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“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.”
(Romanos5:1)
“por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la
esperanza de la gloria de Dios.” (Romanos 5:2)
“…Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.” (Romanos
7:25) “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús...” (Romanos 8:1)
Jesús les dijo a sus apóstoles que enviaría al Consolador y que podrían depender y confiar en él. Sin embargo,
nuestra relación con él se verá afectada, si sólo nos vemos como pecadores. Ahora, si reconocer nuestra debilidad nos lleva
a depender del Espíritu Santo, entonces, nuestra debilidad se convertirá en nuestra mayor fortaleza, el camino a una vida
en el Espíritu.
“Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no
lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones
sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.” (Romanos 8:26-27)
Solamente a través de una vida en el Espíritu Santo, obtendremos lo necesario para continuar hacia adelante
y poder cumplir con el llamado de Dios como hijos (Hechos 1:8). Recuerde que Dios no depende de usted, por cuanto el
llamado es a aprender a depender de él.
CONCLUSIÓN
Nuestra vida cristiana fue iniciada por Dios, debido a la condición pecaminosa en la cual nos encontrábamos.
El Espíritu Santo (Dios) fue quien obró en nuestra vida para poder recibir la gracia y mediante la fe en Cristo, recibir la
salvación a la cual Dios nos habría de llamar conforme a su predestinación. Por consiguiente, el Espíritu Santo no sólo es el
iniciador de la obra salvífica, sino que él mismo es nuestra garantía (las arras) de nuestra total y completa redención. Él ha
venido a hacer morada en nosotros para poder tener una relación personal con él.
Ningún creyente podrá seguir hacia delante ignorando la importancia de la obra del Espíritu Santo en su vida.
Según en el Antiguo Pacto, los israelitas dedicaban toda su vida a buscar vivir por la ley, ahora, en el Nuevo Pacto somos
llamados por Dios a vivir en lo que Pablo llama en la carta a los Romanos, la ley del Espíritu de vida, que no es otra cosa que
aprender a vivir en el espíritu, mediante una relación con el Espíritu Santo de Dios.
(GALATAS 5:22-25) ESTE VERSICULO NOS ENSEÑA LO QUE SIGNIFICA TENER UNA VIDA DONDE EL ESPIRITU
SANTO A TOMADO EL CONTROL Y PRODUCE FRUTO.
IV) VIVIR EN EL ESPIRITU ES UNA VIDA QUE NO CAUSA DAÑO (ROMANOS 2:4)
Dios es benigno para cada uno de nosotros, pues no nos da lo que nuestro estilo de vida merece, sino que es
benigno, bondadoso y misericordioso, para que podamos arrepentirnos, en su benignidad cada día nos da una nueva
oportunidad para que decidamos cambiar, para que decidamos volver a el
Una vida buena y benigna es una vida sin indiferencia, siente el dolor ajeno y actúa en base a eso.
Pensamos que nuestras acciones no están causando daño en nuestra familia o en nuestros hijos??
Pensamos que con nuestro adulterio no estamos dañando, hiriendo, y lastimando a las personas que
amamos.
Por más que escuchemos alabanzas en la radio, oigamos sermones en la radio, y querramos aparentar que
somos espirituales si seguimos dañando a nuestra familia con nuestras decisiones en realidad no estamos siendo
gobernados por el Espíritu.
V) VIVIR EN EL ESPÍRITU ES VIVIR UNA VIDA DE FE (ROMANOS 1:17)
Un cristiano que vive en el Espíritu es un cristiano que enfrenta la vida con fe, sabiendo que Dios está a su
lado, creyendo que no está solo, confiando en sus promesas y seguro en quien ha confiado.
Un cristiano que vive en el Espíritu no puede ser un cristiano deprimido por el futuro, afligido, angustiado,
cuando somos guiados por el Espíritu santo estamos seguros que Dios cuida de nosotros.
Vivir en el Espíritu es enfrentar cada problema por medio de la fe en cristo, lo primero que hará será orar,
buscar la dirección de dios en su vida, leer la palabra de dios, y esperar las maravillas de Dios.
Un cristiano espiritual no hace locuras cuando vienen las pruebas, un cristiano espiritual somete todo
problema y toda necesidad al dominio de Cristo.
Un cristiano espiritual tiene metas, sueños y anhelos en su vida, lucha por superarse y tener una mejor vida,
pero poniendo toda su fe en el poder de Dios y no en sus capacidades, no en su sabiduría sino en la de Dios.
VI) VIVIR EN EL ESPIRITU ES VIVIR UNA VIDA CON MANSEDUMBRE (MATEO 11:29)
Cuando soy manso me parezco cada día más a Jesús, a su carácter a su estilo de vida.
no puedo ser guiado por el Espíritu santo y ser soberbio, altanero y prepotente, no se puede ser espiritual si
no puedo llevarme bien con los demás, si nadie quiere estar con nosotros por nuestra falta de humildad.
Quiere saber qué tan espiritual es usted: revise su humildad y su mansedumbre, ¿cuántas veces ha leído
usted que Jesús se jacte de ser el hijo de dios, de ser todo poderoso?? Pero cuanto los cristianos nos jactamos por lo que
tenemos, por cuanto oramos, por cuantos capítulos leemos de la biblia.
No puedo ser espiritual, si nadie me soporta mi carácter, no puedo ser espiritual si no puedo llevarme bien
con nadie, no puedo ser espiritual si no acepto que nadie me de consejos.
Ser manso y humilde es sinónimo de espiritualidad pues solo el Espíritu santo puede transformar nuestro
interior.
VII) VIVIR EN EL ESPIRITU ES VIVIR UNA VIDA CON DOMINIO PROPIO (2 TIM 1:7)
No puedo ser gobernado por el Espiritu santo y ser a la vez gobernado por mis pasiones, ¿quién gobierna
nuestra vida??
Muchos queremos goberanles la vida a los demás pero no podemos ni siquiera gobernar nuestra propia vida.
Dominio propio de nuestra lengua, no puedo ser gobernado por el Espiritu santo y no tener dominio de las
palabras que salen de mi boca
Dominio propio de nuestros ojos, no puedo ser gobernado por el Espiritu santo si soy esclavo de mis ojos,
codiciando todo lo que no tengo.
Dominio propio de nuestro carácter, a pesar de las circunstancias, podemos mantener nuestro
temperamento sometido al Espiritu santo.
Después de todo lo que hemos aprendido de las características de una vida guiada por el Espiritu santo,
quiero preguntarle: es usted espiritual?? Vive su vida gobernado por el Espiritu santo?? o necesitamos comenzar hoy
mismo a darle más espacio en nuestra vida al señor en nuestra vida
EL CAMINO A LA VICTORIA
Aunque siempre se librará un conflicto interior entre la carne y el Espíritu en
el corazón de cada creyente, la vida cristiana no necesita estar dominada por el
fracaso y el pecado.
Según Gálatas 5:16 al 26, ¿cuál es la clave para vivir una vida en la que el Espíritu reine sobre la
carne?
Gálatas 5:16 al 26 contiene cinco verbos clave que describen el tipo de vida en el que reina el
Espíritu. Primero, el creyente debe “andar” en el Espíritu (vers. 16). Significa “andar alrededor o
seguir”. Es una experiencia diaria continua. Además, dado que también es un mandato (“Andad
en el Espíritu”), implica que andar en el Espíritu es una decisión que debemos tomar a diario.
El segundo verbo es “ser guiados” (vers. 18). Esto sugiere que también debemos
permitir que el Espíritu nos guíe a donde deberíamos ir (comparar con Rom. 8:14; 1 Cor. 12:2).
No nos toca a nosotros guiar, sino seguir.
Los dos verbos siguientes aparecen en Gálatas 5:25. El primero es “vivir” Pablo está
haciendo referencia a la experiencia del nuevo nacimiento que debe marcar la vida de todo
creyente. El uso que hace Pablo del tiempo presente indica que la experiencia del nuevo
nacimiento debe renovarse a diario. Debido a que vivimos por el Espíritu, Pablo sigue diciendo
que también debemos “andar” por el Espíritu. La palabra traducida como “andemos” es. Es un
término militar que literalmente significa “formar una línea”, “mantener el paso” o “ser
conformista”. La idea aquí es que el Espíritu no solamente nos da vida, sino también dirige
nuestra vida a diario. El verbo que usa Pablo en el versículo 24 es “crucificar”. Es un poco
sorprendente. Si hemos de seguir al Espíritu, debemos tomar una firma decisión de darles
muerte a los deseos de la carne. Crucificamos la carne
Se nos ha dado la libertad de caminar en la vida del Espíritu. Vamos a ejercer esa
libertad.