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Ahora bien, el AJP es una especie de acto jurídico que se caracteriza por referirse
directamente al proceso, siéndole aplicables las reglas de la Teoría General del Acto
Jurídico, con las particularidades propias del derecho procesal.
Ahora bien, dentro de los HECHOS JURIDICOS, la doctrina procesal distingue entre:
El autor del AJP busca producir efectos procesales de manera directa e inmediata, y esta
es la diferencia con el hecho jurídico procesal, el cual produce efectos sin la intención
directa de producirlos.
a. LA VOLUNTAD.
La voluntad, siguiendo a ALESSANDRI, se define como el libre querer interno de lograr un
fin determinado (efectos jurídicos en el proceso) por medio de una acción. Ahora bien,
este querer interno se regula por el Derecho sólo cuando se manifiesta o exterioriza y, en
materia procesal, esta manifestación puede ser expresa o tácita.
Por regla general, la voluntad debe ser manifestada en forma expresa. Así se deduce
del art. 29 del CPC al señalar “Se formará la carpeta electrónica con los escritos,
documentos, resoluciones, actas de audiencias y actuaciones de toda especie, que se
presenten o verifiquen en el juicio”. Excepcionalmente hay manifestación tácita de
voluntad, por ejemplo, en la prórroga tácita de competencia, notificación tácita, etc.
En cuanto al silencio, al igual que en materia civil, éste no produce efectos jurídicos,
salvo que una norma específica lo establezca; así, por ejemplo, el art. 394/I del CPC, a
propósito de la confesión judicial, establece que “si el litigante no comparece al segundo
llamado, o si, compareciendo, se niega a declarar o da respuestas evasivas, se le dará por
confeso, a petición de parte, en todos aquellos hechos que estén categóricamente afirmados
en el escrito en que se pidió la declaración”. Ahora, si bien el silencio por regla general
no produce efectos, en algunas ocasiones, implica la preclusión de las facultades que no
se han ejercido (por ejemplo, si el demandado no contesta la demanda dentro del plazo
legal, perderá la oportunidad de plantear sus excepciones y defensas); y en otros
supuestos, frente a una carga procesal, coloca a quien ella grava, en la situación de
soportar las consecuencias adversas de no haberla asumido (ejemplo, al demandado que
no fija domicilio dentro del radio urbano se le notifican por el estado diario las
resoluciones que debieran notificarse por cédula).
Para que la voluntad sea válida, debe estar exenta de todo vicio (requisito de validez). En
materia procesal estos vicios pueden ser:
b. EL OBJETO
El objeto del AJP se vincula a la idea del “beneficio jurídico” que se persigue obtener con
él; por ejemplo, el objeto del acto procesal demanda, es la satisfacción de una pretensión.
En cuanto al objeto ilícito, existen varios casos reglamentados; por ejemplo, la prórroga
de competencia en materia penal o no contenciosa, casos de arbitraje prohibido, etc.
c. LA CAUSA.
Motivo jurídicamente relevante que inspira la realización del acto; ejemplo, recurso de
apelación, la causa o motivo de su interposición es el agravio sufrido por el apelante.
e. LA CAPACIDAD
En materia procesal, es entendida como la aptitud legal de una persona para realizar AJP.
Al respecto hay que distinguir entre la capacidad del tribunal y la capacidad de las partes.
i. Capacidad de los jueces (tribunal) para realizar actos procesales, deben tener
jurisdicción, competencia, capacidad funcional (carencia de inhabilidades)
ii. Actos de las partes, requieren capacidad para ser parte (capacidad de goce),
capacidad procesal o para comparecer (capacidad de ejercicio) y la capacidad
para pedir en juicio o ius postulandi.
LA INEFICACIA DE LOS ACTOS PROCESALES.
El AJP que se ajusta a todos los requisitos contemplados por el ordenamiento jurídico es
EFICAZ y, por ende, producirá las consecuencias jurídicas pretendidas en su realización.
Por el contrario, el AJP que no cumple con los requisitos es ineficaz y, por tanto, NO
generará sus efectos propios o dejará de producirlos.
¿Qué sanción tienen estos actos procesales ejecutados con omisión de sus requisitos?
Algunos autores dicen que es posible apreciar diferentes sanciones, a saber:
iii. In exist enc ia . Esta sanción opera por la omisión de los requisitos de
existencia del acto, por ejemplo, ante la ausencia de voluntad del órgano
jurisdiccional. Dado su carácter, no debe ser declarada sino sólo constatada;
tampoco se puede sanear o convalidar; y la vía normal para atacar o corregir
esta ineficacia, es por medio de los recursos procesales y, excepcionalmente, a
través del ejercicio de una excepción.
v. Pr ec lu si ón. Sanción legal de ineficacia que afecta a los actos verificados fuera
de los límites indicados por la ley para su realización, por haber realizado uno
incompatible o correspondiente, lo que impide su posterior verificación por otro
distinto. ( sea por extemporaneidad , incompatibilidad o consumación)
a. ACTOS DEL TRIBUNAL, DE LAS PARTES,Y DE TERCEROS ABSOLUTOS. (Sujeto del cual emanan),
i. Actos del tri bunal, son aquellos que emanan de los agentes de la
jurisdicción, entendiéndose por tales, jueces y auxiliares de la administración
de justicia. y se pueden subclasificar en:
- Actos de disp os ición son aquellos que tienen por objeto crear, modificar
o extinguir situaciones procesales. Ejemplo, desistimiento de la demanda,
transacción; nombramiento de un perito.
iii. Actos de t erc er os a bs olut os, aquellos que no emanan ni del tribunal ni
de las partes, sino de personas que están legalmente autorizadas para realizar
dichos actos durante el proceso. Estos actos puede ser de prueba (ej,
declaración de un testigo), decisión (informe de perito), o cooperación
(actuación de un martillero). Son excepcionales, pues por esencia el juicio está
destinado a la actividad de las partes y del tribunal.
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LOS PLAZOS .
REGLA GENERAL. (procesal civil) Art. 66/1 CPC. “los términos de días que establece el
referido Código se entenderán suspendidos durante los feriados, salvo que el tribunal, por
motivos justificados, haya dispuesto expresamente lo contrario. Esta disposición sólo se
refiere a los plazos de “días” establecidos en el CPC, por ende, los plazos de meses y de
años contenidos en este mismo Código, se computan de acuerdo con la regla general
señalada en el art. 50 del CC, es decir, son plazos continuos.
Art. 12. En los casos de que trata el art. 19, el procurador común será nombrado por acuerdo de las partes a
quienes haya de representar.
El nombramiento deberá hacerse dentro del término razonable que señale el tribunal.
Los plazos legal es son aquellos señalados en un precepto legal. Ej, Art. 189 establece
que la apelación deberá interponerse en el término fatal de cinco días,; agrega el inc. II, este
plazo se aumentará a diez días tratándose de sentencias definitivas.
Plazos c on venc i ona l es son aquellos que señalan de común acuerdo las partes
litigantes. Ejemplo, suspensión del procedimiento (art. 64 inc. II del CPC).
La mayoría de los plazos son legales. Esta clasificación tiene importancia para los
efectos de la prórroga, pues, los únicos plazos prorrogables son los señalados por el
tribunal; y también para establecer el carácter de fatal o no fatal de los plazos.
Art. 68. En ningún caso podrá la prórroga ampliar el término más allá de los días asignados por la ley.
Todos los plazos legales que establece el Código de Procedimiento Civil son fatales,
art. 64. Cualquiera sea la extensión del plazo legal contemplado en el CPC (horas, días,
meses o años) y las expresiones que utilice para establecerlo, se trata de un término fatal.
Excepcionalmente, a pesar de encontrarse establecidos en el CPC, no revisten el carácter
de fatal, los plazos para la realización de actuaciones propias del tribunal (ejemplo, plazo
para dictar sentencia definitiva).
Plazos no fatales son aquellos en que la caducidad del derecho no se obtiene por el
transcurso del tiempo, sino que en virtud de la correspondiente declaración de rebeldía
por parte del tribunal, ya sea de oficio o a petición de parte.
LA REBELDÍA.
La rebeldía dice relación con la situación que se produce cuando una parte o sujeto
procesal no ejerce o realiza un derecho, facultad o AJP, dentro del plazo que correspondía.
Por lo anterior, se define la rebeldía como aquella situación que se produce por el
desinterés de una parte para cumplir un trámite del juicio en un determinado plazo, y que
permite tenerlo por cumplido a fin de que el proceso avance.
Las rebeldías permiten que el proceso avance, en el evento que alguna de las partes
litigantes manifieste desinterés por evacuar un trámite dentro de un determinado plazo.
EFECTOS DE LA REBELDÍA.
El único efecto que produce, es extinguir la posibilidad de ejecutar el acto de que se trata,
cuestión que no le impide comparecer y realizar actos posteriores a aquellos en que fue
declarado rebelde. Antes se distinguía entre los efectos en primera y segunda instancia,
no obstante, dada la derogación del artículo 202 del CPC, sumado al hecho que no existe
carga de hacerse parte en segunda instancia para la prosecución del recurso, carece de
fundamento positivo la otrora distinción.
iv. Por otra parte, el litigante rebelde puede alegar la nulidad de lo obrado por
falta de emplazamiento, pues conforme al art. 80, si al litigante rebelde no se le
ha hecho saber en persona ninguna de las providencias libradas en el juicio,
podrá pedir la rescisión de lo obrado, ofreciendo acreditar que, por un hecho que
no le sea imputable, han dejado de llegar a sus manos las copias a que se refieren
los arts. 40 y 44 (las copias de la resolución y del escrito en que ella recae), o
que ellas no son exactas en su parte substancial (ejemplo, el Receptor falsea la
notificación); agrega el inc.i s o s e g u n d o que este derecho no podrá
reclamarse sino dentro de cinco días, contados desde que aparezca o se
acredite que el litigante tuvo conocimiento personal del juicio.
Aquí, el litigante rebelde no puede ser otro que el demandado, pues solamente a él
corresponde entregarle las copias referidas. Agrega CASARINO que, en atención a la
gravedad de este incidente, puesto que se funda en la falta de emplazamiento, lo que
implica llegar a condenar a un litigante sin ser oído, la ley permite que se pueda
interponer en cualquier estado del juicio y aun después de dictada la sentencia definitiva;
esto se desprende del final del art. 182 del CPC.
i. Por i mp edim ent o. Art. 5º, si durante el juicio fallece alguna de las partes
que obre por sí misma quedará suspenso por este hecho el procedimiento, y se
pondrá su estado en noticia de los herederos para que comparezcan a hacer uso
de su derecho en un plazo igual al de emplazamiento para contestar demandas,
que conceden los arts. 258 y 259.
ii. De común acuerdo. Art. 64/2 las partes, en cualquier estado del juicio,
pueden acordar la suspensión del procedimiento hasta por un plazo máximo de 90
días. Este derecho sólo se puede ejercer por una vez en cada instancia, sin perjuicio
de hacerlo valer, además, ante la CS en caso que, ante dicho tribunal, estuviesen
pendientes recursos de casación o de queja en contra de sentencia definitiva. Los
plazos que estuvieren corriendo se suspenderán al presentarse el escrito respectivo
y continuarán corriendo vencido el plazo de suspensión acordado.
iii. Ciertas r es ol uci on es ju dic ia l es traen como efecto la paralización del
procedimiento. Ejemplo, la resolución que acoge una excepción dilatoria por un
vicio del procedimiento susceptible de ser corregido, suspende el procedimiento
hasta que se efectúe la corrección; la resolución que admite a tramitación un
incidente de previo y especial pronunciamiento, art. 87/1, si el incidente es de
aquellos sin cuya previa resolución no se puede seguir substanciando la causa
principal, se suspenderá el curso de ésta, y el incidente se tramitará en la misma
pieza de autos.
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LAS ACTUACIONES JUDICIALES .
El acto jurídico procesal es aquella declaración de voluntad de las partes, de los agentes
de la justicia o de un tercero ligado al proceso, que produce efectos jurídicos en el
proceso. Una especie de AJP lo constituyen las actuaciones judiciales, definidas como
actos procesales más o menos solemnes, realizados por o ante un tribunal (existe
intervención del órgano jurisdiccional), de los cuales se deja testimonio en la
carpeta electrónica y que deben ser autorizadas por un ministro de fe, en los casos
que corresponda. Ejemplos: resoluciones, notificaciones, exhortos, y cualesquiera
diligencia que se lleve a cabo y que debe dejarse constancia (ej, acta de comparendo).
Las actuaciones judiciales están sometidas a un doble grupo de normas legales: a las
reglas generales sobre actuaciones judiciales Título VII (“De las actuaciones judiciales”)
del Libro I (“Disposiciones comunes a todo procedimiento”) del CPC; y en segundo lugar,
también pueden tener reglas propias según su tipo.
REQUISITOS.
Como se dijo, los actos procesales para ser eficaces deben cumplir con los requisitos de
existencia y validez. No obstante, un tipo de acto procesal (las actuaciones judiciales),
además deben cumplir requisitos adicionales, cuales son: el lugar, el tiempo, la forma
del acto, la autorización del ministro de fe en los casos que corresponda y la
lectura-firma y digitalización
Excepcionalmente, NO se realizan ante el juez o por orden del juez que conoce de la
causa, pues el mismo art. 70 CPC, se encarga de señalar dos excepciones:
i. La segunda parte del art. 70 señala que salvo los casos en que se encomienden
expresamente por la ley a los secretarios y otros ministros de fe la realización de
la actuación (ej, notificaciones efectuadas por el Secretario o el Receptor).
Sin embargo, hay casos en que el feriado legal, no se considera día inhábil para la
realización de actuaciones judiciales, a saber:
i. Art. 66/1 establece que los términos de días que establece el presente Código
(plazos legales), se entenderán suspendidos durante los feriados, salvo que el
tribunal, por motivos justificados, haya dispuesto expresamente lo contrario.
ii. Art. 60, pueden los tribunales, a solicitud de parte, habilitar para la práctica de
actuaciones judiciales días u horas inhábiles, cuando haya causa urgente que lo
exija; agrega el inciso II que se estimarán urgentes para este caso, las
actuaciones cuya dilación pueda causar grave perjuicio a los interesados, o a la
buena administración de justicia, o hacer ilusoria una providencia judicial.
Tal registro permite perpetuar la actuación para su examen futuro y permite apreciar si
se cumplieron los demás requisitos exigidos a la actuación judicial, específicamente: el
lugar donde se realizó, el tiempo en que se efectuó, de las formalidades con que se
haya procedido, y de las demás indicaciones que la ley o el tribunal dispongan.
i. Ju r am en to. Art. 62, siempre que en una actuación judicial se deba tomar
juramento a alguno de los concurrentes, se le debe interrogar por el funcionario
autorizante al tenor de la siguiente fórmula: “¿Juráis por Dios decir la verdad
acerca de lo que se os va preguntar?” o “¿Juráis por Dios desempeñar fielmente el
cargo que se os confía?”, según sea la naturaleza de la actuación. El interrogado
debe responder: “Sí juro”. Ejemplos: el que debe prestar el intérprete, testigos,
la parte que deba prestar confesión, el perito que acepta el cargo, etc.
ii. In tervención del in térpr ete. Art. 63, cuando sea necesaria la intervención
de intérprete en una actuación judicial, se recurrirá al Intérprete Oficial, si lo
hay; y, en caso contrario, al que designe el tribunal. Los intérpretes deben tener
las condiciones requeridas para ser peritos, y se les atribuirá el carácter de
ministros de fe. Antes de practicarse la diligencia, deberá el intérprete prestar
juramento para el fiel desempeño de su cargo. Ej. Art. 347, establece que los
instrumentos extendidos en lengua extranjera se mandarán traducir por el
perito que el tribunal designe, a costa del que los presente, sin perjuicio de lo que
se resuelva sobre costas en la sentencia.
d. AUTORIZACIÓN DEL MINISTRO DE FE.
Art. 61/final la autorización del funcionario a quien corresponda dar fe o certificado del
acto es esencial para la validez de la actuación. Por ejemplo, el Secretario o el Receptor,
debe certificar haber practicado una determinada notificación; El funcionario que debe
autorizar, varía dependiendo de la actuación de que se trate.
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FORMA EN QUE SE ORDENAN LAS ACTUACIONES JUDICIALES
El principio de igualdad o contradicción implica que todos los actos del procedimiento
deben efectuarse con la intervención de la parte contraria. Como consecuencia de este
principio, las actuaciones judiciales se pueden decretar u ordenar de cuatro maneras
diferentes: con audiencia, con citación, con conocimiento y de plano.
-CON AUDIENCIA.
Tramitar una actuación judicial con audiencia, significa que antes de resolver la solicitud
respectiva, el tribunal debe conferir a la contraparte un plazo de tres días para que
manifieste lo que crea conveniente respecto de dicha diligencia (trámite incidental). Ej, Art.
336/1 el aumento extraordinario para rendir prueba dentro de la República se otorgará
con previa citación, el que deba producir efecto fuera del país se decretará “con audiencia”
de la parte contraria.
CON CITACION
Tramitar una actuación judicial con citación, significa que, en principio, el tribunal
decreta la actuación, pero ésta no puede llevarse a efecto sino una vez que hayan
pasado tres días desde la notificación de la parte contraria, la cual puede dentro de este
plazo oponerse a la realización de la actuación, caso en el cual, el cumplimiento de la
diligencia se suspende hasta que se resuelva el incidente. En efecto, el art. 69 señala que
siempre que se ordene o autorice una diligencia con citación, se entenderá que no puede
llevarse a efecto sino pasados tres días después de la notificación de la parte contraria, la
cual tendrá el derecho de oponerse o deducir observaciones dentro de dicho plazo,
suspendiéndose en tal caso la diligencia hasta que se resuelva el incidente. Ejemplos: el
aumento extraordinario del término para rendir prueba dentro del territorio del país; y la
agregación de algunos instrumentos presentados al juicio.
La resolución que falla el incidente de oposición, puede que rechace la oposición y, en tal
caso, se cumple la actuación ordenada, cuyos efectos estaban suspendidos; pero si se acoge
la oposición, queda terminado el procedimiento incidental sin cumplir la actuación pedida.
CON CONOCIMIENTO
Se ordena o autoriza una actuación judicial con conocimiento, cuando ella se lleva a
efecto desde que se ponga en noticia de la parte contraria lo resuelto. En efecto, el art. 69
señala que cuando se mande proceder con conocimiento o valiéndose de otras expresiones
análogas, se podrá llevar a efecto la diligencia desde que se ponga en noticia del contendor
lo resuelto; es decir, en este caso la diligencia se puede realizar una vez que se pone en
conocimiento de la parte contraria la resolución, sin que sea necesario esperar tres días,
como el caso anterior.
Esta forma de ordenar una actuación judicial tiene lugar cuando la ley lo ordena o autoriza
expresamente (Ejemplo, medidas para mejor resolver), o cuando el tribunal considera que
no existe o no puede existir controversia sobre lo pedido (Ejemplo, una actuación pedida
de común acuerdo por las partes).
DE PLANO
Por último, se ordena o autoriza de plano una diligencia judicial, cuando el tribunal la
decreta de inmediato, sin mayores formalidades ni espera de términos que deben
transcurrir. Es decir, la actuación se cumple sin siquiera poner en conocimiento de la
parte contraria la resolución que así lo ordena. Ej., medidas precautorias prejudiciales,
pues de acuerdo a la primera parte del art. 302/2, podrán sin embargo, llevarse a efecto
dichas medidas antes de notificarse a la persona contra quien se dictan, siempre que existan
razones graves para ello y el tribunal así lo ordene (ej., para cobrar un dinero, se sabe que
si se notifica una medida precautoria el deudor tendrá tiempo para ocultarlo).