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“Creciendo en el Espíritu” Crecimiento #3

Clase No. 3.8


DEJARSE GUIAR POR EL ESPÍRITU SANTO
Todos nosotros hemos sido bautizados en el Espíritu Santo, y en alguna forma, personalísima, hemos
experimentado su poder actuando, obrando, transformando.

Pero, como condición clave a esto, hemos aceptado a Jesús como nuestro Señor y Salvador, le hemos abierto
las puertas de nuestro corazón, y por esto hemos recibido la adopción de hijos de Dios.
Romanos 8, 15-16.
...”Pues no recibisteis un espíritu de esclavos para recaer en el temor; antes bien, recibisteis un espíritu de hijos
adoptivos que nos hace exclamar: ¡Abbá, Padre! El Espíritu mismo se une a nuestro espíritu para dar testimonio de
que somos hijos de Dios”...

Ahora bien, Dios nos va a tratar como a hijos, como a hijos nos va a enseñar, guiar, corregir, etc.
Hebreos 12, 5-11.
...”Habéis echado en olvido la exhortación que como a hijos se os dirige: Hijo mío, no menosprecies la
corrección del Señor; ni te desanimes al ser reprendido por él. Pues a quien ama el Señor, le corrige; y azota
a todos los hijos que acoge. Sufrís para corrección vuestra. Como a hijos os trata Dios, y ¿qué hijo hay a
quien su padre no corrige? Mas si quedáis sin corrección, cosa que todos reciben, señal de que sois bastardos
y no hijos. Además, teníamos a nuestros padres según la carne, que nos corregían, y les respetábamos. ¿No
nos someteremos mejor al Padre de los espíritus para vivir? ¡Eso que ellos nos corregían según sus luces y
para poco tiempo!; mas él, para provecho nuestro, en orden a hacernos partícipes de su santidad. Cierto que
ninguna corrección es de momento agradable, sino penosa; pero luego produce fruto apacible de justicia a
los ejercitados en ella”...

Nos dice la Biblia en:


Romanos 8, 14.
...”En efecto, todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios”...

Los hijos de Dios no tenemos poder en nosotros mismos para iniciar, promover o mantener una vida en el
Espíritu. Más bien se nos revela que Dios es quien produce en nosotros este andar hacia Cristo.
Filipenses 2, 13.
...”pues Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece”...

La responsabilidad humana consiste en poner todo nuestro esfuerzo, pero dependiendo enteramente del
Espíritu. La Biblia nos dice:
Romanos 1, 17.
...”Porque en él se revela la justicia de Dios, de fe en fe, como dice la Escritura: El justo vivirá por la fe”...

Esta, nuestra dependencia del Espíritu, debe abarcar todos los campos a los que llega nuestra responsabilidad:

Consagración del mundo

34. Cristo Jesús, Supremo y eterno sacerdote porque desea continuar su testimonio y su servicio por medio de
los laicos, vivifica a éstos con su Espíritu e ininterrumpidamente los impulsa a toda obra buena y perfecta.

Pero aquellos a quienes asocia íntimamente a su vida y misión también les hace partícipes de su oficio
sacerdotal, en orden al ejercicio del culto espiritual, para gloria de Dios y salvación de los hombres. Por lo
que los laicos, en cuanto consagrados a Cristo y ungidos por el Espíritu Santo, tienen una vocación admirable
y son instruidos para que en ellos se produzcan siempre los más abundantes frutos del Espíritu. Pues todas sus
obras, preces y proyectos apostólicos, la vida conyugal y familiar, el trabajo cotidiano, el descanso del alma y
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de cuerpo, si se realizan en el Espíritu, incluso las molestias de la vida si se sufren pacientemente, se


convierten en "hostias espirituales, aceptables a Dios por Jesucristo" (1 Pe 2,5), que en la celebración de la
Eucaristía, con la oblación del cuerpo del Señor, ofrecen piadosísimamente al Padre. Así también los laicos,
como adoradores en todo lugar y obrando santamente, consagran a Dios el mundo mismo.
(Vaticano II, Lumen Gentium, Constitución sobre la Iglesia, Cap. IV No.34, segundo párrafo).

Esta vida en Fe, no se logrará nunca por medio de una resolución humana o por la lucha o por los esfuerzos de
la carne
1 Timoteo 6, 12.
...”Combate el buen combate de la fe, conquista la vida eterna a la que has sido llamado y de la que hiciste aquella
solemne profesión delante de muchos testigos”...

Existe una gran diferencia entre luchar para hacer lo que sólo Dios puede llevar a cabo, y luchar para mantener
una actitud de dependencia de El, para que haga lo que sólo El puede hacer .

Este es precisamente el buen combate de la Fe, el morir a nosotros mismos para que entonces El, por medio de
su Espíritu, viva y actúe en y a través de nosotros.

YO espíritu
CARNE ESPÍRITU
Si consideramos la raya como una frontera, vemos que cuando YO actúo en cualquier circunstancia, aún en
cosas piadosas (ejem. una clase de catecismo, una homilía, etc.) actúo en la carne; actuar en el espíritu, es dejarnos
guiar por el Espíritu de Dios.

Vamos ahora a darnos cuenta de lo que la Palabra de Dios nos dice acerca de lo que es dejarnos guiar por el
Espíritu.
Gálatas 3, 3.
...”¿Tan insensatos sois? Comenzando por espíritu, ¿termináis ahora en carne?”...

Somos bautizados en el Espíritu y ¿queremos seguir adelante en la vida del espíritu? Entonces tenemos que
pensar que es insensatez dejar que la carne nos domine al hablar mal del hermano, al juzgar a nuestra Comunidad sin
tener siquiera las bases necesarias para hacerlo; peor aún juzgar a los Sacerdotes por una actitud externa. Es insensatez
dejar que la carne nos domine por medio de nuestras debilidades y apetitos etc., en lugar de dejarnos guiar por el
Espíritu. “Nuestro espíritu nos es dado por Dios para responderle a Él” (Watchman Nee, en La Liberación del
Espíritu). Es insensatez pensar que nuestro adelanto y crecimiento como personas o como Comunidad dependen de
nosotros mismos y no del Espíritu de Dios, cuando sabemos que éste sopla donde quiere, aunque no tengamos
preparación, aunque no tengamos estudios; si lo tenemos a Él, es suficiente. Es insensatez juzgar a otras Comunidades

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porque se desarrollan en forma diferente a la nuestra. En fin, es insensatez todo aquello que NO ES inspirado o guiado
por el Espíritu Santo.

Romanos 8, 5-11.
...”Efectivamente, los que viven según la carne, desean lo carnal; mas los que viven según el espíritu, lo espiritual.
Pues las tendencias de la carne son muerte; mas las del espíritu, vida y paz, ya que las tendencias de la carne llevan
al odio a Dios: no se someten a la ley de Dios, ni siquiera pueden; así, los que están en la carne, no pueden agradar a
Dios. Mas vosotros no estáis en la carne, sino en el espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros. El que no
tiene el Espíritu de Cristo, no le pertenece; mas si Cristo está en vosotros, aunque el cuerpo haya muerto ya a causa
del pecado, el espíritu es vida a causa de la justicia. Y si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los
muertos habita en vosotros, Aquel que resucitó a Cristo de entre los muertos dará también la vida a vuestros cuerpos
mortales por su Espíritu que habita en vosotros”...

Gálatas 5, 25.
...”Si vivimos según el Espíritu, obremos también según el Espíritu”...
La Espiritualidad verdadera depende de una actitud positiva de confianza en la presencia y poder del Espíritu
que mora en nosotros.

Gálatas 2, 20.
...”y no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí; la vida que vivo al presente en la carne, la vivo en la fe del Hijo
de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí”...
La sola doctrina cristiana no tiene poder en sí misma para iniciar, promover, o mantener una vida en el
Espíritu. Se nos revela que el Espíritu es quien produce este caminar en el Espíritu. La responsabilidad humana
consiste en poner todo de nuestra parte, pero depender enteramente de Él
Juan 16, 13.
...”Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino
que hablará lo que oiga, y os anunciará lo que ha de venir”...

Romanos 8, 28.
...”Por lo demás, sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman; de aquellos que han
sido llamados según su designio”...

CONCLUSION:

Si el Bautismo en el Espíritu Santo es una entrega de todo nuestro ser al Espíritu del Señor y una actuación
especial de ese Espíritu Divino en nosotros, pensemos que ese Bautismo en el Espíritu Santo no termina, sino que se
prolonga a través de toda nuestra vida, renovándose día tras día, hora tras hora, etc. Por eso debemos hacer un esfuerzo
constante para dejar de actuar por nosotros mismos, para no dejarnos llevar de nuestro egoísmo y nuestros deseos, sino
por el contrario, entregar todo, especialmente nuestra voluntad, a las inspiraciones del Espíritu de Dios

Romanos 12, 1-2.


...”Os exhorto, pues, hermanos, por la misericordia de Dios, que ofrezcáis vuestros cuerpos como una víctima viva,
santa, agradable a Dios: tal será vuestro culto espiritual. Y no os acomodéis al mundo presente, antes bien
transformaos mediante la renovación de vuestra mente, de forma que podáis distinguir cuál es la voluntad de Dios: lo
bueno, lo agradable, lo perfecto”...

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Cuestionario #3.8: “Dejarse Guiar por el Espíritu Santo”

Nombre: _________________________________________________________

Contesta cada una de las preguntas que a continuación se te hacen y marca la respuesta correcta. Localiza en tu Biblia
las citas que se te dan y subraya cada una de ellas, de preferencia con el color del tema. Apunta en tu libreta las citas
que consideras importantes y que más adelante quieras aprender. Ora antes de empezar.

1.- ¿En qué has notado el poder del Espíritu Santo en tu vida? _____________________________________________
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2.- ¿En qué notas que te has dejado guiar por el Espíritu Santo y en qué por ti mismo? __________________________
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3.- ¿Vives por la fe? ______________________________________________________________________________


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4.- ¿En qué cosa te dejas dominar por la carne? _________________________________________________________


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5.- Eres templo del Espíritu Santo. ¿Vives de acuerdo con esto? ¿Lo recuerdas frecuentemente? __________________
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6.- ¿Has doblegado tu voluntad a la Voluntad Divina? ___________________________________________________


¿En qué ? ___________________________________________________________________________________

7.- ¿Renuevas frecuentemente tu entrega al Señor? ______________________________________________________


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8.- ¿En qué te ha impulsado el Espíritu Santo a trabajar por tus hermanos? ___________________________________
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9.- ¿Sientes el llamado de Dios a comprometerte a su servicio por medio de esta Comunidad? ____________________
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10.- ¿ Estás dispuesto a trabajar en lo que, de acuerdo contigo, el Espíritu Santo le inspire a la Comunidad para ti? ___
____________________________________________________________________________________________

11.- ¿Cuánto tiempo podrías dedicar a este trabajo:


a) ¿Cada día? _______________________________________________________________________________
b) ¿Cada semana? ____________________________________________________________________________
c) ¿Eventualmente? __________________________________________________________________________

12.- ¿A que hora te permiten tus circunstancias trabajar para el Señor? ______________________________________
____________________________________________________________________________________________

Este Cuestionario no es para ser leído por nadie; está hecho para que cada persona haga una revisión de su
vida, a solas con Dios.

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