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1. EXPLICACIÓN GENERAL
El acto procesal puede ser eficaz o ineficaz, según si produce o no los efectos
que son propios a su naturaleza. Para tal efecto, el ordenamiento jurídico considera
una amplia gama de sanciones que permiten desconocer o restar valor a los actos
procesales ejecutados imperfecta o irregularmente, privándolos de sus
consecuencias jurídicas61.
Como el proceso conforma una relación autónoma, las ineficacias que allí surgen
son independientes de las que pueden afectar a los actos o contratos vinculados al
derecho material que es discutido en el objeto del proceso. Como lo ha expuesto la
Corte de Apelaciones de Santiago, en sentencia de 6 de mayo de 1983, "la relación
procesal se vicia por el fallo de los presupuestos procesales, como la jurisdicción,
competencia absoluta, capacidad procesal o por algún defecto que anule el
procedimiento, pero no sufre daño por algún vicio que pudiere tener la relación
jurídica sustancial, que es autónoma de la primera"62.
La inexistencia surgiría cuando no está presente uno de los requisitos que permite
que el acto nazca a la vida del derecho. Esa ausencia autoriza a declarar que ese
acto es aparente, que no llegó a existir jurídicamente. En cambio, si se trata de los
requisitos de validez, el acto nace al derecho, pero con un vicio que permite su
declaración de nulidad.
3. LA INADMISIBILIDAD
En términos generales, todo acto procesal debe cumplir con requisitos relativos a
la aptitud de los sujetos, a la declaración de voluntad, al objeto del acto, al lugar,
tiempo y a la forma del acto.
a) Con citación. "Siempre que se ordene o autorice una diligencia con citación se
entenderá que no puede llevarse a efecto sino pasado tres días después de la
notificación de la parte contraria, la cual tendrá el derecho de oponerse o deducir
observaciones dentro de dicho plazo, suspendiéndose en tal caso la diligencia hasta
que no se resuelva el incidente". Cuando se decreta una actuación judicial bajo esta
modalidad, lo que hace el tribunal es acceder de inmediato a ella, salvo que la parte
se oponga dentro de tercero día71.
El acto procesal no depende de la mera voluntad o capricho del juez, que pueda
arbitrariamente imponer requisitos de admisibilidad diferentes a los previstos en la
fuente jurídica que regula el acto procesal. Por ejemplo, si a un determinado
magistrado le resulta tedioso participar en las audiencias de prueba testimonial, ello
no es una razón para privar a la parte de ese medio de prueba cuando fue solicitado
en forma oportuna y cumpliendo con las exigencias legales. De igual forma, un juez
no puede decretar la exhibición de documentos que revistan el carácter de secretos
o confidenciales, aunque su ánimo de fiscalización sea su defecto dominante
(art. 349 CPC).
El estudio de la jurisprudencia revela que los jueces cumplen con un rol relevante
en la interpretación de las exigencias procesales para declarar admisible o
desestimar una determinada actuación. Así, a modo de ejemplo, en lo que dice
relación con la minuta exigida para el interrogatorio de los testigos (art. 320 CPC),
durante una época su carencia no podía ser suplida interrogando al testigo al tenor
de los puntos fijados en el auto de prueba. Después de años se produjo un cambio
de interpretación, pasando a ser un acto procesal admisible interrogar al testigo al
tenor del "auto de prueba", sin necesidad de acompañar la minuta señalada en la
ley74.
4. LA NULIDAD PROCESAL
También admite esta actuación de oficio el art. 775 del CPC, autorizando al
tribunal ad quem para llamar a los abogados a alegar sobre posibles vicios de
nulidad justificante de la casación en la forma, cuando conocen de un asunto en la
vista de un recurso, en el trámite de la consulta o en alguna incidencia.
"En este sentido se ha expresado por la jurisprudencia que 'El tribunal, por su
parte, puede declarar de propia iniciativa la nulidad de estos actos esenciales del
proceso que, miran al orden público, cuando el vicio aparece manifiesto en autos.
Está habilitado para hacerlo hasta que se produzca el desasimiento, lo que ocurre
con la notificación de la sentencia a alguno de los litigantes' (C. Santiago, 4 de
diciembre de 1985, RDJ, t. 82, sec. 2ª, p. 119)"91.
d) Por la vía de las acciones o recursos que contemplan las causales de nulidad,
diferenciando entre errores in judicando y errores in procedendo, cuyo desarrollo se
hará al estudiar los actos procesales de impugnación.
También puede operar mediante la actuación expresa o tácita de las partes, que
confirman o convalidan la actuación viciada.
5. LA CADUCIDAD PROCESAL
La caducidad es una sanción que provoca un efecto extintivo para ejecutar actos
procesales por la consumación de un plazo.
La base legal genérica de esta sanción se consagra en el art. 64 del CPC para los
plazos fatales contemplados para la actividad procesal de las partes, sin perjuicio
de reglas especiales para aplicar la misma sanción100.
Conforme al art. 152 del CPC, "el procedimiento se entiende abandonado cuando
todas las partes que figuran en el juicio han cesado en su prosecución durante seis
meses, contados desde la fecha de la última resolución recaída en alguna gestión
útil para dar curso progresivo a los autos"101.
La existencia de esta ineficacia busca impedir que el proceso contencioso se
paralice en forma indefinida, sancionando la falta de diligencia del actor en la
realización de los actos procesales tendientes a dar curso a los autos.
Las exigencias para declarar esta sanción son: 1º) la inactividad de las partes; 2º)
el transcurso del tiempo establecido en la ley; 3º) la petición del demandado, y 4º)
que el demandado no haya realizado algún acto que implique la renuncia a alegar
esta caducidad.
6. LA INOPONIBILIDAD
c) La oposición del tercero a la cosa juzgada115. El art. 234 inc. 2º del CPC dispone
que "el tercero en contra de quien se pida el cumplimiento del fallo podrá deducir,
además, la excepción de no empecerle la sentencia y deberá formular su oposición
dentro del plazo de diez días". Esta figura no existía en el primitivo texto del Código
de Procedimiento; su incorporación se debe a la ley Nº 7.760, publicada el 5 de
febrero de 1944. Por esta vía, el tercero preterido de una relación procesal podrá
formular su resistencia al efecto directo de la sentencia, denunciando —
fundamentalmente— que el fallo cuya ejecución se ha solicitado no le vincula. En
principio, la causa de esta inoponibilidad se debe buscar en una indebida
configuración de la relación procesal, que determinó el pronunciamiento de una
sentencia sin estar todos los sujetos legitimados, esto es, se infringió el denominado
litisconsorcio necesario116. El efecto normal que se debe conseguir con esta forma
de protección jurídica es desvincular al tercero de los efectos de una sentencia,
puesto que, si ella no le provoca un perjuicio al tercero, sería inoficioso contemplar
este mecanismo de defensa o derecho de oposición.