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(AUTOR GOLDMICH)
RESUMEN EJE 1
A) Dimensión sociológica.
El caso es una controversia entre dos o más personas sobre el reparto de potencia y de
impotencia, pudiendo ser la controversia actual o eventual.
La controversia puede ser actual, judicial o extrajudicial. Pero la problemática del DIPr
surge ya si la controversia es eventual, así por ejemplo, si un testador medita sobre su
última voluntad poseyendo bienes en diferentes países.
El caso debe pertenecer al Derecho Privado, o sea, al derecho civil o comercial, el DIPr
no se ocupa, en cambio, de casos que pertenezcan al derecho público. Sólo en la orbita
del Derecho Privado rige todavía el principio de la extraterritorialidad pasiva,
consistente en que en un país no se aplica solamente el derecho privado propio, sino
igualmente, en su caso, derecho Privado extranjero y en que el DIPr está
indisolublemente unido al principio de la extraterritorialidad pasiva del derecho.
Extraterritorialidad pasiva significativa que a un caso aplicamos Derecho extranjero,
extraterritorialidad activa alude, en cambio, al supuesto de que aplicamos a un caso
mixto excepcionalmente Derecho propio, conforme ocurre en el orden público
internacional.
La extraterritorialidad pasiva del Derecho Privado significa que un país ayuda a los
particulares vinculados a él de algún modo, aun con miras a casos relacionados con
otros países. La territorialidad del derecho público a su vez, quiere decir que ningún país
desea colaborar con el gobierno de otro. En efecto, castigar en la Argentina a una
persona por un delito cometido en Venezuela , estimar nula una letra de cambio emitida
en Inglaterra sin haberse pagado allí el impuesto correspondiente, constituye una
cooperación con las autoridades impositivas inglesas, reputar en la República nulo un
contrato de trabajo celebrado en Francia por un extranjero sin el permiso pertinente del
ministerio de trabajo francés, importa un auxilio al gobierno francés en su política
laboral.
El caso jusprivatista debe incluir un elemento extranjero para que surja el problema de
la aplicabilidad del derecho propio o de un derecho extranjero, en otras palabras, para
que el supuesto pertenezca al DIPr. El elemento extranjero, por lo demás, puede ser
personal, real o conductista.
Elemento extranjero personal: uno de los protagonistas es extranjero, sea una
nacionalidad extranjera, sea que no tenga ninguna, o uno de ellos posea un domicilio o
residencia extranjera.
Elemento extranjero real: el negocio jurídico recae sobre un bien sito en el extranjero o
inmatriculado en un registro extranjero.
Elemento extranjero conductista: el delito, el cuasidelito, el negocio jurídico se llevan a
cabo en el extranjero, muchas veces coincide el elemento extranjero conductista con el
personal, ya que normalmente la conducta efectuada en el extranjero supone una
residencia en el extranjero, no habiendo, sin embargo, coincidencia si el negocio se
lleva a efecto por representantes.
Como los casos, además de elementos extranjeros, deben contener elementos
argentinos, sería lícito afirmar que nuestros casos son siempre mixtos.
- Soluciones de los casos jusprivatistas con elementos extranjeros.
Las soluciones de los casos jusprivatistas con elementos extranjeros pueden ser de dos
tipos:
a) Solución territorialista: inspirada en el derecho propio del país en el que la
controversia surge. b) Solución extra territorialistas: elegir entre los diversos derechos
en tela de juicio aquel en el que el caso tenga su sede, su centro de gravedad. c)
Soluciones no territorializadas.
Las soluciones territorialistas, a su vez, pueden aceptar o un territorialismo extremo o u
otro mitigado.
El territorialismo total aplica el único derecho privado del país a cualquier caso que se
presente, tenga o no elementos extranjeros (territorialismo total).
El territorialismo es mitigado, si aplica a los casos jusprivatistas con elementos
extranjeros, un derecho privado especial creado al efecto. El territorialismo mitigado a
su vez, puede o hacer uso de un derecho privado especial de fuente nacional (derecho
privado de extranjería) o emplear un derecho privado de fuente internacional (derecho
privado internacional), sea consuetudinaria (el ius Gentium romano) sea convencional
(convenciones..)
B) Dimensión normológica
C) Dimensión Dikelógica.
Los casos pertenecen a un país o a otro, o a varios a la vez. Su tratamiento debe tener en
consideración esta su pertenencia. Es necesario distinguir entre casos (o elementos de
casos) propios, y casos extranjeros y con miras a estos últimos respetar el derecho del
país al que ellos pertenecen. La justicia exige, por ende, el respeto al carácter extranjero
de un caso.
El mencionado principio de justicia, puede igualmente deducirse de los tres principios
fundamentales de la justicia (Ulpiano): no lesionar a nadie, impone el respeto al
Derecho objetivo extranjero. El principio de atribuir a cada uno lo suyo, exige en
nuestro país reconocer los derechos subjetivos adquiridos en otro. Y por último, el
principio de vivir honestamente, limita tanto el respeto al derecho objetivo, como el
respeto de los derechos subjetivos extranjeros.
En primer lugar, es necesario distinguir entre casos propios y casos extranjeros. A cada
país debe indicar qué elementos de un caso se estiman como decisivos desde el indicado
ángulo visual. Hay que mencionar la controversia sobre si la nacionalidad o la
extranjería del caso dependen de la nacionalidad o del domicilio de los protagonistas. Es
lícito considerar algunas conexiones como más justas que otras.
En segundo lugar, y una vez que hayamos caracterizados un caso como extranjero, es
preciso darle el tratamiento que en justicia corresponde. Este tratamiento debe basarse
en el respeto al elemento extranjero y el respeto consiste en hacer con el caso lo que
presumiblemente con él harían en el país al que pertenece.
- Dimensión normológica
Las normas describen los repartos. Por consiguiente, las fuentes reales de las normas se
hallan irremediablemente en los mismos repartos.
LAS FUENTES
En cuanto a los tratados urge destacar los convenios de Montevideo. Los ocho
convenios sancionados entre 1888 y 1889 pueden agruparse en dos secciones abarcando
cada una cuatro. La primera comprende los cuatro convenios fundamentales referentes
al Derecho Civil, al Derecho Comercial, Al derecho penal y al derecho procesal. La
restante sección se ocupa de propiedades especiales y concierne a la propiedad literaria
y artística, patentes de invención, marcas de comercio y de fábrica y al ejercicio de
profesiones liberales. Los países signatarios ratificaron los tratados del siguiente modo:
el Paraguay, Perú, Uruguay argentina y Bolivia.
Los tratados de Montevideo son tratados comunes y no constituyen tratados
universales. Ello significa que los mencionados tratados no sólo aplican
exclusivamente por los países para los que rigen, sino que también sólo se aplican a
casos procedentes de países en los que rigen, si los tratados, en cambio, fuesen
universales, si bien evidentemente también sólo fuesen aplicados por los países
para los que rigen, hallarían aplicación a cualesquiera casos cualquiera fuera el
país del que procediesen.
El tratado de Montevideo sobre Derecho Civil se aplica, por ejemplo, en la
Argentina a la separación de un matrimonio celebrado en Bolivia, pero no a la de
un matrimonio celebrado en Francia. Si el tratado, en cambio fuese universal,
también se habría de aplicarlo al último supuesto.
En 1963 la Argentina ratificó el convenio sobre el ejercicio de profesiones liberales.
En resumidas cuentas, la situación es la siguiente:
Entre la Argentina, por un lado, y Bolivia, Perú y Colombia, por el otro, rigen
exclusivamente los tratados de Montevideo de 1889. Dichos tratados rigen también en
la relación entre la Argentina y Uruguay y Paraguay, en cuanto se trata de los convenios
sobre Derecho Penal Internacional, patentes de invención, propiedad literaria y artística,
marcas de comercio y de fábrica y el Protocolo adicional. Al contrario, entre la
Argentina, por un lado y el Uruguay y el Paraguay rigen los tratados de Montevideo de
1939 y 1940, en cuanto se trata de los tratados sobre derecho civil internacional,
derecho comercial terrestre internacional, derecho de navegación comercial
internacional, derecho procesal internacional, ejercicio de profesiones liberales y el
protocolo adicional.
Los tratados también pueden ser multilaterales de origen europeo como los elaborados
por la conferencia de la Haya de DIPr. La conferencia de la haya de derecho
internacional privado es una prestigiosa organización intergubernamental de carácter
permanente a la que pertenece la Argentina. Ha elaborado numerosas convenciones y ha
sido fuente de inspiración de algunos tratados bilaterales y otros elaborados en el marco
de la OEA. Las siguientes Convenciones adoptadas por la Conferencia han sido
ratificadas por la Argentina:
a) Convención Suprimiendo la Exigencia de legalización de los documentos públicos
extranjeros.
b) Convenio sobre obtención de pruebas en el extranjero en materia civil o comercial.
c) Convención sobre procedimiento civil
d) Convenio sobre los aspectos civiles de la sustracción internacional de menores.
e) Convención sobre la ley aplicable a la compraventa internacional de mercaderías
f) Convención sobre la ley aplicable a los contratos de intermediarios y a la
representación
g) Convención sobre reconocimiento de la personaría jurídica de las sociedades,
asociaciones y fundaciones extranjeras.
Se puede advertir a simple vista que los convenios elaborados por la conferencia
resuelven cuestiones como las legalizaciones, pruebas, procedimiento civil y
notificaciones que son cuestiones que hacen al derecho procesal internacional.
El tratado de asunción del 1991 creó el Mercado común del Sur (MERCOSUR). El
protocolo de olivos previo la creación de un tribunal arbitral permanente de revisión con
sede en asunción. Recientemente se creo el Parlamento del Mercosur.
También es importante señalar la convención sobre relaciones e inmunidades
diplomáticas, firmada en Viena en el año 1961 y sobre relaciones consulares, también
firmada en Viena en el año 1963. Las ratificaciones de la convención de Montevideo
sobre extradición y del convenio de la Habana sobre extranjeros.
En cuanto a tratados bilaterales, hay que tener en cuenta el Convenio sobre auxilio
internacional y ejecución de sentencias firmado con Italia. Además, hay que recordar los
diversos tratados bilaterales de extradición firmados con los países siguientes: Bolivia,
Brasil, Estados Unidos, Paraguay, Bélgica, Inglaterra, Italia, Países bajos.
Las normas jusprivatistas internacionales internas.
El DIPr argentino interno se hallaba principalmente en el CCiv. El DIPr argentino
legislado. Luego hay que tener en cuenta un número de leyes que contienen
disposiciones del DIPr: con la reforma de la CN, se produjo en el DIPR la consagración
de la superioridad jerárquica de los tratados sobre las leyes y la incorporación de ciertos
tratados a la propia constitución. Los tratados incorporados fueron: la declaración
americana de los derechos y deberes del hombre, la declaración universal de derechos
humanos, la convención americana sobre derechos humanos, el pacto internacional de
derechos económicos, sociales y culturales, el pacto internacional de derechos civiles y
políticos.
Conforme a las previsiones de la propia CN referente a la inclusión de nuevos tratados
se incorporan a la CN con posterioridad la Convención interamericana sobre
desaparición forzada de personas y la convención sobre la imprescriptibilidad de los
crímenes de guerra y a de los crímenes de lesa humanidad.
Entre las leyes hay que mencionar, por ejemplo, la ley 23515 que derogó a la ley 2393
de matrimonio civil, la ley 24779 que derogó a la 19134.
Las fuentes materiales: dimensión sociológica.
DIPu consuetudinario.
Hay quienes aplican la ley local a todos los requisitos de validez de un acto, como los
hay que sólo la emplean para la regulación de los requisitos formales. Por otra parte, en
algunos países la lex situs (ley de situación) se aplica sólo al nacimiento, a la
modificación y cancelación de derechos reales sobre inmuebles, mientras que en otros
también se extiende a los contratos causales referentes a inmuebles, por ejemplo,
compraventa.
La aplicación del derecho de un país no favorece siempre a sus nacionales, para quienes
puede resultar más interesante la aplicación de un derecho extranjero. Ejemplo: muere
con ultimo domicilio en España un causante español con un cónyuge supérstite español
y un hermano argentino, dejando bienes en la Argentina, al hermano le conviene la
aplicación del derecho español, puesto que según el derecho español el hermano
concurre en la herencia con el cónyuge supérstite no habiendo descendientes, mientras
que en virtud del derecho argentino toda la herencia correspondería al cónyuge español.
Derecho consuetudinario interno.
El derecho consuetudinario interno tiene diversas formas de manifestares. Sus
principales modos de exteriorización son la práctica estatal y opiniones solventes.
La práctica estatal posee su manifestación más importante en la jurisprudencia. Pocas
sentencias de la Corte abordan problemas de DIPr, ya que ellos han de canalizarse por la
estrechísima vía del recurso extraordinario de apelación, tanto más estrecha, en cuanto
la Corte aunque la violación de un tratado figura entre las causas del recurso
extraordinario, no la admite si los tratados funcionan como normas de derecho común.
Más frecuentes son las sentencias de los tribunales inferiores, que si plasman en fallos
plenarios de las cámaras, vinculan a los tribunales inferiores y a las salas de las mismas
cámaras.
Nuestra jurisprudencia acude a los tratados de Montevideo aun en los casos en los
cuales ellos no son de aplicación directa.
Tratados firmados y no ratificados sobre DIPr son, verbigracia, los tratados de
Montevideo de 1939 y 1940 sobre asilo y refugio político sobre derecho penal
internacional.
Dimensión dikelógica
Tres problemas dikelógicos surgen con respecto a las fuentes. El primero consiste en
investigar la justicia o la injusticia de considerar como fuente el convenio internacional,
la ley, la costumbre, etc. En segundo término cabe cuestionar la justicia de cada una de
las reglas de las cuales las fuentes se componen. Sólo el tercer problema dikelógico, que
pregunta por la justicia del contenido de cada una de las fuentes en general.
Los tratados de Montevideo merecen en general un reconocimiento. Se debe considerar
como la primera codificación internacional del DIPr, ya que nadie se atrevía a entrar en
competencia con ellos hasta que en 1928 se aceptó el Código de Bustamante. A su vez,
los tratados en 1939 y 1940 son superiores a los de 1889. Sin embargo, podemos
hacerles un reproche por omisión y dos por comisión. El pecado de omisión consiste en
no haber abordado los problemas generales. Como ellos fueron descubiertos entre 1849
y 1935, el reproche concierne casi exclusivamente a los tratados de 1939 y 1940. En
efecto, de todos los problemas sólo el orden público y la aplicación de derecho
extranjero han sido mencionados. En cambio, los problemas de las calificaciones, fraude
a la ley, cuestión previa y reenvío no son enfocados de modo general. Es lo que atañe a
reglamentaciones injustas, quisiéramos llamar atención sobre el imperio de la teoría del
fraccionamiento, que impone conexiones de destrozo; así como la condena del principio
de la autonomía de la voluntad que conculca sin beneficio de ningún género el derecho
fundamental de la libertad.
Ámbito espacial temporal del DIPR
La dimensión espacial del DIPr
Responde a quiénes aplican Dipr argentino por un lado y a dónde deben realizarse los
casos a los cuales el Dipr se aplica. Pueden denominarse ambas dimensiones espaciales,
por razones obvias, ámbito espacial activo y pasivo del DIPr argentino,
respectivamente.
Ámbito espacial activo
a) Dimensión espacial normológica
Las normas del DIPr argentino son aplicadas desde luego, por las autoridades
argentinas. Los jueces, los funcionarios administrativos, los escribanos, etc. Del país
aplican el propio dipr. Lo aplican dentro del país, pero en la medida en que actúan
oficialmente fuera del país, como lo hacen los agentes diplomáticos, también acuden al
dipr argentino en el extranjero,
Las autoridades argentinas no son las únicas llamadas a aplicar el dipr argentino. Dos
hipótesis diferentes: en cuanto el dipr argentino es de naturaleza convencional, lo
aplican en sus países respectivos las autoridades locales pertenecientes a estados
ratificantes o adheridos. En este supuesto, las autoridades extranjeras no aplican el dipr
por ser argentino, sino porque lo consideran como propio ya que, en efecto, el DIPr
convencional es común en todos los países en donde el tratado tiene vigencia. Sería
erróneo hablar de una extraterritorialidad del dipr argentino.
Ahora bien, no se debe confundir la extraterritorialidad del derecho privado extranjero
con la del dipr extranjero: la primera es excluyente, mientras que la segunda es
concurrente. Ello significa que si en la Argentina aplicamos Derecho Privado
extranjero, éste desplaza el Derecho Privado argentino, que, por ende, es descartado y
no se aplica. Si, en cambio, recurrimos a un DIPr extranjero, ello ocurre porque es
nuestro DIPr que lo llama.
Dimensión dikelógica: es justo que cada norma del DIPr se aplique en el país que la ha
dado. También es justo que se tenga en consideración el DIPr extranjero, puesto que el
respeto al elemento extranjero exige dar al caso la solución que le darían en el país
extranjero.
Ámbito espacial pasivo.
a) Dimensión normológica.
El DIPr interno se aplica a cuantos casos lleguen al conocimiento de competentes
autoridades argentinas, con tal de que no resulte aplicable el conjunto de los tratados de
Montevideo.
La convención de Viena sobre el derecho de los tratados habla sobre los ámbitos de
aplicación de un tratado. El ámbito temporal pasivo resuelve el problema de cuándo
debe aplicarse a un caso una determinada fuente. La convención declara, en principio,
su irretroactividad. Ello equivale a decir que no se aplica en forma directa a las fuentes
celebradas antes de su entrada en vigor. (Celebración y no entrada en vigencia).
La irretroactividad de la convención de Viena comprende también sus normas sobre el
ámbito espacial pasivo (art 28).
La ubicación de los bienes, hechos o actos en diferentes países, la diversidad de fuentes
vigentes que enfocan un mismo problema sobre dichos bienes, hechos o actos y lo
resuelven de diferente modo plantea el problema del ámbito espacial pasivo. Se trata de
una relación entre el caso o la situación, la fuente y el espacio: dónde deben haberse
realizado los casos para que determinada fuente se aplique.
La convención de Viena establece que no podrá invocarse el derecho interno para
justificar el incumplimiento de un tratado (art 27 y 46). La aplicación de la fuente
convencional excluye, en principio, la aplicación de la fuente interna, de ahí la
necesidad de precisar sus respectivos ámbitos temporales y espaciales
El problema del ámbito espacial no se confunde con el problema de la jerarquía de las
fuentes, el primer problema mas bien dependerá de la solución que se le dé al segundo.
Ante la carencia de respuestas respecto de los ámbitos en las fuentes del DIPr hay que
recurrir a la integración por medio de la analogía con alguna fuente vigente. Si estos
medios no dan la respuesta, es preciso acudir a la justicia (heterointegración).
Admitida la jurisdicción internacional argentina, la autoridad con competencia para
resolver el caso aplicará las fuentes del dipr argentino, de origen convencional o interno.
Conclusiones generales.
Es conocida la distinción entre casos relativa y absolutamente internacionales. El caso
relativamente internacional es aquel que nace como caso absolutamente nacional, per
por una circunstancias sobrevenida recibe el tinte internacional. Por ejemplo, una pareja
contrae matrimonio en el Paraguay y allí tiene su primer domicilio, luego trasladan su
domicilio a la Argentina. Es inequívoca la aplicación del tratado de 1940. Los casos
absolutamente internacionales son aquellos que en su génesis muestra diversos
elementos nacionales y genera dudas en la elección de las fuentes.
El panorama ofrecido en los casos absolutamente internacionales sugiere algunas
soluciones. En primer lugar, parece conveniente relacionar el problema de la elección y
aplicación de las fuentes con los países donde hay bienes. Así, por ejemplo, si hubiere
bienes sólo en la República Argentina y contactos relevantes con países ratificantes de
ambos tratados, aplicaremos el último tratado si no surgiere en la forma inequívoca que
se ha pretendido burlar el primero. Por la supremacía del Tratado sobre el derecho de
origen interno, se lo aplicaría a los bienes situados en la Argentina aun cuando el caso
tuviere contacto además, con un país no ratificante del tratado.
Si hubiere bienes en los países ratificantes y en la Argentina, parece conveniente aplicar
el tratado respectivo con el país donde hubiere bienes y el último tratado con miras a los
bienes en la Argentina, con al salvedad hecha en el parágrafo anterior.
Si, además, los hubiere en países no vinculados al nuestro por Tratados, con miras a los
bienes allí situados se aplicará el DIPr de fuente interna.
En efecto, en un caso con múltiples contactos internacionales, las partes pretenderán el
reconocimiento y en su caso, la ejecución de la resolución judicial en el resto de los
países. El reconocimiento de tal sentencia dependerá en gran parte de la aplicación del
Tratado correspondiente cuando lo hubiere y del DIPr de fuente interna cuando no lo
hubiere.
Dimensión Sociológica.
Jueces y autoridades administrativas acuden sin titubear al DIPr argentino interno con
miras a cuantos casos lleguen a su jurisdicción, siempre que no den preferencia a los
tratados de Montevideo.
Dimensión Dikelógica.
Si un caso llega al conocimiento de nuestras autoridades y ellas resultan competentes
para entrar en el examen de fondo, debe haber siempre un contacto procesal con la
argentina, por ejemplo, el domicilio argentino del demandado, o el de uno de los
contrayentes que quieren celebrar matrimonio ante un registro civil argentino, etc. Para
que resulten aplicables los tratados de Montevideo al caso planteado, es necesario que el
caso, además del contacto procesal con la Argentina, tenga contacto con cualquiera de
los restantes países vinculados por los tratados. Este contacto, debe ser aquel contacto
que los tratados en el supuesto controvertido consideran el decisivo. Si, por ejemplo, un
contrato se celebra en Madrid y debe cumplirse en Montevideo, el juez argentino en
cuya jurisdicción el demandado posee su domicilio debe aplicar el tratado de
Montevideo, porque según el tratado el lugar decisivo es el del cumplimiento del
contrato, y éste se encuentra en uno de los países vinculados a la obra de Montevideo,
los tratados, en cambio, no serían aplicables si el contrato se hubiese celebrado en
Montevideo y tuviese que cumplirse en Madrid.
Si se pide en la Argentina el reconocimiento y la ejecución de una sentencia dictada por
un tribunal mexicano, no resulta aplicable el Tratado de Derecho Procesal Internacional
de Montevideo, al contrario, sería aplicable si la sentencia hubiese sido dictada por un
tribunal paraguayo. En ninguno de ambos casos es de interés la vinculación espacial.
Urge hacer una excepción con respecto a sentencias de separación y de divorcio de
matrimonios, en estos supuestos, si el matrimonio se celebró en uno de los países
pertenecientes a la obra de Montevideo, el reconocimiento de la sentencia dictada por el
juez de un país ajeno a esta obra se rige, sin embargo, en el aspecto matrimonial por el
tratado de derecho civil internacional de 1889 art 13, ya que el de 1940 en realidad
considera como decisivo sólo el domicilio conyugal al entablar la demanda (art 15)
siendo el lugar de la celebración condición de una facultad del país en donde se
encontró.
Otro ejemplo: si se pleitease en la Argentina respecto de la herencia de un causante con
último domicilio en España y bienes relictos en aquel país, Francia, Uruguay, Bolivia y
la Argentina (y suponiendo que el DIPr argentino se basa en el principio de la unidad)
habrían de aplicarse a los bienes uruguayos y bolivianos los tratados de Derecho Civil
Internacional de 1940 a los primeros y de 1889 a los segundos y por ello el principio del
fraccionamiento, mientras que todos los demás bienes, formarían una sola masa
sucesoria acuerdo con el principio de la unidad.