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LA COMUNICACIÓN PERSUASIVA

La comunicación es el medio que nos mantiene conectados a todos los seres humanos entre sí.
Necesitamos de ella para poder encarar el mundo en el cual vivimos. La comunicación es universal
y sus requisitos no varían, independientemente del lugar en donde estemos. El tipo de
comunicación que establezcamos puede ser variado: existe la comunicación global, la escrita, la
oral, la visual, entre otras.

Pero más allá del tipo de comunicación que establezcamos, todas poseen el mismo fin, transmitir
un mensaje, idea, o pensamiento, básicamente en cualquier tipo de comunicación existe un
transmisor que envía un mensaje a un receptor, esto lo hace a través de un medio o canal de
comunicación. El receptor no sólo tendrá el trabajo de recibirlo, sino también de decodificarlo y
posteriormente entenderlo; una vez hecho esto, el podrá o no enviar una respuesta a quien le
transmitió el mensaje original, de esta forma se dará por aludido sabiendo que su destinatario la
ha entendido.

Sin embargo la comunicación persuasiva es toda aquella comunicación orientada a conseguir que
los demás apoyen nuestras decisiones y opiniones. Cuando un político está hablando de las
buenas cualidades de su partido está fomentando la votación hacia este y está empleando
comunicación persuasiva.

Esta comunicación se basa en resaltar la lógica y positivismo de nuestros argumentos y causa para
recibir apoyo, pero no todo se reduce a algo tan fácil como explicar lo bueno y obviar lo malo ya
que hay una serie de recursos que hacen mucho más efectiva la comunicación persuasiva. A
continuación vamos a explicarte algunas técnicas sobre comunicación persuasiva que te volverán
mucho más efectivo a la hora de persuadir.

En esta definición se destaca la importancia de que el persuasor debe tener la intención


consciente de convencer o cambiar algún aspecto sociológico o conducta de su oyente, entonces
podríamos decir que la persuasión en sí se aplicaría solo en aquellas situaciones en las que una
parte intenta conscientemente influir en la otra.
Existen ocasiones en que una parte no trata de influir en la otra, pero el receptor igualmente es
influido por lo que diga o haga la fuente emisora. Este hecho, a pesar de parecer persuasión, no se
puede considerar como tal, pues en la definición anteriormente dada deja claro que la persuasión
no es tal sin el factor de la intención; de modo que cuando un receptor o grupo de personas
simplemente se adapta a las actitudes y/o conductas de la fuente, la cual no tenía intención de
transmitir sus conductas ni influir en las de sus oyentes no se puede incluir bajo el rubro general
de persuasión.

A partir de las ideas aquí expuestas podemos considerar a la comunicación persuasiva como una
posición exclusivamente limitada a la fuente. Hay dos situaciones, las cuales se expondrán a
continuación, relevantes dentro de la persuasión: una de ellas es aquella en la cual tanto el emisor
como el receptor están conscientes de estar involucrados en una tentativa de persuasión; y la
situación en que de una u otra forma la intención de influenciar es tácita.

En el primer caso, en algunas situaciones los que hablan pueden aumentar su credibilidad
admitiendo que desean influir en sus oyentes, pues de esta forma se ven como personas honestas
e íntegras.

En el segundo caso se recurre al llamado "encubrimiento", es decir, ocultar la intención de influir.


El encubrimiento puede considerarse como una estrategia inteligente que pueden usar los
comunicadores persuasivos, esto por el hecho de que sí acaso el emisor trata de influir
abiertamente sobre otra ésta adopta una actitud defensiva, y lo más sensato sería que la fuente
ocultara su intención de influir.

El proceso de persuasión es muy complejo, además de ser una cuestión dependiente de la fuente,
la comunicación persuasiva reconoce diferentes situaciones que apuntan a su vez a diferentes
procesos psicológicos encerrados en objetivos y reconoce que múltiples resultados definen el éxito
o fracaso de cualquier intento persuasivo.

Son muchas las situaciones cotidianas en las que la comunicación persuasiva se convierte en un
elemento fundamental: en el trabajo, al dirigirnos a nuestros compañeros, con clientes, con los
jefes, con colaboradores para aunar esfuerzos, para conseguir alguna información, para que los
proveedores tengan los pedidos a tiempo. A veces gritamos, nos enfadamos, lloramos, pero por
más que insistimos no conseguimos el resultado esperado.
Posiblemente para cada situación haya una forma específica de actuar, pero siempre se pueden
encontrar patrones comunes en todas ellas. La persuasión depende tanto de los argumentos
racionales como de los emocionales, y son este tipo de argumentos los que conforman las dos
formas posibles de actuar:

1.- La persuasión directa: se apoya en argumentos racionales, centrales y directamente


relacionados con el tema. Hay que tener en cuenta que el impacto persuasivo suscitado en
los oyentes depende de los pensamientos generados por la información que se les ha dado.

La persuasión directa requiere del sujeto que escucha mucho esfuerzo, motivación y capacidad
para examinar seriamente los argumentos que se le presentan. En general, el número de
argumentos es más importante cuando la implicación del sujeto en el tema es baja, sin embargo la
calidad de los argumentos tiene mayor impacto cuando la implicación es alta.

2.- Persuasión indirecta: este tipo, como su propio nombre indica, se basa más en señales
indirectas que en el propio contenido. Sería el caso de conseguir que una persona tomara una
decisión, basándose en aspectos emocionales que nosotros podamos haberle trasmitido (por
ejemplo poniendo el énfasis en los beneficios que tiene el tomar determinada opción de compra).

Si optamos por este tipo de argumentos obtendremos mejores resultados si nuestro interlocutor
esta poco implicado emocionalmente en el tema: Será más fácil que se distraiga o se deje llevar
por aspectos menos relevantes del mensaje que recibe. De todas formas si usamos  preguntas
retóricas podemos aumentar la profundidad de análisis de los argumentos y consiguientemente
implicamos más al oyente, haciendo posible el uso de la persuasión directa.

Está claro que todo esto debe acompañarse de un lenguaje entusiasta y expresivo para conseguir
una mayor efectividad, así como de un buen contacto visual, que pueda ser percibido como
agradable y que permita captar las señales de atención, interés o emoción del oyente.

A partir del presente ensayo se puede decir que la persuasión es un arma poderosa por la razón
de que con ella se intenta ejercer un determinado efecto sobre la actitud o comportamiento de
una persona, La comunicación persuasiva es cualquier tipo de comunicación realizado con el
objeto de convencer a alguien de algo, La persuasión tiene varios campos, uno de ellos es la
publicidad en un sentido amplio y no solo comercial o como instrumento de marketing, pues
recurre a sentimientos o actitudes propias de las personas, también recurre al carácter o forma de
pensar de una persona con el fin de convencerla de algo.

La persuasión es un método comunicativo que depende de la fuente que emite el mensaje, pero
también puede ser controlado por el receptor, pues, es solo cuestión de “entrenar” al receptor
para que sea resistente al ataque persuasivo, se basa principalmente en el concepto de intención y
de obediencia de parte del receptor hacia la fuente.

La comunicación persuasiva es un arma poderosa por el hecho de que sus utilidades son muy
amplias y variadas, sin contar que es un método muy eficaz de obtener beneficios. Sus utilidades
son tanto personales como comerciales, aunque su máxima función se encuentra en propagandas
comerciales, electorales, lenguaje publicitario, e incluso en sectas su uso es muy frecuente y
mayoritariamente eficaz.

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