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Alberto Urra
Mauricio Urra
Resumen:
El conflicto mapuche es una de las tramas políticas más complejas del Chile
contemporáneo, vinculando en ella distintas aristas que abarcan elementos
trascendentales como la cosmovisión y las antiguas dinámicas de organización política
que chocan con los intereses del estado nación chileno, las empresas privadas y los
habitantes no mapuche que viven en el Ngulu Mapu. La tensión se deriva de la
confrontación entre dos formas de entender la realidad: el biocentrismo en pugna con el
antropocentrismo; la autodefensa a través de medios violentos, chocando con la autoridad
unilateral del estado; la autonomía territorial y cultural versus la incorporación a la nación
chilena. Las raíces del conflicto actual y de sus expresiones de violencia no sólo son
culturales o históricas, sino que también se asienta en la incapacidad de las autoridades
estatales para hacer cumplir la normativa internacional en cuanto al derecho indígena,
para con la autonomía política y soberanía territorial, dificultando el camino hacia el
reconocimiento del pueblo mapuche. Y como resultado de esta problemática surge la
masificación de procesos judiciales severos a través de la Ley Antiterrorista, ocupando
interpretaciones antojadizas y poco efectivas del concepto. Ayudando a dificultar, más que
solucionar, un conflicto de tal envergadura.
Palabras claves: mapuche, cosmovisión, estado nación, Ngulu Mapu, biocentrismo,
autodefensa, Ley Antiterrorista, expresiones de violencia, reconocimiento.
Abstrac:
The Mapuche conflict is one of the most complex political plots of contemporary Chile,
linking different edges that include transcendental elements such as the worldview and the
old dynamics of political organization that collide with the interests of the Chilean nation-
state, private companies, and inhabitants. non-Mapuche living in the Ngulu Mapu. The
tension stems from the confrontation between two ways of understanding reality:
biocentrism in conflict with anthropocentrism; self-defense through violent means, clashing
with the unilateral authority of the state; territorial and cultural autonomy versus
incorporation into the Chilean nation. The roots of the current conflict and their expressions
of violence are not only cultural or historical, but are also based on the inability of state
authorities to enforce international regulations regarding indigenous law, towards political
autonomy and territorial sovereignty, making the path to recognition of the mapuche people
difficult. And as a result of this problem arises the massification of severe judicial
processes through the Antiterrorist Law, occupying fanciful and ineffective interpretations of
the concept. Helping to hinder, rather than solve, a conflict of such magnitude.
Keywords: Mapuche, worldview, nation state, Ngulu Mapu, biocentrism, self-defense,
Antiterrorist Law, expressions of violence, recognition.
Introducción
1
Se toma como referencia la definición de la Real Academia Española (RAE)
2
Ídem.
3
Ídem.
1.1. Pueblo Mapuche: Historia y configuración de su nación
El territorio mayormente ocupado por este grupo étnico comprende desde la VIII
región de Bío-Bío hasta la X región de Los Lagos. Por su parte, el territorio mapuche
en Argentina, abarca la zona central del país en extensión oeste a este (Grebe, s.f.,
pág. 55). Su extensión precolombina no se limitaba a los territorios anteriormente
nombrados, sino que se pueden encontrar elementos culturales como el mapudungun
desde los márgenes del Río Choapa (Figura 1), pasando por los territorios del Valle
Central chileno, hasta el archipiélago de Chiloé.
Figura 1
Mapa del Estado MAPU (división política) I
A pesar del vasto territorio con hegemonía mapuche, resulta anecdótico destacar
que este pueblo, antes de la llegada de los conquistadores españoles, no presentó una
unificación a través de un líder. A pesar de compartir rasgos comunes de gran
envergadura como el idioma, costumbres y creencias. El grupo en estudio tiene su
origen en antiquísimas migraciones humanas que llegaron provenientes de Asia
oriental hace más de diez mil años y se instalaron en distintos territorios de América.
Por lo que, a pesar de tener enormes similitudes genéticas con otras etnias
americanas, sus rasgos culturales, al igual que los demás, se desarrollaron con amplia
independencia.
Con la llegada de los españoles comenzó un periodo de amplia confrontación bélica
en el Ngulu Mapu4, que se extendió desde 1550 hasta 1656. Durante el siglo que
duraron lo intentos de anexionar los territorios al sur del Bío Bío, se vieron procesos
poco usuales en los territorios coloniales españoles, como la aprobación de la
esclavitud indígena en 1608 o la dinámica de guerra defensiva iniciada en 1611. Con el
abandono de las armas, se estableció una frontera marcada por el Río Bío Bío, la cual
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Se refiere al territorio mapuche en la costa pacífica, su extensión, previa a la llegada de los españoles,
abarcaba desde el Río Choapa hasta el Archipiélago de Chiloé. En la actualidad cuando los mapuche se
refieren al Ngulu Mapu, señalan un territorio que inicia en el Río Bío Bío y termina en Puerto Montt.
no solo garantizó a los españoles un espacio propicio para el comercio, sino que
impulsó una serie de cambios profundos en la economía de las comunidades mapuche
al sur de la frontera. En el centro de estos cambios, estaban las modificaciones
económicas ocurridas en el espacio indígena, así:
La segunda mitad del siglo XVIII al parecer fue definitiva para la sociedad mapuche (...) La
paz en esos años, permitió que aumentara la población y, por tanto, que un mayor número
de brazos se dedicaran a tareas económicas. El contacto con la sociedad colonial del norte
influyó en los gustos y costumbres Araucanos, incorporándose una serie de productos
provenientes del comercio. En definitiva, el sistema económico basado en la recolección de
frutos, en la caza y en la pesca, y en pequeñas plantaciones de hortalizas, y fue
reemplazado por una economía fundamentada en el ganado vacuno, ovejuno y caballar.
Las huacas, ovichas y cahuellos, son tres especies que revolucionan la economía mapuche
(Bengoa, 2000, p. 47-48)
La cría de ganado exótico trajo consigo la apertura de un circuito comercial del cual
se nutrirán las distintas comunidades del WallMapu 5. A pesar de que habrá marcados
matices, dependiendo del lugar, parece existir un mejoramiento constante de las
condiciones materiales de los mapuche. Esta situación no cambiará marcadamente en
los primeros años de la República de Chile.
Lo anterior ratifica que la incipiente nación chilena tenía una noción clara del otro
(mapuche), como territorio independiente al sur de la frontera del Bío Bío. Es
manifiesto que dentro de las escasas ocasiones que el poderoso imperio español tuvo
que establecer fronteras, eventualmente terminaron por ratificar la existencia de una
nación al otro lado de esta. Por lo que la República de Chile, siguiendo esa lógica, en
un primer momento reafirma la existencia del Wallmapu, incluso en sus primeros
pasos hacia la conquista de los archipiélagos y la pampa del sur.
A pesar de la inestabilidad de las primeras décadas de la República, hacia la
década de 1840, la riqueza de los yacimientos atacameños de Chañarcillo y el
aumento sistemático de la demanda de trigo potencia la economía chilena. Pero la
relación con la nación mapuche comienza a cambiar de forma acelerada, primero con
la progresiva instalación de colonos al sur del Bío Bío desde los últimos años de la
primera mitad del siglo XIX y, posteriormente, con la creación de la provincia de
Arauco en 1852: primer paso para la asimilación de los territorios no controlados por el
Estado.
La participación de grupos mapuche en las revueltas de 1851 y 1859 en la ciudad
de Concepción, combinado al decaimiento radical de las exportaciones de trigo a
California y Australia, harán cambiar la perspectiva del estado para con la nación
mapuche. La prensa santiaguina de diversa índole, como El Mercurio o El ferrocarril,
será funcional a los sectores políticos que ocuparon la coyuntura de crisis económica y
las revueltas locales, en especial la de 1859, para concretar la idea de una expansión
del estado chileno al Ngulu Mapu (Foerster & Pinto, 2003).
Para 1860 comenzará la campaña de Cornelio Saavedra, y con ello iniciará un
proceso de incursiones y avances que se prolongará hasta 1883. Detrás de ella se
logrará la anexión de la mayoría del territorio mapuche y una cifra indeterminada de
muertos. La importancia económica que habían ganado las comunidades desde el
siglo XVIII se desvaneció. También se ve trastocado el fuerte apego al territorio propio
de la etnia, que se ve obligada a trasladarse a los márgenes de su propia nación.
5
Se refiere a la extensión completa del territorio mapuche, el cual va de la costa del Pacífico a la del
Atlántico. Abarcando una franja ininterrumpida entre el sur chileno y la región central argentina.
1.2. Cosmovisión: La Clave Para Entender la Relación con el Territorio
Por un orificio de la membrana suelta, uno de los artesanos llama a la machi8 dueña del
nuevo kultrún (...) Según la creencia mapuche, desde ese momento permanecerá para
siempre la voz de su dueña dentro del kultrún, produciéndose una identificación de la machi
con su instrumento, el cual simbolizará su propia voz y su propio poder chamánico. (Grebe,
1973, p. 13)
A través del rito anteriormente mencionado se puede realizar una aproximación de
la relación de la religiosidad mapuche con lo natural, la estrecha vinculación entre líder
religioso y las fuerzas de la naturaleza, sacando un elemento como la madera de su
realidad concreta y llevándolo a un plano espiritual.
Presumiblemente, el avance de la ganadería, la orfebrería y las labores textiles
desde el siglo XVIII no entraron en contradicción con su complejo sistema de
creencias, puesto que dichas dinámicas productivas se adecuaban a las normas y
límites religiosos con los cuales estructuraban sus comunidades. Esto cambió con la
anexión al Estado chileno y sus implicancias a nivel económico y cultural.
Es lo anterior un reflejo de las inmensas diferencias en cuanto a la visión del
territorio y sus recursos, del choque constante entre la visión antropocéntrica
occidental, enfrentándose de forma directa con el biocentrismo mapuche. De esa
forma una representación de este choque sería que:
Para los descendientes del poblamiento chileno, las responsabilidades establecidas con la
naturaleza se fundan en los beneficios que de ella se puedan obtener: agua, ingresos
monetarios. Para la tradición más antigua, la mapuche, no se puede hablar de este tipo de
emergencia, puesto que la moral es fruto de una larga convivencia con el bosque donde la
sociabilidad con los árboles y demás especies formaba parte de la condición misma de la
vida (Skewes, Palma, & Guerra, 2017, p. 121).
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Se refiere a un sistema de creencias que ordenan el mundo terrenal mapuche, por lo que del se deriva:
el poder de los gobernantes, la justicia y la utilización de la tierra.
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Se refiere a un tambor ceremonial empleado en rituales religiosos y de sanación.
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Es un miembro de la comunidad que posee una conexión con su mundo espiritual, que le permite dirigir
ceremonias y realizar sanaciones a través de su conocimiento sobre plantas y sustancias naturales.
A modo de síntesis podemos decir que la cosmovisión mapuche tiene un indivisible
apego con la naturaleza, puesto que de ella se deriva su orden religioso y moral.
Además, este conjunto de creencias rige la relación que muchas comunidades aún
tienen con el territorio y sus recursos, generando una confrontación entre: el apego al
espacio geográfico y la integridad del mismo, versus la utilización de los recursos de la
naturaleza para la generación de riqueza, propia de la cultura occidental.
2. Paradigma del conflicto mapuche en relación con el Estado de Chile. El
uso de la violencia como manera de expresión cultural
Para poder comprender en su magnitud este apartado es indispensable precisar
nociones e ideas que inevitablemente se asocian a este proceso. Con ello nos
referimos a los diversos actos de insurgencia ejercidos por el pueblo mapuche en la
macrozona sur de Chile9. y cómo se aborda a través de la ley 18.314, más conocida
como Ley Antiterrorista, su aplicación y diversas interpretaciones de la misma. Al
mismo tiempo, planteamos la acción del Estado en relación a la forma en que la
gobernanza chilena ha enfrentado el conflicto mapuche, haciendo un contraste entre
ambas ideas y debatir, en definitiva, la noción de la autodefensa y libre determinación
del pueblo mapuche y algunos posibles caminos que el Estado de Chile podría tomar
para abordar de mejor forma este tema, considerando para ello lo enunciado por
diversos tratados internacionales en materia indígena, los cuales toman en
consideración su cosmovisión, cultura y costumbres ancestrales.
Existe una gran dicotomía en cómo el estado ha enfocado la solución del conflicto
mapuche, debido a que la mera aplicación de una ley pone en la palestra un término
altamente divergente como es el terrorismo. Hoy en día no existe un consenso sobre
lo que se puede considerarse como terrorismo o acto terrorista. Desde esta
perspectiva pueden identificarse ciertos criterios para enmarcar una acción dentro de
esta categoría, los cuales serían los siguientes: la utilización de la violencia; conducta
terrorista racional ligada a una organización; generar una sensación de fragilidad y
vulnerabilidad; publicidad a los actos; y finalmente el componente ideológico (Vinagre,
2017, p. 13). En concordancia con estos criterios, la ley Nº 18.314 (Ley Antiterrorista)
define como terrorista
los delitos de homicidio, lesiones, secuestro (encierro, detención, retención de una
persona en calidad de rehén y/o sustracción de menores), envío de efectos
explosivos, incendio y estragos, las infracciones contra la salud pública y el
descarrilamiento, siempre y cuando ocurran en las siguientes circunstancias:
■ Que el delito se cometa con la finalidad de producir en la población o en una parte de ella el
temor justificado de ser víctima de este tipo de delitos
■ Que se cometa mediante artificios explosivos o incendiarios, armas de gran poder
destructivo, medios tóxicos, corrosivos o infecciosos u otros que pudieren ocasionar
grandes estragos, o mediante el envío de cartas, paquetes u objetos similares, de efectos
explosivos o tóxicos
■ Que el delito sea cometido para arrancar resoluciones de la autoridad o imponerle
exigencias (BCN, 2014, sección ¿Qué se entiende por delito terrorista en Chile?)
Por otra parte, hay quienes señalan que la Ley Antiterrorista se limita a enunciar un listado
de acciones que califican como terrorismo y las facilidades penales para su persecución,
pero que no da una definición clara del concepto en sí (Emmerson, 2014) mismo, así como
tampoco la hay a nivel del Derecho Internacional (Pinto, 2019, p. 3).
Así mismo, otros plantean que, a falta de una definición integral de terrorismo, para
que un acto pueda ser calificado como tal debe reunir tres condiciones:
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Regiones del Bío-Bío, La Araucanía y Los Ríos
a) Cometerse contra miembros de la población en general, o sectores de esta, con la
intención de causar la muerte o lesiones corporales graves, o de tomar rehenes;
c) Reunir todos los elementos de la definición legal de un delito grave.” (Emmerson, 2014,
p. 11).
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Jefe de la comunidad mapuche.
13
Conjunto de antiguas tradiciones, leyes, derechos y normas que rigen el comportamiento en la
sociedad mapuche.
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Re=auténtico, puro, verdadero; che= gente. Este vocablo era utilizado para distinguirse de las
poblaciones extranjeras.
El biocentrismo constituye el eje central de la cosmovisión mapuche. En este
sentido
“la religión y cultura mapuches se basan en su relación con su entorno natural y en el
principio del respeto por todos los seres vivos. Por lo tanto, sectores de los mapuches
consideran que la ocupación y la explotación comercial de sus tierras ancestrales, con
las consecuencias ambientales adversas que se derivan de su uso comercial intensivo,
constituye una agresión a sus valores esenciales e incluso a su propio derecho a existir”
(Emmerson, 2014, p. 5).
Este conflicto pasa principalmente por las diferencias en las cosmovisiones que
chocan en este proceso. Mientras dentro de la cosmovisión mapuche se refleja un
biocentrismo en el que todas las formas de vida tienen la misma importancia dentro del
equilibrio ecológico, y por tanto la idea de la propiedad privada no tiene valor ni
sustento, esta constituye el eje central del liberalismo europeo que influenció
directamente la política institucional chilena desde el siglo XIX. Este antropocentrismo
permea la cultura occidental, situando al ser humano por encima de las otras formas de
vida, lo que conlleva la idea de que el medio natural está al servicio del ser humano. En
consecuencia, la mirada a la naturaleza es diferente. Mientras esta visión del mundo ve
un recurso económico susceptible de apropiación y explotación, aquella ve en la
naturaleza y en el territorio indígena un valor cultural
dado que es precisamente en la naturaleza que la identidad de los indígenas encuentra su
eficacia simbólica. Así, por ejemplo, el valor e identidad de la machi es indisociable del
humedal sagrado (menoko) que le sirve como reserva medicinal, antes que consistir en un
punto de captación sobre el cual constituir una concesión o derecho de aprovechamiento
de agua (Balbontin-Gallo, 2020, p. 339).
17
Pacto Mapuche por la Autodeterminación
fuertemente con el concepto de antropocentrismo que representa la cultura occidental,
que primero se manifiesta a través de los españoles y luego mediante los gobiernos de
Chile, los cuales están fuertemente influenciados por el liberalismo europeo que
propone, entre otras cosas, la idea de la propiedad privada.
Es necesario señalar que, debido a la falta de consenso en lo que se refiere al
concepto mismo de terrorismo, calificar como actos terroristas los actos de
reivindicación indígena es caer en un sesgo que tuvo lugar principalmente en la
aplicación de la Ley Antiterrorista, la cual permite la calificación arbitraria de delitos
comunes ya contemplados en el sistema penal como terrorismo, especialmente en el
conflicto mapuche; y también la flexibilidad en el proceso investigativo respecto de los
imputados y los vicios que implica esta facultad en la práctica.
El carácter cultural del uso de la violencia por parte de los mapuche tiene un
sustento histórico claramente identificable. La llegada de los españoles los llevó a
configurar un nacionalismo incipiente que les permitió adquirir una maduración política
en términos del reconocimiento de un otro (español) que, primero, los lleva a combatir
o defenderse de este enemigo común, y segundo, mediante el comienzo de la idea de
una nación compartida, que establece una frontera en el Bío Bío y, posteriormente, la
capacidad de negociar en parlamentos. Esta dinámica duraría (con matices) hasta
fines del siglo XIX, con la incorporación de la Araucanía al Estado de Chile,
manifestándose desde entonces una relación antagónica, compensatoria e insuficiente
entre el Estado y el pueblo mapuche.
Finalmente, es necesario enfatizar que, a pesar de los tratados que Chile ha
suscrito y ratificado en materia de derechos humanos, específicamente en derechos
indígenas, lo cierto es que su gestión ha sido deficiente y contraproducente, primero
por la poca participación y representación que han tenido los mapuche en políticas de
Estado que les incumbe; y segundo porque la violencia y represión ejercida por el
Estado en virtud de la Ley Antiterrorista no ha contribuido a disminuir los actos de
insurgencia de los grupos subversivos, sino que todo lo contrario: han aumentado en
cantidad, pero sobre todo en intensidad, según se muestra en el gráfico 1.
Es por esto que el Estado tiene una tarea pendiente cuyo primer paso es el
reconocimiento de los pueblos indígenas como sujetos colectivos de derecho propio,
sustentado en sus raíces culturales, en su cosmovisión, en su antigüedad en el
territorio, pero, sobre todo, por el respeto que merecen como seres humanos con el
mismo derecho a ser iguales a otros pueblos, pero también con el derecho a ser
diferentes, a considerarse diferentes y ser tratados como tales.
Bibliografía