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Para esta terapia se utilizan radionúclidos emisores β-, con poder ionizante
onizante suficiente para
actuar contra la lesión, aunque con pobre penetración, lo que limita su radio de acción a
varios milímetros.
metros. En algunos casos concretos, los radionú
radionúclidos
clidos empleados
empleado poseen emisión
α.
Sistémica: el radiofármaco
rmaco se administra vía oral o endovenosa, se distribuye por el
organismo, pero queda fijado en nuestras dianas predeterminadas. Entre ellos
encontramos el tratamiento del dolor metastásico óseo o la ablación de restos tiroideos
en el cáncer de tiroides.
Por contigüidad:: el radiofármaco actúa por proximidad a las células diana como, por
ejemplo, en el tratamiento de tumores hepáticos con microesferas radiactivas.
Radioinmunoterapia.
1.2. REQUISITOS
UISITOS PARA EL TRATAMIENTO
Toda terapia metabólica debe estar consensuada con el médico clínico responsable del
paciente, así como con el médico nuclear que se encargará de adecuar la dosis al paciente,
reduciendo en la medida de lo posible los efectos aadversos.
El tratamiento del dolor metastásico óseo es paliativo y se puede realizar de forma local
(mediante cirugía, bloqueo neural o radioterapia externa) o de forma sistémica (mediante
analgésicos, hormonoterapia, quimioterapia, corticoides, bifosfonatos). No existe un único
método para aliviar el dolor metastásico óseo durante un amplio periodo de tiempo, por lo
que suele emplearse una modalidad de terapia local combinada con u una
na modalidad de
terapia sistémica.
El tratamiento con radiofármacos combina la ventaja de ejercer una acción sistémica por la
capacidad de esos fármacos de unirse a las estructuras óseas, con la acción local, al quedar
concentrado en el foco metastásico.
2.1.4. Renio-186
186 y estaño
estaño-117m
El renio-186 (186Re) es un emisor β- y
γ que se une a un difosfonato (HEDP)
para ser empleado en el tratamiento
de dolor metastásico óseo ocasionado
por metástasis de cáncer de mama y
cáncer de próstata.
2.2. CONSIDERACIONES
El tratamiento estará indicado cuando exista una evidencia confirmada de metástasis
óseas, cuando fallen otras alternativas terapéuticas para el dolor metastásico óseo, con una
esperanza de vida mayor de 4 meses, con dolor óseo no secundario a compresión nerviosa
y con cifras de plaquetas
tas ma
mayores de 100.000/µl y de leucocitos mayores de 3.500/µl.
3.500/µ
Las complicaciones son escasas, siendo las más frecuentes náuseas, vómitos,
hipercalcemia, mielosupresión y algunas veces exacerbación transitoria del dolor.
3. RADIOSINOVIORTESIS
Es una modalidad terapéutica local para la inflamación articular crónica, que trata de
modificar el proceso proliferativo sinovial mediante la aplicación intrarticular de
radiofármacos. Constituye una alternativa a la sinovectomía quirúrgica y evita el
ascenso en la escala farmacológica de antirreumáticos. Los radiofármacos emplead
empleados son
partículas coloidales unidas
nidas a radionúclidos emisores β-,, por lo que tienen poca
penetración,, afectando a la sinovial, pero respetando los tejidos circundantes. Además, no
son absorbidos ni secretados.
Los radionúclidos
úclidos empleados son emisores β y elegiremos su energía en función del
grosor de la sinovial y del tamaño de la articulación.
3.2. CONSIDERACIONES
Es necesario mantenerlas condiciones de asepsia durante la administración. En aquellas
articulaciones de menor tamaño, es interesante el uso de una ecografía para guiar la
punción.
La punción de la rodilla se
hace con la extremidad
extendida, la del codo con
la articulación flexionada
90° y la del tobillo con el
pie en flexión plantar.
Para su control existen varias opciones terapéuticas que incluyen tratamiento médico con
fármacos antitiroideos (carbimazol, propiltiouracilo), tratamiento quirúrgico
(tiroidectomía subtotal) y tratamiento con radioyodo. Tanto la cirugía como el radioyodo
son tratamientos definitivos del hipertiroidismo, pues destruyen de forma parcial el tejido
tiroideo. Antes de la administración del radioyodo es esencial confirmar el diagnóstico
clínico y bioquímico, así como determinar su naturaleza, pues el tratamiento del
hipertiroidismo difuso tiene pautas distintas del hipertiroidismo nodular, de ahí que resulte
imprescindiblele la realización de una gammagrafía tiroidea en la planificación del
tratamiento.
4.2. CONSIDERACIONES
Las complicaciones no suelen ser frecuentes, si bien el hipotiroidismo de aparición
tardía es la más frecuente. En algunos casos, de forma precoz se puede presentar la
denominada tormenta tiroidea
tiroidea,, una crisis tirotóxica por la liberación masiva de hormonas
tiroideas a la sangre. También puede aparecer de forma precoz la tiroiditis
postirradiación,, en forma de molestias en la cara anterior del cuello. Este tipo de terapia
está contraindicada en pacientes embarazadas y lactantes, así como en pacientes muy
jóvenes, aunque esta es una contraindicac
contraindicación relativa.
5.1. RADIOFÁRMACO
Para la terapia metabólica
tabólica del CDT se utiliza 131I, emisor β- y γ ya conocido, nos permitirá
realizar una imagen corporal total tras la administración del tratamiento (entre 3 y 5 días
después), para poner de manifiesto la existencia de posibles metástasis no detectadas
previamente. La administración del tratamiento es por vía oral, en cápsula.
Normalmente las dosis empleadas para la ablación de restos tiroideos oscilan entre 2.775 y
3.700 MBq (75 y 100 mCi). Se puede administrar una dosis alta, mientras el paciente
permanece
manece ingresado en las habita
habitaciones especialmente diseñadas para ello, o se pueden
administrar dosis bajas repetidas sin tener que permanecer ingresado el paciente, si bien
las dosis bajas repetidas pueden no ser completamente efectivas.
Además de acabar con los posibles restos de tejido tiroideo y de poner de manifiesto la
existencia de metástasis no sospechadas, la terapia con 131I permite mantener
ma los niveles
de tiroglobulina indetectables
indetectables,, resultando un método muy sensible en la detección de
recaída de la enfermedad.
5.2. CONSIDERACIONES
La terapia metabólica del CDT está contraindicada de forma absoluta en el embarazo y de
forma relativa en la lactancia, debiendo ser esta interrumpida unas semanas antes de la
administración y no pudiéndose
udiéndose reanudar posteriormente.
En líneas generales, esta terapia es bien tolerada, aunque pueden aparecer algunos efectos
secundarios,, los más frecuentes relacionados con los órganos de biodistribución del yodo
(tiroiditis postirradiación, sialoadenitis, gastritis, náuseas, vómitos, etc.).