Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
En el grueso de su creación artística, Gerardo Murillo se dedicó a reinterpretar el género académico del paisaje a la luz de los lenguajes artísticos modernos. En
esta vista panorámica del Iztaccíhuatl y sus alrededores, las montañas parecen abrirse de manera monumental frente al espectador, de tal modo que el volcán
queda en un segundo lugar. Atl crea distintos planos horizontales y los recorta en formas transversales para ofrecer una variación de la perspectiva curvilínea, de la
cual se creía que la órbita del ojo hacía que los objetos observados estuvieran determinados por sus curvas y no por las líneas rectas. En los altos de los cerros que
anteceden a las cumbres nevadas del volcán, se aprecia el juego de rectas, mismas que se aprovechan para describir pictóricamente las laderas. Las dos arboledas
que se visualizan en la zona izquierda, siguen también el predominio de líneas diagonales. El volcán domina sobre las demás serranías, está rodeado por un grupo
de nubes que tienen un gran sentido de movimiento y profundidad y que ocupan toda la parte superior de composición. Atl subraya el trazo de las curvaturas para
lograr una impresión de volumen. El artista también detalla la vegetación y el follaje localizados en las distintas zonas de la pintura, realizados con distintos niveles
cromáticos del verde mientras que la montaña de lado derecho mantiene tonalidades más obscuras. El artista realizó esta proyección visual de los volcanes como
una síntesis del ritual, mito y objeto de estudio científico, pero también como una metáfora de los elementos que conformaban a la nacionalidad mexicana.
Es ponerla en relación con otras
producciones semejantes a ella (estudios
comparados), precisar los significados
dominantes que manifiesta, ubicarla en
un contexto sociocultural determinado (el
de su producción y el las interpretaciones
posteriores de que ha sido objeto) para
poder presentarla a los especialistas y al
público.
Leonardo da Vinci: Retrato de Lisa Gherardini, esposa Raffaello Sanzio da Urbino: Retrato de Maddalena
de Francesco del Giocondo, 1503-1519. Doni, 1506-1507.
Estudios
simbólicos del
arte.
•Deconstruccionismo
•Arte Pánico
Aunque el trabajo de curaduría exige una gran cantidad de
conocimientos de tipo teórico, es un saber y una serie de
competencias que sólo se demuestran en la práctica, en la
realización específica de productos de curaduría y de
investigación aplicada. Por ello, es importante conocer cuáles
son los productos que genera el trabajo del curador de arte:
•Catálogos de autor, de museo, de pinacoteca, de colección,
catálogo patrimonial, etc.
•Diagnóstico de obra para aseguramiento, para autentificación,
para datación de obra, para su posterior valuación.
•Guiones científicos, museológicos o curatoriales de exposición
artística, artículos de difusión, guiones científicos para video-
cultural, guiones científicos para programas culturales de difusión
y divulgación del arte.
•Análisis especializados, libros de análisis del arte y estudios
sobre autores, movimientos, escuelas, corrientes, grupos y
tendencias del arte.
•Realismo Mágico
•Hiperrealismo
Además de la generación de los anteriores productos
culturales, el curador desempeña labores de asesoría
para gestores y promotores del arte, es consejero en el
desarrollo de planes y programas culturales locales,
nacionales e internacionales, y es uno de los principales
encargados de la difusión académica del arte que se
produce en un lugar.
De todo lo anterior deriva la necesidad de desarrollar la
curaduría de arte en las instituciones de educación
artística universitaria, especialmente en los países en los
que la producción artística constituye una de las
actividades humanas laborales más importantes, como
ocurre en América Latina o en Europa y Asia, en la que
el arte goza de gran prestigio. Recordemos que sólo a
partir de la segunda mitad del siglo pasado, países como
Estados Unidos iniciaron a darle importancia al arte,
cuando lo vieron como una actividad comercializable.
El curador se especializa en ciertas áreas, pues
imposible que conozca todas las épocas y movimientos
con igual profundidad, por ello no es poco frecuente
encontrar curadores especializados en ciertas áreas, por
ejemplo:
•Curaduría de obras modernistas.
•Curaduría de obras barrocas.
•Curaduría de obras visuales digitales.
•Instalaciones.
•Vestuarios.
•Bienes culturales muebles.
•Bienes culturales simbólicos o intangibles
•Curaduría fotográfica (poco frecuente)
•Etc.
Cada producto generado por el curador debe cumplir
con una serie de requisitos básicos que exigen un
dominio de ciertas reglas, y que, en algunos casos,
tienen implicaciones de tipo legal (los diagnósticos para
aseguramiento o valuación, por ejemplo).
Uno de los antecedentes más polémicos de la
actividad curatorial se remonta al siglo XIX, a
propósito de los Salones Oficiales de Arte en
Francia, en cuyo ámbito el restaurador de arte
actuaba como árbitro, no siempre imparcial, de
la entonces incipiente querella entre
académicos e impresionistas, pues en ese
entonces fueron los curadores de arte algunos
de los que defendieron a los impresionistas y
fueron por ello considerados como ideólogos
defensores de los “ismos”. También se
opusieron, hacia 1918, a las academias, al
desarrollar métodos de análisis que no se
basaban en el respeto a las normas sino, en la
descripción formal, estructural, etc., de la
obras.
No fue, sino hasta el advenimiento del periodo
de postguerra que el ejercicio curatorial
adquirió un nuevo significado: el de instancia
de legitimación e instaurador de sentido del
arte para su difusión y comprensión, que es el
que hoy se le confiere.
Este fenómeno coincide con el declinar de la
hostilidad vanguardista contra el museo y con
la flexibilización de los programas expositivos,
con la profesionalización de los diversos
campos del arte.
Instalación de luces de neón
La Curaduría de
instalaciones
artísticas
Instalación escultórica
Video instalación
Instalación fotográfica
Action Painting
•Arte Visionario
•Arte Punk
Guión para exposición fotográfica
Esta escultura realizada en bronce procede de
una tumba en Wu-Wei, está fechada a finales de
la dinastía Han. El caballo corre con una de sus
patas sobre una golondrina (para señalar la
velocidad que alcanzaba el trote del caballo). La
imagen es realmente una representación de una
apreciada raza de caballos introducida en China
hacia el año 100 a. C. En tiempos de la dinastía
Han no se había introducido todavía el budismo y
era importante colocar objetos en las tumbas de
los difuntos para su vida en el más allá, estos
objetos eran obras de arte en bronce, de una de
esas antiguas tumbas proviene esta pieza que da
testimonio de la destreza técnica de su autor, cuyo
nombre era inscrito en el interior del trabajo, por lo
que aunque posee autoría, ésta es para nosotros
desconocida.
El montaje de las obras, con sus fichas
técnicas, debe ser el resultado de una
selección que obedece a un plan de
organización, que incluye no sólo una
concepción estética determinada sino también
aspectos prácticos muy específicos como la
iluminación o la adecuación del espacio, la
vigilancia, cuestiones de tránsito adecuado,
áreas de descanso, etc.
En este trabajo participan varios especialistas:
diseñadores de la exposición, técnicos
especializados, curadores, administradores,
promotores, etc.
Cada tipo de exposición ofrece problemáticas
específicas, dependiendo si se trata de instalaciones,
obras gráficas, pictóricas, escultóricas, etc. Esto
significa que las estrategias deben ser acordes al tipo
de obras expuestas y al tipo de público que asistirá a la
exposición, por ello se requieren diversos tipos de
especialidades.
Una exposición involucra una convocatoria, es un acto
generalmente público, en el que se exhiben colecciones
de objetos culturales de diversas características (tales
como: obras de arte, hallazgos arqueológicos,
instrumentos, maquetas, obras efímeras, etc.), este tipo
de obras no siempre despiertan el interés del público, el
curador debe contribuir a crear ese interés. El nombre
mismo “exposición” se refiere al acto estar expuesto,
pero también está en relación con el hecho de que es
así como se denomina al desarrollo verbal y visual de
un tema ante un auditorio.
4. Por el elemento común que guía la
organización y a partir del cual se
estructura la exposición: que puede
fundamentarse en criterios curatoriales
tradicionales o innovadores.
Algunos criterios curatoriales tradicionales:
•Cronológico.
•Estilístico.
•Retrospectivo.
•Técnico.
•De género o tipo textual de las obras.
•De origen de las obras.
•De procedencia de las colecciones o de las
obras.
•De autor.
•De formatos de las obras.
•Temáticos.
•Celebridad de las obras.
•Históricos, para recrear una exposición célebre
del pasado.
•De evolución de un género, de una técnica, de
un autor, de un tema.
Algunos criterios curatoriales innovadores:
Enrique Guzmán: Señas de identidad, 1972. René Magritte: La marcha del verano, 1939.
René Magritte: Los valores personales, 1952.
Enrique Guzmán: (Tres obras de “Destino secreto”).
Enrique Guzmán: Reflexionando, 1973. René Magritte: Defensa de la lectura, 1936.
Enrique Guzmán: Indiscreción, 1973. René Magritte: El ojo, 1935.
René Magritte: La giganta, 1929.