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DIOS UNO Y TRINO

HERMIS TICONA HUCASI

Introducción:

El presente trabajo, si bien es cierto es con ocasión al curso intensivo pero


ello, no deja de lado la iniciativa del estudiante, que brota después de una
lectura rápida al texto de san Atanasio. Me impresionó tanto, que me
impulsa a hacer dicho trabajo el hecho de que, cómo un hombre a pesar de
ser desterrado mas de cinco veces de su sede “defiende la doctrina de la fe”
sobre todo contra los arrianos de su época. Por tal valentía que tiene para
defender la fe hemos de conocerlo como “defensor de la ortodoxia”.

Para ello trataremos de mostrar primero brevemente la vida de san


Atanasio, luego las herejías con las que ha combatido sobre todo el
arrianismo y al final comentaremos una de sus primeras obras llamada “la
Encarnación del Verbo”.

La finalidad de este trabajo, es ayudar a todas las personas que se


encuentren con este texto, sea creyente o no creyente. Que aquel de quién
se han olvidado o piensan que solo son fantasías, no los ha abandonado, de
lo contrario se ha manifestado y se quiere manifestar a través de cristo
verdadero Dios y verdadero hombre (Jn 1,1.14), para que el hombre viva en
perfecta comunión con la Trinidad.

I. Vida de San Atanasio

Nació aproximadamente en Alejandría, por el año 300 llamado “el grande”.


Es la “gran figura de la iglesia” en el siglo IV por su defensa de la fe en
Nicea, en la divinidad del Verbo encarnado se le ha llamado el padre de la
ortodoxia y la “columna de la iglesia” 1. Allí recibió su formación literaria
como filosófica, por otro lado parce ser que tuvo contactos con los monjes
de la “tebaida” (Egipto) y con el gran monje Antonio, del que se mostró
profundamente admirado, admirador y amigo.

“En el 319, a los 24 años, fue ordenado diácono por su obispo Alejandro a
cuyo servicio se entregó. Le acompañó como secretario en el concilio de
Nicea en el año 325”2.
1
S. ATANACIO, La encarnación del Verbo, Ciudad Nueva, 1989, 5.
2
Ib, 6.
“El 8 de Junio del 328, Atanasio sucedió a su anciano obispo Alejandro,
siendo designado por la vox populi cuando apenas tenía 33 años y fue
obispo durante 45 años, e inmediatamente rechazó con decisión cualquier
pacto con respecto a las teorías arrianas condenadas por el concilio de
Nicea”.3

Más de cinco ocasiones durante 30 años entre 336-366, se vio obligado a


abandonar su ciudad pasando 17 años en el destierro y sufriendo por la fe.

- Primer destierro fue a Tréveris, que duró desde 11 de julio del 335 al
22 de noviembre de 337.
- Segundo destierro fue arrojado con violencia de su propio palacio y,
así inicia por segunda vez el camino de destierro dirigiéndose a
Roma el 16 de Abril del 339. Allí estuvo hasta el 21 de Octubre del
año 346.
- En el tercer destierro el 9 de Febrero del año 356, Atanasio tuvo que
huir de Alejandría burlando la vigilancia de las tropas que iban a
ejercer violencia contra el. Huyo al desierto en donde permaneció 6
años junto a los monjes que tanto amaba. Fue su tercer destierro, es
allí probablemente que durante este periodo escribiese su célebre
biografía la llamada vita Antonii hacia el año 357.
- Cuando Atanasio regresó a Alejandría el 21 de febrero del 362, pero
de nuevo volvió a salir para el exilio el 24 de octubre de ese mismo
año. Pudo sin embargo, convocar un concilio particular en Alejandría
“el concilio del os confesores” en donde volvió a triunfar la fe de
Nicea y todos lo obispo presentes proclamaron la igualdad del hijo y
del padre.
- El emperador Valente volvió a desterrar a Atanasio el 5 de octubre
del 365 pero lo hizo regresar el 31 de enero del año siguiente. Los
últimos años de su vida hasta su muerte que es el 2 de mayo del 373
a los 78 años fueron pacíficos, y su vida acabo cargada de gloria
cuando ya otra generación había tomado la iniciativa en defensa de la
verdadera fe.

3
S. ATANACIO, La encarnación del Verbo, Ciudad Nueva, 1989, 13.
II. Herejías. Principalmente el arrianismo

Introducción:

Herejía viene del griego “Hairesis”, acción de escoger. Doctrina


contraria a la que enseña la iglesia católica. Objetivamente se dice de
una falsa doctrina y subjetivamente se dice el hecho de obstinarse en
profesarla.

Los cuatro concilios ecuménicos

La definición del dogma católico se llevó a cabo en medio de recias


batallas teológicas frente herejías que produjeron escisiones en la
iglesia, algunas de las cuales todavía perduran.

Instrumento fundamental fueron los concilios ecuménicos y estos fueron


por orden cronológico:

1. Nicea (325): Convocado por el emperador Constantino. Gran


defensor fue el diacono San Atanasio frente a la herejía de Arrio, que
sostenía que el Hijo no es Dios, no es de la misma naturaleza sino
una creatura, la más perfecta. Definió la consubstancialidad del Hijo
con el Padre.
2. Concilio I de Constantinopla (381): Convocado por Teodosio I.
Presidido por San Gregorio Nacianceno, donde también combatió
San Atanasio. Se define el credo niceno-constantinopolitano y la
divinidad del Espíritu Santo, contra la herejía del:
(a) macedonianismo, que sostiene que si el Hijo es criatura, también
el Espíritu Santo es criatura, no es Dios ni Persona sino creatura del
Hijo.
(b) Apolinarismo (Toma de Platón la distinción del alma): El cuerpo
había tomado cuerpo, alma sensitiva pero no la racional, la persona
divina haría en Cristo las veces de esta.
(c) Maniqueísmo:
3. Concilio de Éfeso (431): Proclamó la maternidad divina de María.
4. Concilio de Calcedonia (451): Doctrina de las dos naturalezas en
la única persona de Cristo.
Arrianismo

Arrio procedía, pues, de una escuela de la que no veía en Jesús a Dios sino
de una criatura dotado de fuerzas divinas. Y esto es lo que él enseño de
palabra y por escrito; A Jesús como máximo lo situó lo más cerca posible
de Dios. La segunda persona de la divinidad, el Hijo, no es consubstancial
al Padre y por consiguiente no es Dios por esencia. El Cristo – Logos –
según Arrio, no es nacido del Padre sino la primera criatura que Dios hace
de la nada. Pero íntimamente se ha asimilado tanto la voluntad del Padre
que Dios lo ha adoptado como Hijo.

La consecuencia del arrianismo para la fe cristiana eran gravísimas y


afectaban al dogma de la redención, que había carecido de eficacia, si el
Verbo encarnado Cristo no fuera verdaderamente Dios. La iglesia de
Alejandría advirtió la trascendencia del problema, y tras intentar disuadir a
Arrio de su error, procedió a condenarle en un sínodo de obispo en Egipto
(318). Pero el arrianismo se había convertido en un problema de dimensión
universal que requirió la convocatoria del primer concilio ecuménico del a
historia cristiana.

Concilio de Nicea

Convocado por el emperador Constantino, se reunió en Nicea ciudad de


Bitinia en el año 325. Significo un triunfo rotundo para los defensores de la
ortodoxia, entre los cuales destacaban los obispo Ocio de Córdoba y el
diácono de Alejandría Atanasio. El concilio definió la divinidad del verbo,
empleando un término que expresaba de modo inequívoco su relación con
el Padre: Homoousius, consubstancial. EL símbolo Niceno proclamada que
el Hijo, Jesucristo, Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios
verdadero, engendrado, no creado es consubstancial al Padre.

III. Comentario a la obra: La Encarnación del Verbo

“Para la explicación de estas materia,… es conveniente, pues, que al hacer


la exposición de todo esto, hablamos en primer lugar de la creación del
universo y de su creador, Dios, para que de este modo se pueda observar
adecuadamente que la renovación de la creación fue realizada por el verbo
que la había creado en un principio”4

Presencia Trinitaria en la creación a partir de los primeros versículos del


Génesis

Cuando abrimos las sagradas Escrituras nos encontramos con un ser divino,
un Dios creador, causa primera y principio de todas la cosas, visibles e
invisible; no se comparan con los principios que sostenían los filósofos
griegos, por ejemplo algunos sostenían que el principio de las cosas era el
agua, aire o viento. Sin embargo, las Sagradas Escrituras nos muestran que:
“En el fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las
visibles y las invisibles, tronos, dominación, principados, potestades, todo
fue creado por él y para él.” (Col 1,16).

Es así que el relato (Gn 1,1) nos muestra a un Dios creador que crea todo
por amor, ya que la esencia de Dios es Amor como afirma San Juan en su
primera carta: “… porque Dios es Amor” (1Jn 4,8). He aquí que, aquel que
es amor hace partícipe a la creación y al hombre en el amor, de aquí que
podemos hablar de la unidad de Dios, porque es simple y único.

Esta creación del Gn1,2 muestra que hay un movimiento, es decir, nos
muestra a un Dios que sale de sí mismo para crear todas las cosas, como
también más adelante nos mostrara que él es quien toma la iniciativa para
salir al encuentro del hombre como lo ha hecho en concreto con Abraham
(Gn 12,1ss). Este mismo movimiento apliquemos a la Trinidad, que aquel
que esa lleno de amor (El Padre) sale de si para engendrar al Hijo y el Hijo
corresponde (o se vuelca) con amor a este amor, de allí que, en este
movimiento del padre y del hijo procede el espíritu Santo. Por tanto, el
Espíritu Santo procede del padre y del hijo. No como algunos decían que
procede del Padre por el Hijo.

El texto citado anteriormente: La renovación de la creación fue realizada


por el verbo que había creado en un principio.

Para comentar este texto, nos remontamos al (Gn 1,3) que aparece el
Verbo, la Palabra, Luz que es, el mismo Cristo palabra eterna del padre.
Ahora nos preguntamos, ¿será posible conocer a Dios a través de su obra?
O de otra manera, ¿podremos conocer a Dios a partir de las cosas visibles

4
San Atanasio, La Encarnación del Verbo, Introducción, 39
que están a nuestro alcance? A ello respondemos junto con Santo Tomás
citando las cinco vías del conocimiento de Dios (viendo la creación,
contemplando la criatura, podemos llegar a su creador que es Dios así
como nos lo plantea Santo Tomas en la Summa Theologica):

-Vía del movimiento


-Vía de la causalidad
-Vía de contingencia
-Vía a prueba de los grados de perfección
-Orden del universo.

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