Está en la página 1de 14

1. Compare a Wolin con Strauss, diferencias y similitudes.

Sheldon Wolin Política y Perspectiva

1. Filosofía política y Filosofía La filosofía política como forma de indagación La filosofía


política es una tradición especial del discurso. La filosofía política no es una entidad de
índole permanente. Generalmente se pensará que Wolin introduzca el concepto de la
filosofía política pero radica en que el mismo es imposible por ende es una forma de
indagación la filosofía política no es una esencia cuya naturaleza sea eterna, sino una
actividad compleja más fácil de comprender si se analiza de diferentes formas,
ejemplificando a su vez como una empresa la cual comprende mejor a medida que revela
características. Desde que Platón advirtió por primera vez que la indagación acerca de la
índole de la vida buena del individuo se relaciona inevitablemente con una indagación
convergente a cerca de la índole de la comunidad buena, se ha mantenido una íntima
vinculación entre filosofía política y filosofía, históricamente la diferencia entre ambas ha
radicado en un problema de especialización y no de método o temperamento, y en virtud de
esta alianza, los teóricos políticos han adoptado como propia la búsqueda básica de
conocimiento sistemático que lleva a cabo el filósofo. La teoría política se vincula con la
filosofía en otro sentido fundamental. La filosofía busca la obtención de verdades pero se
diferencia debido al trato que le da a sus objetos de otros métodos para obtener verdades,
al mismo tiempo una de las cualidades esenciales de lo político es su relación con lo
“público”, basándose fundamentalmente en los interese y fines servidos a los integrantes de
la comunidad, la íntima conexión existente entre instituciones políticas e intereses públicos
ha sido incorporada a la práctica de los filósofos; se ha considerado filosofía política como
una reflexión sobre cuestiones que preocupan a la “comunidad” en su conjunto.
Corresponde en consecuencia, que la indagación de los asuntos públicos se realice según
los cánones de un tipo público de conocimiento. Forma y Sustancia El objeto de estudio de
la filosofía política es lo político, y los temas problemáticos que esto conlleva, problemas
planteados por el conflicto social… dan las circunstancia a que los filósofos hayan sentido a
menudo a soluciones, respuestas, con respecto a lo que nos corresponde la filosofía política
debe tener en claro que es lo político, que es lo que en esencia y existencia es Político, pero
esto plantea problemas básicos a los que se encuentra el mismo cuando trata de establecer
una especialidad de su objeto de estudio, ¿Qué es político?, que distingue por ejemplo la
autoridad de otras formas de autoridad… procurar dar respuesta a estas cuestiones,
generaciones de filósofos han contribuido a gestar concepciones de la filosofía política
como forma permanente de discurso acerca de lo que es político, y describir al filósofo
político como alguien que describe acerca de lo que político. El proceso de definir qué es lo
que es político ha tenido lugar en otro campo de indagación, si aceptamos que el mismo es
en medida producto de una definición, el campo de la política puede ser considerado como
un ámbito cuyos límites han sido ya establecidos a lo largo de siglos. Aunque sin embargo
Wolin, radica en que el campo de la política es en un sentido decisivo y radical producto de
la creación humana, así que todo lo respecto a ella no es de la naturaleza de las cosas, sino
que son el legado de la actividad histórica de los filósofos políticos. Siendo de igual forma
por otro lado verdad que las categorías que se emplean en el análisis políticos no son del
mismo orden que los hechos institucionales, ni están contenidos, en los hechos, son
creados por el teórico político, conceptos como poder, autoridad, consenso… que aunque
estén destinadas a señalar aspectos importantes en la política tienen como función volver
significativos los hechos políticos, ya sea como fines. De esto se encarga con rigurosidad la
teoría política que, no se interesa tanto en las prácticas políticas o su funcionamiento como
en sus significados. Cuando el significado de tales conceptos se tornan más o menos
estable, ellos actúan como “señales indicadoras”, que llevan a buscar o tener en cuenta
determinados factores cuando procuramos comprender una situación política o emitir un
juicio acerca de ella. De este modo contribuyen a nuestra comprensión política, crean una
zona de conocimiento determinado y con ello nos ayudan a separar los fenómenos
pertenecientes de los que no son. Median entre nosotros y el mundo político. Pensamiento
Político e instituciones Políticas En su intento de dar significado a los fenómenos políticos,
el filósofo se ve respaldado y restringido al mismo tiempo por la circunstancia que las
sociedades poseen, en cierto grado de ordenamiento, de otro modo, los limites y la esencia
del objeto de estudio de la filosofía política están determinados en gran medida por las
prácticas de las sociedades existentes, entendiéndose por prácticas procesos
institucionalizados establecidos que se emplean para resolver asuntos públicos, de este
modo, las instituciones públicas agregan dimensiones a la naturaleza política. Sirven para
definir el espacio político o lugar donde se relacionan las fuerzas tensionales de la sociedad,
como en un tribunal, una legislatura o el congreso de un partido político. También sirven
para definir el tiempo político, o periodo donde tiene lugar la decisión o el acuerdo. Los
ordenamientos políticos proporcionan un marco dentro del cual se vinculan con las
actividades de individuos y grupos. Se puede decir entonces que las instituciones políticas,
proporcionan las relaciones internas entre las cosas y fenómenos de naturaleza política, y
que la filosofía política trata de formular enunciados significativos respecto de esas cosas.
Las instituciones dan coherencia previa a los fenómenos políticos, de allí a que cuando el
filósofo político se topa con la sociedad, se encuentra ante fenómenos interrelacionados. La
Filosofía Política y la Índole de lo Político Casi todos los grandes enunciados de la filosofía
política han sido propuestos en épocas de crisis, a sea cuando los fenómenos políticos son
integrados por las formas institucionales con menos eficacia que antes, debiéndose a un
cosmos político partir del caos político, aunque las condiciones de extrema desorganización
política hacen más urgente la búsqueda del orden, también lo teórico político que escribe
los tiempos menos heroicos ha calificado al orden como un problema fundamental de su
objeto de estudio. El orden ha implicado una situación de paz y seguridad que hace la vida
civilizada posible, aceptando el aforismo aristotélico en el que los hombres no solo quieren
vivir sino alcanzar una buena vida, y para ello se necesita una paz interna y defensa contra
enemigos exteriores. La preocupación por el orden ha conducido al teórico político a
examinar los tipos de fines y propósitos adecuados para una sociedad política. El filósofo de
la política no se limita a la crítica y la interpretación: debe reconstruir un mundo fragmentado
de significados y sus concomitantes expresiones institucionales; debe, configurar un
cosmos político a partir del caos político. En su sentido más elemental, el orden ha
significado un estado de paz y seguridad que hace posible la vida civilizada. Al examinar,
antes, la filosofía política, y su relación con la sociedad, se alude a la idea de la palabra
público, común, y general. Se refiere a asuntos públicos, lo que es común, el carácter
común, se refleja en todos los temas del teórico político, el poder político se ocupa de los
intereses generales compartidos en una comunidad; la autoridad política se diferencia de
otras autoridades ya que habla en nombre de una sociedad considerada en sus
características comunes. La pertenencia a una sociedad política simboliza una vida de
experiencias comunes. La inserción de lo político es una situación de factores que se entre
cruzan, haciendo que se atribuya otro aspecto al objeto de estudio, que será el de la
actividad política, la misma, incluye una forma de actividad centrada alrededor de la
búsqueda de ventajas competitivas entre grupos, individuos o sociedades; una forma de
actividad condicionada por el hecho de tener lugar dentro de una situación de cambio y
relativa escasez; una forma de actividad en la cual la prosecución de beneficios produce
consecuencias de tal magnitud que afectan de modo significativo a la sociedad en su
conjunto o una parte sustancial de ella. De cierto modo las actividades políticas son una
respuesta a cambios fundamentales que tienen lugar en la sociedad, de esta forma, la
política es tanto una fuente de conflicto como un modelo de actividad que busca resolver
conflictos y promover ajustes. El objeto de la filosofía política ha consistido, en gran medida
a las exigencias de hacer compatible la política con el orden, incluyendo para ello la
actividad política. Para los propósitos de este estudio, supondré que el término “política”
incluye lo siguiente: a) una forma de actividad centrada en la búsqueda de una ventaja
competitiva entre grupos, individuos o sociedades; b) una forma de actividad condicionada
por el hecho de que se produce dentro de una situación de cambio y de relativa escasez; c)
una forma de actividad en la cual la búsqueda de ventajas produce consecuencias de tal
magnitud que afectan en forma considerable a toda la sociedad o a una parte sustancial de
ella. La política como reflejo de este fenómeno se ha convertido en una actividad que
expresa la necesidad de la sociedad de reajustes constantes. Los efectos del cambio no
sólo consisten en alterar las posiciones relativas de los grupos sociales sino también en
modificar los objetivos por los cuales contienden individuos y grupos. La política es tanto
una fuente de conflictos como un modo de actividad que busca resolver los conflictos y
promover el reajuste. El temario de la filosofía política ha consistido en gran medida en el
intento de volver a la política compatible con los requisitos de orden. El Vocabulario de la
Filosofía Política Un conocimiento es transmitido mediante el uso de un lenguaje
especializado, para la comprensión del tema, el lenguaje teórico político tiene su origen de
lo común ya que poseía vaguedad en sus conceptos tradicionales, comparado con el
discurso científico, ya que se aludía en los antiguos a los conceptos centrales de la política
más no se presenciaban no eran verificables, aunque en sí, describían a su manera su
percepción del mundo de la experiencia política, basándose a su vez en la predicción, así
toma el lenguaje y conceptos más imprecisos pero lo convierte en riguroso, en los juicios
generales que posiblemente buscan convertirse en leyes, pero Wolin sostiene que en vez
de predecir los teóricos se han ocupado es de prevenir, el lenguaje de la teoría política tiene
muchos conceptos destinados a la prevención, pero más bien se le atribuye el término
explicación a sus teorías ya que la mayoría de ellas no posee una obvia argumentación
empírica, esta explicación busca precisar los conceptos en forma de ley, causa y verdad.
Aunque muchos no sustentan empíricamente Wolin no niega, que la teoría se vincula a
pesar de la naturaleza de sus conceptos con la experiencia en diversos puntos, solo que
utiliza quizás para el entendimiento de la misma analogías. Toda teoría además ha
alcanzado a englobar los conceptos de tiempo, espacio, realidad o energía, por ejemplo en
vez de espacio político el teórico político se refiere a la ciudad, el Estado o la nación; en
lugar del tiempo se refiere a la historia o tradición; en lugar de energía puede hablar de
poder. Pueden denominarse metafísica política, y se expresan mediante la noción del
espacio político. El concepto de espacio-político se basaba en algo más que la distinción
entre el medio interno de un contexto específico y diferenciado de acciones y sucesos, y un
medio externo en gran medida desconocido e indiferenciado. El espacio político pasa a ser
un problema cuando no es posible controlar las energías humanas por medio de los
ordenamientos existentes. Visión e imaginación Política Las diversas concepciones del
espacio indican que cada teórico ha visto el problema desde una perspectiva diferente,
desde un ángulo o visión particular. Sugiriendo esto que la filosofía constituye una forma de
ver, los fenómenos políticos, y el modo de visualizarlos depende de donde se sitúe, la visión
(perspectiva, ángulo, enfoque) es un informe descriptivo acerca de un objeto o suceso
(hombre de ciencia proporciona una información textual sobre la realidad); pero el término
se utiliza con otra acepción cuando se habla de visión estática o religiosa, en este
significado predomina el elemento imaginativo y no el descriptivo, los teóricos políticos
creían que la fantasía, la exageración o incluso la extravagancia nos permitía a veces ver
cosas que de otro modo no se advienen. La fantasía no prueba ni refuta sino que procura
iluminar, ayudarnos a percibir mejor las cosas políticas, la imaginación es un elemento
necesario en la teorización porque advierten al intelecto sobre los fenómenos políticos y
presentar su plenitud mejorada. La imaginación es el recurso teórico para comprender un
mundo que jamás puede “conocer” de manera íntima. Por ende ha abarcado mucho más
que la construcción de modelos, forma parte de una visión esencialmente arquitectónica en
la cual la imaginación trata de modelar la totalidad de los fenómenos políticos de acuerdo
con alguna idea del Bien que está más allá del orden político. Este impulso hacia el
ordenamiento, es una visión ordenadora, que radica en nuevas formas. Para los teóricos
políticos, el reordenamiento imaginario de la vida política se limita a ayudarnos a
comprender la política. Platón advirtió que la acción política era de índole sumamente
intencional y consciente y deliberada en gran medida; en el asesorarse antes de actuar,
veía un requisito de la actividad política. En conclusión, se veía a una sociedad mejorada,
no es como es, sino como podría ser, presentando el ideal de un orden sujeto al control
humano que pudiera ser transformado mediante una combinación de pensamiento y acción.

CONCEPTOS POLÍTICOS Y FENÓMENOS POLÍTICOS Toda filosofía política, sin importar


cuán complejas y variadas sean sus categorías, representa una perspectiva
necesariamente limitada desde la cual se consideran los fenómenos de naturaleza política.
Al emplear ciertas categorías políticas se pone en juego un principio de “exclusividad
especulativa”. En el pensamiento del filósofo influyen en gran medida los problemas que
agitan a su sociedad. Si quiere atraer la atención de sus contemporáneos, debe abordar los
problemas que los aquejan y aceptar los términos del debate impuestos por esos
problemas.
UNA TRADICIÓN DEL DISCURSO Los conceptos y categorías de la política sirven como
una conveniente “taquigrafía” o lenguaje simbólico que permite al usuario comprender lo
que otro dice una tradición de pensamiento político proporciona un vínculo conector entre el
pasado y el presente; la tradición del pensamiento político no es tanto una tradición de
descubrimiento como una tradición de significados ampliados en el transcurso del tiempo.
TRADICIÓN E INNOVACIÓN En la historia de la teoría política el genio no siempre ha
adoptado la forma de originalidad sin precedentes. A veces ha consistido en un énfasis más
sistemático o agudizado en una idea existente. En este aspecto, el genio es recuperación
imaginativa. Otras veces ha tomado una idea existente y la ha separado del hilo conector
que hace que una acumulación de ideas sea un complejo orgánico. Así como la historia
jamás se repite de manera exacta, tampoco la experiencia política de una época es igual a
la de otra. En consecuencia, en el juego entre conceptos políticos y cambiantes
experiencias políticas, habrá por fuerza una modificación de las categorías de la filosofía
política. El resultado es que cada filosofía política importante tiene algo de excepcional así
como algo de tradicional. Cada filósofo político se ha ocupado de lo que considera ser un
problema vital de su época. De ese modo, la tradición occidental del pensamiento político
ha mostrado dos tendencias algo contradictorias: la propensión a un regreso infinito al
pasado y la tendencia a la acumulación
Leo Strauss ¿Qué es Filosofía política?

1. El problema de la filosofía política Strauss comienza afirmando que toda acción política
está encaminada a la conservación o al cambio, cuando se desea conservar se evita el
cambio a lo peor, y cuando se quiere cambiar se trata de actualizar algo mejor, ahora bien
estas acciones políticas están dirigidas por nuestros pensamientos sobre lo mejor y lo peor,
no obstante estos pensamientos radican en el pensamiento sobre el bien, que nos plantea
una problemática, nos encamina a un pensamiento que deja de ser opinión para convertirse
en conocimiento, toda acción política comporta una propensión al conocimiento del bien, de
la vida buena o de la sociedad buena. Así, Strauss sostiene que cuando esa propensión se
hace explicita y el hombre se impone como adquisición el conocimiento del bien, es allí
cuando nace la filosofía política. Siendo pues la filosofía política una rama de la filosofía,
filosofía indica el método, que abarca toda la política. La filosofía política trata al objeto
político en cuanto es relevante para la vida política. Los temas de la filosofía política radican
en los grandes objetivos de la humanidad, objetivos que son capaces de elevar al hombre
por encima de su pobre existencia, como la libertad, el gobierno o la autoridad. Strauss
afirma además que es la filosofía política la que se acerca más a la vida política, a la vida
afilosófica, a la vida humana. Strauss indica que la filosofía política siendo una rama de la
filosofía exige una explicación previa así sea provisional de lo que es la filosofía, la filosofía
como búsqueda de la verdad, del conocimiento del todo como conjunto, con ello expone
que la filosofía está precedida de opiniones acerca del todo y que la misma consiste es en
sustituir esas opiniones por el conocimiento del todo como conjunto, el todo es “todas las
cosas”, entonces en resumen seria la búsqueda del conocimiento de todas las cosas, de
Dios, del mundo, del hombre…entonces sería la búsqueda del conocimiento de las esencias
de todas las cosas, la filosofía no consiste en poseer la verdad sino en buscarlas por eso el
rasgo que distingue a un filósofo es que él sabe que no sabe nada y eso abre las
posibilidades de búsqueda del conocimiento. De la filosofía la filosofía política es una rama,
es un intento por sustituir el nivel de opinión por un nivel de conocimiento de la esencia de
lo político, lo político está sujeto por naturaleza a aprobación y desaprobación, aceptación y
repulsa, alabanza o crítica. Lleva en su esencia el no ser un objeto neutro, no se puede
comprender lo político como tal si no se acepta seriamente la exigencia explícita o implícita
de juzgarlo en términos de justicia o injusticia, bondad o maldad, por ello si la filosofía
política quiere encuadrar acertadamente su objeto tiene que esforzarse en lograr un
conocimiento genuino de esos módulos. La filosofía política consiste en el intento de
adquirir conocimientos ciertos sobre la esencia de lo político y sobre el buen orden público o
el orden político justo. Strauss indica que es necesario establecer diferencias entre la
filosofía política y el pensamiento político en general, bajo la denominación de pensamiento
político comprendemos el estudio o la exposición de ideas políticas, y por idea política se
entiende cualquier noción, comentario, imaginación o cualquier cosa que se pueda pensar,
que se relacione de algún modo con los principios políticos. De esto deviene que toda
filosofía política es pensamiento político pero no todo pensamiento político es filosofía
política. El pensamiento político es indiferente a la distinción entre opinión y conocimiento.
La filosofía política es un esfuerzo consciente, coherente y continuo por sustituir las
opiniones acerca de los principios políticos por conocimientos ciertos. El pensamiento
político no pretende ser más que la defensa de una convicción firmemente aceptada o de un
mito vivificado. Un pensador político defiende o se interesa principalmente por un
determinado orden político, el filósofo político solo está interesado y defiende la verdad. Por
teoría política se entiende, el estudio comprensivo de la situación política que sirve de base
a la construcción de una política en sentido amplio. Ese estudio está basado en principios
aceptados por toda la opinión pública. Ahora es necesario distinguir la filosofía política de la
teología política, por teología política se comprenden todas las enseñanzas políticas que se
apoyan en la revelación divina, la filosofía política se limita a aquello a lo que puede acceder
la mente humana por sí sola, la filosofía social comparte el mismo objeto de la filosofía
política pero lo contempla desde un punto de vista diferente, para la filosofía política la
asociación política (nación, estado) es la asociación suprema por el cual no existe otra, en
cambio la filosofía social parte del principio de que la asociación política solo es parte de un
todo más amplio “sociedad”. Para finalizar Strauss trata la relación entre filosofía política y
ciencia política. Indica para comenzar que la ciencia política es un término ambiguo,
designa investigaciones sobre lo político bajo los modelos tomados de las ciencias naturales
y los trabajos realizados por los miembros de la catedra de la ciencia política, las primeras
investigaciones científicas de lo político consideran que el suyo es el único camino para
establecer un conocimiento genuino de lo político. El conocimiento genuino de lo político
comenzará el día que la filosofía política deje paso definitivamente al estudio científico de lo
político. La ciencia tanto natural como política, son afilosófica; solo necesitan filosofía de
una sola clase metodológica o lógica. La ciencia política “científica” es de hecho
incompatible con la filosofía política, como ahora vivimos en sociedades dinámicas de
masas en sociedades complejas y de rápida mutación se hace necesario que un número
determinado de hombres se dediquen a recoger y asimilar el conocimiento sobre lo político.
La ciencia política pues solo surge cuando se ha comprendido que incluso ciertos temas
políticos que no tienen gran peso en una situación determinada merecen ser estudiados, y
que su estudio tiene que ser llevado a cabo con el mayor cuidado posible un cuidado
especifico destinado a contrarrestar las falacias especificas a las que nuestro juicio sobre lo
política siempre está expuesto. Todo conocimiento sobre lo político lleva implícito
suposiciones relativas de la esencia de lo político, por ejemplo sin conocer la guerra se tiene
una noción liguera de la misma, y solo cuando estas suposiciones se convierten en objeto
de un análisis coherente y crítico surge el enfoque filosófico o científico de lo político.
Strauss sostiene que la filosofía política definida en sentido como se expuso anteriormente
se ha venido cultivando ininterrumpidamente desde sus orígenes hasta un momento
relativamente reciente, Strauss indica que hoy la filosofía política está en decadencia o en
estado de putrefacción, si es que no ha desaparecido por completo, insistiendo que no se
trata solo de un desacuerdo sobre su objeto, su método y su función, sino que incluso la
mera posibilidad de su existencia se ha hecho problemática. Incluso sostiene que el único
punto en que los profesores de ciencia política aún están de acuerdo es en el estudio de la
historia de la filosofía política. Strauss indica que la filosofía política ha caído en descrédito,
originalmente la filosofía política se identificaba con la ciencia política, y su objeto consistía
en el estudio comprensivo del comportamiento humano, hoy la encontramos dividida en
trozos. En primer lugar, se ha aplicado la distinción entre filosofía y ciencia al estudio de las
cosas humanas, y como resultado se plantea la separación entre una ciencia política
afilosófica, y una filosofía política acientífica, separación que en circunstancias actuales
despoja a la filosofía política de toda dignidad y decoro. Luego grandes sectores que
originalmente pertenecían a la filosofía política o a la ciencia política se han independizado
bajo los nombres de, economía, sociología, psicología social…Strauss sostiene que no
exagera en lo absoluto al afirmar que hoy la filosofía política no existe, excepto como objeto
de enterramiento, apropiado para las investigaciones históricas o como tema de frágiles
declaraciones que no convencen a nadie. Strauss dice que una de las razones de este
cambio profundo, radica en que en el mundo moderno la filosofía política es ahistórica o es
acientífica o es ambas cosas al mismo tiempo, y la ciencia y la historia son dos colosos del
mundo moderno, que han logrado destruir la posibilidad de la filosofía política. La exclusión
de la filosofía política como acientífica es gracias al positivismo de hoy, que ya no es como
Comte lo fundó sino que considera a la ciencia moderna la máxima expresión del
conocimiento, porque no busca el conocimiento absoluto del por qué sino el conocimiento
relativo del cómo. Actualmente para explicar el significado de la filosofía política es
indispensable un examen previo de los principios del positivismo científico-social. Los
problemas que lleva este positivismo es que la ciencia social es avalorativa y éticamente
neutra, es imparcial ante el conflicto del bien y el mal, los procesos de investigación solo se
pueden alcanzar mediante un proceso de liberación de los juicios morales, pero contemplar
los fenómenos humanos o sociales reprimiendo nuestros juicios de valor tiene una
influencia corrosiva para nuestro sistema de preferencias. Para contrarrestar las influencias
peligrosas de los juicios el científico social deriva su poder de dedicación a un solo valor: la
verdad. Pero la verdad no es un valor que haya que elegir necesariamente, porque esta se
puede aceptar o rechazarla. Strauss sostiene que es imposible el estudio de los fenómenos
sociales sobre todo los más importantes sin que este estudio lleve consigo juicios de
valores. El positivismo se convierte en historicismo, debido a su fidelidad al modelo de las
ciencias naturales.

COMPARACIÓN:

Comparación entre las perspectivas de Sheldon Wolin y Leo Strauss sobre la filosofía
política

Sheldon Wolin y Leo Strauss, dos destacados pensadores políticos del siglo XX, ofrecen
enfoques distintos pero complementarios sobre la filosofía política y su relación con la
sociedad y la política. A través de sus obras, ambos abordan temas fundamentales como la
naturaleza del orden político, el papel del pensamiento político y la función de la filosofía en
la comprensión de lo político. A continuación, analizaremos las similitudes y diferencias
entre las perspectivas de Wolin y Strauss.

Una similitud clave entre las visiones de Wolin y Strauss es su reconocimiento de la


importancia del pensamiento político en la comprensión de la vida política. Ambos conciben
la filosofía política como una disciplina fundamental que busca entender la esencia de lo
político y sus implicaciones para la sociedad. Sin embargo, divergen en cuanto a la
naturaleza de este pensamiento político.

Para Wolin, la filosofía política es una forma de indagación que no busca establecer
verdades fijas, sino que se esfuerza por comprender y analizar los fenómenos políticos en
constante cambio. Él enfatiza la importancia de examinar las prácticas políticas y las
instituciones sociales para comprender la naturaleza de lo político. Además, destaca la
relación entre la filosofía política y la actividad política, argumentando que los filósofos
políticos deben comprometerse con los problemas políticos contemporáneos.

Por otro lado, Strauss adopta una postura más normativa y abstracta hacia la filosofía
política. Él sostiene que la filosofía política busca alcanzar un conocimiento genuino de la
esencia del bien y del orden político justo. Para Strauss, la filosofía política implica un
esfuerzo por reemplazar las opiniones sobre los principios políticos por un conocimiento
certero y objetivo. En este sentido, la filosofía política se distingue del pensamiento político
ordinario, que puede ser parcial y contingente.

Otra diferencia significativa entre Wolin y Strauss radica en su evaluación de la relación


entre la filosofía política y la ciencia política. Mientras que Wolin reconoce la importancia de
la ciencia política como un medio para comprender los fenómenos políticos, Strauss critica
la tendencia del positivismo científico-social a relegar la filosofía política a un segundo
plano. Para Strauss, la filosofía política es esencialmente normativa y no puede reducirse a
un mero ejercicio científico.

En resumen, las perspectivas de Sheldon Wolin y Leo Strauss sobre la filosofía política
ofrecen enfoques complementarios para comprender la naturaleza y el propósito de esta
disciplina. Mientras que Wolin enfatiza la importancia de la indagación empírica y la
relevancia política, Strauss defiende una concepción más abstracta y normativa de la
filosofía política. Sin embargo, ambas visiones comparten la idea de que la filosofía política
desempeña un papel crucial en la comprensión y evaluación de la vida política.

2. Analice las definiciones de Bobbio y sus respectivas interacciones.

Norberto Bobbio Sobre las posibles relaciones entre filosofía y ciencia política. La relación
que se plantea entre ciencia política y filosofía política presenta un problema en cada
definición de este último, por lo que es necesario, conceptualizar primero ciencia política,
entendida como el estudio de los fenómenos políticos realizado con la metodología de las
ciencias empíricas y utilizando todas las técnicas de investigación propias de la ciencia del
comportamiento Cuatro significados el termino filosofía política 1. Tradicional: concebida
como la descripción, diseño, teorización de la óptima Republica, o si se quiere, como la
construcción de un modelo ideal de Estado fundado en algunos postulados éticos, también
se encuentra en la forma de pensamiento de las utopías al revés, consisten en la
descripción de la peor república. La relación con la ciencia política es de neta oposición, al
considerar que siendo la función de la ciencia política el descriptiva ( verdad efectiva)
(aspecto futurible) sentido naturalista, la filosofía política desempeña un papel prescriptivo,
es la política como debería ser (proyección utópica), sentido moral. Caminos opuestos.
Separación y divergencia. 2. Legitimidad del poder: comprende la naturaleza y función de la
obligación política, en la justificación de los criterios de legitimidad, delimitando a su vez el
ámbito de acción del poder en un determinado momento. Relación más estrecha. El
problema filosófico presupone el análisis de los fenómenos reales del poder, los cuales
entran en la competencia del científico de la política. A su vez abarca el problema de los
criterios de legitimidad (razones por las que un poder es y debe ser obedecido), pero se
diferencia el determinar un criterio de legitimación (filosofía política) a describir las diversas
pautas de legitimación (ciencia política). Separación y convergencia 3. La filosofía política
gira entorno a la política, pues el primero es la determinación del concepto del segundo.
Distinción de la concepción inglesa a la europea, entendiendo que esta última se enfoca en
la razón de estado y la razón individual, la distinción de política y moral, si existe una ética
colectiva distinta a la ética individual. Relación súper estrecha, sin poder limitar, las dos
investigaciones constituyen una continuidad, no se puede pensar en una indagación de la
ciencia política que no plantee el problema del concepto política y en consecuencia, el de la
delimitación misma de propio campo de investigación y viceversa. Continuidad 4. La
filosofía política es el lenguaje de la política, entendida la primera como el discurso crítico
construido sobre los presupuestos de la ciencia política. Integración reciproca Mayor
diferencia: la ciencia política es avalorativa. La filosofía política asume un carácter
fuertemente valorativo (1 y 2); las diferentes filosofías políticas se distinguen a partir de los
valores que asumen como supremos y dignos de ser realizados por la sociedad política, en
la justificación del estado, se entiende esta como la operación en virtud de la cual califica un
comportamiento como (moralmente) lícito o ilícito (se requiere de los valores) Ciencia
política: cualquier análisis del fenómeno político que se valga, dentro de ciertos límites, de
las técnicas de investigación propias de las ciencias empíricas. Tratando de satisfacer las
siguientes condiciones:

1. Someter las conclusiones propias a verificación empírica. Tratar de aumentar la


verificabilidad.
2. Hacer uso de las operaciones mentales, formulación de hipótesis, construcción de teorías
que permitan perseguir el objetivo específico, dar una explicación al fenómeno que se
desea investigar
3. No enuncian juicio de valor Requisitos fundamentales para cualquier investigación
científica:
1. El principio de verificación como criterio de validez
2. La explicación como finalidad
3. La avaloratividad como presupuesto ético La relación entre filosofía política y ciencia
política es hostil en ambas direcciones, no se puede creer la existencia de un territorio
homogéneo y delimitable. Al mismo tiempo que la sociedad civil se hace política, la esfera
de la política se extiende más allá del Estado- institución y del Estado- aparato.

3. Supuestos hermenéuticos de la cátedra (Máximo 5).

I Postulado Popperiano: La filosofía política va más allá de la aclaración de sus términos.


Este postulado afirma que la realidad política excede las capacidades del lenguaje para
connotarlo. Por tanto la filosofía política no es la definición del significado de conceptos sino
la reflexión de la realidad política independientemente como se le nombre. Dicho postulado
asume que la realidad política no es asimilable bajo el esquema rotular sino que supera las
limitaciones del vocabulario.

II. Postulado Heideggeriano: “Ni la ciencia política, ni la teoría política han superado a la
filosofía política”. Este supuesto rechaza la jerarquía comtiana en donde prevalece el
conocimiento riguroso, cuantificable y verificable sobre las reflexiones especulativas. Por el
contrario, se afirma en la fusión de Heidegger donde se postula que la posibilidad de
conocimiento está estrictamente vinculado con el conocimiento del ser. Por lo tanto, la
mezcla ontológica-gnoseológica solo la encontramos en la filosofía política ya que la ciencia
no repara en el conocimiento del ser. Se asume entonces que el conocimiento parte
necesariamente de la ontología del objeto.
III. Postulado de Ortega y Gasset: “La verdadera disputa no yace entre los antiguos y
modernos sino entre la necesidad de demostrar la razón y el rechazo a la razón como
centro explicativo”. Con la post modernidad, pierde relevancia los esfuerzos por mostrar el
poder ordenador de la razón y nace el interés por poner de relieve aquellos aspectos que
eran excluidos por la razón que fundamenta “la generalidad”, “el orden”, lo “normal”, “lo
sano”, entre otros. IV. Postulado historicista: Se asume que toda filosofía, si bien tiene
aspiraciones universales debe su aquiescencia al orden político en el que nace el pensador.
Toda reflexión filosófica carga consigo rasgos propios de su época que permiten entender
las ideas del autor. Ninguna filosofía nace de la nada sino que parte de las condiciones
históricas en las que se pensó.

V. Postulado Foucaultiano: “Nunca ha habido una verdadera teoría del poder”. Este
supuesto asume que el poder es una relación y por tanto entenderla en términos de
esencia, no es posible. A su vez, entendido en estos términos, el poder no puede ser
poseído por una persona ni por el Estado, sino que es una dinámica. De igual forma niega
que esté configurado por relaciones económicas y que la verdad, o lo que se asume de ella
es producto de esa relación de poder.

4. Crítica de Heller a Jaeger en Nobleza de Areté (Aristioteles).

En nobleza y areté se explica la idea de la más alta de las excelencias: la areté. Su


concepción se origina en la en la época heróica siendo su fuente las epopeyas homéricas:
La Ilíada y la Odisea. En este periodo la virtud (areté) era la aspiración ideal del hombre al
cual sólo grupo selecto tenía acceso, los aristoi, dígase los mejores y selectos. Los
preceptos de la areté giraban en torno a la valentía, a la destreza en batalla, al
reconocimiento entre los pares de sus hazañas. Por eso es que es una concepción muy
heróica.

En el siglo IV a.C Aristóteles y otros de los grandes filósofos griegos tenían a Homero y a la
idea de la areté de la heróica cultura aristocrática como modelo para la formulación de sus
conceptos éticos. Para Jaeger la concepción ética de los filósofos del siglo IV responde a un
recuerdo de los preceptos éticos de los tiempos homéricos. Heller al parecer, le hace una
crítica a Jaeger con respecto a esto.

El texto "Nobleza y Areté" aborda la evolución de la ética y la moral en la historia del


pensamiento humano, centrándose en figuras como Antifón y los sofistas. Se discute la
relatividad de la moral en el espacio y en el tiempo, así como la relación entre intereses
estamentales y conceptos morales. Se destaca la idea de que las leyes son artificiales y las
exigencias de la naturaleza son necesarias, lo que plantea cuestionamientos sobre la
justicia, la ley y la moralidad. Se menciona la postura de Antifón respecto a la impunidad, la
ambigüedad moral y la crítica a la sociedad esclavista. En general, el texto explora las
complejidades éticas y morales en el contexto de la antigua Grecia, ofreciendo reflexiones
profundas sobre la naturaleza de la justicia, la ley y la humanidad.

El texto aborda la evolución de los valores morales y la relación entre legalidad y


moralidad, destacando la importancia de figuras como Trasímaco, Critias y Antifón
en la crítica a las normas establecidas por la sociedad. Se resalta la confrontación
entre la moralidad individual y las normas sociales, evidenciando un conflicto entre
legalidad y moralidad. Antifón propone una moralidad basada en la naturaleza frente
a las convenciones sociales, mientras que Sócrates defiende una ética
fundamentada en principios éticos. Este contraste refleja un profundo antagonismo
social.que se explica por la distinta vinculación de ambos filósofos

Antifón, un pensador coherente, defiende la autonomía absoluta del individuo y el


enriquecimiento a través de la economía monetaria, mostrando una afinidad cercana
a la teoría burguesa de la utilidad. Critica la esclavitud y promueve la igualdad
abstracta entre todos los seres humanos. Sin embargo, su debilidad radica en la
falta de perspectivas en una sociedad esclavista. Aunque reconoce la relatividad de
las leyes estatales y propone una actitud ambigua hacia la legalidad, no logra
superar la esquizofrenia moral de su tiempo. Los últimos sofistas, como Critias,
denuncian la injusticia en la sociedad contemporánea. Por otro lado, Werner Jaeger
destaca la personalidad y la actitud de Sócrates sobre su enseñanza filosófica,
desafiando la concepción tradicional. Si bien Sócrates impartió una enseñanza
importante, su esencia ya fue expuesta por Aristóteles.

Antifón, al limitarse a evitar la acción abiertamente en contra de las leyes existentes


y no proponer nuevas, muestra una actitud ambigua hacia la legalidad. Esto
transforma la opinión pública en una convención negativa y hace que las acciones
humanas sean dobles, ambiguas y cínicas, anticipando lo que el existencialismo
moderno llamaría "ambigüedad". Los últimos sofistas, como Critias, reconocen la
relatividad y el relativismo, denuncian la alienación del derecho y adoptan una
actitud ambigua hacia la moralidad y la justicia. Su misión es rechazar a los dioses y
fundar un mundo sin valores morales ni justicia. Por otro lado, Werner Jaeger
destaca la importancia de la personalidad y la actitud de Sócrates sobre su
enseñanza filosófica, desafiando la concepción tradicional. Aunque Sócrates enseñó
importantes conceptos éticos y originales, su esencia ya fue expuesta por
Aristóteles. La enseñanza y la vida de Sócrates son una sola cosa, y su conducta
representa un ejemplo filosófico y humano para sus discípulos y la posteridad.

Contrastada con la de Antifón en relación con la ley. Mientras Antifón sostiene que
es necesario obedecer la ley sólo en presencia de testigos, y que en su ausencia se
debe seguir la naturaleza, Sócrates considera que la ley es sagrada y la respeta en
todo momento. Incluso cuando la ley lo condena a muerte, Sócrates se niega a huir
y acepta su castigo. Él ve la democracia como algo sagrado y lo más grande,
aunque solo queden vestigios de ella. Fiel a la democracia de la época de Pericles,
la idealiza incluso cuando ya no existe, similar a Demóstenes en ese aspecto.

Sócrates idealiza la forma clásica de la democracia, que ya no existe, y se comporta


como si aún estuviera presente. Su vida está basada en el "como si", la voluntad
dramática de transformar el ideal en una práctica real. Sin embargo, a diferencia de
los últimos sofistas, Sócrates no cierra los ojos ante la realidad. Aunque vive como
si estuviera en la democracia clásica, se opone a lo existente porque la realidad no
corresponde a su ideal.

Sócrates es consciente de la crisis de su época, algo que los últimos sofistas no


llegaron a comprender completamente. A pesar de vivir en un período crítico,
Sócrates se da cuenta de que no hay ninguna salida y no encuentra consuelo en
ningún partido político o evento histórico. Él ve la tendencia global sin engañarse
con los detalles y entiende que ninguna reforma superficial puede mejorar la
situación. Su actitud es única y contrasta con la de sus contemporáneos y
discípulos, por consiguiente, de oposición global. Sería inútil preguntarse si
simpatizaba con la democracia o con la aristocracia; de los placeres sensibles, sino
la práctica constante del dominio de sí mismo, de un autodominio con contenido
moral.

El objeto de esta práctica es el bien, que se identifica con la felicidad y constituye el


fin último de la existencia. La vinculación de estos dos órdenes conceptuales señala
la aparición de las antiguas ideas áticas en el plano de la moralidad pura. La
pregunta sobre el objeto de la existencia es teleológica y solo puede plantearse
después de la consolidación de una óptica teleológica.

La idea de que el objeto de la vida era la felicidad estaba muy difundida en el


pensamiento ático de la época, pero el bienestar individual se relacionaba
indisolublemente con el bienestar del estado y la sociedad. Sin embargo, la
identificación de la felicidad individual con el desarrollo moral del individuo, y que el
bien es un fin en sí mismo, era una solución basada en la moralidad pura.

Sócrates enfatizaba el autodominio moral como camino hacia la felicidad y la


realización personal. Su práctica consistía en el constante ejercicio de control sobre
uno mismo, en lugar de la abstinencia de placeres sensibles. Esto representaba un
nuevo enfoque en el pensamiento moral, que marcaba un cambio significativo en la
concepción de la libertad y la felicidad individual.de los placeres sensibles, sino la
práctica constante del dominio de sí mismo, de un autodominio con contenido moral.

Critias y lo criticó abiertamente, debería haber sido más selectivo en la elección de


sus seguidores.

Sin embargo, esto revela una paradoja fundamental en la relación entre la moralidad
y la comunidad en la época de Sócrates. Por un lado, Sócrates defendía una
moralidad pura e individual, basada en el autodominio y la búsqueda del bien como
fin último de la existencia. Por otro lado, la comunidad y sus valores éticos influían
en gran medida en la vida de las personas, incluidos los discípulos de Sócrates.

La moralidad de Sócrates, al ser una búsqueda personal de la verdad y la virtud,


estaba separada de los valores éticos de la sociedad en general. Sin embargo, sus
discípulos, al estar inmersos en la comunidad, eran susceptibles de verse
influenciados por sus valores y normas, incluso si compartían las enseñanzas
morales de Sócrates.

Esta paradoja plantea interrogantes sobre la efectividad de la moralidad individual


en un contexto social donde los valores éticos pueden ser relativizados o incluso
pervertidos. La elección de discípulos como Critias y Alcibíades, que se desviaron
de los ideales éticos de Sócrates, pone de relieve la complejidad de mantener una
moralidad pura en un entorno moralmente ambiguo o corrupto.

En resumen, la relación entre Sócrates y sus discípulos cuestiona la viabilidad de la


moralidad individual en una sociedad donde los valores éticos pueden estar en
conflicto con los valores morales personales. Esto subraya la importancia de la
introspección y el autodominio en la búsqueda de la virtud, incluso en medio de las
influencias sociales adversas. La corrupción moral de la sociedad ateniense. Es un
ejemplo de cómo un individuo puede desafiar las normas establecidas en nombre de
la verdad y la justicia, aunque esto le cueste la vida.

La figura de Sócrates encarna la lucha entre la moralidad individual y la ética


comunitaria. Aunque fue condenado a muerte por desafiar las leyes de la ciudad, su
muerte fue lamentada por muchos como un acto de injusticia y un símbolo de la
corrupción moral de la sociedad. Sócrates se mantuvo fiel a sus principios éticos
hasta el final, defendiendo la verdad y la virtud incluso en medio de la oposición de
la mayoría.

La enseñanza de Sócrates y su relación con sus discípulos también reflejan las


tensiones entre la moralidad y la ética en la educación. Aunque Sócrates educó a
sus discípulos en la búsqueda de la verdad y la virtud, algunos de ellos, como
Critias y Alcibíades, terminaron desviándose hacia un camino de corrupción moral.
Esto plantea interrogantes sobre la efectividad de la educación moral en un contexto
social donde los valores éticos pueden estar en conflicto con los valores morales
personales.

En resumen, Sócrates es un símbolo de resistencia moral en medio de una


sociedad corrupta, y su vida y muerte son testimonio de la eterna lucha entre la
moralidad individual y la ética comunitaria. Su legado sigue siendo relevante hoy en
día como un recordatorio de la importancia de defender la verdad y la justicia,
incluso en las circunstancias más adversas.

También podría gustarte