Está en la página 1de 11

TEMA 6 – ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA

1. LA ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA

El desarrollo cultural del ser humano ha incluido el desarrollo de la autoconciencia, es


decir, de la percepción del ser humano sobre sí mismo y sobre su propia existencia. A lo
largo de la historia la reflexión filosófica del ser humano acerca de sí mismo ha dado
lugar a diversas visiones. La disciplina filosófica que se encarga del estudio de dichas
concepciones del ser humano se denomina antropología filosófica.
En lo que sigue se analizarán las siguientes visiones del ser humano:
- La visión griega.
- El pensamiento cristiano y medieval.
- El renacimiento.
- Modernidad e ilustración
- Visiones contemporáneas del ser humano I: Karl Marx.
- Visiones contemporáneas del ser humano II: Sigmund Freud.

2. LA VISIÓN GRIEGA.

En la visión de la antigua Grecia, el ser humano era concebido como un ser intermedio
entre los dioses y los animales. El alma nos acerca a la divinidad, mientras que el cuerpo
a la animalidad. Por eso, se entendía que a nivel moral lo adecuado era el cultivo del alma
para acercarnos a la divinidad, mientras que vivir para el cuerpo nos rebaja a la condición
de animales. En general, la visión griega estableció una concepción dualista del ser
humano, es decir, la idea de que el ser humano está compuesto de dos entidades distintas
el cuerpo material y el alma inmaterial. Este dualismo será especialmente en la filosofía
de Platón y trascenderá a las distintas visiones religiosas como la del cristianismo.
En las obras de Homero, como la Ilíada y la Odisea, cristalizaría la figura del héroe
homérico en la que se destaca la importancia del héroe individual en base a su libertad y
la areté. El héroe homérico, como Aquiles, tiene la opción de elegir pese a los senderos
que el destino le marca. Esta libertad limitada se convertirá en el concepto de libertad
occidental por excelencia. Por otro lado, el héroe homérico tiene una serie de cualidades
excepcionales que constituyen su nobleza, excelencia que cabe denominar areté. Entre
estas cualidades que llevan al héroe homérico a destacar sobre los demás se encuentran
la belleza, la inteligencia, el honor, la magnanimidad y sobre todo la valentía. Son estas

1
TEMA 6 – ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA

cualidades las que permiten al héroe enfrentarse al destino y conseguir la gloria y la


bendición de los dioses. Por último, habría que destacar que en la visión homérica la vida
se celebra y la muerte se llora, porque la muerte es solo una sombra de la vida.
La aparición de Sócrates y los sofistas conllevó el denominado giro antropológico,
que centró la reflexión filosófica en el ser humano. Para Sócrates el ser humano es sobre
todo un ser racional, siendo la razón la facultad principal y la que define al ser humano.
Gracias a esta facultad, el ser humano puede conocer la verdad, que es el bien, y alcanzar
la felicidad. En la visión socrática la razón permite el dominio de las pasiones y con ello
el dominio del cuerpo por parte del alma, que se entiende como el aspecto principal del
ser humano.
Será Platón, el discípulo de Sócrates, quien lleve al máximo este dualismo entre alma
y cuerpo. Para Platón el alma existe antes del cuerpo en una realidad inmaterial y eterna
que podemos comprender gracias a la razón: el Mundo de las Ideas. Platón piensa que el
mundo que percibimos con nuestros sentidos, el Mundo Sensible que está sujeto al
cambio y es material, es en realidad una copia de la verdadera realidad que son las Ideas.
Las Ideas constituyen la esencia y la causa de la existencia de las cosas materiales que
percibimos. Para Platón si no existiera algo que no cambie y que se capte por la razón, es
decir, que sean inmateriales e inmutables, no podríamos conocer la realidad de forma
objetiva. Pues el mundo sensible que percibimos por los sentidos es un caos cambiante.
Platón no solo divide al ser humano en dos partes (alma y cuerpo), lo que constituye un
dualismo antropológico, sino que divide al mundo mismo en dos (Mundo de las Ideas y
Mundo Sensible), estableciendo también un dualismo cosmológico. Así del mismo modo
que el mundo de las Ideas es superior al Mundo sensible, el alma, también eterna e
inmaterial y por ello similar a una Idea, es superior al cuerpo.
Para Platón, el alma y el cuerpo están unidas por accidente y cuando el individuo lo
único que desaparece es el cuerpo, pero no el alma. En cambio, Aristóteles (discípulo
principal de Platón) piensa que el alma y el cuerpo están firmemente ligados (unión
sustancial) y al morir el individuo desaparecen ambas partes. Esto es así porque para
Aristóteles el alma siendo aquello que da vida al cuerpo tampoco puede vivir sin él. En
consecuencia, para Aristóteles el cuerpo es una realidad tan noble como el alma.
Así, Aristóteles piensa que el alma es principio vital y que por ello todo organismo
vivo posee alma. Pero Aristóteles distingue entre tres tipos de alma. El alma vegetativa
es la propia de las plantas y regula la nutrición y la reproducción. El alma sensitiva sería
la de los animales y, aparte de las facultades de nutrición y reproducción, incluye la

2
TEMA 6 – ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA

percepción, el movimiento y el deseo. Por último, el alma de los seres humanos sería el
alma racional cuya facultad principal es el razonamiento, aunque incluye las facultades
del alma vegetativa y la sensitiva.
De todos modos, Aristóteles piensa que el ser humano no es solo un animal racional,
sino un animal político. Esto significa que el ser humano tiene razón, pero también
necesita vivir en sociedad. Hay otros animales que viven en sociedad, como las abejas y
las hormigas, pero el ser humano debe plantearse cuál es la forma adecuada de organizar
la sociedad, problema que tiene que abordar mediante la razón.
Se conoce como helenismo o período helenístico aquel que transcurre
fundamentalmente desde finales del siglo IV a.C. al morir Alejandro Magno hasta
mediados del siglo I a.C. cuando el poder romano conquista la cultura griega. En esta
época las ciudades-estado griega pierden poder en favor del Imperio de Alejandro Magno,
si bien la cultura griega se globaliza hasta oriente y se conserva tras la conquista romana.
Es un momento en el que muchas culturas entran en contacto, lo que lleva a cuestionar y
a abandonar los estilos de vida que estaban establecidos. Por un lado, los seres humanos
empiezan a concebirse como ciudadanos del mundo (cosmopolitismo), pero por otro lado
sienten la necesidad de buscar nuevas formas de vida. En el terreno filosófico la reflexión
se vuelve eminentemente práctica y la pregunta central es “¿cómo ser feliz?”, cuestión
que será abordada por las muchas escuelas filosóficas que proliferaran en la época. Dos
escuelas importantes son los estoicos y los epicúreos.
Desde el estoicismo, fundador Zenón de Citio, el ser humano debe utilizar la razón
para cultivar la virtud y luchar contra las pasiones que le perturban. Los estoicos piensan
que la fuente de la infelicidad se encuentra en el descontrol de las pasiones. Para ser feliz
debemos lograr la ataraxia o imperturbabilidad del alma a través de la apatía o la
anulación de las pasiones. Nuestra razón nos permite comprender el destino, que sigue un
orden racional, y que debemos aceptar. Uno de los preceptos fundamentales es el
comprender nuestro lugar en el cosmos, observar nuestros problemas y las dificultades
que la vida nos presenta con perspectiva y vivir conforme la naturaleza.
Por su parte el epicureísmo, fundado por Epicuro de Samos, entiende que la ataraxia
no se consigue mediante la apatía. No se trata de anular las pasiones. Si no en perseguir
el placer y evitar el dolor racionalmente. Es decir, para ser feliz debemos perseguir el
placer, pero haciendo un cálculo racional porque hay placeres que a la largan causan dolor
y dolores que a la larga pueden “compensar”. Esta idea se denomina hedonismo racional.
De todos modos, los placeres a los que debemos cultivar preferentemente son el arte, la

3
TEMA 6 – ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA

amistad y la cultura (placeres espirituales). Los epicúreos recomiendan evitar aquellas


cosas que perturban el alma: como el lujo, la ambición y la política.

3. EL PENSAMIENTO CRISTIANO Y MEDIEVAL.

Gran parte de la reflexión occidental acerca del ser humano ha sido influenciada por
la cultura cristiana, ya sea a su favor o en contra.
En el cristianismo Dios es una entidad consciente y personal (no una fuerza cósmica
ciega) que ha creado entre otras cosas al ser humano, un ser que tiene consciencia y
voluntad ya que ha sido creado a imagen y semejanza de su Creador. En la visión cristiana,
el ser humano tiene un estatus privilegiado, es la criatura favorita de Dios. Desde la
cultura cristiana el ser humano no es una cosa más del cosmos, sino una entidad especial:
una persona. Como tal, los seres humanos no son objetos, sino sujetos. No son medios
para otra cosa o algo que se pueda comprar y vender, sino fines en sí mismos. Así el
carácter especial de la persona constituye su dignidad. Que los seres humanos tengan
dignidad significa (desde el punto de vista cristiano) que cada ser humano tiene un valor
incalculable por el mero hecho de ser una creación de Dios. Además, dado que todos los
seres humanos tienen dignidad todos los seres humanos son iguales (igualdad) y forman
parte del género humano (fraternidad).
Para el cristianismo la vida no es más que un proceso de prueba, un tránsito en el que
las personas se juegan la condena o la salvación, mientras que la muerte no es algo
definitivo pues el alma es inmortal. Así el mundo terrenal se convierte en un lugar en el
que sufrir en favor de una felicidad que se alcanzaría más bien en la otra vida. Pero
entonces el ser humano no puede encontrar su sentido en esta vida, pues la meta es
algo trascendente: Dios y el más allá.
Con la visión cristiana se asienta una concepción antropológica según la cual el ser
humano es una entidad en la que cuerpo y alma inmortal se encuentran unidos de forma
inseparable. También se entiende que el ser humano debido a su inteligencia y voluntad
es libre, a diferencia de otros seres. La libertad le permite distinguir entre el bien y el
mal. A su vez, la capacidad de distinguir moralmente le hace merecedor de recompensa
o de castigo. En la concepción de la libertad el cristianismo incluye la idea del pecado
original que expresa la dificultad para realizar el bien de forma espontánea. Hacer el bien
es una lucha constante por imponerse ante la tendencia al pecado que aparecería en la
forma de la ira, la envidia o la codicia, por ejemplo.

4
TEMA 6 – ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA

4. EL RENACIMIENTO.

El Renacimiento se encuadra en los siglos XV y XVI que cogen impulso con el


descubrimiento de América, el avance científico y la Reforma protestante. Los conceptos
centrales en el Renacimiento son el antropocentrismo y el humanismo.
En el medievo, el ser humano se acaba concibiendo como algo infinitamente pequeño
frente a Dios. Siendo este la grandeza absoluta y centro de todo, el ser humano acaba
siendo despreciado. Pero con el Renacimiento se pasa del teocentrismo al
antropocentrismo. El teocentrismo sería la idea de que Dios ocupa el centro de toda
realidad y se constituye en el punto de referencia del ser humano, mientras que el
antropocentrismo dota al ser humano del lugar preferente. En contraste con la visión
medieval cristiana en la que la vida era un mero tránsito hacia el más allá, en la visión
renacentista la vida es la oportunidad que tienen los seres humanos para dar rienda suelta
a todas sus capacidades.
En el Renacimiento se busca el atender los clásicos grecorromanos como una vía para
recuperar el esplendor de la cultura humana, lo que termina dando lugar al humanismo.
Se trata de un renacer del arte y el pensamiento clásico para repensar el lugar que el ser
humano ocupa en el cosmos y en la naturaleza. Entre los principales humanistas se
encuentran Tomás Moro o Erasmo de Rotterdam, pensadores que como parte del
optimismo renacentista destacaron la libertad y la bondad natural humanas. A este
optimismo se le opuso el pesimismo de la Reforma protestante, en el que el ser humano
ni es bueno por naturaleza ni libre porque Dios es el que rige el destino.

5. MODERNIDAD E ILUSTRACIÓN.

La modernidad (siglo XVII) hereda del Renacimiento la confianza en las capacidades


del ser humano para valerse por sí mismo, y la Ilustración (siglo XVIII), al acentuar la
importancia de la razón, acaba emancipando al ser humano de Dios.

5.1.Modernidad: Descartes
En la Modernidad, científicos como Galileo, Kepler y Newton realizaron
descubrimientos científicos que no podían ser explicados mediante la filosofía escolástica
medieval ni en un marco aristotélico. Además, resurge el materialismo, según el cual el
ser humano, incluso su conciencia, se puede explicar sin recurrir al espíritu y apelando
únicamente a los diferentes grados de complejidad de la materia. En esta corriente se
encuentra Thomas Hobbes (XVI-XVII).

5
TEMA 6 – ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA

Descartes es considerado el primer filósofo moderno al afirmar la autonomía de la


razón y su capacidad para alcanzar un conocimiento verdadero y universal. Surgió así la
corriente filosófica denominada racionalismo.
La filosofía anterior a Descartes, la escolástica, no identificaba al ser humano con su
alma, sino con la persona, que era tanto cuerpo como alma. Sin embargo, Descartes
identifica al ser humano con su alma y al alma con su pensamiento. De hecho,
Descartes concluirá “yo soy una cosa que piensa” (cogito ergo sum).
Descartes como Platón, es dualista, porque considera que el ser humano es un yo
pensante (res cogitans) espiritual e inmortal en un cuerpo mortal que pertenece al mundo
material (res extensa). De este modo retoma la idea platónica de que el ser humano es
solo el alma. El ser humano es un espíritu que dirige el cuerpo como un piloto conduce
una máquina.
El cuerpo, como objeto físico, está sometido a las leyes de la física, pero mi
pensamiento, como realidad inmaterial, es libre.
El problema de este dualismo antropológico es la dificultad de explicar la relación
tan estrecha que existe entre dos realidades que Descartes presenta, sin embargo, como
antagónicas.
En contraste con la visión cartesiana y de acuerdo con una visión mecanicista del
universo, La Mettrie (siglo XVIII) rechaza el dualismo cartesiano en su obra El hombre
máquina. El pensador francés expone la tesis monista según la cual solo estamos
compuestos de materia y esta puede explicar tanto los fenómenos corporales como los
psíquicos.

5.2.Ilustración: Kant.
Tras el racionalismo de Descartes, la Ilustración declara que la razón, independizada
de la fe cristiana, es la suprema guía del ser humano. La razón es considerada el medio
para escapar de la ignorancia y la servidumbre y abrirse paso a una definitiva mayoría de
edad y al progreso universal. Entre los filósofos ilustrados destaca especialmente
Immanuel Kant.
Según Kant, la persona es “libertad e independencia frente al mecanismo de la
naturaleza entera”. Esa libertad consiste en la facultad exclusivamente humana de
someterse a leyes morales dictadas por su propia razón y fundamenta la dignidad humana,
la cual implica que “el hombre, y con él, toda criatura racional, es fin en sí mismo”.

6
TEMA 6 – ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA

Un ser racional y libre que es fin en sí mismo se comporta de forma lógica cuando
respeta a los demás fines en sí, es decir, cuando ama al prójimo convirtiendo en propios
los fines suyos. Por tanto, hemos de rechazar cualquier intento de privar de libertad al ser
humano o de instrumentalizarlo.
Por otra parte, según Kant la existencia de un alma espiritual e inmortal es
indemostrable, pero es necesaria para que haya moral. Si no poseemos un alma
espiritual, estamos sometidos, como todo lo material, a las leyes de la materia y, por tanto,
no habría libertad ni lógicamente moral.

6. VISIONES CONTEMPORÁNEAS DEL SER HUMANO I: KARL MARX.

Para Marx el ser humano satisface sus necesidades básicas de existencia a través de la
actividad productiva, es decir, del trabajo. En el proceso de transformación de la
naturaleza a través del trabajo el ser humano establece una serie de relaciones materiales
que configuran lo que se denomina infraestructura. La base económica incluye los
medios de producción (instrumentos y lugares de trabajo, por ejemplo) y la fuerza de
trabajo (la capacidad humana de producir). Una determinada configuración de la
actividad productiva da lugar a un modo de producción determinado: la producción
esclavista, feudal, capitalista, etc.
Pero para que la sociedad pueda establecerse y desarrollarse hace falta el conjunto de
instituciones políticas (como puede ser el Estado), el sistema de derecho, y también en el
plano ideológico entrarían las costumbres, el arte, las creencias religiosas, el lenguaje y
en general ideas más o menos distorsionadas acerca de la realidad. Este ámbito se
denominaría superestructura.
Marx propone que no podemos comprender una determinada sociedad atendiendo
simplemente a su cultura, es decir, a sus costumbres, su arte… o sus ideas en general. Al
contario, desde su visión materialista es la organización de la vida material la que nos
permite entender las ideas y expresiones culturales de una sociedad. La visión de Marx
se denomina Materialismo Histórico porque busca comprender el cambio social a lo
largo del tiempo tomando como aspecto fundamental la parte material de la sociedad (la
base económica). Marx analiza el cambio social desde una perspectiva dialéctica, es
decir, analizando las contradicciones y las fuerzas en conflicto que se dan a nivel
económico y político, pero también cultural en el ámbito de las ideas. La sociedad se ha
dividido desde sus inicios en clases contrapuestas en lucha, por ejemplo, entre los señores
feudales y los siervos. Para Marx el “motor” de la historia es la lucha de clases porque

7
TEMA 6 – ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA

los grandes cambios sociales han resultado de la resolución de conflictos basados en la


lucha de clases. Cuando las contradicciones sociales llegan a un determinado punto se
produce la transformación revolucionaria de la sociedad.
En el caso del capitalismo la sociedad se divide principalmente en dos clases
antagónicas: la burguesía y el proletariado. Al proletariado pertenecen esas personas que
no tienen más remedio que venderse como fuerza de trabajo para poder sobrevivir porque
no poseen medios de producción. En cambio, la burguesía tiene el poder de los medios
de producción y la capacidad de comprar la fuerza de trabajo a cambio de un salario, por
lo que puede vivir de la explotación de los trabajadores. El problema es que el intercambio
entre fuerza de trabajo y salario es desigual, ya que el salario cubre la subsistencia del
trabajador y lo perpetúa, pero el trabajador produce con sus productos un valor mayor que
el salario que recibe. La burguesía se aprovecha de que el trabajador deba venderse para
sobrevivir y se apropia de este plusvalor. Mientras sea la burguesía la que posea los
medios de producción (tenga la propiedad privada de los mismos) el proletariado no tiene
otra alternativa que venderse para sobrevivir. Esto permite a la burguesía vivir de la
explotación de los trabajadores mientras siga existiendo la propiedad privada de los
medios de producción. Mientras tanto el beneficio se concentra en las manos de unos
pocos y se perpetúa la explotación y la miseria de la mayoría.
La lucha no solo se produce a nivel económico y en las instituciones, sino que también
a nivel cultural en el ámbito de las ideas. Algunas de las ideas más difundidas dan en
realidad una visión distorsionada de la situación para encubrir la opresión y contribuyen
a mantener en pie al sistema. Podemos definir ideología como el conjunto de ideas
(morales, jurídicas, políticas, religiosas, filosóficas…) que representan la realidad de
forma distorsionada. En este sentido la ideología se convierte en una herramienta útil
para la dominación. Por ejemplo, la idea de que el ser humano es egoísta por naturaleza
y que debemos competir unos con otro o la idea de que se puede ser feliz a través del
consumismo contribuyen a mantener el sistema capitalista. Este tipo de ideas tienden a
encubrir y a justificar como necesarias la explotación y la miseria. A menudo los términos
reflejan los conflictos de clase. Por ejemplo, lo que el burgués entiende como “beneficio”
puede significar “explotación” para el trabajador. Otro ejemplo puede ser la noción de
libertad. La “libertad” del proletariado implica el poder venderse a un burgués u otro,
mientras que para el burgués tiene la “libertad” de vivir de la explotación del trabajador.
Según Marx el proletariado tiene la capacidad de acabar con la lucha de clases con
su victoria. Para ello debe tomar conciencia de su situación, es decir, conciencia de clase,

8
TEMA 6 – ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA

y organizarse para realizar la revolución. En este proceso debe acabar con la propiedad
privada de los medios de producción y conseguir una sociedad sin clases en la que ya
nadie explote a nadie. Esta sociedad futura sería la sociedad comunista.

7. VISIONES CONTEMPORÁNEAS DEL SER HUMANO II: SIGMUND FREUD.

7.1.Introducción.
Sigmund Freud (1856-1939), un médico y neurólogo de origen austríaco, pondrá todo
su esfuerzo en mostrar que la psique humana está atravesada por una dimensión
inconsciente y conflictiva que lo condiciona en gran medida. Con ello, Freud desafía el
presupuesto sobre el que se había levantado la cultura occidental: la absoluta racionalidad
humana. Fue un pionero al abordar una teoría de la mente que abarcara el inconsciente y
también al tratar cuestiones como la sexualidad infantil.

7.2.La terapia psicoanalítica.


Freud afirma que existen enfermedades mentales que no tienen una causa meramente
orgánica y por tanto que tienen entidad psíquica por sí mismas. Según Freud este sería el
caso de las neurosis (depresión, ansiedad, trastornos del sueño o sexuales…) y las psicosis
(esquizofrenia, por ejemplo). Lo importante es que estas enfermedades no podían
reducirse a causas orgánicas, y para tratarlas Freud acabó elaborando el método
psicoanalítico. Típicamente el psicoanalista sitúa al paciente en un ambiente relajado
(tumbado en un diván, por ejemplo) y deja que este relate las ideas que se le vayan
viniendo a la mente. El psicoanalista trata de obtener toda la información posible e
interpretándola intenta llegar al origen del trastorno para que el paciente acabe
reconociéndolo, descargando las tensiones y emociones reprimidas y superando el
trauma.
En su obra La interpretación de los sueños (1900) Freud muestra cómo utilizando la
técnica psicoanalítica es posible entender los sueños como cumplimientos de deseos
reprimidos. Durante el sueño, la mente se relaja y el contenido inconsciente aflora con
mayor facilidad. Por eso los sueños forman un material importante de cara a la cura del
paciente.

9
TEMA 6 – ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA

7.3.La teoría de la mente de Freud.

En su obra El Yo y el Ello (1929) Freud divide la psique humana en esas tres


estructuras:
a) El Ello sería la parte más primitiva de la mente, en la que se encuentran las
pulsiones, impulsos en conflicto que tenemos por naturaleza. Se encontrarían aquí
la pulsión de vida (impulso de conservación del individuo y también de
conservación de la especie) y la pulsión de muerte (el impulso autodestructivo
que normalmente se canaliza hacia la destrucción del otro). El Ello está regido por
el principio de placer-displacer (buscar el placer y evitar el dolor) y en él tienen
lugar procesos carentes de lógica y de moral. El Ello sería inconsciente, dada la
naturaleza conflictiva de las pulsiones, tiene que ser contenido de alguna manera.

b) El Yo surge como un mediador entre la parte reprimida del Ello y la realidad. Es


en buena medida consciente, pero también comprende aspectos inconscientes.

c) El Superyó surge del Yo como consecuencia de la interiorización de las normas


morales que son adecuadas según los padres y la sociedad. Es en parte consciente
y en parte inconsciente.

7.4.El malestar en la cultura.


La terapia psicoanalítica y la teoría de la mente de Freud constituyen en sí mismas una
crítica a la cultura occidental que había sobrevalorado la racionalidad humana. Pero en su
obra El malestar en la cultura (1930) Freud explica cómo las pulsiones tienen que ser
contenidas y moldeadas por la cultura. La cultura sería una especie de dique construido
para reprimir lo impulsos, pero si las normas sociales no se elaboran correctamente dan
lugar a patologías. La idea central de la obra es que las pulsiones y la cultura se encuentran
en una contradicción irresoluble que siendo necesaria provoca malestar. Si los impulsos
se expresaran con total libertad la sociedad sería imposible, por eso la cultura es
necesariamente represiva. Para ello aparece la moral, la religión, el Estado y formas
aceptadas de expresar las pulsiones inconscientes (el arte, la música…). El aspecto
trágico se encuentra en la necesidad de la cultura para que el ser humano pueda
desarrollarse. Pero si esta es necesariamente represora, el ser humano estaría renunciando

10
TEMA 6 – ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA

a satisfacer completamente sus impulsos y cabe preguntarse en qué medida puede


alcanzarse la felicidad.

11

También podría gustarte