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Ambos modelos presentan pros y contras que deben ser considerados para efectos de
lograr una mejor comprensión social de nuestra historia y de los tiempos actuales
desde el enfoque jurídico, económico y político. De manera que, el modelo de elección
indirecta que fue establecido por primera vez en Venezuela en la constitución de 1830
en la búsqueda de promover un método práctico que priorizó la operatividad y el
pragmatismo en la toma de decisiones. Es así como, en la participación finita de
representantes políticos, las decisiones eran tomadas de manera más rápida y “eficaz”,
por cuanto, a pesar de que con el tiempo y el avance tecnológico estas discusiones
comenzaron a ser transmitidas al pueblo de manera pública, el mismo no tenía
participación directa en ellas.
Lo anterior contribuyó enormemente a fortalecer la creencia popular de que los
ciudadanos comunes no debían participar en las decisiones importantes para la nación,
y creó en ellos una actitud pasiva y conformista. Siendo esta la principal causa de que
tantos los representantes, como los gobernantes, se sintieran en la libertad de ejercer
sus cargos de forma corrupta y con claros enfoques clasistas, racistas y partidistas.
No obstante, entre las principales desventajas que resultan de la aplicación del modelo
de democracia directa, se destaca el hecho de que esta puede resultar lenta y costosa
para la nación, por cuanto en sí misma involucra la actuación de una cantidad masiva
de personas que deben movilizarse para ejercer el sufragio en tiempo y forma
establecidos; para posteriormente contabilizar los votos y actuar en consecuencia.
Ahora bien, a pesar de las diferencias que se puedan presentar entre ambos modelos
democráticos, también es posible encontrar similitudes entre ellos. A saber, ambos
modelos parten del principio que dicta que la voluntad popular es la que determina el
rumbo de las políticas públicas; por lo cual se respeta a las mayorías, con base en la
consideración de factores tales como la equidad ante la ley, la igualdad de derechos y
el principio de autodeterminación de las naciones.
Lo anterior resulta interesante por cuanto la democracia fue implementada por primera
vez por los atenienses, en Grecia; donde se habló por primera vez del poder del
pueblo, a pesar de que eran regidos por un sistema de gobierno en donde la mayor
parte de la población estaba integrada por esclavos. Es por tal motivo que la
comparación entre la democracia antigua y la moderna parece establecer dos modelos
democráticos completamente distintos; más aún cuando se toman en cuenta los
preceptos constitucionales que rigen actualmente en Venezuela sobre el ejercicio y
expresión de la democracia.
Fue así como la constitución de 1999 fue el resultado de todos estos movimientos y
exigencias civiles que marcaron la historia venezolana. Por lo cual, Venezuela se erigió
como un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, que tiene entre sus
fines esenciales el ejercicio democrático de la voluntad popular y la promoción de la
prosperidad y el bienestar del pueblo.
Esto último se contrapone a los elementos característicos de la democracia
representativa que, a pesar de ser considerablemente más “práctica” en razón de lo
económica y rápida que resultaba su aplicación, rápidamente se presentó como un nido
de corrupción promovido por los más poderosos.
Por lo cual, no resulta raro confirmar que la población gran parte de la población
venezolana, sobre todo aquellos que estaban siendo víctimas de discriminación e
injusticias, apoyaran el texto constitucional vigente con miras a recibir una mayor grado
de protección y garantías por parte del Estado.
Asimismo, el artículo 5º establece que los órganos del Estado que emanan de la
soberanía popular, se encuentran sometidos a ella y no al contario. Por lo cual, se
establece la base constitucional que rige el funcionamiento de los órganos del Estado
al servicio del pueblo como un mecanismo para erradicar la arbitrariedad e impunidad
con la que actuaba los órganos del poder público en Venezuela, con el objetivo de
implementar la aplicación y expresión democrática no solo en el ámbito de elección de
los gobernantes; sino que además la democracia comenzó a ser vista como un
principio que debe regir el funcionamiento del Estado mismo en todos sus aspectos.
Esto trajo como resultado diversos cambios positivos en el país. Por lo que inicialmente
disminuyó la sensación de discriminación de aquella parte de la población que hasta
entonces manifestaba no ser tomada en cuenta; aunque realmente este cambio no
pudo evidenciarse de forma inmediata, en razón de que el trato arbitrario estaba
fuertemente arraigado en el actuar de la administración pública. No obstante, con la
entrada en vigor de la constitución de 1999, las personas afectadas por el trato injusto
de los órganos del poder público estaban facultadas constitucionalmente para proceder
contra este tipo de actos y solicitar el amparo y tutela efectiva que permitiera restituir la
situación jurídica infringida.
De igual forma, la constitución vigente hace uso del concepto democrático moderno
para desarrollar no solo el aspecto político y social en Venezuela; sino que además
busca establecer un panorama económico más justo para la población en general. Por
lo cual maneja conceptos tales como “la justa distribución de la riqueza” mediante una
planificación estratégica democrática participativa y de consulta abierta. Todo esto en
los términos contemplados en el artículo 299º constitucional al referirse al régimen
socio económico y de la función del Estado en la economía nacional.