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2023

Universidad Nacional Autónoma de México


Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

Licenciatura en Sociología

Sociología Interpretativa (Schüitz,


Mead, Goffman, Garfinkel)

Alumno:
Jacobo Verduzco
Luis Gerardo

Asesora:
Dra. Bass Zavala Sonia

Tema:
La formación del mi, del yo y del otro
generalizado

26 de marzo del 2023


¿Cómo surgió la persona que actualmente eres?

En el presente texto, explicaré una reflexión general respecto a algunos puntos


importantes que son indispensables para identificar el surgimiento de mi persona actual,
la cual, inicia como un proceso biológico y se desarrolla a partir de las interacciones con
los grupos sociales con los que compartimos durante nuestro crecimiento como seres
naturales y como entes sociales.

Ante todo, los primeros actos sociales que cometemos como pronunciar nuestras
primeras palabras, imitar un gesto o señal son denominados estímulos porqué generan
distintas reacciones en las personas que nos cuidan, generalmente en nuestros
familiares, por ende, nosotros y ellos producimos reiteradas conductas hasta
apropiárnoslas a manera de sentido común. Inclusive, provocamos reacciones en
nosotros mismos, por ejemplo, por medio de palabras en el marco de los famosos
monólogos o juegos con amigo imaginario en la edad párvula.

Por su parte, el proceso de comunicación está estrechamente relacionado con el


medio social-cultural, es decir, cuando nosotros nacemos ya existe un idioma, dialecto o
lengua determinante, y en este sentido, poco a poco nos vamos habilitando en la
comprensión y uso de lenguaje oral, así como evolucionando en la inteligencia
lingüística. Dicho de mejor forma, mediante procesos de pensamientos (fisiológicos)
percibimos la existencia de símbolos con apoyo del lenguaje (hablado, de señas, corporal
o facial), a los que atribuimos significados.

Esos símbolos son de carácter universal, o sea, provocan reacciones en quienes


los conocen mediante anteriores experiencias (gesto significante), de tal manera que si
un individuo no cuenta con una vivencia previa (contenido mental) no podrá entender el
significado de determinado símbolo.

Además, el individuo en su formación como parte del colectivo obtiene conciencia


de valores, por lo que en nuestras actuaciones pretendemos un efecto en los otros.

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Adquirimos racionalidad cuando el tipo de reacciones que provocamos en otros, son
provocados en nosotros mismos.

¡Describe uno de los juegos de la infancia que te permitió aprender reglas y


normas!

A diferencia del juego individual, en los juegos de grupo el individuo tiene la


posibilidad de lograr desarrollar habilidades sociales, como el trabajo colaborativo, el
diálogo, el establecimiento y respeto de normas de convivencia con el propósito de
facilitar las dinámicas de grupo. En particular, uno de los juegos grupales que más
practicaba en mi infancia, en conjunto con mis familiares de mi edad y amigos de la
colonia, era el juego de los encantados, que una actividad grupal de entretenimiento muy
sencilla, considerada juego tradicional en algunos lugares del país.

Considerando las aportaciones de George Herbert Mead (1863-19361) referente


a los factores básicos de la génesis de la persona mediante las actividades lúdicas y el
deporte, describiré las características generales y reglas del juego de los encantados.

El participante del popular juego de los encantados (o congelados) adopta la


actitud de todos los otros sujetos involucrados, es decir, se debe tener disponibilidad
para adoptar el papel del otro; la cantidad de jugadores es de mínimo tres y no se tiene
una restricción máxima. En la dinámica se definen papeles, roles y relaciones con otros.
El grupo total de jugadores se divide en dos subgrupos, el primero (grupo A) es el grupo
de encantadores, quienes tienen la tarea de correr para alcanzar y tocar a los integrantes
del grupo B (en ocasiones se incorpora una pelota liviana para desarrollar esa tarea), el
segundo grupo (B) corre sin parar prevenir ser tocados por los encantadores, ya que si
los tocan permanecerán sin moverse de sitio hasta que otro de su mismo grupo lo toque
para desencantarlo. Cuando el grupo A logra encantar a todos los pertenecientes al
grupo B se termina el juego y se intercambian roles para iniciar una nueva ronda.

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Mead menciona que, en el deporte el individuo tiene conocimiento de las acciones
que harán los otros, por tanto, se tiene presente a los otros en nuestra propia actitud,
puesto que la serie de reacciones de los otros son de manera organizada, y nuestra
actitud provoca la actitud adecuada de los otros (sin fecha, pág. 138). En este caso,
conocíamos las acciones del grupo A (correr para tocarnos y encantarnos) y las del grupo
B (evitar ser encantados y ayudarnos a desencantarnos). Además socializábamos las
reglas del juego, que son aquellas reacciones que provocan una actitud especial: cuando
nos encantaban no podíamos movernos de lugar ya que perdíamos el juego, por lo que
teníamos que esperar a que alguien nos desencantara para poder continuar en el juego.

Bibliografía

Mead, G. H. Parte III “La persona” en Espíritu, persona y sociedad, desde el punto
de vista del conductismo social. Disponible en:
https://sicologias.files.wordpress.com/2015/01/01-mead-g-espiritu-persona-y-
sociedad.pdf

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