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TEMA-1.

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Técnicas de Expresión Oral: Presentación de Campañas

3º Grado en Publicidad y Relaciones Públicas

Facultad de Ciencias Sociales, Jurídicas y de la Comunicación


Universidad de Valladolid

Reservados todos los derechos.


No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
TEMA 1
Dialéctica, retórica y lógica: instrumentos que se emplearon en la formulación de argumentos.

La expresión oral: la puesta en escena para comunicar informaciones sobre diversos temas, ante el público, con la presión
escénica, la convierten en una tarea de gran complejidad que sólo unos pocos poseen

Jorge Batán: el miedo escénico del Bernabeu. Madrid en los 80 ganó varios premios, y cuando jugaba fuera de casa perdía.
Con la presión de público en casa el rival se cagaba y por eso ganaban. Primer problema para hablar en público: miedo
escénico.

Realidad y objetividad: cada uno la percibe de una manera diferente en función de una serie de motivaciones sociales,
creencias, aspectos culturales o ideológicos, por lo que cada receptor comparte un parte de la realidad y disiente en otra
(optimista, el vaso está medio lleno / pesimista, el vaso está medio vacío / milenial, el vaso me está ofendiendo).

Cuando comunicamos, en realidad lo que hacemos es interpretar o reelaborar las realidades que nos rodea para transmitirla
en nuestros mensajes, escritos o en los discursos orales. El arte de contar es el arte de empatizar con el receptor. El
cuentacuentos es aquel que conoce su audiencia y sabe estructurar y dosificar la información. Comunicación hablada es una
capacidad que nos distingue a los seres humanos. La expresión oral es una tarea compleja.

ORÍGENES DE LA RETÓRICA

Tanto la dialéctica como la retórica son para Aristóteles formas de argumentación. La retórica sigue siendo el poderoso
mecanismo de confección del discurso persuasivo.

Retórica publicitaria: se utiliza como una escuela para entrenar las virtualidades y mejores características de los mensajes
propios y de los medios y ha vuelto a ser objeto primordial del marketing.

La retórica como tal surge en 476 a.C., según recogen Aristóteles, Cicerón y Quintiliano, en Siracusa (Sicilia), aunque los
orígenes se pueden remontar varios siglos más atrás en el tiempo. Antes del 700 a.C. los griegos aprendieron a ordenar el
discurso de un modo tal que pudiera lograr el efecto deseado (James Murphy).

RETÓRICA Y RELATIVISMO

Relativismo: todo puede ser bueno o malo depende de cómo lo veamos. Se entiende por relativismo la visión que defiende
que tanto valen unas conductas como otras. ¿Nada es mejor que nada? ¿Simplemente es distinto?

Los sofistas en la Antigua Grecia defendían cualquier planteamiento por dinero, por medio del aprendizaje de la retórica. En
esta línea de pensamiento se asocia el relativismo, el desprestigio de la enseñanza, a que se les acusa de la defensa de ese
relativismo, no hay una verdad absoluta. El objetivo es la verosimilitud, no la verdad. La retórica fue considerada por Sócrates,
Platón y Aristóteles como un medio para seducir las almas, sin finalidad profunda, ya que sus referencias última es la
apariencia, no la naturaleza de las cosas. El discurso retórico es el discurso de la persuasión.

Aunque la retórica nació en una civilización oral, y actualmente hay técnicas audiovisuales que pueden comunicar a cualquier
rincón del mundo con la última tecnología y apoyo de todo tipo de recursos, la base es la misma (publicistas, periodistas,
asesores de imagen, políticos). En un principio la retórica consistía en un sencillo conjunto de técnicas para el discurso que
intentaban argumentar con verosimilitud. Si la persona que da un discurso está convencida de lo que dice aunque sea
mentira, si se lo cree, nadie le pillará.

Retórica argumentativa  → Retórica basada en las emociones

Todo los problemas tienen al menos dos soluciones opuestas: sobre lo justo y lo injusto, lo bueno y lo malo sostengo con
toda firmeza que, por naturaleza, no hay nada que lo sea esencialmente, sino que es de la colectividad el que se hace
verdadero cuando se formula y durante todo el tiempo que dura ese parecer (Pitágoras).

La persuasión retórica: producto del acuerdo de las opiniones

La retórica: ¿Es el poder de persuadir o el arte de hablar bien?

Quintiliano lo define como el poder de persuadir. Pero no solo la retórica se basa en la persuasión. La retórica se fundamenta
en la utilización de los recursos del lenguaje con el objetivo de influir en los receptores de persuadirles para que actúen de
una u otra manera o para convencerles de determinadas ideas.

Reservados todos los derechos. No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
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La retórica es una comunicación en la que se presentan una serie de razonamientos en forma de argumentación con la que
se intentan convencer el público al que va dirigido. Aristóteles consideraba que el discurso consta de: el orador, el contenido
y los oyentes.

El discurso: es la suma del texto memorizado del discurso más la voz y el gesto de actuación, junto con la improvisación
textual, que es la diferencia entre texto preparado y lo que se cuenta a la audiencia.

Los argumentos que se utilizan en la retórica se refuerzan por un hecho relacionado con el orador. El orador es reconocido
por sus conocimientos. Además del contenido, hay que establecer un orden en el discurso: la secuencia más apropiada para
darle fuerza a un parlamento, un texto, un sermón o un oficio. Otro hecho importante es la puesta en escena. Una gran
cantidad de mecanismos que abarcan la voz, el rostro, los movimientos de las manos y el cuerpo.

EL PROCESO DEL DISCURSO

Intellectio: el tema sobre el que va a versas el discurso.

Inventio: los argumentos a los que recurre el discurso para persuadir a la audiencia. El orador tiene que preguntarse qué va
a decir a los oyentes sobre el tema propuesto. Para que un discurso sea interesante, además de tener información novedosa
tiene que ofrecer una visión personal del orador y una respuesta adecuada a las cuestiones planteadas por los oyentes que
asisten al acto, para ampliar sus conocimientos. El discurso debe decir algo nuevo, tiene que presentar un descubrimiento
en la medida de lo posible. No siempre hay elementos nuevos, por lo que se deben presentar los elementos conocidos
adecuadamente elaborados. Debe aportar su punto de vista, hay que presentar y organizar las ideas de una manera llamativa
y novedosa. Algo inédito por sus reflexiones o por su imaginación. El discurso debe ser una creación personal.

Si queremos despertar interés, hay que presentar los datos desde una perspectiva diferente para despertar interés por
cuestiones ya sabidas. El orador debe definir su propia aportación y explicación personal a la materia. Tiene que invertir
tiempo en la preparación, en la ampliación de conocimientos y en la organización clara de sus ideas.

Tendrá que indagar para buscar las expectativas e intereses de sus oyentes. Debe conectar con el pensamiento de los
destinatarios. El estudio constituye el procedimiento indispensable para hallar datos e ideas.

Dispositio: organización de las ideas y argumentos. El oyente debe escuchar y entender las palabras del discurso mientras se
van pronunciando, pero debe tener en cuenta el discurso en su conjunto, lo que se ha dicho al comienzo y a lo largo del
mismo para comprender lo que se dice en las partes posteriores. El orador debe tener clara la meta:
• Dividir el discurso en etapas.
• Tomar algunos descansos.
• Mantener presente el objetivo a lo largo del discurso.

El discurso debe ser relajado, sin que se manifestase la tensión por llegar a la meta. Debe ser variado, con diversos alicientes
que capten la atención del público. En la medida de lo posible debe ser divertido. El discurso debe ser:
• Sugerente: estimular imaginación y evocar recuerdos a los oyentes.
• Ameno: que evite el aburrimiento.
• Distraído: que rompa la monotonía.

Elocutio: verbalización del discurso. Cómo se dice.

RECURSOS DE LA RETÓRICA

Identificación retórica: la finalidad de todo discurso es lograr la adhesión de los destinatarios de los mensajes. Para lograr
estos objetivos, hay que trasladarles la convicción de que les hablamos a ellos de sus propias cosas. El orador se dirige al
auditorio como si fuera un grupo único, un cuerpo solidario. Las historias que cuentan tienen que reflejar las ideas, los
sentimientos y los comportamientos de los oyentes.
• Evocación de la memoria: facilita el reconocimiento de la propia realidad actual. El orador, recordando el pasado,
logra que los oyentes se reencuentren con sus experiencias anteriores y la historia.
• Estimulación de las ilusiones: el orador recurre al futuro para estimular deseos. Les habla para que se identifiquen
con un futuro deseo, para animar a participar en actividades sociales, culturales o económicas.
• Hipérbole: es la exageración de algún rasgo positivo o negativo. Se subraya algún aspecto para caricaturizar. Facilita
la compresión del discurso, su abuso hace que pierda eficacia.

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• Argumento de autoridad: se apoya no en la fuerza de la razón, sino en el prestigio personal del autor o defensor de
la propuesta: científicos, expertos… La fuerza del razonamiento depende del conocimiento y reconocimiento que los
oyentes tengan del personaje.
• Pregunta retórica: no espera una respuesta del interlocutor sino que quiere invitarlos para que ellos se la formulen
y generar expectativas. Quiere despertar curiosidad, interés y atención.
• Ejemplo: ilustra una teoría, sensibiliza las ideas, atrae la atención de los oyentes. Las anécdotas son muy recurrentes.
• Simplificación: la claridad de exposición de hechos o la explicación de teorías. Aunque se cuenten de manera sencilla
para facilitar la comprensión, la realidad es que el mundo es mucho más complejo y difícil de entender.
• Dialéctica: es la disputa, probabilidad, inducción mientras que la retórica es intento de persuasión. El término
dialéctica siempre ha estado vinculado al diálogo, es decir, a un interacción entre dos actantes: un proponente y un
oponente, que sostienen puntos de vista opuestos. Hay que demostrar una tesis propuesta mediante la clasificación
de conceptos. El oponente se esforzará por derrotar a su adversario mediante preguntas cuestionadoras de los
puntos de vista expresados por el proponente en respuesta a los previos cuestionamientos a los que fuera sometido.

Todos los interlocutores y sus intervenciones han de ser respetados. Ningún orador puede monopolizar el discurso ni
apropiarse del tiempo de los demás. Todas las propuestas, juicios y reflexiones han de ser escuchadas con atención,
interpretadas correctamente y respondidos. Cuando hay polémica, los dos interlocutores intentan convencer y vencer al
adversario. La dialéctica se basa en la demostración, es decir, la argumentación por la que se llega a una conclusión con
premisas ciertas y evidentes. La conversación es la fórmula dialéctica más elemental y la práctica del discurso dialéctico. El
conversador debe saber utilizar los silencios, antes de hablar debe saber escuchar y callar. El conversador debe escuchar a
los demás. La conversación solo es posible en plano de igualdad y en un clima de amistad.

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