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1. El problema de la filosofía política Strauss comienza afirmando que toda acción política
está encaminada a la conservación o al cambio, cuando se desea conservar se evita el
cambio a lo peor, y cuando se quiere cambiar se trata de actualizar algo mejor, ahora bien
estas acciones políticas están dirigidas por nuestros pensamientos sobre lo mejor y lo peor,
no obstante estos pensamientos radican en el pensamiento sobre el bien, que nos plantea
una problemática, nos encamina a un pensamiento que deja de ser opinión para convertirse
en conocimiento, toda acción política comporta una propensión al conocimiento del bien, de
la vida buena o de la sociedad buena. Así, Strauss sostiene que cuando esa propensión se
hace explicita y el hombre se impone como adquisición el conocimiento del bien, es allí
cuando nace la filosofía política. Siendo pues la filosofía política una rama de la filosofía,
filosofía indica el método, que abarca toda la política. La filosofía política trata al objeto
político en cuanto es relevante para la vida política. Los temas de la filosofía política radican
en los grandes objetivos de la humanidad, objetivos que son capaces de elevar al hombre
por encima de su pobre existencia, como la libertad, el gobierno o la autoridad. Strauss
afirma además que es la filosofía política la que se acerca más a la vida política, a la vida
afilosófica, a la vida humana. Strauss indica que la filosofía política siendo una rama de la
filosofía exige una explicación previa así sea provisional de lo que es la filosofía, la filosofía
como búsqueda de la verdad, del conocimiento del todo como conjunto, con ello expone
que la filosofía está precedida de opiniones acerca del todo y que la misma consiste es en
sustituir esas opiniones por el conocimiento del todo como conjunto, el todo es “todas las
cosas”, entonces en resumen seria la búsqueda del conocimiento de todas las cosas, de
Dios, del mundo, del hombre…entonces sería la búsqueda del conocimiento de las esencias
de todas las cosas, la filosofía no consiste en poseer la verdad sino en buscarlas por eso el
rasgo que distingue a un filósofo es que él sabe que no sabe nada y eso abre las
posibilidades de búsqueda del conocimiento. De la filosofía la filosofía política es una rama,
es un intento por sustituir el nivel de opinión por un nivel de conocimiento de la esencia de
lo político, lo político está sujeto por naturaleza a aprobación y desaprobación, aceptación y
repulsa, alabanza o crítica. Lleva en su esencia el no ser un objeto neutro, no se puede
comprender lo político como tal si no se acepta seriamente la exigencia explícita o implícita
de juzgarlo en términos de justicia o injusticia, bondad o maldad, por ello si la filosofía
política quiere encuadrar acertadamente su objeto tiene que esforzarse en lograr un
conocimiento genuino de esos módulos. La filosofía política consiste en el intento de
adquirir conocimientos ciertos sobre la esencia de lo político y sobre el buen orden público o
el orden político justo. Strauss indica que es necesario establecer diferencias entre la
filosofía política y el pensamiento político en general, bajo la denominación de pensamiento
político comprendemos el estudio o la exposición de ideas políticas, y por idea política se
entiende cualquier noción, comentario, imaginación o cualquier cosa que se pueda pensar,
que se relacione de algún modo con los principios políticos. De esto deviene que toda
filosofía política es pensamiento político pero no todo pensamiento político es filosofía
política. El pensamiento político es indiferente a la distinción entre opinión y conocimiento.
La filosofía política es un esfuerzo consciente, coherente y continuo por sustituir las
opiniones acerca de los principios políticos por conocimientos ciertos. El pensamiento
político no pretende ser más que la defensa de una convicción firmemente aceptada o de un
mito vivificado. Un pensador político defiende o se interesa principalmente por un
determinado orden político, el filósofo político solo está interesado y defiende la verdad. Por
teoría política se entiende, el estudio comprensivo de la situación política que sirve de base
a la construcción de una política en sentido amplio. Ese estudio está basado en principios
aceptados por toda la opinión pública. Ahora es necesario distinguir la filosofía política de la
teología política, por teología política se comprenden todas las enseñanzas políticas que se
apoyan en la revelación divina, la filosofía política se limita a aquello a lo que puede acceder
la mente humana por sí sola, la filosofía social comparte el mismo objeto de la filosofía
política pero lo contempla desde un punto de vista diferente, para la filosofía política la
asociación política (nación, estado) es la asociación suprema por el cual no existe otra, en
cambio la filosofía social parte del principio de que la asociación política solo es parte de un
todo más amplio “sociedad”. Para finalizar Strauss trata la relación entre filosofía política y
ciencia política. Indica para comenzar que la ciencia política es un término ambiguo,
designa investigaciones sobre lo político bajo los modelos tomados de las ciencias naturales
y los trabajos realizados por los miembros de la catedra de la ciencia política, las primeras
investigaciones científicas de lo político consideran que el suyo es el único camino para
establecer un conocimiento genuino de lo político. El conocimiento genuino de lo político
comenzará el día que la filosofía política deje paso definitivamente al estudio científico de lo
político. La ciencia tanto natural como política, son afilosófica; solo necesitan filosofía de
una sola clase metodológica o lógica. La ciencia política “científica” es de hecho
incompatible con la filosofía política, como ahora vivimos en sociedades dinámicas de
masas en sociedades complejas y de rápida mutación se hace necesario que un número
determinado de hombres se dediquen a recoger y asimilar el conocimiento sobre lo político.
La ciencia política pues solo surge cuando se ha comprendido que incluso ciertos temas
políticos que no tienen gran peso en una situación determinada merecen ser estudiados, y
que su estudio tiene que ser llevado a cabo con el mayor cuidado posible un cuidado
especifico destinado a contrarrestar las falacias especificas a las que nuestro juicio sobre lo
política siempre está expuesto. Todo conocimiento sobre lo político lleva implícito
suposiciones relativas de la esencia de lo político, por ejemplo sin conocer la guerra se tiene
una noción liguera de la misma, y solo cuando estas suposiciones se convierten en objeto
de un análisis coherente y crítico surge el enfoque filosófico o científico de lo político.
Strauss sostiene que la filosofía política definida en sentido como se expuso anteriormente
se ha venido cultivando ininterrumpidamente desde sus orígenes hasta un momento
relativamente reciente, Strauss indica que hoy la filosofía política está en decadencia o en
estado de putrefacción, si es que no ha desaparecido por completo, insistiendo que no se
trata solo de un desacuerdo sobre su objeto, su método y su función, sino que incluso la
mera posibilidad de su existencia se ha hecho problemática. Incluso sostiene que el único
punto en que los profesores de ciencia política aún están de acuerdo es en el estudio de la
historia de la filosofía política. Strauss indica que la filosofía política ha caído en descrédito,
originalmente la filosofía política se identificaba con la ciencia política, y su objeto consistía
en el estudio comprensivo del comportamiento humano, hoy la encontramos dividida en
trozos. En primer lugar, se ha aplicado la distinción entre filosofía y ciencia al estudio de las
cosas humanas, y como resultado se plantea la separación entre una ciencia política
afilosófica, y una filosofía política acientífica, separación que en circunstancias actuales
despoja a la filosofía política de toda dignidad y decoro. Luego grandes sectores que
originalmente pertenecían a la filosofía política o a la ciencia política se han independizado
bajo los nombres de, economía, sociología, psicología social…Strauss sostiene que no
exagera en lo absoluto al afirmar que hoy la filosofía política no existe, excepto como objeto
de enterramiento, apropiado para las investigaciones históricas o como tema de frágiles
declaraciones que no convencen a nadie. Strauss dice que una de las razones de este
cambio profundo, radica en que en el mundo moderno la filosofía política es ahistórica o es
acientífica o es ambas cosas al mismo tiempo, y la ciencia y la historia son dos colosos del
mundo moderno, que han logrado destruir la posibilidad de la filosofía política. La exclusión
de la filosofía política como acientífica es gracias al positivismo de hoy, que ya no es como
Comte lo fundó sino que considera a la ciencia moderna la máxima expresión del
conocimiento, porque no busca el conocimiento absoluto del por qué sino el conocimiento
relativo del cómo. Actualmente para explicar el significado de la filosofía política es
indispensable un examen previo de los principios del positivismo científico-social. Los
problemas que lleva este positivismo es que la ciencia social es avalorativa y éticamente
neutra, es imparcial ante el conflicto del bien y el mal, los procesos de investigación solo se
pueden alcanzar mediante un proceso de liberación de los juicios morales, pero contemplar
los fenómenos humanos o sociales reprimiendo nuestros juicios de valor tiene una
influencia corrosiva para nuestro sistema de preferencias. Para contrarrestar las influencias
peligrosas de los juicios el científico social deriva su poder de dedicación a un solo valor: la
verdad. Pero la verdad no es un valor que haya que elegir necesariamente, porque esta se
puede aceptar o rechazarla. Strauss sostiene que es imposible el estudio de los fenómenos
sociales sobre todo los más importantes sin que este estudio lleve consigo juicios de
valores. El positivismo se convierte en historicismo, debido a su fidelidad al modelo de las
ciencias naturales.
COMPARACIÓN:
Comparación entre las perspectivas de Sheldon Wolin y Leo Strauss sobre la filosofía
política
Sheldon Wolin y Leo Strauss, dos destacados pensadores políticos del siglo XX, ofrecen
enfoques distintos pero complementarios sobre la filosofía política y su relación con la
sociedad y la política. A través de sus obras, ambos abordan temas fundamentales como la
naturaleza del orden político, el papel del pensamiento político y la función de la filosofía en
la comprensión de lo político. A continuación, analizaremos las similitudes y diferencias
entre las perspectivas de Wolin y Strauss.
Para Wolin, la filosofía política es una forma de indagación que no busca establecer
verdades fijas, sino que se esfuerza por comprender y analizar los fenómenos políticos en
constante cambio. Él enfatiza la importancia de examinar las prácticas políticas y las
instituciones sociales para comprender la naturaleza de lo político. Además, destaca la
relación entre la filosofía política y la actividad política, argumentando que los filósofos
políticos deben comprometerse con los problemas políticos contemporáneos.
Por otro lado, Strauss adopta una postura más normativa y abstracta hacia la filosofía
política. Él sostiene que la filosofía política busca alcanzar un conocimiento genuino de la
esencia del bien y del orden político justo. Para Strauss, la filosofía política implica un
esfuerzo por reemplazar las opiniones sobre los principios políticos por un conocimiento
certero y objetivo. En este sentido, la filosofía política se distingue del pensamiento político
ordinario, que puede ser parcial y contingente.
En resumen, las perspectivas de Sheldon Wolin y Leo Strauss sobre la filosofía política
ofrecen enfoques complementarios para comprender la naturaleza y el propósito de esta
disciplina. Mientras que Wolin enfatiza la importancia de la indagación empírica y la
relevancia política, Strauss defiende una concepción más abstracta y normativa de la
filosofía política. Sin embargo, ambas visiones comparten la idea de que la filosofía política
desempeña un papel crucial en la comprensión y evaluación de la vida política.
Norberto Bobbio Sobre las posibles relaciones entre filosofía y ciencia política. La relación
que se plantea entre ciencia política y filosofía política presenta un problema en cada
definición de este último, por lo que es necesario, conceptualizar primero ciencia política,
entendida como el estudio de los fenómenos políticos realizado con la metodología de las
ciencias empíricas y utilizando todas las técnicas de investigación propias de la ciencia del
comportamiento Cuatro significados el termino filosofía política 1. Tradicional: concebida
como la descripción, diseño, teorización de la óptima Republica, o si se quiere, como la
construcción de un modelo ideal de Estado fundado en algunos postulados éticos, también
se encuentra en la forma de pensamiento de las utopías al revés, consisten en la
descripción de la peor república. La relación con la ciencia política es de neta oposición, al
considerar que siendo la función de la ciencia política el descriptiva ( verdad efectiva)
(aspecto futurible) sentido naturalista, la filosofía política desempeña un papel prescriptivo,
es la política como debería ser (proyección utópica), sentido moral. Caminos opuestos.
Separación y divergencia. 2. Legitimidad del poder: comprende la naturaleza y función de la
obligación política, en la justificación de los criterios de legitimidad, delimitando a su vez el
ámbito de acción del poder en un determinado momento. Relación más estrecha. El
problema filosófico presupone el análisis de los fenómenos reales del poder, los cuales
entran en la competencia del científico de la política. A su vez abarca el problema de los
criterios de legitimidad (razones por las que un poder es y debe ser obedecido), pero se
diferencia el determinar un criterio de legitimación (filosofía política) a describir las diversas
pautas de legitimación (ciencia política). Separación y convergencia 3. La filosofía política
gira entorno a la política, pues el primero es la determinación del concepto del segundo.
Distinción de la concepción inglesa a la europea, entendiendo que esta última se enfoca en
la razón de estado y la razón individual, la distinción de política y moral, si existe una ética
colectiva distinta a la ética individual. Relación súper estrecha, sin poder limitar, las dos
investigaciones constituyen una continuidad, no se puede pensar en una indagación de la
ciencia política que no plantee el problema del concepto política y en consecuencia, el de la
delimitación misma de propio campo de investigación y viceversa. Continuidad 4. La
filosofía política es el lenguaje de la política, entendida la primera como el discurso crítico
construido sobre los presupuestos de la ciencia política. Integración reciproca Mayor
diferencia: la ciencia política es avalorativa. La filosofía política asume un carácter
fuertemente valorativo (1 y 2); las diferentes filosofías políticas se distinguen a partir de los
valores que asumen como supremos y dignos de ser realizados por la sociedad política, en
la justificación del estado, se entiende esta como la operación en virtud de la cual califica un
comportamiento como (moralmente) lícito o ilícito (se requiere de los valores) Ciencia
política: cualquier análisis del fenómeno político que se valga, dentro de ciertos límites, de
las técnicas de investigación propias de las ciencias empíricas. Tratando de satisfacer las
siguientes condiciones:
II. Postulado Heideggeriano: “Ni la ciencia política, ni la teoría política han superado a la
filosofía política”. Este supuesto rechaza la jerarquía comtiana en donde prevalece el
conocimiento riguroso, cuantificable y verificable sobre las reflexiones especulativas. Por el
contrario, se afirma en la fusión de Heidegger donde se postula que la posibilidad de
conocimiento está estrictamente vinculado con el conocimiento del ser. Por lo tanto, la
mezcla ontológica-gnoseológica solo la encontramos en la filosofía política ya que la ciencia
no repara en el conocimiento del ser. Se asume entonces que el conocimiento parte
necesariamente de la ontología del objeto.
III. Postulado de Ortega y Gasset: “La verdadera disputa no yace entre los antiguos y
modernos sino entre la necesidad de demostrar la razón y el rechazo a la razón como
centro explicativo”. Con la post modernidad, pierde relevancia los esfuerzos por mostrar el
poder ordenador de la razón y nace el interés por poner de relieve aquellos aspectos que
eran excluidos por la razón que fundamenta “la generalidad”, “el orden”, lo “normal”, “lo
sano”, entre otros. IV. Postulado historicista: Se asume que toda filosofía, si bien tiene
aspiraciones universales debe su aquiescencia al orden político en el que nace el pensador.
Toda reflexión filosófica carga consigo rasgos propios de su época que permiten entender
las ideas del autor. Ninguna filosofía nace de la nada sino que parte de las condiciones
históricas en las que se pensó.
V. Postulado Foucaultiano: “Nunca ha habido una verdadera teoría del poder”. Este
supuesto asume que el poder es una relación y por tanto entenderla en términos de
esencia, no es posible. A su vez, entendido en estos términos, el poder no puede ser
poseído por una persona ni por el Estado, sino que es una dinámica. De igual forma niega
que esté configurado por relaciones económicas y que la verdad, o lo que se asume de ella
es producto de esa relación de poder.
En el siglo IV a.C Aristóteles y otros de los grandes filósofos griegos tenían a Homero y a la
idea de la areté de la heróica cultura aristocrática como modelo para la formulación de sus
conceptos éticos. Para Jaeger la concepción ética de los filósofos del siglo IV responde a un
recuerdo de los preceptos éticos de los tiempos homéricos. Heller al parecer, le hace una
crítica a Jaeger con respecto a esto.
Contrastada con la de Antifón en relación con la ley. Mientras Antifón sostiene que
es necesario obedecer la ley sólo en presencia de testigos, y que en su ausencia se
debe seguir la naturaleza, Sócrates considera que la ley es sagrada y la respeta en
todo momento. Incluso cuando la ley lo condena a muerte, Sócrates se niega a huir
y acepta su castigo. Él ve la democracia como algo sagrado y lo más grande,
aunque solo queden vestigios de ella. Fiel a la democracia de la época de Pericles,
la idealiza incluso cuando ya no existe, similar a Demóstenes en ese aspecto.
Sin embargo, esto revela una paradoja fundamental en la relación entre la moralidad
y la comunidad en la época de Sócrates. Por un lado, Sócrates defendía una
moralidad pura e individual, basada en el autodominio y la búsqueda del bien como
fin último de la existencia. Por otro lado, la comunidad y sus valores éticos influían
en gran medida en la vida de las personas, incluidos los discípulos de Sócrates.