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Nombre: Diego A, Colmenares M. C.I. 27.659.037/ Materia: Análisis Político.

El Equilibrio en la Política.

En el presente ensayo se expondrán una serie de argumentos que secundan la


siguiente premisa: “Ni la política es todo, ni todo es política”. Además, se definirán de
forma precisa algunos conceptos para indagar acerca del tema en cuestión, tales como,
política, político, politiquería y fenómenos politizados, para ello se tomarán las ideas de
distintos autores para refutar o apoyar lo que se va a desarrollar a continuación.

En primer lugar, es necesario hacer una distinción entre política y lo político


conceptos que suelen confundirse, según lo expresado por (Mouffe, 1999) la diferencia
entre ambos se encuentra en que:

Con ese fin propone (Canetti) distinguir entre ‘lo político’, ligado a la
dimensión de antagonismo y de hostilidad que existe en las
relaciones humanas, antagonismo que se manifiesta como
diversidad de las relaciones sociales, y ‘la política’, que apunta a
establecer un orden, a organizar la coexistencia humana en
condiciones que son siempre conflictivas, pues están atravesadas
por ‘lo político’.

Por lo tanto, la política funge como mecanismo que establece un cierto orden que
organiza la vida en sociedad la cual siempre se encuentra en condiciones conflictivas
producto de la cualidad inherente de las relaciones humanas y que se evidencia en la
diversidad de relaciones sociales existentes. Asimismo, la naturaleza humana juega un
rol importante para definir lo que es la política, la disponibilidad limitada de los recursos
necesarios para la vida y el cómo se administran estos lleva invariablemente al
conflicto, para evitar llegar a ese punto no deseado por la mayoría, se acude a la
resolución pacífica de los conflictos bajo consenso de los involucrados siguiendo las
reglas preestablecidas por estos y bajo común acuerdo se toman decisiones que
satisfagan en menor o mayor medida las demandas. De tal forma tanto sociedad y
política son dos caras de una misma moneda, se complementan mutuamente en la
medida en que una acarrea la existencia de la otra, en otras palabras “mientras religión
y ética pueden dirigirse al individuo aislado y podrían existir en un solo hombre sobre el
mundo, la política necesita para su posibilidad la existencia de la sociedad” (Zambrano,
1993).

Por lo anterior, considero que no es posible la existencia de la vida en sociedad


sin la política, ya que ella es inherente a la naturaleza humana, a la necesidad de
agruparse con sus semejantes para lograr objetivos comunes que solo pueden
conseguirse dentro del colectivo y no de manera individual. Concordando con lo anterior
tenemos lo planteado por (Aristóteles, 1969) “la naturaleza arrastra, pues,
instintivamente a todos los hombres a la asociación política”, de tal manera es natural
que la política ocupe un rol importante en el transcurrir de la sociedad, porque es una
parte indispensable de ella. Sin embargo, la política no es un ente omnipotente que
ocupa por completo todos los aspectos de la vida del hombre, sí forma parte de ella,
pero no en su totalidad, parafraseando a Aristóteles la política es aquella ciencia de la
cual se nutren todas las demás artes y saberes del hombre, por ello aunque está
presente en la totalidad de los aspectos humanos, no los abarca por completo, y estimo
que este equilibrio entre estar en todo y la vez no cubrirlo todo es fundamental para que
la misma cumpla sus propósitos.

Cuando se incurre en el hecho de considerar la política como el todo, pensar que


es el fin y no el medio, se desvirtúa la política y se transforma en politiquería, la cual
podemos considerarla como la versión “deformada” de la política, mientras una busca la
resolución de conflictos, la otra busca generarlos, mientras una persigue el bien común,
la otra persigue intereses ilegítimos e innobles. (Según la Real Academia Española, s.f.,
definición 3) politiquear se basa en “Tratar de política con superficialidad o ligereza”, por
ello no puede considerarse como verdadera política a un acto que no abarca en su
plenitud las dimensiones de la política. Producto de incurrir en la sobreexplotación de la
política o de la implementación de esta de forma somera y sin entender la complejidad
de su significado, se ha desvirtuado el término provocando aversión hacia la misma,
respecto a lo anterior (Galeano, 2013) argumenta que “La palabra política se ha
manoseado tanto que significa todo y no significa nada. Entonces desconfío mucho de
la etiqueta política”.

Como menciona Galeano la adopción del término política de forma continuada en


distintos aspectos sociales, producto de la politización existente ha creado fenómenos
politizados, hay que aclarar que politizar tiene tanto una connotación negativa como una
positiva, ya que (Según la Real Academia Española, s.f., definición 1) en su primera
acepción indica que politizar es “Dar orientación o contenido político a acciones,
pensamientos, etc., que, corrientemente, no lo tienen”, cuando se politiza de forma
excesiva todos los ámbitos de la vida cotidiana, se crean fenómenos politizados, que
son hechos o sucesos cargados de valor político que antes no existían o para los
cuales no se debía asignar dicho valor. Un ejemplo de ello podemos encontrarlo en las
redes sociales, herramienta que ha llegado para trastocar por completo el status quo
existente en cuanto a medios de comunicación se refiere, y que a pesar de no haber
sido concebida como una herramienta de divulgación política, se ha convertido en un
campo de batalla fundamental para la misma, recientemente se pudo apreciar como la
red social Twitter bloqueó de forma temporal para después hacerlo de manera
permanente la cuenta del expresidente Donald Trump, en momentos de alta tensión en
la esfera política estadounidense debido a unas controversiales elecciones
presidenciales que generaron un clima de incertidumbre y malestar en la población, la
ya polarizada sociedad se vio aún más incitada a la polarización debido a la decisión de
una empresa de las denominadas “Big five tech companies”, empresas tecnológicas
que cuentan con una amplia red de operaciones, y dichas empresas empiezan a ocupar
un rol cada vez más decisivo en el panorama político mundial, tanto así que la ya
mencionada Twitter tuvo en su momento la potestad de silenciar la voz del presidente
de Estados Unidos, la mayor potencia económica del mundo.

Con esto no se pretende incitar o apoyar la despolitización, ya que politizar


puede adquirir otro sentido cuando se hace de forma correcta (Según la Real Academia
Española, s.f., definición 2) en su segunda acepción define politizar como “Inculcar a
alguien una formación o conciencia política”, esto va más acorde a los valores que
enarbola la política, ya que tener conciencia política implica ser partícipe de los hechos
que rodean el quehacer político y ser un sujeto activo de los mismos, ya que en la
medida en que las decisiones que se toman en el ámbito político son consultadas y
consensuadas por un mayor número de miembros de la sociedad estas adquieren
mayor validez y representan con mejor claridad la voluntad de estos. Se trata entonces
de enriquecer la vida política, se enfoca en mejorar la calidad de la sociedad política,
antes que recurrir a una mayor cantidad de política infructífera y sin sentido que da la
falsa sensación de progreso cuando en realidad es un retroceso en el desarrollo de la
misma.

Por todo lo anteriormente expuesto, concluyo con que la política no puede ser
objeto polarización, no debe llegar a ocupar todos los aspectos de la sociedad como no
debe ser dejada de lado y menospreciada. “Ni todo es política, ni la política es todo”, un
ejemplo del cómo debería considerarse a la política lo podemos encontrar en la visión
filosófica taoísta y su creencia en el ying y el yang, no como opuestos, si no como dos
entes que no pueden existir el uno sin el otro, lo bueno que hay dentro de lo malo y lo
malo que hay dentro de lo bueno, si la política abarca por completo todos los aspectos
de la vida en sociedad, esta deviene en politiquería, pierde el sentido para el que se
instituyó y su fin termina disociado de la realidad; si la política no tiene lugar en ningún
aspecto de la vida en sociedad, esta sencillamente dejaría de existir o no podría
considerarse como tal, ya que ambos conceptos son indisolubles y no pueden
concebirse por separado. Normalmente la virtud se encuentra en el equilibrio y al
pregonar esto podemos obtener lo mejor de ambos aspectos, una sociedad con
conciencia política que no es un objeto pasivo de su propio acontecer y una sociedad
sin politiquería insana y destructiva que saca el máximo provecho de las herramientas
que ofrece la política para el desarrollo pleno de la sociedad.
Referencias Bibliográficas

Aristóteles. (1969). La Política. Patricio de Azcárate (trads.), Madrid, España:


Editorial Espasa-Calpe. [Consulta: 2021, abril 4].

Lavquén, A. (2013). “Desconfío mucho de la etiqueta política” [Entrevista a


Galeano, E]. Clarín [Consulta: 2021, abril 4].

Mouffe, Ch. (1999). El Retorno de lo político. Barcelona, España: Editorial Paídos


[Consulta: 2021, abril 4].

Real Academia Española. Diccionario de la lengua española, 23.ª ed., [versión


23.4 en línea]. <https://dle.rae.es> [Consulta: 2021, abril 4].

Zambrano, M. (1993). El hombre y lo divino. Madrid, España: Editorial FCE.


[Consulta: 2021, abril 4].

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