Está en la página 1de 36

Estudio de elementos formales

Soportes, materiales y técnicas


Toda obra visual está constituida por una serie de elementos
formales. Entre estos se encuentras su suporte, los materiales con
los que está hecha, la técnica o técnicas en que fue realizada, el
medio en que se le da a conocer, sus elementos taxonómicos (que
permiten incorporarla a una corriente, un estilo, una escuela o a una
tendencia determinada del arte, y a un tipo textual o género), la
configuración del espacio, mediante planos, campos de color,
volúmenes, distribución de elementos y proporciones, las formas, el
valor lumínico (iluminación), su grado de figuratividad o de
abstracción, el tipo de contrastes y tensiones que contiene, los
juegos de equilibrios y desequilibrios, su cinetismo y ritmo, colores,
tipos de línea, de borde, tipo de textura, puntos de anclaje temporal
que se inscriben en ella, dirección de lectura de la imagen,
funciones de la obra, composición y sintaxis o estructura global.
El tipo de soporte y sus materiales son tan
importantes como los materiales con los que
está hecha una obra.
Soportes y materiales con los que está hecha una obra
Las paredes de las cuevas fueron los primeros soportes de
las imágenes creadas por el hombre, le siguieron las rocas,
las arcillas, las maderas, las pieles, los metales en láminas,
placas u otras modalidades, papiros, telas, etc. Hoy debemos
hablar también de soportes electrónicos, digitales,
multimedia e interactivos.
La materialidad de la obra artística es lo que permite
distinguir entre arte y patrimonio material e inmaterial, así
como la posibilidad o imposibilidad de la preservación de la
obra durante determinado lapso permiten distinguir entre
arte perdurable y arte efímero.
Soportes y materiales con
los que está hecha una obra
Los materiales, tanto de los soportes, como de la obra, tienen
significado, no sólo porque constituyen uno de los elementos
que determinan, en buen parte, el valor económico de una obra
artística, también porque en ciertas culturas tienen un
simbolismo o significados específicos, no únicamente por su
escases, su facilidad o dificultad para trabajar con ellos,
también porque se les atribuyen ciertas propiedades,
vinculaciones religiosas, políticas, etc. Así, por ejemplo, en el
antiguo Egipto, la plata era más escasa que el oro y por ello era
extremadamente valorada. En la Edad Media ciertos
pigmentos, como el rojo intenso, fueron identificados con las
figuras religiosas por su costo debido a los materiales con los
que se hacían.
En otros casos no sólo son los colores de los materiales, la facilidad o
dificultad para darles mantenimiento, su accesibilidad, las tecnologías
con las que se cuenta para conseguirlos, transportarlos o trabajarlos,
lo que es importante.
La elección de determinados materiales también puede estar
determinada por su demanda, por la importancia que el artista le
concede a la obra o la que el solicitante le concede, por el dominio
que el artista tiene para utilizar determinados materiales o por las
exigencias del medio, la función que se le dará a la obra, la situación
social o económica del artista o del solicitante.
Todos estos aspectos deben considerarse.
La impresión a la albúmina es un proceso fotográfico, de impresión de
positivo por contacto directo. Este proceso, fue el tipo de impresión más
utilizado por los fotógrafos del siglo XIX, y fue la primera impresión
fotográfica en la que la imagen permanecía en suspensión en la
superficie del papel, en lugar de ser impregnada en las fibras del papel.
El papel a la albúmina, lo inventó en 1850 Blanquart Evrard, era
preparado con clara de huevo con la que recubría el papel, donde se
había disuelto el bromuro de potasio. Una vez seco, el papel se metía en
una solución de nitrato de plata y se dejaba secar. Una vez sensibilizado
se ponía en contacto con un negativo dentro de un marco de vidrio y se
exponía a la luz del sol un tiempo, dependía de varios factores, pero a la
luz directa del sol variaba de 5 a 10 minutos, para hacer que apareciera
la imagen.

Técnicas
Técnicas

El inconveniente del papel a la


albúmina era su inestabilidad
debido a la oxidación. Por eso
se marcaron dos metas:
conseguir una imagen que
perdurase en el tiempo y que la
reproducción de las fotografías
se realizasen con tinta de
imprenta. Las dos fueron
conseguidas por Louise
Poitevin, inventor del calotipo.

Impresión a la albúmina
Carbon Print

Impresión al Carbón (o Carbon Print)


Se caracteriza por no tener plata, la imagen se forma por
un pigmento disperso en la gelatina cuyo principio nada
tiene que ver con el de las sales de plata. La sustancia
sensible a la luz es la gelatina impregnada en sales de
cromo, que endurece y mantiene al pigmento impregnado
en las zonas expuestas a la luz solar.
Son copias permanentes ya que no se desvanecen ni
alteran su color, se pueden obtener imágenes de una
amplia gama tonal. Las impresiones pueden realizarse en
cualquier color, sobre una gran variedad de soportes y su
superficie puede ser mate o brillante.
Carbon Print

Este proceso fue patentado en Francia en 1855 por Louis-Alphonse


Poitevin, posteriormente lo perfeccionó el británico Joseph Wilson
Swan en 1866. Este tipo de impresiones eran principalmente para la
elaboración de retratos y la ilustración de libros de arte. El papel
apareció en el mercado en 1864 con el nombre de papel
permanente. Pero el interés del público por este proceso fue
moderado, ya que resultaba mucho más caro y difícil de ejecutar
que las copias de albúmina. Su realización exigía de una gran
habilidad, ya que requería transferir la imagen en gelatina a otro
papel de soporte.
Las impresiones al platino, también llamadas platinotipo, son
impresiones fotográficas hechas por un proceso de impresión
monocromática que proporciona la gama tonal más grande que
cualquier otro método de impresión que emplee un proceso
químico. Distinto al proceso de plata, no emplea ninguna
emulsión de gelatina, la imagen final es absolutamente mate,
con un depósito de platino o de paladio. Este método de
impresión surge en 1830, en que se combina el platino con
oxalato férrico. En 1832 se refinaría la técnica.
En el siglo XIX el
método era muy caro,
porque el platino
resultaba 52 veces más
costoso que la plata, pero
esto cambió hacia 1902.
Sin embargo, en 1907,
Rusia controló el 90% de
la producción y el
material volvió a
encarecerse.
Las impresiones al platino son muy valoradas por los
fotógrafos de arte y atesoradas por los coleccionistas,
debido a su rica gama tonal, la calidad de la
superficie y su durabilidad. La belleza de una
impresión fina al platino implica una escala muy
amplia de tonos, sobre todo del blanco y negro, de
los grises que se amplían por la presencia de medios
tonos que nunca podrán lograrse en impresiones a la
plata. Incluso en las sombras más profundas las
impresiones de platino presentan información; los
blancos son delicados y la profundidad de la imagen
es viva y tridimensional. Lo que hace estas
impresiones excepcionalmente hermosas.
Los metales del platino (platino y paladio) son más estables
que el oro, por lo que una impresión al platino puede durar
miles de años. Además, por no requerir ninguna emulsión o
gelatina, las impresiones no se “encrespan”. Este tipo de
impresiones fueron empleadas por fotógrafos como: Alvin
Langdon Coburn, Edward S. Curtis, Edward Steichen,
Alfred Stieglitz, Manuel Álvarez Bravo, etc.
A las técnicas “secas” (carbón grafito, lápiz graso,
pastel, etc.) y “húmedas” (acuarela, tempera, óleo,
acrílico, etc.) tradicionales que se empleaban para producir
imágenes gráficas y plásticas se irían sumando muchas
otras, relacionadas con la talla, la estampación, la
fotografía, el ensamblaje, la intervención, el cine, la
instalación, el performance, infinidad de técnicas mixtas en
los más diversos medios y los más tecnológicos, entre otras
muchas, las del Net Art.
Al principio el surrealismo era un movimiento
fundamentalmente literario, y hasta años más tarde
no producirá resultados en las artes visuales y
plásticas.
En las artes visuales el surrealismo tomó del
dadaísmo técnicas fotográficas (fotomontaje,
rayografía, la doble exposición, sobreimpresión,
foto-collage, intervención fotográfica, etc.), en las
cuales destacaron también algunos surrealistas
checos y Yamamoto, surrealista japonés.
Ensamblaje Las técnicas
Meret Openheim

Los surrealistas extendieron el uso del collage al


ensamblaje también, pero de objetos
incongruentes. Adoptaron el frottage y
perfeccionaron la decalcamonia.
Utilizaron el frottage (del francés frotter, frotar)
que es una técnica artística que consiste en frotar
un lápiz, pastel, óleo, etc., sobre una hoja, tela o
superficie colocada encima de un objeto,
consiguiendo una impresión de la forma y textura
de ese objeto.

Frottage
Max Ernst
Las técnicas

Hicieron uso también de pequeñas


instalaciones con fines fotográficos, de
objetos o personas “puestos en
escena”, con la condición que la
mezcla de objetos resultara en una
imagen absurda.

Kansuke Yamamoto
El collage es una técnica, no un tipo textual o
género, su nombre deriva del término francés
coller, que significa pegar.
La técnica puede emplearse en mixtas o como
única técnica en la producción de una obra.
Las técnicas

Se fundamenta en la reunión de elementos y materiales


heterogéneos que pueden ser integrados, ya sea buscando
una unificación, mediante el uso de elementos que le dan
cierta unidad o atenúan lo diverso, lo heterogéneo, como el
uso de un mismo tono, una tipografía unificadora, una
misma iluminación o una dimensión que corresponde al
resto de los elementos, etc.; o manteniendo y destacando la
diversidad de los materiales previos mediante el recurso de
la mera yuxtaposición, los contrastes, la cercanía de lo
diferenciado.

Max Ernst
Las técnicas

Se distinguen el collage de materiales y el papier collés o


collage de papeles.
George Braque trabajaría con el collage a partir de 1912 y por
la misma época lo harán también Picasso y Juan Gris, al
integrar elementos heterogéneos (boletos, naipes, papel
periódico), en una pintura, buscando integrarlos. Respondían a
una estética del reciclado de materiales que elevaba a la
categoría de lo artístico lo que era meramente cotidiano y de
uso común, aunque desde un enfoque propio del cubismo
sintético. También practicaron el collage tipográfico.

George Braque
Las técnicas

El foto-collage, en el que se emplean fotografías propias o ajenas, sería


puesto en práctica por los dadaístas, luego de realizar diversos tipos de
collages, principalmente tipográficos. La técnica también podía lograrse
en el proceso de revelado. El fotomontaje es en realidad el precursor de
todas las formas de ensamblaje de imágenes posteriores. En el cine fue
puesto en práctica a inicios del siglo XX por Georges Méliès y Segundo
de Chomón.
Las técnicas

Los dadaístas conocían el trabajo del


fotógrafo inglés Henry Peach Robinson
quien fue uno de los primeros en 1857,
junto a Oscar Gustave Rjlander, en
utilizar recortes de distintas fotografías
ensambladas, a los que tomaba otra
fotografía para producir un efecto
unificado.
Fotomontaje

Henry Peach Robinson


La técnica del fotomontaje se había hecho
particularmente popular en el periodo Victoriano
en Reino Unido, a raíz del desarrollo del
espiritismo, la imagen astral y las creencias sobre
fantasmas, de finales del siglo XIX. Al mismo
tiempo que diversos fotógrafos la utilizaron
como recurso y técnica de producción artística.
Jean Cocteau, quien sin ser del círculo de escritores en
torno a Bretón, había publicado Opium, obra literaria
ilustrada y escrita bajo los efectos del opio, adicción que
afectó por más de un año a quien es uno de los más
destacados escritores de la literatura francesa y miembro
del grupo dadaísta, propuso otras técnicas innovadoras
para los surrealista, como las imágenes logradas a partir
de un patrón de puntos aleatorios, y las obras visuales
realizadas con una línea continua, ambas sólo fueron
técnicas usadas por Cocteau y Picasso, ambos también
hacia 1950 practicaron la pintura con luz, pero ya cuando
no eran parte del surrealismo.
Las técnicas

Aunque la pintura con luz tuvo su origen


en 1889, con Demeny y Quenu, no se
había vuelto a poner en práctica hasta la
mitad del siglo XX.
La decalcomanía es una técnica pictórica atribuida a Óscar
Domínguez que consiste en aplicar gouache negro sobre un papel,
el cual se coloca encima de otra hoja sobre la que se ejerce una
ligera presión, luego se despegan antes de que se sequen.
La Decalcomanía había sido utilizada en el grabado, durante el
siglo XVIII, por Simon François Ravenet; sin embargo, los
surrealistas la emplearon con diversos materiales (tintas, óleos,
etc.), sobre dibujo previo o sin intervenir primero la superficie.
También probaron a presionar con materiales diversos que dejaban
texturas sobre la superficie pintada (telas, esponjas, papel, cartón,
etc.).
Otra de las técnicas empleadas por los artistas surrealistas en
las artes visuales fue el denominado fumage (producción de
imágenes utilizando humo e impresiones causadas por el fuego
al quemar el soporte para obtener formas inesperadas a partir de
la llama de una vela, un cigarrillo, una lámpara de querosene o
cualquier otro recurso semejante, se podía aplicar sin otro
recurso o se podían trazar líneas y marcas de humo sobre un
papel previamente coloreado) se trataba de un recurso
automatista. Se considera que fue inventado por Wolfgang
Paalen.
Otra técnica visual era la llamada técnica de corte:
una obra visual era cortada para luego ser
ordenada en forma aleatoria, en una organización
seleccionada por azar, se le añadían o restaban
elementos recortados.
El denominado coulage era
el recurso para obtener una
escultura automática o por
intervención de lo casual, ya
que consistía en verter un
material fundido (metal,
cera, chocolate) en agua
fría, a medida que el
material fundido se enfriaba
adoptaba una forma que era
producto del azar
(aleatoria).
El eclaboussure era otra de las técnicas automatistas y
consistía en salpicar con agua o trementina una obra
realizada al acuarela o al óleo, posteriormente las obras
podían ser sumergidas en otro líquido que hiciera
destacar las salpicaduras, también podía salpicarse un
material sin intervenir y luego simplemente se le
sumergía.
También utilizaron diversas formas de escurrimiento de
las pinturas y colores sobre diversas superficies
(salpicando, lanzando o soplando el color líquido).
El grattage que consiste en raspar
sobre una superficie pintada.
Entre las nuevas técnicas creadas por el surrealismo estuvo
el “cadáver exquisito”, en el que varios artistas
dibujaban distintas partes de una figura o de un texto, sin
ver lo que el anterior había hecho y el cadáver exquisito
collage.

También podría gustarte