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RETOS Y DESAFÍOS DE LA FAMILIA

Un hombre heredo un bosque el cual le ha pertenecido a su familia durante más de 400 años, lo
más sorprendente que tuvieron que pasar 180 años para que aquel hombre después de plantar
esos árboles los pudieran disfrutar ni siquiera sus hijos ni sus nietos sino sus bisnietos el es parte
de una cadena al heredar un bosque y el lo sabe , el tiene que sembrar semillas de árboles para
que en el futuro existan más , él se siente parte de una cadena, el es un eslabón y él hace una
declaración: cada generación que herede este bosque deberá de tomar una decisión: pueden
podarlo todo o pueden seguir con el bosque, pueden venderlo todo y hacerse ricos, o puede
tomar lo necesario y seguir la inversión y darlo de herencia para sus hijos, porque el hombre
cosecha semillas para nuevos arboles a generaciones futuras. sembradas por hombres que jamás
conoció, el hombre cosecha semillas para descendientes que jamás verá, es decir dependientes
del pasado responsables del futuro como nosotros como cuando nacemos en una familia somos
hijos del pasado y padres del futuro. todos nacimos en un bosque que no sembramos, nacimos en
una familia que no elegimos, nacimos donde el señor quiso que naciéramos

Y quiero que en esta noche pienses en la siguiente pregunta ¿Que aspecto tiene tu bosque
familiar?

Un legado es el aporte espiritual, emocional y cultural, que es traspasado de padres a hijos, sea
este positivo o negativo.

Esta definición cambia completamente nuestra idea de herencia. Normalmente pensamos solo en
dejar una herencia que consiste en bienes materiales, dinero o propiedades. Sin embargo, un
legado espiritual, emocional y cultural, perdurará por generaciones. Los padres modelan y
refuerzan este legado mediante los momentos rutinarios de la vida y en conversaciones casuales.
Es por medio de esta interacción cotidiana que logramos impactar sus vidas. Un buen legado
prepara a los hijos para la vida adulta, les empodera y les muestra el camino a recorrer.

Abran su biblia en 2 Crónicas 34:1-3

Ahí es cuando Josías descubre que el no nació en ese bosque familiar por accidente, sino que nació
con un propósito; cambiar el rumbo de su bosque familiar, no será esa la razón por la cual naciste
en esa familia no será que en lugar de maldecir el bosque talado en el cual naciste empieces a
sembrar, para que a partir de ti, ese bosque familiar empieza a cambiar y a partir de ti, todo
cambie y tus hijos y tus nietos empiecen a servir a Dios, al Dios verdadero,

Juan 3: 6 lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.

6 El que nace de padres humanos tiene vida física, pero el que nace del Espíritu tiene vida
espiritual.

2 Crónicas 34:2

E hizo lo recto ante los ojos del Señor y anduvo en todo el camino de su padre David; no se apartó
ni a la derecha, ni a la izquierda.

Josías hizo lo que le agradaba al SEÑOR y siguió el camino de su antepasado David, sin desviarse a
la derecha ni a la izquierda.
El rey Josías. Un joven que asumió el reino de Israel, cuya capital era Jerusalén, apenas a los ocho
años, reino treinta y un años.

La historia de los reyes de Israel y Judá, es muy variada en cuanto a cómo fue el reinado de estos,
si leemos en la Palabra de Dios nos damos cuenta, que unos reinados fueron caracterizados por la
maldad y otros fueron realmente buenos a los ojos de Dios. El reinado de Josías no fue la
excepción, su reinado según nos lo dice el texto arriba citado fue bueno; su característica fue que
anduvo en todo el camino de su padre David, no se aparto ni a la derecha ni a la izquierda.
Podemos intuir que las personas que lo formaron fueron instrumentos para producir la diferencia.
A pesar de su corta edad, su carácter fue excelente. Era inconmovible, no se dejaba influenciar por
nada ni nadie.

versículo 3, nos dice: Porque en el octavo año de su reinado, siendo aún joven, comenzó a buscar
al Dios de su padre David; y en el año doce empezó a purificar a Judá y a Jerusalén de los lugares
altos, de las Aseras, de las imágenes talladas y de las imágenes fundidas.

su éxito se debió a que comenzó una búsqueda intensa de Dios. El sabía perfectamente las
condiciones en las que se encontraba su pueblo, era una situación de total idolatría, de
desobediencia y desenfreno total, el texto nos dice, que comenzó a derribar los lugares de
adoración a dioses paganos e inicio una purificación de su nación. Esta fue, una purificación total:

Y derribaron en su presencia los altares de los baales; destrozó los altares del incienso que estaban
puestos en alto, encima de ellos; despedazó también las Aseras, las imágenes talladas y la
imágenes fundidas y las redujo a polvo, y lo esparció sobre las sepulturas de los que les habían
ofrecido sacrificios (versículo 4).

El inicio de las reformas de Josías, fue primeramente física. Recordemos que después de Ezequías
su bisabuelo, Josías fue el segundo y último de los grandes reformadores del Reino de Judá. A
Josías le precedió un rey caracterizado por su adoración a los dioses cananeos. En consecuencia,
cada reformador tuvo que luchar contra esos dioses. La prohibición y destrucción de lo externo no
cambiaba la vida interior del pueblo. Hacía falta la creación de nuevos impulsos y motivos
espirituales. Muchas veces, nuestros cambios cosméticos, físicos y externos, no abonan nada en
nuestro cambio interior. Es bueno, hacer cambios físicos en nuestra nueva vida. Cambios que
pueden ser formas de vestir, lugares que frecuentamos, formas de actuar ante determinada
situación, etc. Siempre y cuando vayan acompañados de cambios internos. Pero lo interesante de
este rey reformador, fue que durante su reinado, sucedió algo inesperado y que le dio un giro
total a sus reformas; fue el descubrimiento del libro de la Ley.

Y mientras ellos sacaban el dinero que habían traído a la casa del Señor, el sacerdote Hilcías
encontró el libro de la ley del Señor dado por Moisés. (2 Cro 34:14)

¡¡¡¡Que descubrimiento más maravilloso!!!! Es aquí donde Josías, comprendió que el pueblo
necesitaba una guía espiritual para no seguir alejados de los caminos del Señor. Se dio cuenta que
mientras el libro permanecía cerrado a la lectura, los valores espirituales del país constantemente
iban deteriorándose. El descubrimiento de este libro, fue el que verdaderamente inspiro la
reforma que este joven rey inicio, con apenas 26 años de edad. Dios en sus propósitos eternos,
permitió que fuera descubierto el libro de la ley, y fue precisamente en el tiempo de Josías. Esto
cambio todo totalmente. El cambio seria completo, físico y espiritual.
¿Qué resultados tiene un encuentro con la Palabra de Dios?

Un encuentro verdadero con la Palabra de Dios es un encuentro con Dios mismo, el cual produce
consternación, humillación, gozo, obediencia. Mientras el libro de la ley fue leído al pueblo, se
produjo una reforma total en la vida de la nación entera.

Entonces el rey mandó reunir a todos los ancianos de Judá y de Jerusalén. Y subió el rey a la casa
del Señor con todos los hombres de Judá, los habitantes de Jerusalén, los sacerdotes, los levitas y
todo el pueblo, desde el mayor hasta el menor, y leyó en su presencia todas las palabras del libro
del pacto que había sido hallado en la casa del Señor (Versículos 29-30).

La reforma espiritual fue llevada a todos los rincones del reino, desde el mayor hasta el menor,
escucharon la lectura del libro. La preocupación por el destino propio y el de la nación fueron
prioridades para el rey Josías.

Todos estos ajustes , culminaron con un pacto de obediencia con Dios.

Después el rey se puso en pie en su lugar e hizo pacto delante del Señor de andar en pos del Señor
y de guardar sus mandamientos, sus testimonios y sus estatutos con todo su corazón y con toda su
alma, para cumplir las palabras del pacto escritas en este libro (Versículo 31).

Que importante es hacer ajustes en nuestras vidas, estas solamente se producen al tener un
encuentro personal con nuestro Dios. Nuestro cambio debe evidenciarse en lo físico y lo espiritual.
Puede ser alejándonos de lugares y personas que no aportan nada a nuestro crecimiento
espiritual, sin ser discriminativos; sino hacerlo por nuestro propio bien. En cuanto al área
espiritual, se trata de descubrir en la palabra de Dios, las grandes verdades, que pueden traernos
paz interior y salvación. El rey Josías, lo descubrió e inmediatamente, pactó obediencia con Dios.
Nuestras vidas, necesitan dar un giro de 180 grados, necesitamos además encontrarnos con
nuestro Dios cada día

Por eso:

1. Escuche el llamado y se obediente

La bendición descansa sobre un corazón dispuesto a escuchar, a tener fe en la palabra de Dios y a


dejarlo todo por seguir el camino que marcará su familia de generación en generación. Salga de la
zona de confort donde se encuentra hoy. No se gana el derecho de celebrar un legado, hasta que
se haya pagado el precio de construir uno.

2. Sane el dolor del pasado

No podemos heredar un buen legado a las futuras generaciones a partir del legado de dolor que
heredamos de generaciones pasadas. Por esto, siga las siguientes recomendaciones: Corte la
herencia de dolor que ha impactado a su familia en el pasado.

Suelte el pasado, perdone los errores de los padres, y proyéctese hacia el futuro. Si usted no sana
los recuerdos del pasado, y no deja ir los errores del pasado, usted vivirá como esclavo del pasado.

3. Haga que de usted nazca una nueva historia


Sea el Josias de su familia; el primero en hacerlo diferente. Alguien tiene que levantarse a escuchar
el llamado y recibir la promesa; ese es usted. Dios lleva a Josías a construir algo nuevo.. Si usted
solo vive en el pasado, deténgase; llegó el tiempo de escribir una historia nueva y comenzar a ver
el futuro con esperanza. No cuente la historia a partir del dolor, sino a partir de la lección
aprendida.

4. Inspírese en una promesa que le proyecte hacia el futuro

La promesa determina el destino. Tenga una promesa en su corazón que marque la vida de los
suyos. Ponga la mirada en Cristo y viva la promesa.

Cuando yo vivo con sentido de misión, cuando vivo con el anhelo de levantarme como pionero
para dejar a mi familia y a los que vienen detrás de mí en un mejor lugar, Jesucristo dentro de mí
lo convierte en pasión.

5. Viva intencionalmente transmitiendo la promesa

“Aun cuando sea anciano y peine canas, no me abandones, oh Dios, hasta que anuncie tu poder a
la generación venidera, y dé a conocer tus proezas a los que aún no han nacido”. (Salmo 71:18)

Proyecte a su familia hacia el futuro. Cuénteles lo que Dios hará, los planes que Dios tiene, y que
ha prometido. Ha sido llamado a determinar el destino de su familia, y ser una plataforma para la
nueva generación.

Piense sobre su siguiente generación. Imagine sus rostros. ¿Quiénes son los herederos de su
legado? ¿Qué cosas Dios dice en su palabra que le dará a la siguiente generación?¿Cuál es la
marca que quiere dejar?

Tengo un reto para usted: Construya un legado que impacte, por lo menos, a tres generaciones.

Cuando llego a casa y logro ver desde la puerta a mi pequeña nieta Samara , le digo emocionada:
“¡Samara, soy tu abuela, y esto aquí abriendo camino para ti!”. Cuando ella crezca, sueño con el
día en el que yo diga la primera parte de esta frase, y mi nieta termine diciendo: “… y estás aquí
abriendo camino para mí”.

Pensar generacionalmente

La propuesta es que usted y yo vivamos pensando generacionalmente. Es decir, que cada decisión
que tomemos, que todo lo que pensemos y hagamos, sea hecho con la absoluta intención de
impactar a las futuras generaciones y de abrir camino para ellas.

Pensar generacionalmente significa, vivir tomando en cuenta a la generación que se levantará


después de nosotros. Significa correr la carrera calculando cada movimiento para entregar la
batuta en el tiempo correcto y de la mejor forma para convertirlos en ganadores. Significa
construir un legado que podamos dejar a nuestros hijos y nuestros nietos, que trascienda aún
después de que partamos y que no se trate solamente de bienes materiales. El legado es el
resultado de un proceso, del tiempo compartido, y de relaciones profundas. Es lo que vamos
sembrando en la nueva generación, la marca que dejamos como huella que distingue a los que
llevan nuestro apellido. Lo heredamos a través de un esfuerzo consistente y diario, con mucho
sacrificio y con un fuerte sentido de destino.

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