Está en la página 1de 4

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION UNIVERSITARIA


UNIVERSIDAD POLITÉCNICA TERRITORIAL DEL ESTADO ARAGUA
“FEDERICO BRITO FIGUEROA”
LA VICTORIA- ESTADO ARAGUA
EXTENSION MARACAY

UNIDAD CURRICULAR: FORMACIÓN SOCIOCRÍTICA


TRAYECTO II PNF CP

ENSAYO

“LA MIGRACIÓN EN VENEZUELA Y EL MUNDO”

Estudiante:
Varela, Merlyn
C.I: V-14.786.909

Profesora Felyolis Colmenares

Maracay, 20 de junio de 2023


“LA MIGRACIÓN EN VENEZUELA Y EL MUNDO”

Existen fenómenos sociales que ocurren en las poblaciones humanas y que


originan su desplazamiento geográfico, lo cual constituye un hecho natural propio de la
especie en búsqueda de mejores condiciones de vida. En este sentido, surge la
migración humana, la cual es entendida como un proceso de supervivencia que
consiste en la movilización de personas a través de una frontera internacional o dentro
de un país, en forma forzada o voluntaria, es decir, fuera de su lugar habitual de
residencia.

Al respecto, las causas que impulsan la salida del lugar de origen o la llegada al
lugar de destino son diversas, ya que varían entre situaciones políticas, sociales,
económicas o culturales. Algunas personas se desplazan en busca de trabajo o de
nuevas oportunidades económicas, para reunirse con sus familiares o para estudiar.
Otros se van para escapar de conflictos, persecuciones, del terrorismo o de violaciones
o abusos de los derechos humanos. Incluso, otros lo hacen debido a los efectos
adversos del cambio climático, desastres naturales u otros factores ambientales.

Por su parte, las consecuencias también son de índole político, social,


económico y cultural. Estas van desde aspectos positivos tales como el aporte al valor
agregado a las actividades del país o región mediante la mano de obra o conocimientos
por parte del sujeto inmigrante, así como la transculturización que ha enriquecido la
gastronomía y costumbres. En contraposición, también se destacan efectos negativos
por cuanto los inmigrantes compiten en la búsqueda de la igualdad de oportunidades
en el lugar destino, muchas veces saturando las capacidades disponibles del lugar,
algunas veces sobre poblándolo, conllevando a fenómenos sociales desfavorables
como la delincuencia; desempleo; la indigencia; prostitución; trata de blancas; así como
la xenofobia, entre otros, muchas veces generados por la situación jurídica irregular del
inmigrante en el país destino.
Si bien es cierto, desde la antigüedad el ser humano ha estado en constante
tránsito, en el contexto mundial resulta interesante analizar el comportamiento de las
migraciones. En efecto, según la Organización Internacional para las Migraciones
(OIM) perteneciente a la Organización para las Naciones Unidas (ONU), en la
actualidad el número de personas que vive en un país distinto a su país natal es mayor
que nunca. En efecto, en este sitio web se destaca un informe emitido en el año 2020
que reporta el notable incremento de las migraciones en el mundo durante el año 2019,
donde se estimaba que el número de migrantes internacionales era de casi 272
millones en todo el mundo, 51 millones más que en el año 2010, de los cuales un 48%
eran mujeres y casi dos tercios eran migrantes laborales.

En alcance a lo anterior, dicho reporte establece que más del 40% de todos los
migrantes internacionales del mundo en 2020 (115 millones) habían nacido en Asia, en
su mayoría en la India (el principal país de origen), China, Bangladesh, Pakistán,
Filipinas y Afganistán. México ocupaba el segundo lugar entre los países de origen, y la
Federación de Rusia, el tercero. Ante lo cual, conviene resaltar como dato curioso, que
el 18 de diciembre de cada año se celebra el Día Internacional del Migrante.

Ahora bien, en el contexto de Venezuela, las principales migraciones presentan


registros desde el año 1983 luego del colapso de los precios del petróleo, viéndose
incrementadas en el año 2002 con el paro petrolero. Sin embargo, es un hecho público
y notorio que la crisis de refugiados venezolana, emigración venezolana, éxodo
venezolano, o diáspora venezolana es un fenómeno social de gran impacto a nivel
nacional e internacional cuya aceleración más brusca se presentó entre los años 2016-
2019, incluso hasta la fecha, al calor de una economía devastada por el bloqueo
económico con la consecuente escasez de alimentos y empleo, aunado a las medidas
poco asertivas aplicadas.

Aunque la población emigrante venezolana ha logrado mejores condiciones de


vida, también ha desafiado numerosas dificultades (xenofobia, mafias, homicidios,
arbitrariedades de índole laboral, entre otras) debido a la contingencia que este suceso
ha generado por el flujo descontrolado de personas por vía terrestre desde Venezuela
hacia países con otros múltiples problemas políticos, económicos y sociales de
América Latina, por considerarse el destino más inmediato y disponible, lo cual desató
crisis en esos países.

En paralelo a lo anteriormente expuesto, también desencadenó una crisis de


suficiencia en la demanda interna nacional de Venezuela en cuanto a profesionales en
el sector educación, salud, entre otros y un sinfín de organizaciones importantes que
cerraron sus puertas en búsqueda de ambientes con menos clima de incertidumbre,
transgrediéndose principios contemplados en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela. Actualmente, reportes del año 2022 señalan que hay más
de 7,1 millones de personas refugiadas y migrantes de Venezuela en todo el mundo, lo
cual traerá en el mediano y largo plazo nuevos efectos de índole social, económico y
cultural.

En otras palabras, las migraciones han obligado a las naciones a reforzar sus
políticas migratorias por cuanto ese desplazamiento humano representa un hecho de
gran impacto en el desarrollo de las actividades económicas, políticas y sociales de un
país o región. No obstante, es menester el compromiso de las naciones en compartir
responsabilidades gubernamentales en favor de la protección de los derechos
fundamentales del individuo, tanto a la vida, como al trabajo mediante oportunidades de
inserción en los sectores de la vida económica de una nación, o bien, la regularización
del estado legal de cada migrante.

Finalmente, el conjunto de vicisitudes por las que ha atravesado la población


migrante en general, y la rigidez inexorable de las medidas internas de cada país o
región receptora por proteger sus propios intereses, exhorta en lo posible, a reforzar la
preparación previa individual y planificada en cualquier ámbito de desarrollo del
conocimiento, con el objetivo de poder afrontar retos laborales y facilitar la búsqueda de
mejores oportunidades o calidad de vida al momento de tomar decisiones tan
importantes.

También podría gustarte