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ACTO JURÍDICO PROCESAL .

El proceso no se compone de un acto único y aislado, sino por el contrario, en él es


posible apreciar una serie lógica y consecuencial de actos ligados entre sí por el
procedimiento. Cada uno de estos actos, que componen el proceso y que los ordena el
procedimiento, se denominan actos jurídicos procesales (AJP).

Ahora bien, el AJP es una especie de acto jurídico que se caracteriza por referirse
directamente al proceso, siéndole aplicables las reglas de la Teoría General del Acto
Jurídico, con las particularidades propias del derecho procesal.

Un primer acercamiento, apunta a que UN HECHO, en general, es cualquier suceso que


ocurre o acontece en un momento determinado. Dentro de los HECHOS, es posible
distinguir: los hechos MATERIALES, que son aquellos acontecimientos o sucesos
causados por la sola acción de la naturaleza o la acción humana, pero que carecen de
relevancia jurídica; y los hechos JURIDICOS, son aquellos sucesos o acontecimientos
causados por la acción de la naturaleza o del hombre que producen consecuencias o
efectos jurídicos, consistentes en la creación, modificación o extinción de derechos y
obligaciones.

Ahora bien, dentro de los HECHOS JURIDICOS, la doctrina procesal distingue entre:

i. Hecho jurídico procesal, “aquel acontecimiento humano o de la naturaleza,


que produce efectos en el proceso, sin la intención de producirlos. Por
ejemplo, muerte del mandatario judicial o del abogado patrocinante,
extinguiendo el mandato y el patrocinio, respectivamente; la inactividad de las
partes, puede dar lugar al abandono del procedimiento; etc.

ii. Acto jurídico procesal, “aquel acontecimiento en que interviene la voluntad


humana, con el objeto de producir un efecto directo e inmediato en el proceso.
También se puede definir como aquella declaración de voluntad de las partes
(directas e indirectas con interés), de los agentes de la justicia (jueces y
agentes auxiliares de la administración de justicia) o de un tercero ligado al
proceso (terceros sin interés), que produce efectos jurídicos en el proceso
(creación, modificación o extinción de derechos procesales o sustanciales en el
proceso).

El autor del AJP busca producir efectos procesales de manera directa e inmediata, y esta
es la diferencia con el hecho jurídico procesal, el cual produce efectos sin la intención
directa de producirlos.

REQUISITOS DEL ACTO JURÍDICO PROCESAL.


En principio, los requisitos de existencia y validez de los AJP son los mismos que regula
el Código Civil, salvo ciertas peculiaridades.

a. LA VOLUNTAD.
La voluntad, siguiendo a ALESSANDRI, se define como el libre querer interno de lograr un
fin determinado (efectos jurídicos en el proceso) por medio de una acción. Ahora bien,
este querer interno se regula por el Derecho sólo cuando se manifiesta o exterioriza y, en
materia procesal, esta manifestación puede ser expresa o tácita.
Por regla general, la voluntad debe ser manifestada en forma expresa. Así se deduce
del art. 29 del CPC al señalar “Se formará la carpeta electrónica con los escritos,
documentos, resoluciones, actas de audiencias y actuaciones de toda especie, que se
presenten o verifiquen en el juicio”. Excepcionalmente hay manifestación tácita de
voluntad, por ejemplo, en la prórroga tácita de competencia, notificación tácita, etc.

En cuanto al silencio, al igual que en materia civil, éste no produce efectos jurídicos,
salvo que una norma específica lo establezca; así, por ejemplo, el art. 394/I del CPC, a
propósito de la confesión judicial, establece que “si el litigante no comparece al segundo
llamado, o si, compareciendo, se niega a declarar o da respuestas evasivas, se le dará por
confeso, a petición de parte, en todos aquellos hechos que estén categóricamente afirmados
en el escrito en que se pidió la declaración”. Ahora, si bien el silencio por regla general
no produce efectos, en algunas ocasiones, implica la preclusión de las facultades que no
se han ejercido (por ejemplo, si el demandado no contesta la demanda dentro del plazo
legal, perderá la oportunidad de plantear sus excepciones y defensas); y en otros
supuestos, frente a una carga procesal, coloca a quien ella grava, en la situación de
soportar las consecuencias adversas de no haberla asumido (ejemplo, al demandado que
no fija domicilio dentro del radio urbano se le notifican por el estado diario las
resoluciones que debieran notificarse por cédula).

Para que la voluntad sea válida, debe estar exenta de todo vicio (requisito de validez). En
materia procesal estos vicios pueden ser:

i. El error. “falsa apreciación de la realidad por ignorancia o


deficiente apreciación que se tiene de la ley, una cosa, persona o hecho”.
El error puede aparecer en actos del tribunal y de las partes, y puede ser de
hecho o de derecho.

- Error de hecho, se aplican las reglas generales, es decir, vicia el


consentimiento en los casos en que la ley lo establece. Ej. Aquel que permite
revocar una confesión que ha padecido de error de hecho (art. 402 del CPC).
Art. 402. No se recibirá prueba alguna contra los hechos personales claramente confesados
por los litigantes en el juicio.
Podrá, sin embargo, admitirse prueba en este caso y aun abrirse un término especial para
ella, si el tribunal lo estima necesario y ha expirado el probatorio de la causa, cuando el
confesante alegue, para revocar su confesión, que ha padecido error de hecho y ofrezca
justificar esta circunstancia.

- Error de derecho, en cambio, la ley procesal aplica un tratamiento


especial, pues distingue dos tipos de errores: al error in procedendo, esto es, la
infracción a las normas de procedimiento por las partes o el juez; y el error in
iniudicando, aquel en que incurre el juez al resolver en contravención a la
norma decisoria, o las partes, al calificar su pretensión o defensa. Respecto del
juez, el error de derecho (in procedendo e iniudicando) permite anular la
decisión que afectó directamente a las partes e indirectamente al
ordenamiento jurídico; y respecto de las partes, si incurren en error de
derecho en sus actos procesales, no necesariamente existirá un vicio que
permita su posterior anulación, pues si ellas no usan el procedimiento
adecuado o no invocan el derecho que corresponde, ello conducirá al rechazo
de sus peticiones o defensas.
ii. La fuerza. Este vicio es incompatible con la realización de los AJP. De hecho,
el CPC no se refiere a ella; pues las abundantes formalidades que existen
impiden la proliferación de este vicio.

iii. El dolo. Al igual que la fuerza, no fue considerado procesalmente como un


vicio de la voluntad; de ahí que, conforme a la norma civil que exige que el dolo
sea obra de una de las partes, y siendo los AJP en su mayoría unilaterales, su
aplicación se vuelve prácticamente imposible, transformándose, más que en un
vicio de la voluntad, en una fuente de responsabilidad. Así, por ejemplo, el art.
280/II del CPC señala que “si no se deduce demanda oportunamente, o no se pide
en ella que continúen en vigor las medidas precautorias decretadas, o al
resolver sobre esta petición el tribunal no mantiene dichas medidas, por este
solo hecho quedará responsable el que las haya solicitado de los perjuicios
causados, considerándose doloso su procedimiento”.

b. EL OBJETO
El objeto del AJP se vincula a la idea del “beneficio jurídico” que se persigue obtener con
él; por ejemplo, el objeto del acto procesal demanda, es la satisfacción de una pretensión.
En cuanto al objeto ilícito, existen varios casos reglamentados; por ejemplo, la prórroga
de competencia en materia penal o no contenciosa, casos de arbitraje prohibido, etc.

c. LA CAUSA.
Motivo jurídicamente relevante que inspira la realización del acto; ejemplo, recurso de
apelación, la causa o motivo de su interposición es el agravio sufrido por el apelante.

d. LAS SOLEMNIDADES CUANDO LA LEY LO EXIGE


Las solemnidades, son requisitos externos del AJP exigidos por el legislador en atención a
la naturaleza del acto que se ejecuta o celebra. Los AJP son esencialmente solemnes,
existe siempre la exigencia de requisitos mínimos, cuya infracción acarrea la nulidad
procesal u otras sanciones; así, por ejemplo, si la demanda, como AJP de parte, no cumple
con los requisitos del art. 254 del CPC, no se le dará curso.

e. LA CAPACIDAD
En materia procesal, es entendida como la aptitud legal de una persona para realizar AJP.
Al respecto hay que distinguir entre la capacidad del tribunal y la capacidad de las partes.

i. Capacidad de los jueces (tribunal) para realizar actos procesales, deben tener
jurisdicción, competencia, capacidad funcional (carencia de inhabilidades)

ii. Actos de las partes, requieren capacidad para ser parte (capacidad de goce),
capacidad procesal o para comparecer (capacidad de ejercicio) y la capacidad
para pedir en juicio o ius postulandi.
LA INEFICACIA DE LOS ACTOS PROCESALES.

El AJP que se ajusta a todos los requisitos contemplados por el ordenamiento jurídico es
EFICAZ y, por ende, producirá las consecuencias jurídicas pretendidas en su realización.
Por el contrario, el AJP que no cumple con los requisitos es ineficaz y, por tanto, NO
generará sus efectos propios o dejará de producirlos.

¿Qué sanción tienen estos actos procesales ejecutados con omisión de sus requisitos?
Algunos autores dicen que es posible apreciar diferentes sanciones, a saber:

iii. In exist enc ia . Esta sanción opera por la omisión de los requisitos de
existencia del acto, por ejemplo, ante la ausencia de voluntad del órgano
jurisdiccional. Dado su carácter, no debe ser declarada sino sólo constatada;
tampoco se puede sanear o convalidar; y la vía normal para atacar o corregir
esta ineficacia, es por medio de los recursos procesales y, excepcionalmente, a
través del ejercicio de una excepción.

iv. Nulidad procesal . Es una sanción de ineficacia, en virtud de la cual se


priva a un acto o actuación del proceso, o incluso a todo el proceso, de los
efectos normales establecidos en la ley, por no haberse observado los
requisitos de validez del acto. La formas de anular el proceso o un AJP, es
mediante el recurso de casación o de interponer un incidente de nulidad,.

v. Pr ec lu si ón. Sanción legal de ineficacia que afecta a los actos verificados fuera
de los límites indicados por la ley para su realización, por haber realizado uno
incompatible o correspondiente, lo que impide su posterior verificación por otro
distinto. ( sea por extemporaneidad , incompatibilidad o consumación)

vi. In op on i bil i dad procesal. Consiste en la ineficacia de una resolución


judicial respecto de aquellas personas no vinculadas con la relación procesal.
Institución vinculada con el efecto relativo de las sentencias, pues éstos sólo
afectan a las personas que hayan sido partes en el proceso.

CLASIFICACIÓN DE LOS ACTOS PROCESALES.

a. ACTOS DEL TRIBUNAL, DE LAS PARTES,Y DE TERCEROS ABSOLUTOS. (Sujeto del cual emanan),

i. Actos del tri bunal, son aquellos que emanan de los agentes de la
jurisdicción, entendiéndose por tales, jueces y auxiliares de la administración
de justicia. y se pueden subclasificar en:

- Actos de d ecis ión, aquellos destinados a resolver el asunto


controvertido, sus incidencias o disponer su tramitación (resoluciones
judiciales).

- Actos de comun icación , aquellos que buscan poner en conocimiento de


las partes o terceros, los actos de decisión. Los que realizan estos actos son
los funcionarios auxiliares, concretamente, los secretarios, y los receptores.

- Actos de cer tif icación , aquellos destinados a dejar constancia de los


AJP emanados de las partes, del tribunal o de terceros.
ii. Actos p r oc esal es de las partes, aquellos que emanan de las partes
directas (demandante y demandado) y de terceros con interés. Estos actos
pueden ser de dos tipos: de obtención y de disposición.

- Actos de obtención: son aquellos destinados a lograr que el tribunal


satisfaga la pretensión hecha valer en el proceso.

- Actos de disp os ición son aquellos que tienen por objeto crear, modificar
o extinguir situaciones procesales. Ejemplo, desistimiento de la demanda,
transacción; nombramiento de un perito.

iii. Actos de t erc er os a bs olut os, aquellos que no emanan ni del tribunal ni
de las partes, sino de personas que están legalmente autorizadas para realizar
dichos actos durante el proceso. Estos actos puede ser de prueba (ej,
declaración de un testigo), decisión (informe de perito), o cooperación
(actuación de un martillero). Son excepcionales, pues por esencia el juicio está
destinado a la actividad de las partes y del tribunal.

b. ACTOS UNILATERALES Y BILATERALES. ( numero de voluntades que concurren formación)

i. Actos un ilat era l es , aquellos que para su nacimiento sólo requieren de la


voluntad de quien lo realiza. Corresponde a la REGLA GENERAL (por ejemplo, la
demanda, la contestación, sentencia, etc.).
ii. Actos bil at er al es (convenciones procesales) aquellos que requieren la
concurrencia de dos o más voluntades para su perfeccionamiento (ej
compromiso, transacción, prórroga expresa de competencia, etc.). Constituyen
la excepción.

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LOS PLAZOS .

La mayoría de los AJP, además de cumplir con los requisitos de existencia y


validez, deben realizarse dentro de un determinado plazo. El CPC no los define, pero se
entiende por tal “aquel espacio de tiempo que fija la ley, el juez o el convenio de las
partes, para ejercer un derecho dentro del proceso; es decir, el lapso de tiempo dentro del
cual se debe realizar un acto procesal”.

CLASIFICACIÓN DE LOS PLAZOS.

a. PLAZOS DE HORAS, DE DÍAS, DE MESES Y DE AÑOS.


Según la unidad de tiempo en que se expresan, pueden ser: de horas (lista de testigos en
querellas posesorias, arrendamiento de predios urbanos, etc, debe presentarse antes de
las 12:00 horas del día anterior a la fecha del comparendo); de días (para contestar la
demanda); meses (abandono del procedimiento); y años (un año para el cumplimiento
incidental de las resoluciones judiciales).

b. PLAZOS CONTINUOS Y DISCONTINUOS. Atendiendo a la manera de computarlos.


El plazo cont inu o es aquel que no se suspende durante los días feriados y, por tanto,
corre sin interrupción alguna; y el plazo d i sc ont i nu o es aquél que se suspende
durante los días feriados. Ahora bien, los días feriados o inhábiles, son los días
domingos y días festivos; todos los demás son días hábiles o no feriados.

REGLA GENERAL. (procesal civil) Art. 66/1 CPC. “los términos de días que establece el
referido Código se entenderán suspendidos durante los feriados, salvo que el tribunal, por
motivos justificados, haya dispuesto expresamente lo contrario. Esta disposición sólo se
refiere a los plazos de “días” establecidos en el CPC, por ende, los plazos de meses y de
años contenidos en este mismo Código, se computan de acuerdo con la regla general
señalada en el art. 50 del CC, es decir, son plazos continuos.

c. PLAZOS INDIVIDUALES Y PLAZOS COMUNES. ( momento de inicio del computo)


Plazos i n d i vi d ua l es, son aquellos que corren separadamente para cada parte desde
la respectiva notificación; ejemplo, el plazo para recurrir contra una resolución judicial. Y
los plazos c omu n es , son aquellos que corren conjuntamente para todas las partes
(demandantes y demandados) a contar desde la última notificación; ejemplo, el plazo
para rendir prueba es común para las partes, y según FORTTES, el plazo para contestar la
demanda cuando existe litisconsorcio pasivo, es individual en su inicio y común en su
término (art. 65 inc. II del CPC).
Art. 65. Los términos comenzarán a correr para cada parte desde el día de la notificación. Los términos
comunes se contarán desde la última notificación.
Art. 327. Todo término probatorio es común para las partes y dentro de él deberán solicitar toda
diligencia de prueba que no hubieren pedido con anterioridad a su iniciación.

La regla general en el Derecho procesal, es que los plazos sean individuales,

d. PLAZOS JUDICIALES, LEGALES Y CONVENCIONALES. ( Fuente)


Los plazos j udic ia l es son aquellos señalados en una resolución judicial. Estos sólo
pueden fijarse en los casos en que la ley faculte expresamente al tribunal, son
excepcionales. Por ejemplo, los plazos a que se refieren los arts. 9º y 12 del CPC.
Art. 9. Si durante el curso del juicio termina por cualquiera causa el carácter con que una persona
representa por ministerio de la ley derechos ajenos, continuará no obstante la representación y serán
válidos los actos que ejecute, hasta la comparecencia de la parte representada, o hasta que haya testimonio
(constancia) en el proceso de haberse notificado a ésta la cesación de la representación y el estado del
juicio. El representante deberá gestionar para que se practique esta diligencia dentro del plazo que el
tribunal designe, bajo pena de pagar una multa de un cuarto a un sueldo vital y de abonar los perjuicios que
resulten.

Art. 12. En los casos de que trata el art. 19, el procurador común será nombrado por acuerdo de las partes a
quienes haya de representar.
El nombramiento deberá hacerse dentro del término razonable que señale el tribunal.

Los plazos legal es son aquellos señalados en un precepto legal. Ej, Art. 189 establece
que la apelación deberá interponerse en el término fatal de cinco días,; agrega el inc. II, este
plazo se aumentará a diez días tratándose de sentencias definitivas.

Plazos c on venc i ona l es son aquellos que señalan de común acuerdo las partes
litigantes. Ejemplo, suspensión del procedimiento (art. 64 inc. II del CPC).

La mayoría de los plazos son legales. Esta clasificación tiene importancia para los
efectos de la prórroga, pues, los únicos plazos prorrogables son los señalados por el
tribunal; y también para establecer el carácter de fatal o no fatal de los plazos.

e. PLAZOS PRORROGABLES E IMPRORROGABLES. ( posibilidad de aumento)


Plazos p r or r og a bl es, son aquellos que se pueden aumentar más allá de su duración
original (ej, todos los plazos judiciales); e i m p ror r og a bl es, son aquellos que no son
susceptibles de tal aumento (ejemplo, los plazos legales).
Art. 67. Son prorrogables los términos señalados por el tribunal. Para que pueda concederse la prórroga es
necesario:
1. Que se pida antes del vencimiento del término; y
2. Que se alegue justa causa, la cual será apreciada por el tribunal prudencialmente.

Art. 68. En ningún caso podrá la prórroga ampliar el término más allá de los días asignados por la ley.

e. PLAZOS FATALES Y NO FATALES. ( efectos a su vencimiento)


Plazos fatal es son aquellos que, una vez vencidos, producen la caducidad del derecho
sin necesidad que el juez dicte una resolución judicial para que precluya tal derecho. En
otras palabras, son aquellos en que la rebeldía del emplazado se produce por el sólo
ministerio de la ley, al vencimiento del plazo fijado, extinguiéndose irrevocablemente los
derechos que han debido hacerse valer dentro de ese plazo y no lo han sido.

Todos los plazos legales que establece el Código de Procedimiento Civil son fatales,
art. 64. Cualquiera sea la extensión del plazo legal contemplado en el CPC (horas, días,
meses o años) y las expresiones que utilice para establecerlo, se trata de un término fatal.
Excepcionalmente, a pesar de encontrarse establecidos en el CPC, no revisten el carácter
de fatal, los plazos para la realización de actuaciones propias del tribunal (ejemplo, plazo
para dictar sentencia definitiva).

Plazos no fatales son aquellos en que la caducidad del derecho no se obtiene por el
transcurso del tiempo, sino que en virtud de la correspondiente declaración de rebeldía
por parte del tribunal, ya sea de oficio o a petición de parte.
LA REBELDÍA.

La rebeldía dice relación con la situación que se produce cuando una parte o sujeto
procesal no ejerce o realiza un derecho, facultad o AJP, dentro del plazo que correspondía.
Por lo anterior, se define la rebeldía como aquella situación que se produce por el
desinterés de una parte para cumplir un trámite del juicio en un determinado plazo, y que
permite tenerlo por cumplido a fin de que el proceso avance.

Las rebeldías permiten que el proceso avance, en el evento que alguna de las partes
litigantes manifieste desinterés por evacuar un trámite dentro de un determinado plazo.

a. CLASES. Según su origen o causa que la produce, se distingue entre:


i. Rebeld ía d ecla rad a ju di c ia lm ent e es aquella que requiere de una
resolución judicial para extinguir un derecho que no se ha ejercido dentro de
un plazo no fatal, concretamente, un plazo judicial. Art. 78 del CPC señala que
vencido un plazo judicial para la realización de un acto procesal sin que éste se
haya practicado por la parte respectiva, el tribunal, de oficio o a petición de
parte, declarará evacuado dicho trámite en su rebeldía y proveerá lo que
convenga para la prosecución del juicio, sin certificado previo del secretario.

Según la jurisprudencia mayoritaria, esta rebeldía se produce sólo cuando el juez la ha


declarado, y no cuando la parte contraria la solicita; permitiéndosele al juez, en todo caso,
declararla de oficio en los casos en que la ley lo declare expresamente. Por tanto, los
requisitos para que opere este tipo de rebeldía, son:
-existencia de un plazo judicial para realizar un AJP;
-transcurso del plazo (que esté vencido);
-resolución del tribunal, de oficio o a petición de parte, declarando evacuado el trámite en
rebeldía y proveyendo lo que convenga para la prosecución del juicio.

ii. Rebeld ía de pleno derech o, es la que opera por el sólo transcurso de un


plazo fatal. Constituye la regla general, art. 64 inc. I del CPC.

EFECTOS DE LA REBELDÍA.
El único efecto que produce, es extinguir la posibilidad de ejecutar el acto de que se trata,
cuestión que no le impide comparecer y realizar actos posteriores a aquellos en que fue
declarado rebelde. Antes se distinguía entre los efectos en primera y segunda instancia,
no obstante, dada la derogación del artículo 202 del CPC, sumado al hecho que no existe
carga de hacerse parte en segunda instancia para la prosecución del recurso, carece de
fundamento positivo la otrora distinción.

Existen dos instituciones importantes a propósito de la rebeldía


LA NULIDAD PROCESAL DE LO OBRADO EN REBELDIA
Puede tener lugar en dos supuestos, a saber:
iii. Art. 79, podrá un litigante pedir la rescisión de lo que se haya obrado en el juicio
en rebeldía suya, ofreciendo probar que ha estado impedido por fuerza mayor.
Agrega el inc. II que este derecho sólo podrá reclamarse dentro de tres días,
contados desde que cesó el impedimento y pudo hacerse valer ante el tribunal
que conoce del negocio. El fundamento es el conocido aforismo jurídico que
dice que al impedido no le corre plazo.
Este incidente se hace valer ante el mismo tribunal que está conociendo del negocio
principal por cualquiera de los litigantes, sea demandante o demandado, pues la ley no
distingue. Agrega CASARINO que este derecho, a falta de texto legal expreso en contrario,
sólo podrá hacerse valer pendiente el juicio y mientras la sentencia definitiva no adquiera
el carácter de firme o ejecutoriada.

iv. Por otra parte, el litigante rebelde puede alegar la nulidad de lo obrado por
falta de emplazamiento, pues conforme al art. 80, si al litigante rebelde no se le
ha hecho saber en persona ninguna de las providencias libradas en el juicio,
podrá pedir la rescisión de lo obrado, ofreciendo acreditar que, por un hecho que
no le sea imputable, han dejado de llegar a sus manos las copias a que se refieren
los arts. 40 y 44 (las copias de la resolución y del escrito en que ella recae), o
que ellas no son exactas en su parte substancial (ejemplo, el Receptor falsea la
notificación); agrega el inc.i s o s e g u n d o que este derecho no podrá
reclamarse sino dentro de cinco días, contados desde que aparezca o se
acredite que el litigante tuvo conocimiento personal del juicio.

Aquí, el litigante rebelde no puede ser otro que el demandado, pues solamente a él
corresponde entregarle las copias referidas. Agrega CASARINO que, en atención a la
gravedad de este incidente, puesto que se funda en la falta de emplazamiento, lo que
implica llegar a condenar a un litigante sin ser oído, la ley permite que se pueda
interponer en cualquier estado del juicio y aun después de dictada la sentencia definitiva;
esto se desprende del final del art. 182 del CPC.

FORMA DE COMPUTAR LOS PLAZOS.


El CPC nada dice, debiendo recurrirse al Codigo Civil, Art. 48, “todos los plazos de días,
meses o años de que se haga mención en las leyes o en los decretos del Presidente de la
República, de los tribunales o juzgados, se entenderá que han de ser completos; y correrán
además hasta la medianoche del último día del plazo”. Dos consecuencias:

i. Siempre el plazo se empieza a contar al día siguiente de la notificación, es


decir, la fracción del día de notificación no se cuenta, pues los plazos deben ser
de días completos.
ii. El plazo expira a las 24 horas del día respectivo,

LA SUSPENSIÓN DEL PROCEDIMIENTO.


Es la cesación o paralización del procedimiento por obra de algún impedimento, acto
procesal de parte, o resolución del tribunal. Las formas en que se puede producir son:

i. Por i mp edim ent o. Art. 5º, si durante el juicio fallece alguna de las partes
que obre por sí misma quedará suspenso por este hecho el procedimiento, y se
pondrá su estado en noticia de los herederos para que comparezcan a hacer uso
de su derecho en un plazo igual al de emplazamiento para contestar demandas,
que conceden los arts. 258 y 259.

ii. De común acuerdo. Art. 64/2 las partes, en cualquier estado del juicio,
pueden acordar la suspensión del procedimiento hasta por un plazo máximo de 90
días. Este derecho sólo se puede ejercer por una vez en cada instancia, sin perjuicio
de hacerlo valer, además, ante la CS en caso que, ante dicho tribunal, estuviesen
pendientes recursos de casación o de queja en contra de sentencia definitiva. Los
plazos que estuvieren corriendo se suspenderán al presentarse el escrito respectivo
y continuarán corriendo vencido el plazo de suspensión acordado.
iii. Ciertas r es ol uci on es ju dic ia l es traen como efecto la paralización del
procedimiento. Ejemplo, la resolución que acoge una excepción dilatoria por un
vicio del procedimiento susceptible de ser corregido, suspende el procedimiento
hasta que se efectúe la corrección; la resolución que admite a tramitación un
incidente de previo y especial pronunciamiento, art. 87/1, si el incidente es de
aquellos sin cuya previa resolución no se puede seguir substanciando la causa
principal, se suspenderá el curso de ésta, y el incidente se tramitará en la misma
pieza de autos.

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LAS ACTUACIONES JUDICIALES .

El acto jurídico procesal es aquella declaración de voluntad de las partes, de los agentes
de la justicia o de un tercero ligado al proceso, que produce efectos jurídicos en el
proceso. Una especie de AJP lo constituyen las actuaciones judiciales, definidas como
actos procesales más o menos solemnes, realizados por o ante un tribunal (existe
intervención del órgano jurisdiccional), de los cuales se deja testimonio en la
carpeta electrónica y que deben ser autorizadas por un ministro de fe, en los casos
que corresponda. Ejemplos: resoluciones, notificaciones, exhortos, y cualesquiera
diligencia que se lleve a cabo y que debe dejarse constancia (ej, acta de comparendo).
Las actuaciones judiciales están sometidas a un doble grupo de normas legales: a las
reglas generales sobre actuaciones judiciales Título VII (“De las actuaciones judiciales”)
del Libro I (“Disposiciones comunes a todo procedimiento”) del CPC; y en segundo lugar,
también pueden tener reglas propias según su tipo.

REQUISITOS.
Como se dijo, los actos procesales para ser eficaces deben cumplir con los requisitos de
existencia y validez. No obstante, un tipo de acto procesal (las actuaciones judiciales),
además deben cumplir requisitos adicionales, cuales son: el lugar, el tiempo, la forma
del acto, la autorización del ministro de fe en los casos que corresponda y la
lectura-firma y digitalización

a. DEBEN REALIZARSE POR O ANTE EL TRIBUNAL QUE CONOCE AL CAUSA.


Art. 70, todas las actuaciones necesarias para la formación del proceso se practicarán por
el tribunal que conozca de la causa…. Así, un ejemplo de actuación judicial que se realiza
POR el tribunal, es la dictación de una resolución judicial; y ANTE el tribunal, es la
rendición de prueba de testigos, la confesión judicial, etc.

Excepcionalmente, NO se realizan ante el juez o por orden del juez que conoce de la
causa, pues el mismo art. 70 CPC, se encarga de señalar dos excepciones:

i. La segunda parte del art. 70 señala que salvo los casos en que se encomienden
expresamente por la ley a los secretarios y otros ministros de fe la realización de
la actuación (ej, notificaciones efectuadas por el Secretario o el Receptor).

ii. La misma disposición se permite al tribunal delegar sus funciones… Se trata de


situaciones previstas por el legislador, Ejemplo, tasación de costas procesales
puede ser encomendada por el tribunal al Secretario; los testigos pueden ser
interrogados por uno de los ministros del tribunal colegiado; y el tribunal
puede delegar en otro ministro de fe (receptor) la diligencia de
absolución de posiciones.

Por otra parte, deben verificarse en el territorio jurisdiccional del tribunal y,


específicamente, en la sede que sirve de asiento al tribunal. Sin embargo, esta regla
también tiene excepciones, pues hay actos que por su naturaleza deben verificarse fuera
del tribunal (ejemplo, inspección personal del tribunal), o que por disposición legal deben
verificarse fuera de éste (ejemplo, notificación personal); y hay casos en que la actuación
se verifica en un territorio jurisdicción distinto (ejemplo, declaración testimonial a una
persona domiciliada fuera del lugar en que se sigue el juicio, se delega la competencia del
tribunal a través de una actuación judicial denominada exhorto).
b. DEBEN REALIZARSE EN DÍAS Y HORAS HÁBILES.
Art. 59 CPC, las actuaciones judiciales deben practicarse en días y horas hábiles. Son días
hábiles los no feriados. Son horas hábiles las que median entre las ocho y las veinte horas.

Sin embargo, hay casos en que el feriado legal, no se considera día inhábil para la
realización de actuaciones judiciales, a saber:

i. Art. 66/1 establece que los términos de días que establece el presente Código
(plazos legales), se entenderán suspendidos durante los feriados, salvo que el
tribunal, por motivos justificados, haya dispuesto expresamente lo contrario.

ii. Art. 60, pueden los tribunales, a solicitud de parte, habilitar para la práctica de
actuaciones judiciales días u horas inhábiles, cuando haya causa urgente que lo
exija; agrega el inciso II que se estimarán urgentes para este caso, las
actuaciones cuya dilación pueda causar grave perjuicio a los interesados, o a la
buena administración de justicia, o hacer ilusoria una providencia judicial.

c. DEBE DEJARSE CONSTANCIA ESCRITA DE ELLA EN LA CARPETA ELECTRONICA


El AJP es una declaración de voluntad, que puede manifestarse en forma oral (ej,
declaración de un testigo), en forma escrita (ej, demanda en juicio ordinario) o puede
deducirse de una actuación (ej, notificación tácita del demandado). Ahora bien, conforme
al art. 61 del Código de Procedimiento Civil, de toda actuación (oral, escrita o tácita)
deberá dejarse testimonio escrito en la carpeta electrónica, con expresión del lugar, día, mes
y año en que se verifique, de las formalidades con que se haya procedido, y de las demás
indicaciones que la ley o el tribunal dispongan.

Tal registro permite perpetuar la actuación para su examen futuro y permite apreciar si
se cumplieron los demás requisitos exigidos a la actuación judicial, específicamente: el
lugar donde se realizó, el tiempo en que se efectuó, de las formalidades con que se
haya procedido, y de las demás indicaciones que la ley o el tribunal dispongan.

Estas f or m al id ad es esp ecial es que la ley o el tribunal pueden disponer, son:

i. Ju r am en to. Art. 62, siempre que en una actuación judicial se deba tomar
juramento a alguno de los concurrentes, se le debe interrogar por el funcionario
autorizante al tenor de la siguiente fórmula: “¿Juráis por Dios decir la verdad
acerca de lo que se os va preguntar?” o “¿Juráis por Dios desempeñar fielmente el
cargo que se os confía?”, según sea la naturaleza de la actuación. El interrogado
debe responder: “Sí juro”. Ejemplos: el que debe prestar el intérprete, testigos,
la parte que deba prestar confesión, el perito que acepta el cargo, etc.

ii. In tervención del in térpr ete. Art. 63, cuando sea necesaria la intervención
de intérprete en una actuación judicial, se recurrirá al Intérprete Oficial, si lo
hay; y, en caso contrario, al que designe el tribunal. Los intérpretes deben tener
las condiciones requeridas para ser peritos, y se les atribuirá el carácter de
ministros de fe. Antes de practicarse la diligencia, deberá el intérprete prestar
juramento para el fiel desempeño de su cargo. Ej. Art. 347, establece que los
instrumentos extendidos en lengua extranjera se mandarán traducir por el
perito que el tribunal designe, a costa del que los presente, sin perjuicio de lo que
se resuelva sobre costas en la sentencia.
d. AUTORIZACIÓN DEL MINISTRO DE FE.
Art. 61/final la autorización del funcionario a quien corresponda dar fe o certificado del
acto es esencial para la validez de la actuación. Por ejemplo, el Secretario o el Receptor,
debe certificar haber practicado una determinada notificación; El funcionario que debe
autorizar, varía dependiendo de la actuación de que se trate.

e. LECTURA, FIRMA Y DIGITALIZACION


Art. 61/2 Previa lectura (del acta), firmarán todas las personas que hayan intervenido; y si
alguna no sabe o se niega a hacerlo, se expresará esta circunstancia. Acta que se
digitalizará e incorporará en la carpeta electrónica.

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FORMA EN QUE SE ORDENAN LAS ACTUACIONES JUDICIALES

El principio de igualdad o contradicción implica que todos los actos del procedimiento
deben efectuarse con la intervención de la parte contraria. Como consecuencia de este
principio, las actuaciones judiciales se pueden decretar u ordenar de cuatro maneras
diferentes: con audiencia, con citación, con conocimiento y de plano.

-CON AUDIENCIA.

Tramitar una actuación judicial con audiencia, significa que antes de resolver la solicitud
respectiva, el tribunal debe conferir a la contraparte un plazo de tres días para que
manifieste lo que crea conveniente respecto de dicha diligencia (trámite incidental). Ej, Art.
336/1 el aumento extraordinario para rendir prueba dentro de la República se otorgará
con previa citación, el que deba producir efecto fuera del país se decretará “con audiencia”
de la parte contraria.

La tramitación será la siguiente:


En primer lugar, una solicitud pidiendo que se ordene una determinada actuación; al
respecto, el tribunal dicta una resolución confiriendo “traslado y autos” (que es la forma de
dar audiencia a la otra parte), resolución que se debe se notificar a la contraparte; el
tribunal antes de acceder a la práctica de la actuación, confiere un plazo fatal de tres días
a la contraparte (se confiere traslado) para que dentro de él manifieste lo que crea
conveniente en orden a la diligencia solicitada (para su oposición u observación).
Sólo un vez que haya trascurrido dicho plazo, habiendo la parte contraria dicho algo o no,
el tribunal resolverá accediendo o rechazando la actuación, si, a su juicio, no hay
necesidad de prueba. Si es necesaria la prueba, se abrirá un término de ocho días para que
dentro de él se rinda. Vencido el término de prueba, háyanla o no rendido las partes, fallará
el tribunal inmediatamente o, a más tardar, dentro de tercero día la cuestión que haya dado
origen al incidente.

CON CITACION
Tramitar una actuación judicial con citación, significa que, en principio, el tribunal
decreta la actuación, pero ésta no puede llevarse a efecto sino una vez que hayan
pasado tres días desde la notificación de la parte contraria, la cual puede dentro de este
plazo oponerse a la realización de la actuación, caso en el cual, el cumplimiento de la
diligencia se suspende hasta que se resuelva el incidente. En efecto, el art. 69 señala que
siempre que se ordene o autorice una diligencia con citación, se entenderá que no puede
llevarse a efecto sino pasados tres días después de la notificación de la parte contraria, la
cual tendrá el derecho de oponerse o deducir observaciones dentro de dicho plazo,
suspendiéndose en tal caso la diligencia hasta que se resuelva el incidente. Ejemplos: el
aumento extraordinario del término para rendir prueba dentro del territorio del país; y la
agregación de algunos instrumentos presentados al juicio.

La tramitación será la siguiente:


En primer lugar, comienza con una solicitud pidiendo se ordene una determinada
actuación; el tribunal dicta una resolución, acogiendo la solicitud (“como se pide, con
citación”), y se notifica dicha resolución a la contraparte. Desde la notificación hay un plazo
fatal de tres días para que la contraria se oponga o haga observaciones; si la parte contraria
no se opone o acepta la solicitud en forma expresa, se lleva a efecto la actuación pedida y
queda terminado este procedimiento;

Pero si se opone, se origina un incidente y se suspenden los efectos de la resolución que


había acogido la solicitud, y el procedimiento continúa en el incidente originado con el
escrito de oposición; dictándose una resolución que confiere “traslado” a la oposición y se
continúa con todos los trámites mencionados anteriormente (trámite incidental).

La resolución que falla el incidente de oposición, puede que rechace la oposición y, en tal
caso, se cumple la actuación ordenada, cuyos efectos estaban suspendidos; pero si se acoge
la oposición, queda terminado el procedimiento incidental sin cumplir la actuación pedida.

CON CONOCIMIENTO
Se ordena o autoriza una actuación judicial con conocimiento, cuando ella se lleva a
efecto desde que se ponga en noticia de la parte contraria lo resuelto. En efecto, el art. 69
señala que cuando se mande proceder con conocimiento o valiéndose de otras expresiones
análogas, se podrá llevar a efecto la diligencia desde que se ponga en noticia del contendor
lo resuelto; es decir, en este caso la diligencia se puede realizar una vez que se pone en
conocimiento de la parte contraria la resolución, sin que sea necesario esperar tres días,
como el caso anterior.

Esta forma de ordenar una actuación judicial tiene lugar cuando la ley lo ordena o autoriza
expresamente (Ejemplo, medidas para mejor resolver), o cuando el tribunal considera que
no existe o no puede existir controversia sobre lo pedido (Ejemplo, una actuación pedida
de común acuerdo por las partes).

La tramitación será la siguiente:


En primero lugar, una solicitud pidiendo que se ordene una determinada actuación, y el
tribunal dicta una resolución acogiendo la solicitud (“como se pide, con conocimiento”); o
también puede suceder que el tribunal ordene de oficio una actuación con conocimiento. La
resolución se notifica a la contraparte (estado diario), y una vez notificada, tiene lugar el
cumplimiento de la actuación ordenada. Lo anterior debe entenderse sin perjuicio del
derecho de la parte contraria para oponerse, planteando así un incidente para que se
suspenda la actuación; pero si la oposición se formula después de practicada la diligencia,
la suerte de la actuación no se verá afectada, ya que fue cumplida.

DE PLANO
Por último, se ordena o autoriza de plano una diligencia judicial, cuando el tribunal la
decreta de inmediato, sin mayores formalidades ni espera de términos que deben
transcurrir. Es decir, la actuación se cumple sin siquiera poner en conocimiento de la
parte contraria la resolución que así lo ordena. Ej., medidas precautorias prejudiciales,
pues de acuerdo a la primera parte del art. 302/2, podrán sin embargo, llevarse a efecto
dichas medidas antes de notificarse a la persona contra quien se dictan, siempre que existan
razones graves para ello y el tribunal así lo ordene (ej., para cobrar un dinero, se sabe que
si se notifica una medida precautoria el deudor tendrá tiempo para ocultarlo).

La tramitación será la siguiente:


Comienza con una solicitud para que se ordene una actuación; luego se dicta una resolución
acogiendo la solicitud en la forma pedida (“como se pide, llévese a efecto de inmediato y
antes de notificarse”); y finalmente se cumple la actuación, y se notifica a la parte afectada.

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