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Estudiante: Maribel Toapanta Chicaiza

Paralelo: 01

Análisis del Procedimiento Ordinario según el Código Orgánico General de Procesos

Introducción

El Código Orgánico General de Procesos ha implementado un nuevo modelo procesal que


garantiza la imparcialidad y eficiencia en la administración de justicia. Este cuerpo
normativo clasifica a los procesos en dos grupos: de conocimiento y de ejecución. De esta
división nace el procedimiento ordinario siendo parte del primer grupo por ser declarativo
de derechos. Su prescripción en la normativa parte de su utilidad en el ámbito judicial, pues
atiende casos para los cuales la ley no ha determinado una sustanciación en especial.

El procedimiento ordinario es ideal para tramitar acciones que no tienen un proceso


especial como el ejecutivo, monitorio, voluntario o sumario. No obstante, este
procedimiento establece términos muy largos para cada acto procesal, y, por ende, el fallo
no se obtendrá de manera pronta. (Saporiti,2021). A pesar de ello, es el procedimiento que
más garantías otorga a las partes procesales.

En análisis del tema abordado parte con una breve conceptualización del procedimiento
ordinario, identificando las acciones que se encuentran sujetas a su sustanciación. Por
consiguiente, se identificará cada una de las etapas que forman el procedimiento ordinario y
los actos procesales que se ejecutan en las mismas. Finalmente, se abordará al
procedimiento ordinario desde el ámbito del derecho comparado.

El objetivo de este ensayo es identificar las acciones que se tramitan por este procedimiento
y comprender como desarrolla en el sistema judicial real. Además, de reconocer los
cambios que presentan las normas procesales, a pesar de pertenecer a una misma región.
Para este trabajo se realizará una investigación bibliográfica y un análisis jurídico del
Código Orgánico General de Procesal, cuerpo normativo en vigencia.

Desarrollo
Ron Cadena (2017) establece que “el procedimiento ordinario es la columna vertebral de
los demás procedimientos, ya que de este derivan todos los procedimientos de
conocimiento”(p.8). Se caracteriza por tramitar derechos contrapuestos, siendo el
administrador de justicia, la autoridad competente para declarar a quien pertenece el
derecho de controversia. Cabe mencionar, que este es el procedimiento más extenso, en el
que prima los principios de oralidad e inmediación.

El Código Orgánico General de Procesos en su art.289 estipula que son tramitados por
procedimiento ordinario las pretensiones que no tienen una sustanciación especial. A esto se
suma las acciones colusorias. La norma procesal también identifica a las causas por
excepción de coactiva, impugnación de los contribuyentes en el ámbito tributario, acciones
directas por pago indebido o en exceso, reclamos de inventarios, desvelamiento societario y
propiedad intelectual aptas para tramitarse por esta vía.

El procedimiento ordinario se compone de tres etapas: actos iniciales y preparatorios,


audiencia preliminar y audiencia de juicio. La primera etapa esta compuesta por actos que
inician y preparan el terreno para la audiencia preliminar. La segunda etapa es aquella en la
cual se traba la litis y se define el objeto del proceso. Por último, la audiencia de juicio es
aquella en donde las partes efectúan sus alegaciones y practican la prueba, y a partir de ello
el juez toma una decisión. (Corte Nacional de Justicia, 2016).

Los actos iniciales y preparatorios son la demanda, la calificación, la citación, la


contestación, las excepciones previas y la reconvención. El inicio del proceso como bien lo
estipula el art. 141 del COGEP se da con la presentación de la demanda por escrito. Es
importante que su contenido se encuentre de conformidad con los artículos 142, 143 y 144
de la norma ibidem. Para continuar con el proceso, la o el juzgador la calificará en un
término de cinco días; en este momento la autoridad analiza exhaustivamente los requisitos
legales de la demanda. Si cumple, el juzgador la califica y dispone la tramitación de las
diligencias correspondiente, pero de no ser así, ordena a la parte actora que complete o
aclare en un término de cinco días.
La calificación de la demanda es un acto fundamental para el desarrollo del proceso, pues a
más de evaluar el contenido de la demanda, el juzgador dispone la inscripción de la misma,
ordena la citación y demás actos pertinentes. Es menester mencionar que el juzgador bajo
ningún motivo puede pronunciarse sobre los medios de prueba anunciados. Esta acto tiene
como efectos la determinación de la competencia inicial y la legitimación de las partes.

La citación permite que la parte demandada conozca el contenido de la demanda y puede


ejercer su derecho a la contracción y defensa. La citación se ejecuta de forma personal, por
boletas, a través de medios de comunicación y mediante exhorto a autoridades consulares.
La citación personal se constituye con la entrega personal del contenido de la demanda. La
citación por boletas procede cuando no ha sido posible citar personalmente a la parte
demandada. Para este tipo de citación es fundamental la entrega de tres boletas en distintos
días. La citación por medios de comunicación se efectúa cuando no haya sido factible
determinar el domicilio de la parte demandada. Esta citación puede realizarse por tres
publicaciones en un periódico de gran circulación y por mensajes en una radiodifusora.

Es importante que el citador debe constancia a través de un acta de citación, exponiendo el


lugar, días y hora que ha practicado dichas diligencias. Para realizar esta constancia puede
hacer uso de medios tecnológicos. De no ser así, el citador acarrea responsabilidad civil,
penal y administrativa. Una vez citada la parte demandada tiene treinta días para contestar
la demanda y de considerar pertinente puede reconvenir.

Al contestar la demanda, es fundamental el pronunciamiento sobre cada una de las


pretensiones expuestas por la o el actor. También, la parte demandada debe pronunciarse
sobre la veracidad de los fundamentos de hecho y la autenticidad y legalidad de la prueba
anunciada. En esta etapa, el demandado puede plantear excepciones previas, mismas que
serán resueltas por el administrador de justicia en la audiencia preliminar. En caso de no
contestar a la demanda, el juzgador considerara que existe una negativa a los hechos por
parte de la o el demandado. (Banacloche, 2019).

Culminada la primera etapa, el administrador de justicia se encuentra en la facultad de


convocar a la audiencia preliminar. La convocatoria se realiza en tres días posteriores a la
finalización del término para la contestación de la demanda. Esta audiencia según la norma
procesal debe realizarse en un término no menos a diez ni mayor a veinte días. No obstante,
en la realidad los juzgadores no pueden efectuar dichos términos debido a la carga procesal.

La audiencia preliminar es concebida como el primer momento en el cual las partes


procesales y el administrador de justicia entran en contacto. Esta institución se caracteriza
por mantener un sistema de oralidad y de ejercicio pleno de garantías constitucionales. En
esta aproximación tanto el juez como las partes tienen la oportunidad para intercambiar
ideas y argumentar sus pretensiones. (Marcano, 2008).

La audiencia preliminar inicia con la instalación y el pronunciamiento sobre las


excepciones previas. Estas excepciones deben ser expuestas al juzgador con la prueba
respectiva, para que este las resuelva en la misma audiencia o en otra específica. Las
excepciones en base al art.295 del COGEP pueden ser subsanable e insubsanables. Son
subsanables la incapacidad de la parte actora, la falta de personería, el error al proponer la
demanda y el incompleto litisconsorcio. De aceptarse estas excepciones el juez envía a la
parte actora para que los subsane en el término correspondiente, y de no hacerlo se concibe
que la demanda no ha sido presentada.

Resueltas las cuestiones sobre las excepciones previas, el administrador de justicia debe
resolver la validez del proceso respecto a la solemnidades sustanciales y excepciones de
fondo. Es importante hacer hincapié en esta fase, ya que la omisión del saneamiento
provoca la vulneración de derechos. Terminado el saneamiento, las partes procesales
intervienen exponiendo los argumentos de la demanda o de la contestación a está.

En la audiencia preliminar el juzgador debe promover y fomentar la conciliación entre las


partes procesales. La conciliación es un medio de solución de controversias, caracterizado
por el dialogo. (Romero, 2020). El COGEP estipula a la conciliación de forma obligatoria,
ya que es un mecanismo que puede dar por terminado un conflicto de manera ágil. De
producirse una conciliación total se aprueba en sentencia y de ser parcial se aprueba en auto
interlocutorio, ya que en está última no se termina el proceso.
Concluida la fase de conciliación, se continua con la audiencia y las partes pueden anunciar
sus pruebas y la contraparte en ejercicio de su derecho de contradicción puede formular
objeciones. El administrador de justicia en esta fase debe resolver la admisibilidad de la
prueba y verifica los requisitos de conducente, pertinente y útil. Además, de reconocer la
legalidad de la prueba. En esta fase el juzgador determina las pruebas aptas para el juicio.
Para finalizar la audiencia preliminar el juzgador comunica a las partes procesales sobre las
resoluciones a las que ha llegado. Además, fija el día y hora para la audiencia de juicio. De
este acto, la o el secretario bajo su responsabilidad elabora un extracto de la audiencia.

La audiencia de juicio como última etapa del procedimiento ordinario se realiza en un


término no mayor a treinta días de haber finalizado la audiencia preliminar. Según Ron
Cadena (2017) esta fase se constituye como la más importante, ya que las partes practican
las pruebas y el juzgador realiza la valoración de las mismas para llegar a una resolución.

Para indicar el inicio de la audiencia de juicio el administrador de justicia declara la


instalación de la misma y por consecuencia el secretario da lectura del extracto de la
audiencia preliminar. Finalizada la intervención de secretaria, las partes procesales
formulan su alegato inicial y determinan el orden de sus pruebas a practicarse, sean
documentales, testimoniales o periciales.

Los declarantes ingresan a la sala de audiencia únicamente cuando el juzgador así lo


disponga y terminada su intervención deben abandonar la sala y permanecer en la unidad
judicial, ya que puede ser menester su presencia nuevamente. Durante la practica de las
pruebas, la contraparte tiene el derecho a presentar sus argumentos en ejercicio a su
derecho constitucional a la contradicción.

Terminada la practica de las pruebas, las partes procesales deben exponer de forma clara
sus alegatos finales, haciendo énfasis en las pruebas presentadas. El administrador de
justicia en base a todo lo expuesto por las partes debe emitir una decisión motivada por
medio de un pronunciamiento oral en la misma audiencia. No obstante, es fundamental que
esta resolución sea notificada por escrito en el término correspondiente, ya que de dicha
notificación depende la interposición de recursos.
Desde el marco del derecho comparado el procedimiento ordinario tiene una perspectiva
diferente en cuanto a los tiempos y las expresiones jurídicas. Al comparar ese
procedimiento con el prescrito en el Código de Procedimiento Civil Chileno se ha denotado
una primera diferencia en cuanto al término para la contestación de la demanda, pues en
dicha jurisdicción es de dieciocho días. Asimismo, la conciliación no se tramita en la
audiencia preliminar, sino que se convoca a una audiencia especial para su promoción.

Una particularidad del Código de Procedimiento Civil Chileno es que denomina como
excepciones dilatorias a las excepciones previas. Además, que conciben seis excepciones en
comparación con la legislación ecuatoriana prescribe diez excepciones. Otra diferencia es
que esta norma establece que la contestación de la demanda debe exponer excepciones y el
pronunciamiento de las peticiones que hace el demandante, y a comparación de la norma
procesal ecuatoriana no hace referencia a la veracidad de la prueba y su autenticidad.

En esta norma también se establece que el allanamiento de la parte demandada o la


contestación no fundamentada es procedente para dictar una sentencia sobre el fondo del
litigio. Mientras que en la legislación ecuatoriana no procede tal acción. Lo relevante de la
legislación chilena es que permite la practica de la prueba en un término de veinte días, es
decir, no hay una audiencia preliminar para su evacuación como sucede en el caso
ecuatoriano. Además, en cuanto a los medios probatorios se establece a las presunciones
como una prueba plena.

Otra diferencia es que en el ámbito chileno las partes presentan por escrito sus
observaciones respecto a las pruebas de la contraparte. Mientras que en el Estado
ecuatoriano el procedimiento ordinario prima el sistema oral y dentro de la audiencia
preliminar y de juicio presentan sus argumentos en ejercicio pleno de su derecho de
contradecir. Comparando ambas legislaciones se puede mencionar que tienen de desarrollo
muy diferente en cuanto al procedimiento ordinario a pesar de ser países de la misma
región, siendo la principal diferencia que el Estado Chileno aún conserva un sistema
judicial meramente escrito, lo que en el Estado Ecuatoriano con la evolución de la norma y
la promulgación del Código Orgánico General de Procesos no sucede.
Conclusiones

⎯ El procedimiento ordinario establecido en el Código Orgánico General de Procesos


garantiza la imparcialidad y eficiencia en la administración de justicia al clasificar y
regular los procesos declarativos de derechos que no cuentan con un procedimiento
especial. Aunque este procedimiento puede ser largo debido a los términos
establecidos para cada acto procesal, ofrece garantías procesales sólidas para las
partes involucradas.
⎯ El procedimiento ordinario consta de tres etapas: actos iniciales y preparatorios,
audiencia preliminar y audiencia de juicio. En la etapa inicial se presentan la
demanda, la calificación, la citación, la contestación, las excepciones previas y la
reconvención. La audiencia preliminar es un momento clave en el cual se resuelven
las excepciones previas, se promueve la conciliación y se establece el objeto del
proceso. Finalmente, en la audiencia de juicio se practican y evalúan las pruebas
presentadas por las partes y se emite una decisión motivada por el juez.
⎯ Desde una perspectiva de derecho comparado, se observan diferencias entre el
procedimiento ordinario del Código Orgánico General de Procesos ecuatoriano y el
Código de Procedimiento Civil chileno. Estas diferencias se relacionan con los
plazos para la contestación de la demanda, la tramitación de la conciliación, las
excepciones previas, la práctica de pruebas y la terminología utilizada. Estas
divergencias resaltan la importancia de considerar el contexto jurídico específico al
analizar los procedimientos judiciales.

Referencias bibliográficas

Asamblea Nacional del Ecuador. (2015). Código Orgánico General de Procesos - COGEP
(Registro Oficial S. 506, 22 may 2015). Ediciones Legales EDLE S.A.
https://www.fielweb.com/Index.aspx?rn=53543&nid=1077085#norma/1077085

Banacloche Palao, J. (Coord.). (2019). Los procedimientos civiles ordinarios y los recursos.
Wolters Kluwer España. https://elibro.net/es/lc/utiec/titulos/121900
Corte Nacional de Justicia. (2016). Principales cuestiones acerca del Código Orgánico
General de Procesos en preguntas y respuestas. Título I. Serie. Derecho Vigente.
https://www.cortenacional.gob.ec/cnj/images/Produccion_CNJ/COGEP%20preg-
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Marcano Navarro, Y., (2008). La audiencia preliminar en el procedimiento ordinario


previsto en la Ley Orgánica para la Protección de niños, niñas y adolescentes.
Cuestiones Jurídicas, II(1), 85-109.
https://www.redalyc.org/pdf/1275/127519339005.pdf

Ministerio de Justicia. (1902). Código de Procedimiento Civil. Registro oficial 30-AGO-


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Romero Gálvez, A. (2020). Conciliación: procedimiento y técnicas de conciliación. Hechos


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Ron Cadena, J. C. (2017). El Procedimiento Ordinario en el Código Orgánico General de


Procesos. Corporación de Estudios y Publicaciones.
https://elibro.net/es/lc/utiec/titulos/118652

Saporiti Alvarez, E. X. (2021). Los Estados de Cuenta de las Tarjetas de Crédito y su


incorporación como causal al Procedimiento Monitorio (Universidad de Guayaquil,
Facultad de Jurisprudencia Ciencias Sociales y Polìticas).
http://repositorio.ug.edu.ec/handle/redug/53199

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