Paradigmas en Decadencia en la Educación Física y el Deporte
Por: Marcos Antonópulos
La cultura física o el culto a lo físico
desde sus orígenes, y a través de la
historia se ha manifestado de acuerdo al
entorno y las características, sociales que
han rodeado al ser humano en las diversas
etapas de desarrollo, es así como el mayor
auge en cuanto a temas relacionados con
ello, se dan en momentos cruciales que
permitieron su evolución hasta llegar a
ser lo que es hoy, o lo que conocemos
como educación física en todas y cada
una de sus variantes, contemplando sus
ramificaciones y componentes que la
integran como tal.
Actualmente la educación física continúa
siendo solo una disciplina para algunos
quienes la consideran “asignatura”,
mientras otros sectores de la sociedad se
refieren a la misma como “ciencia”. Si
bien es cierto, la educación física es vista
con desinterés a nivel de un pensum
académico; está relación se invierte
descomunalmente en el ámbito social y
personal, pues lo que está en boga es
guardar la figura, modelar un esquema de
hombre, mujer activo, quizás más con
fines estéticos que funcionales y de salud,
pero en fin a través de la educación física.
Dentro del marco de la educación física
se contempla toda una gama de
herramientas que han sido, son y serán
utilizadas, con diversos caracteres, énfasis
y enfoques, de acuerdo a los objetivos
que se persiguen para dar respuesta a
necesidades tempo-espaciales. Sin
embargo a pesar de que existan diversos
enfoques y maneras de ver y desarrollar la
educación física, hay que señalar la
marktrisport@gmail.com
7 de septiembre de 2009
existencia de puntos o surcos en común
que han estado vigentes durante muchos
años, convirtiéndose en patrones o
modelos que a su vez determinan
paradigmas.
Existen en nuestro entorno tres grandes
paradigmas a los cuales me referiré a lo
largo de mi escrito, el modelo o
paradigma físico-recreativo, el paradigma
educativo físico dentro del marco del
proceso enseñanza aprendizaje, y el
paradigma deportivo.
El paradigma físico-recreativo; por
muchos años la actividad física dirigida
con implementación para los juegos “cero
ciencia”, va dirigida a niños, niñas,
jóvenes, y personas adultas; pareciera ser
que la ciencia no tiene cabida por parte de
los ejecutores, ¿será temor a lo
desconocido?, o ¿el nuevo conocimiento
nos exige algo más?, que solo querer
motivar e incentivar a la población a la
práctica de la actividad física. Este
paradigma ha ido en decadencia, pues el
constante bombardeo por diversas líneas
y en diferentes medios acerca de los
avances en cuanto a la diferencia en
tratamiento por edad y genero para la
prescripción de la actividad física, ha sido
taxativo y bien argumentado, por los
especialistas en el campo de los procesos
de maduración, crecimiento y desarrollo,
quedando el adagio de “los niños son
iguales a los hombres, solo que más
pequeños”, desfasado y señalado hasta de
criminal.
Hoy por hoy existen toda una serie de
aportaciones que identifican las
diferencias, los mecanismos,
modificaciones y adaptaciones más
propicias con respecto a la prescripción
de actividades físicas recreativas o
ejercicio de carácter lúdico, con variantes
en relación a edad, genero, hasta
discapacidad todos estos elementos que
giran o se enmarcan en torno a los
objetivos propuestos para dicha actividad.
Todo esto nos señala lo empobrecida que
queda la idea de que cualquier ente
pudiese dictar impartir, o dirigir este tipo
de actividad.
El paradigma educativo físico, (dentro
del marco del proceso enseñanza
aprendizaje); recuerdo, nuestras amenas
clases de educación física, a nivel escolar,
ya que nos abstraían de ese salón de
clases, en donde reinaba ese deseo de
escuchar el timbre para ir a física, una vez
ahí, podíamos correr, jugar y desarrollar
nuestras aptitudes, a través de juegos
dirigidos entre otras actividades, pero
también recuerdo, aquel sistema
evaluativo inoperante en el que se
valoraba mas a un enceste o canasta que a
la mecánica y el esfuerzo en la ejecución,
(el que encesta 2 tiene 2 de nota, y así
hasta 5 tiros a la canasta), la calificación
perdía de vista ese objetivo de
integración, solidaridad, trabajo en grupo,
y otros elementos que hoy están siendo
reforzados en la formación de los futuros
educadores físicos, valores tales como,
saber ganar y perder, lo importante es
divertirse, la participación masiva e
inclusiva, y festivales intercolegiales
como ferias y demás, son programas que
van en vías de implementar una
educación física más rica e integral para
todos.
Es cierto que este criterio de evaluación
excluyente e inflexible fue producto de
una ola de carácter deportivo a la que no
escaparon los formadores de aquella
época, (juegos centroamericanos y del
Caribe en la década de los 70tas donde
fuimos sede), sin embargo vale la pena
resaltar, que el grado de sensibilización
en el proceso de enseñanza de la
educación física ha ido humanizándose y
reorientándose a nuevos objetivos; y
muestra de ello, es la elaboración del
nuevo plan de estudio por parte de la
Escuela de Educación Física, de la
Universidad de Panamá, que ya está en
sus fases finales para pasar a
implementarse. Este proyecto nació
precisamente por iniciativa de los
docentes al creer firmemente que la
educación física es más que un silbato y
un cronómetro.
Veo hoy en día un docente, interesado al
igual que en el pasado, pero con las
herramientas necesarias para saciar esa
hambre de conocimiento, en pro de su
formación, (programas de
perfeccionamiento profesional, maestrías,
postgrados, cursos, intercambio con
homogéneos a través de la red, etc.), que
dejara su huella de manera directa en el
estudiantado de está y futuras
generaciones.
El paradigma físico deportivo; bajo el
lema de Maquiavelo, “el fin justifica los
medios”, el deporte con el firme propósito
de sumar medallas y adquirir cierto status
regional, a través del desempeño atlético;
dejo por mucho tiempo relegado a
segundo plano la concepción de deporte
para todos, ya que se consideraba
prioritario el performance competitivo,
que sin lugar a dudas es para unos
cuantos; esta situación desencadeno en la
discriminación a la hora de presentar
seleccionados en diversas disciplinas
deportivas, y lo que es peor aun el
concepto de deporte se tergiverso a tal
grado que si no era competitivo (bajo
ligas distritoriales, provinciales o
internacional), no se consideraba deporte
como tal.
Los medios de comunicación no han
ofrecieron mucha ayuda al respecto, ya
que lo que se muestra, a través de los
mismos son los ganadores en eventos
deportivos, las agresiones, los accidentes,
las faltas cometidas, los mejores con
relación a otros, restándole valor a el
deporte en su esencia, el juego limpio
(fair play), las reglas, la unión y (no pain no gain), están en desuso y
fraternidad entre países, etc.
Si es cierto, el deporte de hoy en día es un
gran negocio en el cual salen beneficiados
unos cuantos a cuestas del espectáculo de
muchos, pero aún quedan vestigios de una
camaradería y está es más visible entre
nuestros países latinoamericanos, en
donde ganar no significa una supremacía
ni étnica ni mucho menos económica.
En la actualidad el movimiento olímpico
a través de la Academia Olímpica de
Panamá, lleva a cuestas una ardua labor
en difundir la filosofía del olimpismo
basada en los principios del Barón Pierre
de Coubertin quien creía en unir en una
extraordinaria competición a los
deportistas, bajo el signo de la unión y la
hermandad, sin ánimo de lucro y sólo por
el deseo de conseguir la gloria, competir
por competir y como él decía: “Lo
importante es participar”.
A nivel nacional cada vez son más los
educadores físicos que se interesan por el
campo de entrenamiento ya sea como
dirigentes o entrenadores deportivos; esto
es un gran avance en este ámbito, pues los
docentes que se involucran en
entrenamiento deberán ser docentes
primero y administrar al deporte como
medio o herramienta para la formación de
un hombre, mujer de bien, y si es el caso
y existen los factores necesarios,
(genética, recursos, y apoyo), llevarlo al
máxime de sus potencialidades físico-
deportivas.
Usualmente lo que ocurría es la selección
de talentos, por parte de personas sin
formación humanística (docentes), que le
daban prioridad al talento deportivo más
que al individuo que estaba en formación
que lo poseía.
Términos como “si no duele no sirve”
decadencia por los nuevos aportes en
cuanto a biomecánica, medicina del
deporte, dosificación científica y
cuantificación de las cargas de
entrenamiento actualmente.
Es incuestionable que el intercambio de
información a través de cursos para
entrenadores como los son los
auspiciados por solidaridad olímpica, o
por convenios y acuerdos internacionales
de mutua ayuda, han mejorado la
percepción de lo que se quiere lograr a
través del deporte, que difiere en su
totalidad con el espectáculo romano
carnavalesco de siglos pasados.
Los paradigmas en el ámbito de educción
física al igual que en otras ciencias tienen
la característica de ir fortaleciendo o
desapareciendo las bases que los
fundamentan, a través del paso de los
años, de acuerdo a los avances y la
evolución tecno-social; es así como ya
algunos de estos han quedado en el
pasado, mientras otros han predominado
y continuarán haciéndolo, hasta que
nuevos conocimientos, demuestren la
fragilidad de las bases que las sustentan y
pueden respaldar nuevas alternativas que
modelen nuevos patrones o paradigmas,
aboliendo y sustituyendo anteriores.
Pese al enunciado anterior, los
paradigmas no escapan de llevar consigo,
ideologías particulares de regiones y
países que pasan por situaciones
determinadas, impregnando de manera
indirecta los nuevos modelos de
educación física en cualquiera de sus
formas o manifestaciones: actividades
físicas, recreativas o deportivas entre
otras.
La demolición de un cuarto paradigma;
insistiendo en la idea inicial la cual
enuncia que los modelos son o se deben a
las circunstancias del entorno donde se
desarrollan, no puedo dejar de mencionar
lo que por sumatoria se infiere, así es, el
cuarto paradigma; no es más que la
imagen negativa de la cual ha sido objeto
el educador físico durante décadas, que si
bien como toda profesión tiene sus
buenos representantes y otros no tan
dedicados o comprometidos, se ha dejado
entrever durante años una manta turbia
acerca de la idoneidad y el
profesionalismo del educador físico.
Esta imagen va desde lo que se considera
su formación, catalogándose de manera
errática al estudiante de educación física,
como uno de los menos académicamente
exigidos, cuando en la realidad este tiene
que bregar asignaturas tanto prácticas
como teóricas y estas últimas de carácter
científico como pedagógico.
En la vida profesional, es fácil escuchar
expresiones como que cargue las sillas el
de educación física, o el niño se ha caído,
llamen al maestro de educación física, e
inclusive este es un problema de
Referencias
disciplina le corresponde al de educación
física. Por el carácter propio del educador
físico accede a todas estas funciones, las
cuales quedan siendo hasta vitalicias en
muchos centros educativos.
Puede ser que la personalidad
campechana, cooperadora y muchas veces
hasta informal por la característica de la
misma labor que desempeña, haya
ayudado a la malinterpretación de las
funciones y de la calidad de imagen del
profesional detrás de ese silbato, pues este
es en la mayoría de las ocasiones aquel en
quien los niños (as), confían sus
problemas, inquietudes y hasta chistes.
Puedo mencionar aparte varios factores o
posibles argumentos que sustentarían esta
figura o imagen deteriorada, sin embargo
lo realmente importante y positivo al
respecto, es que se está levantando una
nueva generación de profesionales,
inspirados por aquellos que siempre han
creído y profesado a través de sus vidas,
la educación física; estos han sembrado
en nosotros ese empuje de creer en lo que
hacemos, inyectándonos esas ganas de ir
y buscar aquello que por derecho nos
pertenece, la confiabilidad del pueblo
panameño, que se sepa hoy por hoy, que
en cuanto a medicina preventiva y
fomento de la salud nacional, llegaremos
a ser los primeros brindando un servicio
capaz e idóneo, en todos y cada una de las
hermosas vertientes que ocupa lo que más
amamos; la cultura física.
Pila Teleña, Augusto; Preparación Física,
Tercer Nivel, séptima edición, editorial
San José, Costa Rica 1987.
Camargo Silva, Germán; Diccionario del http://www.efdeportes.com/efd42/paradig
Deporte y la Educación Física, editorial .htm
Kinesis, Colombia, 2002. http://es.wikipedia.org/wiki/Educaci
Hegedus, Jorge; La Ciencia del %C3%B3n_f%C3%ADsica
Entrenamiento Deportivo, editorial
Stadium, Buenos Aires, 1984.

http://es.wikipedia.org/wiki/Pierre_de_Co
ubertin