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El talento deportivo. Detección, selección y promoción.


João Paulo Rodrigues Fernandez. U. Vigo
Víctor Arufe Giráldez. Universidad de A Coruña

1. INTRODUCCIÓN

Una mejora considerable de los niveles económicos generales de la


población en los últimos años sumada a una mayor oferta de ocio estático
(video juegos, ordenadores, televisión, etc.,) a las poblaciones jóvenes tiene
apartado a los jóvenes de la práctica deportiva o, como mínimo, diversificado
en gran escala las opciones de ocio a que tienen acceso.

A parte de los problemas de salud pública que puede generar tal


fenómeno (obesidad infantil, falta de hábitos de actividad física), en el ámbito
del deporte competitivo, la nueva realidad resulta una competencia casi
siempre desleal que pudo llevar a que la preferencia de nuestros jóvenes por la
actividad física venga descendiendo en los últimos años.

Actividades habituales de los niños y jóvenes de los años 80 como


“juegos de calle”, paseos en bici o mismo, la “pachanga de fin de semana” se
vieron sustituidos por las muchas horas en Internet, video juegos, televisión o,
lo que es todavía peor, los ya emblemáticos y discutidos “botellones” que,
alcanzan jóvenes en edades cada vez más tempranas. Por ello, la variedad de
experiencias motrices a que antes estaban naturalmente expuestos nuestros
niños, ahora deben tener lugar en las actividades dirigidas (educación física
escolar, actividades extra escolares o escuelas deportivas).

De acuerdo con esta nueva realidad, las investigaciones en el ámbito


del deporte de rendimiento buscan establecer, para las diferentes modalidades
deportivas, modelos de preparación que contemplen las etapas formativas, de
una forma que, con mayor seguridad se pueda alcanzar el éxito deportivo.
(Rolim, 1998)
Para tanto, se hace fundamental comprender como se da el desarrollo
del talento deportivo, desde que se le identifica hasta que llega al alto
rendimiento en los diferentes deportes, mediante la comparación entre los
preconizados modelos de desarrollo y datos reales respecto a la evolución y
preparación de las bases atléticas de un determinado deporte.

Lógicamente, antes de que se pueda desarrollar las cualidades de un


joven talentoso para cualquier que sea la modalidad deportiva, es necesario
encontrar, entre toda la población, individuos que demuestren condiciones
superiores a la mayoría de sus pares de misma edad, para realizar
determinadas tareas que incidan sobre el rendimiento deportivo.

Posteriormente a la “Detección” de estos individuos, se hace


necesario evaluar más de cerca cuales de ellos tienen realmente condiciones
de seguir desarrollándose de cara a buscar un alto rendimiento futuro,
haciendo una “Selección” de aquellos que tendrán un seguimiento más
cercano y a los que se buscará dar el apoyo y los medios para desarrollarse y
obtener un desempeño óptimo a largo plazo en un proceso al que se le llama
“Promoción” del talento deportivo.

En la realidad, la secuencia antes descrita no es la que se contempla


en la mayoría de casos. Se observa una gran exigencia de grandes resultados
para los jóvenes deportistas que es ampliamente cuestionada por la literatura
específica, ya que muchos trabajos muestran que para alcanzar resultados de
alto nivel son necesarios muchos años de entrenamiento y una evolución
gradual del rendimiento.

La exigencia proviene de un sistema social donde el resultado rápido es


el objetivo impuesto al joven atleta por todo su entorno. En muchos casos (para
no decir la mayoría), los padres, entrenadores, profesores, clubes,
federaciones, políticos y el periódico del barrio, quieren vanagloriarse de tener
un niño campeón, participando de un éxito, muchas veces forzado, que en la
mayoría de las veces no se repite en el futuro, pudiendo causar frustraciones y
perdida de placer en la practica deportiva.

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El problema descrito proviene en parte de la idea general (rechazada por
muchos estudios) de que el talento deportivo precoz será, seguramente, un
talento deportivo en la edad adulta, olvidando por completo el papel del
desarrollo óptimo y gradual de las capacidades para llegar a la formación de un
atleta capaz de se destacar en edades adultas.

Por lo expuesto, este capitulo tiene la intención de aportar informaciones


sobre como se debe conducir un talento deportivo, desde que empieza a
destacar, hasta que sus primero resultados relevantes aparezcan, de manera
que se le pueda dar una formación adecuada para que por lo menos tenga
opción a llegar a ser un grande atleta en el futuro.

2. EL TALENTO

Según la Real Academia Española (2001): Talento. Del latín Talentum,


plato de la balanza, peso. 1. m. inteligencia (capacidad de entender); 2. m.
aptitud (capacidad para el desempeño o ejercicio de una ocupación). Por su
vez define Aptitud como: “Capacidad y disposición para el buen desempeño
o ejercicio de un negocio, de una industria, de un arte, etc.”(…un deporte).

El talento viene siendo tema en las diferentes áreas de conocimiento


humano desde hace siglos. Su relevancia se puede notar en áreas como la
psicología, educación, administración de empresas (recursos humanos),
matemáticas, artes e incluso en el deporte.

Böhme (2004) destaca que en nuestro cotidiano se utiliza el termino para


referirse a un individuo que posé una aptitud específica por en cima de la
media en determinado campo de acción o aspecto considerado, la cual es
posible entrenar y desarrollar.

Un pianista llamado talentoso lógicamente posee cualidades innatas


importantes, pero sin un piano a su disposición, un buen profesor, motivación y

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voluntad para estar horas ensayando (entre otras variables), difícilmente
desarrollaría su potencial y no llegaría a ser un buen pianista.

Massa (2006) presenta la idea de relación entre los significados de


talento, aptitud y don, envolviendo conceptualmente los aspectos innatos
(naturales) del ser humano pero considerando en su desarrollo y manifestación
(del talento) la dependencia de una interacción favorable con el medio.

Así, parece claro que un talento nace de la relación entre las


capacidades motoras y psicológicas determinadas en su nacimiento (o mismo
su concepción) y el ambiente a que el sujeto fue sometido desde entonces, o
sea, el talento proviene de una suma entre la genética y un estímulo adecuado
del medio al cual pertenece.

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2.1. Talento deportivo y entrenamiento a largo plazo

El entrenamiento de los jóvenes tiene sido objeto de estudio de muchos


investigadores durante las últimas décadas ya que corresponde a la base del
rendimiento deportivo de un país. Los antiguos países comunistas fueron los
que mas datos pudieron recoger ya que tenían a su disposición prácticamente
toda la población y también los medios para realizar el seguimiento de los
mejores atletas en potencial.

Algunos países como China y Cuba siguen con sus programas con
estructuras claramente enfocadas en el servicio del deportista al Estado. En
Países occidentales como España, la búsqueda por los talentos normalmente
se hace basándose en el rendimiento donde se detectarían los deportistas con
talento en centros de enseñanza, escuelas y agrupaciones deportivas e incluso
en competiciones escolares o los propios rankings de las federaciones.
(Martínez, 2006)

En España, el papel del estado en los programas de entrenamiento a


largo plazo es disminuido, cabiendo a los clubes, federaciones, empresas y
otras instituciones privadas la responsabilidad de buscar y conducir los talentos
al rendimiento deportivo. Pese a la dependencia del sistema deportivo por
encontrar suporte en los medios antes destacados, García-Verdugo (2006) nos
recuerda que el deporte de los niños en edad escolar suele resultar en un
proceso poco organizado, escasamente metodológico y, mucho menos,
científico.

Mas adelante trataremos de discutir la problemática de la identificación y


promoción del talento deportivo pero lo cierto es que es imposible imaginar
cualquier sistema de entrenamiento a largo plazo con expectativas de éxito, sin
que en el participen individuos con condiciones favorables para su desarrollo
hacia el ARD.

Baissas (1994) destaca la dificultad que hay en el control y la variabilidad


y complejidad del talento deportivo como objeto de estudio, pues tratándose de

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niños y jóvenes, todo el proceso de evolución y transformación ocurre en
diferentes niveles (físico, hormonal, neurológico, intelectual, afectivo y social),
siendo procesos concomitantes, interdependientes y tributarios unos de otros.

Pese a todo lo descrito anteriormente, los criterios para la determinación


de los talentos deportivos en la práctica todavía no son nada claros. Un gran
número de profesionales utilizan exclusivamente la experiencia e intuición
como únicos métodos para la determinación de los talentos deportivos, por lo
tanto, un método altamente subjetivo, inconsistente e insuficiente para
identificar con exactitud el potencial del sujeto.

Por otro lado, la simple evaluación mediante a testes de desempeño


motor, cognitivos y psicológicos aislados, pueden llevar a equívocos en el
diagnóstico, ya que en el deporte hay una contribución grande e
interdependiente de muchas variables interrelacionadas para que se llegue a
lograr el alto rendimiento competitivo.

Así, el problema del pronóstico de rendimiento del talento deportivo, que


se puede entender como una previsión fundamentada del mayor rendimiento
individual posible de ser alcanzado en un determinado deporte, debe
solucionarse mediante al conocimiento de factores bio/psico/sociales y dados
sobre el desarrollo individual del atleta. Para cumplir tal propósito, parece claro
que una evaluación continuada y no eliminatoria seria el camino para
buscar e identificar con más exactitud los posibles talentos deportivos.

En resumen, es imposible identificar un talento futuro sin que se tenga


un tiempo de contacto suficiente para conocer más profundamente las
características y la trayectoria de desarrollo del individuo.

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2.2. Detección del talento deportivo

La detección del talento deportivo se refiere al intento de encontrar en


determinada población individuos que presenten características innatas, o con
efecto del desarrollo e entrenamiento, mediante factores antropométricos,
físicos, fisiológicos y psicológicos. Para que se haga eficazmente la detección,
la literatura especializada sugiere que:

- El desempeño debe ser evaluado considerando las diferentes


modalidades deportivas;
- Los cambios de desempeño deben ser interpretados llevándose en
cuenta el crecimiento y desarrollo, bien como el efecto del
entrenamiento.
- Los factores hereditarios poseen un carácter determinante en los
estudios de detección del talento deportivo.
- Los estudios deben ser multidisciplinares y los analices multivariados.

Por otra parte, la detección del talento deportivo debe tener como base
la utilización de medidas y medios que nos permita encontrar un número
suficientemente grande de individuos que se muestren dispuestos a participar
de un programa de formación deportiva general básica, considerada como la
primera etapa del entrenamiento a largo plazo.

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Por lo tanto, una forma de optimizar los procesos de detección de
talentos deportivos es propiciar la práctica a un número cada vez más grande
de personas. Una grande base deportiva es un factor que auxilia y mejora la
posibilidad de una buena detección. Eso nos lleva a pensar que es necesario
que existan observaciones y estudios más frecuentes, enfocados sobre todo en
los colegios, principalmente en fases iniciales por tratarse de un espacio donde
la gran mayoría (si no toda) la población de niños se encuentra, haciendo de la
escuela un sitio privilegiado para la detección de talentos deportivos.

Otra sugerencia aportada por Hohmann (2003) nos indica que el primer
paso en un proceso de detección de talentos debe estar dirigido a niños que
todavía no estén relacionados a procedimientos de entrenamiento sistemático.
La mayor cantidad de niños en la situación apuntada se encuentra en el
sistema escolar, que es apuntado con casi unanimidad como el principal local
para proceder la detección de talentos relegando a los clubes un papel más
importante en otras etapas de la formación deportiva.

2.3. Selección del talento deportivo

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Para que ocurra una buena selección de talentos deportivos es
necesario observar diferentes factores, muchos de ellos ya descritos
anteriormente, pero el punto de partida seria definir que es lo que buscamos.
¿Que criterios de desempeño se utilizarán para valorar la diferencia de talento
en relación a los que no lo son?

La respuesta para las preguntas va depender en gran medida del caso


en concreto con el que nos deparemos. Muchas veces un simple indicio de que
un alumno, un vecino o un pariente presenta alguna característica que le
destaque en relación a los demás, ya nos puede valer para aconsejarle a
desarrollarse más a fondo en determinado deporte.

Por otro lado, podemos depararnos con casos en que hay que elegir
entre muchos individuos con buenas condiciones, cuales son los que podrían
ser talentos futuros, como en el caso de la concesión de una beca o una plaza
en un centro de rendimiento. En estos casos el criterio tiene que ser muy bien
definido y debe de incluir también el pronóstico de desempeño futuro.

Para tanto Hohmann , Wick & Carl (2001) apud Böhme (2004) presentan
un diagrama donde están presentes las variables a tener en cuenta en el
proceso de evaluación del potencial desempeño del niño o joven a ser
evaluado:

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Figura 1. El talento deportivo en relación a la dinámica de los niveles de rendimiento
competitivo del individuo al inicio, presente y futuro. (Adaptado de Hohmann , Wick &
Carl (2001) apud Böhme (2004).

Como se puede verificar, el entrenamiento es apenas una de las


múltiples variables a tener en cuenta a la hora de efectuar la selección de los
individuo y actúa de forma inversa, o sea, cuanto menos haya entrenado el
joven hasta la evaluación presente, mas reserva potencial tiene para
desarrollarse.

Como ya citado anteriormente, tornase indispensable para una


correcta observación y evaluación, la existencia de un proceso que permita
conocer con fiabilidad el estado de cada una de las variables que llevan al
posible talento a encontrarse en el nivel presente de rendimiento. El citado
proceso debe contener 3 niveles:

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1. En el proceso inicial de selección del talento deportivo, no
debe apenas observar las exigencias específicas de las modalidades
deportivas, pero si, procurar obtener informaciones sobre la amplitud de la
aptitud general. Tal idea se aplica por el facto de ser muy difícil, en fases
iniciales, seleccionar el tipo ideal de niño que presente a la vez características
óptimas de cualidades morfológicas, funcionales y psíquicas deseables para
obtener el mayor rendimiento en una modalidad deportiva específica. Con la
llegada a la pubertad se hace posible observar con mayor estabilidad los
factores de predicción de la aptitud para el alto rendimiento.

2. En esa fase de selección, considerase importante el proceso de


evaluación y orientación de los individuos más capacitados hacia una
determinada modalidad deportiva. Hay que buscar y evaluar características de
rendimiento que vengan a ser útiles para el futuro del talento, o sea,
características que en el momento de la evaluación ya pueden ser objeto de
predicción y se presentan de forma fundamental, y por ello, se muestran
evaluables presentando estabilidad en el proceso de desarrollo.

3. Es el momento en que se debe, mediante normas y tipologias,


saber diferenciar y seleccionar individuos estableciendo valores discriminantes
que favorezcan la identificación, de los más y de los menos aptos para la
práctica deportiva. Significa desencadenar en práctica el proceso de selección
del talento deportivo.

2.4. Promoción del talento deportivo

El concepto de promoción del talento deportivo esta relacionado a la utilización


de acciones objetivas que vengan a favorecer el desarrollo de capacidades y
habilidades deportivas en jóvenes con talento deportivo, permitiéndoles obtener su
rendimiento deportivo óptimo, a largo plazo, de acuerdo con el deporte considerado.

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Böhme (2000), corroborando con el concepto presentado, destaca a mayores,
la importancia de las condiciones adecuadas de entrenamiento, entrenadores
capacitados para el trabajo y condiciones sociales adecuadas, desde el micro sistema
familiar, el colegio, y las posibilidades de práctica y entrenamiento deportivo ofrecidas
por la sociedad donde el joven esta insertado.

A todo lo expuesto, se podría sumar con gran destaque, la importancia del


reconocimiento social y económico, en las esferas de alto rendimiento de la modalidad
deportiva, como factor primordial para la manutención de la motivación por parte de
joven atleta.

Eso hace con que, a mi modo de ver, la inversión y reconocimiento


depositados en los atletas de punta ya adultos, sea fundamental para el éxito de la
promoción de los talentos deportivos hacia el alto rendimiento, pudiendo considerarse
como una inversión en la base para evitar el abandono en la fase decisiva de
promoción del talento.

Otro punto fundamental para una correcta conducción del talento es evitar las
predicciones y comparaciones con las categorías mayores y adultas, pues se revelan
ineficientes y pueden frustrar los jóvenes a medida que se ven distantes del nivel
presentado por los mayores.

Por otro lado, la iniciación y especialización precoz deben ser tratadas con
extrema cautela ya que pueden causar el efecto exactamente contrario, o sea, se
llega muy rápido a resultados próximos a los encontrados en categorías adultas y
luego, la ausencia de mejora y/o la mejora de gradual y continuada de otros
deportistas hasta superar los precoces, hacen con que se pierda la motivación,
desencadenando abandonos y en algunos casos un sentido de rabia para con el
deporte antes practicado. El mismo efecto puede ser provocado por trabajos que
priorizan cargas unilaterales, monótonas e intensas de entrenamiento.

De acuerdo con Guenther (2000) , estudios indican que menos de un tercio de


las personas que son consideradas talentos en algún domino del conocimiento eran
niños precoces y ejemplifica:

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- Einstein: hablo solamente a los 4 años y aprendió a leer a los 7.
- Newton: presentó desarrollo retrasado durante los estudios primarios.
- Pasteur: fue considerado un alumno mediocre en química durante el periodo
en que frecuentó el Royal Collage.

Por lo tanto, de acuerdo con lo que fue observado hasta el momento


sobre la detección, selección y promoción del talento deportivo, debemos
destacar y enfatizar la importancia de, no solamente saber identificar con
exactitud los mejores talentos para una determinada modalidad deportiva, pero
principalmente, buscar conocimientos que puedan sostener, de forma
fundamentada, el crecimiento y desarrollo de los talento para darles
condiciones óptimas de llegar a las más altas prestaciones del rendimiento
deportivo.

3. ENTRENAMIENTO A LARGO PLAZO: COMO Y CUANDO EMPEZAR

“Con la contribución de otras ciencias (Pedagoga, Biología, Sociología) y


por el conocimiento de las experiencias que se llevan a cabo con los jóvenes,
queda claro que, en la esencia, los modelos de entrenamientos para adultos,
por su especificidad, sumando principios, orientaciones, objetivos, medios y

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métodos enfocados en el rendimiento, constituyen un obstáculo a la evolución y
progresión de los jóvenes no contemplando de manera satisfactoria sus
demandas formativas.” (Kemp, 1991)

Queda claro en el texto citado la preocupación que ya se tenía hace más


de 15 años acerca de la similitud entre los programas de entrenamiento de los
jóvenes y de los atletas que presentan alto rendimiento en edades adultas.
Actualmente se sigue teniendo la misma preocupación ya que vemos en
nuestro cotidiano muchos casos de jóvenes atletas que entrenan con
programas basados en contenidos del entrenamiento de adultos, olvidando las
peculiaridades que identifican cada fase del entrenamiento con vista a un éxito
de largo plazo.

Manso (2002) destaca que para poder pronosticar el futuro deportivo de


un joven y llevar a cabo una adecuada planificación de su evolución, es
importante conocer la edad en la que la mayor parte de los campeones
alcanzan los máximos resultados deportivos en cada especialidad.

El mismo autor sigue, afirmando que lógicamente hay que llevar en


consideración el tipo de deporte pues, como se demuestra en la literatura y se
verá a seguir, ni todos los deportes presentan las mismas edades de máximo
rendimiento. Las características del deporte y sus exigencias psicológicas y
condicionales marcarán los límites cronológicos de cada una de estas etapas.

Por su parte, Lera (2006) afirma que cuanto más compleja sea la
especialidad, más necesario será su aprendizaje precoz, o sea, que la
iniciación deportiva a las pruebas con movimientos técnicos específicos, debe
de iniciarse de forma prematura si se pretende obtener los mejores resultados
a largo plazo.

Aun en relación a la edad óptima de inicio de la iniciación


deportiva en una determinada modalidad, Platonov (1994) indica que esta
“edad óptima” es diferente, es individual y depende en gran parte del sexo y de
la especialidad del atleta. También propone que una planificación razonable del

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entrenamiento a largo plazo debe de tener por base, en primer lugar, una
determinación precisa de las fracciones de edades óptimas haciendo dentición
entre tres franjas:

- el periodo de los primeros resultados

- el periodo de rendimiento óptimo

- el periodo de mantenimiento de los resultados de alto nivel

La planificación del entrenamiento a largo plazo para cada modalidad


deportiva debería ocurrir del final hacia el principio, o sea, basándose en la
edad de inicio de los mejores resultados, se hace una retrospectiva de cual
debe ser la edad de inicio del entrenamiento para la formación específica en un
determinado deporte. (Rose Júnior, 2002)

En otro estudio el mismo autor (1997) propone que la estructura del


entrenamiento a largo plazo debe de elaborarse en función de unos parámetros
concretos entre los cuales destaca: (1) estructura de la actividad competitiva de
la especialidad deportiva; (2) formación y desarrollo sistémico de las
componentes que determinan el rendimiento en la especialidad, el número de
años de entrenamiento necesarios por ella para conseguir los resultados
óptimos; (3) características individuales del joven deportista, su sexo,
cualidades individuales y el ritmo de crecimiento de sus capacidades
deportivas.

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Filin (1996) indica zonas de una manera similar y presenta datos sobre
las edades límites de resultado en diferentes tipos de deportes y pruebas:

Primeros Últimas mantenimiento


Deporte éxitos posibilidades de altos
resultados
100m (masc./fem.) 17-21/16-19 22-24/20-22 25-26/23-25
800m (masc./fem.) 18-22/18-20 23-25/21-23 26-27-24-25
10.000m (masc.) 21-24 25-27 28-29
Salto en Altura (masc./fem.) 17-21/16-18 22-24/19-22 25-26/23-24
Lanzamiento de jabalina (masc./fem.) 19-23/18-22 24-26/23-24 27-28/25-26
Natación (100 e 200m) (masc./fem.) 15-17/13-14 18-20/15-18 21-22/19-20
Gimnasia Deportiva (masc./fem.) 16-18/12-15 19-21/16-17 22-24/18-19
Baloncesto (masc./fem.) 18-21/16-18 22-25/19-23 26-28/24-25
Fútbol (masc.) 17-21 22-26 27-28
Tabla 1 - Zona de edades límites de altos resultados en deportes variados
(adaptado de Filin, 1996)

De forma general, los datos tienen mantenido una cierta estabilidad


en las últimas tres décadas. Pero ocurren excepciones en algunas modalidades
deportivas que presentaran un rejuvenecimiento (paginación artística, saltos
acrobáticos, gimnasia, natación y esgrima) debido a factores como alteraciones
en el reglamento, inicio más temprano de la especialización y el paso a la
esfera profesional.

Por otro lado, en especialidades en las que la resistencia tiene papel


más relevante, las edades de los atletas en cada una de las fases no sufrieron
cambios significativos en las últimas décadas. Abajo se presentan las edades
para el rendimiento deportivo en diferentes disciplinas cíclicas:

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Edad (años)
Especialidad Deportiva
Primeros Posibilidades Mantenimiento de
(distancia en metros) resultados óptimas ARD

Masc. Fem. Masc. Fem. Masc. Fem.

Natación- 100, 200, 400 17-18 14-16 19-22 17-20 22-25 21-23

800, 1500 15-17 13-15 18-20 16-18 20-23 19-20

Carreras- 100, 400 19-22 17-20 22-26 20-24 27-28 25-26

800, 1500. 23-24 20-23 25-27 22-26 28-30 27-28

5000, 10000. 24-26 _ 26-30 _ 31-35 _

Remo 18-21 16-18 21-26 19-23 25-29 24-27

Ciclismo 17-20 16-19 20-24 20-23 25-29 24-27

Tabla 2 -Intervalos de edad para el rendimiento deportivo en diferentes disciplinas


cíclicas. (Adaptado de Platonov, 1994)

Observando el cuadro, verificase que, aun que se observen muchas


cosas en común entre las especialidades citadas, las tres fases revelan
bastante variabilidad, presentando importantes distinciones entre cada deporte
o mismo en diferentes disciplinas de un mismo deporte y más todavía en
relación al sexo.

Otro aspecto común a destacar es la distinta estructura de


rendimiento presentada por la natación y el atletismo. Mientras en el atletismo
los atletas de las pruebas más largas llegan a los mejores resultados en
edades más avanzadas, en la natación ocurre precisamente el opuesto, o sea,
los nadadores especialistas en distancias más largas llega a los mejores
resultados en edades más tempranas que los de las pruebas más cortas.

Probablemente, el facto tiene que ver con la estructura de


rendimiento, las exigencias motoras, fisiológicas y psicológicas de las dos
modalidades deportivas, bien como el medio donde se desarrollan.

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Pese a considerar importante los datos sobre las edades óptimas
para los mejores resultados, hay que tener en cuenta que factores
socioculturales muchas veces tienen influencia en la formación de esos datos.
Podríamos citar la natación como un ejemplo cercano:

Los padres están orientados por los especialistas a llevar a los hijos
a clases de natación en edades tempranas por los beneficios indiscutibles que
la actividad proporciona. Estando en el sistema, todos los niños, aun que
involuntariamente acaban por participar en competiciones. A partir de ahí, los
que se destacan son incentivados por todo el entorno a aumentar la práctica y
de ahí a subir cada vez mas la frecuencia de entrenamientos,. Por otro lado, no
es nada común que un individuo empiece a entrenar natación a los 15 años.
Así, las edades de principales resultados son claramente condicionadas por las
condiciones socioculturales.

Así ya hay una gran inserción de jóvenes en el sistema competitivo


todavía en edades previas a la pubertad, haciendo muy difícil que algún atleta
despunte con buenos resultados más allá de los 20 años. Probablemente el
inicio prematuro juntamente con la alta carga de entrenamiento, impida que
podamos observar resultados de nadadores fondistas similares a los de los
corredores fondistas.

La progresiva disminución de la edad en que los practicantes


empiezan en el proceso de entrenamiento es una preocupación que se tiene
verificado en la actualidad y que ejerce una enorme influencia en la
organización del proceso de preparación deportiva a largo plazo. Según
Platonov (1994), tal tendencia tiene como fundamento una deficiente
comprensión de las leyes y principios que rigen y orientan la programación del
entrenamiento a largo plazo.

Por lo tanto, según el mismo autor, el rejuvenecimiento observado


en los practicantes resulta de razones de organización, de aspectos
sociológicos, políticos y de métodos, y no de una predisposición de los
deportistas para obtener buenos resultados en edades más tempranas.

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En la misma línea, Marques (2000) destaca que los resultados en el
ARD cada vez más dependen de lo que se hace en los años de formación y no
del número de años que se pasó en ella. Más calidad y menos cantidad de
trabajo realizado.

Es prácticamente consensual en la literatura especializada que sin un


programa de entrenamiento con perspectivas de largo plazo y con orientación
de desarrollo multilateral, los resultados de excelencia no son fácilmente
alcanzados y, sobre todo, no se estabilizan a un nivel elevado.

Muchos autores (Brito, 2004; Marques, 2000; Prudencio, 2006; Rolim,


1998; Rose, 2002) consideran que hay grande relación entre vivencia de un
abanico de experiencias deportivas variadas durante el proceso de crecimiento
y desarrollo del practicante y la obtención de prestaciones de alto rendimiento
deportivo en la edad adulta.

4. PRINCIPIOS A TENER EN CUENTA EN EL DESARROLLO DE UN


TALENTO

Los principios ha tener en cuenta en el desarrollo de un talento son


similares a los principios del entrenamiento deportivo de cualquier deportista,
con la diferencia de que debemos conocer el nivel motriz y funcional del que
parte nuestro talento y hasta donde lo queremos desarrollar. Estos principios
son extrapolables a todos los deportes. Por tanto, es de vital importancia para
el profesional que dirija cualquier actividad deportiva el conocimiento y
comprensión de todos ellos.
A continuación se exponen una serie de principios recopilados por el
autor y adaptados para esta obra:

a) Principio del umbral mínimo de excitación o síndrome general de


adaptación:
Para que un ejercicio produzca una mejora orgánica es preciso que
supere cierto umbral de excitación determinado por la actividad diaria. Un
estímulo (tarea, sesión, etc.) tiene que tener una intensidad determinada para

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que surja efecto. A la hora de aplicar un estímulo el organismo del atleta puede
responder de 4 formas:

- Si el estímulo es inferior al habitual o cotidiano no producirá ninguna


estimulación y por tanto no habrá entrenamiento. Ej. Un atleta que desee
trabajar la capacidad anaeróbica láctica y realice 3 series de 500 metros
a x intensidad durante 3 semanas y la última semana realice solamente
una a una intensidad más baja.

- Si el estímulo es igual al habitual producirá entrenamiento las primeras


veces, posteriormente si se mantiene en el tiempo dejará de repercutir
favorablemente en el rendimiento del deportista. Ej. Un atleta que para
mejorar la capacidad aeróbica realice 3 días a la semana 50 minutos de
carrera continua. Las primeras semanas mejorará pero llegará un día en
que dicho estímulo no cause respuesta alguna. Entonces debemos
incrementar ligeramente la intensidad del estímulo con el fin de llegar al
umbral mínimo de activación y que surja una mejora del rendimiento, por
tanto le podemos proponer dos opciones: que aumente la intensidad del
trote (en vez de ir a 4´00´´ el Km, que vaya a 3´55´´) o que aumente el
volumen (55´de carrera en vez de 50´).

- Si es ligeramente superior habrá una adaptación y mejorará nuestro


rendimiento. Por ej. Las dos primeras semanas realizamos un trabajo de
pesas al 80% de 1RM y las dos últimas semanas aumentamos al 85%
de 1RM.

- Si el estímulo es muy intenso tampoco causará ningún efecto. Si a un


niño le mandamos correr todos los días 20 minutos y de repente un día
realiza 55 minutos, este estímulo tan intenso provocará un bloqueo en
su rendimiento, especialmente si no se recupera de dicho estímulo.

b) Principio de la sobrecompensación:
Tras una sesión de entrenamiento se produce un descenso en la
capacidad funcional del deportista provocando la fatiga y una variación en los

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niveles de distintos parámetros fisiológicos del deportista. Después de
transcurrir un lapso de tiempo variable, que puede oscilar entre las 24 y 36
horas, los niveles de los parámetros fisiológicos vuelven a establecerse como
normales e incluso superan favorablemente para el deportista el valor inicial,
siendo este el momento idóneo para aplicar otra carga de entrenamiento
superior.
Es necesario conocer bien al atleta y saber la intensidad y volumen del
esfuerzo para determinar que tiempo de recuperación es necesario. Si
reanudamos el entrenamiento antes de tiempo se acumulará cansancio que
provocará una fatiga aguda, subaguda o crónica (23), por el contrario si
esperamos mucho tiempo antes de aplicar otro esfuerzo las mejoras
producidas habrán desaparecido.
Tras un estímulo tan intenso como puede ser la competición, debemos
disminuir la carga de trabajo los días posteriores.

Atleta realizando una competición

Como norma general tras la aplicación de una carga de velocidad el


organismo del deportista está predispuesto para otra carga similar al cabo de
aproximadamente 48 horas, en cargas aneróbicas lácticas el intervalo oscila
entre 36 y 48 horas y por último para cargas aeróbicas estaría comprendido
entre las 6 horas hasta 72 horas, dependiendo si hablamos de capacidad o
potencia aeróbica, respectivamente.
Todos estos tiempos serán variables en función de la intensidad y
volumen de la carga aplicada, del nivel del deportista, del tipo de trabajo
realizado al día siguiente, etc.

21
c) Principio de la dosificación de las cargas:
Con el fin de dosificar las cargas correctamente y conocer el grado de
fatiga y efecto que provocan en el deportista se debe tener siempre en cuenta 5
aspectos:
a) El volumen de los estímulos: cantidad total de trabajo realizado en una
tarea, sesión, microciclo, etc. Es un aspecto cuantitativo. Puede ser
expresado en kilómetros, metros, kilos, horas, repeticiones, etc.

Por ejemplo, volumen expresado en kilómetros realizado


durante 4 semanas por un atleta de mediofondo
1º semana: 70 kilómetros.
2º semana: 75 kilómetros.
3º semana: 75 kilómetros.
4ºsemana: 60 kilómetros.

b) La intensidad del estímulo: La intensidad hace referencia al porcentaje


de trabajo respecto al máximo del deportista. Es la parte cualitativa de la
carga. Puede ser medida en Kilómetros/hora, m/sg, pulsaciones, %
respecto a 1 repetición máxima, niveles de lactato, % VO2max., etc. La
intensidad y el volumen son inversamente proporcionales. Si deseamos
aumentar la intensidad de una tarea o sesión de entrenamiento
disminuiremos el volumen y viceversa.

A modo de ejemplo la intensidad expresada en % 1 RM


(fuerza) realizada por un saltador de longitud en sentadilla sería
un 90% de 1RM. Si su máximo es de 120 kilos estaríamos
trabajando con 108 kilos, esto es una alta intensidad.

c) La frecuencia del estímulo: Se define como el número de repeticiones


con respecto al tiempo: sesiones de entrenamiento por semana, por
mes, año, etc.

22
Ej. En un velocista deseamos trabajar la técnica de salida
de tacos. La frecuencia de esta carga sería dos veces a la
semana.

d) La duración de los estímulos: tiempo en que se realizan los ejercicios o


repeticiones de los mismos. Dependiendo de nuestro objetivo la
duración de la tarea será distinta.
Ej. Un fondista que desee trabajar la capacidad aeróbica, la
duración de este tipo de trabajo no puede ser de 20 segundos ni
de 3 minutos, una duración óptima estaría comprendida entre 30
y una hora y media de carrera continua.

e) Las pausas o densidad: Hace referencia a la relación existente entre


las pausas de trabajo y de recuperación dentro de una tarea, de una
sesión, de un microciclo, etc.

Ej. Un lanzador de jabalina que realice el gesto técnico del


lanzamiento con una goma elástica. Un día 3 series de 15
repeticiones recuperando 1´ por cada serie. Y otro día realiza 3
series de 15 repeticiones recuperando 30´´ por cada serie. En el
segundo día la densidad de la carga de entrenamiento es mayor
puesto que se reduce el tiempo de recuperación.

d) Principio de la periodización del entrenamiento o especialización:


Si deseamos la especialización de un niño en una determinada
modalidad atlética debemos saber que esto se consigue realizando una
planificación a largo plazo (8-10 años). Los primeros años de esta planificación
predominará un trabajo del tipo general para posteriormente aumentar la
proporción de trabajo específico.
Es necesario crear una buena base motriz en el joven deportista. La
búsqueda de éxitos tempranos olvida esta base y especializa precozmente al
deportista. Disminuyendo su capacidad para asimilar cargas de entrenamiento
en años posteriores.

23
Dentro de la planificación anual y especialmente en edades tempranas
se realizará una planificación anual basada en un solo macrociclo que
contenga 4 ciclos:
a. Un periodo de preparación general: Septiembre-Febrero.
b. Un periodo de preparación específica: Marzo-Abril.
c. Un periodo competitivo: Mayo-Junio.
d. Un periodo de descanso o transición: Julio-Agosto.
Con el paso de los años, la duración del periodo general irá
disminuyendo para incrementar el número de meses de preparación específica
y competitiva. Con niños en edades avanzadas se puede introducir la doble
periodización, realizando un pico de forma en Invierno (pista cubierta o campo
a través) y otro en verano o la planificación contemporánea ATR.
A modo de ejemplo, se expone una propuesta de planificación en
relación al periodo general, al específico y al competitivo:

Edad Preparación Preparación Periodo Meses Nº


/periodo general específica competitivo meses
totales
8-10 años 7 2 0 Oct.-jun. 9
11-12 7 2 1 Oct.-Jul. 10
años
13-14 5-6 3-2 2 Oct.-Jul 10
años
15-16 4-5 4-3 2 Oct-Jul 10
años
17-18 3-4 6-5 2-3 Oct-Ago 11
años
Modelo de periodización anual del entrenamiento en niños (Arufe, V.)

e) Principio del equilibrio de los sistemas energéticos o capacidades


físicas:
La capacidad y la potencia, ya sean aeróbica o aneróbica (láctica o
aláctica), debe desarrollarse de manera armónica. Un desequilibrio importante
en estos dos parámetros puede provocar un descenso del rendimiento e

24
incluso perjudicar la salud del deportista, mediante la creación de lesiones,
fatiga, etc. Por tanto se han de seguir las siguientes premisas:
- Para entrenar la potencia/capacidad anaeróbica láctica debemos de
tener una base aeróbica.
- Para entrenar la potencia anaeróbica aláctica debemos tener una base
de capacidad anaeróbica aláctica.
- Con corredores de fondo no deben desarrollar solamente la
capacidad/potencia aeróbica, esta ha de ir acompañada con alguna
sesión de trabajo anaeróbico.
- Después de una carga de trabajo grande aeróbica no se debe trabajar la
anaeróbica ni la fuerza (24).
- Después de cargas anaeróbicas es recomendable realizar una pequeña
carga aeróbica.
- Las cargas anaeróbicas alácticas se realizarán siempre antes de las
anaeróbicas lácticas y finalmente las aeróbicas ligeras.
- Para trabajar la fuerza específica se ha de trabajar anteriormente la
fuerza máxima.
- Antes de desarrollar la fuerza máxima se buscará un trabajo de fuerza
hipertrofia.
- Previamente al trabajo de fuerza se ha de crear una base de fuerza
general.
- En toda sesión de fuerza habrá un tiempo destinado a resistencia
aeróbica ligera y flexibilidad.

f) Principio del máximo rendimiento deportivo desde un modelo


multifactorial:
Debemos entender el rendimiento deportivo como un conjunto de
factores presentes en el entrenamiento y especialmente en la competición. Si
estos todos factores son favorables nos hallamos ante el máximo rendimiento
deportivo. Por el contrario, si uno o más factores son desfavorables no
habremos alcanzado el máximo rendimiento deportivo. Desde mi punto de vista
muy pocos atletas por no decir ninguno alcanza el máximo rendimiento
potencial para el que está capacitado. Entendiendo la idea de máximo

25
rendimiento desde una perspectiva multifactorial, es difícil lograr que todos
estos factores sean favorables.
Entre los factores más importantes se encuentran: el nº de
participantes, la forma en la que se desarrolla la carrera, condiciones
meteorológicas. calidad y tipo de pista de atletismo, nivel de los participantes,
interacciones con los participantes dentro de la carrera, calentamiento,
cronometraje, apoyo del público, momento de la planificación, momento del
síndrome general de adaptación, desarrollo de las capacidades condicionales,
desarrollo de la técnica, actividades realizadas horas previas a la carrera, viaje,
manifestación de las variables psicológicas, alimentación y nutrición,
hidratación, nivel de defensas del organismo, niveles de parámetros
bioquímicos y hematológicos, etc.
Por tanto no debemos nunca achacar el éxito o el fracaso a un solo
factor. El hecho de realizar afirmaciones como: hoy gané porque ayer cené
pasta, la semana pasada vencimos porque descansamos el día anterior, ayer
mejoré mi marca porque trabajé la fuerza resistencia en los últimos 15 días…
son frases que atribuyen a un solo factor el éxito en la competición. En todos
estos casos podemos hablar de rendimiento pero nunca de máximo
rendimiento, ya que en este último se incluyen muchos factores.

g) Principio de la carga óptima de entrenamiento y el crecimiento en


niños:
Los niños a diferencia del adulto sufren constantes cambios internos
como consecuencia del crecimiento.
Este crecimiento se desarrolla especialmente en torno a los 12-16 años.
Es aquí cuando el niño sufre los
mayores cambios internos. La
aplicación correcta y adecuada de
cargas de entrenamiento en niños
producirá un crecimiento longitudinal y
transversal óptimo, una mejora en la
osificación de las epífisis de los
huesos, en la construcción del tejido
muscular y en el sistema endocrino.

26
Jóvenes atletas en periodo de crecimiento máximo
Las investigaciones muestran que programas de fuerza bien dirigidos en
jóvenes provocan una mayor densidad ósea que aquellos que no realizan
ningún programa. Así, Kraemer (25) afirma que el entrenamiento de fuerza
puede influenciar positivamente en el crecimiento del hueso. Los niños
sedentarios suelen tener unos niveles de densidad ósea baja aumentando la
vulnerabilidad a lesionarse.
Por otra parte, es muy probable que el joven deportista sufra un
descenso en su rendimiento como consecuencia de estos cambios fisiológicos
y anatómicos. En este caso el entrenador debe velar por aplicar correctamente
las cargas de entrenamiento a la vez de elaborar un programa de fuerza,
flexibilidad e higiene postural, incidiendo especialmente en el trabajo del
esquema corporal. La respuesta de muchos entrenadores ante este descenso
del rendimiento es aumentar la carga de entrenamiento, sin saber que esto
perjudicará notablemente la salud del deportista, produciendo un mayor
estancamiento del rendimiento y dificultando los procesos de osificación de las
epífisis de los huesos.

h) Principio del trabajo de fuerza en niños:


Existe una gran controversia respecto al trabajo de fuerza en niños. Para
evitar esta variedad de opiniones debemos concretizar un poco más en este
ámbito del entrenamiento deportivo. De esta manera analizaremos los
siguientes aspectos:
- Definir qué tipo de niños: edades, años de entrenamiento, práctica
deportiva, etc.
- Qué tipo de fuerza: explosiva,
elástico reactiva, resistencia,
sobrecargas, autocargas, etc.
- Forma en que se lleva acabo este
trabajo de fuerza: bien orientado, mal
orientado, no tiene en cuenta las
individualidades de los deportistas, etc.

27
De forma general si se puede realizar el trabajo de fuerza en niños de
cualquier edad siempre y cuando se realicen correctamente los ejercicios y se
siga la siguiente progresión:
o Trabajo de fuerza con el propio peso del niño: Ej. Ponerse de puntillas,
gateos, flexiones de brazo, abdominales, etc. Cuando domine este tipo de
trabajo pasamos al siguiente escalón.
o Trabajar la fuerza por parejas utilizando la resistencia del compañero: Ej.
Empujes, arrastres, caballito, etc.
o Posteriormente se podrá
trabajar con pesos libres
externos, tales como:
mancuernas, discos, balones
medicinales, elásticos, etc.
o Por último y una vez
consolidadas todas las
anteriores fases se irá introduciendo la técnica de pesas (alrededor de los
13 años), para posteriormente utilizar máquinas de pesas o barra libre.
Máquina de pesas para diversos grupos musculares

Todo el trabajo de fuerza realizado en niños debe ir enfocado a tres


grandes zonas anatómicas:
a. Musculatura del tronco y cadera: Músculos abdominales,
lumbares y dorsales.
b. Musculatura de brazos y hombros: Músculos flexores y
extensores.
c. Musculatura de piernas y pies: Músculos flexores y extensores.

28
MÁQUINAS
DE PESAS O
BARRA

TRABAJO DE LA TÉCNICA DE PESAS


LIBRES Y MÁQUINAS
(Arrancadas, sentadillas, etc,.)

TRABAJO CON PESOS LIBRES EXTERNOS


(Discos, balones medicinales, sacos, paracaídas, mancuernas…)

TRABAJO CON EL PESO DEL COMPAÑERO


(Arrastres, empujes, ejercicios por parejas, caballito,…)

TRABAJO CON EL PROPIO PESO DEL CUERPO


(Abdominales, flexiones, gateos, cuadrupedias, puntillas, pino, etc.)

Evolución del trabajo de fuerza en niños (Arufe, V. 2005).

i) Principio de la edad cronológica y biológica:


A la hora de aplicar las cargas de entrenamiento en niños, no sólo
debemos prestar atención a la edad de este, sino al grado de desarrollo
biológico. Existen diferencias de desarrollo biológico de hasta 3 años. Es decir,
dos niños con la misma edad, ej. 13 años, uno puede tener un desarrollo
biológico equivalente a 14 años y otro de 11 años. Por tanto una misma carga
de entrenamiento aplicada a ambos, puede suponer para uno un estímulo muy
bajo (con lo que no provocaría adaptación alguna) y para otro un estímulo muy
aversivo (produciendo una fatiga aguda). Los niños con un desarrollo precoz
pueden rendir más que el resto de sus compañeros en deportes en los que el
peso, talla y fuerza son un factor determinante, ya que la maduración avanzada
facilitará en ambos sexos el éxito deportivo (26).

j) Principio de la diferencia del sexo del deportista:


El nivel básico en edades comprendidas entre los 10 y los 14 años
generalmente es mayor en niñas que en niños. Estas alcanzan su máximo
rendimiento entre 1 o 3 años antes que los niños.

29
k) Principio de la ley de longitud:
Dependiendo del tipo de contracción muscular que realicemos podemos
influir en la longitud de las fibras musculares y la longitud de las fibras
tendinosas. Así pues existen 4 posibilidades de trabajo en la contracción
muscular (12):
a. Contracción completa y estiramiento completo: La longitud del
vientre muscular tiende a aumentar, mientras que la longitud de
los tendones disminuye. La amplitud del gesto se ve mejorada. Es
necesario trabajar de esta forma aquellos músculos que
participan directamente en la ejecución del movimiento, tal como:
los bíceps, los pectorales, los cuádriceps, dorsal ancho…
b. Contracción completa y estiramiento incompleto: no existe
variación en la longitud del vientre muscular o incluso disminuye,
mientras que las fibras tendinosas se alargan ligeramente. Es
ideal para trabajar los músculos fijadores, como por ejemplo los
abdominales.
c. Contracción incompleta y estiramiento completo: el vientre
muscular disminuye mientras que los tendones se alargan
netamente. Es un músculo largo pero poco eficaz.
d. Contracción incompleta y estiramiento incompleto: El vientre
muscular disminuye enormemente de longitud, mientras que los
tendones se alargan poco. Los puntos de inserción se acercan y
nos hallamos en presencia de un músculo corto pero potente, que
ha perdido su elasticidad.

Principios pedagógicos-deportivos aplicados al entrenamiento de atletas.

Principios para el trabajo de la resistencia anaeróbica aláctica

‰ Se deben variar los ejercicios destinados al trabajo de velocidad, ya sea


velocidad de desplazamiento, gestual, etc. La repetición de un mismo
ejercicio de esta índole provoca un límite de velocidad en la ejecución de
este. A modo de ejemplo, no es conveniente que nuestro atleta realice

30
siempre repeticiones de 50 metros, debemos variar a otras distancias,
60, 80, 40… o variando el ejercicio, saliendo desde lanzados, con
cambios de ritmo, en progresión, en regresión, etc. Para calcular la
distancia máxima aconsejable en cada repetición de velocidad se tendrá
en cuenta la edad del deportista, aplicando la siguiente fórmula (10)

Distancia máx. = edad x 15 /4.


Así un niño de 12 años podrá realizar repeticiones de 45 metros (12 x
15 /4), y para calcular el número de repeticiones se aplicará la siguiente
fórmula:
Nº repeticiones = edad x 15 / distancia máx.
En nuestro ejemplo serían 4 repeticiones (12 x 15 /45).

‰ Especialmente con niños con edades entre los 8 y 12 años, se deberán


anteponer a la salida de velocidad señales acústicas, táctiles, verbales,
etc. El objetivo es mejorar la velocidad de reacción y la
atención/concentración. A modo de ejemplo, proponemos: realizar
salidas de 20 metros, desde distintas posiciones, agachados, tumbados,
sentados, con ojos cerrados, realizar una voltereta antes de salir, etc.

‰ Realizar un calentamiento óptimo: El calentamiento variará en función


del trabajo que desarrollaremos en la sesión de entrenamiento, en el
caso de un trabajo predominantemente anaeróbico aláctico, proponemos
el siguiente modelo:

o Movilidad articular: durante 3-5 minutos, suavemente, sin


intentar conseguir rangos de movimientos máximos, solamente
estamos lubrificando la articulación mediante la dispersión de
líquido sinovial de las articulaciones.
o Carrera suave: desde 10 a 30 minutos. Este fase será siempre
progresiva, generalmente suele realizarse al 40-60% del VO2
max., su finalidad es aumentar la irrigación, la frecuencia cardiaca
y la elasticidad muscular del deportista.

31
o Estiramientos: Entre 5 y 10 minutos es un tiempo óptimo, ya que
más tiempo podríamos perder todo el calor corporal generado en
la carrera. Estos estiramientos están destinados para
proporcionar al músculo una cierta elasticidad con el fin de que el
trabajo que se realice en la siguiente fase obtenga un mejor
rendimiento. Hemos de decir, que estos estiramientos no se
corresponden con el trabajo de flexibilidad como muchos atletas
piensan, para desarrollar la flexibilidad la duración de estos ha de
ser mayor.
o Ejercicios de preparación para la parte específica: 5-10´,
primeramente se desarrollarán ejercicios globales que implican la
movilización de grandes grupos musculares. Posteriormente
enfocaremos el trabajo hacia los músculos específicos que
participarán en la sesión. A modo de ejemplo proponemos:
desplazamientos laterales, circunducciones de brazos, skiping
adelante, atrás, cabaret, para finalizar con progresivos de 80, 60 y
50 metros.
o Parte específica: 10´-60 ´.
o Estiramientos finales.

‰ El trabajo de velocidad debe trabajarse durante todo el año, al menos


una vez por semana. Este tipo de trabajo cobra más importancia en
corredores de medio fondo y velocidad, y especialmente en niños y
adolescentes que poseen una menor capacidad de reclutamiento de
estas fibras. Además sirve para activar la capacidad neuronal y las
fibras tipo II.

‰ La fuerza máxima no se debe trabajar hasta los 17-18 años, pero la


fuerza rápida, la relativa y la elástica es recomendable trabajarlas ya a
los 14-15 años.

Principios para el trabajo de resistencia anaeróbica láctica.

32
‰ Será necesario para el trabajo de la resistencia anaeróbica láctica una
amplia base aeróbica, con el fin de favorecer la eliminación de lactato y
mejorar así la recuperación en esfuerzos lácticos.

‰ Dentro de una misma sesión, la capacidad láctica ha de entrenarse


después de la capacidad o potencia aláctica y antes de la aeróbica. A
modo de ejemplo, un entrenamiento para un corredor de medio fondo
sería: 4x80 metros, rec. 2´, 2 x 500 rec. 10´, 3 series de 5´ a ritmo medio.

‰ Este tipo de trabajo se recomienda realizarlo al menos dos meses antes


de la competición principal, con el fin de obtener las máximas mejoras de
tolerancia y producción de lactato.

‰ Es aconsejable que tras la realización de un trabajo que produzca ciertos


niveles de ácido láctico se realice carrera continua aeróbica a un ritmo
medio.

‰ Inicialmente el trabajo irá enfocado a mejorar dos aspectos:


a. Activar la vía, mediante un trabajo intenso partiendo de reposo.

b. Trabajar a alta intensidad partiendo de la acumulación de niveles

altos de ácido láctico.

‰ Con niños menores de 14-15 años se deberá tener especial cuidado en


la aplicación de estas cargas de trabajo, pues su organismo no está
preparado para equilibrar la producción y la eliminación de lactato, por
falta de fosfofructokinasa y por el estrés producido.

Principios para el trabajo de la resistencia aeróbica

‰ Será el trabajo que predomine a lo largo de una planificación de un joven


deportista.

‰ El trabajar esta capacidad no significa que estemos orientando a nuestro


joven deportista para que sea un futuro fondista.

33
‰ Variar los métodos de entrenamiento de esta capacidad: continuos,
interválicos, farlek, circuitos, etc.

‰ Variar la forma de entrenamiento. No sólo se trabaja la resistencia


aeróbica con carrera continua. Existen numerosas actividades aeróbicas
que proporcionarán más diversión a los niños y estaremos logrando los
mismos beneficios, estas son: senderismo, carreras de orientación
(urbanas y en el medio natural), cicloturismo o mountain bike, natación,
etc.

‰ Es la principal capacidad recuperadora de los esfuerzos lácticos y


alácticos.

El VO2 max. de un deportista puede incrementarse hasta los 20-25 años

5. ANALISIS DE CASO: ATLETISMO.

Existen diferentes opiniones acerca de la edad óptima para el inicio de


la práctica del atletismo. Autores importantes como Bompa (2002) o Filin (1996)
indican que entre los 12 y 14 años seria una buena edad para la práctica de la
modalidad. Por otro lado Prudencio (2006) pondera que no hay una edad fija y
si, tendencias medias por modalidad y prueba.

La edad en que se debe empezar la preparación debe variar, así como


ya dicho anteriormente, de acuerdo con los años de entrenamiento para lograr
los resultados y lógicamente la edad de referencia donde la mayoría de los
deportistas alcanzan dichos resultados.

Según Böhme (2000), la duración del entrenamiento deportivo a largo


plazo, con vistas a la detección, selección y promoción de talentos se estima
entre 6 y 10 años, conforme la modalidad deportiva considerada.

34
Hay un consenso entre los autores en decir que en el atletismo hace
falta un mínimo de 6 años de práctica para que se puedan lograr resultados
relevantes y un máximo entre 8 y 12 años dependiendo de la especialidad,
individualidad y manera con que fue conducida la preparación del deportista.

Manso (2002) presenta en la tabla que se sigue, las edades


correspondientes a cada etapa de resultados en relación a cada prueba, o
conjunto de pruebas del atletismo:

Etapas:

Primeros Óptimos Mantenimiento en


Prueba
resultados. Resultados. el ARD.

Masc. Fem. Masc. Fem. Masc. Fem.

100 metros 19-21 17-18 22-24 20-22 25-26 23-25

400 metros 22-23 20-21 24-26 22-24 27-28 25-26

800-1500 metros 23-24 20-21 25-27 22-25 27-29 26-27

5000- 10000 metros 24-25 _ 26-28 _ 29-30 _

Altura 20-21 17-18 22-24 19-22 25-26 25-27

Longitud 21-22 17-19 23-25 20-22 26-27 23-25

Pértiga 23-24 _ 25-28 _ 29-30 _

Peso 22-23 18-20 25-26 21-23 26-27 24-25

Disco 23-24 18-21 25-26 22-24 27-28 25-26

Decatlón 23-24 _ 25-26 _ 27-28 _

Tabla 3 - Etapas de resultados para cada disciplina atlética. (Adaptado de Manso,


2002)

Hay que llevarse en consideración que las edades expresadas son


apenas una referencia para ayudarnos a comprender de una forma aproximada
la duración de las diferentes etapas que existen en la formación de un
deportista que quiera llegar a las más altas cotas de rendimiento en un deporte.

35
Pero al observar las edades de referencia, queda claro que tanto el inicio
de la practica sistematizada, como la especialización, aun que sea en un grupo
de pruebas, debe ser diferenciada de acuerdo con la característica de la
prueba y siempre hay que tener presente el entrenamiento de la velocidad y
coordinación, ya que son capacidades que tienen importancia relativa para
todas las pruebas y sus resultados óptimos se presentan de manera más
temprana.

Otro punto muy relevante a ser observado y que muchas veces no se


lleva en consideración en la práctica, es la predisposición de las mujeres en
llegar a los resultados relevantes antes de los hombres, evidenciando que la
edad de inicio y de especialización debe de ser entre 2 y 4 años más temprana
que en el caso de los hombres.

También hay grande diferencia entre diferentes pruebas y ese dato debe
de tenerse en cuenta para que no se quemen etapas. Como ejemplo podemos
citar el entrenamiento de la resistencia en jóvenes en detrimento del trabajo de
otras capacidades como coordinación y velocidad cuando se verifica que los
altos resultados para pruebas de resistencia solo se alcanzan en edades
cercanas a los 30 años.

Sea cual sea la prueba atlética en cuestión habría que tener muy clara la
información de las siguientes premisas:

- Los resultados en edades tempranas no deben de ser perseguidos


indiscriminadamente, con el riesgo de hipotecar el éxito en el futuro
del atleta, desaprovechando un talento potencial.

- La preparación del joven deportista debe de ser mucho más


multidisciplinar de lo que es actualmente y la búsqueda por el
resultado específico a corto plazo mucho menos valorada.

36
- En pruebas de resistencia no es recomendado que se empiece un
trabajo específico diseccionado antes de la completa saturación del
individuo.

6. CONSIDERACIONES FINALES

Queda en evidencia la gran importancia de la correcta conducción del


talento deportivo mediante a una planificación a largo plazo, que siempre debe
ser elaborada llevando en consideración los factores individuales del individuo,
el deporte o actividad a que despunta como talento y con las vistas puestas en
el rendimiento futuro.

Al mismo tiempo, hay que tener claro que en el trajo con los jóvenes la
actividad debe ser, por en cima de todo, variada y placentera, sin que por
ello se pierda su carácter pedagógico, tratando de ofrecer la mayor
variabilidad posible y olvidando por completo los resultados en el corto
plazo sin dejar que ello elimine la competición como medio de
motivación.

37
Por último, recordar que es de suma importancia que se sigan
desarrollando estudios y observaciones en la temática que aborda todo lo
relacionado al talento deportivo y a los procesos de entrenamiento a largo
plazo, para que se pueda ampliar el conocimiento y llegar a novas
conclusiones, buscando los siguientes objetivos:

- Identificar posibles ajustes en la estructura deportiva, basándose en


hechos concretos, para que los (pocos) recursos económicos que
son invertidos en el deporte de base, sean aprovechados de
manera óptima.

- Presentar a los atletas, padres, entrenadores y aficionados una


prueba palpable de que la búsqueda incondicional por resultados
rápidos esta íntimamente ligada al fracaso de la planificación
deportiva a largo plazo para lograr el ARD con la consecuente falta
de éxito en la edad adulta.

- Recriminar la idea de “cuanto antes, mejor” y lograr que algunos


deportistas “tardíos” no sean desaprovechados cuando tienen
reales posibilidades de éxito futuro.

Como consideración final de todo lo expuesto podemos deducir


que, si se pretende que los talentos deportivos lleguen al ARD, hay que
crearse una mentalidad volcada en la planificación del entrenamiento y de
los resultados a largo plazo, con paciencia y sin prisas para que el joven
pueda tener un desarrollo gradual y continuo que aumente sus
posibilidades de éxito futuro.

38
7. BIBLIOGRAFIA

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