándose la libertad natural y la propiedad de sus bienes a los súbditos". El rey guía
sus acciones por la justicia natural, "que se ve y que hace nacer tan clara y luciente como el esplendor
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con lo cual ambos estarán contentos”.
-Límites al poder soberano:
1- Leyes divinas, son mandatos de orden/legitimadad fundandos en Dios.
2- Leyes naturales, hacen a la convivencia de los hombres entre sí y al respeto de la propiedad privada.
3- Leggi imperii, son disposiciones de orden constitucional.
HOBBES
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El siglo XVII, calificado como el siglo de las autoridades, fue, en su mitad, trágico para los reyes
absolutos. En 1648 estalla La Fronda en Francia. Un año más tarde, el Parlamento inglés, cortaba la
cabeza a su rey, Carlo I de Estuardo. En 1651 Cronwell, reina sobre Inglaterra, convertida en República.
DD
En ese mismo año, 1651, aparece en Londres un libro de extraño título; Leviathan, esa palabra se
usaba para denominar a un monstruo bíblico, una especie de hipopótamo. El autor de este libro, Tomas
Hobbes (1588-1679).
Él establece que en el comienzo de todo está el movimiento. El hombre es un mecanismo. Del
movimiento nace la sensación. Apetito o deseo, aversión u odio, es un pequeño comienzo de
LA
movimiento o esfuerzo hacia alguna cosa o lejos de ella. El objeto del apetito o deseo es el bien, el
objeto de la aversión u odio es el mal. Para todo hombre, otro hombre es un competidor, ávido como él
de poder bajo todas sus formas. Todos poseen igualdad de capacidad que da a cada uno esperanza
igual de alcanzar sus fines, que impulsa a cada uno a esforzarse por destruir o subyugar al otro.
Competencia, desconfianza recíproca, avidez de gloria o reputación tiene por resultado la guerra
FI
perpetua de todos contra todos. Mientras exista esta voluntad habrá guerra, no habrá paz y el hombre
será un lobo para el hombre. Tal guerra impide todo tipo de desarrollo, y lo peor de todo es ese temor
continuo y el continuo peligro de muerte violenta. Bajo pena de destrucción de la especie humana es
menester que el hombre salga de este estado, en eso consiste su liberación, su salvación. Dada la
naturaleza humana, se sabe que, tal acuerdo no será observado a menos que un poder irresistible,
visible y tangible, no constriña a los hombres. Dicho poder irresistible es el Estado, que lo constituirán
los hombres por medio de un pacto voluntario concluido entre ellos para su protección, para salir de ese
espantoso estado de naturaleza, para su liberación y salvación. Hobbes establece que la naturaleza no
ha puesto en el hombre el instinto de sociabilidad; el hombre no busca compañeros sino por interés por
necesidad. La sociedad política, entonces, es el fruto artificial de un pacto voluntario, de un cálculo
interesado. El traspaso a un tercero, mediante un contrato concluido, entre cada uno, del derecho
natural absoluto que cada uno posee sobre toda cosa, ése es el artificio que constituirá a los hombres
naturales en sociedad política. La voluntad de ese tercero va a sustituir la voluntad de todos y a
representarlos. Enseña Hobbes que, por un solo y mismo acto, los hombres naturales se constituyen en
sociedad política y se someten a un soberano. No contratan con este amo, sino entre ellos. Entre ellos
renuncian, en provecho de este soberano, a todo derecho y toda libertad que pudiera perjudicar la paz.
OM
-Deberes del soberano:
● Debe procurar a sus súbditos aquello por lo cual el Estado fue instituido; la finalidad por la que
se pasa del Estado de naturaleza al de sociedad política, al Estado artificial. Es decir, la seguridad,
conservación de la vida y goce de sus satisfacciones legítimas.
● Asegurarles una inocente libertad. El súbdito es libre de realizar todos los actos que la ley no
impida. No son buenas leyes más que las necesarias y pocas leyes son necesarias, por lo tanto, se da
una amplia esfera de libertad asegurada por el silencio de la ley.
●
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Debe garantizar a sus súbditos; la igualdad ante la ley. La educación. La prosperidad material.
Asegurar trabajo a todos y poner a cargo del Estado a las personas incapaces. Conceder propiedades
suficientes para todos.
DD
● El último y más importante; ser exitoso. Si no puede asegurar la protección que es su único o
más importante fin, los súbditos quedan desligados de toda obligación y retoman el derecho absoluto de
protegerse o de buscar otro protector.
Mientras los protestantes calvinistas desarrollaron una filosofía antimonárquica, que hacía derivar el
poder regio del consentimiento del pueblo y defendía el derecho de resistencia, escritores católicos
sostuvieron un tipo semejante de teoría. Los católicos estaban influidos por las mismas tradiciones
constitucionales que llevaron a los protestantes a defender el gobierno representativo frente al
absolutismo. Al igual que los calvinistas, se oponían a una monarquía demasiado poderosa, pero a
FI
diferencia de éstos utilizaron su teoría para apoyar una forma revisada de la vieja teoría o doctrina de
supremacía pontificia en cuestiones morales y religiosas. La importancia de esta teoría antimonárquica
está relacionada con el papel que desempeñó la Compañía de Jesús en el movimiento de
contrarreforma. La aspiración de los jesuitas consistía en reconquistar para la Iglesia de Roma a los que
se habían separado de ella, aceptando la independencia secular con el propósito de salvar, para el
Papa, alguna forma de jefatura espiritual sobre una sociedad de estados cristianos.
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idea de representatividad política.
2. El de establecimiento de gobierno (pacto de sujeción); Se crea este acuerdo con el fin de
mantener la asociación y castigar a quienes quieran violar los derechos positivos.
-Separación de poderes: Dentro de su explicación del origen del gobierno expone la teoría de la
distribución de funciones de la autoridad política que luego habría de ser desarrollada y divulgada por la
obra de Montesquieu. Al constituirse la sociedad, ésta, heredera de los hombres libres del Estado de
naturaleza, posee 2 poderes centrales;
●
.C
El Legislativo o el de legislar, que tiene el derecho a ordenar cómo las fuerzas del Estado han de
ser empleadas para la preservación de la sociedad y sus miembros. Está a cargo del Parlamento, es el
poder supremo.
DD
● El Ejecutivo o de ejecutar leyes, a cargo del Monarca, es un poder permanente.
● Existe un tercer poder, el Federativo, este atiende a las relaciones exteriores y señala Locke, que
está unido al Ejecutivo.
● A su vez, existe otro poder que depende del Ejecutivo, que se dirige a actuar en pro del bien
público, aun cuando no hubiere legislación, denominado Prerrogativa Regia.
LA
MONTESQUIEU (1689-1755)
Sin dejar de lado el aparato racionalista, abandonó en la práctica el pacto social (NO ES
CONTRACTUALISTA) y esbozó un relativismo sociológico. En su obra “El espíritu de las leyes” se dirige
a 2 puntos principales; en primer lugar, emprendió la tarea de desarrollar una teoría sociológica del
FI
gobierno y del derecho mostrando que la estructura y funcionamiento de ambos dependen de las
circunstancias en que vive un pueblo. En segundo lugar, Montesquieu estaba obsesionado por el miedo
de que la monarquía absoluta hubiera minado de tal forma la Constitución de Francia, que la libertad se
hubiera hecho imposible.
-El espíritu de las leyes: respecto a las leyes nos expresa que en la realidad o en la sociedad, una ley es
una regla o norma de conducta humana que se presume debe ser observada pero con frecuencia es
violada. Montesquieu sostiene que ello se debe a 2 causas; la libertad de la voluntad y la defectuosa
inteligencia de los hombres, que nos impide vivir con la perfección desplegada por el resto de la
naturaleza. El clima, el suelo, la ocupación, la forma de gobierno, el comercio, la religión, la forma de
gobierno, etc son condiciones relevantes en la determinación de lo que, en cada caso particular, haya
de establecer la razón. Las leyes deben adaptarse a las circunstancias en que vive una Nación, es el
correctivo propuesto a todo estudio puramente abstracto de la justicia política.
-Teoría de los gobiernos: en su monumental obra destaca la teoría de los gobiernos. Son 4;
1. República democrática, es por su naturaleza aquella en la que la soberanía está en manos del
pueblo. Su principio es la virtud y entiende por tal una virtud política. Es el civismo que exige que el
ciudadano haga un sacrificio continuo de sí mismo. Todas las leyes deben orientarse en este sentido;
también deben excluir los lujos y establecer la igualdad y frugalidad. Se corrompe esta forma cuando se
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sea el prejuicio de cada persona y de cada condición. Es la ambición misma. La corrupción de esta
forma de gobierno se produce si se suprimen los poderes intermedios, los privilegios de la nobleza, si el
monarca no respeta las leyes, etc. El territorio que le corresponde no es ni grande ni pequeño sino
mediano.
4. Despotismo; es el régimen de los turcos o el de Rusia. Su naturaleza consiste en que el monarca
gobierna sin leyes y por su voluntad y capricho. Es radicalmente opuesto a la monarquía. Su principio es
el temor y los reflejos que éste engendra. El gobierno despótico se diferencia de la monarquía por ser
gobierno violento.
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radicalmente opuestos en su naturaleza y principios, lo que separa a un gobierno moderado, de un
-Teoría de la libertad: esta se garantiza por la distinción de poderes. Montesquieu establece que la
DD
libertad es el poder de las leyes, no del pueblo y el poder de las leyes es la libertad del pueblo.
Montesquieu nos dice que para que no pueda abusarse del poder es necesario que el poder frene al
poder. El poder debe ser debilitado en beneficio de las libertades individuales. La manera de hacerlo es
dividendo el poder, siguiendo a Locke, en;
● Poder Ejecutivo, a cargo del Monarca porque esta parte del gobierno que tiene necesidad de una
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acción inmediata, está mejor administrada por uno solo que por varios.
● Poder Legislativo, a cargo del Parlamento. Este está formado por 2 cámaras; la de los comunes
y la de los Lores. Está asegurado en su funcionamiento por sesiones periódicas. 2 leyes garantizan la
convocatoria anual del Parlamento; la del voto anual del Presupuesto y la del voto anual que autoriza el
ejército permanente.
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● Poder Judicial.
A su vez, sostiene que la monarquía del sistema inglés es el régimen en donde la división del trabajo
está más adentrada. Es el tipo de gobierno libre porque es el régimen de las diferenciaciones,
separaciones y equilibrios. Montesquieu sostiene que el poder debe reprimir al poder, debe limitarlo.
Debe ser encargado a distintas personas o cuerpos, que es lo que ocurre en el sistema inglés.
-Fuerzas concretas: 1- el pueblo, actúa por medio de sus representantes. Estos son elegidos dentro de
cada circunscripción por los ciudadanos para hacer leyes o para ver si se han ejecutado bien las que se
han hecho (Cámara de los Comunes). 2-la nobleza, representada en la Cámara de los Lores, que
comparte con la de los comunes el Poder Legislativo. 3- El monarca.
ROUSSEAU (1712-1778):
(CONTRACTUALISTA) Rousseau no apeló a la razón, por el contrario y con el objeto de atacarla, utilizó
el contraste entre lo natural y lo real. Su punto de partida es que el hombre ha nacido libre y sin
embargo en todas partes vive entre cadenas. El hombre tiene una libertad que es consecuencia de su
naturaleza y por lo tanto, renunciar a ella es renunciar a su condición de hombre, a los derechos de
humanidad y aun a los deberes. Rousseau concibe en la especie humana dos clases de desigualdades;
OM
cambiar, los hombres se reúnen en grupos. La revolución principal la produjo el advenimiento de la
agricultura, del cultivo de la tierra provino su repartición. Esta distribución no fue igual de esta forma la
desigualdad fue extendiéndose y haciéndose mas permanente en sus efectos. Una vez rota la igualdad
siguió un desorden, un estado de guerra. De esta forma el origen de la sociedad sólo contribuyó a
proporcionar nuevas trabas al débil y nuevas fuerzas al rico. Para salir de esta situación ya no puede
volverse al estado de naturaleza, se trata de un paraíso perdido. Los individuos se unen por medio del
consentimiento, del acuerdo, a través de un pacto social (CONTRACTUALISTA), donde cada individuo
.C
cede a la comunidad sus derechos naturales y que el consentimiento debe ser UNÁNIME, como en
Hobbes. El resultado es una comunidad política, con voluntad propia (general), totalmente distinta a las
voluntades de los individuos que la integran. El individuo recupera sus derechos naturales como
DD
derechos civiles. Todos los asociados tienen iguales derechos en el seno de la comunidad, de esta
forma se garantiza tanto la libertad como la igualdad. Se constituye el cuerpo político, en el cual cada
uno no está sometido a nadie en particular sino a la voluntad general de la comunidad. Se debe
diferenciar a;
1. Voluntad particular; es la propia de cada individuo.
LA
impersonalidad de paliar los males de la dependencia. Por la ley, el hombre puede encontrar a la vez la
libertad y la moralidad. La soberanía se transfiere al pueblo, ésta se identifica con la voluntad general ya
que la esencia de ésta está constituida por la soberanía absoluta. Rousseau caracteriza a la voluntad
general de;
● Inalienable, es el ejercicio de la voluntad general por lo tanto no puede enajenarse. Siendo el
soberano un ser colectivo no puede ser representado por nadie, salvo por él mismo. Rousseau es
partidario del voto directo y de la democracia directa.
● Indivisible, la voluntad es general o no lo es.
● Infalible, la voluntad general no puede errar, tiende siempre a la utilidad pública, es siempre
justa.
● Absoluta, el pacto social le da al cuerpo político un poder absoluto sobre todos los suyos.
● A su vez, puede agregarse como característica ser sagrada e inviolable.
-La ley y el legislador: Rousseau establece que únicamente a la ley se deben la justicia y la libertad,
gracias a ella los hombres obedecen sin tener amo. Si el soberano, que es el pueblo como cuerpo, está
calificado para hacer la ley, ésta no puede ser injusta, el soberano está constituido por cada uno de los
miembros del cuerpo político y ninguno puede ser injusto con otro. Estando sometido a las leyes se es
libre pues no son más que registros de las voluntades de los individuos. Rousseau establece que el
SIEYÉS (1748)
-Obra; El Tercer Estado. Dice el autor que "el Tercer Estado es una nación completa." ¿Qué hace falta
para que una nación prospere? Trabajos particulares y funciones públicas. Ahora bien: eÍ Tercer Estado
soporta sólo los trabajos particulares que sostienen la sociedad: agricultura, industria, comercio,
profesiones científicas y liberales, "hasta los servicios domésticos menos estimados". En cuanto a las
funciones públicas -es decir, la administración, la Iglesia, la toga, la espada-, el Tercer Estado forma sus
diecinueve vigésimas partes, pero fuera de los cargos lucrativos y honoríficos reservados a los
privilegiados sin mérito. A él le toca cumplir todo lo que hay de penoso en el servicio público, todo lo que
los privilegiados se niegan a hacer. El orden privilegiado, es decir, la nobleza es en realidad extraño a la
OM
nación. Cuerpo extraño a la nación por su holgazanería; extraño por sus privilegios ci. viles, que hacen
de él un pueblo "aparte", un imperio en un imperio; extraño, en fin, por sus derechos políticos."El Tercer
Estado abraza todo lo que pertenece a la nación; y todo lo que no es el Tercer Estado no puede mirarse
como siendo de la nación. ¿Qué es el Tercer Estado? Todo." Hasta ahora, el Tercer Estado no fué nada.
Porque en Francia no se es nada cuando no se tiene para sí más que la protección de la ley común. Y
el Tercer Estado es, por definición, el conjunto de los que pertenecen al orden común, de los que están
sometidos a la ley común: la masa de los no privilegiados. Los derechos políticos del Tercero son, pues,
.C
nulos. No es "libre". Ahora bien: es imposible "que la nación en cuerpo o, inclusive, que ningún orden en
particular llegue a ser libre si el Tercer Estado no lo es. No se es libre por privilegios, sino por los
derechos que pertenecen a todos". La verdad es que si este Tercer Estado, que debería serlo todo, no
DD
es nada, es porque la aristocracia, que debería no ser nada, lo es todo. La usurpación de los nobles es
completa, "ellos reinan verdaderamente". Grave error creer que el régimen de Francia es monárquico.
Es aristocrático. Sieyes no formula más que tres peticiones:
● ser representado por diputados sacados verdaderamente de él;
● que estos diputados sean en igual número que el de los diputados reunidos del clero y la
LA
nobleza;
● que se vote por cabeza y no por Orden.
Para llevar a cabo y concretar estas peticiones debía darse una constitución creada por un poder
constituyente o acto “extraordinario” realizado por “diputados extraordinarios” (constituyentes).
¿Qué le queda, al menos, por hacer al Tercer Estado para ocupar su lugar legítimo? Se acabaron los
FI
tiempos de la conciliación! El Tercer Estado no tiene que contar ya más que con su propia fuerza. Dos
medios se le ofrecen, según que se considere como la nación (lo que es) o que, por generosa concesión
a los privilegiados, consienta en seguir adoptando la figura en un Orden ... Primer medio, un poco
"arrebatado", según el mismo autor: el Tercer Estado, considerando a sus representantes como los
verdaderos depositarios de la voluntad nacional, perfectamente cualificados para deliberar en nombre
de la nación entera, se reúne aparte. Segundo medio (que, comparado con el primero, parece muy
insípido): el Tercer Estado apela al tribunal de la nación, a esa representación "extraordinaria" de que se
habló más arriba. Es decir, que, hasta la decisión del juez supremo, el Tercer Estado condesciende en
dudar de sus derechos, en reconocer en el Estado dos Ordenes distintos de él.
UNIDAD 4
Revolución Americana: La revolución americana no fue la rebeldía de una sociedad igualitaria para
sacudir la tiranía del imperialismo, sino que fue un movimiento mucho más complejo en el que se
pueden trazar 3 diferentes corrientes. La causa inmediata y última de la guerra no fue tanto el conflicto
de intereses comerciales entre la madre patria y sus colonias, como las quejas de parte de éstas al
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verdadero gobierno civil modelado en las enseñanzas de Locke, es decir una libre sociedad de
comerciantes y terratenientes firme en el disfrute de su riqueza y albedrío.
-La constitución norteamericana: Esta sociedad burguesa y estable no fue erigida sobre la base de
ideas prevalecientes entre muchos de los soldados que habían luchado por su independencia. Por
primera vez en la historia un grupo de hombres tuvo que enfrentarse con la tarea de construir de nuevo
el órgano central de la autoridad coercitiva, teniendo que preservar al mismo tiempo la relativa
independencia de las autoridades locales existentes que eran las legislaturas estatales. La constitución
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debía ser producto del ingenio del hombre y ganar la aprobación de los Estados libres e independientes.
En casi todos los detalles, los ideólogos de la Constitución norteamericana permanecieron fieles al
espíritu de Locke. El federalismo en su forma primitiva, fue creado como dique contra la democracia
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turbulenta en una tierra donde la igualdad era algo más que una frase para uso filosófico. La Suprema
Corte, el Presidente, el Senado y la Cámara de Representantes, fueron ideados y construidos como 4
poderes federales que funcionarían de contrapeso. Los 3 primeros frenaban al cuarto poder
democrático, al tiempo que el primero y el tercero frenaban los poderes ejecutivos del Presidente.
Además los 4 debían asegurar, por medio de su actividad federal, que las legislaciones estatales no
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destruyesen democráticamente los derechos naturales del hombre. La creencia en la virtud de una
Constitución escrita en la que se establecían de una vez y para siempre, los derechos del hombre, se
convirtió en la fe indiscutible del pensamiento progresista en todo el mundo occidental.
Revolución Francesa: proceso social, político y económico ocurrido en Francia entre 1789-1799, y que
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produjo la ruptura del orden monárquico absolutista moderno y el destierro de los últimos vestigios
feudales de Francia.
-Principales consecuencias:
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El mantenimiento de un estado absolutista demandaba mucho dinero por el tamaño del aparato
burocrático que debía sostener al elevado número de la corte y la nobleza y el clero. A esto se
adicionaba un alto costo para el mantenimiento del ejército y sus campañas y numerosas etapas de
crisis económicas por pestes, malas cosechas e incorrecta administración de lo producido.
La organización social estaba integrada por 3 sectores llamados;
● Primer estado, era el clero, que integraba unas 120.000 personas, poseía el 10% de las tierras
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de Francia y no pagaba impuestos. Recibía de los campesinos el diezmo, es decir, la décima parte del
producto de sus cosechas.
● El segundo estado era la nobleza, integrada por unas 350.000 personas, que poseían el 30% de
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las tierras. Sus miembros estaban eximidos de la mayoría de los impuestos y ocupaban todos los
cargos públicos. Su riqueza era sostenida por el estado y los tributos de los campesinos.
● El tercer estado comprendía el 98% de la población y su composición era muy variada. Por un
lado estaba la burguesía, formada por ricos financistas y banqueros, artesanos, funcionarios menores y
comerciantes. Por otra parte existían campesinos libres, pequeños propietarios, arrendatarios.
Finalmente estaban los siervos que debían trabajo y obediencia a sus señores.
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El tercer estado carecía de poder y decisión política pero sostenía económicamente al estado. En este
escenario la burguesía reclamaba participación política y manejar un estado centralizado que protegiera
e impulsara sus actividades económicas, siguiendo el modelo de monarquía parlamentaria inglesa. La
situación política y social se encontraba en un proceso de convulsión que se ve profundizado por un
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empobrecimiento y una compleja situación económica hacia 1780. Frente a ello se recurrió al tradicional
intento de aumentar los impuestos con algunas pretensiones de extender la carga impositiva hacia la
nobleza lo que provocó una reacción en contra de éstos quienes pretendían conservar sus privilegios.
La nobleza exigió que se llamara a Estados Generales para el tratamiento de una ley de impuestos. Los
Estados Generales era la institución representativa del antiguo régimen francés, formada por los 3
estados, de carácter consultivo, cuya última reunión se había producido en 1614, y se volvió a reunir
hacia 1789. La monarquía prácticamente arruinada económicamente y sin el apoyo de gran parte de la
nobleza estaba en la ruina.
Una vez los Estados Generales reunidos en mayo de 1789, en Versalles, plantearon el problema del
voto y la representación. El tercer Estado proponía el voto individual al considerar que representaba a la
inmensa mayoría de Francia. Por su parte los estamentos privilegiados defendían la fórmula tradicional,
de un estamento, un voto. Como no se alcanzó un acuerdo, los representantes del tercer estado
bloquearon el desarrollo de las sesiones y optaron por constituirse en Asamblea Nacional,
acompañados por algunos miembros de los estamentos privilegiados, por el que se reconocían como
únicos representantes del pueblo y se comprometían a no separarse hasta haber elaborado una
Constitución.
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Cuando llegó el momento de decidir por la forma de gobierno, la alta burguesía apoyó a los girondinos,
oriundos de la provincia de La Gironda, que querían llegar a un acuerdo con la monarquía e instaurar
una monarquía constitucional, es decir, tenía una actitud moderadora respecto a los cambios políticos.
Por otro lado estaban los jacobinos, que tenían ideas más revolucionarias y de cambios radicales, con
tendencia a la instauración de una república democrática, con derechos a la participación política y con
la aplicación de medidas más equitativas para la repartición de la riqueza y la lucha contra el hambre
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popular. Dicho nombre proviene que se reunían en asambleas, llamadas clubes, en un convento
ubicado sobre la calle San Jacobo. Los diputados de la asamblea, decidieron eliminar los privilegios de
la nobleza, se les obligó a pagar impuestos y se eliminó el diezmo a la Iglesia. Pocos días después la
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Asamblea dicta la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano, esta proclama se
transformó en la síntesis de las ideas revolucionarias, basadas en tres banderas: igualdad, fraternidad y
libertad. Les interesaba la libertad para comerciar, la defensa de la propiedad privada y la igualdad de
los ciudadanos ante la ley.
El 3 de Septiembre de 1789, se proclamó la Constitución de carácter moderado, en donde la alta
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burguesía había logrado prevalecer sus ideales, de negociar con el antiguo régimen, quedando a cargo
del poder ejecutivo el rey (Luis XVI), el poder legislativo lo ejerció una asamblea formada por la
burguesía y el poder judicial, se compuso de jueces electos. Se estableció que sólo podían votar
aquellos que pagaban ciertos impuestos, y de esta manera se pone en evidencia que las banderas de
igualdad proclamada por los revolucionarios tenían ciertas limitaciones.
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Artículo 2.-La finalidad de cualquier asociación política es la protección de los derechos naturales e
imprescriptibles del Hombre. Tales derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a
la opresión.
Artículo 4.- La libertad consiste en poder hacer todo lo que no perjudique a los demás. Por ello, el
ejercicio de los derechos naturales de cada hombre tan sólo tiene como límites los que garantizan a los
demás Miembros de la Sociedad el goce de estos mismos derechos. Tales límites tan sólo pueden ser
determinados por la Ley.
Artículo 5.- La Ley sólo tiene derecho a prohibir los actos perjudiciales para la Sociedad. Nada que no
esté prohibido por la Ley puede ser impedido, y nadie puede ser obligado a hacer algo que ésta no
ordene.
Artículo 6.- La Ley es la expresión de la voluntad general (Rousseau). Todos los Ciudadanos tienen
derecho a contribuir a su elaboración, personalmente o a través de sus Representantes. Debe ser la
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misma para todos, tanto para proteger como para sancionar. Además, puesto que todos los Ciudadanos
son iguales ante la Ley, todos ellos pueden presentarse y ser elegidos para cualquier dignidad, cargo o
empleo públicos, según sus capacidades y sin otra distinción que la de sus virtudes y aptitudes.
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la monarquía. Creó el ejército nacional para defender el proceso revolucionario contra los demás
monarcas europeos. El 14 de septiembre el rey juró respetar la constitución modificada.
3) La Convención (1792-1795); que reclamó la República, dio muerte al monarca e impuso un
régimen de terror. La convención pretendió borrar todo vestigio del pasado. La posición extremista de
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Robespierre unió a todas las fuerzas contra él y se le ajustició junto a sus colaboradores que habían
llevado a la violencia al paroxismo mediante la implantación de ese régimen de terror.
4) El Directorio (1795-1799); fue un gobierno moderado y que ante el peligro de un retorno a la
reacción o un rebrote del terror, acabó por ceder el poder a un joven general; Napoleón Bonaparte.
Gracias al prestigio que le dieron sus campañas de Italia y de Egipto pudo dar un exitoso golpe de
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Estado que le permitió derrocar al Directorio y crear el Consulado, en el cual asumió el cargo de Primer
Cónsul. 3 años más tarde se declaró cónsul único y vitalicio, y con un decreto senatorial de 1804,
ratificado por un plebiscito, lo proclamaron Emperador de los franceses.
LIBERALISMO
Propone la fundación de un orden político diferente al que representaban las monarquías absolutas de
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corte tradicional. Se originan en la Ilustración europea e inspiran las revoluciones americana y francesa
de finales del siglo XVIII. Resaltan el papel protagonista del individuo, su libertad es el valor supremo,
que no tiene otro límite que la libertad de los demás. El progreso de esta comunidad no puede ser
programado, hay que dejarlo al resultado espontáneo de la competencia entre los individuos libres y
racionales porque de esta tensión de intereses nace el equilibrio beneficio para todos. La autoridad
política debe limitarse a garantizar las reglas básicas de aquella competencia. Su legitimidad deriva de
la adhesión libre que obtiene entre los miembros de la comunidad.
Sin embargo a fines del siglo XIX, algunos sectores liberales, se percatan de que la evolución del
capitalismo industrial y financiero había generado grandes desigualdades sociales que dejaban sin
sentido la defensa de la libre iniciativa individual propuesta por el propio liberalismo.
SOCIALISMO
Los resultados del liberalismo; explotación, desigualdad, marginación, etc producen una reacción crítica,
refundacional del pensamiento ideológico contemporáneo. El orden social no se basa en la competencia
libre ni en la tradición, se basa en la solidaridad humana y en una comunidad igualitaria de bienes y
recursos. Para alcanzar el orden solidario, la intervención de la autoridad política es decisiva. El debate
sobre esta intervención dividió desde un principio al movimiento socialista entre los partidarios de la vía
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consolidación de los estados centralizados, tal como Francia, Inglaterra y España. Cuando llegó a
lograrse cierta unidad en el interior de los estados, el intercambio entre regiones se vio favorecido. Al
triunfo de las ideas liberales, se les suma el explosivo desarrollo de la técnica, que implicó el
surgimiento de las vías férreas y de los canales, posibilitando con ello mejoras en las comunicaciones.
En ese contexto cada país procuró intensificar al máximo su comercio con el exterior.
El antecedente directo del capitalismo moderno fue el desarrollo del capitalismo comercial y financiero.
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A su vez, la primera actividad económica que comenzó a reactivarse fue el comercio trayendo como
consecuencia inmediata la acumulación de capitales. El capitalismo existe como un todo desde el siglo
XVIII, no obstante, sus formas comerciales y financieras han aparecido mucho antes. El capitalismo
industrial se desarrolla cuando los capitales buscan posibilidades de inversiones productivas y las
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encuentran gracias a la revolución industrial. La economía capitalista se constituirá recién cuando los
principios de ese sistema haya llegado a la industria. Es por ello que su advenimiento tiene lugar la
finalizar el siglo XVIII, gracias a una doble revolución;
● La revolución en la técnica con el desarrollo del maquinismo, conocida como la Revolución
Industrial.
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● La revolución en el derecho que se desarrolla en las instituciones jurídicas con la aparición del
liberalismo.
Revolución Industrial: Esta implicó una gran transformación técnica, que se manifiesta en primer lugar
en Inglaterra. Este país contaba con un comercio marítimo sumamente activo que le aseguraba la
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posibilidad de obtención de materias primas y mercado a la vez que le permitía constituir una poderosa
industria gracias a la acumulación de capital. El maquinismo se desarrolló prodigiosamente y reemplazó
poco a poco al trabajo manual.
En este contexto tienen lugar las primeras invenciones que aparecen en la industria textil; hacia 1733
puede aludirse a la lanzadera volante de John Kay; en 1765 a la máquina de hilar de Hargreaves; en
1784 al telar de Cartwright. Todos estos descubrimientos posibilitarán el surgimiento de la industria textil
en gran escala.
El impulso determinante en este período viene dado por la utilización de la fuerza motriz. La gran
transformación fue el descubrimiento de la máquina a vapor, que poco a poco se fue aplicando a los
distintos sectores de la industria y que permitió en Inglaterra la supremacía de la industria. Cabe advertir
que la Revolución Industrial trajo como consecuencia profundas transformaciones en distintos aspectos.
Para que ella pudiera lograr tal desarrollo fue necesaria, por un lado, la acumulación de capital, y por el
otro la concentración de mano de obra. Lo primero se logró a través de los comerciantes, grandes
impulsores de la industria, que realizaban intercambios con India y América. Por otra parte, usted debe
tener presente la relevancia en este proceso de la creación de bancos y entidades financieras, dado que
dejaban grandes beneficios en los negocios. En segundo lugar, la concentración de mano de obra fue
una consecuencia de los cambios producidos en la agricultura. La industria lanera fue la primera en
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de una corriente de pensamiento que preparó al terreno con el espíritu de empresa. La actividad
económica que existió en el siglo XVIII no hubiera podido desarrollarse de la manera en que lo hizo sin
un consecuente régimen de libertad.
Las reglamentaciones del sistema mercantilista, que trababan de manera permanente las acciones de
intercambio, fueron reemplazadas por las doctrinas fisiócratas. La fisiocracia fue una doctrina que surgió
por primera vez en Francia en el siglo XVIII. Su representante más destacado fue Francois Quesnay
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(1694- 1794), quien explicó con claridad los fundamentos de esta nueva teoría. La doctrina establecía
básicamente que los fenómenos económicos obedecían a ciertas leyes derivadas de la misma
naturaleza. En contraposición a los sistemas empíricos, tal como el mercantilismo, elaboró la economía
científica. A diferencia del riguroso control estatal que proponían los mercantilistas, la escuela fisiócrata
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creía que las leyes de la economía se asemejaban a las de la naturaleza. Si no se interfería con ellas,
los procesos económicos terminarían generando por sí mismos, y de manera espontánea, una sociedad
rica y próspera. El conocido lema francés laissez-faire, laissez-passer, le monde va de lui mème (dejar
hacer, dejar pasar) era una expresión de esta concepción. La misma filosofía se regía para el comercio
internacional, donde no se aceptaba ningún tipo de trabas y protecciones; por el contrario, eran
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partidarios del libre cambio. Establecían que la base de la economía de un país era la agricultura,
diferenciándose así de los sistemas mercantilistas que sostenían que las naciones eran ricas de
acuerdo con la cantidad de metales preciosos que hubieran acumulado. Esta doctrina sentó las bases
para el desarrollo de los movimientos ideológicos que cambiarán la historia del pensamiento.
Este proceso culminó durante la Revolución Francesa, cuando se establecieron los principios de libertad
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e individualismo, y los derechos del hombre y del ciudadano. El liberalismo se convirtió en la ideología
de la clase burguesa, y se ha visto beneficiada con el movimiento revolucionario de fines del siglo XVIII,
la Revolución Francesa. Los principios del liberalismo fueron expuestos por Adam Smith (1723 - 1790).
Él logra realizar una simbiosis entre las ideas de Quesnay y la realidad inglesa. Smith sostuvo que la
división del trabajo era indispensable para el proceso económico, y que el intercambio era la base del
desarrollo comercial y de la riqueza. Este intercambio al que se alude, debía realizarse con la mínima
intervención del Estado y la máxima de la iniciativa privada. En este contexto, irrumpió una visión del
trabajo como elemento constitutivo de lo humano, y contribuyó a fortalecer la perspectiva sobre la
naturaleza a la que se había dado lugar con estas posturas ideológicas. La sociedad debía buscar el
mejor rendimiento en el trabajo de todos sus miembros, sin tener en cuenta su posición social. De esta
manera, se pretendía potenciar el esfuerzo de cada hombre, bajo el supuesto de que el progreso y la
libertad harían más rico y más tolerante a cada hombre.
Junto a Smith podría considerarse otro pensador que contribuyó a sentar las bases de la teoría liberal.
Se trata de David Ricardo (1772 – 1823), autor de Principios de Economía Política. En este estudio se
desarrolla la teoría del salario natural y la doctrina de los costos. Smith postulaba que la tierra era un
factor productivo muy importante, aunque no desconocía el valor de los adelantos técnicos. En
contraposición a ello, David Ricardo sostenía que la industria manifestaba un crecimiento muy rápido y
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propiedad privada de los medios de producción. Estos medios generalmente pertenecen a hombres que
no son los que realizan las tareas de ejecución, reservadas para los asalariados. Esta forma de
producción, se diferencia de las economías artesanales donde el dueño de la industria colabora, con el
resto de sus empleados, en la ejecución de las tareas. Se diferencia también en que el valor del
producto no pertenece solamente al productor, como en sistemas anteriores, por el contrario debe
repartirse entre los distintos participantes del proceso de producción: salario para los obreros, ganancia
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para el empresario, etc. Todas estas rentas se establecen de acuerdo al precio obtenido de los
productos en el mercado. El mercado, a través de los precios, es el encargado de establecer la parte
que le corresponderá a cada uno.
Podríamos postular a continuación dos principios que identifican al sistema capitalista:
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● El de la libre competencia, que rige las relaciones de los productores entre sí.
● El de la libertad de trabajo, que rige las relaciones entre éstos y sus obreros.
En 1791 se establece por decreto la libertad de comercio, en el sentido más amplio del término, esto
implica que toda persona tendrá libertad para realizar el negocio o ejercer la profesión u oficio que
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encuentre a su gusto. La característica más distintiva del sistema capitalista es la permanente búsqueda
de la ganancia, el objetivo del productor no es satisfacer las necesidades sino obtener la mayor
ganancia posible. Por todo ello se sostiene que, en última instancia, es el precio el que orienta la
producción. Al presentarse un producto en el mercado, la oferta y la demanda establecen el precio. En
lo social, el sistema capitalista traerá como consecuencia la división de la sociedad en clases sociales,
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si bien ésta ya había existido en épocas anteriores, pero en función de otros criterios. En ese momento
aparecen los patrones, que tienen la propiedad y la tarea de gestión y dirección de la empresa, y por
otro lado los asalariados o proletarios con las tareas de ejecución. Las condiciones en que trabajaban
estos asalariados fueron desde el comienzo deplorables. La jornada laboral era sumamente extensa; los
lugares donde desenvolvían sus tareas generalmente eran insanos. Por otra parte, se utilizaba la mano
de obra femenina y la de niños, por resultar más barata. Existen informes, tanto de Francia como de
Inglaterra, en los que se explica la situación en la que vivían los obreros. En muchos casos las horas de
trabajo se extendían hasta diecisiete por día. A estas irregularidades y abusos, el mismo sistema
respondió con recursos de protección para una u otra clase. Este es el caso del surgimiento de los
sindicatos, gremios, tanto patronales como obreros, que velaban por los intereses de sus afiliados. Por
otra parte, desde el mismo Estado se delinearon soluciones a estos problemas con leyes que regulaban
los trabajos y las relaciones laborales. Tras un largo período de luchas y desencuentros, este proceso
culminó en el llamado constitucionalismo social que, a partir del siglo XX, estableció en las
constituciones liberales las relaciones patrón – obrero, no contempladas hasta el momento. Es aquí
donde aparecen los primeros críticos al sistema imperante, los socialistas.
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destacado fue el CONDE DE SAINT SIMON (1760 - 1825), que se apartó del practicismo de OWEN y
propuso un nuevo orden social bajo la dirección de las clases productoras, con el fin de conseguir el
mayor progreso de la industria. Su ideario se caracteriza por un industrialismo con una ligera mezcla de
socialismo. CHARLES FOURIER (1772 – 1837) también criticó el orden existente y propuso el
establecimiento de un número de “falanges” o grupos de 500 familias reunidas en comunidades, donde
debía reinar la armonía natural, sin una autoridad coactiva. A todos los individuos se les garantizaba una
recompensa y se distribuía el exceso en arreglo con una proporción.
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Entre 1830 y 1848 el proletariado comenzó a formarse como una fuerza activa de la política. El régimen
de la industria había permitido la formación de una clase obrera importante, que se sentía desposeída.
Poco a poco la concentración de trabajadores fue desarrollando un espíritu de masas entre ellos, y
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comenzaron a percatarse de la posibilidad de una acción conjunta. Las doctrinas socialistas se fueron
extendiendo por toda Europa, pero se fueron abandonando las corrientes utópicas ya que habían
fracasado sus experiencias. El nuevo rol de las clases trabajadoras y el ambiente favorable a la
formación de un movimiento unificado dieron lugar a un movimiento de carácter inminentemente
proletario que se enorgullecía de su espíritu científico y realista. Abogaba por la extensión de las
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funciones del Estado, en contraposición con la postura de los utópicos de organizar asociaciones
voluntarias. El movimiento socialista pasó de un humanitarismo moderado a un punto de vista
revolucionario y político fundado en una inevitable lucha de clases.
-El pensamiento de Karl Marx (1818–1883): El marxismo se presenta como una interpretación completa
de la vida humana, y no sólo de la vida humana sino también de la naturaleza. Ofrece una versión del
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presente del hombre, y de su pasado y futuro. Marx nació en Tréveris (Alemania). Luego de finalizar sus
estudios universitarios, y relacionado con los discípulos de Hegel, Marx se dedicó activamente al
periodismo y a la acción política. Animador de diversos círculos políticos internacionales, junto con su
amigo y colaborador Friedrich Engels (1820-1895) fundó una sociedad secreta (la Liga de los Justos),
que en 1848 encargó la redacción de un programa político formal, el Manifiesto Comunista. Éste se
compone de cuatro partes. La primera, titulada Burgueses y proletarios, es un fresco grandioso de la
filosofía de la Historia. Es el núcleo del Manifiesto, su parte vital (y la de todo el marxismo, en nuestro
sentir). La segunda parte, titulada Proletarios y comunistas, explica la posición de los comunistas con
relación al conjunto de los proletarios y rechaza los reproches hechos al comunismo por la "burguesía".
Bajo el título Literatura socialista y comunista, la tercera parte pasa sarcásticamente revista a las
diversas formas: "reaccionarias" o "feudales", "pequeño-burguesas", "conservadoras" o "burguesas",
"crítico-utópicas", del movimiento social de la época. La cuarta parte, muy breve, precisa la posición de
los comunistas frente a otros partidos de la oposición. "Burgués", "burguesía", tienen en la lengua
marxista un sentido especial (si no se tiene cuidado con él, se cometen muchos contrasentidos).
Burgués es sinónimo de detentador del capital, de capitalista, de gran industrial que, gracias a la
posesión de un capital importante, hace trabajar a un número apreciable de asalariados. "Los
millonarios industriales, los jefes de ejércitos industriales enteros, los burgueses modernos"-así se
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compensan cada vez más, "porque el maquinismo borra cada vez más las diferencias del trabajo y
reduce el salario, casi en todas partes, a un nivel igualmente bajo". Los obreros se agrupan para
defender el nivel de su salario. El proletariado tiene, pues, necesidad de poseer el poder político para
"arrancar poco a poco a la burguesía todo el capital, para centralizar en manos del Estado, es decir, del
proletariado organizado en clase dirigente, todos los instrumentos de producción y para ,acrecentar lo
más rápidamente posible la masa de las fuerzas de producción"; para derribar, en una palabra, todo el
modo de producción preexistente. Este poder político se traducirá, bien entendido, en los primeros
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momentos, al menos, en "usurpaciones despóticas" del derecho de propiedad y de las condiciones
burguesas de la producción, las cuales no pueden ser arrancadas más que por la violencia de las
manos de una clase dominante. A título de muestra, el Manifiesto se arriesga a proponer ciertas
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medidas revolucionarias concretas, aplicables únicamente a los países más avanzados, tales como la
expropiación de la propiedad territorial, la centralización del crédito y de todos los medios de transporte
en manos del Estado. Prácticamente, los comunistas son la fracción más resuelta de los partidos
obreros de todos los países, la que impulsa siempre hacia adelante; teóricamente, tienen sobre el resto
de la masa proletaria la ventaja de comprender las condiciones, la marcha y los resultados generales
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del movimiento proletario ... Las concepciones teóricas de los comunistas no reposan en modo alguno
en ideas, en principios inventados o descubiertos por tal o cual reformador del mundo. No son más que
la expresión general de las condiciones efectivas de una lucha de clases que existe, de un movimiento
histórico que opera ante nuestros ojos. Estas líneas son esenciales para hacer comprender lo que el
comunismo o socialismo "científico" pretende aportar radicalmente al movimiento social, lo que el
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comunista o marxista cree que da, como algo único, al proletariado iMal hayan los reformadores de
gabinete, que alaban su panacea y pintan deliciosos cuadros de sociedad futura, a la manera de los
socialistas utópicos! Es demasiado fácil oponer a las feroces realidades que revela la observación un
ideal tiernamente acariciado. El comunista se limita a estudiar los hechos sociales, a comprobar y
comprender sus cambios, a deducir de ellos, dialécticamente, el sentido y la cadencia de los cambios
por venir, a mostrar a los diversos proletariados nacionales desunidos y desigualmente dispuestos a la
lucha "el fin integral" hacia el cual deben tender los movimientos sucesivos.
Después del fracaso de la Revolución de 1848, Marx partió al exilio sucesivamente a Bélgica, Francia y
por último Inglaterra, en donde viviría hasta el final de sus días. Como integrante, en su juventud, de la
llamada izquierda hegeliana, es decir aquel grupo de discípulos de Hegel, tanto Marx como Engels
trataron extraer el núcleo racional de la filosofía hegeliana, es decir poner a Hegel con los pies en la
tierra, es decir privarle a la dialéctica hegeliana de su idealismo y de la consideración de la Historia
como el proceso de sucesivas encarnaciones de la idea que tiene su culminación en el Estado. Para
Marx, la Historia es un camino de cambios y transformaciones, todas ellas de diverso contenido y forma.
Todo este proceso no es un caos, sino que puede ser comprendido en tanto esté enmarcado por
grandes estructuras. Estas estructuras no son otra cosa que los “modos de producción”, los cuales al
irse sucediendo forman la clave del devenir histórico de la humanidad. Y si tienen incidencia en la
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quedará construido un nuevo modo de producción.
La Sociedad Capitalista: La característica del modo de producción capitalista, es la desvinculación entre
el trabajador y los medios de producción, quedándo a los obreros solamente su trabajo, y todos ellos
bajo la dirección del capitalista que les paga su salario. En este sentido, Marx no critica al capitalismo,
como lo hacían los socialistas anteriores a él, sino que está atravesando por tendencias contradictorias
que generan una sociedad en tensión permanente, donde los capitalistas no roban ni engañan a los
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trabajadores, y está sometida a cambios e innovaciones. Como todos los modos de producción, el
capitalismo está atravesando por tendencias contradictorias que se manifiestan entre la clase dominante
(burguesía) y la clase dominada (proletariado). La búsqueda de beneficios de los capitalistas genera
una sociedad en tensión permanente, una sociedad sometida a cambios permanentes, donde los
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capitalistas individuales se pasan a las empresas locales, de estas a las nacionales y finalmente a una
internacional (el capital no tiene patria, según Marx). De tal modo que la dinámica propia de un modo de
producción está caracterizada por dos clases sociales, una propietaria y otra asalariada, y por un
conjunto de contradicciones e irracionalidades en el proceso económico: autoritarismo en el seno de la
empresa y anarquía en el mercado, riqueza creciente y a la vez, miseria creciente, importantes recursos
LA
desaprovechados, desempleados (ejército industrial de reserva, según Marx) que presionan sobre los
ocupados por la productividad. Finalmente una de estas crisis cíclicas, la definitiva, será la expresión de
estas contradicciones, y dará lugar a una revolución que abrirá el camino para un nuevo modo de
producción, el comunista.
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intestinas de la sociedad capitalista darán lugar a una sociedad diferente, en la que no exista la
propiedad privada de los medios de producción, la economía esté planificada y el proletariado sea la
clase dominante. La sociedad comunista estará basada en la libre satisfacción de las necesidades
humanas, en donde la abundancia será el denominador común, no habrá ni clases sociales ni Estado
(hay coincidencia con el anarquismo), pero habrá plena libertad y la humanidad, por primera vez, saldrá
del reino de la necesidad, comenzando la verdadera historia humana. Esta sociedad no es alcanzable
inmediatamente, es necesario una fase intermedia, que Marx llama Socialismo, donde cohabitan las
clases sociales y el Estado y en la que cada individuo recibirá proporcionalmente de acuerdo al trabajo
que realiza. Aquí la clase dominante será la clase trabajadora, y el Estado será la herramienta en sus
manos para conseguir la transformación social. Este Estado es de transición, ya que en su seno se
realizará la transformación para llegar al Estado Comunista. Ahora bien este Estado se logrará merced
al conjunto de todos los proletarios (proletarios de todos los países uníos, frase con la que acaba el
OM
donde estos sistemas se tornan verdaderamente totalitarios comenzaron a operar según un sistema de
valores tan radicalmente diferente de todos los demás que ninguna de nuestras categorías tradicionales
legales, morales o utilitarias conforme al sentido común pueden ya ayudarnos a entendernos con ellos o
a juzgar o predecir el curso de sus acciones. La dominación totalitaria nos enfrenta con un tipo de
gobierno completamente diferente. Es cierto que desafía todas las leyes positivas, incluso hasta el
extremo de desafiar aquella que él mismo ha establecido o de no preocuparse de abolirlas. Pero no
opera sin la guía del derecho ni es arbitrario porque afirma que obedece estrictamente a aquellas leyes
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de la naturaleza o de la historia de las que, supuestamente, proceden todas aquellas leyes positivas.
Ésta es la monstruosa y sin embargo aparentemente incontestable reivindicación de la dominación
totalitaria, que lejos de ser ilegal, se remonta a las fuente de la autoridad que las leyes positivas reciben
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su legitimación última, que, lejos de ser arbitraria, es más obediente a esas fuerzas sobrehumanas de lo
que cualquier gobierno lo fue antes y que, lejos de manejar su poder en interés de un solo hombre, está
completamente dispuesta a sacrificar los vitales intereses inmediatos de cualquiera a la ejecución de lo
que considera ser la ley de la historia o de la naturaleza. La ilegalidad totalitaria pretende haber hallado
un camino para establecer la justicia en la tierra, algo que, reconocidamente, jamás podría alcanzar la
legalidad del derecho positivo. La ilegalidad totalitaria, desafiando la legitimidad y pretendiendo
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establecer el reinado directo de la justicia en la tierra, ejecuta la ley de la historia o de la naturaleza sin
traducirla en normas de lo justo y lo injusto para el comportamiento individual. Aplica directamente la ley
a la humanidad sin preocuparse del comportamiento de los hombres.
La política totalitaria no reemplaza a un grupo de leyes por otro, no establece su propio consensus iuris,
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no crea, mediante una revolución, una nueva forma de legalidad. Su desafío a todo, incluso a las
propias leyes positivas, implica que cree que puede imponerse sin ningún consensus iuris y que, sin
embargo, no se resigna al estado tiránico de ilegalidad, arbitrariedad y temor. Puede imponerse sin el
consensus iuris porque promete liberar a la realización de la ley de toda acción y voluntad humana;
promete la justicia en la tierra porque promete hacer de la humanidad misma la encarnación de la ley.
Cuando los nazis hablaban sobre la ley de la naturaleza o cuando los bolcheviques hablan sobre la ley
de la historia, ni la naturaleza ni la historia son ya la fuente estabilizadora de la autoridad para las
acciones de los hombres mortales; son movimientos en sí mismas. Subyacente a la creencia de los
nazis en las leyes raciales como expresión de la ley de la naturaleza en el hombre, se halla la idea
darwiniana del hombre como producto de una evolución natural que no se detiene necesariamente en la
especie actual de seres humanos, de la misma manera que la creencia de los bolcheviques en la lucha
de clases como expresión de la ley de la historia se basa en la noción marxista de la sociedad como
producto de un gigantesco movimiento histórico que discurre según su propia ley de desplazamiento
hasta el fin de los tiempos históricos, cuando llegará a abolirse por sí mismo.
En el cuerpo político del gobierno totalitario el lugar de las leyes positivas queda ocupado por el terror
total, que es concebido como medio de traducir la ley del movimiento de la historia o de la naturaleza en
realidad. De la misma manera que las leyes positivas, aunque definen transgresiones, son
OM
implicados son subjetivamente inocentes; los asesinados porque nada hicieron contra el sistema, y los
asesinos porque realmente no asesinan, sino que ejecutan una sentencia de muerte pronunciada por
algún tribunal superior.
El terror es legalidad si la ley es la ley del movimiento de alguna fuerza supranatural, la naturaleza o la
historia. El terror, como ejecución de una ley de un movimiento cuyo objetivo último no es el bienestar
de los hombres o el interés de un solo hombre, sino la fabricación de la humanidad, elimina a los
individuos en favor de la especie, sacrifica a las «partes» en favor del «todo». La fuerza supranatural de
.C
la naturaleza o de la historia tiene su propio comienzo y su propio final, de forma tal que sólo puede ser
obstaculizada por el nuevo comienzo y el mero final individual que constituyen en realidad la vida de
cada individuo. En el gobierno constitucional las leyes positivas están concebidas para erigir fronteras y
DD
establecer canales de comunicación entre hombres cuya comunidad resulta constantemente
amenazada por los nuevos hombres que nacen dentro de ella. Con cada nuevo nacimiento nace un
nuevo comienzo, surge a la existencia potencialmente un nuevo mundo. La estabilidad de las leyes
corresponde al constante movimiento de todos los asuntos humanos, un movimiento que nunca puede
tener final mientras los hombres nazcan y mueran. Las leyes cercan a cada nuevo comienzo y al mismo
LA
FASCISMO
El fascismo surge a comienzos de la década de los veinte (1920), como un intento de vencer al mismo
tiempo los errores individualistas de 1789 y los errores colectivistas de 1917, presentándose como una
reacción nacionalista y autoritaria contra el debilitamiento del Estado en el siglo XIX y principios del XX,
a causa de las tendencias tanto liberales como nacionalistas. Trata de sustituir al estado liberal, al que
encuentra decadente y en un proceso socializante, por un nuevo Estado que tenga la característica de
ser fuerte y que garantice un porvenir.
Como partido, fue producto de la desmoralización de la Primera Guerra Mundial. Dirigido por un
demagogo y sus realizaciones. Mussolini se acercó al sueño del político de poder prometer todo a todo
el mundo y ésta fue su estrategia hasta que se consolidó en el poder. Esta estrategia determinó su
filosofía; debía ser un idealismo en contraposición al materialismo marixtsa, debía calificar al liberalismo
de plutocrático, egoísta y antipatriótico, debía identificar al internacionalismo con la cobardía y debía
condenar a la democracia parlamentaria por inútil, débil y decadente. Como esto racionalmente no era
aceptable debía acentuar la importancia de la intuición y de la voluntad como superiores a la
inteligencia. Las sociedades destruidas por la guerra, la depresión y la inflación eran llamadas
OM
un valor místico a la grandeza de la Nación, una meta brillante y remota, que mitigara los escrúpulos
morales del individuo y le hiciera aceptar la disciplina y el heroísmo como fines no racionales. Dijo así
Mussolini; “La acción ha eliminado a la filosofía”. Para él la acción es el punto de partida de la sociedad
política, considera que la gente sólo siente solidaridad y necesidad de organización social cuando actúa
en común, por ello el fascismo se organiza como movimiento político, antes de contar con un programa
político. La ideología fue sólo un instrumento para el ejercicio del poder. Decían que los grandes hechos
.C
de la historia no fueron realizados por la inteligencia, sino por la voluntad heroica, que los pueblos se
elevan a la grandeza cuando su voluntad de poder supera sus desventajas físicas y morales. La vida en
plenitud se logra en el ejercicio del poder. Así uno de los lemas fascistas más conocidos e ilustrativos es
“me ne frega” osea no me importa, no tengo miedo. Los ideales democráticos de igualdad y libertad y
DD
las libertades civiles y políticas del gobierno constitucional y representativo eran descritas como los
restos gastados del racionalismo filosófico que había culminado en la revolución francesa.
Este irracionalismo combina dos tendencias que se oponían, lógicamente, pero eran compatibles
emocionalmente. Estas eran el culto del pueblo o la Nación y un culto del héroe, genio o gran hombre.
Los padres de este tipo de irracionalismo en el siglo XIX fueron Nietzche y Schopenhauer.
LA
Concebida como un mito, la filosofía no es un plan ni una teoría que depende de la razón, sino una
visión de la vida. Es una forma de liberar los profundos instintos de un pueblo inherente a la fuerza vital
misma a su sangre o espíritu. Mussolini en un discurso dijo; “Hemos creado un mito, el mito es una fe,
una pasión. No es necesario que sea una realidad. Es una realidad por el hecho de que es un aguijón,
una esperanza, una fe, porque es coraje. Nuestro mito es la nación, nuestro mito es la grandeza de la
FI
nación”. Este mito fascista que construyeron nacionalistas italianos como Rocco consideraba a la Italia
moderna como heredera espiritual del Imperio Romano. Evidentemente el fascimo tenía el propósito de
restablecer las tradiciones de Roma. El fascismo debía figurar como enemigo del marxismo, al igual que
del liberalismo parlamentario. Al finalizar la Primera Guerra Mundial era preciso asegurar que la nación,
por un acto de simple voluntad, pudiera elevarse por encima de la falta de recursos y debía derrotar a
los sindicatos marxistas. La teoría del fascimso italiano fue teoría del Estado y de su supremacía,
totalidad y santidad. Su lema fue “todo para el Estado, nada fuera del Estado”.
-El Estado; 1- Nacional; El Estado liberal, que fue el ideal de todo el siglo XIX, nació de un movimiento
revolucionario de origen inglés, americano y francés que se fundaba en una concepción de tipo
individualista del hombre y su destino. Inversamente, el Estado fascista que es la ordenación política de
una sociedad nacional, no se reduce a los individuos sino que posee una personalidad jurídica y una
vida orgánica. Tiene un gran valor como unidad humana fundamental. Este valor pertenece no como
realidad por sí misma sino como realización tanto ideal como concreta de la Nación. El fascismo elimina
toda noción de nación-población, al igual que la concepción individualista de la nación atomizada que
procedía de la doctrina revolucionaria francesa sobre la soberanía nacional. Para el fascismo la Nación
es mucho más, es una unidad distinta y constante de vida moral y física. La Nación es un organismo
OM
es nacional y colectiva, no apreciable como esfuerzos individuales determinados solo por el lucro
personal. Se mide sólo en función de la prosperidad y el poderío del Estado.
2-Totalitario; En la concepción de Estado-Nación se desprende la desaparición de toda la vida
autónoma, individual o colectiva fuera del Estado. Las relaciones entre los particulares no sólo dejan de
ser libres sino que además dejan de ser ajenas al Estado. “Todo en el Estado, nada fuera del Estado”,
este aforismo engendra el vocablo doctrinal totalitarismo y el término jurídico, Estado totalitario. Este
.C
totalitarismo sobrepasa ampliamente al autoritarismo con el cual a veces se lo confunde. El Estado
trasciende la vida pública y abarca las más diversas manifestaciones de la actividad social, la vida
familiar, económica, intelectual, religiosa, etc. Su indiscreción es completa; penetra en el interior de las
DD
familias y de las empresas, desciende hasta el secreto de las conciencias, juzga las intenciones y las
abstenciones, deja sin sentido el calificativo privado y demuele el simbólico muro que había edificado el
derecho en el siglo XIX. El Estado se transforma en el único animador de la vida social, dirige el trabajo.
A la irrisoria autonomía del individuo del liberal opone las ventajas de su poderosa solidaridad orgánica.
Encuadra y sostiene a la Nación pero también se confunde con ella para poder realizarla
completamente. El Estado fascista forma un sólido, cuyos planos estancos encierran a toda la vida de
LA
sus miembros. El gobierno puede y debe controlar cada acto el interés de cada individuo o grupo, para
utilizarlo en el incremento de la fuerza nacional. Nada escapa a su jurisdicción, ya que todo interés y
valor debían ser controlados y utilizados para su gobierno. Sin permiso del gobierno no podrán
constituirse partidos políticos, sindicatos, asociaciones industriales y comerciales. Al individuo no le
FI
quedaba ningún recinto privado y no se mantuvo ninguna asociación de individuos no sujeta a control
político. La realidad totalitaria de los fascistas es la sociedad corporativa, un término intermedio entre
individuo y Estado, ésta es la idea concreta de la forma en que los individuos se integran naturalmente a
grupo y que se diferencia de la democracia (individuo) y del comunismo (Estado). La estadocracia
condena las libertades individuales. El individuo debe ser tratado como súbdito pero también como
enemigo. El Estado elimina toda estructura federativa o sindicalista que implique libertades colectivas,
consecuencias de los principios anteriores.
3-Corporativo; El fascismo adoptó la idea del Estado corporativo. Esta idea era sencilla mucho más
antigua que el fascismo. Significaba que las industrias debían ser corporaciones con autogobierno,
dirigidas conjuntamente por trabajadores y patrones que negociaban los contratos de trabajo, sin recurrir
a huelgas, ni lockouts. El aparato corporativo fue implantado, parcialmente en Italia, durante 14 años.
Estaba integrado por organizaciones verticales de patronos y trabajadores en las principales ramas de
la economía, organizadas local, regional y nacionalmente y por corporaciones horizontales que también
reunían a patrones y obreros en las diversas industrias. Hipotéticamente, el sistema italiano era de
autogobierno, con asociaciones en las cuales patronos y obreros estaban representados igualmente,
pero en la práctica, tanto patronos como obreros, perdieron la libertad de asociación y la independencia
de acción. Su supuesta igualdad en el plan italiano nunca fue efectiva. El último control estaba en
NACIONALSOCIALISMO
El nacionalsocialismo, al igual que el facismo, se sustentó en un mito o conjunto de creencias por
encima de la explicación racional. Por ello su base teórica es muy escasa y además pobre e
inadecuada. En gran medida aparece el nacionalismo como producto de un ambiente de
desmoralización, unido a una crisis económica posterior a la derrota alemana en la PGM. El
nacionalsocialismo despertó una lealtad fanática, casi mística, en miles de alemanes y constituye un
lamentable ejemplo de cómo en tiempo de crisis y desmoralización, la historia colectiva puede eliminar
de la política tanto la inteligencia como la razón y la moral.
OM
En su obra Mi Lucha, luego del relato de su autobiografía, expone la doctrina del nazimso. Allí aporta
una nueva cosmovisión, es decir una concepción del mundo formulada como una verdadera o auténtica
religión.
-El pueblo y la raza: El pueblo era considerado como una raza pero también era identificado con la
Nación, que como unidad cultural se define por determinados caracteres. Se habló del pueblo como una
esencia mística de la cual un individuo es portador en un determinado momento. Su deber es servir
.C
disciplinadamente al Volk y sacrificarse para su mantenimiento y expansión. Esto se apoya en una
teoría general de la raza y la cultura orientadas a apoyar el mito de la raza aria y su superioridad en la
historia de la civilización occidental. La cuestión de la sangre y de la raza era la clave de la historia de la
DD
civilización humana. Contrapone así la visión idealista aria contra la interpretación materialista judía de
las luchas de clases. La ley suprema de la naturaleza establece que todo progreso social tiene lugar
mediante una lucha de razas por la supervivencia, en la que vencen los fuertes y los débiles son
exterminados. Esto se reproduce dentro de una raza, por lo tanto surge así naturalmente en ella una
élite. El mestizaje supone una degeneración de la raza superior por lo tanto atenta contra la naturaleza.
Las razas pueden dividirse en tres tipos;
LA
La misión de esta raza es conducir los destinos de Europa para llevar adelante el desarrollo de la
civilización humana. Los postulados raciales del nacionalsocialismo tienen su precedente en algunas
concepciones pseudocientíficas tales como las del francés Gobineau. El antisemitismo, por otra arte,
tenía arraigo anterior en Alemana, se presenta como un aspecto de la luecha del pensamiento
germánico nacionalista contra las internacionales que, siendo el judío consdierado miemtbo activo de
ellas, conspiraron para obtener el poder mundial.
-El espacio vital: Además de la teoría de la raza otro aspecto importante del nacionalsocialismo lo
constituye la teoría del espacio o territorio. No se trataba de buscar el restablecimiento de las fronteras
anteriores a 1918 sino de conseguir el ámbito necesario para la expansión y crecimiento del Volk
(pueblo), que no puede restringir ningún derecho ni tratado internacional.
-El Estado: En Mi Lucha, Hitler se preocupa por diferenciar el estado liberal del nacionalsocialista. El
primero es un estado vacío de contenido moral, desprovisto de toda misión, entregado a los conflictos
entre partidos que sólo representan intereses particulares. En cambio, el segundo es poseedor de una
misión, es antiliberal, antiparlamentario y antipartido, es un Estado fundado en la mística del líder y
motivado por un único partido, intermediario entre las masas y el conductor. A diferencia del fascismo
para quien el Estado es un fín en sí, para el nacionalsocialismo el Estado es un simple instrumento al
OM
los de más bajo nivel intelectual. Se dirige no tanto a la inteligencia y razón, cuanto a los sentimientos
de la multitud. El éxito de la propaganda nazi en las masas se debió al predominio de la imagen frente a
la explicación de lo brutal frente a lo racional. El contenido de la propaganda debe ser unilateral y sin
diversidad alguna, se debe ejercer en una única dirección. En este sentido los nazis aplicaron con gran
maestría la regla de simplicacifón y del enemigo único, imputando las culpas de todo lo que sucedía a
un solo enemigo; los judíos y simplificando todo argumento a través de slogans.
.C
“Mi Lucha” (Chevallier): Se encontraba en él, dentro del plan nacionalista, en materia interior, lo
siguiente: la regeneración racial (distinción entre los hombres de sangre alemana, únicos ciudadanos
del Reich, únicos admitidos a las funciones públicas, y los no alemanes, entre ellos los judíos, no
DD
ciudadanos, sometidos a la expulsión eventual; protección de la madre y del niño; obligación de la
educación física y deportiva); la reforma profunda de todo el sistema de enseñanza, en un sentido más
práctico y con la idea del Estado inculcada en la base; la denuncia de la corrupción parlamentaria, del
espíritu judeomaterialista, de la mentira política voluntaria en la prensa (la cual sería reemplazada por
una prensa verdaderamente alemana); la sustitución, igualmente, del derecho romano universal y
materialista por un derecho común alemán; la proclamación de la necesidad de una vigorosa
LA
tres objetivos fundamentales: reunión de todos los alemanes (de Austria, etc.) en una Gran Alemania,
sobre la base del derecho de los pueblos a disponer de sí mismos; igualdad de derechos para la nación
alemana y, por tanto, supresión de las cadenas de Versalles (Hitler llamaba siempre a la república de
Weimar "el gobierno de VersaIles"); restitución de las colonias alemanas en los términos siguientes: "el
territorio necesario para la alimentación de nuestro pueblo y para la salida de nuestro excedente de
OM
obstáculos a la marcha victoriosa de la raza superior y, por ello, al progreso humano; es caer al nivel del
animal, incapaz de elevarse en la escala de los seres. Nada en este mundo carece de remedio, a
excepción de esto. Así, la cuestión de la sangre y de la raza es "la clave de la historia del mundo"; la
clave, también, de la civilización humana. Contra la interpretación materialista de la historia por el
antagonismo de las clases, invención "judía", Hitler levanta la verdad idealista "aria", la visión o
iluminación racista.
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-La misión del Estado: El Estado, según Mein Kampf, no es evidentemente el Estado liberal, "vacío" de
contenido moral, desprovisto de todo imperativo, de todo Absoluto, entregado a los apetitos de los
partidos múltiples, que a su vez enmascaran intereses particulares. Es un Estado que tiene una misión,
DD
un Estado "ético", que se orienta hacia un Absoluto. Es un Estado antiliberal, antiparlamentario,
antipartido; un Estado fundado en el principio y en la mística del jefe, del conductor (Führer), y cuyo
motor es un partido único, intermediario entre las masas y el jefe. Es un Estado radicalmente
antimarxista (aun afirmándose antiburgués), anti igualitario, jerárquico y corporativo, empeñado, en fin,
con ahínco en "nacionalizar", en hacer no simplemente "nacionales", sino agresivamente "nacionalistas"
LA
-Diferencias entre nazismo y fascismo: Asimilar fascismo y nazismo sería un contrasentido. Hay
distancia del Estado nazista al Estado fascista. Este último es en el fondo el Estado-nación clásico,
contraído en Estado autoritario donde el cesarismo es llevado al paroxismo: todo en el Estado, nada
FI
fuera del Estado (de donde el epíteto nuevo: totalitario). El Estado del fascismo, que se declara
emparentado con Maquiavelo, es un fin en sí; un prestigio místico de aureola; es un ídolo, representa al
verdadero Dios de quienes no lo tienen. El fascismo es una "estatolatría". En él reconocemos formas de
pensamiento romano y muy occidental, manejadas con una brutalidad de condottiero, y
ornamentadas-bastante artificialmente, si bien se mira con motivos hegelianos y sorelianos. El Estado,
según Hitler, por el contrario, no es un fin en sí, sino un simple instrumento, un simple "continente"; y lo
que importa es el "contenido". El Estado en sí no está dotado de ningún prestigio especial. Ninguna
magia lo transfigura. Magia, prestigio, idolatría, están reservados al Wolk, al Volkstum, lo que la palabra
"pueblo" traduce insuficientemente, pues hay que entender por ello, de manera específicamente
germánica, unidad racial que reposa en la comunidad de sangre. Esa es la realidad radical, ése es el
"contenido", del cual el Estado no es más que el continente. Y un continente no tiene razón de ser más
que en tanto que es capaz de conservar su contenido y de protegerlo. El Estado, para Hitler como para
Lenin (y para Marx y Engels), no es más que un aparato-expresión. Aparato, mecanismo u organización
estrictamente técnica al servicio de un fin, que es el mantenimiento y desenvolvimiento de una
comunidad de seres humanos de la misma especie, tanto en lo físico como en lo moral. Doble aparece
la misión del Estado como instrumento racial: en el interior, conservar y mejorar la raza, cuando no
OM
en cuanto son parte de la raza y por lo tanto del pueblo.
Por otro lado, podemos diferenciar que el totalitarismo fascista es antiliberal, el Estado se caracteriza
por ser corporativo. Mientras que, el nacionalsocialismo, permite el desarrollo empresarial.
-Misión del Estado en su interior: Para cumplir, en el interior, su misión racista, el Estado tiene dos
medios: la propaganda, que se dirige a las masas y la educación, que apunta a los individuos. Que las
masas, trabajadas, revueltas por semejante propaganda, se encuentren de nuevo nacionalizadas,
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devueltas al sentido del Volk, del pueblo racial, no es bastante todavía. El Estado racista quiere obrar
también en profundidad sobre los individuos, forjar y colocar en su lugar las "personalidades". Aquí
interviene la educación. El Estado racista se preocupa poco de hacer entrar la ciencia en los cerebros
DD
"a golpe de bomba". En primer lugar, cuerpos perfectamente sanos, para una generación apropiada.
Después, la formación del carácter: desarrollo de la fuerza de voluntad y de la capacidad de decisión,
del gusto por la responsabilidad y el riesgo. En último lugar, solamente la instrucción propiamente dicha,
es decir, el cultivo de las facultades intelectuales. Lo que el mismo Reich necesitará son "combatientes",
no intelectuales. Una sola idea-pero la Idea por excelencia, la Idea-madre de todas las demás, el núcleo
LA
del "idealismo" nazi deberá ser incansablemente implantada en los jóvenes cerebros: la de la raza. El
alma misma de la raza deberá palpitar en cada alma individual. En esta educación todo será organizado
sistemáticamente para que el joven sea, al abandonar la escuela, "un alemán integral", convencido de la
superioridad absoluta de los alemanes sobre los demás pueblos, y, al mismo tiempo, de la necesidad de
la "justicia social" en el interior de la comunidad nacional. La consagración de esta educación consistirá
FI
en la entrega al joven alemán de buena salud y de buena educación de un diploma de ciudadano del
Reich cuando haya cumplido su servicio militar. Pues no se nace ciudadano del Reich, sino simple
dependiente. Se llega a ser ciudadano si se merece. Este diploma será el documento más importante
para toda la existencia; constituirá un lazo que une a todos los miembros de la comunidad y colme la
fosa que se abre entre las clases. "Un barrendero debe sentirse más honrado de ser ciudadano de este
SOCIAL CRISTIANISMO
Es importante tener en cuenta que el social cristianismo no es la manifestación política de los creyentes
cristianos o de sus organizaciones eclesiales; sino una corriente de pensamiento transformada en
OM
El socialismo cristiano surgió en la primera mitad del siglo XIX, predicando la paz social, el amor
cristiano y la idea de la transformación de la sociedad mediante el perfeccionamiento moral de los
individuos, viendo en el socialismo la realización de los anhelos humanitarios y tratando de cohesionar
los criterios religiosos con los ideales socialistas. En este contexto, el social cristianismo goza de una
inspiración: los principios y valores inspirados en el cristianismo y que se proyectan en la vida social y
política que son compartidos por otras personas que no profesan la misma fe, que se fundamenta en la
dignidad y la libertad de la persona, la primacía del bien común, los derechos del hombre etc. Goza
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también de una base doctrinaria: el personalismo comunitario, que se traduce en el hombre dotado de
libertad y de responsabilidad moral. Los instrumentos centrales y de difusión del socialismo cristiano son
las encíclicas papales, cartas solemnes sobre asuntos de la Iglesia o determinados puntos de la
DD
doctrina católica dirigidas por el Papa al episcopado, sacerdotes y fieles, transmitiendo la posición del
jefe de la iglesia católica sobre un tema determinado de carácter religioso o de otra naturaleza de
importancia para el hombre y la sociedad. Las encíclicas han sido evaluaciones generales a la luz de los
valores religiosos de una situación o problema en especial. No constituyen un cuerpo de creencias
obligatorias para los fieles, aunque tienen un valor moral muy importante.
LA
Hacia finales del siglo XIX y después de la publicación de la Rerum Novarum, se multiplicaron los
movimientos sociales y aparecieron los primeros partidos políticos que invocan inspirarse en los
principios sociales del cristianismo, extendiendo su representación en los parlamentos de Holanda,
Francia, Alemania Austria Luxemburgo, Suiza y Bélgica.
A partir de la renuncia de Benedicto XVI al pontificado, el 13 de marzo de 2013 es elegido el Papa
FI
Francisco como nuevo Papa, quien ha fortalecido la doctrina social de la Iglesia con un marcado
mensaje universal hacia cuestiones políticas, sociales, ambientales y económicas; revitalizando la
función de guía espiritual de la Iglesia y su traducción en la obra diaria de toda la comunidad cristiana y
los hombres del mundo.
SOCIALDEMOCRACIA
La socialdemocracia es una ideología política, social y económica que plantea un socialismo moderado
a través de reformas progresivas y graduales que permitan dotar de contenido real a las bases
fundantes del liberalismo; con vocación hacia un intervencionismo estatal que promueva la justicia social
en el marco de una economía capitalista.
Todo ello, buscando generar las condiciones para que el capitalismo permita una mayor distribución
igualitaria con injerencia en el mercado laboral y la protección de los trabajadores. De esta manera se
alimenta de una propuesta conciliadora entre la libertad política y económica con la igualdad, superando
las experiencias del liberalismo tradicional que solo propugnaban una igualdad formal en lo teórico.
Esta ideología surgió a finales del siglo XIX a partir de un proceso de cuestionamiento interno del
socialismo, enfrentándose posiciones democráticas y antidemocráticas que proyectan en dicho modelo
político beneficios o un sistema de opresión burgués.
OM
UNIDAD 5
Los modelos históricos de organización política pre‐estatales:
Siguiendo el criterio de la obra Hermann Heller, Teoría del Estado, en cuanto considera que el Estado
aparece durante el Renacimiento -Modernidad- en los países de Europa central, a partir de la
concentración de los instrumentos de poder que durante el medioevo se encontraban dispersos y en
manos privadas: el económico, militar, administrativo y jurídico. Sin embargo, previo a su conformación
durante la modernidad, es posible identificar la existencia de sistemas de organización y dominación
.C
políticos a lo largo de toda la historia. Así, con anterioridad ha habido formas pre estatales dotadas de
tal unidad territorial y, con posterioridad, muchos “Estados” nacionales han tenido muy cambiantes
formas territoriales. Si, por el contrario, se explica su aparición por otros factores, como la existencia de
DD
ejércitos permanentes –cual a veces se hace-, conviene recordar que Roma también los tuvo, mientras
que Inglaterra supo no tenerlos y aún es considerado el paradigma del estado nacional moderno. Si en
cambio, tal como veremos luego, el factor de análisis es el económico, también podremos decir que
llegó a estar muy bien organizado en Roma, por lo menos desde los tiempos de Diocleciano y no tan
bien, en cambio, en los Estados nacionales sino hasta la aparición del cameralismo prusiano. Y lo
LA
mismo cabría decir del resto de los factores que se aducen para explicar la aparición del Estado
nacional (instrumentos de poder). Ciertamente – y ello parece más acertado- puede aducirse que lo que
diferencia al Estado en nuestro sentido moderno, de las formas anteriores de dominación política, no es
ninguno de aquellos factores en aislamiento, sino su conjunto: la feliz coincidencia de todos para la
formación histórica de aquella figura política que Maquiavelo llama lo Stato. Se trata, simplemente, de
FI
los dislates en que puede incurrir un evolucionismo lineal ingenuo), sí podremos ver qué es lo que
singulariza al Estado en cuanto forma de dominación política del modo de producción capitalista,
porque, como señala Pérez Royo, es el único caso de el que las relaciones políticas de dominación no
forman, por sí solas, una relación de producción; esto es, la explotación económica no tiene por qué
recurrir directamente a la dominación política para realizarse, ya que la segunda, al ser de clase,
garantiza a la primera como marco general de organización jurídico-coactiva. Es el comienzo de la
organización del Estado (que, en esencia, es liberal y liberalismo son términos sinónimos), el cual
mantiene la ficción del distanciamiento absoluto entre lo económico y lo político. Este será, por lo tanto,
el criterio que se ha de emplear para la tarea de explicar esquemáticamente las distintas formas
políticas pre estatales.
Modos de producción y formas económico-sociales: Si se admite el marco teórico general marxista de
los modos de producción en su clasificación quíntuple (sin que la enumeración convencional obligue el
OM
ejemplo, y otros héroes, son fundadores de dinastías precisamente en cuanto que jefes de familias;
igual que Agamenón ejerce ya el poder “más político” de la monarquía micénica en cuanto que
arraigado en las relaciones de parentesco. Es la figura del antiguo derecho germánico, de que el jefe de
la estirpe era, también, jefe de linaje.
El modo de producción asiático reviste también otros nombres, como “despotismo hidráulico” (Wittfogel),
“despotismo oriental” (Crick), “despotismo de aldea” (Chesnaux), etc. Su misma existencia histórica es
cuestionada dentro del campo de los estudios marxistas, un sector de los cuales prefiere subsumirlo
.C
bien en una forma peculiar de transición desde el modo de producción de la comunidad primitiva al
modo de producción esclavista, bien en una forma especial de feudalismo. No obstante, aun admitiendo
con Klaus Eder que el modo de producción asiático es un “callejón evolutivo sin salida”, esto es, algo
DD
equivalente a lo que Toynbee consideraría como una fracaso de una civilización para adaptarse y
responder al estímulo, que tiene tanta importancia en el desarrollo de las culturas, no hay duda de que
es un concepto válido para entender una forma específica de dominación política de la que hablaremos
más en extenso en las consideraciones siguientes, estos es, de los imperios primitivos considerados
como unidades políticas.
LA
El modo de producción esclavista (que, en el proceso evolutivo enlaza, de hecho, con el modo de
producción de la comunidad primitiva) tiene una determinación económica sencilla, por cuanto la
esclavitud constituye la relación de producción dominante, si bien cubre tal multiplicidad de formas
políticas que resulta difícil englobarlas bajo un solo epígrafe. De aquí que, en el desarrollo posterior que
se haga en este capítulo del modo de producción esclavista, se obligado a referirse, en realidad, a
FI
cuatro formas políticas pre estatales: la polis griega, la República romana (esto es, en ambos casos,
aunque con evoluciones distintas, la infancia del modo de producción esclavista), las monarquías
helenísticas y el Imperio Romano. En ambos casos, también, evoluciones distintas del mismo modo de
producción; uno, la formación prematura de un sistema de “Estados nacionales”; dos, la formación de un
Imperio universal, que lleva a su máximo desarrollo y decadencia el modo de producción esclavista.
El modo de producción feudal es el más complejo de todos; se discute hasta su misma existencia y, a
veces, da la impresión de que su único objetivo en la historia haya sido servir de puente entre el modo
de producción esclavista y el modo de producción capitalista o, si se quiere, haber entrado en una crisis
prolongada en cuyos sobresaltos acabaría originándose el capitalismo. En realidad, el modo de
producción feudal cubre organizaciones políticas muy dispares, desde la monarquía merovingia,
pasando por el Imperio Romano-Germánico, las ciudades estado italianas y, según ciertos autores, el
propio Estado absoluto. Y ello si nos ceñimos al ámbito geográfico europeo-occidental, pues el asunto
se complica insospechadamente si se pretende incluir a las formas políticas de Europa oriental o
formaciones tan controvertidas como el feudalismo chino o japonés. El concepto de feudalismo, tan
impreciso como sugestivo, pretende cubrir tres vertientes explicativas: a) la económica, refiriéndose a
una forma especial de propiedad, cesión y arrendamiento de la tierra que origina el concepto básico de
renta feudal de la tierra, forma que toma la explotación señorial del trabajo servil; b) la social,
OM
Crick, en cambio, las clasifica del modo siguiente:
● Gobierno primitivo,
● Imperios antiguos,
● Ciudades griegas,
● República romana,
● Roma imperial,
● Despotismo oriental,
●
●
.C
Gobierno feudal,
El primitivo Estado moderno.
De esta manera, lo aquí expuesto permite comprender que no obstante el estado ser una construcción
DD
propia de la modernidad, previo a su aparición durante el renacimiento; la historia nos señala otras
formas de dominación y poder de base territorial.
-Del orden político medieval a la aparición del Estado Moderno: La nota más característica de las
relaciones de poder, en la Europa de la Edad Moderna, la constituye la disolución de la unidad del
LA
dentro de su territorio, contra el emperador y la Iglesia, en lo exterior, y con los poderes feudales
organizados en estamentos, en lo interior. Ciertamente que el pensamiento de la Edad Moderna
continúa, todavía, justificando el poder del príncipe, que entonces se había fortalecido
considerablemente, con argumentos ético-religiosos; junto a ellos aparece, con creciente fuerza, una
teoría de la política completamente secular. De manera especial, se emancipa el derecho natural de la
teología y ya no se le considera como un mandato divino, sino como interna necesidad de la razón. La
cuestión de las relaciones entre el poder espiritual y el temporal pasa a un segundo plano, y el problema
que se plantea entonces y que viene siendo, hasta hoy, el fundamental, tiene carácter político
inmanente, y es el de la disputa por el poder entre el soberano y el pueblo.
La división del poder político en la Edad Media no era, ciertamente, dualista sino más bien pluralista o,
mejor, como dice Hegel, una “poliarquía”. Casi todas las funciones que el Estado moderno reclama para
sí hallábanse entonces repartidas entre los más diversos depositarios: la Iglesia, el noble propietario de
tierras, los caballeros, las ciudades y otros privilegiados. Mediante el enfeudamiento, la hipoteca o la
concesión de inmunidades el poder central se vio privado, poco a poco, de casi todos los derechos de
superioridad, siendo trasladados a otros depositarios que, según nuestro punto de vista, tenían carácter
privado. Al soberano monárquico del Estado feudal le vienen a quedar finalmente sólo muy pocos
derechos inmediatos de dominación. En lo sustancial, no cabe ya prescindir de los servicios de los
OM
eficaz al nacimiento de una organización política firme y de un poder estatal independiente. La
disgregación política y las constantes luchas de los estamentos entre sí y contra el príncipe produjeron
una general intranquilidad y una terrible ausencia de derecho. “Una guerra general de todos contra
todos se originó en el interior de las naciones”.
La aparición del poder estatal monista se produjo según formas y etapas muy distintas en las diversas
naciones. Los orígenes propiamente dichos del Estado moderno y de las ideas que a él corresponden
hay que buscarlos, sin embargo, en las ciudades-repúblicas de la Italia septentrional en el
.C
Renacimiento. De Florencia era Nicolás Maquiavelo, cuyo Príncipe introduce en la literatura el término lo
stato para designar el nuevo status político, a la vez que analiza, de una manera sumamente viva, la
ragione di stato de la Edad Moderna. La nueva palabra “Estado” designa certeramente una cosa
DD
totalmente nueva porque, a partir del Renacimiento y en el continente europeo, las poliarquías, que
hasta entonces tenían un carácter impreciso en lo territorial y cuya coherencia era floja e intermitente, se
convierten en unidades de poder continuas y reciamente organizadas, con un solo ejército que era,
además, permanente, una única y competente jerarquía de funcionarios y un orden jurídico unitario,
imponiendo además a los súbditos el deber de obediencia con carácter general. A consecuencia de la
LA
tales como productos naturales, dinero, armas, caballos, edificios, etc. El feudatario cubría los gastos
del equipo militar para sí y sus vasallos y subordinados a expensas de los bienes de su feudo y,
asimismo, las costas y derechos que se pagaban por las funciones de superioridad que ejercía, y
singularmente por la jurisdicción, pasaban, en lo sustancial, a su peculio. La base de su poder era la
propiedad feudal que se había hecho hereditaria.
La evolución que se llevó a cabo, en el aspecto organizativo, hacia el Estado moderno, consistió en que
los medios reales de autoridad y administración, que eran posesión privada, se convierten en propiedad
pública y en que el poder de mando que se venía ejerciendo como un derecho del sujeto se expropia en
beneficio del príncipe absoluto primero y luego del Estado.
Mediante la creación de un ejército mercenario permanente, cuya existencia depende del pago de la
soldada, el señor se hace independiente del hecho aleatorio de la lealtad de sus feudatarios,
estableciendo así la unidad de poder del Estado en lo militar. Los gastos que imponía la nueva técnica
de las armas exigen la organización centralizada de la adquisición de los medios necesarios para la
guerra, lo cual suponía una reorganización de las finanzas. De este modo, la necesidad política de crear
ejércitos permanentes dio lugar en muchas partes a una transformación, en sentido burocrático, de la
administración de las finanzas. Gracias a ella las tropas feudales, intermitentes y ocasionales, con su
servicio inseguro y limitado, se ven sustituidas por una organización firme y continua del ejército cuyos
OM
conoció la distinción entre los gastos e ingresos públicos y los privados del señor, ni un patrimonio
independiente que perteneciera al territorio y al Estado. En el Estado moderno los gobernantes y los
miembros de la administración no tienen propiedad de los medios administrativos y están por completo
excluidos de todo aprovechamiento privado de las fuentes de impuestos y de las regalías. La
emancipación económica del poder estatal tiene su expresión en el hecho de que el patrimonio del
Estado, con todos los medios reales de la administración, no pertenece a nadie, ni al soberano ni al
funcionario. La dependencia político-económica del señor territorial respecto a los estamentos basada
.C
en parte en la descentralización y disgregación que eran una consecuencia de la economía natural, sólo
pudo ser superada gracias al desarrollo de la economía capitalista monetaria. Pues el desenvolvimiento
de la forma económica capitalista se ve acelerado por el hecho de que la concentración estatal de
DD
poder, sin proponérselo, actuaba de modo tendiente a tal resultado. Así la circulación del dinero se vio
estimulada por el establecimiento regular de tributos, y la producción de mercancías por el hecho de que
los grandes ejércitos mercenarios uniformados, con sus armas cada vez más tipificadas, creaban la
posibilidad de enormes ventas, en masa. Pero, además, en virtud de la política mercantilista que siguió
el Estado, se fomentó de modo consciente e intencionado el desarrollo capitalista a fin de fortalecer el
LA
poder político. La teoría del mercantilismo, desarrollada primeramente en Inglaterra en el siglo XVI pero
ya practicada allí un siglo antes, aspiraba a aumentar el poder del Estado, mediante el incremento de
los ingresos del monarca y, mediatamente, por la elevación de la capacidad impositiva del pueblo.
El Estado sólo podía independizarse como unidad de acción militar, económica y política bajo la forma
de una independización como unidad de decisión jurídica universal. La disgregación política del imperio
FI
y de los territorios había acarreado una extraordinaria disgregación jurídica y una intolerable inseguridad
en el derecho. La unificación general, para todo el territorio y regulada desde el centro, de toda la
actividad relevante para el poder del Estado requiere la existencia de un jus certum, válido para todo el
territorio del Estado. Un sistema de reglas unitario, cerrado y escrito, en el que, hasta donde sea
posible, toda regla particular se ordene —según criterios políticos y no solamente jurídicos—
sistemáticamente en la unidad del todo. Por otra parte, la colaboración de toda la jerarquía de
funcionarios, según el principio de la división de trabajo, hace precisa una ordenación jurídica racional y
planificada. Y, asimismo, la economía capitalista del dinero reclama, tanto para el derecho privado como
para la administración, la previsibilidad, extendida a un territorio lo más amplio posible, de un derecho
sistematizado. El derecho culto hizo preciso encomendar la justicia a funcionarios especializados,
formados en el derecho romano en las universidades del norte de Italia. Apareció así, en lugar de los
tribunales integrados por personas sin preparación, quienes en cada caso juzgaban, por lo regular,
según su sentido jurídico y los precedentes, una jurisdicción relativamente previsible, a cargo de una
clase especial de juristas que sentenciaban basándose en normas racionales. La codificación dispuesta
por el príncipe y la burocratización de la función de aplicar y ejecutar el derecho eliminaron, finalmente,
el derecho del más fuerte y el de desafío, e hicieron posible la concentración del ejercicio legítimo del
-Lo público y lo privado: La evolución que se llevó a cabo, en el aspecto organizativo, hacia el Estado
moderno, consistió en que los medios reales de autoridad y administración, que eran posesión privada,
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se convierten en propiedad pública y en que el poder de mando que se venía ejerciendo como un
derecho del sujeto se expropia en beneficio del príncipe absoluto primero y luego del Estado. El Estado
estamental tampoco conoció la distinción entre los gastos e ingresos públicos y los privados del señor,
ni un patrimonio independiente que perteneciera al territorio y al Estado. Los estamentos sostenían
como fundamental derecho suyo el estar libres de toda imposición, y las aportaciones que otorgaban al
señor territorial eran concesiones voluntarias y por una sola vez. Era, por ello, antes de nada
indispensable la constitución de un patrimonio del Estado y el aseguramiento de una tributación regular.
.C
En el Estado moderno los gobernantes y los miembros de la administración no tienen propiedad de los
medios administrativos y están por completo excluidos de todo aprovechamiento privado de las fuentes
de impuestos y de las regalías. La emancipación económica del poder estatal tiene su expresión en el
DD
hecho de que el patrimonio del Estado, con todos los medios reales de la administración, no pertenece a
nadie, ni al soberano ni al funcionario. Pero uno de los procesos más decisivos, entre los que integran la
evolución del Estado de la Edad Moderna, lo constituye el hecho de que el príncipe, pasando por alto
todos los privilegios, haya obligado, en las asambleas, a las corporaciones estamentales, muy
debilitadas ya desde mediados del siglo XV, a dar su aprobación al establecimiento de impuestos
LA
generales y aplicables a todos los súbditos, sin tener en cuenta su nacimiento ni el estamento a que
pertenecieran. Finalmente, hacia mediados del siglo XVI, los príncipes consiguen ya emancipar por
completo la base económica del poder estatal y establecen impuestos sin contar con la aprobación de
los estamentos. De modo acertado, aunque sea objetable la fecha, ha puesto de relieve Dahlmann la
extraordinaria importancia de este momento económico en el nacimiento del Estado moderno: “Lo que
FI
la vida había separado entre nosotros trataron de unirlo los impuestos en la segunda mitad de la Edad
Media; en ellos va implícita la idea de que, incluso en épocas de paz, se forma parte de un gran ente
común que a todos interesa y que nos impone sacrificios”.
-Estado y sociedad: Algunas perspectivas teóricas sostiene que la sociedad civil es el grupo humano
que habita o pertenece a un Estado, sin embargo esto no dice nada acerca de la realidad de ese grupo
humano, de sus especiales características de constitución, de la forma de relacionamiento entre
personas, es decir de lo que ésta es en realidad. Heller aspira a analizar la sociedad civil partiendo de la
realidad social concreta, por ello diferenciará la idea de sociedad civil de la sociedad civil que existe en
el mundo real.
El concepto de sociedad civil es un concepto histórico-político porque nace en un proceso histórico
político, definido en términos de su relación con el Estado. Para el autor hablar de la sociedad civil
implica desarrollar el proceso por el cual la sociedad se convierte en un concepto recíproco del Estado y
ocurre ligado a la forma económico capitalista que liquida a la sociedad estamental y allí aparece la
sociedad clasista, la sociedad burguesa, que es la primera manifestación de la sociedad civil y cuyo
contenido legitimador es su lucha por los ideales de libertad e igualdad.
OM
y libres, autodeterminados, responsables y autorregulados, normas básicas de una economía de cambio
que para su funcionamiento requiere un libre manejo de la propiedad privada y una previsión racional en
todos los aspectos. La crítica de Heller a los efectos del proceso económico capitalista surge de
verificar, lo que él designa como el proceso de destrucción de todas las conexiones vitales forjadoras del
ser del hombre, de los vínculos fundamentales entre los hombres. Así sostiene que la economía de
cambio incorporó a los hombres al proceso productivo (homo economicus) haciendo que abandonen
sus relaciones de comunidad y que se sometan a una lógica técnico-productiva. Estas ideas se
.C
convierten en ideología creando la ficción de una sociedad armónica, de personas libres e iguales que
viven en una sociedad equilibrada por las fuerzas naturales de un mercado autorregulado. Hacen de
esas ideas el principal enmascaramiento ideológico que encubre la sociedad civil real. Así Heller nos da
DD
su definición de sociedad real; la sociedad civil real es una sociedad de clases, cuya unión se mantiene
mediante el predominio de una de ellas para cuya subsistencia es, sin duda, necesario el mantenimiento
de la ideología de la libertad y de la igualdad.
Heller estima necesario distinguir la clase del estamento, ya que la sustitución de uno por otro implica un
profundo cambio en la historia europea. En su origen la clase, es decir el pueblo burgués, formó su
LA
poder revolucionario en nombre del todo. Pretendía ser el mismo todo y esto constituye la particularidad
de su conciencia de clase, lo que la distingue de la conciencia del estamento. El estamento no deja de
ser un grupo unido por sus intereses, sin vocación transformadora de lo social. Esto es lo que hace que
la burguesía sea la que posea ese poder de transformación en lo social, pero a su vez que lo convierta
en un grupo en incesante cambio ya que carece de carácter cerrado, a diferencia del estamento. Esto
FI
“sociedad civil”.
Para el pensamiento burgués abstracto-liberal, la sociedad, concebida de modo universal, según el
modelo del concepto hegeliano no dialéctico de la “sociedad civil”, es aquella esfera del libre juego
“natural” de las fuerzas iguales que el Estado deja en libertad e incluso considera como supuesto suyo.
En cambio, para el pensamiento socialista la sociedad es un concepto histórico concreto, absolutamente
dinámico dialéctico, porque, en cuanto sociedad de clases, contiene una buena dosis de opresión y
desigualdad sociales y aparece cargada por las tensiones de poder que entre la sociedad y el Estado
engendran hoy las exigencias de libertad e igualdad del proletariado.
Una teoría del Estado que quiera responder a los puntos de vista de la ciencia de lo real ha de concebir
el Estado partiendo del conjunto de la realidad histórico-concreta de la sociedad. El espíritu y la forma
de esta sociedad civil real sólo podrán comprenderse cabalmente si se les investiga sobre la base de su
evolución desde el Renacimiento y la Reforma. En los tres siglos que corren hasta la Revolución
OM
en lo posible, de todas las relaciones y, en modo muy especial, de las político-jurídicas. La posibilidad
de realizar previsiones formales se debe a la economía del dinero. En estas relaciones de cambio, que
la economía del dinero hace calculables, entran todos los productos y medios de producción y, por
consiguiente, también las actividades corporales y espirituales del hombre. El productor sólo puede
utilizar su producción en virtud del cambio indirecto que el dinero hace posible. El producto del trabajo
no tiene para su productor otro destino que el de cambiarse, convirtiéndose en mercancía. Según la
idea o, mejor, la ideología, la conexión de la sociedad económica capitalista surge como consecuencia
.C
de los contratos libres entre individuos soberanos, como un grupo de carácter final, determinado
exactamente en cuanto a su contenido y para un cierto tiempo. La sociedad viene a ser algo así como el
sedimento que se produce “por sí mismo” al realizarse todos los contratos particulares. La única norma
DD
que se reconoce es el interés individual egoísta, la única ordenación la del mercado, que surge del libre
juego conjunto de los intereses particulares. La economía de cambio, cuando alcanza un nivel elevado,
acarrea necesariamente la destrucción en círculos humanos cada vez más amplios, de todas las
conexiones vitales forjadoras del ser del hombre, de naturaleza irracional, sentimental y tradicional.
Millones de “fuerzas de trabajo” abandonan los órdenes firmemente estructurados de la familia y de las
LA
comerciante, la libre concurrencia, asentada en una mera relación de do ut des, no puede verse trabada
por normas o formas de comunidad tradicionales y extraeconómicas. Quien, en la lucha económica
capitalista, se muestre sensible a tales motivos no económicos, ya sean de naturaleza social, moral e
incluso política, lleva camino de ser aplastado. La idea del libre juego de las fuerzas auto responsables,
la del equilibrio armónico de intereses mediante el mercado libre y la de la constitución no coactiva del
todo social por la automática ordenación del mercado, todas estas ideas, decimos, en cuanto se
proyectan sobre la organización del Estado y de la sociedad, no son más que estupendos disfraces que
encubren una situación casi completamente opuesta a lo que aparentan, ideologías justificadoras que,
aunque no lo tengan como un fin consciente, cumplen, sin embargo, la función de tranquilizar la
conciencia de la sociedad burguesa. Pues en la sociedad civil real no existe ningún libre mercado de
cambio, ni competencia libre, ni autorresponsabilidad y autodeterminación libres y, sobre todo, no se
conoce la formación no autoritaria del todo social mediante el juego libre e igual de las fuerzas. La
sociedad civil real es una sociedad de clases cuya unión se mantiene mediante el predominio de una de
ellas, para cuya subsistencia es, sin duda, necesario el mantenimiento de la ideología de la libertad y de
la igualdad. La sociedad capitalista de clases no se caracteriza, como se dice, por el hecho de que en
ella el “débil” Estado se abstenga de intervenir en la vida económica. Pues se trata justamente del
Estado que despliega a la vez, en la época clásica del imperialismo, una potencia hasta entonces
OM
casi exclusivamente en la desigualdad económica, afianzada por la herencia. La clase no tiene el
carácter cerrado del estamento. En este sentido es exacto decir que suele producirse un intercambio de
personas entre las clases sociales, intercambio que “en la sucesión de las generaciones es fácil y suele
ocurrir de un modo típico.
UNIDAD 6
.C
Las condiciones del Estado: Heller aborda, aquí, lo que otros autores consideran bajo la denominación
de elementos del Estado. Heller llama condiciones a lo que denominan elementos. Heller no enfoca el
tema como elementos del estado, es decir, como aquello que debe estar para conformar al Estado como
DD
tal. Más bien el autor realiza un enfoque centrado sobre el análisis de aquellas condiciones naturales y
culturales que son objeto de debate teórico por la ciencia y por la opinión pública. Incluye dentro de
estas condiciones naturales y culturales al;
● territorio
● pueblo
LA
● derecho
● división económica de clases
● opinión pública
Heller sostiene que una teoría del Estado debe ser el conocimiento del Estado, según su propia
estructura y nunca una derivación de algún elemento en particular. Ni la existencia misma del Estado ni
FI
su carácter de unidad de acción y decisión, pueden derivarse de la raza, ni de características del pueblo
que lo conforma, ni de sus condiciones geográficas, ni de su derecho. Es indudable que una condición
natural como las características geográficas de un Estado, si bien sí son importantes para coadyuvar su
unidad, pero Heller niega que pueda derivarse de una relación causal entre una condición natural o
cultural y la unidad del Estado. Así sostiene que lo natural interviene en la construcción de una unidad
estatal de manera indirecta a través de la acción del hombre. Heller se ocupa de las múltiples
condiciones naturales y culturales de la unidad estatal, pero lo hace con el objetivo de analizar cómo
estas condiciones pueden ser obstáculos o alientos pero nunca determinantes de la unidad del Estado.
-Territorio: Heller plantea la importancia que tiene el territorio como factor coadyuvante de la unidad
estatal. Pretende refutar disciplinas como la geopolítica, que le asignan a esta condición natural el valor
de ser determinante de la unidad estatal. El valor que tenga una condición natural para el Estado
dependerá de cómo la capitalicen políticamente los hombres y mujeres dentro del Estado. Un territorio
amplio, por ejemplo, no define de por sí una ventaja política, sino en la medida en que sea aprovechado
como tal. La tierra no es nunca un factor político, sino que es sólo una condición de la actividad política
de la población que sigue sus leyes propias y puede influir sobre su territorio, a la vez, que de acuerdo
con sus fines políticos, transformarlo en gran medida. El autor no niega la importancia del territorio para
el Estado, el problema surge cuando al aparecer la geopolítica durante la PGM, esta pretende
OM
hecho de que las leyes del Estado tengan validez territorial y no personal.
-Fronteras; las fronteras naturales, son un elemento absolutamente artificial, establecido por política
para dividir aquello que los hombres deciden.
-Estructura del suelo; Heller le asigna importancia geopolítica al clima en tanto afecte las posibilidades
de desarrollo de la economía y así influya en la vida del Estado. La riqueza del suelo puede ser tanto
una ventaja como un obstáculo para el Estado, depende de cómo sean explotados económicamente.
Tenemos el caso de Argentina con grandes extensiones de tierra fértil y que no implican de por sí
grandeza económica.
.C
En conclusión Heller considera al valor del territorio como una variable subordinada a factores
socioculturales por ello pone el acento en el actuar humano como factor decisivo para asignar valor al
DD
territorio, afirmando así que no hay dependencia unicausal de la unidad del Estado de ninguna
condición geográfica.
-Población: En este tema Heller aborda el elemento pueblo del Estado, analizando en qué medida las
características de este grupo humano pueden incidir en la conformación de la unidad estatal. Existe una
LA
variada gama de concepciones acerca de lo que significa la palabra pueblo, por ello Heller, plantea la
necesidad de despejar los sentidos con los que es usado el término, para luego discutir el valor del
humano para coadyuvar a la unidad estatal.
-El carácter natural del pueblo: Las concepciones naturalistas de la época trabajan con un concepto de
pueblo en sentido natural, en el sentido de raza. Según ésta los hombres tendríamos una conducta
FI
política producto de la herencia racial, dependiendo así la grandeza del Estado del tipo natural que
posee el grupo humano y esto sería el pueblo del Estado. Esta antropología política naturalista parte de
afirmar una correspondencia entre los caracteres físicos y un alma racial especial que originaría
determinados contenidos mentales y modos de acción política. Heller busca demoler estas políticas
atacando la supuesta cientificidad en que esta concepción se basa. Cuestiona así su concepto primario,
la raza, por considerar que no es un concepto científico, en tanto no pueden sus teóricos, ni siquiera
llegar a dar un concepto unánime de raza. En segundo lugar, carecen de métodos científicos de
comprobación de sus hipótesis. De allí que no pueden demostrar esa supuesta relación causal entre un
modo corporal heredado y una forma de ser o actuar que tenga incidencia política. En tal sentido, esta
clase dominadora se considera como superior destinada por la naturaleza para mandar, en tanto que el
enemigo liberal o socialista es considerado miembro de la raza que se estima inferior.
-El carácter cultural del pueblo: Aquí Heller intenta rescatar la autonomía del concepto de Estado frente
a su absorción por parte de los conceptos de pueblo y de nación que viene realizando la teoría. El autor
aborda 2 perspectivas en la explicación de la conformación de un pueblo; aquellas que absolutizan los
elementos objetivos que unirían al grupo humano, como el hecho de pertenecer a una comunidad
originaria, tener una religión en común, idioma, derecho, etc. Luego están las perspectivas que ponen el
OM
transformarse en una conexión de voluntad política. Se trata de un esfuerzo de aunar voluntades con un
fin político determinado que no necesariamente debe ser el de formar un Estado nuevo sino que puede
tratarse de una minoría que se organiza para el reconocimiento político de alguna de sus esfera de
actividades. Heller estima necesario aclarar diferencias conceptuales entre pueblo, nación y Estado.
Heller considera que poner como condición del Estado a la existencia del pueblo es una consecuencia
lógica de la concepción metafísica de pueblo que se fue solidificando con el correr del tiempo pero que
no deja de ser otra ficción que desconoce la fuerza integradora del Estado, el que es capaz de convertir
.C
varios pueblos en uno sólo. Heller rescata la autonomía del Estado ya que la unidad del Estado no
depende de la unidad previa del pueblo. Es claro que cuanto más fuerte sea el contenido de voluntad
política común, menor será el esfuerzo del Estado por lograrlo.
DD
-Poder del Estado: En toda organización hay que distinguir la cuestión del poder objetivo de la
organización de la del poder subjetivo sobre la organización y la del poder subjetivo en la organización.
El poder de la organización es la capacidad de acción del todo, según su volumen y contenido, en
cuanto acción que se desarrolla hacia dentro y hacia fuera por la organización combinada de todos los
LA
miembros de la organización. Este poder objetivo puede medirse objetivamente hasta cierto punto, pero
no cabe localizarlo en ningún miembro particular de la organización, de modo que como sujeto sólo se
puede considerar a la organización en su totalidad. La totalidad del poder objetivo de la organización no
puede ser localizada en ningún miembro de la organización por la razón de que para que una
organización permanente e importante disponga de poder, precisa de una permanente división de
FI
poderes, es decir de competencias, con el objeto de combinar las actividades y por tanto de una división
del poder de la organización entre diversos depositarios de poder aunque ordenados jerárquicamente.
Como, por este motivo, la capacidad de acción del todo no está nunca a la libre disposición de un único
sujeto de poder, como existen siempre limitaciones del poder de cada uno de sus depositarios por otros
y no se da una omnipotencia social absoluta, sólo puede atribuirse, en último término, el poder objetivo
OM
que significa que es, dentro de su territorio, poder supremo, exclusivo, irresistible y sustantivo. La
soberanía del Estado significa, pues, la soberanía de la organización estatal como poder de ordenación
territorial supremo y exclusivo. El Estado, como organización territorial soberana, es creador supremo
de las normas y tiene el monopolio del poder de coacción física legítima, la ultima ratio de todo poder.
-Estado y gobierno:
DERECHO
.C
-Ordenaciones sociales: dentro del análisis de las formas sociales, Heller incursiona en el estudio de un
grupo social toda vez que en ello aparece como central el establecimiento de de ordenaciones sociales
DD
o modos de conducta como categorías que contribuyen a la permanencia de la convivencia humana.
Heller distingue entre las ordenaciones sociales;
-A las meras regularidades de hecho: como simples reiteraciones que no parecen exigidas por nadie ya
que no tienen validez normativa para la conciencia. El hombre las sigue por imitación, son no coactivas.
Max Weber las llama usos y costumbres de largo arraigo.
LA
-Las ordenaciones sociales normativas o de valor: como representaciones conductoras del obrar son
concebidas por la conciencia como obligatorias o ejemplares. Aparecen como exigidas por nosotros
mismos o por otros. Formulan pretensiones de legitimidad reclamando nuestra observancia. Son
ejemplos de ellas los convencionalismos sociales y el derecho. El hombre adquiere la condición de ser
social en virtud de esas representaciones normativas precisamente. Aquí podemos encontrar a 2 tipos
FI
de ordenaciones;
1. Absolutas, les interesa y abordan la integralidad de la realidad, no interesa sólo la conducta
exterior sino que se preocupa por la intención. Aquí encontramos a la religión. Abordan a la persona
como unidad. Hay diferentes autoridades que regulan estas ordenaciones.
2. Ordenaciones sociales propiamente dichas, se interesan por las acciones que generan un
cambio en la realidad. Por ejemplo el derecho positivo, donde el Estado tiene el monopolio de creación y
control del derecho. La diferencia con el anterior es la autoridad a la que se le atribuye el
establecimiento de la norma. Las normas de intención son referidas a Dios, la razón o la conciencia,
mientras que las sociales son imputables al Estado, autoridad encargada de crear las normas y
controlar su cumplimiento. No es la coacción física lo que los diferencia, ya que es una nota de toda
ordenación normativa social. Pero sí el hecho de que el derecho positivo encuentra a su disposición una
organización especial, a cuyos órganos les cabe la misión de garantizar el nacimiento y mantenimiento
del derecho, se trata entonces, de una coacción física asegurada a través de su monopolización estatal.
-El derecho positivo y el Estado: El derecho se convirtió en una de las condiciones esenciales del
Estado, a tal punto que en la actualidad no puede haber Estado sin derecho ni derecho por fuera del
Estado. El derecho en relación a las otras condiciones del Estado, se encuentra en otro nivel en tanto
OM
su inobservancia, le traerá perjuicios de carácter sociales, económicos, etc.
● El aseguramiento interno o subjetivo, se da en la medida en que el sujeto se siente vinculado a
la ordenación en conciencia, ya que la norma que obedece está adscrita a criterios que él tiene por
justos y nobles. Esta norma representa una fuerza moral. Las garantías de carácter interno entenderán
una predisposición a la aceptación de la ordenación más estable que el cálculo en una situación de
intereses.
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-Fin del Estado: El fin del Estado equivale a la función social, es decir al sentido que éste cobra dentro
del marco de una totalidad real, a partir de la función primordial que se le asigna en un esquema
político-social y que depende de una situación natural y cultural dada.
DD
Los hombres, los grupos de voluntad causan al Estado, es decir que la voluntad de esos hombres
motiva a otros a hacer nacer el Estado, pero dice Heller, que los fines que subjetivamente tienen esos
hombres son distintos al fin del Estado. El estado, originado en esos seres de voluntad que lo causan,
se desprende de ellos y adquiere vida autónoma, así se independiza y proyecta su acción respecto de
los seres de voluntad que lo han causado. En cuanto a qué es lo que hace el Estado, cuál es su fin y
LA
función social, entendemos que el Estado se dirige a activar autónomamente la cooperación social
territorial, vale decir, tiende a organizar a unos seres de voluntad en un territorio de manera autónoma y
soberana, es actuación y organización de la cooperación social territorial, es organizar la oposición de
intereses sobre la base de una voluntad común. Si consigue organizar y poner en actividad, como poder
autónomo, la cooperación social en el territorio, nos hallamos ya antes un sujeto del más alto poder
FI
territorial, ante un Estado. Así tenemos a la función social del Estado, organizar a los miembros de un
grupo con un poder que surge del mismo grupo, por efecto de las necesidades del mismo grupo y de la
situación que se da. La función del Estado, consiste en la organización y activación autónomas de la
cooperación social-territorial fundada en la necesidad histórica de un status vivendi común que armonice
todas las oposiciones de intereses dentro de una zona geográfica.
-Función política: Lo político excede lo estatal, porque se hace política por parte de grupos políticos,
dentro de los Estado, entre Estados, sobre los Estados pero además se habla de política eclesiástica,
gremial, económica, etc. Lo que tienen en común todas esas formas de política es que despliegan poder
social organizado, es decir, que hay un poder que establece y asegura el orden, que ordena al grupo y
que en caso de que algún integrante del mismo transgreda la norma, se aplicará una sanción. Heller
sostiene que se califica de política sólo al poder que en el Estado dirige o conduce, no al que ejecuta,
entonces se considera depositario del poder político únicamente al que puede cambiar esencialmente la
división de poder estatal, en lo interno o externo sobre la base de decisiones autónomas. No vale como
política a la actividad de órganos estatales subordinados que se realiza conforme a normas
preestablecidas. Los organismos del Estado capaces de producir un cambio en la distribución de las
fuerzas estatales son los encargados de la política estatal, es decir son los depositarios del poder
político. Heller expone que en el marco de un estado de derecho con división de poderes, el Poder
-Justificación del Estado: Recordemos que Heller define al fin del Estado en un sentido objetivo, es decir
su función social entendida como el logro de la cooperación social territorial. Ahora surge la reflexión
sobre el modo, sobre cómo el Estado operacionaliza dicho fin. Para llevar adelante el cómo lograr la
cooperación social territorial, la organización estatal cuenta con una ordenación que se establece para
lograr una conexión de acción. Heller aclara que el Estado no puede sostenerse tan sólo por la coacción
OM
que caracteriza su ordenación sino por otros múltiples factores que operan a nivel de la necesidad de la
adhesión de la sociedad a los actos estatales. ¿Es legítima la pretensión del Estado de seguir
manteniéndose como institución gracias a los sacrificios personales y patrimoniales que hace la
sociedad? Al respecto Heller es determinante; el Estado sólo puede justificar su existencia en cuanto
asegure un derecho justo, derecho dotado de una gran carga valorativa que es la fuente primaria de su
legitimidad como institución. La justificación entonces sólo puede ser moral, contando el Estado con
legitimidad moral en tanto obligue a los individuos a partir de un derecho que la comunidad social
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acepta, en gran medida, como acorde a los juicios de su conciencia moral. La concepción helleriana de
la justificación del Estado a partir del derecho, es coherente con la relación que establece el autor entre
Estado y derecho, comprendiendo el último como una de las condiciones claves de la organización
DD
estatal. El derecho es la manifestación necesaria del Estado en tanto es imprescindible unificar y prever
conductas, pero el derecho es también la manifestación éticamente necesaria del Estado, entrando así
en el ámbito de la legitimidad del Estado.
-Niveles y tipos de legitimidad: Heller diferencia 2 niveles de legitimidad, que están dialécticamente
unidos ya que responden a su idea del carácter dialéctico de la formación conceptual en la Teoría del
LA
Estado.
● Legitimidad del Estado o su justificación; el estado justifica su existencia como institución en
tanto representa la organización necesaria para asegurar el derecho justo.
● Legitimación social de la autoridad o justificación del poder; esta noción hace referencia a la
adhesión de la sociedad. Esta autoridad será legítima en la medida que asegure y efectivice el derecho
FI
justo, es decir en la medida que aplique un derecho positivo basado en principios éticos-jurídicos. La
autoridad de aquellos que tienen el poder en el Estado se encuentra justificada en tanto vale como
autoridad legítima que obliga moralmente a la voluntad.
-El Estado de derecho y el estado de derecho liberal: El Estado de derecho puede ser abordado desde
dos perspectivas; desde una estrictamente jurídica y entonces nos referiremos a la dimensión del
Estado sometido al derecho en tanto su actividad y poder vienen regulados y controlados por la ley, en
contraposición a cualquier form a de Estado absoluto que se caracterice por el ejercicio de poder
ilimitado. Desde este sentido se refiere a todos los aspectos vinculados a un Estado ordenado en base a
normas jurídicas que integran un sistema completo y de las cuales la fundamental es la Constitución
que obliga al Estado y por la cual se autolimita. El concepto que más nos interesa a la teoría política es
el segundo, el que podríamos llamar histórico, centrado en la interpretación de cómo se dio
históricamente el fenómeno del Estado de derecho, atendiendo a su génesis y al desarrollo en el
tiempo, estudiando la interacción de las múltiples variables que lo configuran: sociales, políticas,
económicas, jurídicas y culturales. El Estado de derecho, producto de una larga historia , implicó
fundamentalmente una lucha contra el absolutismo monárquico y la concreción de una serie de
principios legales que marcaron un modo de ser estatal que caracterizó a la mayoría de los Estados
OM
derecho, es decir expresión jurídica del liberalismo (Díaz, 1983). Pero el Estado de derecho no debe
identificarse con el Estado liberal, ésta es una modalidad de aquél pero no lo agota. Verdú (1975)
sostiene que para hablar de Estado de derecho no es preciso que éste mantenga una ideología política
determinada, basta que el Estado se limite, y esta limitación puede ser variada. Así, el Estado de
derecho es un marco que nos permite abordar las diferentes modalidades que fue adquiriendo en la
historia.
.C
-Delimitación histórica: Hablamos de estado liberal como una forma estatal que implica una síntesis de
múltiples sentidos históricos, políticos, sociales y económicos que impregnan un siglo. La característica
más abarcadora del Estado de derecho era el imperio de la ley, el que estaba destinado a realizarse en
DD
2 ámbitos fundamentales; en el Estado y en la sociedad, a partir del establecimiento de una técnica de
vinculación jurídica del Estado al ordenamiento jurídico y del reconocimiento de derechos
fundamentales del hombre. Ambos elementos quieren modalidades específicas en razón del contexto
histórico e ideológico en el que nacen y se aplican.
-Antecedentes de la limitación del poder y de los derechos del individuo como base del Estado de
LA
derecho: una de las principales problemáticas de la modernidad fue la de distinguir a través de las leyes,
el poder despótico de la dominación legítima o legal. Este imperio de la ley, postulado del estado de
derecho, encuentra importantes antecedentes. Bobbio (1990) sostiene que aun en épocas de la
modernidad, los teóricos del absolutismo monárquico, como por ejemplo Bodin, no dejan de reconocer a
la ley por sobre el rey. Y esto aun cuando existiera la tesis opuesta; «el príncipe está exento de las
FI
leyes», que incluso estaba codificada en el Digesto; pero este pasaje nunca fue considerado en
contraste con la supremacía de la ley. El nudo del problema, aun para los absolutistas, era presentar al
poder del soberano como un poder autorizado, regulado, ya sea por una norma superior, de origen
divino, ley natural o por leyes positivas, pero nunca como un poder desnudo, como simple poder de
hecho. Cuestión ésta, que encuentra su formalización en el Estado de derecho, ya que allí se
establecen los recursos jurídicos que delimitan la acción y el poder del gobierno. Se habla, finalmente,
de un sistem a jurídico asentado sobre el principio de la responsabilidad no religiosa o sólo moral, sino
política y jurídica de los órganos de gobierno.
-Afirmación del Estado de derecho: las características que configuran el Estado de derecho implica una
larga lucha que hinca sus raíces en la antigüedad pero diremos que el estado de derecho es un triunfo
del mundo moderno y que se institucionalizó de modo coherente tral la Revolución Francesa en los
estados liberales del siglo pasado. Esta revolución de la burguesía marca el fin del ciclo absolutista y el
principio de los regímenes liberales, así como desde el punto de vista social , establece el paso de la
sociedad estamental a la clasista. Así en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano
se establecen los principios sobre los cuales se asienta todo Estado de derecho; “la sociedad en que la
garantía de los derechos no está asegurada ni la separación de poderes determinada, carece de
Constitución”. Es decir que hacen falta condiciones para que se configure el Estado de derecho;
OM
Supuestos político-ideológicos
-Derechos del hombre: el presupuesto filosófico del estado liberal es la doctrina de los derechos del
hombre, entendido como aquellos que todos los hombres tienen por naturaleza. Este iusnaturalismo
racionalista es una doctrina que afirma la existencia de leyes independientes del hombre y por lo tanto
anteriores a la existencia de cualquier grupo humano, leyes que son cognoscibles por la razón y de las
que derivan derechos y deberes tan naturales como esta ley. Con este iusnaturalismo que asegura los
derechos fundamentales, debemos mencionar al contractualismo social que es la expresión política del
.C
racionalismo. Locke, Hobbes y Rousseau son contractualistas. Es una forma de fundar racionalmente al
Estado y a la sociedad, alejándose de las fundamentaciones supra empíricas de la Edad Media. Se
estructura sobre la base la existencia de un estado natural presocial del cual las hombres salen por
DD
propia voluntad, para constituir el grupo social y el Estado por medio de un contrato social. A pesar de
las distintas modalidades que adquiere el contrato social según los autores, el hecho es que este
contractualismo presupone la afirmación de que el ejercicio del poder político es legítimo, sólo si se
basa en el consenso de las personas. Por lo tanto es un acuerdo entre quienes deciden someterse a un
poder superior y con las personas a quienes este poder es confiado, lo que significa que las personas
LA
tienen derechos que no dependen de la institución, y que el soberano tiene como función principal
permitir el desarrollo de esos derechos.
-División de poderes: la separación de poderes debe entenderse como la garantía adecuada para
instrumentar el imperio de la ley y la libertad. El modelo de división de poderes respondía a una
organización de división del trabajo estatal, en razón de que a cada órgano le correspondía una función
FI
acorde a su estructura. Esto suponía la independencia de los poderes en tanto cada uno de ellos se
asentaba sobre una realidad social autónoma, que implicaba la autonomía de sus portadores. El
Ejecutivo se localizaba en el monarca; el Legislativo estaba dividido en dos Cámaras, representando a
la nobleza y a la burguesía, y el Judicial, si bien no tenía presencia permanente, era investido en
realidad por el estamento de toga. Respecto del Poder Judicial no existe un estudio acabado sobre sus
funciones, e incluso en Locke este poder no aparece. Montesquieu, en Francia, también le otorga un
lugar secundario al Poder Judicial en su teoría de la división de poderes, ya que en consonancia con el
racionalismo imperante, la ley es entendida como formulación abstracta que contiene en sí todas las
hipótesis posibles, que de hecho puedan surgir. De este modo, si la ley ofrece la solución a cada
conflicto, se comprende que Montesquieu nos diga que «el juez es sólo la boca que pronuncia las
palabras de la ley». A través del sistema de contrapeso entre los poderes, se aseguraba la
predominancia del órgano representativo, el Parlamento, verdadero ejecutor del principio de la
soberanía popular y órgano protagonista del siglo XIX. El poder legislativo del Parlamento no nace sólo
como generador de leyes, sino como órgano de contrapeso político para quitarle al monarca la facultad
legislativa.
-Valores fundantes del modelo: los valores que estaban destinados a asegurar el orden jurídico eran los
derechos individuales; la seguridad jurídica, la igualdad de los hombres frente a la ley, la libertad, la
OM
competitiva es la fuente del máximo bien público, con lo que se destruye el postulado de toda la edad
media; la desconfianza hacia la persona dedicada a enriquecerse. De Smith proviene la adhesión a la
competencia como principio de todas las sociedades capitalistas, suponiéndose que puede garantizar el
mejor funcionamiento de la economía. En ese marco, la función que el autor le asigna al Estado, era
también restrictiva; éste debía asegurar la libertad del comercio interior, la gestión de la defensa común,
la administración de la justicia y la construcción de de las obras públicas necesarias. El mercado es
presentado como un ámbito natural en el que juegan libremente la oferta y la demanda, de allí que la
.C
economía tiene, supuestamente, un orden autorregulado, y equilibrado. Consecuentemente con la idea
liberal de hombre, a ese mercado concurren individuos libres que pretenden maximizar racionalmente
sus intereses y que operan en condiciones de igualdad. El mercado es un principio organizativo, ya que
DD
se estima que libre de obstáculos distribuye recursos, honores, autoridad, bienes y servicios mediante
un proceso espontáneo. Sin embargo, en el marco de la economía capitalista, se genera el
«individualismo de posesión». El punto de partida es el individuo y la sociedad es construida a partir del
sistema de mercado, donde los individuos persiguen sus intereses particulares y la comunidad política
es el instrumento para la protección de las condiciones externas del libre comercio de mercado, en
LA
particular para la protección de la propiedad. En este contexto la libertad económica sirve a las
pretensiones individuales basadas en el derecho natural, considerándose que otras fundamentaciones
éticas eran dañinas para la comunidad.
Kriele (1980) analiza críticamente este proceso, y sostiene que el liberalismo como movimiento
perseguía dos objetivos: el Estado de derecho constitucional y la economía de mercado. Por ello se
FI
ciertos derechos, en especial de la propiedad. Pero los derechos fundamentales, si bien favorecen a la
economía de mercado pueden ser pervertidos cuando funcionan al servicio de la economía de mercado.
Esto es así, porque en el Estado constitucional no hay protección de derechos fundamentales para un
sistema económico, sino que hay libertades personales que pueden ser positivas para el hombre
económico, y son por eso relevantes para la economía de mercado. Así el Estado de derecho
constitucional debería proteger la libertad personal en nombre de la dignidad humana no en nombre de
la economía de mercado. Por eso la economía de mercado corrompida por el individualismo de
posesión, corrompe a su vez al Estado de derecho constitucional.
-La sociedad civil según el liberalismo: Cambia absolutamente el planteo de la relación sociedad-Estado
tal como se venía sosteniendo en la Antigüedad. Ahora la sociedad no es entendida como algo natural
sino como un cuerpo artificial creado por los sujetos para la satisfacción de sus necesidades y esto en el
-Estado, sus funciones en relación a la sociedad civil: Todo lo antedicho permite hablar de un modelo de
OM
Estado, un Estado que, según la teoría de los autores del liberalismo, debía ser mínimo, sólo debía
intervenir en la vida social y en el mercado, para asegurar las mínimas condiciones para que la sociedad
y la economía actuarán de acuerdo a su propio orden; que era el orden de la autorregulación propio de
la lógica racionalista, y que coincidía con la lógica de la autorregulación del mercado. Así el Estado se
presentaba como un árbitro neutral de fuerzas autorreguladas, pero en la práctica, el Estado intervenía
constantemente manteniendo un esquema de libertades y regulaciones a favor de la clase burguesa.
Entonces, era un Estado abstencionista, gendarme en la teoría e interventor en la práctica.
.C
Racionalmente, el Estado es justificado como el resultado de un acuerdo entre individuos en principio
libres que acuerdan en el establecimiento de relaciones estrictamente necesarias para garantizar una
convivencia duradera y pacífica. Frecuentemente se identifica la concepción del Estado del liberalismo
DD
con la noción de Estado «mínimo», pero este concepto de Estado «mínimo» no presupone un Estado
débil, por el contrario, el cambio fundamental que aparejó la estructura estatal en el siglo XIX fue la
constitución de su fortaleza. Todo Estado ha tenido el control sobre los medios de coerción. En
comparación con otros sistemas de gobierno, el Estado del siglo XIX construye este aspecto mediante
el fortalecimiento de su monopolio de la coerción legítima, haciéndola técnicamente más sofisticada
LA
pero no menos sólida. La coerción legítima se convierte en un aspecto del gobierno menos difuso,
penetrante y visible y más controlado y especializado. Así, los militares y la policía están directamente
encargados de la coerción, pero las decisiones acerca de su organización y funcionamiento y sobre su
despliegue, se confieren a órganos tales como el Legislativo y el Ejecutivo. Los derechos públicos
reconocidos hacen posible el disenso organizado, y la eliminación constitucional de algunas cuestiones
FI
de la arena política, en particular las religiosas. Los órganos legislativos, que cumplen las funciones más
relevantes constituyen ámbitos de discusión, con reglas formales y precisas para ordenar los debates,
aunque sólo participan en ellos profesionales, empresarios y demás miembros de la burguesía.
a un gremio libre o pago de impuestos de cierto monto. Los no propietarios, los asalariados y los
mendigos, así como las mujeres y los menores, estaban excluidos. Sólo el jefe de familia propietario era
considerado libre, y por lo tanto capaz de participar en las elecciones; los demás eran considerados
dependientes. Pero las leyes afectan a todos y no sólo a los jefes de familia propietarios. El argumento
principal a favor del sufragio universal era que todo aquel a quien afectase la ley debía tomar parte en la
decisión; y esto estaba articulado a principios de derecho natural. El más profundo y decisivo argumento
contra la extensión del voto era la protección de propietarios y contribuyentes frente al derecho a legislar
de los no propietarios y los no contribuyentes. El peor temor era que los pobres podían establecer una
dictadura como en el pasado había sucedido en Roma. Pero más allá de estas exageraciones, el núcleo
racional de la inquietud consistía en la expectativa de una redistribución que pudiera afectar las
condiciones necesarias para la producción y el comercio (Kriele, 1980). Es decir, se desconfiaba de la
estabilidad del juicio político de aquellos que no eran económicamente libres e independientes, y en el
OM
LA LEY; La ley era entendida como una formulación racional correspondiente a un orden natural de las
cosas, que es asequible al entendimiento y fundamentalmente destinada a asegurar la
libertad. Las leyes eran pocas y fundamentales, no profusas como podría pensarse por la
predominancia que adquiere el Parlamento durante el siglo XIX. La ley significaba la manifestación de la
voluntad popular, al mejor estilo de Rousseau, expresada por los representantes del pueblo. En un
primer momento, claro que significaba la expresión de la voluntad de la burguesía, pero no es menos
cierto que la mediación del Parlamento también era fruto del pensamiento racionalista. La articulación
.C
del Estado moderno con el derecho es relevante y estrecha. Ya no se lo concibe como un conjunto de
reglas consuetudinarias, desarrolladas tradicionalmente como prerrogativas o inmunidades tradicionales
sostenidas corporativamente; tampoco como la expresión de principios de justicia que se basan en la
DD
voluntad de Dios o los dictados de la «Naturaleza», a los cuales simplemente se espera que el Estado
ajuste su orden jurídico. A diferencia de todo esto, el Estado de derecho está constituido por un conjunto
de leyes con validez y vigencia. Es un derecho positivo, confirmado y validado por él mismo en ejercicio
de su soberanía, que implica decisiones públicas, documentadas y promulgadas. Dentro del sistema de
gobierno el derecho es el modo habitual de su expresión, su lenguaje mismo, el medio esencial de su
LA
actividad. El Estado está constituido y funciona como una organización formal; dentro de él, los
individuos y sus decisiones representan y actualizan las Competencias y facultades de órganos y
cargos. A estos fines se requiere la sanción de normas generales que establezcan y regulen dichas
competencias y facultades. Así, el Estado se preocupa constantemente por la coordinación y dirección
de sus propios actos a través de ese tipo de mecanismos. Como efecto de este proceso se produce la
FI
sanción de un vasto cuerpo de derecho público. Siguiendo a Heller el derecho es técnicamente (no
políticamente) la forma más acabada de dominación, ya que hace posible, específicamente y a largo
plazo, la más precisa y efectiva orientación y ordenamiento de la actividad política y el cálculo y la
imputación más seguros de la conducta que constituye y actualiza el poder del Estado. El ciudadano
está sometido al poder del Estado, pero de manera limitada, y posee la garantía de sus derechos frente
-Constitucionalismo liberal: Se designa así al movimiento filosófico-histórico y político de los siglos XVIII
y XIX tendiente a delimitar las relaciones entre el hombre y el Estado, sus derechos y obligaciones
recíprocas y a fijarlas en un documento escrito que asegurar su vigencia por medio de las adecuadas
garantías. El constitucionalismo tuvo varias etapas.
-La génesis del constitucionalismo liberal: los primeros textos que marcan una cierta protección de
derechos considerados como fundamentales son las cartas o fueros de la Edad Media, que constituyen
concesiones otorgadas por los soberanos a determinados grupos o personas, emanadas de los
monarcas sin que haya intervención legislativa del pueblo, y que tienen como destinatarios a los
hombres libres.
OM
representantes del pueblo.
c) Organizó un sistema federal en el cual las provincias conservan todo el poder no delegado al
gobierno central.
d) Abrió la posibilidad para que posteriormente se estableciera el control judicial de la constitucionalidad
de las normas, que puede ejercer cualquier órgano de dicho poder.
Posteriormente, entre los años 1789 y 1791, se sancionaron las diez primeras enmiendas, que incluían
los derechos de los ciudadanos y que constituían la parte dogmática de la Constitución.
.C
Las etapas anteriores conducen a la formalización del sistema político liberal en términos del Estado de
derecho, proceso que se realiza tras la difusión durante todo el siglo XIX del ideario político de la
Revolución Francesa, y que implicó el afianzamiento del constitucionalismo y su difusión en Europa.
DD
Esta revolución de la burguesía marca el fin del ciclo absolutista y el principio de los regímenes
liberales, así como desde el punto de vista social establece el paso de la sociedad estamental a la
clasista. en la Declaración de ios Derechos del Hombre y del Ciudadano aprobada por la Asam blea
Constituyente en 1789, dada por los «Representantes del pueblo francés constituido en Asamblea
Nacional», se establecen los principios sobre los cuales se asienta todo Estado de derecho: «La
LA
Los ciudadanos serán divididos en activos y pasivos en razón de su contribución tributaria, tomando
como base impositiva la propiedad privada, y sólo los primeros (propietarios contribuyentes) formarán
parte del cuerpo electoral. Por ello la lucha por la extensión del sufragio será el fin más ambicionado de
la últim a m itad del siglo XIX, pero no debemos entender que el hombre de la época aspira a la
extensión del sufragio sólo como una conquista política, sino que también representaba las aspiraciones
de una naciente clase, de reconocimiento de derechos sociales concretos como, por ejemplo, la
reducción de la jornada laboral. que si bien la aplicación del Estado de derecho liberal adquiere
diferencias en razón de los contextos geográficos, hay un hecho que universaliza el proceso: la
aparición de los movimientos obreros, cuyo motor principal es la Revolución Industrial (8), que tuvo lugar
en Inglaterra y en el sur de Escocia durante el último tercio del siglo XVIII, cuyas principales
reivindicaciones están relacionadas con el mundo laboral y que ve en el derecho de asociación y en la
extensión del sufragio las armas para la obtención de las mejoras sociales. Al mismo tiempo va
OM
en Alemania propugnan cambios en este sentido. Joll (1989) sostiene que para estos gobernantes la
concesión del sufragio fue otra estrategia política; utilizarla como arma para destruir a los liberales de
las ciudades que se oponían a sus gobiernos. A sí a través del sufragio universal, en estos países
predominantemente rurales y agrícolas -a pesar del crecimiento de la industria y el comercio- siempre
cabía la esperanza de poder utilizar a un campesinado fundam entalm ente conservador para superar el
número de votos de los reformadores pequeño-burgueses de las ciudades. En consecuencia, en 1866 el
sufragio universal fue la base para la constitución de la Confederación del Norte de Alemania, y en 1870
.C
para el Imperio Alemán, creado después de la victoria sobre Francia. En Inglaterra, tierra de las
libertades políticas, es donde se obtiene la ampliación del número de votantes masculinos ya en 1867 y
en 1884. Resultado de esta última medida fue que la Cámara de los Comunes se elegiría sobre una
DD
amplia base de sufragio universal m asculino, aunque todavía se negaba el acceso a los colegios
electorales a dos de cada cinco varones ingleses adultos, y tendría que llegar el siglo XX para que
algunas naciones de Europa considerasen que el sufragio universal incluía a las mujeres lo mismo que
a los hom bres (Joll, 1989).
A fines del siglo XIX se advertían indicios, por toda Europa, de que el Estado no podía ser sólo el
LA
«guardián» de la propiedad privada, sino que se esperaba de él que cuidara directamente del bienestar
de los ciudadanos. Así se cita a Bismarck, en Alemania, quien acompañaría sus medidas anti socialistas
con un gran programa de seguridad social. La idea del Estado paternalista era más típica de una
tradición alemana que del resto de los países europeos. Fichte y Hegel habían enseñado que el Estado
era algo más que la suma de sus ciudadanos. Desde 1900 hasta la Primera Guerra Mundial se advierte
FI
el cambio del Estado liberal-dem ocrático al dem ocrático liberal. En uno de sus aspectos esto se
verifica a través de las demandas de extensión del sufragio universal y gobierno representativo, que
tenían cada vez más éxito, y que en esta época ya dejan de ser revolucionarias, pasando a formar parte
de la ortodoxia política. El Estado liberal muestra sus propias contradicciones, ya que su extensión
como organización de la vida social aparejó múltiples conflictos sociales que no fueron sino
-Estado de bienestar:
OM
Vinculado a esto, una de las características comunes a todos los EStado de bienestar es el aumento
progresivo y acumulativo de los presupuestos estatales y el nivel del gasto público sobre todo el gasto
social.
-Antecedentes y origen: Debe considerarse al Estado de bienestar como como producto de una
evolución política, social y económica que se fue gestando a fines del siglo XIX y comienxos dell siglo
XX, que se va consolidando en la década de 1920/30 y que definitivamente se expande después de la
Segunda Guerra Mundial.
1)
.C
Fase de experimentación, abarca desde 1870 a 1925, el aspecto central de esta se articula a la
interrelación entre seguridad social y democracia. Una de las cuestiones más importantes en los
antecedentes del Estado social es la sustitución del concepto de seguridad liberal burgués por el de
DD
seguridad socioeconómica. Según el primero la seguridad individual se correspondía solo con la
protección de la vida y la propiedad, siendo las necesidades sociales un asunto de cobertura individual o
con el auxilio de la caridad. Según el segundo, para su cobertura se requiere acciones de las
instituciones públicas para proveer a la atención de problemas socioeconómicos. El reconocimiento de
esta provisión como derechos se va produciendo de modo paralelo al proceso de expansión y
LA
consolidación de la democracia. Se puede mencionar en esta primera fase como ejemplo histórico la
experiencia de Bismarck en Prusia a fines del siglo XIX y con una mayor consideración reformista para
solucionar los efectos negativos del capitalismo la experiencia de la República de Weimar (1919-1933)
con la sanción de una Constitución que positiviza los derechos sociales, y con el intento no siempre
logrado de su efectivización.
FI
2) La fase de consolidación, se inicia a partir de los años 30, donde el aspecto más destacado será
una reestructuración de las relaciones Estado-economía que abrirá la acción intervencionista del
Estado. En la década del 20, y con mayor urgencia luego de la crisis del 30, se advierte una redefinición
del papel del Estado, a partir de un incremento de su intervención. Por una parte, la aparición del
desempleo masivo obligó a realizar diseños nuevos de políticas para hacer frente a ese problema. Por
OM
Todo ello obligó a reconstruir el Estado sobre nuevas bases, habida cuenta que el abstencionismo
intervencionista del Estado liberal había dado resultados nefastos. Se altera así el principio mismo de
legitimidad del anterior modelo. La legitimidad propia del Estado liberal descansaba sobre el hecho de
que el Estado garantizará exclusivamente los derechos individuales y asegurará la justicia, la protección
exterior e interior y las obras públicas indispensables. Otras atribuciones que se imputan al Estado
constituían un abuso de poder y una innecesaria y cara injerencia en el ámbito de la sociedad civil. Sin
embargo, este Estado gendarme había resultado un Estado fuerte en lo militar, articulado a su
.C
expansión económica, lo que en el contexto internacional de su tiempo provocó numerosas situaciones
de guerra por razones expansionistas. Así erosiona su legitimidad por su desempeño externo, al no
poder mantener la paz. También comienza a sufrir fuertes cuestionamientos respecto del desempeño y
DD
funciones internas del Estado. Se advierte que el desastre económico y social se ha producido por la
ausencia de intervención del Estado, el cual ya no se legitima por una posición abstencionista en el libre
juego socioeconómico. Por el contrario, comienza a percibirse que sólo a través de una intervención que
garantice el bienestar social fundamenta su legitimidad. En definitiva, comienza a generalizarse la
convicción de que aquel Estado no intervencionista era el culpable de los males que se producían en la
LA
sociedad.
Así surge un modelo estatal que mantuvo una exitosa vigencia casi durante 30 años, gestando un
período de crecimiento económico sin precedentes, asegurando el nivel de vida, el empleo y los
servicios sociales básicos. También incentivó el mercado y la producción, fomentó la paz y la estabilidad
social, así como también impulsó notablemente el consenso o acuerdo entre las distintas fuerzas
FI
sociales.
algunas élites conservadoras ilustradas y reformistas. Así, el núcleo teórico doctrinario del Estado social
de derecho se apoya más en propuestas programáticas que en «grandes obras», a diferencia del
Estado de derecho liberal, cuyo análisis remite a relevantes textos de importantes autores. Aunque el
desarrollo de este modelo estatal presenta ciertas diferencias según los contextos nacionales, se puede
sostener que sus ejes doctrinarios comunes descansan sobre la propuesta del Report Beveridge (1942)
(14) y la política económica keynesiana. Ambos habían surgido como respuestas sociales y económicas
a la depresión y la crisis. El primero trataba de enfrentar las circunstancias de la guerra y suavizar las
desigualdades sociales a través de una doble redistribución de la renta que actuase sobre la seguridad
social y otras subvenciones estatales. Así la distribución indirecta de la renta completaba la economía
de mercado, subsanados los desequilibrios del laissez faire, y ayudaba a la paz social. Por su parte, la
teoría keynesiana intentaba paliar los efectos de la depresión actuando sobre la demanda a través del
Estado, tratando de asegurar un alto nivel de actividad económica y pleno empleo. Esta construcción
OM
constituye un peligro, por el contrario, en el nuevo modelo lo que asegura la vigencia de los valores
sociales es la acción del Estado.
La satisfacción de las condiciones básicas de existencia y la esperanza de una mejora constante de
tales condiciones constituyen el fundamento de la legitimidad del sistema y el logro del consenso.
Las prestaciones mínim as garantizadas, aunque se sumaron paulatinamente muchas más, fueron
sintetizadas por García Pelayo (1980) en las siguientes:
1. Fijación de un salario vital mínimo con independencia de la ocupación y con actualizaciones
periódicas.
.C
2. El compromiso de un puesto de trabajo para todo ciudadano, para lo cual se desarrollaron políticas de
pleno empleo.
DD
3. La atención de los que están incapacitados para el trabajo temporal o permanente.
4. Acrecentamiento de las posibilidades vitales de la población, sobre todo de obreros y empleados,
efectivizadas por: a. Una justa distribución de ingresos. b. Creciente acceso a los bienes culturales. c.
Expansión y perfeccionamiento de los servicios sociales. Expansión y perfeccionamiento de los
servicios sociales. Para el cumplimiento de estos objetivos socioeconómicos, el entramado estatal se
LA
complejiza. En definitiva, el núcleo valorativo axiológico sobre el que se articula la dimensión social del
Estado de bienestar viene dado por dos valores básicos: la seguridad y la igualdad socio-económica, a
las que se agregan valores tales como la eficacia en cuanto capacidad de encontrar soluciones a los
problemas más importantes, la eficiencia o sea la capacidad para implementar las medidas más
adecuadas a los objetivos deseados y la estabilidad en cuanto prevención de disfunciones que pudieran
FI
desestabilizar un sistem a que a través de la integración social, política, etcétera, perseguía el equilibrio
y la permanencia sin conflictos.
-Supuestos económicos: Lo que pretendía la teoría keynesiana era paliar los efectos de la depresión
actuando sobre la demanda a través del Estado. En este marco la expansión de los programas de
bienestar implementados desde el gobierno se justificaba, no sólo con el fin de cubrir las necesidades
básicas de la población, sino también como políticas para reavivar el consumo. Prácticamente todas las
prestaciones sociales del Estado de bienestar, así como muchas otras de sus actividades descansan
sobre la existencia garantizada del excedente social, cuya administración proporciona los fondos
necesarios para que el Estado atienda sus compromisos. Finalmente, la reformulación keynesiana se
caracterizó por el crecimiento constante de la producción (vinculada al aumento permanente del
consumo ). Aunque es cierto que no se puede identificar indiscriminadamente el aumento de producción
con el aumento automático y generalizado del bienestar social.
-La reformulación del Estado: nuevas funciones: lo distintivo del Estado social no consistió en una
política de transferencia de la propiedad de los medios de producción, sino una más justa distribución de
lo producido, llevada a cabo por una adecuada utilización de la potestad fiscal estatal, y que llegó a
alcanzar extraordinarias dimensiones. Distintos autores consideran al Estado social como la forma
OM
predominantemente legislativo (leyes generales y abstractas) en un Estado administrativo o de
prestaciones. En el Estado social, a la participación política a través del sufragio se le agrega el derecho
de participar en las prestaciones del Estado, en el bienestar y en la igualación real de oportunidades
producidas por un adecuado ambiente económico. Es decir, el paso de la democracia política a la
democracia social y la ampliación de la ciudadanía política a la social, que se agrega sin excluir la
primera.
-Presupuestos jurídicos: El Estado social es un Estado de derecho, en tanto su poder está sometido a
.C
la norma que él mismo genera. Pero la idea de Estado de derecho no se agota en la mera legalidad,
sino que se entiende ha de sustentarse en la legitimidad, en una concepción del derecho, como
expresión de los valores jurídico-políticos vigentes en una época.a los derechos individuales clásicos, el
DD
Estado social añade los derechos económicos y sociales. No sólo incluye derechos para limitar la acción
del Estado, sino también derecho a las prestaciones del Estado.
Los derechos sociales y el constitucionalismo social se desarrollan en dos etapas. La primera inicia su
institucionalización en algunas constituciones posteriores a la Primera Guerra Mundial, reconociendo
junto a los derechos políticos algunos derechos sociales. Las constituciones más representativas en
LA
este período fueron la Constitución de México y la Constitución de Weimar, que constituyen los
antecedentes más notables del constitucionalismo social. En la segunda etapa encuentra su expansión,
recién en las constituciones de la segunda posguerra que han incluido en su dogmática principios y
garantías de este tipo, que reformulan la anterior concepción del hombre y sus derechos, pero
articulandose ya a la intervención del Estado.
FI
Los derechos económicos y sociales exigen, por el contrario, prestaciones de parte del Estado; por ello,
tanto material como jurídicamente presentan una mayor complejidad.
-Distintas configuraciones del Estado de bienestar:
1. Regímenes de Estado de bienestar liberales; La característica de estos regímenes en cuanto a la
desmercantilización, es la presencia de condiciones más restrictivas para el acceso a los derechos
sociales. Se caracteriza por la ayuda a aquellos que demuestren no tener recursos. Las transferencias
universales son escasas. Este sistema no amplía propiamente los derechos a los ciudadanos. Estos
países pertenecen mayoritariamente a la cultura política anglosajona. Aquí encontramos a EE.UU,
Canadá, Gran Bretaña y Australia.
2. Regímenes de Estado de bienestar corporativo; Este sistema se vincula a países de industrialización
tardía y que conservaron las clásicas tradiciones de los gremios. También en muchos casos se trata de
países católicos. Se conjuga con el principio subsidiario del catolicismo, siendo una respuesta natural a
su preocupación por preservar la familia tradicional, y su búsqueda de alternativas frente al liberalismo
como al socialismo. A diferencia del modelo anterior, no existe una obsesión liberal por el mercado,
teniendo un grado considerable de desmercantilización sus políticas sociales. Consideran los derechos
en base al rendimiento en el trabajo. Aquí los derechos dependen de su lugar en el mundo laboral y su
OM
Therbon (1989) sostiene en este marco que es posible caracterizar cuatro tipos de Estado, según sus
estructuras socioeconómicas, atendiendo a la relación mercado-trabajo y al grado de intervención del
Estado en sus políticas públicas.
1) Estados de bienestar intervencionistas fuertes: combinan una política social generalizada con un
compromiso institucional con el pleno empleo, tales como Suecia, Noruega y Austria. También podemos
incluir a Finlandia. Se caracterizan por un gasto medio en política social un poco por encima de la media
de la O .C .D .E ., y con una política de pleno empleo muy activa, aunque no siempre eficaz. Suecia y
.C
Austria, además, representan dos casos típicos de acuerdos social-corporativistas, los que influyen
también específicamente en el Estado de bienestar.
2) Estados de bienestar compensatorios blandos: tienen prestaciones sociales generosas, pero
DD
fundamentalmente dirigidas a compensar la existencia de desempleo, con poca influencia en el mercado
del trabajo. Por algún tiempo siguieron una orientación económica keynesiana basada en el control de la
demanda, pero después de 1973 han adoptado cada vez más una política económica post-keynesiana.
Los ejemplos típicos son Bélgica, Dinamarca y Holanda. Francia, Italia, Alemania e Irlanda también
pertenecen a esta categoría, aunque con un nivel menor de generosidad en sus prestaciones.
LA
3) Estados orientados al pleno empleo: con escasa política de bienestar, con pocas prestaciones
sociales, pero con un compromiso institucional para mantener el pleno empleo. Por ejemplo, Suiza y
Japón.
4) Estados orientados al mercado y con escasa política de bienestar: provisión limitada de servicios
sociales y poca intervención pública en lo referente al empleo. Por ejemplo, Australia, Canadá, Nueva
FI
Este modelo estatal había mostrado una fuerza insospechada en el logro de un período inéditamente
extenso de pacificación social en el orden interno. Al mismo tiempo, si se entiende la paz como
ausencia de guerra, Europa vivió la era de paz más prolongada de toda la Edad Moderna. Esta situación
de armonía llegó a su fin en la década de los setenta, a partir de un proceso que se inicia con la crisis
económica de 1973/4. En ese período los cambios producidos en la estructura económica. El alza del
precio del petróleo, hasta ese momento a bajo costo, decidido por las n acio n es p ro d u cto ras,
generó una fuerte transferencia de los importadores a los exportadores, que produjo un efecto
considerable sobre el funcionamiento del sistema económico.
Así, las transformaciones de la estructura económica que habían apoyado fuertemente la construcción
de este modelo fueron las que iniciaron a la vez su declive, por la acumulación de problemas fiscales y
económicos. Los problemas fiscales se centraron en la existencia de un déficit creciente, unido a una
reacción en contra de la presión fiscal, en situaciones de estancamiento con inflación, y sobre todo en
OM
transformó en permanente, el recurso al sector financiero, al endeudamiento, se tornó destructivo para
el modelo.
-Internacionalización del sistema financiero: a fines de la década del 50, y a través de un complejo
proceso que no cabe aquí desarrollar, comienza a crearse un sistem a financiero mundial de
dimensiones colosales, que hace perder la autonomía a los estados para el establecimiento de las tasas
locales de interés con sus consecuentes efectos.
-Aspectos teóricos de la crisis: La manifestación inicial de la crisis aparece así, en los setenta, por la
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ausencia de instrumentos eficaces y eficientes de corrección a los grandes desequilibrios económicos.
Pero no es sólo una crisis de funcionamiento de la economía por la quiebra del crecimiento y la bonanza
económica, sino que la incapacidad de los poderes públicos para responder a las fallas del sistema
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pone en cuestión el mismo papel del Estado. Por ello, la crisis del Estado de bienestar implica también
una crisis ideológica de confianza en él, por cuanto ya no se confía en la eficiencia y operatividad de las
anteriores soluciones estatales. Esto se advierte en la lucha política, donde parecen adquirir peso
creciente las opciones defensoras de la desregulación y de la extensión del ámbito de lo privado.
LA
UNIDAD 7
Sistema Político: Como todo sistema, el sistema político es un conjunto conformado por subconjuntos y
elementos. En su conceptualización se distinguen 3 elementos que lo componen y que son objeto de
apoyo del mismo; la comunidad política, el régimen político y las autoridades. La comunidad política
está conformada por la ideología, valores o creencias, las personas y grupos que pueden llegar a influir
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Por último, las autoridades que son aquellas personas que ocupan las estructuras de la autoridad.
En función de la conceptualización señalada, se observa que el sistema político es el concepto con
mayor grado de generalidad, pues incluye al régimen político. Así, abarca a un conjunto de instituciones
y a todas sus relaciones con factores sociales. Teniendo en cuenta, que el régimen político no es
sinónimo de sistema político, sino que forma parte de éste último.
Régimen político: Cuando mencionamos a los regímenes políticos hablamos de la estructura judicial y
extrajudicial que define quién y cómo se toman las decisiones dentro de un Estado. Es el conjunto de
reglas del sistema político que define la forma en que se toman e implementan las decisiones y las
formas de designación de las personas que ocupan las estructuras de autoridad, así como el conjunto
de instituciones desde las que se deciden y se implementan las decisiones. Convive en él lo institucional
pero también lo valorativo.
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modificado, y sobre el que se construyó una clasificación tripartita básica que consiste en: el gobierno
de uno o monarquía, el gobierno de pocos o aristocracia y el gobierno de la mayoría o democracia. Sin
embargo, este criterio resulta totalmente inadecuado para captar en su esencia la variedad de los
regímenes políticos. Justamente, es el pensamiento de Montesquieu el que se aleja de la clasificación
aristotélica, abrevando en las dos rupturas con dicha tradición: la primera introducida por Maquiavelo y
la segunda derivada de la discusión tácita entre Hobbes y Locke. Montesquieu estableció una distinción
entre tres formas de gobierno, fundada en la combinación del número de personas que tienen el poder y
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el modo de ejercicio del mismo. Así, la primera forma de gobierno es la república, en la que todo el
pueblo (democracia) o una parte de él (aristocracia) ejercen el poder. La segunda es la monarquía, en la
que el poder está en manos de uno solo, que gobierna sobre la base de leyes fijas y estables. La tercera
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forma es el despotismo, donde el poder también reside en una sola persona, pero ésta gobierna según
su propia voluntad, sin sujetarse a leyes ni a reglas, por lo que “arrastra a todo y a todos tras su
voluntad y caprichos”. La preocupación de Montesquieu no era sólo encontrar una categoría que
encuadrara las formas de gobierno características del mundo oriental sino también establecer la forma
de evitar el despotismo. Así argumenta que para evitarlo y para garantizar un gobierno moderado (ya
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sea una monarquía o una república), es fundamental establecer una separación entre los órganos que
desempeñan el poder, de modo que “el poder controle al poder” y nadie pueda actuar de forma
arbitraria. En efecto, la teoría de la “separación de poderes” de Montesquieu y el desarrollo institucional
británico (principalmente la idea del imperio de la ley o rule of law) son los factores históricos que
propiciaron el surgimiento y el desarrollo del constitucionalismo. Esta corriente política en la modernidad
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ha permitido resguardar el principio del gobierno moderado a través de tres mecanismos: i) la existencia
de una constitución escrita que regula el funcionamiento de las agencias del estado así como consagra
los derechos de los ciudadanos; ii) la superioridad de la constitución con respecto al resto de las normas
legales ordinarias existentes y su modificación requiere de mayorías calificadas; y iii) la existencia de un
órgano judicial que controle la conformidad de las normas legales a la constitución. De esta manera, los
gobiernos constitucionales, cuyas acciones se encuentran limitadas por las leyes y por la división de
poderes, se oponen a los gobiernos absolutistas, en los que el gobierno es arbitrario e ilimitado. En
tiempos más recientes, la clasificación tripartita clásica de los regímenes políticos fue reconfigurada por
el aporte de Schumpeter en su libro Capitalismo, Socialismo y Democracia (1942), que estableció una
definición minimalista de la democracia basada en la existencia o no de elecciones. Esta definición ha
tenido una fuerte influencia en la Ciencia Política dando lugar a una clasificación dicotómica entre
regímenes democráticos y regímenes no-democráticos.
La clasificación de los regímenes políticos basada en una definición minimalista de la democracia
resulta de utilidad para llevar adelante investigaciones de carácter empírico, en tanto permite clasificar
rápidamente a los regímenes existentes en democráticos o autoritarios en función de si se llevan a cabo
(o no) procesos electorales para elegir a los gobiernos de turno. Sin embargo, este tipo de
clasificaciones desconoce una dimensión que es fundamental para la existencia de elecciones: un
UNIDAD 10
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Nuevas formas de interrelación e interdependencia estatal
Globalización: En general suele entenderse la globalización como un patrón complejo, denso y dinámico
de interconexión global sobre cuyos orígenes los autores disienten pero sobre el que acuerdan en
sostener que alrededor de los años setenta del siglo XX, comienzan a aparecer notas distintivas y que
marcarán los noventa. Estas son; -La inédita extensión y profundización de vinculaciones e
interconexiones entre los Estados y las sociedades. -Un aumento del grado y un cambio en la clase de
la interdependencia que se manifiesta a través de redes de comunicación e interacción. -La
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internacionalización de la producción, las finanzas y el intercambio, apareciendo el fenómeno de la
transnacionalización de la producción, -La expansión formidable de la tecnología. -La exclusión de
vastos sectores de la población mundial el proceso de producción agravando las condiciones de vida de
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los países menos desarrollados.
Globalización en este contexto, hace referencia, a los procesos en virtud de los cuales los Estados
Nacionales soberanos se entremezclan, imbrican e interrelacionan con los nuevos actores
transnacionales y sus respectivas posibilidades de poder.
-La reformulación del Estado: La globalización, al aparecer como un conjunto de fuerzas que
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contribuyen a la unificación del mundo y a la integración de sus múltiples espacios, impacta sobre los
Estados generando superposición y conexión de realidades; la local, nacional y regional con lo global.
Se presentan numerosas perspectivas acerca del Estado-Nación y su futuro por las transformaciones a
que se ve sujeto. Hay autores que predicen su extinción y otros su pervivencia. Lo que es claro es que
estamos aún sumergidos en un proceso inacabado y que hasta el momento sólo es posible describir las
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oponerse a ese impulso de ser arrastrados por las fuerzas hacia un mundo único cultural que tiende a
conformarse. Aquí cabe pensar en un aspecto demográfico: los flujos migratorios originados por causas
también vinculadas a la dinámica de la globalización, ya sea la necesidad de movilidad del factor trabajo
para el desarrollo del capital transnacional como la producida por la pobreza creciente, contribuyen a
generar un núcleo de tensiones. Podemos decir que durante los siglos anteriores la inm igración era
manejada por los Estados nacionales; incluso en algunos casos era considerada deseable para
conformar la nación, como en Argentina. Pero en la actualidad la regulación de las migraciones tiene la
complejidad de la globalización, ocasionando reacciones diversas que parecen rescatar concepciones
de pueblo en un sentido natural, esto es de raza.
El concepto de territorio como elemento del Estado nación también sufre el impacto del proceso de
globalización. Marca el límite de la competencia territorial de los otros Estados particulares y sirve de
base a la organización del poder conforme a criterios espaciales; y con relación al derecho determina el
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misma conformación de la ciudadanía. Siempre han convivido un derecho nacional con un derecho
internacional que establecía la base de la cooperación en el orden internacional. Este sistem a se
construía sobre la idea westfaliana de coexistencia de Estados soberanos, pero en las últim as décadas,
tanto el sujeto como el ámbito y la fuente del derecho internacional fueron cuestionados; y se ha
generalizado la opinión contraria a la doctrina de que el derecho internacional es y debería ser un
derecho que regula las relaciones entre los Estados pura y exclusivamente. En el ámbito en que más se
ha avanzado es en el de los derechos humanos, extendiéndose la noción de que corresponden a las
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personas independientemente de su nacionalidad, y asegurando su participación individual ante
organismos internacionales para su defensa. Esto proviene de los numerosos tratados y declaraciones
internacionales que han reconocido que los individuos tienen derechos y obligaciones irrenunciables
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aunque no estén definidos por sus propios sistemas constitucionales.
En cuanto al poder en el nuevo orden global que describe Held, y en el que el Estado está inmerso,
existe un conjunto de fuerzas que interaccionan en forma combinada provocando: restricciones a la
libertad de acción de los gobiernos y de los Estados, transformación del proceso de tom a de decisiones
políticas, com o asim ism o la alteración de los marcos institucionales y organizativos con la
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modificación del orden legal y administrativo. El concepto de soberanía es en los actuales procesos de
globalización uno de los más discutidos El conjunto de factores tanto políticos como económicos que
hoy alteran los límites de los Estados nacionales conduce a la idea de que hay un m en o scab o de la
soberanía de los Estados nacionales. Este menoscabo se da en los dos niveles en los que las doctrinas
sobre la soberanía han dividido el concepto: el aspecto interno y el externo. El primero se refiere a la
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autoridad política que tiene el derecho reconocido de ejercer los poderes del Estado y determinar las
reglas y leyes dentro de un territorio determinado. El segundo implica la posibilidad de que los Estados
soberanos se autodeterminen, que establezcan sus propias reglas sin verse obstaculizados
indebidamente por los poderes de otros Estados. Según el autor ambos niveles están siendo
disminuidos por el patrón de interconexión global profundizado en las últimas décadas, en tanto se han
internacionalizado aún más las actividades domésticas y se han intensificado los procesos de
elaboración de decisiones en marcos internacionales y transnacionales.
[Abal Medina: La propia lógica de la globalización, las tendencias en los avances tecnológicos y la
dinámica del desarrollo del capitalismo, si bien generan posibilidades de desarrollo material inéditas en
la historia humana, también conducen a que éste sea disfrutado sólo por algunos. Basta pensar en los
costos astronómicamente crecientes de los avances médicos que permiten prolongar la vida mucho más
allá de lo que podía pensarse hace apenas décadas, mientras que parte importante de la población
mundial todavía muere a causa de enfermedades propias del siglo XIX.
Beck define el fenómeno como “radicalización de la modernidad”, en el que una de sus características
salientes es la globalización. Al respecto, y siguiendo con su argumento, la globalización no es sólo un
fenómeno económico, sino que significa que no “podemos concebir a la sociedad como un contenedor
organizado estatalmente”. Al mismo tiempo, dicha radicalización implica mayor individualismo y, por otro
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Estos cambios implicaron la crisis del Estado Benefactor Keynesiano y el cuestionamiento del espectro
de políticas asociadas a este último. La conclusión acerca del impacto negativo de las políticas
keynesianas sobre el crecimiento económico en un contexto de estancamiento e inflación, pusieron al
mismo tiempo en jaque el papel que debía desarrollar el estado. Fundamentalmente, las características
de la nueva matriz social posibilitaron la radicalización de las políticas neoliberales. El neoliberalismo
veía en las intervenciones del estado un obstáculo para el desarrollo económico y social y, en este
nuevo contexto, sus defensores impulsaron una fuerte reducción del estado tanto en su tamaño como
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en su funcionalidad, por ejemplo a través de políticas de privatización.
Una de las principales discusiones desarrolladas a partir de la denominada retracción del Estado de
Bienestar surgió alrededor del proceso de integración económica. Por un lado, se encuentran las voces
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que plantean que el proceso de globalización ha diezmado la capacidad de acción de los estados
nacionales debido a las presiones competitivas sobre el comercio, la multinacionalización de la
producción y la integración de los mercados financieros. Los estados han perdido su capacidad de
control sobre la implementación de políticas públicas dentro de sus límites territoriales, especialmente
sobre las políticas redistributivas en tanto deben priorizar el nivel de competitividad de sus países. La
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posición que afirma la pérdida de centralidad del estado se sustenta en una serie de fenómenos
recientes en el marco del nuevo orden global: 1) el retiro del estado como actor central de los procesos
económicos y su vuelta al cumplimiento de la función de gendarme previa al consenso keynesiano
(Vilas, 2000); 2) la aparición y conformación de los bloques regionales (Unión Europea, Nafta,
Mercosur); 3) el surgimiento de fenómenos asociados a las crisis de identidad nacionales como el
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terrorismo y el fundamentalismo; 4) este último punto resalta la aparición de nuevos conflictos con
características distintivas: las guerras ya no son entre naciones necesariamente, sino que en muchos
casos los estados confrontan contra enemigos que no tienen ninguna base territorial o bien responden a
identidades de tipo religioso practicadas en forma fundamentalista.
Por otro lado, existen posiciones que, aunque reconocen los efectos y restricciones impuestos por el