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El pensamiento crítico es una habilidad fundamental que nos permite analizar y cuestionar el

mundo que nos rodea. A través de la filosofía, podemos rescatar las partes más importantes para
desarrollar esta capacidad de reflexión profunda. El profesor Jordi Nomen, experto en Ciencias
Sociales y Filosofía, nos invita a explorar cómo los filósofos a lo largo de la historia han abordado
los problemas y las preguntas que enfrentamos en la actualidad.

Uno de los puntos clave que Nomen destaca es la importancia de superar la individualidad y
buscar el bien común. Rousseau nos enseña que debemos trascender nuestro egoísmo para
construir una sociedad en la que todos nos beneficiemos. En este sentido, la educación
desempeña un papel fundamental al ayudarnos a pasar del "yo" al "nosotros".

La filosofía, según Nomen, es un saber que nos impulsa a ser críticos, creativos y cuidadosos en
nuestras acciones. Nos permite ver más allá de nuestros prejuicios y nos ayuda a desarrollar un
carácter que comprende las diferentes percepciones de los demás. Además, la filosofía tiene el
poder de generar cambios en nosotros y en la sociedad en general.

Nomen sugiere que los niños pueden iniciarse en la filosofía desde temprana edad para desarrollar
la habilidad de cuestionar y ser conscientes de su entorno. El diálogo socrático, en el que se les
plantean preguntas, es una forma efectiva de introducir a los niños en el mundo de la filosofía. A
través de las preguntas, se promueve la reflexión y se estimula el pensamiento crítico.

El enfoque de la filosofía para niños surgió en la década de 1960 cuando un profesor universitario
se dio cuenta de la falta de habilidades filosóficas y de diálogo en sus estudiantes. Desde entonces,
este enfoque se ha extendido a más de cuarenta países en todo el mundo, mostrando su
efectividad en el desarrollo de habilidades de pensamiento crítico desde una edad temprana.

Nomen resalta la importancia de la empatía junto con la inteligencia y la creatividad. Señala que
una persona puede ser inteligente y creativa, pero si carece de empatía, puede volverse cruel y
peligrosa. Citando a Montaigne, afirma que nuestros amigos son nuestros reflejos y que al
establecer amistad con alguien, también asumimos responsabilidad hacia ellos.

Renunciar a las humanidades, según Nomen, es renunciar a nuestra humanidad. Debemos valorar
y complementar el conocimiento científico y tecnológico con las humanidades, como la filosofía, la
literatura, la música y el arte. Nuestro mundo necesita trabajos interdisciplinarios en los que todas
las disciplinas, incluida la filosofía, trabajen juntas.

La filosofía nos desafía a cambiar de opinión al presentarnos preguntas que nos obligan a
reconsiderar nuestras creencias. Nos permite reevaluar y reelaborar lo que pensamos. Además,
Nomen destaca que la filosofía nos enseña a ser buenos padres, ya que requiere amor y cuidado.

En el ámbito educativo, Nomen aboga por un enfoque en el que el maestro no esté por encima del
alumnado, sino que los alumnos aprendan a pensar por sí mismos. Es fundamental fomentar un
ambiente en el que los estudiantes puedan expresar libremente sus opiniones y en el que se
busque profundizar en la complejidad de los temas que se analizan.

El diálogo y la libertad son elementos centrales en la filosofía. Habermas sostiene que un ambiente
de libertad y diálogo puede contribuir a mejorar la sociedad. Sin embargo, es importante tener en
cuenta que no todos los argumentos son válidos y que es necesario distinguir entre hechos y
opiniones.

La inteligencia es algo plástico, es decir, se puede educar y desarrollar. Todos llevamos un filósofo
dentro de nosotros, y si practicamos el pensamiento filosófico, podemos mejorar en esta
habilidad, al igual que con cualquier otra. Los niños son especialmente receptivos a través de
cuentos, dibujos y juegos, que pueden servir como herramientas para promover la reflexión
filosófica.

Es esencial comprender que cada persona puede tener una perspectiva distinta y que la pluralidad
de opiniones enriquece el proceso de aprendizaje. La filosofía nos invita a iniciar un proceso de
negociación, en el cual se busque encontrar puntos de encuentro y construir conocimiento de
manera conjunta.

En última instancia, solo tenemos una vida y debemos procurar disfrutarla al máximo. Esto implica
buscar la verdad sin caer en el negativismo. La filosofía nos brinda las herramientas para indagar
en la realidad, cuestionar lo establecido y buscar respuestas fundamentadas, enriqueciendo así
nuestra experiencia y nuestra comprensión del mundo.

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